Categoría: Seminario de Justo de la Cueva
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 Negación vasca radical del capitalismo mundial

 

INDICE RESUMIDO

PRIMERA CINTA (Donde se explican ella y las demás y se deja sentado que este mundo es una mierda) 2

SEGUNDA CINTA (Donde se explican la depauperación absoluta y como el fracaso —y el triunfo— del "capitalismo real" han hecho que el mundo sea una mierda) 31

TERCERA CINTA (Donde, antes de hablar de los vascos —ETA y el MLNV— que quieren hacer una revolución socialista, se explica el como y el por que del hundimiento de la Unión Soviética y su "socialismo real") 79

CUARTA CINTA (Donde la explicación del simultáneo crecimiento de los "7 dragones asiáticos" y del número de pobres en el mundo nos lleva al enganche del "problema vasco" con el capitalismo histórico)114

QUINTA CINTA (Donde se avanza el cómo y el por qué el comienzo de los últimos 160 años de lucha de clases en el sur de Euskal Herria enlaza con la forma en que España intento inútilmente construirse como nación unitaria y con la forma en que el fracaso de ese intento convirtió al sur de Euskal Herria en neocolonia del imperio británico)159

SEXTA CINTA (Donde se explica como recientemente KAS parece haberse enfrentado con el entero mundo reivindicando el ideal comunista)178

SEPTIMA CINTA (Donde se explica que un escalofrío recorre el espinazo del capital, sus peligrosísimas reacciones, las bestialidades que promete al planeta, lo lógico que es que ETA y el MLNV se declaren contra "este" mundo y la responsabilidad de que quizá la liberación nacional y social de Euskal Herria pueda ser la chispa que inicie la cremación de la explotación planetaria)213

 

PRIMERA CINTA      (DONDE SE EXPLICAN ELLA Y LAS DEMAS Y SE DEJA SENTADO QUE ESTE MUNDO ES UNA MIERDA)

 

¡POR FAVOR!.¡Sigue escuchándome!. No apagues el sonido ni cambies la cinta. Sigue escuchándome unos pocos minutos. Yo lo necesito pero tú también. Ya habrás comprendido que te he dado el cambiazo de tu cinta Hortzak estuturik de Su Ta Gar por ésta que he grabado yo. Lo he hecho porque tú necesitas escuchar lo que voy a contarte y yo necesito que lo escuches. Tú necesitas escucharme porque no sabes lo que te pasa y eso es lo que te pasa. Que no sabes, que no entiendes lo que te pasa. Aunque acabes lo que estás estudiando, no vas a encontrar trabajo y no sabes por qué. A tu viejo le van a cerrar la fábrica la semana que viene y le pondrán en la calle después de treinta años de trabajar allí y no sabes por qué. A uno de la cuadrilla de tu hermano le condenaron el otro día a dos años y cuatro meses de cárcel por ser insumiso mientras que a otro de la misma cuadrilla, también insumiso, le absolvieron y no sabes por qué. A un vecino de tu barrio, marroquí, le dieron una paliza hace quince días unos fachas del barrio de San Juan y no sabes por qué. A tu hermana pequeña le cierran la ikastola y no sabes por qué. A una vecina de tu casa le patearon el otro día los policías en el Paseo de Sarasate cuando protestaba por la visita de la Familia Real española y no sabes por qué fue ella a protestar ni por qué le patearon los policías por expresar su opinión. Alguien te dijo el otro día que había leído que las centrales nucleares francesas y españolas que rodean tu país tienen defectos de construcción que pueden hacerlas reventar y matarte y matarnos a todos los que vivimos aquí y no sabes por qué. Viste ayer por casualidad un telediario en el que, después de enseñar un montón de niños esqueléticos muriéndose de hambre en Somalia, contaron lo que les pasa a los primos de tu madre y a los de los caseríos vecinos: que tienen que vender las vacas porque los de Bruselas y de Madrid les prohíben seguir produciendo tanta leche. Y no sabes por qué pueden prohibirles eso si hay tanta hambre. No sabes lo que te pasa. No sabes por qué te pasa lo que te pasa. Y ESO ES LO QUE TE PASA. No manejas tu propia vida. No la controlas. No puedes decidir tu futuro. Tienes que sufrir el destino que para tí deciden otros. Y, para que eso sea así, ellos necesitan (Y HAN CONSEGUIDO) que tú no sepas lo que te pasa ni por qué te pasa lo que te pasa.

