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ZUTIK! 55 zk

ORGANO TEORICO DEL BITZAR TTIPIA DE EUSKADI TA ASKATASUNA (ETA)

Setiembre 1971

DECLARACION DE LA 2ª PARTE DE LA VI ASAMBLEA

 

sumario

INTRODUCCIÓN


INEVITABILIDAD DE LA CRISIS DE ETA 


ENTRE LAS DOS PARTES DE LA VI: UNA ETAPA DIFERENTE

III. EL PAPEL DE LA TEORÍA Y PRACTICA REVOLUCIONARIA

  1. EXTRACTO DE RESOLUCIONES DE LA 2 PARTE DE LA VI ASAMBLEA

- TÁCTICA DE TRANSFORMACIÓN


- PROGRAMA DE INTERVENCIÓN


- Análisis del momento

- Intervención en el Movimiento obrero


- Intervención en el Movimiento de barrios y pueblos

- Intervención en la enseñanza

- Sentar las bases para los SOVIETS (o centros de poder Obrero) UNIFICADOS OBREROS Y POPULARES DE EUSKADI como paso previo para sentar las de los soviets a nivel de Estado

DESDE ETA HACIA DELANTE....

 

INTRODUCCION

Ahora hace algo mas de un año que aparecía nuestro anterior Zutik!, el n° 54, dedicado a la campaña de luchas despertadas con ocasión de la coyuntura de Convenios 71-72. La frecuencia y la regularidad no han sido características muy habituales en la publicación de nuestro órgano central de propaganda y todos aquellos que sientan interés por su lectura habrán podido comprobar que, de un tiempo a esta parte, aquellas características han brillado por su ausencia total. Ciertamente, todo un año sin sacar a la luz nuestra publicación más importante, representa un paréntesis muy largo en la vida de un organización política revolucionaria. ¿Qué ha ocurrido en ETA durante todo ese tiempo?. Por necesidad, se impone una explicación.

Aunque la publicación de nuestro periódico de masas —el Berriak— ha sido considerablemente mayor, exactamente tres Zutik! (números 52, 53 y 54) han salido a la luz desde la celebración de nuestra primera parte de la VI Asamblea en el verano del 70. Paradójicamente, desde entonces nuestra presencia en los distintos sectores de la lucha de clases (en el M.O. fundamentalmente), no ha hecho sino aumentar lenta pero progresivamente y, en consecuencia, la necesidad de responder con nuestro órgano central a los distintos problemas surgidos en el marco del Estado, y en Euskadi sobre todo, crecía también. Sin embargo, la aparición de nuestra propaganda, la difusión amplia de nuestros planteamientos políticos, ha estado muy por debajo de las exigencias planteadas por las constantes luchas. ¿Por qué?. La respuesta ya la conocen algunos y con este Zutik! queremos hacerla llegar al mayor numero posible de luchadores revolucionarios. La respuesta es tan breve y sencilla en su formulación como extensa y compleja en su contenido: La crisis de ETA.

Un fenómeno que con inusitada frecuencia viene repitiendo a lo largo de los últimos años es el de las escisiones en el seno de las distintas organizaciones políticas revolucionarias. Todo luchador consciente se sorprende, al tiempo que siente crispado su ánimo de lucha, ante este constante cuarteamiento de las filas revolucionarias. No vamos a referirnos ahora a esta cuestión tan estrechamente ligada a la viva crisis por la que atraviesa la revolución proletaria en el Estado Español. Únicamente hacemos mención a la misma, como expresión más de la actual encrucijada de la lucha de clases, por la sencilla razón de que nuestra organización se ha visto nuevamente afectada por dicho fenómeno general. En su difícil e intrincado caminar por la lucha de clases, ETA ha sufrido una nueva escisión.

En este numero del Zutik! a través de la explicación de nuestra visión y conclusiones acerca de la crisis, su génesis, desarrollo y desenlace, trataremos de proporcionar los elementos de juicio necesarios para alcanzar la comprensión global de la misma. Igualmente, hacemos una amplia exposición de nuestros actuales planteamientos teóricos generales, así como del programa con el que los militantes de ETA operan en los diversos sectores y en el seno de los distintos movimientos de masas. Consideramos que en este documento se recogen los aspectos fundamentales de nuestra política y que su lectura, enriquecida y contrastada con nuestra práctica diaria en la lucha de clases, constituye el mejor medio para conocer y enjuiciar el programa de nuestra organización así como las tareas a desarrollar en el doble frente de la transformación de ETA en organización marxista de vanguardia y de la aportación a la construcción del Partido del que tan necesariamente están necesitadas las masas trabajadoras.

