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KOMUNISTAK 3

 1969

Munduko langile ta herri zapalduak

ELKAR ZAITEZTE!

Proletarios de todos los países y pueblos oprimidos del mundo, UNIOS!

 

Agerbidea

EDITORIAL ¿Revisionismo o Marxismo-Leninismo?

El utopismo reformista

Conciliadores de lo irreconciliable

Vietnam. Una victoria de los pueblos oprimidos

Nazio-arteko mugimendu komunistaren garaipena

Autocrítica, autodeterminación y separación

 

AGERBIDEA

Berriro zuekin komunistak.

Honako hontan, beste gaien artean, bat sakonean ikutuko dugu: rebisionismoa. Gai honeri, garrantzi handikoa izanik, ez diogu oraino zegokion arreta eman.

Artikulu zenbait aurkituko 
dituzute gai honetaz; uste dugu zuentzat laguntzaile onak izango dirala rebisionismoa
 ikusbide kritiko batez konpreni
zuten. Formazio-suplementoa ere gai honeri buruz zuzendurik dago, rebisionismoaz lan luzetxo bat dakar, materialismo itoriko ikasgaien lekua kenduaz, hain garrantzizkoa derizkiogu-ta gaurko prolema hau.

Jakina, hemen datozten artikuluak ez dira nahikoak. Ez zaio nahikoa militante komunista bateri komunistak irakurtzea, burgesiaren ideologiaren kontra jarduteko. Marxismo-leninismoa
arduraz eta gogo handiaz ikasi behar dugu, eta ikasitakoa praktikara eraman, proletarioen kontrako ideologiak eta politico-jokaerak ezagutzen eta bereizten jakiteko. Bakoitzaren eta
guztion lan sakon eta iraunkor
batek eraiki dezake benetazko marxismo-leninismoa.

Horri hauetan ere, viet-nameko herriaren borroka aipagarriaren berri batzu datozte. Artikulu horrekin gure omenaldia agertu nahi diogu herri harrigarri horreri, orain hurbil sumatzen dan garaipenak argi ta indar berria arakartzen dion momentuan.

Eta bukatzeko, autodeterminazioari buruzko idea batzu ere irakur ahal izango dituzute. Espero dugu marxismo-leninismoa sakontzeko balioko dutela, georrek orain arte egindako herruak eta okerrak baztertuko dirala betiko.

EDITORIAL ¿Revisionismo o Marxismo-Leninismo?

 Una cosa puede convertirse en su contraria. Un contrarrevolucionario puede dejar de serlo y transformarse en un revolucionario consecuente. Igualmente, un comunista, como ha ocurrido en ocasiones , puede convertirse en un fascista militante.

Un partido comunista se caracteriza por la solidez de su base proletaria, por su selectividad, por su combatividad, por su honestidad... pero lo que le distingue inequívocamente de cualquier partido burgués (sobre todo de los partidos burgueses con amplia base militante obrera) es el papel dirigente que en él desempeña e l marxismo-leninismo. Puede haber partidos que movilicen importantes sectores obreros, que se muestren combativos frente a la policía, etc. , pero ai no están guiados por el marxismo-leninismo no podrán estarlo más que por la otra ideología que —Junto al marxismo-leninismo o ideología proletaria— tiene cabida en la sociedad contemporánea, asta es la ideología burguesa en sus diversas formas. Y, por consiguiente, a estos partidos no les podremos llamar proletarios o comunistas sino burgueses.

¿Puede un partido comunista convertirse en un partido no comunista, en un partido burgués? Así es, un partido comunista puede perder su carácter o —más exactamente— cambiar de carácter de clase. Esto puede acontecer tanto a loe partidos comunistas de los países capitalistas como a los de los países socialistas. A la corriente engrosada por los partidos burgueses que, habiendo sido anteriormente proletarios, conservan una aparente fidelidad al marxismo al mismo tiempo que reniegan, en esencia de su contenido revolucionario y proletario, a esta corriente, haden do uso del vocablo acuñado por Lenin, los marxistas-leninistas la denominamos revisionismo u oportunismo de derecha.

El revisionismo u oportunismo "no es fruto del azar, no es un pecado, un desliz, una traición de unos cuantos individuos aislados, sino el producto social de toda una época histórica" (Lenin, "La bancar rota de la II Internacional", 1915). En efecto, el revisionismo es el producto de una larga época de la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía. Su penetración en los partidos obreros y su victoria, en el seno de algunos de ellos, sobre el marxismo-leninismo es el resultado de una enconada lucha de la burguesía encaminada ya sea a liquidar la vanguardia política del proletariado —en los países capitalistas —, ya sea a abrir las puertas a la restauración del capitalismo —en los países socialistas—. En ambos casos la reacción mundial lo ha comprendido bien— lo primero es desplazar el marxismo-leninismo, eliminar lo de su puesto de gula de los partidos obreros y reemplazarlo por esa forma de la ideología burguesa que es el revisionismo.

Una vez implantado el revisionismo, en tal o cual partido o país, es la burguesía quien habla por boca de los viejos líderes proletarios. De este modo pretende camuflar sus verdaderos designios tras el manto de una fraseología marxista. Así defiende la colaboración de clases, la renuncia a la revolución violenta y a la dictadura del proletariado, el nacionalismo burgués y tantas otras ideas claves de la ideología burguesa.

Al leer "Komunistak" algunos trabajadores han preguntado: ¿A qué viene una nueva organización comunista?, ¿es que el PCE no es el Partido comunista? He aquí nuestra respuesta.

El Partido Comunista de España cometió, a lo largo de su vida, diversos errores; unas veces de izquierda —particularmente en su juventud— y otras de derecha. Su sección vasca (federación vasco-navarra del PCE, primero, y Partido Comunista de Euzkadi, desde 1935) participó de ellos y, en ocasiones, fue víctima de errores propios (como fue el caso de la desviación seguidista de Astigarrabia durante el periodo de su participación en el Gobierno Autónomo de Euzkadi). Pero, estas equivocaciones no fueron suficientes para acabar con el PCE. A pesar de ellas, supo conservar, contra viento y marea, una fidelidad al marxismo-leninismo, que hizo de él un auténtico Partido comunista, el único partido que, además de proclamarse obrero, lo fue realmente. Es en ese Partido, el Partido de José Díaz, de Jesús Larrañaga y de tantos otros, en donde los comunistas reconocemos un pasado que honrosamente nos pertenece.

El PCE, tras la derrota del 39, hubo de hacer frente a numerosas adversidades. Si bien su existencia nunca habla sido fácil, a partir de entonces fue mucho más difícil. A la feroz represión de la que fue victima por parte de los verdugos fascistas durante
los años que sucedieron a la guerra vino a añadirse, en los últimos años de la década del 40, un nuevo factor que habría de contribuir a mermar las fuerzas morales de los entonces dirigentes del PCE. Este factor lo constituyó la política de aislamiento a laque se vio sometido, política de aislamiento patrocinada por el imperialismo yanqui y secundada por sus antiguos aliados liberales, social-demócratas, nacionalistas sabinianos... En Euzkadi, concretamente, esta política trajo como consecuencia la exclusión de Leandro Carro, representante del PC, del Gobierno Autónomo Vasco en el exilio, el 18 de Mayo de 1948. Dos meses después, los reaccionarios dirigentes del PNV y del PSOE procedieron a expulsar al PC del Consejo Consultivo. Un proceso similar se dio en las instituciones en el exilio de la República Española.

En estas condiciones, el PC entró en los años cincuenta. Pronto el "mundo occidental" comenzarla a tratar amistosamente con la España franquista; el Gobierno fascista se permitiría tender las consabidas trampas a la oposición prometiendo una u otra "liberalización"; algunas de las fuerzas políticas de la oposición sucumbirían ante estas falaces promesas; el movimiento obrero y popular yacía sumido en un largo sueño, en un profundo reflujo, que siguió a la pérdida de la guerra y a la represión consiguiente... ¿No eran éstas unas condiciones verdaderamente difíciles? Fue entonces cuando el PC hubo de sufrir el más brutal asalto contra su condición de Partido comunista. Este asalto habla de venir, como todos los demás, de la burguesía, pero no de una burguesía cualquiera sino de una burguesía para luchar con la cual el PCE, como otros muchos Partidos comunistas, no estaba debidamente preparado. Tal burguesía no era otra que la nueva burguesía que estaba complotando en la Unión soviética para hacerse con el poder y acabar con la dictadura del proletariado.

Paralelamente, los partidos hermanos del oeste europeo —especialmente el Partido Comunista Francés y el Partido Comunista Italiano— iban siendo víctimas a su vez de la influencia burguesa. Los heroicos Partidos que tan importante papel hablan jugado, a la cabeza de sus pueblos, en la Resistencia contra el nazismo y el fascismo, habíanse mostrado más débiles —frente a la burguesía— en loe tiempos de paz que en los de guerra. Durante la época pacifica de la posguerra europea, en las condiciones de relativa estabilidad y expansión económica, del parlamentarismo, de la política reformista de la burguesía euro pea —la apertura a la "izquierda"—, de los superbeneficios imperialistas (que servían para corromper a una parte del proletariado), en estas condiciones se hablan desarrollado en el seno de los partidos comunistas de los países capitalistas más desarrollados una corriente reformista que, coincidiendo con la liquidación de la dictadura del proletariado en la URSS, pasarla a primer plano confiriendo su carácter a dichos partidos.

En estas condiciones —maltratado por la represión, abandonado y aislado por los antiguos aliados, enfrentado a los zig-zags del Régimen, rodeado por las corrientes revisionistas, apoyado el revisionismo (en lugar del marxismo-leninismo) por el nuevo poder "soviético"— se produce la claudicación del grueso de los dirigentes del PCE, su defunción como Partido comunista. No de un día para otro! es una lenta agonía en la que poco a poco se van eliminando del programa, de la prensa clandestina, de los discursos, las que hasta entonces hablan sido grandes verdades. Una vez conquistada la mayoría de la dirección del PCE por el revisionismo moderno, ella misma se ocuparla de hacer una contrarrevolución desde arriba , de dar la puntilla al Partido comunista aunque, obviamente, conservando las siglas y las apariencias.

A finales de los años cincuenta nos encontramos un Partido que en nada recuerda a lo que fue. Primero es la "reconciliación nacional" (o "solución democrática y pacífica del problema español") —"lanzada" en 1956, unos meses después de la consagración, por parte del siniestro Jruschov, del revisionismo en el XX Congreso del PCUS—; luego será la renuncia a destruir el aparato del Estado fascista, la negación
del principio de la dictadura del proletariado, la "táctica" de la "huelga nacional pacífica", la "condena" a Stalin, la lucha contra la revolución china, etc. "Innovaciones" todas ellas de diferente género pero de igual carácter, confluyentes en tanto que todas tienden hacia la liquidación del Partido.

Esta es la respuesta que damos a los compañeros que preguntaban si el PCE no es un Partido comunista: no, el sedicente PCE hace años que no es un Partido comunista.

Esta tentativa tropieza, como era de esperar, con la oposición de la patulea de politiqueros que dirige el P"C"E. Su oposición no engendra una critica razonada de nuestras posiciones. Todo lo más que merecemos son unos cuantos calificativos: "dogmáticos" , "izquierdistas", "escisionistas"...Es claro que cada día van siendo más numerosos los trabajadores que comprenden la necesidad de edificar un partido auténticamente comunista. Y no pocos de ellos proceden de las organizaciones del P"C"E. Entre todos asumimos la tarea de dar vida a un auténtico Partido marxista-leninista.