Por eso necesitas seguir escuchando esta cinta y las otras que te daré. Porque yo sé lo que te pasa y por qué y puedo y quiero explicártelo. Por eso también necesito yo que las escuches. Por eso las he grabado y por eso he hecho este truco desesperado de darte el cambiazo de tu cinta de Su Ta Gar por ésta mía. Yo necesito que tú las escuches porque me ha costado mucho enterarme de lo que te (y me) pasa y de por qué nos pasa lo que nos pasa. Y el precio que he pagado por enterarme será casi inútil si no consigo que alguien se entere de lo que yo he logrado enterarme. He tardado casi cuarenta años en hacerlo y por dos veces ellos han intentado matarme y las dos veces fallaron por muy poco. Me han juzgado siete veces en sus Tribunales y me han condenado cinco de ellas. Me han golpeado en las calles, encerrado en sus calabozos, interrogado en sus cuartelillos y comisarías, procesado y acusado. Han enviado a docenas de sus policías a cortar con tijeras en los kioskos la página de una revista que publicaba un artículo mío y han cerrado por varios meses otra por publicarme otros artículos. Llevo ahora doce años ininterrumpidos viviendo en libertad provisional, siete de ellos bajo fianza de ochocientas mil pesetas. Y ahora estoy en libertad condicional. Han intervenido mi teléfono y mi correspondencia, me han quitado trabajos y han asustado a mis clientes. Me han cercado por hambre y durante años he sobrevivido ejerciendo de negro, escribiendo para que firmaran otros y trabajando con pseudónimo. Dirás que tengo manía persecutoria. Y es verdad. Pero también es verdad que me persiguen y que durante años he vivido haciendo lucha política clandestina, fuera y en contra de la Ley vigente. Durante casi cuarenta años he vivido agudamente consciente de que este mundo es una mierda que es imprescindible cambiar para que nadie escupa sangre para que otro viva mejor. Y de que para ello es imprescindible enterarse de como funciona y por qué. Porque sólo enterándose de eso será posible desmontarlo y volverlo a montar de una manera justa y decente.

Enterarme de como funciona el mundo y por qué me ha costado decenas de años de práctica teórica. De leer y pensar miles de libros, de periódicos y de revistas. De dedicar miles de horas a ver películas, documentales y telediarios, a hacer docenas de investigaciones científicas, a viajar, a luchar, a vivir y hablar con la gente. Miles de horas de hacer como el búho: fijarme mucho. Y pensar. No me arrepiento de como he gastado hasta ahora mi vida ni de como he "arruinado" varias veces mi "carrera" mandándoles (literal, verbal y enfáticamente) a la mierda cuando intentaban reclutarme para que me incorporara a la gestión y defensa de su sistema. Ha valido la pena porque así he podido romper la más formidable defensa de este sistema mundial de mierda: la ignorancia que nos fabrican sobre como funciona. Esa ignorancia que es, a la vez, las cadenas con las que nos sujetan y la forma en la que les ayudamos a que nos mantengan encadenados.

Por eso necesito que me escuches. Que sigas escuchándome. Para que te enteres tú de lo que yo me he enterado. Si no lo haces será casi inútil el precio que yo he pagado.

Pero si me escuchas y te enteras y se lo explicas a otros y además le pasas estas cintas a otro y ese otro a otros y así sucesivamente y conseguimos que sean muchos los que se enteren, entonces pondremos en marcha una fuerza que pueda unirse a otras fuerzas semejantes puestas en marcha por otros como nosotros para fabricar una herramienta decisiva: el conocimiento encarnado en las masas. Fíjate bien: el conocimiento, las ideas correctas que explican como y por qué funciona el mundo, es —son— invisibles. Son materiales porque son actividad eléctrica bioquímica de las células de nuestros cerebros. Pero son invisibles para los policías y para los guardias civiles e indestructibles por ellos. Y si encarnan en un número suficiente de cerebros, si se encarnan en las masas, se convierten en una fuerza material irresistible. Capaz de cambiar al mundo de base, de hundir el imperio burgués.

Lo que te voy a contar, si decides seguir escuchándome, es —pues— lo que te (me) pasa y por qué. Voy a explicarte como y por qué funciona el Sur de Euskal Herria en que vivimos y de qué manera hace que tú y yo vivamos como vivimos en él y nos pase lo que nos pasa en él.

Para ello será necesario que te explique como funciona el mundo. Nada más y nada menos. Pero así son las cosas. Porque nadie puede comprender como funciona el mundo si no comprende como funciona el país en el que vive. Pero, siendo cada país peculiar, diferente, distinto e irrepetible y sólo explicable desde y en su inconfundible y propia identidad, sucede que sólo puede explicarse cada país explicando a la vez el mundo del que forma parte peculiar.

