INTRODUCCIÓN

 

El presente ensayo filosófico que a continuación se desarrolla trata de abordar un asunto enmarcado en el ámbito del ser humano, como es el caso de los Derechos Humanos y la Educación. Dicho tema es encuadrado en la filosofía del empirista inglés John Stuart Mill, que vive a lo largo de las tres cuartas partes del siglo XIX en Inglaterra.

La investigación que se presenta pretende mostrar el modo en que John Stuart Mill trata el problema de la educación desde su pensamiento filosófico. Ello comporta tener presente la idea de ser humano, de persona, que maneja este filósofo. Teniendo como base su pensamiento antropológico, a continuación se muestra la dimensión moral del ser humano en la filosofía de Stuart Mill. Este aspecto entraña tratar cuestiones propias de la ética tales como la felicidad, el bien común, la razón de por qué obrar bien para con los demás, y otros temas propios de esta disciplina que siempre han sido abordados por distintos filósofos a lo largo de la historia del pensamiento.

Con lo apuntado anteriormente, el nivel siguiente en la investigación trata de detallar la idea de libertad que maneja Stuart Mill. Conviene, al respecto, apuntar que el concepto de libertad es el núcleo de la filosofía de John Stuart Mill; y dado que el sujeto de dicha libertad es el ser humano, se comprende que antropología, ética y libertad junto con responsabilidad van unidas en el autor referenciado. Se puede anticipar que tan importante es este concepto propio de la filosofía en general, y de la ética en particular, que para Stuart Mill lo constitutivo del ser humano es precisamente su libertad, que al mezclarse con la ética y la moral supone una dimensión nunca cerrada y concluyente, sino una situación permanentemente abierta. El proyecto antropológico, individual y social en Stuart Mill es la libertad.

Finalmente se presenta a la educación como elemento clave para conseguir la realización del ser humano libre, en el seno de la sociedad. Las esperanzas que muestra Stuart Mill en torno al papel de la educación como elemento que moldea al ser humano tanto a nivel cognoscitivo, racional como sensible resulta de gran relevancia en la filosofía de este autor. Un detalle importante que conviene avanzar es el hecho de que este filósofo fue educado, y muy bien formado, pero fuera de la institución educativa –la escuela–. Su educación corrió a cargo de su padre, James Mill, que fue quien se encargó de darle una sólida formación racional e intelectual, pero que, como el propio Mill manifestará, no tuvo educación emocional alguna. Es relevante este detalle puesto que Stuart Mill supera la concepción de su padre en lo tocante a educación y apuesta decididamente por la institución educativa como enclave formativo de personas para las sociedades, para mejorar sus condiciones de vida tanto sociales, económicas como laborales y de participación en la vida política. Esto cobra gran importancia teniendo en cuenta el contexto histórico en que vive Mill.

El papel de la educación que se muestra en el pensamiento de este autor guarda relación con las reivindicaciones o derechos humanos de segunda generación. Con ello se pretende mostrar que Stuart Mill puede ser considerado como un filósofo comprometido con la sociedad de su tiempo, concretamente con las personas más menesterosas y para quienes reivindica derechos fundamentales. La educación en este sentido juega un papel crucial en la consecución de esos derechos.

 

CAPÍTULO I. LA ANTROPOLOGÍA DE JOHN STUART MILL

 

 

CONTEXTO HISTÓRICO, SOCIAL Y CULTURAL

 

La sociedad y la época en que vive nuestro autor está presidida por cambios políticos: la caída de los absolutismos; el nacimiento de las sociedades modernas; la aparición del ciudadano como sustituto del súbdito; las convulsiones sociales y económicas provocadas por la Revolución Industrial y las sucesivas revoluciones sociales y populares que se dan; el intento de restaurar el absolutismo; el resurgimiento de la democracia como modo de organizarse políticamente. Todo ello no es dejado de lado por Mill y él trata de acometerlo con una aportación especial: el ser humano es el sujeto de todas esas situaciones que hemos apuntado, de la democracia, del empleo y de la sociedad. ¿Cómo entiende al hombre Mill? Libre, esa es su esencia. Será desde ahí desde donde Mill, como Kant, enfatiza la dignidad personal, la libertad y que la sociedad es el mejor lugar donde los individuos pueden alcanzar el fin por naturaleza, la felicidad.