En relación a la escisión recientemente sufrida por nuestra organización, hay otro aspecto de indudable importancia ante el que queremos hacer ciertas puntualizaciones: el confusionismo que para las masas supone el hecho de que diversas organizaciones políticas aparezcan bajo la denominación de ETA. Uno de los primeros principios adoptados por nosotros a lo largo de la batalla entablada contra las posiciones elitistas izquierdistas, manifestadas por el sector hegemónico de la antigua dirección, consistió en la renuncia resuelta y radical de cualesquiera actitudes "etistas" o tendentes al autorecogimiento bajo el amparo de unas siglas prestigiadas en el fuego de todo un capítulo de la lucha de clases desplegada en Euskadi, a lo largo del último decenio. Ya entonces, en el inicio de la crisis, optamos por la clarificación política y hoy pretendemos continuar siendo consecuentes con aquel principio. Pensamos que entre nuestra organización y la recientemente formada por la fracción escindida (denominada ETA(VI), y que también edita un órgano llamado Zutik!), la diferenciación debe ser política y no exclusivamente nominal. Pensamos que los problemas de confusión que pudieran sobrevenir del hecho insólito de la existencia de dos organizaciones políticas que dicen defender los intereses de la clase obrera y que se denominan de igual manera (ETA), publicando así mismo órganos de propaganda de igual nombre (Zutik!) quedan paliadas por la claridad y diferenciación en cuanto a las alternativas que se ofrecen. Así pues, no dudamos que quienes lean dichas publicaciones, podrán apreciar inmediata mente las diferencias existentes (nota[1])

Lo importante no son las siglas sino el proyecto gestado y madurado en el transcurso de nuestra crisis y cuya realización y puesta en práctica hemos iniciado ya. Lo más importante es la respuesta que se dé a los problemas que hoy nos plantea la revolución, ya sea en el terreno de la propaganda —como alimento para la educación ideológica de las masas—, ya sea en el terreno de la intervención política —como fortalecimiento real de las luchas concretas que se libran de continuo—. Es claro, pues, que la cuestión del nombre tenga para nosotros una importancia totalmente subordinada y no que la fracción escindida (netamente minoritaria en cuanto a efectivos militantes logrados de la escisión), tiene también derecho a utilizarlo.

Sería estúpido pretender que las siglas de una organización revolucionaria constituya un artículo susceptible de ser considerado como propiedad privada. No entraremos por tanto, en la absurda dinámica de la disputa, de la "competencia", con aquellos militantes pertenecientes a la fracción escindida. Ello constituiría la base objetiva de la aproximación a la típica trayectoria de secta que jamás nos cansaremos de combatir, así como el desprecio más sañudo hacia los objetivos revolucionarios que nos hemos propuesto alcanzar en este periodo organizativo de carácter netamente transitorio; transitoriedad que constituye la premisa básica de nuestro proyecto político-organizativo.

Somos conscientes de que en ETA quedan muchas cuestiones pendientes de solución, pero estamos convencidos de que lo hasta ahora resuelto nos permita operar con profundidad en el combate de la clase obrera y del pueblo, de modo que nuestros esfuerzos aporten cierto fruto en favor de la revolución proletaria. Si ETA logra hacerse realidad como vanguardia política del proletariado, de seguro no lo hará sobre la base de las gloriosas gestas de sus valerosos militantes en un pasado no muy lejano, sino que únicamente logrará acceder a este importante papel histórico a través de una recta política de clase mediante la resuelta y constante lucha por la abolición del capitalismo y de sus múltiples formas de opresión.

EL COMITÉ EJECUTIVO

 

I- INEVITABILIDAD de las CRISIS en E. T. A.

La interpretación de la trayectoria de ETA, como el fenómeno de una organización que se inscribe y es producto de un fenómeno tan amplio cual es el nacionalismo vasco, no es una labor que pueda considerarse cumplida tras la enunciación de unas cuantas generalidades o con la invocación a la tópica fraseología de la fenomenología de las crisis internas en el seno de las vanguardias proletarias.