El camarada Mao Tse Tung (al que tú habrás oído nombrar como Mao Ze Dong) explicó una vez, en julio de 1937 en las cuevas de Yanan después de la Larga Marcha, que "si quieres conocer el sabor de una pera, tienes tú mismo que transformarla comiéndola". Probablemente Mao se inspiró, para decir eso, en una antigua máxima zen budista de la China antigua que rezaba así: "Sólo el hombre que bebe el vaso de agua sabe si el agua está caliente o fría". Mao quería subrayar que si quieres conocer un país tienes tú mismo que transformarlo viviendo y luchando en él. Pero la economía-mundo capitalista, desde que en el siglo XVI comenzó a existir hasta el momento actual en que ha abarcado ya todo el planeta, es la pera de la que forma parte el Sur de Euskal Herria. Y no podemos explicarnos la parte sin explicarnos el todo. No podemos explicarnos como es, como funciona y por qué el Sur de Euskal Herria sin explicarnos como es, como funciona y por qué la economía-mundo capitalista de la que forma parte.

Quiero que tú y yo tengamos las cosas claras desde el principio. Lo que voy a contarte no va a ser aburrido. Eso te lo garantizo. Es una historia dramática, llena de ruido y de furia. Es una historia violenta que chorrea sangre, sudor y hierro, repleta de vileza y de honradez, en la que desfilarán ante tus ojos heroísmo y cobardía, emoción y asco, avaricia y generosidad, ternura y salvajismo, solidaridad y traición, sexo y soledad, liberación y explotación. Si la escuchas no te vas a aburrir.

Pero no va a ser ni simple ni sencillo el escucharla. No te estoy invitando a ninguna chorrada de esas de "Aprenda el ruso en cinco días". Repito: no va a ser ni simple ni sencillo. Porque el mundo y la historia y Euskadi son complicados. Y hay que contarlos complicadamente porque, si no, se mienten. Por eso tendrás que colaborar. Tendrás que escuchar con atención. Y tendrás que pensar. A veces tendrás que parar la cinta y ponerte a pensar en lo que acabas de oír. Y volver atrás la cinta y oír de nuevo un trozo. Y pensar. Porque no debes perder el hilo de la historia si quieres comprenderla.

 

 

 (HAY QUE COMPRENDER EL PASADO PARA CONOCER EL PRESENTE)

 

Recuerda bien esto: si no comprendes el pasado NO PUEDES CONOCER EL PRESENTE. Si no comprendes el pasado no te sirve de nada leer el periódico porque te será imposible conocer el presente. El presente es un momento del proceso que se está moviendo, que se está produciendo desde el pasado. Los que tienen el poder, los que te y me (nos) explotan y dominan, lo pueden hacer —pueden explotarnos y dominarnos— gracias a lo que nos han hecho en el pasado. Por eso mienten, ocultan y tergiversan el pasado. Mejor aún, lo eliminan. Lo borran. Nos cuentan el presente SIN su pasado. Nos bombardean cada día con miles de noticias del presente en la televisión, la radio y los periódicos separadas del pasado que las explica y condiciona. Nos cuentan noticias como si sucedieran porque sí. Por azar, por mala o buena suerte, porque Dios se ha enfadado y nos castiga o porque el Angel de la Guarda se ha distraído o es un chapuza (como dicen que es el Angel de la Guarda de los Kennedy) o porque hay un monstruo (Saddam Hussein o Hitler o Franco) que es muy malo.

Falsa y engañosa explicación de noticias que se nos dá ocultándonos el pasado que las explica de verdad. Ocultándonos que a Hitler le llevaron al poder los grandes empresarios de la industria pesada (Gustav Krupp, Thyssen, Albert Vögler, Bosch, von Schnitzler), los armadores (Woermann y Beindorff), los banqueros (Schacht, Schróder y Reinhart) y los latifundistas (como von Kalckreuth). Siniestros personajes de los que hay constancia escrita de que ,73 días antes de que lo hiciera, le habían pedido al Presidente de la República que nombrara Canciller a Hitler.

Ocultándonos que hay también constancia escrita de que fueron los latifundistas andaluces y extremeños, los industriales vascos y catalanes y los banqueros madrileños y vascos los que planificaron y financiaron la rebelión militar que acabó encabezando Franco. Ocultándonos que han sido las multinacionales yanquis fabricantes de armas las que, a través del Pentágono y de la Presidencia de los Estados Unidos, han armado a Saddam.