¿Somos dogmáticos? Eso es lo que tratan de hacer creer los revisionistas cuando presentan su lucha oontra los principios marxistas-leninistas (desarrollados en nuestra época por el pensamiento de Mao Tse- Tung) como una superación del dogmatismo. Con palabras de Lenin podemos decir que "nosotros no tomamos en modo alguno la doctrina de Marx por algo acabado
e intangible; al contrario, estamos persuadidos que solamente ha puesto las piedras angulares que los socialistas (los comunistas diríamos hoy) deben hacer progresar en todas las direcciones si no quieren que darse atrasados con respecto a la vida" (Lenin, "Nuestro programa", 1899). Nosotros decimos no al aferramiento dogmático y acrítico al marxismo-leninismo pero no podemos dejar de denunciar las maniobras liquidacionistas de esas piedras angulares, de esos principios fundamentales, que los revisionistas intentan: hacer pasar por un "enriquecimiento" del marxismo cuando en realidad es su acomodación a la ideología burgués», su liquidación como arma capaz de ayudar poderosamente a todos los oprimidos a luchar por su emancipación.

¿Somos izquierdistas? La historia del movimiento obrero está llena de errores oportunistas de izquierda. Conscientes de que estas desviaciones entorpecen la lucha del proletariado, los marxistas-leninistas luchamos sin descanso contra ellas, ya sean el anarquismo libertario, el trotskismo, el nihilismo... Y esto lo saben los revisionistas. No obstante, insisten en su apreciación somos izquierdistas. Claro que antes de valorar esa apreciación hay que ver de dónde viene. ¿No han sido siempre los comunistas motejados con ese y otros títulos similares por los social-demócratas? Es bien lógico, para un reformista, un revolucionario siempre será un extremista; para un derechista, un leninista siempre será un izquierdista . Esto sucede con el P"C"E. Metido hasta el cuello por sus dirigentes en el barro del oportunismo de derecha, todo lo que se situé a su izquierda será izquierdista.

¿Somos escisionistas? Si nuestras críticas al revisionismo se refirieran a divergencias de forma, a diferencias secundarias, cuantos no aceptáramos la disciplina orgánica del P"C"E seriamos unos escisionistas completos. Pero sólo quien ignore el contenido de nuestra critica puede llegar a esa conclusión pues, lo que aquella pretende hacer ver, es que entre el marxismo-leninismo y el revisionismo hay una zanja insuperable, la zanja de una contradicción antagónica. ¿Habrá alguien que comprendiendo esto siga prestando crédito al injurioso mote de escisionistas que los revisionistas dirigen contra nosotros? Si hay alguien, ese alguien no podrá ser otro que la burguesía que se lamenta de que los comunistas comiencen a dotarse de una fuerza propia, independiente de las organizaciones que están coronadas por su ideología.

Para ello, una de las condiciones fundamentales es la de luchar implacablemente contra la influencia burguesa en el movimiento obrero, contra el revisionismo, contra el oportunismo, contra el reformismo, contra el social-chovinismo, contra el nacionalismo, el anarco-sindicalismo y demás corrientes burguesas que de un modo u otro, agarrotan el movimiento obrero haciendo de él un movimiento "obrero-burgués", según
la expresión de Engels.l deber de todos los comunistas es hoy el de laborar ardientemente por reconstruir la vanguardia política destruida por el revisionismo moderno.

Para esta larga tarea las consignas son» arrancar a las masas de la influencia revisionista y burguesa en general; establecer múltiples y sólidos lazos con ellas, crear un destacamento comunista de vanguardia ligado a una base de masas; no comerciar con los principios, saber estar en minoría sin desalentarse, remar contra-corriente incansablemente en un medio capitalista en el que la ideología burguesa es la ideología dominante; hacer del marxismo-leninismo un eficaz gula para la acción esforzándonos por contribuir a su desarrollo creador.

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SOBRE ESTAS Y OTRAS MUCHAS RUINAS, SOBRE CIENTOS DE MILES DE CADÁVERES, SOBRE LA SANGRE 
DEL PUEBLO DE LAS NACIONALIDADES DE ESPAÑA,
SE HA LEVANTADO EL ESTADO FASCISTA

SOLO UNA LARGA Y ENCARNIZADA LUCHA DE LAS MASAS OBRERAS Y POPULARES UNIDAS ALREDEDOR DE UN PARTIDO AUTÉNTICAMENTE COMUNISTA PODRA PONER FIN AL TERROR FASCISTA

 

EL UTOPISMO REFORMISTA de Santiago Carrillo

MENDIBURU

(I)

El grupo de revisionistas que dirigen el P"C"E, ha renunciado a la lucha por la dictadura del proletariado, el socialismo y el comunismo. Ahoga, eso sí, por un "socialismo" burgués parlamentario al que se habrá de acceder a través de una democracia parlamentaria igualmente "burguesa. En consonancia con esos objetivos, preconiza una alternativa inmediata al franquismo cuyo significado trataremos de desvelar en este articulo.

Carrillo y compañía parten de los siguientes "hechos":

- el régimen franquista se está eclipsando victima de un proceso de desgaste;

- de cuantos sustentan el Estado franquista sólo una pequeña minoría (los "ultras") está interesada en que siga siendo un Estado fascista; el resto (los "evolucionistas") son partidarios de la evolución hacia una democracia de tipo europeo.

La conclusión es: hay que unirse a estos últimos para apartar del poder a los primeros y "traer" las libertades democráticas. "Hoy en España —dice Carrillo—, el problema inmediato es claro: hay que establecer la libertad para todos. Es preciso desplazar del poder a los ultras y a los elementos burocráticos , hay que acabar con la dictadura" ([1]).

Es indudable que a muchos trabajadores esta perspectiva ha de resultarles particularmente tentadora. Todas las promesas reformistas lo son: hasta que tras su careta de "sensatez" aparece su verdadera faz anti-obrera y anti-popular. Pero, por de pronto, respondamos a la siguiente pregunta: ¿Son válidos el análisis de la realidad en el que se apoya Carrillo y la conclusión a la que llega?

Veámoslo.

En el seno del Estado franquista hay conflictos. Los diversos grupos en él integrados disputan entre si. Cada banda quiere los mejores puestos para sus miembros. Es natural. Pero, es rigurosamente falso que entre unos y otros haya divergencias de fondo , que unos sean partidarios del más puro fascismo y otros de la democracia liberal. Lo que si ocurre, como ha sucedido siempre —aunque en distinto grado y forma— es que los sostenedores del franquismo se presentan unos como defensores a ultranza de las "tradiciones del 18 de Julio" y otros como ponderados partidarios ("respetando las reglas del juego del Movimiento Nacional") de la evolución hacia la democracia. La dictadura reaccionaria necesita de unos y otros. Los primeros son los terroristas genuinos, los segundos los que alimentan las ilusiones reformistas engañando a quienes, como Carrillo y sus compadres , les toman en serio.

Ante las promesas de los "evolucionistas", los revisionistas han arrinconado en el desván el materialismo histórico y han suplantado el análisis de clase por la especulación psicológica. El Estado ya no es el instrumento de la dictadura de una clase sobre las demás sino el juguete de un puñado de falangistas que se aferran a él contra viento y marea, frente a la "voluntad de renovación" de "la sociedad". Ya no hay clases sino "ultras" y "evolucionistas". Alónso Vega y Castiella que hasta el más miope identificaría como dos siervos del mismo señor, como dos ora zos de un mismo cuerpo, como dos caras de una sola moneda, son para los oportunistas dirigentes del P"C"E, los términos de una contradicción de primer orden. En un reciente suelto publicado en "Mundo Obrero" se presenta a esos nazis avergonzados, vestidos hoy de niños de primera comunión (Castiella, Villar Palasi y compañía), como víctimas de los "ultras" incorregibles y como defensores de la democracia... Esto contaba "Mundo Obrero":

"En Madrid se dice que a varios ministros la proclamación del estado de excepción les ha cogido de sorpresa. La proposición la llevaron al Consejo de Ministros Carrero Blanco, Camilo, Solís, Fraga y otro, al parecer el ministro de la vivienda, Sánchez Arjona. Durante la reunión se discutió y la mayoría de los ministros se opusieron, terminando el Consejo sin que se tomara ningún acuerdo sobre la cuestión. Al terminar, la mayoría se marchó a Madrid y el grupo de los ultras se quedó en el Pardo. A eso de las cuatro de la tarde, Castiella, Villar Palas! y otros tuvieron conocimiento de la medida e inmediatamente se reunieron con personalidades extragubernamentales y fueron en comisión al Pardo a entrevistarse con Franco, quien les contestó diciéndoles que ya habían salido los motoristas con las órdenes y no era posible pararlo" ([2]).

¿No es inaudito? Claro que, por si acaso, la redacción de "Mundo Obrero" se cubre las espaldas con el oportuno "se dice". Todo un ejemplo de honestidad y rigor. Los mismos que se ponen de manifiesto cuando los burócratas oportunistas se entregan a conjeturas sobre la oposición en el ejército, en la policía, etc., para acabar llamando a confiar en las fuerzas armadas, en las fuerzas de represión de la oligarquía financiera y terrateniente y de los imperialistas yanquis. Como cuando repetidamente invitan al ejército fascista a jugar "su papel de brazo armado de la patria". Esto ni más' ni menos es lo que hacía Santiago Carrillo en unas declaraciones a L'Humanité Dimanche, hace bien poco tiempo:

"El Ejército ya no es incondicionalmente, y para no importa qué aventura, el instrumento de Franco y menos aun de personajes tan desacreditados como Solís y Carrero Blanco. Hay algunos generales ultras que no han abandonado sus botas del 18 de Julio de 1936, pero amplios sectores del Ejército desean la vuelta del país a la normalidad y la de los militares a los cuarteles, y a su papel de brazo armado de la patria" ([3]).

El que fue gran dirigente de todos los comunistas del mundo y campeón de la lucha anti-fascista, Jorge Dimitrov, decía justamente que "la llegada del fascismo al poder, no es la sustitución ordinaria de un gobierno burgués por otro, sino el reemplazamiento de una forma estatal de la dominación de clase de la burguesía —la democracia burguesa— por otra forma de esta dominación, la dictadura terrorista declarada"([4]). Efectivamente, de la dictadura reaccionaria en régimen parlamentario democrático—burgués a la dictadura reaccionaria fascista, media una gran distancia, no es un simple cambio de gobierno sino de Esta do. Precisamente, para conseguir este cambio, la reacción oligárquica hubo de desencadenar una sublevación militar en 1936 y guerrear encarnizadamente, con la ayuda de los imperialistas alemanes e italianos, durante tres años contra los pueblos de España. El Estado resultante -el ejército, la policía, la burocracia, las leyes...fue sensiblemente diferente al que garantizaba a duras penas el dominio de la oligarquía durante el periodo de la II República.

Y bien, ¿ha cambiado ese Estado? A juicio de Carrillo y sus colegas la respuesta es afirmativa. Un documento actualísimo —la resolución final adoptada por la Conferencia revisionista celebrada en Moscú en junio de este mismo año— asegura que "en España, los ultras se esfuerzan por volver a los métodos fascistas de represión..." ¡Vaya hombre! ¡Así que aquí ya no hay fascismo y que los perversos "ultras” tratan de restaurarlo! ¡Lástima que los que sufrimos desde hace treinta años el terror fascista no nos hayamos dado cuenta! ¿Cuando dejó de haber fascismo? ¿Cuando ha vuelto? Y, sobre todo, ¿cómo ha sido posible este ir y venir del fascismo? Es lamentable que los sabios revisionistas de la Conferencia de Moscú no hayan respondido a esta "pequeña" cuestión.

