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1.- PRESENTACION

 

Una de las diferencias cualitativas entre el marxismo y la sociología es que el primero se elabora dentro de la lucha revolucionaria y contra la burguesía, y el segundo dentro de las instituciones burguesas y contra la lucha revolucionaria. La práctica totalidad de las obras clásicas y decisivas del marxismo se ha escrito en duras o durísimas condiciones, excepto contadas obras que destacan de entre la morralla del academicismo “marxista” inofensivo y dado a la “prudente moderación” que Marx achacó a la economía vulgar al final del Vol. II de “Historia crítica de la teoría de la plusvalía”. Las condiciones sociohistóricas en las que se forma y crece el marxismo, empero, son una garantía de su majestuosa radicalidad crítica y potencial heurístico. Anclado en el interior mismo de las irreconciliables contradicciones en lucha y movimiento permanente, el marxismo no tiene otro remedio que descubrir cómo se pueden agudizar las contradicciones para forzar conscientemente el salto cualitativo a una nueva realidad que, desde en ese mismo instante, ya está sometida a la presión sísmica de sus específicas contradicciones internas.

De este modo, ineluctablemente la solución de un problema conduce a la aparición de otro o de otros problemas, en una espiral infinita, como dijo Lenin, y como, sin decirlo, lo reconoce la teoría moriniana de la complejidad. Más aún, la dialéctica entre solución transitoria y aumento de la complejidad teórica actúa siempre dentro de la interacción con el entorno circundante, del texto con el contexto, de la inserción del problema en su totalidad concreta y, a la vez, de ésta dentro de otra totalidad superior. El proceso cognoscitivo como espiral inacabable, es simultáneamente efecto y causa de la interacción procesual entre las verdades  concretas, absolutas, relativas y objetivas con el correspondiente influjo retardatario o impulsor de las opuestas subjetividades sociohistóricas.

Con mis patentes limitaciones, esto es lo que me ha sucedido conforme estudiaba la obra de Atilio Borón “Estado, capitalismo y democracia en América Latina”, publicada por HIRU ARGITALETXE, pequeña editora pero grande y apreciable praxis dirigida durante muchos años por Eva Forest y ahora por su hija y por Alfonso Sastre. Hay que advertir que si bien este libro está formado por otros libros más pequeños anteriores, no es una simple suma o agregación de textos, sino una totalidad con coherencia propia superior a sus partes, lo que explica que aunque se puede apreciar ligeros cambios de estilo y más profundos cambios de temática, como es lógico, empero no existen contradicciones frontales, sino una lógica subyacente de principio a fin.

Ha ocurrido que, por un lado, las primeras lecturas del texto me abrieron de inmediato a lo ya dicho arriba sobre la interacción del texto con el contexto en su sentido preciso, es decir, al comprobar cómo y por qué lo esencial de lo escrito por Atilio Borón sirve para el capitalismo imperialista, incluido Euskal Herria. Por otro lado, también se confirmó la decisiva importancia del contexto cuando GEREADIAGA ELKARTEA decidió prohibir la presencia de HIRU ARGITALETXE en la Feria del Libro y Disco Vascos de Durango, Bizkaia, con excusas que además de mostrar la tonta y peregrina estulticia de los organizadores, descubre su profundo conservadurismo, como veremos. Además, las últimas partes del libro las he leído durante mi muy reciente viaje a Venezuela para participar en una serie de debates sobre el saqueo imperialista de los recursos naturales de los pueblos de Amerindia, lo que me ha permitido enriquecer las interacciones teóricas descritas; y por último, ha sido precisamente la desgraciada censura vasca la que me ha permitido concretar algunas aportaciones sobre cuestiones ausentes en el libro de Borón, que expondré al final.

Pues bien, lo que en un principio tenía previsto como una lectura atenta que daría paso a un comentario relativamente conciso, ha devenido por las exigencias del contexto en un comentario más largo y a la vez más preciso y riguroso por la superior concreción de los temas que aborda, entre ellos el impulso al conservadurismo social y reaccionario lanzado por las instituciones privadas y públicas de la burguesía regionalista vasca. Es pronto aún para conocer todos los detalles internos que explican la represión directa, contra HIRU ARGITALETXE por parte de GEREADIAGA ELKARTEA, pero no sería extraño que semejante tropelía, como muy correctamente la ha denominado M. Arizaleta, fuera sólo una parte de una dinámica general del involucionismo conservador y reaccionario que la burguesía regionalista está lanzando. Hay que decir, además, que no solamente ha sido HIRU ARGITALETXE la afectada, ya que también BOLTXE KOLEKTIBOA, un grupo militante que desarrolla una impresionante tarea de creación cultural y teórica de primer orden y que, con dignidad y acierto ante las crecientes presiones recibidas, decidió montar su stand fuera del recinto oficial como protesta por el retroceso en las libertades anteriormente existentes. Digo que con acierto porque resulta que, según indican, han obtenido mejores resultados políticos y teóricos, además de económicos, que si hubieran aceptado las restricciones del recinto. Tal vez esté llegando el momento de abrir una reflexión colectiva sobre toda esta situación.