Ocultándonos que aquellos plutócratas alemanes financiaron, protegieron y auparon a Hitler no porque creyeran en las estupideces que farfullaba como doctrina. Sino para que hiciera lo que luego hizo: para destruir los sindicatos y los partidos que la clase obrera alemana había construido como herramientas para su defensa. De forma que se le pudieran imponer todos los sacrificios que se le impusieron para fortalecer el Estado capitalista alemán y para armarle hasta los dientes hasta el punto de que pudiera pelear con los Estados Unidos en la disputa por cuál de los dos iba a suceder a Inglaterra como potencia hegemónica de la economía-mundo capitalista.

Ocultándonos que el bloque de clases dominante español no conspiró, preparó y financió la sublevación de los militares españoles perjuros y sediciosos contra el Gobierno legítimo de la II República por los motivos (defender a Cristo y a la Cruz) que luego la falsaria y canallesca complicidad de los Obispos españoles y del Papa de Roma convirtió en el eje de su embustera propaganda. Sino para que hicieran lo que luego hicieron: recuperar el poder político que la alianza de las clases obrera y campesina con parte de la pequeña burguesía les había arrebatado al instaurar la II República española. Y destruir los embriones de poder político autónomo que la nación catalana había logrado y que las naciones vasca y gallega iban a lograr. Y usar dictatorialmente ese poder político, de nuevo unitario y centralizado, para destruir los partidos y sindicatos obreros y campesinos y así imponer (como lo hicieron durante veintisiete años a sangre y fuego) salarios reales en la agricultura reducidos hasta un mínimo que llegó a bajar —en 1951— a muy poco más de la mitad del de 1936 y que no recuperó el nivel de 1936 hasta el año 1963. Para enriquecerse con el fruto de la sobrexplotación del proletariado de los pueblos del Estado español, suavizando luego esa sobrexplotación y prolongándola otros doce años más.

Ocultándonos que el complejo militar-industrial yanqui no vendió armas a Saddam por los motivos que mentían los portavoces de la Casa Blanca: defender la civilización occidental contra el integrismo musulmán iraní. Sino para hacer lo que hicieron: para hacer negocio y aumentar sus dividendos.

Sí. Necesitas comprender el pasado que te ocultan para conocer el presente que te mienten. Para simplemente poder leer un periódico o ver un telediario sin que te líen, sin que te den gato por liebre.

 

(DINAMICA DE LAS ESTRUCTURAS Y SUCESION DE ACONTECIMIENTOS)

 

Te repito que no será aburrido pero que tampoco será sencillo. Yo te tengo que explicar (y tú tienes que entender) el hilo de la Historia para que comprendas el pasado y así puedas conocer el presente. Pero sucede que ese hilo de la Historia no es un hilo único sino una madeja de hilos entrelazados. Por eso tendremos que repasar, uno por uno, los distintos hilos y luego entender como se entrelazan. Tendremos que repasar la sucesión de los acontecimientos: la conquista y destrucción/transformación de América, la rapiña del oro y la plata de México y del Perú, la revolución victoriosa de los Países Bajos contra España, la independencia de las colonias americanas de España, la rapiña de las riquezas mineras vascas, las guerras carlistas, la Cruzada de Franco, la aparición de ETA, el despegue en vertical del Almirante Carrero, el afianzamiento del Rey que Franco nombró, el 23-F, el NO vasco a la OTAN, la Olimpíada de Barcelona... Sucesión de los acontecimientos en la que intervienen los individuos y el azar.

Pero casi simultáneamente tendremos que repasar la dinámica de las estructuras que condiciona y determina esa sucesión de los acontecimientos. Dinámica de las estructuras que consiste en las modificaciones espontáneas de los hechos sociales de masas. Por ejemplo la inmigración en el Sur de Euskal Herria de centenares de miles de nacidos fuera de él que hicieron necesario que en sólo treinta años (1951-1981) se construyeran en Euskadi un número de viviendas que fue más del doble que el número de las que había en 1950 (en 1981 había 903.096 viviendas frente a las 291.470 del año 1950). Date cuenta de que eso significa que en ese corto período de treinta años se han construido en el Sur de Euskal Herria más del doble de todas las viviendas que en 1950 había en el territorio como resultado del trabajo de construir viviendas realizado por los vascos durante los 40.000 años de toda la historia vasca anterior.