 

(II)

No sería un buen método entretenerse en coleccionar pruebas positivas sobre la pervivencia del fascismo para mostrárselas a quienes pretenden que el régimen ya no es fascista. En la mente de todos están las imágenes de la represión fascista, de los apaleamientos, de los disparos, de las torturas, de los encarcelamientos políticos, cada día más brutales... No, no es éste el método. Esto, en todo caso, nos indicaría que el Estado nunca ha dejado de comportarse de un modo fascista ¡Qué no es poco!

Sin embargo, nos interesa ir más lejos, nos hace falta saber si el Estado franquista —el único Estado, el que "ultras" y "evolucionistas" utilizan comúnmente al servicio de la oligarquía y de los imperialistas yanquis para aplastar nuestras luchas— es capaz de "convertirse" en un Estado diferente.

El capital financiero, en aquellos países en los que se ha producido un fuerte desarrollo económico, en los que a su vez han ingresado importantes beneficios como consecuencia de la explotación imperialista, ha podido repartir una pequeña parte de sus super-beneficios entre una minoría de proletarios a los que ha podrido convirtiéndolos en ardientes defensores de su causa. En estos países, la oligarquía financiera ha permitido diversas formas de democracia parlamentaria, siempre, obviamente, bajo su dictadura.

En algunos de estos países y en otros menos desarrollados, cuando se ha producido una fuerte crisis económica, política y social, el capital financiero se ha hallado en una situación difícil y se ha visto obligado a hacer uso del terror contra las masas obreras y populares. A esta dictadura terrorista del capital financiero se le ha llamado dictadura fascista o fascismo.

La burguesía "prefiere" la democracia parlamentaria —¡quién lo duda!— pero éste es un lujo que no siempre puede darse. Cuando la burguesía es débil "no puede ejercer ya su poder por los viejos métodos de la democracia burguesa, lo que le obliga a recurrir, en su política interior, a métodos de gobierno ! terroristas" ([5]) .

Imaginad una sociedad en la que una reducida clase de banqueros, monopolistas y latifundistas, asociada a los tiburones imperialistas extranjeros, explota a la inmensa mayoría de la población. Pensad que esa sociedad arrastra un bajo desarrollo económico. Considerad que no teniendo la clase dominante colonias a las que expoliar, explota cada día más desenfrenadamente al proletariado, a los campesinos, a los pequeños comerciantes, a los artesanos, etc.
Tened en cuenta que, en estas condiciones, la sociedad en cuestión se encuentra en una situación profundamente crítica de un modo permanente, sale de una crisis para meterse en otra. En cada nueva crisis se suman nuevas fuerzas a la oposición al régimen político que mantiene semejante situación. Si a ello aña dimos que el régimen al que hacemos referencia se ha impuesto por las armas tras una guerra contra las masas populares, liquidando la reforma agraria, la democracia, negando los derechos nacionales de Cataluña, Galicia y Euzkadi, tendremos un cuadro de datos suficiente para comprender que tal régimen, en esas condiciones, no tiene salvación si no se entrega a la más feroz represión de las masas obreras y populares, si no ahoga por el terror las voces que se levantan ininterrumpidamente para condenar a los responsables de ese estado de cosas. Esto es lo que ocurre con la España franquista.

En tanto se mantengan las bases materiales del fascismo, la democracia es irrealizable. Esta tesis ha sido defendida siempre por los comunistas. En plena guerra, declaraba el secretario general del PCE. "Nosotros luchamos por destruir las bases materiales sobre las que se asientan la reacción y el fascismo, pues sin la destrucción de esas bases no puede exhibir una verdadera democracia política" ([6]) !Esta es una de las muchas cosas que han olvidado Carrillo , Ibarruri y los demás reformistas!

En lugar de destruir las bases materiales del fascismo, Carrillo nos propone otra fórmula “sensacional” jubilar a Franco y a unos cuantos amigos suyos.

¿De qué modo han de ser destruidas las bases del fascismo? Sólo de una forma: rompiendo el Estado de la oligarquía y de los imperialistas, instaurando la dictadura democrático-popular, concediendo la libertad nacional a las nacionalidades oprimidas, expropiando a oligarcas, latifundistas e imperialistas, entregando las tierras confiscadas a los obreros agrícolas y campesinos pobres, esto es, realizando la revolución popular.

Entre la dictadura fascista y la democracia popular no hay una tercera vía, no hay estabilidad posible. Santiago Carrillo, lo reconocía así cuando toda vía era marxista-leninista, cuando aun no había rene gado del comunismo. Hace veinte años, se expresaba en los siguientes términos:

"Es interesante la actitud que los dirigentes anarquistas coincidiendo con los dirigentes-socialistas de derecha, mantienen con respecto al aparato del Estado franquista. Podéis rebuscar, no encontrareis una palabra, una sílaba contra el Estado franquista como tal, y sobre la necesidad de destrozar hasta la raíz al Estado franquista!
"A todo lo más que llegan es a criticar —cada vez con más suavidad— al bandido Franco, personalmente. Pero en cuanto al Estado que encabeza, al órgano de la gran burguesía financiera y de los terratenientes que en definitiva es lo que hay que derribar para construir sobre sus ruinas un Estado verdaderamente democrático, el más sepulcral de los silencios.
"Y no se detienen ahí. Pretenden que el propio Estado franquista se desembarace de Franco. No otra cosa significa llamar al Ejército, a la aristocracia y a la Iglesia a desalojar a Franco. El fondo de su criminal posición es: "Estado dictatorial de los grandes capitalistas y terratenientes; no tenemos nada contra ti. Queremos tu salud y tu prosperidad. Pero Franco te perjudica, Franco es un impedimento para que el pueblo trague la píldora y tenga ilusiones en ti. Libérate de Franco y podremos engañar tranquilamente a una parte del pueblo para que te sostenga..” La posición de los comunistas, inspirada en los intereses del pueblo y en las enseñanzas de nuestro maestro Stalin, es, por el contrario, que hay que destruir hasta la raíz el Estado militarista, semifeudal". ([7])

Lo que Carrillo criticaba de las posturas de los "socialistas" y anarquistas ¿no es —salvo algunos detalles— lo que hoy caracteriza su política? Esas palabras vienen como anillo al dedo a los dirigentes del P"C"E. Sin embargo, la confrontación entre la justa apreciación contenida en el texto reproducido y las mistificaciones del Carrillo revisionista de la actualidad, es inevitable. El Estado franquista, en su esencia, sigue siendo el Estado fascista que fue desde el primer día. El Estado franquista no ha dejado de serlo; la critica a los oportunistas, arriba reproducida, del Santiago Carrillo de 1949 no ha envejecido. Quienes han cambiado son Carrillo, Ibárruri y los demás revisionistas que han abandonado los principios marxistas-leninistas y se han convertido en un mediocre apéndice de la falsa oposición al franquismo.

 

(III)

La dirección reformista del P"C"E mantiene la creencia de que el régimen político actual puede evolucionar pacíficamente hacia una democracia parlamentaria. En este sentido, no cesa de invitar a los reaccionarios pseudo-evolucionistas a firmar un pacto en favor de las libertades democráticas. Cuando hace esto descubre ingenuamente de qué libertades está hablando. No de las libertades democráticas que la democracia popular traerá para los pueblos hoy sometidos al yugo del fascismo, por supuesto. Habla de las "libertades" que los sectores "avanzados" del fascismo vienen prometiendo desde hace ya mucho tiempo. Lo mismo que prometen la reforma agraria, y tantas cosas más. Al fin y al cabo prometer no cuesta demasía do y es tan rentable... Lo grave es que la dirección de un llamado Partido comunista se trague el cuento.

No cabe duda: los reaccionarios inventarán mil estratagemas para hacernos creer sus mentiras, para ha cernos creer que todo sigue su curso normalmente y que al final del sendero fascista está la democracia.

La verdad acerca de las libertades democráticas es muy otra.

La oligarquía y los imperialistas mientras conserven el poder podrán patrocinar las más pintorescas operaciones de camuflaje "democrático" de su nauseabundo Estado fascista. Hay que contar con que "por parte del fascismo, en el momento de una agravación particular de su situación" se intente "ampliar su base y, sin cambiar de esencia de clase, combinar la dictadura terrorista abierta con una falsificación grosera del parlamentarismo" ([8]).Todo esto es posible e, incluso probable. En determinadas circunstancias de debilidad extrema, fracasadas todas las coberturas democraticistas, el Estado puede buscar una salida por ese lado. Pero, tal eventualidad hay que afrontarla teniendo bien presentes las siguientes realidades:

Primera. La dictadura de la oligarquía jamás cederá realmente en ese terreno —ni en ningún otro— si no es presionada por la lucha violenta de las masas, que ponga en peligro su poder político.

Segunda. Aunque se produzca una situación en la que se disfrute ocasionalmente de cierta libertad no se debe olvidar que no habiendo sido liquidado el poder político de la oligarquía, las libertades que puedan darse bajo su dictadura han de ser, por fuerza mayor ,más aparentes que reales ,altamente recortadas y maquilladas, pues, en definitiva, es la clase dominante quien las dosifica a su conveniencia.

Tercera. Esta situación no puede ser de larga duración. Su aparición misma marca un retroceso de la clase dominante y un ascenso de las fuerzas revolucionarias. Ahora bien, el esbozo de libertades, no siendo sino una medida incompleta y quedando pendiente el grueso de las tareas de la revolución popular, ha de preceder ineluctablemente a un nuevo y violento enfrentamiento reacción—revolución del que una de las dos saldrá triunfante.

Así pues, el deber de los comunistas, de los anti-fascistas, de los patriotas, de todos los demócratas consiste en movilizar, por medio de una agitación y propaganda tenaces, a las masas populares en la lucha por las libertades democráticas, sin dejar de señalar las limitaciones y el verdadero sentido de las libertades que puedan conseguirse bajo la dictadura fascista; situar la lucha por las libertades en la perspectiva de la revolución popular sin bajar la guardia frente a los flujos y reflujos del terrorismo fascista; utilizar todos los recursos propios de cada situación para acumular el máximo de fuerzas anti-fascistas, organizarías y prepararlas, en fin, para salir victoriosas de la larga y dura lucha que se avecina, cuya culminación será la insurrección de las masas populares que habrá de acabar, de una vez para siempre, con el Estado franquista.

*

El "realista" Carrillo -como todos los reformistas —no puede evitar caer en el espejismo de los grandes cambios que no cambian nada. La utopía carrillista está en venta: una "democracia" vigilada por la Brigada fascista de Investigación Social, garantizada por las metralletas de la Guardia Civil, custodiada en última instancia por el Ejército de Franco y planeada, como era de esperar, por los monopolios yanquis y por sus aliados, los banqueros, grandes industriales y latifundistas que seguirán, como antaño, viviendo a costa de nuestro trabajo, de nuestra miseria y de nuestros sufrimientos.

Las utópicas elucubraciones de Carrillo, sin embargo, no tienen nada de inofensivo. Desde ahora, están  avalando las maniobras de camuflaje del fascismo, están confundiendo a las masas obreras y populares sobre quienes son los enemigos y cómo hay que
combatirlos, están fomentando las ilusiones sobre una imposible evolución democrática del Estado fascista... Todo ello no cae en saco roto. Sirve para desarmar y desmovilizar a las fuerzas revolucionarias,
para desmoralizarlas cuando reciben los palos del enemigo previamente embellecido por los revisionistas.

