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 “Si un objetivo del proyecto de investigación sobre los acontecimientos de aquellos años iba a hacerse, libre de dogmas ideológicos, entonces un gran acuerdo podría cambiar nuestra actitud hacia aquellos años y hacia las personalidades de la época. Y entonces sería una “bomba” que haría causar algunos problemas... ".
– Cor. Viktor Alksnis, 2000.

  

"... es esencial para los historiadores defender el fundamento de su disciplina: La supremacía de la evidencia. Si sus textos son ficciones, como algunos sienten que son, siendo la composición literaria la materia prima de estas ficciones, son un hecho verificable. Ya sea que las cámaras de gas nazi existieron o no, puede ser establecido por la evidencia. Porque así se lo ha establecido, aquellos quienes niegan su existencia no están escribiendo la historia, cualquiera que sea su técnica narrativa.”
– Eric Hobsbawm, 1994, p. 57.

 

"... Nosotros podemos demoler un mito solamente en la medida en que se basa en proposiciones que se pueden demostrar erróneas."
– ibid., p. 60.

 

Introducción

 

Este ensayo es una investigación sobre la evidencia de que León Trotsky pudo haber colaborado con oficiales alemanes y/o japoneses, ya sea gubernamental o militarmente, durante la década de 1930.

Trotsky fue acusado y condenado en ausencia de tal colaboración en los tres juicios “Mediáticos" de Moscú, o públicos, de 1936, 1937 y 1938. Trotsky y su hijo León Sedov fueron acusados ausentes y figuras centrales de todos estos juicios. Trotsky a sí mismo proclamó falsos los cargos, pero no fueron sin embargo ampliamente acreditados hasta el año 1956. En febrero de ese año, Nikita Kruschev pronunció su famoso "Discurso secreto" ante el 20 Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Aparte de otra materia que no nos concierne aquí, Jruschov dio a entender, sin afirmar expresamente, que al menos algunos de los acusados en estos juicios fueron castigados injustamente.

En los años sucesivos la mayoría de los acusados, junto con miles de personas fueron "rehabilitados" y declarados inocentes. Bajo los sucesores de Jruschov entre 1965 y 1985, la ola de "rehabilitaciones" prácticamente cesó. Posteriormente, durante la permanencia de Mijail Gorbachov entre 1985 y el fin de la URSS en 1991, una más larga inundación de "rehabilitaciones" tuvo lugar. Más tarde en el presente ensayo discutiremos esencialmente la política, más que jurídica, de la naturaleza de la "rehabilitación".

A fines de 1980 casi todos los acusados en todos los procesos de Moscú, además de los acusados en el "asunto Tujachevski" de mayo-junio 1937 y muchos otros habían sido declarados inocentes de todos los cargos. Las principales excepciones fueron figuras como Genrikh Yagoda y Nikolai Ezhov, dos jefes de la NKVD que eran sin duda responsables de represiones masivas, y muchos de sus subordinados.

Virtualmente solo entre los opositores que no pertenecían a la NKVD, Trotsky y Sedov, nunca han sido "rehabilitados". Pero la desestimación de los cargos en contra de sus coacusados y las declaraciones de que todas las conspiraciones fueron invenciones significa que ellos también han sido declarados inocentes de hecho, aunque no "rehabilitados" legalmente.

Mientras tanto, hay un consenso de los expertos en que los procesos de Moscú eran fabricaciones, y que todos los acusados fueron víctimas inocentes de montajes, y todas las conspiraciones eran invenciones o de la NKVD o del mismo Stalin. Este consenso es una parte constitutiva del modelo, o paradigma, de la historia soviética que es dominante dentro de la misma Rusia y fuera de sus fronteras. Sin embargo, no hay evidencia significativa de que los juicios habían sido inventados y las confesiones falsificadas nunca se han publicado, mientras que la gran mayoría de los materiales de investigación relacionados con los juicios, son todavía de “alta-reserva” en Rusia, inasequibles incluso para los estudiosos de confianza.