Dinámica de las estructuras que consiste también en el amontonamiento de esas viviendas en las villas y en las ciudades o en la cercanía de villas y ciudades. Amontonamiento que ha supuesto una fantástica transformación/destrucción del espacio vasco y ha convertido el Sur de Euskal Herria en una única y gigante macrociudad, en una conurbación continua desde Zierbana a Hondarribia, desde Arrigorriaga a Gasteiz, desde Hernani a Lazkao, desde Beasain a Iruña,          en la que se amontonan y apretujan dos millones y medio de vascos. Esa concreta dinámica de las estructuras ha tenido impresionantes consecuencias. Ha producido profundísimos cambios que son visibles no sólo en la muy material y visible modificación del espacio en el que vivimos los vascos (pregúntale a tu abuelo cómo era en su niñez el sitio donde tú vives ahora) sino en multitud de otros aspectos que no son tan fácilmente visibles. Te citaré un sólo ejemplo: los indocumentados e ignorantes políticos y periodistas españoles caen, noventa y nueve de cada cien veces que hablan del euskara, en el grotesco error de decir que es un idioma rural confinado en los caseríos. Sencillamente ignorando que, como consecuencia de que ahora más del noventa por ciento de los vascos del Sur de Euskal Herria vivimos en una única y gigante macrociudad, la gran mayoría de los euskaroparlantes son hoy no ya       urbanos sino más que urbanos: son habitantes de áreas metropolitanas.

Dinámica de las estructuras que, te repito, consiste en las modificaciones espontáneas de los hechos sociales de masas. Muchas decenas de miles de navarros y alaveses tomaron, por la misma época, la decisión de intentar mejorar su vida emigrando a Iruña y a Gasteiz a la vez que emigraban de su trabajo en la agricultura al trabajo en la construcción, en la industria o en los servicios. Esas docenas de miles de decisiones individuales se acumularon hasta convertirse en un hecho social de masas. Que se tradujo en la celérica translación de Alava y Navarra desde la agricultura a la industria y a los servicios en el tercer cuarto del siglo XX. Translación que ha vuelto a soldar su unidad estructural económica y social con las provincias marítimas vascas (Vizcaya y Guipúzcoa), rota en el último cuarto del siglo XIX.

Aquella ruptura está, por ejemplo, en la raíz de la explicación de por qué Vizcaya y Guipuzcoa tardaron mucho más que Navarra y Alava en caer en manos de los militares españoles sublevados en 1936 contra el Gobierno legítimo de la II República española. Como la soldadura, realizada hacia 1970, de los subsistemas marítimo (Vizcaya y Guipuzcoa) e interior (Alava y Navarra) del Sur de Euskal Herria está en la raíz de la explicación de muchas cosas. Por ejemplo, de por qué Herri Batasuna es hoy la fuerza nacionalista vasca con más votos en Guipuzcoa y en Navarra.

De forma que tú y yo (si decides seguir escuchándome) tendremos que repasar por un lado la sucesión de los acontecimientos y por otro la dinámica de las estructuras. Pero eso no será suficiente. Porque, además. Tendremos que indagar y averigüar cuáles han sido los mecanismos que han vinculado esa dinámica de las estructuras a la sucesión de los acontecimientos. Porque los individuos y el azar intervienen en la sucesión de los acontecimientos pero la eficacia de su intervención depende siempre, a más o menos largo plazo, de la adecuación de esos impactos discontinuos a las tendencias de los hechos de masas. Porque, por ejemplo, el nacionalismo vasco del PNV y el de ETA los alumbran y configuran en ambos casos individuos de la misma clase: la pequeña burguesía urbana vasca. Pero la dinámica de las estructuras, las modificaciones espontáneas de los hechos sociales de masas, ha producido —a la altura de la década de los años cincuenta del siglo XX— una asalarización de la pequeña burguesía urbana vasca. Factor que es una parte importante de la explicación de por qué el nacionalismo vasco de ETA, a diferencia de lo que hizo el nacionalismo vasco del PNV, haya fundido en un solo proyecto político la liberación nacional de Euskadi con su liberación social. Recuerda que el nombre oficial de ETA es "Organización Socialista Revolucionaria Vasca de Liberación Nacional Euskadi ta Askatasuna".

Sucesión de los acontecimientos, dinámica de las estructuras, mecanismos que vinculan esta dinámica con aquella sucesión. ¿Ves como será complicado?. Pero no hay otra forma más fácil de hacerlo si se quiere hacerlo bien. Si se quiere uno enterar de verdad de como y por qué pasa lo que pasa.

De forma que ya estás avisado. Si no estás dispuesto, si no te apetece, si no te da la gana de hacer el esfuerzo que tendrás que hacer para fijarte, para pensar, para volver atrás y adelante en mis explicaciones hasta que estés seguro de haberte enterado entonces este es el momento de dejarlo. Apaga el sonido, saca mi cinta y tírala. Y perdóname por el tiempo que te he robado hasta ahora.