La etapa histórica que vive nuestro autor es la llamada Edad Contemporánea. ¿Cómo la comprendió y la sintió nuestro autor? ¿Cómo pretende afrontarla? ¿Qué alternativas ofrece la filosofía de Mill ante los cambios socioeconómicos que se suceden? La época histórica milliana es una época en que la Ilustración está en pañales, acaba de surgir. Por ello, la época moderna de Mill verá en la razón el elemento explicativo de todo. Su formación profundamente empirista nos muestra a un filósofo sensibilizado con la razón analítica, observacional, crítica, empírica; pero también Mill hecha en falta otro elemento configurador del individuo, el sentimiento. Stuart Mill trata de comprender la realidad, de afrontarla, desde la simbiosis entre racionalismo y romanticismo. Parece que se puede decir que si Kant supuso la síntesis de racionalismo y empirismo, Mill trata de sintetizar la razón y el sentimiento. Stuart Mill es un filósofo que como tal va a aportar su idea de sociedad; de modo de organizarse políticamente; de cómo deben ser las relaciones entre individuos en la sociedad y de éstos con el Estado; del papel de Estado. En definitiva como cualquier filósofo en cualquier época hace de la filosofía una herramienta analítica y crítica de la realidad.

John Stuart Mill va a pensar, escribir y manifestarse de la manera en que lo va a hacer debido al momento y circunstancias históricas en que vive. Él vive en la Inglaterra victoriana, durante todo el reinado de dicha monarca. Su posición social es acomodada y llegará a ocupar puesto político en el Parlamento. Stuart Mill será testigo de la Inglaterra capitalista que se desarrolla vertiginosamente en la 1a y 2a Revolución Industrial. Esto le hará ser testigo de primera mano del deterioro de las relaciones sociales en su país y en otros, como Francia, frecuentados por él. Mill observará la brecha existente entre la recién nacida sociedad de clases que sustituye a la estamental cerrada del Antiguo Régimen; y observará cómo la nueva sociedad es prolongación de la anterior, viendo cómo se conculcan derechos y se somete a servidumbre al individuo. Las condiciones laborales y de vida de los obreros de las fábricas inglesas con larguísimas jornadas laborales y míseros salarios que a duras penas daban para subsistir; la implicación laboral de los niños, ancianos y mujeres en peores condiciones que los varones, son situaciones que contrastan con la de un país que crece industrial y económicamente, pero para unos pocos. Este aspecto social, la inexistencia de derechos humanos de segunda generación, relativos a condiciones sociales y económicas que sirvan para dignificar el derecho fundamental por naturaleza –la vida– harán que Stuart Mill se muestre crítico.

Así mismo Stuart Mill es testigo de que ese crecimiento antes citado implica necesariamente en un país, en un contexto internacional más amplio, que se expanda un derecho fundamental, el del sufragio. Mill asistirá a las Leyes de Reforma de Inglaterra, la primera y la segunda, que supondrán un ascenso en derechos de segunda generación para la masa proletaria dado que se trasladarán a las ciudades industriales con más población obrera los distritos electorales de escaños, lo que dio lugar a más participación de los obreros y la pequeña burguesía. Por otra parte, la segunda reforma –Reform Act– de 1867 supuso un mayor avance social. Esta reforma se origina por la presión ejercida por los cambios socioeconómicos, con una burguesía más enriquecida y unas clases trabajadoras mucho más organizadas, con la iniciación de movimientos dispuestos a hacer reformas y un aumento de la lucha entre los partidos para hacerse con un electorado cada vez más amplio. Esta reforma dio el derecho a voto a las ciudades, calificándose como elector al poseedor de una casa o alquilado; igualmente se redistribuyeron los escaños y se dio más participación en las ciudades industriales y en los condados muy poblados. La reforma desplazó a los grandes propietarios, y amplio la base social del electorado.

Es una época en que el Reino Unido se convertirá en la fábrica del mundo al ponerse a la cabeza de la producción industrial. Se aplicarán las teorías del liberalismo económico que surgió con Adam Smith a finales del XVIII, pero aquí hay que sumar también la influencia del Utilitarismo de Bentham que defendía que el fin de la política es asegurar la felicidad al mayor número de personas. En este sentido Stuart Mill y Ricardo desarrollarán también la Escuela de Economía Clásica.