 

Los archivos soviéticos “hablan”

 

Durante la existencia de la URSS y especialmente desde que Jruschov ascendió al poder en 1953, poco o ninguno de los documentos relativos a los Juicios de Moscú y la represión de finales de 1930 fueron publicados en la URSS o puestos los archivos a disposición de los investigadores. Jruschov y los historiadores y escritores autorizados hicieron un gran número de afirmaciones acerca de este período de la historia, pero nunca se dio acceso a nadie sobre cualquier evidencia al respecto.

Aquí hay un ejemplo. En una conferencia de historiadores en diciembre de 1962, después de muchas presentaciones de los oradores que promovieron la posición oficial de Jruschov sobre las cuestiones de la historia soviética, el coordinador miembro del Presídium Piotr Pospelov, dijo las siguientes palabras:

Los estudiantes se preguntan si Bujarin y el resto eran espías de gobiernos extranjeros, y de lo cual nos aconsejan leer. Yo puedo declarar que es suficiente estudiar cuidadosamente los documentos del 22 o Congreso del PCUS para señalar que ni Bujarin, ni Rikov, por supuesto, eran espías o terroristas.

(Vsesoiuznoe soveshchanie 298).

 

Mientras las palabras de Pospelov son literalmente correctas, ellas crean una falsa impresión. En el juicio de 1938 Bujarin y Rikov no fueron declarados culpables de llevar a cabo ellos mismos el espionaje, sino de ser líderes en el "bloque de derecha y trotskistas" que se involucró en actividades de espionaje. Asimismo tanto Bujarin y Rikov fueron declarados culpables de reclutar a otros para participar en actos de violencia contra los demás - la mejor traducción rusa aquí de la palabra " terror", que significa algo muy diferente en Inglés – Pero no de la participación en ellos mismos. Así que las palabras de Pospelov son correctas en el sentido de que la mayoría de los lectores entenderán - que un "espía" es alguien que espía por sí mismo y un terrorista alguien que comete actos de violencia.

Pero Pospelov es inexacto en la medida en que desea que su público entienda que sus confesiones y el veredicto en contra de ellos estaban equivocados. Además la pregunta era acerca de "Bujarin y el resto" – presumiblemente, todos los otros acusados en el juicio de 1938, considerando que Pospelov restringió su respuesta a Bujarin y Rykov solamente.

En el pasaje que sigue inmediatamente a la cita precedente de Pospelov, claramente dijo a su audiencia que los únicos materiales que los historiadores deberían leer son los discursos oficiales realizados en el 22 o Congreso:

"¿Por qué no es posible crear las condiciones normales para trabajar en el Archivo Central del Partido? Ellos no dan a conocer materiales relacionados con la actividad del PCUS. "Ya le he dado la respuesta.

 

En efecto Pospelov estaba diciendo: "No nos van a dar acceso a cualquier fuente primaria”.

Esta situación continuó hasta que la URSS se disolvió. Gracias a los documentos publicados desde el fin de la URSS, ahora podemos ver que algunos de los discursos en el 22 Congreso del Partido contienen mentiras flagrantes acerca de los opositores de la década de 1930 - hecho que explica plenamente la negativa de Pospelov a dejar que nadie consultará la evidencia.

Como un ejemplo del grado de falsificación en el 22 o Congreso del Partido y bajo Jruschov generalmente, nosotros citamos a Aleksandr Shelepins, tomamos la cita de una carta a Stalin por un Komandarm 1er rango (igual a máximo general, el grado justo debajo de Mariscal) Iona E. Iakir acusado de colaboración con la Alemania nazi. En la cita de la carta de Shelepin de Iakir a Stalin del 9 de junio 1937, el texto leído por Shelepin está en negrilla. El texto de la carta original (publicado en 1994), pero omitido por Shelepin está en cursiva.

"Una serie de resoluciones cínicas por Stalin, Kaganovich, Molotov, Malenkov y Voroshilov en las cartas y declaraciones hechas por los presos atestigua el trato cruel de las personas, de los camaradas dirigentes, quienes se encuentran bajo investigación. Por ejemplo, cuando era su turno, Iakir —el ex comandante de una región militar— hizo un llamamiento a Stalin en una carta en la que él juró su completa inocencia.