¿Crees que vale la pena probar por lo menos un rato más?. Entonces vamos a hincarle el diente a la pera después de que te haga tres últimas advertencias previas. Primera advertencia: no habrá, salvo en contados casos excepcionales, citas ni referencias bibliográficas. Cada una de mis afirmaciones de hechos o de datos está respaldada documentalmente. Pero no voy a entorpecer ni hacer más complicado este relato señalándote a cada paso de donde saco los hechos o los datos. Si tienes curiosidad o interés por saber de donde sale algún dato o algún hecho me escribes y me lo pides. Manda la carta esta dirección: Ediciones VOSA SL, c/ Hermosilla 132, bajo, 28028 Madrid, indicando en el sobre "a la atención de Justo de la Cueva" (que es mi nombre).

Segunda advertencia: la inmensa mayoría de los datos y de los hechos que voy a contarte están tomados de estudios e investigaciones del enemigo. Quiero decir que, salvo excepciones de las que te avisaré, no son el resultado de investigaciones mías o de otros sociólogos, economistas o historiadores rojos, vascos o no. Sino que se trata de datos elaborados y publicados por organismos oficiales u oficiosos, estatales o interestatales o de científicos e investigadores al servicio del bloque de clases dominante mundial. Hay una razón fáctica evidente para hacerlo así: en muchos casos son los únicos datos existentes (por ejemplo los referidos a la situación de miseria mundial que voy a manejar enseguida y que proceden en su casi totalidad de las organizaciones de las Naciones Unidas). Pero hay además una razón táctico-estratégica que he aprendido de dos de mis maestros. Uno felizmente vivo: Miguel Castells, entrañable amigo y formidable maestro del Derecho y de la política, de quien he aprendido que los pleitos (penales o políticos o civiles) se ganan gracias a los testimonios de los testigos de la parte contraria, como he podido comprobar en los escasísimos casos en que he actuado como abogado preguntando a testigos en un proceso. Mi otro maestro, muerto hace ahora mas de ciento diez años pero que sigue vivo en el cerebro y en la práctica de millones de luchadores y de científicos: Karl Marx. De quien he aprendido que la formidable eficacia de su crudísima denuncia de la explotación del proletariado en El Capital se cimenta en el uso de los informes de los funcionarios del Estado inglés y de los relatos de hechos y de opiniones en los periódicos y libros capitalistas. Se trata de enfrentarles con sus datos, de forzarles a reconocer que ellos mismos fabrican (y nos venden) la soga con la que hemos de ahorcarles.

Tercera advertencia: tendremos que manejar muchos números. Tendrás que escuchar muchos datos estadísticos. Y pensar en lo que significan.

Mira. Pongamos las cartas boca arriba. Quiero que sigas escuchándome. Lo necesito. Ya te he explicado antes por qué. Y sé que tiro piedras contra mi propio tejado al avisarte de que si sigues escuchando te vas a encontrar con muchos datos numéricos. Pero no tengo más cojones que hacerlo. Lo de avisarte antes y lo de usar muchos datos numéricos.

Por favor. ¿Quieres pensar un momento conmigo en el inmenso esfuerzo que el sistema capitalista en el que vivimos emplea para desacreditar los datos numéricos y las estadísticas?. ¿Cuántas películas, cuántos telefilmes, cuántos comics no has visto en los que el "malo", el enemigo a batir, el que pone en peligro el mundo es un científico loco?. Ridiculizado en su aspecto y en sus maneras pero siempre tópicamente identificado por andar con papeles con fórmulas y números. Y ¿cuántas veces no has oído por radio o televisión eso de que hay tres clases de mentiras: mentiras grandes, mentiras pequeñas y mentiras estadísticas?. ¿Cuántas veces no has escuchado en tu familia o a tus vecinos eso de que las estadísticas son un coñazo, de que no sirven para nada o el chiste ese de que tú no te comes ningún pollo pero las estadísticas dicen que sí?. ¿Por qué crees que el régimen franquista se empeñó tanto en conseguir que la Gestapo entrenara y perfeccionara las técnicas de sus policías torturadores y no le importó nada, por el contrario, que sus estadísticas fueran tan malas, insuficientes, descuidadas y erróneas como fueron?.