Ciñéndonos a Hego Euskal Herria, a la parte peninsular bajo dominación española, los datos son contundentes y esclarecedores: en medio de crecientes escándalos de corrupción que afectan directamente a los dos partidos en el poder delegado por el Estado español, UPN y PNV, pero también a otros partidos estatalistas y reformistas, ambos partidos están  endureciendo sus medidas represivas y el contenido conservador de su propaganda política, a la vez que refuerzan el clientelismo con toda una serie de artistas, periodistas, tertulianos y “finos analistas”, de los que se salvan muy pocos, caracterizados por su mansedumbre, servilismo y docilidad. Un reciente ejemplo del clientelismo lo tenemos en las injustificables prebendas económicas concedidas al músico K. Junkera en detrimento de la mayoría de creadores de arte y cultura vasca, abandonados a su suerte. Otro ejemplo lo tenemos en la extensión e intensificación de las prohibiciones a la cultura vasca en Nafarroa por parte de UPN-PSN, y en el acomodamiento a las exigencias españolas en este mismo sentido en la CAV por parte del Gobiernillo Vascongado dirigido por PNV. Tenemos igualmente la deriva derechista de EITB y de Radio Euskadi que, por ahora, ha culminado en un programa navideño retransmitido desde el Estado Terrorista de Israel. Un ejemplo de la sistemática propaganda pro imperialista de Radio Euskadi lo tenemos en su obsesiva manipulación reaccionaria contra Venezuela y Cuba, y en general contra todo proceso de emancipación.

Para hacernos una idea más exacta del desolador panorama cultural, daremos sólo cinco ejemplos muy recientes. Los tres primeros son artículos de opinión que deben ser leídos en su totalidad. El cuarto es una breve pero concluyente noticia de prensa, y el quinto y último muestra la paciente tarea antieuskaldun del ayuntamiento de Bilbo. El primero es el artículo de Pako Aristi: “Desmontando mitos culturales insalubres” en www.gara.net 2009ko urtarrilaren 19a. El autor denuncia el oportunismo hipócrita de la prensa española y del PSOE para apropiarse de la figura emblemática de Mikel Laboa tras desnaturalizarlo y reducirlo a un “cantautor español”:

“Pocos días después de despedir las cenizas de Mikel Laboa, el departamento de cultura del Gobierno Vasco hubo de pedir públicamente perdón a la familia de Laboa por decir una mentira, cuando afirmaron, en un intento por quitarse de encima la lluvia de críticas por la subvención a Kepa Junkera, que Mikel también recibió dinero del Gobierno Vasco para editar un disco (...) ¿Quién es cantante vasco? Me la tuve que hacer el año 1985, cuando escribí la historia de la nueva canción vasca. Y la respuesta fue sumamente sencilla: aquél que canta en euskera. Por esta razón tuve que descartar a Mocedades, pero también a Kortatu, que entonces aún cantaba en español y en su primer disco sólo había publicado dos o tres canciones en euskera. ¡Cuán criticado fui por esto! Porque hay aquí una izquierda antes llamada «radical» en la que hay gente que prescinde del euskera y le parece que ese pequeño pecado de no saberlo ni querer aprenderlo es algo que se puede perdonar. Los que no perdonan son algunos periodistas malintencionados que nos preguntan: «¿Mikel Erentxun no es canción vasca?». Pues no, respondo yo. ¿Es Julio Iglesias parte de la historia de la canción de Estados Unidos, al lado de Bruce, Dylan y Dolly Parton? No, es un cantante español afincado en Miami. Mikel Erentxun hace canción española afincado en Donostia, nacido en Donostia, hace pop-rock y lo hace bien. Sin más. ¿Qué problema debe tener Erentxun con eso? Ninguno. ¿Y los periódicos? Tampoco. ¿Y la canción vasca? Menos”.