Así, el revisionismo, hace el juego a la política de nuestros enemigos. ¡Ayudemos a las masas obreras y populares a comprenderlo!

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(1) Santiago Carrillo, entrevista concedida a L'Humanité y reproducida en Mundo Obrero en la segunda quincena de Abril del 67.

(2) Escrito sin firma titulado "¿Es cierto?, en Mundo Obrero del 5 de febrero del 69.

(3) Declaraciones de Santiago Carrillo a L'Humanité Dimanohe, n» 206.

(4) Jorge Dimitrov, La ofensiva del fascismo y las tareas de la Internacional Comunista en la lucha por la unidad de la clase obrera contra el fascismo (Informe al 7º Congreso de la Internacional comunista presentado el 2 de Agosto de 1935)

(5) Stalin, Informe presentado en el 17º Congreso del Partido sobre la actividad del Comité Central del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS, el 26 de enero de 1934

6) Discurso de José Díaz ante el Pleno ampliado del Comité Central del Partido Comunista de España, celebrado en Valencia los días 5, 6, 7 y 8 de marzo de 1937.

(7) Santiago Carrillo, Sobre la teoría marxista-leninista-stalinista del Estado y el papel del camarada Stalin en su elaboración, Nuestra Bandera de diciembre de 1949: citado en el libro titulado Adulteraciones del equipo de Santiago Carrillo, Ed. Vanguardia Obrera.

(8) Dimitrov, informe citado.

 

YANKIAR INPERIALISMOAK VIET-NAM-EKO HERRIAREN KONTRAKO GERRATE KRIMINALA SUSPERTZEN DU. YANKIAR INPERIALISMOAK EUSTEN DIO FRANCOTIAR ERREJIMEN AURRERAKAITZARI. EUZKO JELKIDE ALDERDIKO  TA P.S.O.E.-KO BURUZAGI TRAIDORES EGITEN DUTEN BEZELA, GU ERE YANKIAR INPERIALLISMOAREN ALDE JARRIKO OTE GARA? EDO-TA, ERREBISIONISTEK EGITEN DUTEN BEZALA ERRESJPETATU TA APAINDU EGINGO OTE DUGU GUK?

 

CONCILIADORES DE LO IRRECONCILIABLE

DIEZ

El revisionismo padece una contradicción peculiar: por un lado ha de acomodarse a la política y a la ideología de la burguesía, por otro lado ha de aparentar fidelidad a los principios del marxismo-leninismo. Esta contradicción engendra posiciones en las que se manifiesta un acusado espíritu de mercadería y la más completa ausencia de principios. La dirección revisionista del P"C"E no escapa a esta contradicción. Su reacción ante dos hechos tan significativos como son la invasión de Checoslovaquia por los social-imperialistas rusos y la revolución cultural proletaria china, es buena prueba de ello.

 

La peripecia checoslovaca

Tras la ofensiva de los revisionistas jruschovianos contra la dictadura del proletariado en la URSS, las fuerzas anti-socialistas de los países socialistas se lanzaron a su vez a una veloz carrera hacia la restauración del capitalismo. En estos países, en los que las fuerzas del proletariado revolucionario eran más débiles que en la URSS, los logros de la nueva burguesía burocrática y compradora hablan de ser más rápidos y visibles.

En Checoslovaquia, en particular, el comienzo de 1968 marcó el ascenso de la camarilla super-revisionista de Dubcek en perjuicio de la burocracia revisionista pro-soviética de Novotny.

A partir del 5 de enero, en que el Comité Central del Partido "comunista" checoslovaco eligió a Dubcek para el puesto de primer secretario del Partido, se habla de caminar con mayor determinación por la vía del capitalismo. El marxismo-leninismo era combatido por los dirigentes revisionistas y sustituido por el liberalismo burgués, las corrientes contrarrevolucionarias tenían carta blanca para acometer contra los restos de socialismo que quedaban en el país, las viejas concepciones reaccionarias de la economía de mercado eran presentadas como atributos del "socialismo avanzado y humanista". A ello venia a agregarse un distanciamiento creciente con respecto a la URSS ([9]) y una aproximación hacia el capital oeste-alemán y norteamericano.

Esta evolución provocó dos reacciones diferentes en el seno de los partidos revisionistas que hasta entonces se habían mantenido estrechamente unidos. El Partido "Comunista" de la Unión Soviética desautoriza la "experiencia checoslovaca" cuando vio que conduela a la pérdida de una parte importante de su zona de influencia. Los partidos revisionistas occidentales (el P"C"F, el P"C"I, el P"C"E), por el contrario, vieron el giro de enero como un acontecimiento extraordinariamente favorable para su política. Santiago Carrillo explicaba el fenómeno del siguiente modo en junio de ese año (esto es, dos meses antes de la ocupación rusa): "Los acontecimientos de Checoslovaquia, la sustitución de la dirección buró orática de Novotny, y las medidas tomadas para democratizar la vida del Partido y del Estado y dar una participación más activa a las masas en la dirección del país, los comunistas de los países capitalistas lo hemos recibido como una ayuda a nuestra propia lucha" ([10]).

¿No está suficientemente claro? Era una ayuda a
la lucha de los revisionistas de los países capitalistas. ¿Por qué? ¿Por el aumento de la democracia
o de la participación de las masas en la dirección del país? Es difícil de creer tanto por el pavor que la línea de masas provoca en Carrillo allí donde no es letra muerta —como en China— como por la inexistencia misma de esa "participación de las masas" en la dirección de la Checoslovaquia super-revisionista. Lo que los revisionistas de Francia, Italia o España agradecían a Dubcek es lo que aquel avanzado del revisionismo moderno en Europa occidental que se llamó
 Palmiro Togliatti, agradecía a Tito: haber creado una imagen del "socialismo" capaz de entusiasmar a la burguesía. Esto lo obtuvo Tito cubierto por la "teoría" de la autogestión mal llamada "obrera" en la Yugoslavia de los años 50 y más tarde Dubcek en Checoslovaquia con el "socialismo humanista", que, desde el primer momento, —y no hay casualidad en ello— gozó de la simpatía de los reaccionarios del mundo occidental (todos recordamos los sentidos artículos de la prensa franquista acusando a los rusos de haber acabado con la "democracia" y la "libertad" en Checoslovaquia) .

Un escrito de los comunistas albaneses se refería a las relaciones entre los revisionistas occidentales y el "socialismo" checoslovaco en estos términos: "Ahora (el texto data de abril del 68) tienen (los revisionistas occidentales) dos amantes, uno al que aman de verdad y otro al que le sacan dinero. Para los revisionistas italianos, franceses y otros revisionistas de los países capitalistas, el revisionismo checoslovaco vendrá a ser el primer amante, el de corazón, ya que es él quien ha realizado su sueño,
ya que es él con quien se vanagloriarán ante sus capitalistas y, contando con su ejemplo, pedirán unas migajas en la mesa del capitalismo. Por su parte, el revisionismo soviético es el viejo amante al que se le aguanta para obtener sus subvenciones" ([11])

Pero, !ay!, la invasión rusa acaecida el 21 de Agosto vendría a acabar con el idilio. Carrillo y sus compinches de los países capitalistas se encontraron en una mala situación; se trataba de conciliar su adhesión a la dirección del PCUS y la conservación de su ayuda, con la fidelidad a la "experiencia checoslovaca"; la actitud "pro-soviética" de una parte importante de la base de los partidos revisionistas, con la necesidad de ponerse a bien con la burguesía ofendida por la ocupación militar de Checoslovaquia; etc. Había pues, que condenar a la dirección revisionista del PCUS pero, al mismo tiempo, había que mantenerse a su lado. Una difícil papeleta.

En materia de conciliación, no obstante, hay que reconocer que los revisionistas son maestros. Y, naturalmente, intentaron el "más difícil todavía".

El Comité Ejecutivo del P"C"E, siguiendo el camino de los revisionistas franceses e italianos, firmaba una declaración con fecha del 28 de agosto en la que decía: "Subrayamos con toda fuerza que las diferencias de apreciación que hayan podido aparecer en este grave momento entre la dirección de nuestro Partido y el PCUS, no afectan lo mas mínimo a nuestra apreciación sobre el papel decisivo que juega la Unión Soviética y su partido en la lucha contra el imperialismo" ([12]) Es decir que la agresión contra el pueblo checoslovaco no supuso más que una "diferencia de apreciación" entre la dirección del PCUS y la del P"C"E, que, obviamente, no podía enturbiar su buena amistad.

Carrillo, como todos los revisionistas, adopta como un camaleón el color dominante en el medio en que se mueve. De esta guisa, cuando hay diferencias, nada mejor que trazar la línea media y ¡todos conformes!. Este modo de comportarse es consustancial al oportunista, al revisionista, al reformista. "Por su naturaleza —escribía Lenin—, el oportunista evita siempre plantear las cuestiones de una manera clara y decisiva; (...) bordea como una culebra dos concepciones que se excluyen, buscando o ponerse de acuerdo con una y otra, y reduciendo sus divergencias a ligeras modificaciones, a dudas, a votos piadosos e inocentes" ( [13]).

Este comportamiento, tan magistralmente descrito por Lenin, es el que está presente en la política toda del grupo de Carrillo.

 

China/U.R.S.S.

A principios de 1967 arreciaban los ataques de la reacción internacional contra la revolución china. Las agencias de prensa imperialistas difundían noticias "terroríficas" sobre la "anarquía" que Mao Tse-Tung habla implantado en aquel vasto país.

Los jruschovistas y sus acólitos, perfectamente conscientes de que en China se había desencadenado una auténtica revolución en defensa de la dictadura del proletariado y en contra de los revisionistas chinos que pugnaban por seguir la senda de Moscú, unieron sus voces al coro imperialista.

En un numero de "Mundo Obrero" de esa época ([14]) se dedicaba una parte importante a denigrar la revolución cultural proletaria. En un artículo sin firma titulado "La oposición a Mao y a su grupo" se afirmaba que la revolución cultural era en "su esencia anti-obrera, anti-partido y bonapartista" !Ahí queda eso!. En dicho numero se publicaba asimismo un mensaje de Dolores Ibarruri al Comité Central del PCUS en el que decía: "Con toda energía condenamos la política anticomunista, antirrevolucionaria del grupo dirigente de China y expresamos nuestra fraternal solidaridad con el pueblo soviético, con el Gobierno y el Partido Comunista de la Unión Soviética..." Naturalmente, los graves cargos no iban acompañados de las imprescindibles informaciones concretas ni, por su puesto, de una elemental argumentación.

Santiago Carrillo, en la "revista teórica y política" del grupo revisionista que usurpa las siglas del PCE, correspondiente al primer trimestre de ese año, publicaba un artículo más extenso en el que se explayaba en consideraciones similares a las recién citadas, mezcladas con un uso y abuso del recurso emocional consistente en apelar a la defensa de la Unión Soviética frente a sus enemigos, y con una dosis no desdeñable de falsificaciones monumentales... Según Carrillo, la revolución cultural no era sino
un golpe contra "el Partido y los órganos del Estado socialista", protagonizado por Mao Tse-Tung. "Que
la "revolución cultural' es un levantamiento contra el Partido y contra los órganos institucionales del Estado socialista está claramente probado", aseguraba. Anunciaba la probable sustitución de la dictadura del proletariado por una "dictadura de los militares". "Una dictadura del Ejército, si llega a implantarse, acarrearía la transformación de éste en una oligarquía, su degeneración y el peligro de una poli tica de agresiones y aventuras exteriores y de reacción y de represión en el interior" (Como se ve, en Carrillo, el sentido profético es si no riguroso,
por lo menos indomable) En fin, después de acusar a China de haberse opuesto a que los voluntarios soviéticos fueran a combatir a Vietnam (cuando es bien sabido que son los propios vietnamitas quienes han rechazado la incorporación de extranjeros a sus fuerzas armadas), acaba descubriendo en la orientación de Mao "una especie de neoimperialismo, algo así como la actualización, a la medida de la segunda mitad del siglo XX, de la política de Gengis Khan"([15]). Ni más, ni menos.