Siendo consecuentes con la intención de reflejar el por qué de las varias crisis que han sacudido a nuestra organización en el transcurso de su original desarrollo, es necesario delimitar los campos y distinguir niveles con el fin de lograr una positiva asimilación de nuestra historia evitando los simplismos y juicios valorativos ajenos a la objetividad y al rigor del análisis dialéctico.

La multiplicidad de factores que animan la lucha de clases dotándole de un carácter de extrema complejidad, se manifiestan en todos los ámbitos que entraman la realidad social, no dando respiro en la constante y difícil tarea de definir y precisar las coordenadas histórico-sociales desde las cuales poder caracterizar los contextos que encadenadamente se suceden en el ininterrumpido desarrollo de la sociedad. Semejante torbellino que de manera multiforme repercute en todas las vertientes en las que se ramifican la actividad económica, política, cultural, etc., del colectivo social, no escapa al qué hacer del ejército de revolucionarios que agrupados en diversas organizaciones, combaten por la implantación de la libertad y por el socialismo.

Cualesquiera alternativa política se fundamenta y se aplica a través de una constante mención y referencia a la naturaleza y al curso cambiante de los acontecimientos, que, al ritmo de la presión de las fuerzas sociales, van configurando un marco social político, cuya transformación revolucionaria exige abastecer de soluciones y respuestas al apretado haz de problemas que emanan y son producto de su dinámico proceso. Las dificultades lógicas para lograr una total uniformidad en la gestación y conclusión de dichas soluciones-respuestas, determina el que dichas organizaciones revolucionarias se vean envueltas en una dinámica cuya diversidad y puntos de vista a la hora de interpretar y conducir el combate contra la explotación, representa una fuente de constantes fricciones en las filas de los movimientos revolucionarios. En ese sentido, los principios leninistas en materia de organización en sus diversas acepciones e interpretaciones, desempeñan un importante papel de cara a la conversión de la lucha ideológica en un factor de clarificación y fortalecimiento de la línea política de las organizaciones marxistas-leninistas existentes.

Sin embargo, en ocasiones y aun en el caso de que la instrumentalización de la lucha ideológica sea correcta, la naturaleza y el grado de enfrentamiento de las divergencias supera las posibilidades del marco organizacional y aquellas devienen en rupturas y escisiones.

Sin caer en el tópico mecanicista de afirmar que "las crisis siempre son positivas", siempre y cuando las posiciones teórico-políticas que se excluyen están fundamentadas en análisis objetivos y de coherencia argumental y no sobre la retorica sectaria, doctrinal o personalista, indudablemente la ruptura tendrá un claro carácter positivo por cuanto habrá contribuido a la necesaria clarificación de los diversos aspectos que dan vida al movimiento revolucionario. Constatada la contribución de tales crisis internas al discernimiento de la auténtica política proletaria rescatándola de la adulteración a que se ve sometida por la influencia de ideologías no proletarias, de tal constatación se desprende la necesidad de dichas crisis como factores correctivos, a todos los niveles, de los fundamentos del bloque revolucionario.

Tras estas consideraciones, pasamos a abordar el problema del porqué la propia naturaleza de ETA determina el que sus crisis sean no sólo necesarias sino inevitables.

Sí bien en el desarrollo de nuestra organización se pueden delimitar fases o estadios con un carácter específico que las diferencia marcadamente, dichas fases diferenciadas se sucedían sobreponiéndose unas a otras siguiendo un hilo lógico, toda vez que las fórmulas utilizadas para argumentar y sustentar las modificaciones del sistema ideológico de la organización, jamás contaban con la precisión del análisis ni con las condiciones objetivas necesarias para una ruptura global, resuelta y radical con su naturaleza sui géneris, con su personalidad organizativa.

¿Cual es el rasgo definitorio de la naturaleza con la que ETA surgía hace una docena de años y con la que iba a desempeñar un papel de consecuencias inimaginables en la esfera del nacionalismo vasco?. El zigzagueante desarrollo de ETA en la asimilación de los principios marxistas, la gradual y sobresaltada aproximación hacia posturas de clase proletarias, se desarrolla en un marco político en el que tenían cabida aquellos factores que estando inicialmente atrapados por los tentáculos de la ideología pequeño burguesa, eran portadores de una potencial susceptibilidad de iniciar un desarrollo teórico inasimilable por aquella ideología artífice y animadora de la importante penetración que nuestra organización lograría en un importante sector de las capas populares, y en un cierto sector del proletariado.