El segundo es el artículo de Xabier Silveira “Igual que me dices A te digo B”, en www.gara.net 2009ko urtarrilaren 09a, en el que expone algunas muestras de la censura sobre la creatividad de los bertsolaris de EITB, así como denuncia las exigencias de esta televisión “pública” para con los denominados “tertulianos”, pero lo que más nos interesa es esto: “¿Cuándo, en la era del bertso fashion, se ha dejado de emitir una azken agurra del campeón del evento? Pues cuando decía así: »Gure herria maite dutenez/ bizitza ematen dutenei...». Hoy es el día, casi once años después, que suena de móvil a móvil y cierran bares mientras se escucha en los bafles. Baja Modesto que sube Silveira. Porque la libertad se hace, no se dice. Lo que sí se dice, por cierto, es que en el bertso saio que se hace en Oiartzun cada principio de  año no se colocan placas con el logotipo de los organizadores -Etxerat- en los micrófonos porque si no no se emitiría en ETB. Se dice que todavía sucede, no lo sé, pero aseguro que ha ocurrido durante años. Y añado, cada vez que se les ha antojado han metido la tijera en «Hitzetik Hortzera». Lo han hecho con mis bertsos, el programa que emitían en directo y lo cortaron pues Iturriaga, Elorza, Irazu y Lujambio se les iban de las manos y lo han hecho siempre desde aquellos tiempos hasta hoy. No se puede decir que nadie les opusiera demasiada resistencia pero, ¿si hacen eso con un programa nuestro, de los bertsolaris, cómo funciona el resto?”

El tercero es el artículo de José Luis Merino “La ceguera del poder” en www.gara.net 2009ko urtarrilaren 05a en el que denuncia la política cultural del PNV tomando como eje central el escándalo de la desorbitada ayuda a Kepa Junkera, las lógicas e indignadas reacciones de un muy amplio colectivo de más de 250 músicos vascos que han denunciado dicha arbitrariedad. Concluye así:

“Para reforzar cuanto aquí se dice, me permito informar a los lectores de un hecho acaecido en torno a un libro de reciente aparición. Es un hecho insignificante, lo sé, aunque altamente ilustrativo. Verán. A propósito del libro «Habla Oteiza», se solicitó al Departamento de Cultura del Gobierno vasco una ayuda en forma de adquisición de ejemplares (120 unidades), por valor de 1.500 euros, IVA incluido. Obviamente, esos ejemplares tendrían un buen destino como son las bibliotecas provinciales y municipales del País Vasco. Pues bien, el 14 de abril del pasado año se recibió una contestación por escrito aduciendo que no existía «la posibilidad de realizar una compra directa de ejemplares» como la que se proponía en la solicitud. Se daba fe de la respuesta con el sellado correspondiente: «Irteera, Zkia: 144890». (Traducido quiere decir: «Salida, número: 144890»).Con una evidente ceguera, diré mejor, con una perniciosa y peligrosa ignorancia activa, el Departamento de Cultura del Gobierno vasco considera a Kepa Junkera como un artista de primera, en tanto a Jorge Oteiza se le desestima, ignora y ningunea. Esta burda desatención para con el libro de Oteiza tal vez les sirva a los más de 250 músicos vascos como un ejemplarizante apoyo a la hora de defender sus legítimos intereses. Pese a que al escultor de la barba blanca ya nada le afecta, me gana verle y hasta escucharle en la imaginación burlándose de todos con una buena carga de acíbar en la mejor de sus sonrisas: «Tengo el éxito de todos mis fracasos». Decididamente, el futuro sigue siendo la anticipación del pasado, en especial porque los años conocen cosas que los días desconocen”.

El cuarto es la noticia aparecida en Gara el 26 de diciembre de 2008 que decía: “La ayuda a medios euskaldunes cae de 310.000 a 9.567 euros en Nafarroa”. Y el quinto y último trata, como hemos dicho, de la sistemática y paciente tarea invisible contra la cultura y la lengua vasca que realiza el ayuntamiento bilbaíno, dirigido por el sector más regionalista y derechista del PNV, y que se ha concretado públicamente con el cierre transitorio de Kafe Antzokia. Se trata de un local muy prestigioso e importante en la recuperación de la cultura vasca en un medio urbano casi totalmente españolizado como es la ciudad de Bilbo. El local tiene espacio para el doble de su aforo oficial y los propietarios han intentado durante mucho tiempo que el ayuntamiento bilbaíno conceda el permiso de duplicación del aforo que, en la práctica, ya cumple sobradamente todas las exigencias de seguridad. El ayuntamiento, conocedor de esos intentos, ha estado negándose y retrasando el permiso con toda serie de excusas, y de pronto, de la noche a la mañana, ha ordenado cerrar el local durante un mes y el pago de la multa correspondiente. La gente con conciencia vasca y con mentalidad democrática ha comprendido que se trata, como mínimo, de un agravio comparativo contra Kafe Antzokia viendo que otros muchos locales incumplen tranquilamente la misma ley sin ser molestados. ¿Tal vez porque propagan la cultura española, burguesa y mercantilizada?  

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