  Han pasado dos años
de eso. La “tendencia” de Mao, o sea la dictadura del proletariado, se
ha reafirmado en China. La revolución proletaria ha triunfado frente a la contrarrevolución revisionista. El prestigio de los comunistas chinos ha ganado muchos puntos entre todos los revolucionarios del mundo. La base misma de los partidos de dirección revisionista no permanece impasible ante los ataques que los dirigentes del PCUS dirigen contra el PC chino ([16]).

Carrillo y compañía se han visto obligados a dar marcha atrás. Ahora asistimos a una curiosa operación consistente en archivar las injurias que hace tan poco tiempo fueron dirigidas contra los comunistas chinos. Esta operación merece la pena de ser observada pues revela, de forma difícilmente superable, el carácter vacilante, conciliador y sin principios del revisionismo carrillista.

En abril de este año, Carrillo ha dado una conferencia a un grupo de adictos en Paris. El texto ha debido parecer valioso a la dirección del P"C"E pues, poco después, ha sido ampliamente difundido. El discurso tiene mucho de improvisado pero no por ello pierde interés. En él se reflejan muchas de las contradicciones de la ideología revisionista con singular nitidez. Nos detendremos solamente en los trozos que hacen referencia al tema que estamos tocando.

El portavoz de la dirección del P"C"E se muestra angustiado por los choques armados producidos en la frontera chino-rusa ([17]). Nada más normal pues, según él, son dos países socialistas los que están en lucha. No nos paramos a mostrar el absurdo de tal concepción pero señalamos de paso que si Santiago Carrillo estima que dos países socialistas pueden llegar a disparar el uno contra el otro, lo que está haciendo es mostrarnos con una candidez sobresaliente lo que para él es el socialismo (algo que nada tiene que ver con la dictadura del proletariado). Pero, dejemos eso para mejor ocasión pues, aunque para nosotros es evidente que uno de los dos países no es socialista (desde el punto de vista de la lucha de clases no hay otra explicación posible) y que el país no socialista es la Unión Soviética ([18]), para Carrillo parecía también, hace tan solo dos años, no menos innegable que uno de los dos países -China, si caía en manos de "Gengis Khan/Mao Tse-Tung" serla anti-obrero, anti-partido, bonapartista, anticomunista, antirrevolucionario, neo imperialista, etc.

Sin embargo, poco tiempo después, sin mediar una franca y rotunda autocrítica, sin reconsiderar aquellos calificativos,  decide "admitir" que ese país forma parte del "campo socialista" (del mismo" campo socialista" que el PCUS). Cedámosle la palabra, él lo explicará mejor:

"Hemos llegada a un extremo muy grave. Y nosotros que hemos combatido las posiciones de los dirigentes chinos, sus errores, sus desviaciones, sus deformaciones, que las seguiremos combatiendo mientras ellas existan y sea necesario, nosotros, en cambio, no llegamos y no llegaremos a propiciar la guerra entre Estados Socialistas, no llegamos y no llegaremos a aceptar esa guerra como una fatalidad inevitable. Nosotros no creemos y no aceptamos que se diga de la China popular -repito con todas sus desviaciones— que es comparable al imperialismo nipón, al imperialismo nazi, que es comparable a las fuerzas más negras que la humanidad ha conocido en este siglo." ([19])

Luego, con un tono resignado y un pragmatismo poco común, dice: "Pasan cosas que no nos gustan en China. Bueno, pero tenemos que ser realistas (...) Hay que aceptar la realidad. Y la realidad, cantaradas, es esa, no le demos vueltas. El Partido Comunista es ese y los dirigentes del Partido Comunista y del Estado Chino son esos". Dicho de otro modo: esos individuos anticomunistas, antirrevolucionarios se han hecho con el poder en China que es un gran país socialista; claro que no nos gusta porque nosotros somos muy comunistas y muy revolucionarios pero, !qué se le va a hacer!, !hay que ser realistas!, ¡ellos son los representantes del comunismo y de la revolución en China!

Después, una fórmula científica para evitar las guerras que no dudamos habrá de impresionar al lector de Komunistak: "No hay que olvidar de todas mane ras que esos hombres que han tomado el poder ahora en China, son los hombres que han luchado muchos años contra el imperialismo ¿Por qué no confiar en la posibilidad de un enderezamiento? No solamente hay que confiar, sino que no hay otra política a hacer. Porque sabéis que hay un término vulgar que dice que dos no riñen si uno no quiere. Eso no es exactamente así, pero lo que es verdad es que entre dos Estados fuertes, la política y la orientación del más maduro puede influir y determinar la del otro."

Para terminar, Carrillo, hombre de buen sentido, se entrega a un delirante acceso apocalíptico! "La Unión Soviética con su potencia y su poderlo, sus doscientos cuarenta o doscientos cincuenta millones de habitantes; China con setecientos millones de habitantes, con un territorio enorme, con un poderío que no se puede subestimar. (...) !Una guerra así sería una locura, una locura, camaradas, en la que no le deis vueltas y no os dejéis seducir por los viejos clichés y las viejas frases hechas, en la que no habría más que un vencedor, el imperialismo, y sobre todo el imperialismo americano, no habría más vencedor que ese! Y el socialismo en China, y en la Unión Soviética, y en los otros países socialistas se irla al diablo. Y con el socialismo se irla al diablo el movimiento comunista. Y eso serla el fracaso histórico del marxismo, del leninismo; eso sería, camaradas, que nosotros comunistas, con nuestras propias armas destruiríamos la creación que tantos sufrimientos ha costado a lo largo de un siglo a la clase obrera mundial".

Tan delirante y melodramática perorata no resulta ni por asomo convincente. Los angustiados lloriqueos de Santiago Carrillo no son los de un leninista que afronta con serenidad y lucidez los problemas que se le plantean; son, más precisamente, la expresión de la crisis del revisionismo y, simultáneamente, un re curso fácil para camuflar la realidad, esa realidad que por el sola constituye una denuncia del falsificador Carrillo.

Los comunistas entendemos que el mundo capitalista está preñado de contradicciones y que hemos entrado ya en la época del hundimiento del imperialismo. Cada día que pasa vemos más próxima la victoria del proletariado internacional.

Si los revisionistas soviéticos —desoyendo las recomendaciones de Carrillo— desencadenan un ataque en regla contra el pueblo chino, no "se irá al diablo el socialismo y el movimiento comunista", ni se producirá "el fracaso histórico del marxismo, del leninismo". Por el contrario, el social-imperialismo soviético sufrirá una seria derrota. El ejército soviético —y cualquier otro ejército invasor— se vería sumergido en una guerra del pueblo que indefectiblemente sería ganada por el ejército popular chino, por el pueblo chino. Asimismo, una aventura bélica de esa índole significaría un rudísimo golpe contra los propios revisionistas soviéticos; el revisionismo moderno quedaría aun más desprestigiado a los ojos de las masas obreras y populares de todo el mundo, incluidas las de los pueblos de la URSS.

¿Dónde estaría aquí el fracaso histórico del marxismo—leninismo? El único fracaso previsible es el del revisionismo lo cual serla un salto de la humanidad entera hacia la victoria final del comunismo.

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(1) Santiago Carrillo, La lucha por el socialismo hoy, Nuestra Bandera, suplemento al nº 58, junio 1968, p. 39.

(2) ¿Dónde va Checoslovaquia?, artículo del periódico "Zeri i popullit", 21 de abril 1968.

(3) Declaración del Comité Ejecutivo del PCE, 28 de agosto de 1968. Reproducida en Mundo Obrero de septiembre.

(4) Lenin, Un paso adelante, dos pasos atrás, 1904.

(5) Mundo Obrero, primera quincena de marzo de 1967.

(6) Santiago Carrillo, China a través del caos maoista, Nuestra Bandera, n» 53, primer trimestre de 1967.


(7) Un ataque de este género es el que lanzaba el corresponsal de la agencia de prensa revistonista Novosti, Jorge Dadiants, desde las páginas del periódico burgués francés "Le Monde" del 2 de abril del año en curso. Empezaba así uno de los párrafos de su articulo: "Es quizá todavía prematuro trazar un paralelo entre la China maoista y la Alemania hitleriana..." ( Los subraya dos son nuestros).

(8) Santiago Carrillo, El fracaso del estado de excepción, discurso pronunciado ante una asamblea de militantes del PCE, Abril 1969.

 

 

VIETNAM Una victoria de los pueblos oprimidos

  1. ALDAZ

CUATRO AÑOS DE ESCALADA DE LA GUERRA EN VIET-NAM DEL NORTE

Es el titulo de un comunicado especial de la Comisión de encuesta sobre los crímenes de guerra americanos, publicado en Hanoi, y que hace el balance de los ataques aéreos lanzados por USA contra la República Democrática de Viet-Nam.

Este documento subraya la importancia de las pérdidas entre la población civil norvietnamita duran te cuatro años de bombardeos.
Recuerda que el 80^ de las victimas son mujeres y niños y que de las seis principales aglomeraciones que tiene el Norte, cuatro han sido totalmente arrasadas. El comunicado da cuenta de la destrucción de 1.589 escuelas, 6.607 hospitales y puestos sanitarios, 475 iglesias, 420 pagodas y 348 mercados . El ataque que sufrió la leprosería de Quanh-Lap hizo, entre los pacientes y personal médico, 169 muertos y 156 heridos.

Después de dar cuenta de las destrucciones de diques, vías de comunicación y objetivos industriales, el comunicado afirma que en cuatro años los Estados Unidos han derramado sobre el Norte, en el curso de cien mil raids, más de un millón de toneladas de bombas, es decir dos veces más que las cantidades lanzadas en el curso de la segunda guerra mundial por los Estados Unidos y sus aliados en la región del Pacífico

 


Los imperialistas yanquis están recibiendo en Viet-Nam una adecuada respuesta a su criminal política. A medida que pasa el tiempo se fortalecen las posiciones del pueblo vietnamita y se debilitan las de los agresores norteamericanos. El avance de la guerra popular ha conseguido transformar todo el Sur de Viet-Nam en un gigantesoo Dien-Bien-Phu en donde se encuentran atrapados los invasores yanquis, sus “aliados" y el gobierno títere de Saigón. A esto se
le llama ir por lana y volver trasquilado. De la misma forma que tuvo que abandonar sus planes de destrucción y ocupación del Norte de Viet-Nam, el imperialismo americano tendrá que abandonar también el Sur. Cuando un pueblo se levanta en armas unido como un solo hombre, de poco valen los dólares del agresor. Todo lo más que consigue es alargar una guerra que tiene perdida de antemano.

El imperialismo norteamericano propuso lo que hoy son las Conversaciones de Paris con el propósito de buscar una salida al fracaso de su política de agresión y de engañar a la opinión pública mundial, pre sentándose como defensor máximo de la paz y mostrándose partidario de "llegar a un acuerdo" para "acabar con la guerra". Las Conversaciones de Paris, no obstante, no han podido hacer otra cosa que reflejar la marcha de la guerra y. desenmascarar aun más a. los agresores yanquis que se niegan a retirar sus fuerzas de ocupación en Viet-Nam.

