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La Propuesta Indígena


Todavía hay colores en el amanecer de Ecuador y doce nacionalidades originarias diferentes; los Kichwa, Shuar, Achuar, Huaorani, Siona, Secoya, Cofán, Záparo, Chachi, Tsa`chila Epera y Awa, conforman aquí su rica biodiversidad cultural; su arco iris particular. Los kichwa, Shuar y Achuar son las nacionalidades mayoritarias, mientras que el resto son estrellas que se apagan bordeando su extinción biológica y cultural.

El poliedro mayoritario Kichwa (tres millones y medio de personas), establecido en la Sierra y en la Amazonía, destella a su vez en 14 pueblos diferenciados: Saraguro, Cañari, Purhuá, Waranka, Panzaleo, Chibuleo, Salasaca, Quitu, Cayambi, Caranqui, Natabuela, Otavalo, Kichwa amazónico y Manta-Huancavilca.

Si bien la estructura de producción y vida comunitaria es aquí la base común en la que se asientan su supervivencia económica, cultura e identidad; las diferentes nacionalidades representan situaciones diferentes de adaptación al medio y estadios diferentes de desarrollo productivo, tecnológico y científico.

Esta ponencia estudia el mundo indígena utilizando como base metodológica una breve aproximación al estudio analítico de la comunidad kichwa. Recoge observaciones efectuadas por mi persona en un estudio empírico sobre las comunidades indígenas de la Sierra del Ecuador realizado en las Comunidades de Pijal-Otavalo, San Pablo Pichincha y Cobos Grande de Ambato. Este estudio empírico sobre las comunidades campesinas fue completado con la labor de campo realizada sobre una comunidad kichwa campesino-urbana, reproducida en la periferia de Quito: la de San Miguel de Calderón.

Con esta base metodológica, y a partir de la comunidad, la Ponencia aborda tres apartados diferentes: el viaje a las causas estructurales que nos lleve a discernir "el origen de las lágrimas" de estas poblaciones; la cosmovisión indígena derivada de su praxis comunitaria y la propuesta indígena, aquí y ahora, para los pueblos del Ecuador, para el mundo andino y para el conjunto de la sociedad Latinoamericana.


La Comunidad Indígena

Gracias al ayllu (o lo que queda de él en el Ecuador) vive y sobrevive el indio kichwa. Es el pequeño pedazo de tierra sagrada donde se establece la comunidad. La base de su supervivencia económica, de su estructura política propia, del mantenimiento de su cultura, y de su menguada libertad. Tierra y libertad. Es el secreto de su supervivencia histórica, de su enorme resistencia al genocidio, la marginación y la colonización.

La agitación campesina de la década de los cincuenta y sesenta obligó al gobierno a establecer la reforma agraria en 1964 y a ampliarla en 1973. En la lógica de las pautas ideológicas, étnicas políticas y culturales dominantes en la sociedad ecuatoriana, las tierras de primera categoría se vendieron a los extranjeros, al objeto de utilizarlas en la producción y exportación de flore;[1] las tierras de segunda categoría se concedieron a los mestizos y el resto a los indígenas. Pero no obstante, gracias a la reforma agraria los indios recuperaron las tierras de tercera y cuarta categoría; y en los páramos y en las tierras pedregosas sin agua, aprovecharon para recuperar sus estructuras comunitarias.

 

La Familia

Evidentemente, el ayllu incaico ha sido afectado por los terremotos de V siglos y la antigua propiedad colectiva se divide ahora entre las tierras comunitarias y la propiedad familiar. Funcionamiento comunitario, trabajo colectivo y propiedad familiar. La familia tiene la propiedad de la parcela ( al rededor de media hectárea), tiene la propiedad de la vivienda (de barro y sin ventanas) con su cocina de leña, tiene la propiedad del ganado, organiza la producción agrícola y artesanal, y comercializa el escaso excedente.

Es precisamente esta necesidad de superar la miseria y obtener divisas que explica la tendencia creciente de las economías familiares a la especialización de los cultivos, al recurso a los insumos químicos, a la venta de fuerza de trabajo en el exterior de la comunidad y a la especialización creciente de familias enteras en la actividad comercial.[2]

 

La Comunidad

Pero todavía manda la comunidad, se funciona en comunidad. Además de la existencia de algunas tierras comunitarias (algunas tierras cultivables y fundamentalmente "páramo" para pastoreo, paja y leña), la organización del ayllu establece su órgano jurídico supremo en la "asamblea comunera", donde una vez cada tres meses o cada seis meses, según las diferentes comunidades, se discuten los problemas más generales de la vida de todos/as: conflictos entre miembros de la comunidad, escuelas, proyectos educativos, asuntos relacionados con el agua, arreglo de infraestructuras, etc.

Un pequeño grupo de 3 ó 4 personas (el presidente, el vicepresidente, el tesorero y el síndico) nombradas por la asamblea, conforman el "cabildo" que gestiona la comunidad. Este órgano de gobierno se responsabiliza del cumplimiento de lo decidido en la asamblea; regula el transporte, el alquiler del tractor, la distribución interna, el recurso a la "minga"; y vehiculiza la resolución de los conflictos y la aplicación de la justicia indígena

La comunidad establece, careciendo de medios, su pequeño sistema educativo (exigiendo que sea bilingüe); organiza las fiestas (la fiesta del sol[3] y de la comunidad) y coordina con el Shamán (combatido por la clase médica) la asistencia sanitaria a las familias basada en la medicina propia.

 

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[1] De la que Ecuador es uno de los grandes productores y exportadores mundiales.

[2] Esta especialización en la actividad comercial se convierte en la labor fundamental de pueblos enteros como los kichwas-Otavalos que representan a la mayor parte de los vendedores ecuatorianos en el continente europeo. 


[3] Es la fiesta del "Inti Raimi" celebrada a finales de junio.

 

 

 

 

 

Índice:

La Comunidad Indígena

Viaje a las Causas Estructurales

La Cosmovisión Indígena