¿Cómo se entiende esto en la realidad?. Habría que enmarcarlo en unas coordenadas socio-políticas concretas, en unas condiciones objetivas que crean las bases necesarias para que la organización surja y sobre todo se desarrolle. ETA en una situación en la que el proceso de concentración y centralización del capital va estrujando a la p-b en general —y en Euskadi en particular— toda vez que el sistema dictatorial represivo nacido de la guerra sigue negando toda libertad ya sea política, cultural o lingüística. En este contexto, la inoperancia política del clásico P.N.V. es manifiesta, y por otra parte, la nueva generación surgida de las cenizas de la guerra va tomando el papel de protagonista en todas las manifestaciones de la lucha de clases. Este entramado, a grandes rasgos, crea las condiciones necesarias para el surgimiento de una organización que abandera la lucha contra la opresión nacional, con unos métodos radicales, oponiendo la violencia especializada ante la fuerza represiva del sistema, creando un arraigo y concienciación del fenómeno de la opresión nacional y una profunda radicalización en sectores de las capas populares vascas.

En este sentido, con unas condiciones objetivas que favorecían la expansión y el arraigo en el pueblo en general de los objetivos políticos y de la ideología segregada por la p-b, nuestra organización iniciaba —dotada de una política acorde con aquellos intereses— un proceso que atraería a sus filas a luchadores de procedencia social diferente. Un proceso dirigido por un basamento ideológico nacido no de un análisis científico de los fundamentos de la realidad objetiva de la opresión nacional, sino a partir de una perspectiva ideológica p-b, y revistiéndola con una política coherente pero irreal, acientífica.

Sin embargo, otro factor incide en este proceso, un factor interno a la organización. El grueso de ésta percibe en la vida real los efectos de la superestructura política dominante: la salvaje represión en Euskadi, que anula las mínimas libertades lingüísticas, culturales, etc..., junto a un aparato burocrático estatal formado casi exclusivamente por personas que no son vascas. El aspecto exterior es efectivamente de una nación (España) que ocupa casi militarmente a la otra (Euskadi). De ahí que cale profundamente en nuestros militantes la teoría del colonialismo, tercermundismo, etc., elaborados por hombres "políticamente más conscientes" de la organización, acérrimos defensores de los intereses de la p-b. El factor consciente no existe en la militancia; las apariencias externas de Euskadi arrastran a éstos a abrazar unas teorías coherentes con ellas pero terriblemente irreales. Ello traerá profundas consecuencias que analizaremos más tarde.

En este contexto se mueve la organización. Una política coherente pero irreal, ineficaz en suma, con unos hombres terriblemente entregados y activos que son arrastrados en su mayor parte por aquella política de una manera inconsciente. Resulta significativo analizar dentro de este terreno la crisis que sacudió a ETA en su V Asamblea, para comprender mejor este proceso.

En esta Asamblea, aparece por primera vez en nuestra historia organizativa, el intento de conducirla hacia posturas de clase proletarias: la expulsión de los compañeros que por aquel entonces se autodenominaban ETA-berri. ¿Por qué falló aquel primer intento?.

El materialismo histórico nos enseña que para producir un cambio, la acción subjetiva tiene sentido y produce efecto sobre las condiciones objetivas cuando actúa previo análisis de las mismas, a partir de ellas, con un análisis dialéctico correcto. Así, el cambio se presenta como una interrelación dialéctica entre las condiciones objetivas y la acción subjetiva que actúa en consonancia sobre aquellas, deviniendo efectiva. Pues bien, esto nos puede explicar la crisis de la V Asamblea, la actuación de ETA-berri en aquellos momentos.