Hace ya unos meses, Nixon se entrevistó en Middway con su marioneta Thieu. Al finalizar la entrevista, prometieron cínicamente "que los americanos se retirarían de Viet-Nam", que en lo inmediato se retirarían 25.000 soldados yanquis y que la guerra sería dejada en manos de los vietnamitas. El transcurso de unos pocos meses ha demostrado la falacia de este nuevo montaje propagandístico. Después de hacer una gira por las colonias yanquis de Asia, en la que no cesó de proclamar el lema "Asia para los asiáticos" y de prometer, una vez más, la retirada de las tropas invasoras, ante el empuje renovado de la lucha de los patriotas vietnamitas, se ha aprestado a olvidar sus promesas y garantizar a los monopolistas norteamericanos que el ejército estadounidense se mantendrá en su puesto.

No obstante, los propios gansters que gobiernan hoy en los Estados Unidos pueden comprender que su derrota está cada día más próxima. La constitución del Gobierno Revolucionario Provisional que agrupa a la totalidad de las fuerzas patrióticas, democráticas y revolucionarias de Viet-Nam del Sur y que representa a todo el pueblo sudvietnamita es una victoria de excepcional importancia pues significa que el movimiento de liberación nacional ha alcanzado un grado de madurez realmente notable, basado en el dominio efectivo de la casi totalidad del territorio nacional.

Por otra parte, el pueblo norteamericano manifiesta una repulsa creciente hacia la asquerosa guerra en la que "sus" magnates le han embarcado. Las últimas acciones de masas de los sectores más avanzados de la sociedad norteamericana gozan de la simpatía de una parte cada vez más grande de la población. Si atendemos a las encuestas oficiales -que no creemos estén interesadas en "engordar" las cifras-,más de un sesenta por ciento de la población es favorable en la actualidad a la retirada de las tropas yanquis de Viet-Nam.

El pueblo vietnamita está dando una gran lección a todos los pueblos del mundo, está demostrando con hechos que los medios materiales del más rico país de la tierra no son suficientes para acabar con la resistencia de un país atrasado, pequeño y material mente débil.

El pueblo vietnamita, si se mantiene firme como has ta hoy frente al terrorismo yanqui y a las presiones de los social-imperialistas soviéticos, ofrece rá a todos los pueblos oprimidos una victoria que será una enorme contribución al combate de todas las fuer*as del progreso contra el imperialismo y la reacción internacional.

!FUERA LOS TANQUIS DE VIET-NAM!

!EL PUEBLO VIETNAMITA VENCERÁ!

¡FUERA LOS YANQUIS DE ESPAÑA!

 

EL EJERCITO POPULAR VIETNAMITA PUBLICA UN BALANCE DE LAS VICTORIAS OBTENIDAS DURANTE EL PRIMER SEMESTRE DE 1969 EN LOS CAMPOS DE BATALLA DEL SUR DE VIET-NAM.

Las fuerzas de la resistencia han puesto fuera de combate 330.000 enemigos (muertos, heridos, capturados o desaparecidos), de los cuales 145.000 son soldados americanos.

El Ejército de Liberación ha inutilizado 3.950 aviones o helicópteros, 4.500 otros vehículos y 1.690 piezas de artillería.

A estas cifras se a
naden más de 1.100
barcos y embarcaciones diversas hundidos o incendiados a
si como la destrucción de 650 depósitos de municiones y de combustibles.

En comparación con el período correspondiente de 1968, este balance hace resaltar una acentuación muy clara de las pérdidas americanas en vidas y material.

Desde la extremidad norte a la punta sur del país, todas las bases, aeródromos y depósitos logísticos americanos han sido atacados o bombardeados por la artillería de las F.A.P.L.

Tampoco las bases del litoral, a pesar de su potente sistema de defensa, se han visto a salvo. El aumento de las pérdidas americanas se ha registrado principalmente en el interior de sus enclaves defensivos, reputados de "infranqueables".

Documentos vietnamitas

EXTRACTO DE UNA DECLARACIÓN DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO PROVISIONAL DE LA REPÚBLICA DEL SUR DE VIET-NAM, REITERANDO SU DECISIÓN DE COMBATE (19 de Julio, 1969)

"En los últimos 15 años, para convertir el Sur de Viet-Nam en su colonia de nuevo tipo y base militar, y dividir a Viet-Nam por largo tiempo, el imperialismo yanqui ha instalado un régimen fantoche en el Sur de Viet-Nam como herramienta de agresión y ha venido realizando la guerra más salvaje de la historia, contra el pueblo vietnamita. ( . . . ) El anuncio de la administración Nixon sobre la retirada de 25.000 soldados norteamericanos no es nada más que una jugarreta engañosa.

"El pueblo del Sur de Viet-Nam ama mucho la paz, sin embargo, la paz debe basarse en la independencia y la libertad. Si los EEUU se obstinan en prolongar la guerra de agresión en el Sur de Viet-Nam, el pueblo sud-vietnamita está decidido a persistir en la lucha hasta que no quede un solo agresor norteamericano en nuestro territorio. La convocatoria del Congreso de Representantes del Pueblo del Sur de VietNam y la elección del Gobierno Revolucionario Provisional de la República del Sur de Viet-Nam son una nueva y enorme victoria sin precedentes para la revolución del Sur de Viet-Nam y, al mismo tiempo, una manifestación de la férrea voluntad y determinación del pueblo del Sur de Viet-Nam para conquistar la victoria definitiva en su causa de lucha contra la agresión norteamericana y por la salvación nacional"

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EXTRACTO DEL LLAMAMIENTO DEL PRESIDENTE HO-CHI-MINH A LOS MILITARES T CIVILES PARA QUE PERSISTAN EN LA GUERRA DE RESISTENCIA (con motivo del 15º aniversario de la firma de los acuerdos de Ginebra)

"Durante los últimos 15 años, los militares y civiles de todo nuestro país, unidos como un solo hombre, soportando sacrificios y superando todas las dificultades, han librado una lucha extremadamente heroica contra la agresión norteamericana y por la salvación nacional. Los planes agresivos del imperialismo yanqui han caído en bancarrota sucesivamente y la derrota de los EEUU se hace cada día más desastrosa, en tanto que nuestro pueblo avanza de victoria en victoria y conquistará la victoria total. (...)

"El pueblo vietnamita exige firmemente la retirada total de todas las tropas norteamericanas y de las tropas satélites de los EEUU y no la retirada de sólo 25.000 o 250.600 o 500.000 hombres, sino una re tirada total, completa e incondicional.
"La derrota del imperialismo yanqui es ya muy evidente; pero éste no quiere abandonar su descabellado designio de aferrarse en el sur de nuestro país. Los militares y civiles de todo nuestro país, con una sola voluntad, deben desplegar el heroísmo revolucionario, no temer los sacrificios ni las penalidades, estar decididos a persistir en la guerra de resistencia y a promoverla, con la firme decisión de luchar y vencer, hasta la retirada completa y total de todas las tropas norteamericanas y hasta la ruina cabal de las tropas títeres y del régimen títere, a fin de liberar el sur, defender el norte y proceder a reunificar pacíficamente nuestra patria".

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 ERRATAS

Señalamos las principales erratas del número anterior. En la página 2, en el artículo en euskera sobre la III Internacional, 1ª columna, 1ª línea, donde pone "... 1846-tik", debería poner "... 1864-tik". En la página 13, 2ª columna, línea 40, donde dice "...o injusta nuestra posición", debería decir "nuestra apreciación". En la página siguiente, 1ª columna, 
párrafo 3 , se dice "...puede ser anti-español" en lugar de "no puede dejar de ser anti-español". En la página 19, 2ª columna, párrafo 2º, se dice "...en el seno del organismo", donde debería decir "en el seno del aranismo”. Finalmente, en el artículo sobre Palestina hay un error que sin duda habrá advertido el lector, se trata del párrafo 1° de la página 23, 1ª columna: este párrafo es continuación del último párrafo de la página 21

 

TX.K.A.  IX BILTZAR NAGUSIA

NAZIO-ARTEKO MUGIMENDU KOMUNSTAREN GARAIPENA

AURTENGO APIRILEAN, 1-ETIK 24 BITARTEAN, PEKIN-ERA BILDU ZIRAN TXINA GUZTIATIK 1.512 ORDEZKARI, KOMUNISTA ALDERDIAREN IX BILTZAR NAGUSIRA.

BILTZARRAREN GAI-ZERRENDAK AZALTZEN DIGU BERE HELBURUEN GARRANTZI IZUGARRIA. HAUXE ZAN:

1) LIN PIAOK BATZORDE ZENTRALAREN INPORMEA AGERTU;

2 ) KOMUNISTA ALDERDIAREN ESTATUTOAK ALDATU; TA

3) BATZORDE ZENTRALA OSATZEN DUTENAK BERRITU

Lin Piaok agertutako Informeak bi zati zituani alde batetik Langile Kultura Erreboluzioaren garbiketa argitsu bat, eta beste aldetik, Txinako Komunistek, Mao Tse-Tung buruzagi dalarik osatutako teoria marxista-leninistaren azalpena, alegia, proletario diktaduraren denboran ere erreboluzioak jarrai egiten duala. Biltzar Nagusiak, aho batez onartu zuan Informe hori, honela, Mao Tse-Tung-en pentsamentua (marxismo-leninismoa) guztiz garaile gertatzen zan, rebisionistak eta beren ideak, berriz, guztiz ondaturik, Txina-ko langile ta herrikoi oldeek aizken urteetan egindako erreboluzio politikoari (Langile Kultura Erreboluzionari) bukarea garaitsuena emanaz.

Liu Txao Txi ta bere jarraitzaileen rebisionismoa, bada, bazterturik gelditu zan, Estatuto berriak, bere programa jeneralean esaten duanezt "Txinako Komunista Alderdiaren pentsamentu gidaria da marxismoa, leninismoa, Mao Tse-Tung-en pentsamentua. Mao Tse-Tung-en pentsamentua da mundu guztian inperialismoa ondatzera
ta sozialismoa garaitzera dijoazten bolarako marxismo-Ieninismoa".

Mende-erdi batez, berak zuzenduriko borroka harrigarrietan, bai demokrazia berriko erreboluzioan, bai sozialista erreboluzio ta egikuntzan, bai orain nazioarteko mugimendu komu nistak daramakian borrokan, inperialismoa, rebisionismoa ta indar aurrerakaitz guzien kontra, Mao Tse-Tung-ek elkartu ditu marxismo-leninismoaren egia iraunkorra ta erreboluzioaren ekintza konkretoa. Honela marxismo-leninismoa jarrai-arazi, gorde ta zabaldu egin du, mail gorenago bate ra jaikiaz.

Estatuto berrietan ere irakur diteke proletario-diktaduraren bolarako erreboluzioaren jarraipenaren teoria, lerro hauetan: "Sozialismoaren gizartea, denbora luze bat besarkatzen du. Denbora hortan, guzian, ba dagoz klaseak, klase-arteko elkar ukatzeak eta borroka. Ba dago ere sozialismo-bidearen eta kapitalismo-bidearen arteko gatazka, kapitalismoaren berrezartzearen arriskua, eta inperialismoaren eta rebisionismo barriaren aldetik subersio ta erasoaren amenazoa ere. Kontradikzio hauek guziak, marxismoaren teoriak eta teoria honek zuzendu ekintzak bakarrik erabaki ditezke. Txinako Langile Kultura Erreboluzio Handia da sozialismogintzaren kondizioetan proletario klaseak burgesia ta beste klase esplotatzaileen aurka daraman erreboluzio politikoa."