Todo ello sucede en un contexto político de liberalismo que entiende al Estado como un ente que debe proteger al individuo y promocionarlo, pero que sin embargo en la práctica muchas veces no ocurre así. Será en este contexto histórico en el que Stuart Mill defienda la educación como elemento fundamental que permite la promoción y la mejora de los individuos tanto a nivel personal como social, sobre todo en la adquisición de derechos fundamentales que se enclavan en los ya conocidos como de segunda generación tales como trabajo digno, salario digno, coberturas laborales ante posibles contingencias, y el de la educación como eje vertebrador. Se puede afirmar que el camino hacia la democratización plena de Gran Bretaña se produjo en diferentes momentos, aunque fue durante el largo periodo de reinado de Victoria I cuando más se avanzó, coincidiendo con el apogeo del poderío mundial de Gran Bretaña. Estas reformas electorales, unidas al proceso de crecimiento económico de la industrialización favorecieron la paz social en el país encauzando la participación política de las diferentes opciones, ya fueran de las clases medias o de los grupos obreros. En este ambiente se desarrolla el pensamiento de Stuart Mill comprometido con la educación y la promoción de los derechos de las personas, sobre todo los derechos sociales que se clasifican como de segunda generación.

 

1.1.- Notas breves y generales de la Antropología en S. Mill

 

A la hora de enhebrar el discurso sobre la importancia de la educación y los derechos en John Stuart Mill, no podemos perder de vista que en su pensamiento, para la extensión de una sociedad abierta, esto es liberal, lo fundamental es mantener una determinada concepción antropológica; y en el caso del autor que nos ocupa esa concepción antropológica es la que nos presenta al hombre como un ser autónomo, pero a la vez imperfecto y perfeccionable, capaz de evolucionar aprendiendo de sus propios equívocos. Ciertamente que al recorrer las obras de Mill se puede ver con claridad que uno de los temas que están en la base en todo el pensamiento de Mill es su preocupación permanente por la antropología. Se puede decir que a Mill le da la sensación de que es insuficiente una teoría que se plantee sólo la actividad humana, esto es, sólo lo que el hombre hace, sin hacer hincapié en los elementos materiales y psicológicos que hacen posible que la vida humana cobre sentido. Todo cuanto se indica sobre la importancia de la antropología en Mill no es gratuito. Es más, para poder entender otro concepto clave en nuestro autor, a saber, la libertad, tenemos que tener presente que ese concepto en él no es ni más ni menos que un ideal antropológico a perseguir.

Ahora bien, es necesario matizar que no podemos discursar acerca de un ideal antropológico, si no se reconoce un ámbito privado individual inexpugnable, en el cual no pueda intervenir absolutamente nadie, si queremos hablar de individualidad. Más aún, sólo evitando que la fuerza intervenga en la vida privada de la persona puede tener sentido sujetar la conducta a principios morales. Se trata de la libertad individual, cuyo sujeto es el individuo, y que hace que Mill se preocupe por el individuo, por sus características personales, por su originalidad indelegable. El individuo en la antropología de Mill es un eje fundamental, y es en torno a él donde construye su concepción del hombre. Por ello, es oportuno desarrollar los aspectos más relevantes de esa antropología milliana.

 

1.2.- Particularidades de la antropología de J. S. Mill.

 

Hay en Mill un permanente llamamiento, desde la individualidad e independencia, a lo plural, a la diversidad: por ejemplo, diversidad de verdades, descubrimiento de nuevas verdades.[1] Para nuestro autor individualidad y originalidad van de la mano en la antropología, o como dice Abellán “Individualidad es sinónimo de originalidad [...] Individualidad se opone a mediocridad”.[2] La novedad es ..................................................

 

 

[1] Cf. MILL, John S., Bentham. Madrid, Tecnos, 1993, p. 33. Parece que esta cuestión referente a la admisión de nuevas verdades manifiesta la influencia en Mill de Bentham. Para Mill, todos aquellos que se educaron siguiendo los principios de Bentham se abren a la admisión de esas nuevas verdades y sus mentes las asimilan tan pronto las reciben.

[2] Cf. ABELLÁN, José, John Stuart Mill y el Liberalismo. En: VALLESPÍN, Fernando, Historia de la Teoría Política, vol III, Madrid, Alianza, 2002 p. 386.

 

 

 

 

Ver el documento completo