Subjetivamente, llegan a la comprensión de ciertos fundamentos marxistas, e intentan actuar sobre la organización, sobre sus condiciones objetivas. Sin embargo, su deficiente asimilación del marxismo les llevará a no analizar correctamente el contexto socio-político en el que se inscribe la organización y, en consecuencia, a no plantearse alternativa alguna viable para aquella, cayendo en el terreno de las declaraciones obreristas e izquierdistas. La reacción es fulminante y significativa: se monta la Santa cruzada antiespañolista. Los compañeros más conscientes políticamente en el terreno del nacionalismo profundizan en la cortina seudocientífica que defienden sus intereses y basamentaban la organización: con un lenguaje seudomarxista elaboran su estrategia colonialista, siguiendo los esquemas tercermundistas, los distintos frentes de luchas, el comodín del FNV, etc., y, por si fuera poco, lanzan la acusación de españolismo, tocando en lo más vivo del sentir de la militancia: la opresión nacional. La base ante un único planteamiento coherente con la apariencia externa de ocupación que presenta Euskadi y ante una acusación izquierdista y unas cuantas calumnias de todo tipo, reacciona como es de esperar.

Sin embargo, la organización no queda insensible al movimiento obrero después de ésta asamblea, hecho que esta tocando a su fin el trienio de 1964-1967 de fuertes luchas obreras —en abril del 67 termina la huelga de Bandas—. En los acuerdos de ésta asamblea se identifica por primera vez la contradicción social con la contradicción nacional y se afirma que es la clase obrera vasca la que, por ser la mas revolucionaria y la más numerosa, la que debe conducir la lucha de liberación nacional en sus dos fases: la de la revolución nacional y la de la revolución social.

Estas afirmaciones pronto se demostrarían lo que eran en realidad. No se ha roto teóricamente el marco del nacionalismo y la práctica sigue siendo activista. En los tres años que siguen, el movimiento obrero entra en crisis. Del 64 al 67, el movimiento obrero combinaba la lucha ilegal con los cauces legales, —jurados, convenios—, siempre había una parte combativa en el jurado que colaboraba con la comisión obrera; pero esta estructuración exige dos requisitos: un cierto apaciguamiento de las formas mas duras de la represión y una expansión económica que permita se den aumentos salariales en los convenios. Ambas condiciones faltaban a partir del año 67: detención de líderes obreros, congelaciones salariales. ETA encontró así una justificación a su activismo. En vez de buscar una solución al Movimiento Obrero, interpreto la realidad cabeza abajo y llego a la conclusión de que era el activismo necesario, precisamente porque el nivel de las masas era bajo, porque hacía falta despertar la conciencia popular.

Y en este contexto, ha de ser necesariamente la práctica la que, en todos los frentes, cree contradicciones en la organización. La endémica incapacidad política de la p-b, para solucionar la oleada de contradicciones desatadas por la progresiva conflictividad de la lucha de clases en todo el marco del Estado y de Euzkadi en particular, junto con la osmosis o absorción de las contradicciones sociales que se producen en la organización al ritmo del crecimiento de sus militantes en todos los frentes de lucha, aceleran la inestabilidad del andamiaje político-estratégico de ETA, al tiempo que se convertía en una plataforma de fuertes tensiones entre las diversas alas o fracciones que comienzan a crearse en su seno.

Nuestra práctica fundamental, el activismo especializado individual, como forma de resolver la contradicción, para nosotros entonces fundamental, de la opresión nacional, se va tornando inefectiva. Nuestros esquemas de acción-represión-acción, según los cuales después de una acción, la represión se cebaría en todo el pueblo, aumentando la combatividad de éste, nos muestra que, contrariamente, la represión se ciñe en la minoría de activistas. (Gran caída del 69).

La militancia que había aceptado inconscientemente, se había dejado arrastrar por la política radical nacionalista, va poniendo en cuestionamiento aquella política, comprobada inefectiva en la práctica. De la misma manera que por las apariencias externas de Euzkadi, se abraza el nacionalismo, por su propia práctica va cuestionando los fundamentos de aquella. Y por estas causas, simplificadas no cabe duda, por el carácter de este manifiesto, la trayectoria de ETA evoluciona al compás de las exigencias que plantea la lucha de clases, dilatando los frentes de lucha, multiplicando considerablemente la cantidad y la complejidad de los problemas a resolver, desdibujando —por una especie de elasticidad impuesta— las líneas divisoras entre el tronco ideológico inicial asumido en otros tiempos por la organización y aquellos otros que influían en sus militantes, influencia devenida de la práctica, de contactos con militantes de otras organizaciones, etc. En definitiva, la composición de la organización se moleculiza y sus estructuras dan cabida a una mayor amplitud de criterios políticos, característica propia de un movimiento político, amplio.