Mundu zabaleko rebisionista gus tiek erruz gogotik ekin diote beren lanari: IX Biltzar Nagusiko erabaki ak irainez eta zikinkeriaz josi: "kontra-leninistak", "kontra-sobietarrak" dirala, eta abar. Bainan guretzat, rebisionisten asarrea, agerpide ezin bobea da. Alderantziz.mun du guztiko erreboluziolariek pozez eta agur onez hartu dute Txinako Langile-Erreboluzioaldeko joeraren sendotzea, benetazko indarra ta argitasuna ematen bait digu gaur fazismoa, inperialismoa, rebisionismoa ta indar aurrerakaitzen aurka borrokatzen garan guztiori.

 

autocrítica

AUTODETERMINACION Y SEPARACION

En el anterior numero de Komunistak anunciábamos la aparición de una serie de artículos dedicados a la cuestión nacional. El primero de ellos —el que pre sentamos a continuación— tratará de examinar críticamente las posiciones por nosotros sustentadas, en los números precedentes, tras una somera exposición de las posiciones leninistas concernientes al derecho a la autodeterminación.

A pesar de la inevitable concisión que nos impone la falta de espacio, esperamos que nuestra franca autocrítica ponga en evidencia, con la mayor claridad, la desviación nacionalista en la que incurrimos en el estudio de este problema.

Las posiciones leninistas

Al contrario que el nacionalismo burgués, el internacionalismo proletario es partidario de la unión de las naciones, nacionalidades y pueblos.

"El partido proletario aspira a crear un Estado lo más grande posible ya que eso beneficia a los trabajadores; aspira al acercamiento y la fusión ulterior de las naciones; mas no quiere alcanzar ese objetivo por la violencia, sino por medio de una alianza libre y fraterna de los obreros y las masas trabajadoras de todas las naciones" ([20]).

Pero, el camino de la unidad es muy largo y está lleno de tropiezos. El capitalismo ha legado una pesada carga de rivalidades y conflictos nacionales, engendrados por su política de opresión nacional.

"La política de opresión de las nacionalidades es una política de división de las naciones. Al mismo tiempo, es una política
de corrupción sistemática de la conciencia del pueblo. Los ultrarreaccionarios basan todos sus cálculos en la contraposición de los intereses de las distintas naciones, en el envenenamiento de la conciencia de las masas ignorantes y oprimidas" ([21]).

Lo esencial, pues, es superar esa desastrosa situación promovida por los reaccionarios capitalistas, por el imperialismo y sus agentes locales que, sabe dores de lo provechoso que, para sus intereses, resultan las rencillas entre los pueblos, no desperdician una sola oportunidad para cultivar el chovinismo, el exclusivismo y la xenofobia. Hacia la eliminación de la opresión nacional que tantos males ocasiona al proletariado y a los pueblos, se encamina, en primer lugar, la lucha de los partidos proletarios en este terreno. En tal sentido, los partidos proletarios de aquellos países en los que existen una o varias nacionalidades oprimidas, incluyen en sus programas unas exigencias concernientes al logro de su libertad nacional. Estas exigencias se resumen en dos puntos principales: 1) Igualdad completa de las diferentes nacionalidades, y 2) Reconocimiento del derecho a la autodeterminación (derecho a separarse y constituir un Estado aparte). Así lo enunciaba Lenin»

"Plena libertad de separación, la más amplia autonomía local (y nacional), garantías detalladas de los derechos de las minorías nacionales: tal es el programa del proletaria do revolucionario" ([22])

"Poner en práctica con gran celo la igualdad y la libertad de separación de las naciones, para privar de base a esa desconfianza y conseguir la más estrecha unión voluntaria de las Repúblicas Soviéticas de todas las naciones (...) Desarrollo del idioma y de la literatura de las naciones que hasta hace poco han estado oprimidas o no tenían plenos derechos" ([23]).

¿Y con respecto a la separación? La actitud de Lenin era extremadamente clara. En primer lugar, ya lo hemos dicho, los marxistas han de luchar por la unión. El mismo reconocimiento del derecho a la libre separación forma parte de esta lucha por la unión.

" . . . Si nosotros exigimos la libertad de separación para los mongoles, persas, egipcios y, sin excepción, para todas las naciones oprimidas y de derechos mermados, no es porque estemos a favor de su separación, sino sólo porque somos partidarios del acercamiento y la fusión libres y voluntarios, y no violentos. ¡Sólo por eso!"([24]).

No debe, pues, confundirse el derecho a la autodeterminación con la conveniencia de que se separe tal cual nacionalidad en tal o cual coyuntura.

 “El derecho de las naciones a disponer de si mismas significa exclusivamente su derecho a la independencia política, a la libre separación política con respecto a la nación que les oprime. Concretamente esta reivindicación de la democracia política significa la libertad completa de propaganda en favor de la separación y la solución de este problema por vía de referéndum en el seno de la nación que se separa. Así, esta reivindicación no tiene el mismo sentido que la de la separación, la fragmentación, la formación de pequeños Estados. No es sino la expresión consecuente de la lucha contra toda opresión nacional" ([25])

"¿Responder por “el o no” a la cuestión de la separación de cada nación? Esta es, según parece, una reivindicación muy “práctica”. Pero, de hecho, es metafísica, es absurda, en cuanto a su aspecto teórico y prácticamente tiende a subordinar el proletariado a la burguesía "([26]).

Esto no quiere decir que, en cada caso concreto, en el momento oportuno, en vista de las circunstancias presentes en cada ejercicio del derecho a la autodeterminación el partido proletario se niegue a tomar una postura definida.

"El reconocimiento por la social-democracia (es decir, por los comunistas) del derecho de todas las nacionalidades a la autodeterminación, no significa en modo alguno que los socialdemócratas renuncien a apreciar de modo independiente la conveniencia de la separación estatal de una u otra nación en cada caso concreto"([27]).

El Partido del proletariado tiene que:


"Apreciar cada problema concreto concerniente a la separación desde un punto de vista que excluya toda desigualdad, todo privilegio, todo exclusivismo"([28])
"Es intolerable mezclar el derecho de las naciones a la autodeterminación (...) con la conveniencia de que se secare una u otra nación. El Partido Socialdemócrata ha de resolver esta ultima cuestión en cada caso concreto de modo absolutamente independiente, desde el punto de vista de los intereses de todo el desarrollo social y de los intereses de la lucha de clases del proletariado por el socialismo" ([29]).

Esto es que, sin renunciar a considerar conveniente, en determinadas condiciones una separación temporal (al objeto de sentar las bases para una nueva unidad), una decisión concreta sólo puede tomarse en presencia de la coyuntura política concreta.

"Ucrania, por ejemplo, ¿está llamada a constituir un Estado independiente? Eso depende de mil factores imprevisibles. Y, sin perdernos en vanas “conjeturas”, nos mantenemos firmemente en lo que es indiscutible: el derecho de Ucrania a constituir tal Estado"([30]).

Finalmente, mientras que para el nacionalismo, la cuestión de las fronteras estatales es una cuestión fundamental, para el Partido comunista, se trata de un problema secundario pues —sin dejar de laborar por crear comunidades cada vez mayores y más estrechamente unidas— lejos de alimentar divergencias a causa de si las fronteras han de pasar por aquí o por allá, lucha precisamente por eliminar esas divergencias en el seno del proletariado y del pueblo bus cando siempre la solución más favorable para la unidad obrera y popular.

"Lo que importa es el papel dirigente del proletariado con respecto al campesinado. El problema de si Ucrania habrá de formar o no un Estado independiente es mucho menos importante" ([31])

"Nosotros queremos una unión voluntaria de las naciones —una unión que no tolere violencia alguna de una nación sobre otra—, una unión que se base en la más plena confianza, en la clara conciencia de la unidad fraternal, en un acuerdo plenamente voluntario. Tal unión no se puede realizar de golpe; es preciso llegar a ella a fuerza de grandísimo cuidado y paciencia para no malograr la obra, para no provocar la desconfianza, para hacer desaparecer la desconfianza engendrada por siglos de opresión por parte de los terratenientes y capitalistas, por el régimen de la propiedad privada y los odios producidos por los sucesivos repartos de esta propiedad.

Por eso aspiramos constantemente a la unidad de las naciones, yendo inflexiblemente contra todo aquello que las divida, nosotros debemos ser muy prudentes, pacientes y tolerantes hacia las supervivencias de la desconfianza nacional. Debemos ser intransigentes e intolerantes hacia todo aquello que afecte a los intereses fundamentales del trabajo en su lucha por sacudirse el yugo del capital. En cuanto a cómo determinar ahora, temporalmente, las fronteras estatales —ya que nosotros aspiramos a su completa destrucción no es una cuestión fundamental e importante, sino secundaria" ([32]).

Nuestro error

En el nº 1 de Komunistak, en el articulo titulado "Los comunistas y la autodeterminación" se esbozaban unas justas posiciones de principio para abordar la cuestión de la separación, se combatía la ideología separatista, se hacia hincapié en las nefastas consecuencias que la opresión nacional habla provocado en el seno del pueblo. Todo esto era acertado. Pero, junto a ello, se sostenía que es preciso incluir la separación de Euzkadi entre los objetivos de la revolución popular al objeto de condicionar una unidad de nuevo tipo entre los pueblos sometidos al yugo franquista (rogamos al lector que repase dicho artículo). Respondiendo a esta orientación, en el nº 2, en el escrito de J. Uribe" ¿Qué es ETA-BAI?", se decía en un paréntesis: "aunque creamos conveniente la separación de Euzkadi..." (pág. 18, 2ª columna).

Independientemente de nuestra voluntad subjetiva, nos resulta evidente que objetivamente caímos en una posición contraria al leninismo, en una posición que no era leninista sino nacionalista.

Nuestro error revestía tres aspectos de notable importancia: 1º. poner en primer plano (como si se tratara de una cuestión primordial) el debate de si consideramos oportuna o no la separación temporal ; 2º. tomar una posición al respecto hoy (cuando están lejos de reunirse las condiciones que caracterizarán la coyuntura política en la que será viable el ejercicio de la autodeterminación); y 3º . declararse partidario de la separación, si bien para favorecer una unión posterior.

Poniendo en primer plano ese debate fomentábamos una discusión que, desde el punto de vista de los intereses del proletariado, hemos de tender a liquidar. Hemos de llevar a la conciencia de los obreros la convicción de que toda división motivada por una discusión de fronteras es anti-proletaria. Hemos de reemplazar esa polémica, propia de la problemática burguesa, por una constante agitación y propaganda en favor de las consignas de igualdad nacional y libertad de separación cuya fórmula programática es: la revolución popular establecerá un régimen federal basado en el acuerdo de pueblos libres e iguales, en una amplia autonomía de los órganos del poder popular de cada región, el reconocimiento del catalán, del gallego y el euskera como lenguas oficiales, junto con el castellano, en sus áreas respectivas, el apoyo del Estado a estas lenguas anteriormente oprimidas y la proclamación del derecho a la autodeterminación (derecho a constituir un Estado aparte si la mayoría de la población así lo desea) a Cataluña, Galicia y Euzkadi, y a cualquier otro pueblo que manifieste su voluntad de ejercerlo.

Tomando una posición en el debate burgués "separación-si/separación-no", hoy, caíamos en una especulación metafísica pues hoy no es posible prever qué condiciones concretas serán las que encontremos tras la revolución popular, tras la conquista de la libertad nacional de Euzkadi.