Todo eso no sucede por casualidad. Te asombraría saber lo enérgica que, hasta tiempos relativamente recientes, fue la oposición de la Iglesia española a que se enseñara a leer a la gente. Con el argumento de que si aprendían a leer corrían el riesgo de perder la fe en Dios, el respeto a la propiedad privada y la obediencia a la autoridad. Porque si sabían leer podrían leer periódicos, folletos o libros anticristianos que pudieran caer en sus manos. Pues bien, ahora que mucha gente sabe leer se le plantea al sistema el problema de conseguir que la gente no lea los datos estadísticos que les permitirían pensar correctamente sobre lo que les pasa y sobre por qué les pasa lo que les pasa. La solución hallada para ese problema no ha sido la de prohibir que se publiquen datos estadísticos ni la de prohibir a la gente que los lea. Aunque hay dictaduras que hicieron o hacen eso (la de Franco lo hizo por ejemplo respecto de los datos sobre los presos políticos), la solución generalmente adoptada ha seguido tres vías distintas que suelen combinarse.

La primera es la solución más burda, consistente simplemente en falsificar los datos estadísticos para que el Gobierno y su gestión queden bien. La segunda es la solución chapuza, típica por ejemplo de los Gobiernos de Felipe González, consistente en falsificar los datos sin tocar las cifras pero alterando viciosamente los conceptos. Las cifras de paro registrado, por ejemplo, que mensualmente hace públicas el gobierno felipista español disfrazan y disminuyen el volumen del paro sin hacer trampa en las cifras porque se ha hecho ya antes trampa en los conceptos. Decidiendo que NO se van a sumar los parados que estén haciendo algún cursillo ni los cientos de miles de parados agrarios andaluces y extremeños que cobran su subsidio especial de paro, etc, etc. La tercera solución, más generalizada, más elegante, más elaborada por el sistema capitalista global, más difundida por los medios de comunicación de masas y convertida en ideología asumida y lugar común de periodistas y locutores, ha sido más sutil. Ha sido la de convencer a la gente de que leer datos estadísticos no vale la pena. Convencerla de que son mentira. De que son un rollo. De que son aburridos y que solamente interesan a los especialistas y a los pedantes que los usan para presumir de diferentes. De que a la gente normal no le sirven para nada.

Pero sí sirven. Son imprescindibles para entender lo que pasa y por qué pasa lo que pasa. Así es que ya estás advertido. Y ojalá que quieras y puedas hacer el esfuerzo de vencer el efecto de esa vacuna antidatos que te ha metido en vena el sistema para que así no te enteres de lo que te hace.

 

 

 (TERRIBLES DATOS QUE DEMUESTRAN QUE ESTE MUNDO ES UNA MIERDA)

 

Y basta ya de avisos y advertencias previas. Empecemos ya. Punto uno: este mundo es una mierda. Hace dos años había a la entrada de la sede de la Cumbre de la Tierra, de la Conferencia de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo celebrada en Río de Janeiro, un reloj digital que marcaba a la vez la hora y la población de la Tierra. El viernes 5 de junio de 1992 a las 23 horas GMT ese reloj indicaba que la población de la Tierra sumaba 5.465.873.368 personas. Cinco mil quinientos millones de personas en números redondos. Recuerda esa suma para que puedas darte cuenta de hasta qué punto este mundo es una mierda. Porque de esos cinco mil quinientos millones de habitantes del mundo sucede que cuatro mil millones viven en condiciones de sufrimiento alto o extremo. Y dos mil quinientos millones están expuestas a enfermedades vinculadas con la contaminación del agua. Y dos mil trescientos millones viven en malas condiciones higiénicas. Y mas de dos mil millones sufren carencias de vitaminas y de minerales en su alimentación y las enfermedades (ceguera,retraso mental,etc) y la muerte que de ello se deriva.

Para aquí la cinta, vuelve un poco atrás y repasa y procura memorizar esos datos. Son importantes. Pero además de memorizarlos procura visualizarlos. Procura imaginarte qué significan en términos de cantidades físicas iguales a las que puedes ver a tu alrededor. Fíjate bien: los vascos del Sur de Euskal Herria somos ahora, en números redondos (redondeados), dos millones y medio. Utiliza ese dato para valorar, imaginar y visualizar los que acabo de darte. Esos dos mil quinientos millones de personas que están expuestas en el mundo a enfermedades vinculadas a la contaminación del agua son, pues, mil personas por cada uno de los vascos que hoy vivimos en el Sur de Euskal Herria. Ese dato significa, pues, que por cada uno de los miembros de tu familia hay en el mundo mil personas que están expuestas a enfermedades vinculadas a la contaminación del agua. Y otras mil por cada uno de los vecinos de tu barrio. Y otros mil por cada uno de los habitantes de tu herrialde .Y así sucesivamente hasta sumar otros mil por cada uno de los que vivimos en las cuatro provincias del Sur de Euskal Herria. O, según los datos que ahora voy a añadirte, lo que sucede en el mundo es que hay seiscientas personas sin servicios médicos por cada uno de los vascos que vivimos en el Sur de Euskal Herria. O que hay en el mundo trescientos noventa analfabetos adultos por cada uno de los habitantes del Sur de Euskal Herria. Acostúmbrate, por favor, a intentar siempre imaginarte los datos. A intentar humanizar los datos. A intentar ponerle caras y rostros y brazos y piernas a las cifras de los datos.