 

Aquí está lo que escribió:

"Querido, cercano camarada Stalin. Me atrevo dirigirme a usted de esta manera porque he dicho todo, doy todo por terminado, y a mí me parece que soy un guerrero noble, dedicado al Partido, al Estado y al pueblo, como lo fui durante muchos años. La totalidad de mi vida consciente ha sido aprobada en desinterés, honesto trabajo a la vista del Partido y de sus líderes— luego de la caída dentro de una pesadilla en el irreparable horror de la traición.... La investigación se ha completado. He sido formalmente acusado de traición al Estado, he admitido mi culpa, me he arrepentido completamente. Yo tengo una fe ilimitada en la justicia y la legalidad de la decisión de la Corte y el Estado.... Ahora soy honesto en todas mis palabras, moriré con las palabras de amor por ti, al partido y al país, con una ilimitada fe en la victoria del comunismo

 

Mientras Shelepin lea la carta para un honesto, el hombre leal defenderá su inocencia. En realidad Iakir admitió plenamente su culpabilidad.

(También está la cuestión de las dos elipses. Algunos de los textos de Iakir se han omitido incluso en esta versión publicada. Dado que Iakir confesó la traición al estado, es posible que se refiera a la colaboración con Alemania, con Trotsky, o tal vez con otros servicios de inteligencia. Esto es sugerido en una cita tentadora en el caso de Uritsky que discutimos brevemente más adelante en este ensayo. Iakir fue una de las figuras militares involucrados tanto con la colaboración con Alemania y con Trotsky.)

La falsificación va mucho más allá de los discursos en el 22º Congreso. La evidencia de los archivos ahora disponibles nos permite ver que Jruschov, más tarde Gorbachov, y los historiadores que escribieron bajo su dirección mintieron constantemente sobre los acontecimientos de los años de Stalin hasta un punto que es apenas imaginable.

Un gran número de documentos de los archivos soviéticos antes secretos se han publicado desde el fin de la URSS. Esta es una proporción muy pequeña de lo que nosotros sabemos que existe. Especialmente en lo que respecta a la oposición de la década de 1930, los Juicios de Moscú, las "purgas" militares, y las represiones masivas de 1937-1938, la gran mayoría de los documentos siguen siendo de “alta-reserva”, de manera oculta incluso para los privilegiados, para los investigadores oficiales.

 

La Cuestión de Trotsky y la Colaboración con Alemania y el Japón

 

Durante la última década una gran cantidad de pruebas documentales que han surgido de los antiguos archivos soviéticos han contradicho el punto de vista, por lo menos desde los cánones del tiempo de Jruschov, que los acusados en los Juicios de Moscú y la conspiración militar del "caso Tujachevski" fueron víctimas inocentes obligadas a hacer confesiones falsas. Hemos escrito una serie de trabajos publicados o en proceso de publicación señalando que ahora tenemos una fuerte evidencia de que las confesiones no eran falsas y que en los Juicios de Moscú los acusados parecen haber dicho la verdad sobre la confesión de conspiraciones en contra del gobierno de la Unión Soviética. Ese trabajo nos ha llevado al presente estudio.

 

Hipótesis

 

León Trotsky y su hijo León Sedov fueron acusados, pero como acusados se ausentaron en cada uno de los tres Juicios de Moscú. Si los cargos en su contra y las confesiones de otros acusados eran básicamente correctos, como nuestra investigación ha sugerido hasta ahora, tiene implicaciones para los cargos expresados en aquellos juicios en los que Trotsky era aliado de la Alemania fascista y del Japón militarista. Estas consideraciones nos llevaron a formar la hipótesis para el presente estudio: de que una búsqueda exhaustiva de los documentos publicados en los antiguos archivos soviéticos surgirían más evidencias de la colaboración de Trotsky con Alemania y Japón, distinta de la indicada en los tres procesos de Moscú.

Llegamos a adoptar esta hipótesis de la misma manera en que Stephen Jay Gould describe cómo su colega Peter Ward decidió poner a prueba la "hipótesis de Álvarez”, la llamada catastrófica extinción del Cretácico- Terciario que contradecía la teoría ampliamente aceptada hasta el momento de la extinción gradual de tantas formas de vida hace 60 millones de años. En el curso de la lectura de muchos documentos de los antiguos archivos de la Unión Soviética .....................................

 

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