Declarándonos partidarios de la separación veníamos a revigorizar una consigna nacionalista. El primer argumento que se aportaba para razonar esa conclusión aludía al peso de la ideología nacionalista: "Para canalizar debidamente una aspiración..." Se estaba hablando de la aspiración de determinados sectores (de los nacionalistas) a la separación. ¿Es justo que para canalizar esa aspiración en el sentido de la lucha contra el fascismo sea preciso hacer nuestra la consigna nacionalista de la separación? Esto talmente erróneo. Hemos de desplegar una gran actividad para atraer a los sectores populares nacionalistas a un Frente unido anti-fascista. Y no nos cabe duda que, si sabemos llevar a la práctica con acierto nuestra línea política, en este Frente unido se integrarán las amplias masas populares, hoy oprimidas y expoliadas por la reacción oligarco-imperialista, entre las que están los sectores populares de ideología nacionalista. Pero para atraer a esos sectores no es preciso (ni aceptable) hacer nuestras sus consignas. Mantengámonos firmes en las consignas de igualdad y libertad nacional, conquistemos efectivamente la vanguardia de la lucha, desarrollemos incansablemente nuestra política de unidad anti-fascista y, finalmente, cosecharemos los frutos apetecidos

* * *

 

Amigos lectores, camaradas:

Como habéis visto, a pesar de nuestra sincera aspiración a aplicar los principios marxistas-leninistas a nuestra realidad concreta, hemos cometido una equivocación cuya gravedad somos los primeros interesados en señalar. Esta vez hemos caído victimas de la influencia de la ideología nacionalista sobre el movimiento popular vasco. Ayudadnos con vuestras críticas a detectar los errores que, de esta u otra naturaleza, podamos cometer en el futuro.

(1) Lenin, Las tareas del proletariado en nuestra revolución, sep. 1917

(2)  " 
 La igualdad de derechos de las naciones, 1914

(3)  " 
 Las tareas del proletariado en nuestra revolución

(4)  " 
 Proyecto del Programa del PC (b) de Rusia, 1919

(5)  " 
 Sobre la caricatura del marxismo y el "economismo imperialista", 1916

(6)  " 
 La revolución socialista y el derecho de las naciones a disponer de sí mismas, 1916

(7)  " 

 Del derecho de las naciones a la autodeterminación, 1914

(8)  " 
 Tesis sobre la cuestión nacional, 1913

(9)  " Del derecho de las naciones...



(10) " De las "Resoluciones de la reunión del CC del POSDR, celebrada en verano de 1913 con los cuadros del Partido"

(11) " Del derecho de las naciones...


(12) " Las elecciones a la Asamblea Constituyen te y la dictadura del proletariado, 1919

(13) " Carta a los obreros y campesinos de Ucrania a propósito de las victorias sobre Denikin,

 

1919

 

 

[1] Santiago Carrillo, entrevista concedida a L'Humanité y reproducida en Mundo Obrero en la segunda quincena de Abril del 67.

[2] Escrito sin firma titulado "¿Es cierto?, en Mundo Obrero del 5 de febrero del 69.

[3] Declaraciones de Santiago Carrillo a L'Humanité Dimanohe, n» 206.

[4] Jorge Dimitrov, La ofensiva del fascismo y las tareas de la Internacional Comunista en la lucha por la unidad de la clase obrera contra el fascismo (Informe al 7º Congreso de la Internacional comunista presentado el 2 de Agosto de 1935)

[5] Stalin, Informe presentado en el 17º Congreso del Partido sobre la actividad del Comité Central del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS, el 26 de enero de 1934

[6] Discurso de José Díaz ante el Pleno ampliado del Comité Central del Partido Comunista de España, celebrado en Valencia los días 5, 6, 7 y 8 de marzo de 1937.

[7] Santiago Carrillo, Sobre la teoría marxista-leninista-stalinista del Estado y el papel del camarada Stalin en su elaboración, Nuestra Bandera de diciembre de 1949: citado en el libro titulado Adulteraciones del equipo de Santiago Carrillo, Ed. Vanguardia Obrera.

[8]  Dimitrov, informe citado.

[9] (*)So pretexto de la "colaboración socialista" y de la "división socialista internacional del trabajo", los social-imperialistas soviéticos han sometido a Checoslovaquia y a los demás países revisionistas a una situación de dependencia económica.

"Después del derrocamiento de la fracasada camarilla de Novotny, el grupo de Dubcek tuvo que constatar con preocupación que, en Checoslovaquia, de 10 automóviles, 9 funcionan con bencina soviética, que de cada 3 panes, 2 son hechos con harina soviética y que las plan tas metalúrgicas suspenderían dentro de pocos días la producción si se interrumpiese el abastecimiento de los minerales soviéticos. Los esclavizadores acuerdos" económicos que la camarilla capitulacionista de Dubcek-Svoboda suscribió con el gobierno soviético tras la ocupación de Checoslovaquia, ahan atado aun más la economía checoslovaca a la soviética.(...) Bajo la máscara de los innumerables "consejeros", todas las ramas de la economía checoslovaca se colocan y se colocarán bajo el riguroso control de los soviéticos. Estos intentan poner bajo su control las inversiones, de manera que éstas se ajusten en primer lugar a las necesidades e intereses soviéticos. En particular, la dirección revisionista soviética tiende a que el desarrollo de la industria checoslovaca dependa principalmente de las materias primas, del petróleo, de la energía eléctrica y los minerales de .los que le abastece la Unión Soviética, que este desarrollo esté a merced de la dirección soviética, que la distribución esté controlada por ésta y que la corona checoslovaca se encuentre bajo la dependencia y con trol del rublo soviético. Trata asimismo de establecer un riguroso control sobre el comercio exterior checoslovaco para que en su abruma dora mayoría se desarrolle con la Unión soviética y sus satélites y se ajuste a los intereses económicos y políticos de la dirección so viatica, de acuerdo con las coyunturas creadas en el redil revisionista y en sus relaciones con el mundo capitalista. Este, de hecho, es el camino de la transformación de Checoslovaquia en una "semicolonia industrial" de la dirección social-imperialista soviética." ("La R.S. Checoslovaca atenazada por los invasores revisionistas soviéticos", artículo publicado en el diario "Zeri i Popullit", del 19 de noviembre de 1968)

[10] Santiago Carrillo, La lucha por el socialismo hoy, Nuestra Bandera, suplemento al nº 58, junio 1968, p. 39.

[11] ¿Dónde va Checoslovaquia?, artículo del periódico "Zeri i popullit", 21 de abril 1968.

[12] Declaración del Comité Ejecutivo del PCE, 28 de agosto de 1968. Reproducida en Mundo Obrero de septiembre.

[13] Lenin, Un paso adelante, dos pasos atrás, 1904.

[14] Mundo Obrero, primera quincena de marzo de 1967.

[15] Santiago Carrillo, China a través del caos maoista, Nuestra Bandera, n» 53, primer trimestre de 1967.

[16] Un ataque de este género es el que lanzaba el corresponsal de la agencia de prensa revistonista Novosti, Jorge Dadiants, desde las páginas del periódico burgués francés "Le Monde" del 2 de abril del año en curso. Empezaba así uno de los párrafos de su articulo: "Es quizá todavía prematuro trazar un paralelo entre la China maoista y la Alemania hitleriana..." ( Los subraya dos son nuestros).

[17] (**) La prensa burguesa se ha ocupado de embarullar lo que ha tenido a bien llamar "los incidentes fronterizos chino-soviéticos". Cuantos hayan leído las noticias de los sucesos redactadas por las agencias de prensa yanquis, habrán llegado a pensar, tal vez, que los choques habidos proceden seguramente del clima de tensión que existe entre los dos países y que "resulta muy difícil saber quien ha agredido a quién". La versión de los medios de "información" anti-comunistas, no obstante, ha ocultado a nos cuantos hechos altamente expresivos. He aquí dos de ellos:

1) La lectura de los comunicados de Moscú y Pekín revela que sola mente los chinos dan cuenta de las bajas sufridas en la población civil (tanto en Sinkiang, como en Weilong y Usuli). Tal circunstancia solo puede explicarse si son los revisionistas soviéticos quienes han hecho uso de sus armas contra el pueblo chino.

2) Las fotografías llegadas del escenario de los conflictos permiten constatar una realidad bien conocida: el ejército soviético aparece dotado de modernos tanques, vehículos blindados y helicópteros (material característico de un cuerpo de invasión) mientras que las fuerzas chinas están integradas por simples patrullas guarda-fronteras (perfectamente capacitadas para repeler una agresión pero absolutamente incompetentes para agredir a un país vecino; el ejército popular chino, en general, está preparado, por su formación, estructura y armamento, para defender al pueblo chino de una agresión pero no para lanzarlo contra otros países) .

Hay que considerar, por otra parte, que una agresión china contra la URSS está en completa contradicción con la política de la República Popular China (que ha educado a las masas con la consigna siguiente: "No atacaremos si no somos atacados. Si somos atacados contraatacaremos".) mientras que los revisionistas soviéticos no han dejado de atentar contra la soberanía nacional de los países que caen bajo su dominio ( la invasión de Checoslovaquia y las amenazas contra Rumania son dos casos harto elocuentes).

Los revisionistas soviéticos, al agredir a China, han apuntado hacia un blanco bien definido. En su elección han influido las crisis que en todos los terrenos, van tomando cuerpo en la URSS como consecuencia de la restauración del capitalismo. La nueva burguesía burocrática y compradora que ejerce su dictadura sobre los pueblos de la URSS ha intentado desviarla atención y el descontento de las masas populares exacerbando el nacionalismo mediante la provocación anti-china.

[18]  (***) Los revisionistas pro-soviéticos como prueba "definitiva" del carácter socialista de la Unión Soviética, suelen argüir que mal se puede hablar de capitalismo cuando ha sido abolida la propiedad privada de los medios de producción que en URSS son propiedad, como es bien sabido, del Estado. ¡Poderoso argumento! Los revisionistas (que en esta cuestión se dan la mano con los trotskistas) confunden propiedad privada y propiedad individual; ignoran o aparentan ignorar que la propiedad privada de los medios de producción puede ser detentada por la burguesía bajo la forma jurídica de propiedad no-individual o social, a este respecto el lector hallará materia de reflexión en el artículo "La base social del revisionismo moderno" que incluimos en el Suplemento de Formación.

[19] Santiago Carrillo, El fracaso del estado de excepción, discurso pronunciado ante una asamblea de militantes del PCE, Abril 1969.

[20] Lenin, Las tareas del proletariado en nuestra revolución, sep. 1917

[21]  Lenin, La igualdad de derechos de las naciones, 1914

[22] Lenin. Las tareas del proletariado en nuestra revolución

[23] Lenin. Proyecto del Programa del PC (b) de Rusia, 1919

[24] Lenin. Sobre la caricatura del marxismo y el "economismo imperialista", 1916

[25] Lenin. La revolución socialista y el derecho de las naciones a disponer de sí mismas, 1916

[26] Lenin. Del derecho de las naciones a la autodeterminación, 1914

[27] Lenin. Tesis sobre la cuestión nacional, 1913

[28] Lenin. Del derecho de las naciones...

[29] Lenin. De las "Resoluciones de la reunión del CC del POSDR, celebrada en verano de 1913 con los cuadros del Partido"

[30] Lenin. Del derecho de las naciones...

[31] Lenin. Las elecciones a la Asamblea Constituyen te y la dictadura del proletariado, 1919

[32] Lenin. Carta a los obreros y campesinos de Ucrania a propósito de las victorias sobre Denikin, 1919