Vamos a seguir ahora con los que demuestran que este mundo es una mierda. De los cinco mil quinientos millones de personas que, en números redondos (redondeados), vivimos en el planeta Tierra sucede también que hay mil ochocientos millones que carecen de saneamiento adecuado. Y mil quinientos millones carecen de servicios médicos. Y mil trescientos millones no tienen acceso a agua potable. Y mil cien millones viven con menos de un dólar al día. Y más de mil millones de habitantes de las ciudades están expuestos a una fuerte contaminación atmosférica: óxido de azufre y nitrógeno peligroso para la salud. Y 948 millones de adultos eran analfabetos en 1990. Y setecientos millones están parados o subempleados en los países pobres. Y setecientos millones de personas, mujeres y niños sobre todo, están contaminados en sus viviendas por la inadecuada combustión que usan para cocinar o calentarse.

Hay muchos más datos como éstos. Pero estarás de acuerdo conmigo en que los que acabo de darte son suficientes para deducir de ellos que este mundo es una mierda.

Antes de seguir conviene que te fijes en un hecho. El siguiente: todos los datos que acabo de darte han sido publicados en periódicos diarios del Estado español. Y sin embargo difícilmente los habrás escuchado ni visto ilustrados en ninguna de las televisiones. ¿Sabes por qué?.

Pues porque, como han repetido al dar los resultados de la macroencuesta preelectoral (27.000 entrevistas) realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas a finales de 1992 para el Gobierno, casi el 100% de los súbditos del Estado español ven todos los días la televisión y un 74% dice ver en ella las noticias todos los días mientras que sólo un 26% lee el periódico diariamente (y no es seguro que lea este tipo de noticias). Añádele a eso que los periódicos no han publicado esos datos juntos como yo te los acabo de contar sino por separado y separados por semanas o meses de tiempo. Y que, en la inmensa mayoría de los casos, los presentan sin explicar por qué se producen. Cuando esos datos llegan al lector de periódicos lo hacen igual que llegan los datos de un terremoto o de una erupción de un volcán. Es decir, como cosas que pasan. Como fenómenos de la Naturaleza.

Y, sin embargo, esos datos escalofriantes de carencias y sufrimientos padecidos por seres humanos de carne y hueso no les ocurren. No caen sobre ellos como les puede caer un rayo o barrer un maremoto. Hay una clave. Una explicación de por qué tienen que sufrirlos. Naturalmente la clave es la miseria. La pobreza. Más específicamente: la clave está en que el mundo funciona de tal forma que una inmensa mayoría de su población está hundida en la pobreza para que una minoría derroche la riqueza y la opulencia. Fíjate bien: en 1988 había cinco mil ciento tres millones de personas en la Tierra. De ellos algo menos de la cuarta parte (1.184 millones, el 23% del total) vivían en lo que ahora los periódicos, los comentaristas, los políticos y los profesores llaman EL NORTE. En los países enriquecidos: Japón, Estados Unidos y sus estados asociados (Puerto Rico e Israel), Canadá, los doce de la Comunidad Europea, los siete de la EFTA, la URSS, la Alemania del Este, Checoslovaquia y los países recientemente enriquecidos del Pacífico (Australia, Nueva Zelanda, Singapur, Hong-Kong, Taiwan y Corea del Sur). Ese 23% de la población acaparó el 85% del producto bruto mundial (más de quince billones y medio de dólares: 15.659.590.000.000 $). Mientras que, por el contrario, los habitantes de los países empobrecidos, los que viven en lo que llamamos EL SUR, que eran el resto y sumaban 3.919 millones de personas (el 77% del total mundial) malvivían con sólo el 15% del producto bruto mundial, con bastante menos de tres billones de dólares (2.808.668.000.000 $).

Voy a repetírtelo. El 23% de la población mundial que vive en el NORTE  acaparó en 1988 el 85% del producto bruto mundial mientras que el 77%  que malvive en el SUR tenía que repartirse el 15% de ese producto.

 

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