De la misma manera que los fundamentos ideológico-políticos de la organización se tambaleaban, se van creando los embriones de la crisis que sacudiría de nuevo a ETA en la primera parte de la VI Asamblea. Las diversas concepciones que componen el mosaico de matices ideológicos de la organización, indudablemente no habían explicitado —todavía entonces— las consecuencias organizativas y el alcance de su posterior desarrollo. Pero dicha explicitación no tardará en iniciarse, pues aquellas concepciones intuitivas y poco maduras gozaban de la propiedad de constituir formas embrionarias de posteriores antagonismos dotados de una mayor conciencia.

Tales antagonismos habían de conducir, inevitablemente, a rupturas organizativas. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que los enfrentamientos no giraban en torno a aspectos matizados parciales, sino alrededor de posiciones globales opuestas desde la raíz, que imposibilitaban por ello mismo, toda posibilidad de convivencia en el marco organizativo e incluso de instrumentalización de medios para la superación de las diferencias. Precisando más, cabe decir sin temor a error que por la acción de las leyes de la dialéctica, todo sistema en el que germinen cualesquiera tensiones de carácter antagónico, no puede posibilitar en su mismo seno la superación de tales antagonismos. La solución a semejantes contradicciones únicamente será posible fuera del sistema en cuestión y dentro de otro más desarrollado.

E indefectiblemente, estas posturas antagónicas que convivían en la organización habían de explotar y lo hacen en la 1ª parte de la VI Asamblea. ¿En qué consistió en realidad aquella crisis?.

Decíamos mas arriba, que es en la práctica de lucha donde van poniéndose en cuestionamiento las fundamentaciones políticas que canalizaban la actividad militante en todos los frentes y que consecuentemente van tomando cuerpo en la organización diferentes posturas de rechazo al nacionalismo subyacente. Sin embargo, tales posturas siguen moviéndose en el terreno de las intuiciones, de la ceguera política, pues una vez más, falta el elemento consciente que analiza científicamente la realidad y actúa en consecuencia. Vuelve a ser significativo el desarrollo de la primera parte de la VI Asamblea, de la cual salimos con la más absoluta desnudez política. Fruto de los antagonismos que ya existían, son expulsados los compañeros que no habían evolucionado desde la V Asamblea y seguían defendiendo firmemente las posturas nacionalistas, (los que hoy llamamos ETA V) y posteriormente abandonan la organización el grupo Saioak, por considerarla intrínsecamente nacionalista e incapaz de evolucionar.

Los que nos quedamos, no sabemos en realidad las tareas que se nos abren. Y nuestro proceso empirista nos había forzado a abandonar los presupuestos ideológico-políticos por los que habíamos luchado y a querer ver la realidad bajo una perspectiva marxista, demasiado genérica, nos seguía faltando el elemento consciente, nos seguíamos moviendo en el terreno de las intuiciones. Habíamos sido nacionalistas, queríamos ser organización marxista. Pero, ¿qué pasos había que dar para acceder a ella?. Nada lo teníamos claro y por otra parte tampoco habíamos superado completamente el nacionalismo. Entonces se podía aplicar la famosa frase de "ahora que Dios no existe, todo está permitido".

Nos sobrevino el juicio de Burgos y sus movilizaciones que nos afirman en gran manera en nuestros intuitivos presupuestos marxistas. Por inercia seguimos interviniendo durante cierto tiempo, en el mayor vacío político.

Abandonada, la línea estratégica nacionalista que había canalizado la actividad organizativa durante algunos años, actividad que a su vez había sentado las bases para su rechazo y consiguiente declaración marxista-leninista, ETA se encuentra con un único aglutinante real: la firme decisión de trabajar entre las masas. Este contexto sitúa la indefectibilidad de que tarde o temprano una nueva crisis de distinto carácter, no cabe duda, debía sacudir a la organización. Situados después de la primera parte de la VI, en el terreno de los principios marxistas, con una voluntad subjetiva de dirigir desde ésta perspectiva todo el complejo entramado de la lucha de clases y la opresión nacional como una peculiar manifestación de ésta, no podíamos en la práctica desenvolvernos eficazmente en estos nuevos objetivos, bajo nuevas perspectivas de clase. Efectivamente, si analizamos el conjunto de requisitos necesarios de cubrir para acceder al desempeño de un papel activo y real como vanguardia política del proletariado, habremos de manifestar que sólo un partido dirigido por una teoría de vanguardia, por una teoría revolucionaria clara y delimitada, puede cumplir la misión de combatiente de vanguardia y en relación a éste imperativo impuesto por las tareas revolucionarias a desarrollar en la irreversible dinámica de la lucha de clases, la más rigurosa delimitación política se hace necesaria. No cabe la menor duda de que nosotros no poseíamos los requisitos y lo que es más grave, no habíamos establecido el puente, la mediación necesaria e insoslayable para el acceso s esos requisitos.

¿A qué obedecía eso en realidad? A lo largo de éste punto hemos mencionado varias veces el predominio de la intuición sobre la conciencia que ha hilado el delirante proceso de ETA y decíamos que este factor acarrearía profundas consecuencias. Efectivamente en el transcurso de su historia, los militantes de ETA se ven arrastrados en una dinámica en el fondo inconsciente. Ante unas apariencias socio-políticas externas en Euzkadi, fruto de la superestructura política franquista que cava las bases materiales para un arraigo de la conciencia nacional abrazamos la ideología que más coherentemente entrelazaba esa coherencia real ([2]), ante una constatación práctica de la inoperancia de las respuestas fruto de aquella política, inoperancia devenida de la inherente incapacidad política de la p-b para resolver cualquier contradicción social respondemos rechazando aquellos presupuestos y declarándonos marxistas. En todo el proceso se observa el fruto del empirismo, el bamboleo organizativo ante los embates de la lucha de clases.

Solo que situados en el terreno marxista, ya no caben las respuestas intuitivas, el actuar en la lucha de clases de una manera ciega, inconsciente, pues si una realidad es atribuible al marxismo, es la comprensión científica de las leyes de desarrollo de la sociedad, comprensión que deviene en arma transformadora cuando es aplicada convenientemente por un partido revolucionario. ETA, había declarado su voluntad de llegar a ser una organización marxista, pero no había establecido —desde ésta perspectiva no cabe duda— la mediación necesaria para acceder a ella y lógicamente, no estaba capacitada para ejercitar esa capacidad de transformación propia de una organización marxista-leninista, en el estricto sentido de la palabra.

Dicho de otra manera, había que resolver la contradicción organizativa entre la voluntad de constituirnos en organización marxista y el hilo conductor que guiaba nuestra práctica: la intuición, la inconsciencia. Había que romper indefectiblemente con aquel hilo conductor, había que analizar retrospectivamente todo nuestro proceso, aquellas experiencias-eje de nuestros saltos cualitativos, aquel devenir ciego para de una vez en la historia, convertir el ser arrastrados por la lucha de clases, el inconsciente, en un plan concreto y determinado, en un puente entre lo que habíamos sido y queríamos ser. Un plan nacido de la experiencia de largos años de lucha, de un análisis marxista elaborado por toda la organización que catapultase aquel proceso inconsciente en una conciencia real, científica, poniendo las mínimas bases marxista necesarias para alcanzar nuestros objetivos.

Realmente, había que hacerlo... y ahí se sitúa la última crisis.

 

II- ENTRE las DOS PARTES de la VI: Una etapa diferente

El período que se abre a partir de la primera parte de la VI Asamblea, representa para ETA —a la vez que la antesala en la que van a madurar las condiciones para el estallido de 1a crisis en el verano del 72— la más clara oportunidad de acumular los datos que debidamente analizados e interpretados, van a proporcionar la agudeza de criterio necesaria para neutralizar los efectos de unos lastres que dificultaban la visión coherente de la verdadera medida de ETA cono instrumento útil para la revolución proletaria y para el planteamiento radical de las nuevas tareas a desarrollar en el futuro inmediato .

Para proporcionar la más elevada comprensión del alcance e implicaciones de la crisis que motivará la escisión entre nosotros y la organización denominada ETA-VI, haremos especial hincapié en el debate político, que aunque planteado, no llegó a desarrollarse de forma organizativa, sino de forma sectorial y limitada a un pequeño número de cuadros. ¿Por qué esa insistencia en el debate? sencillamente porque constituye el epicentro mismo de la crisis, el eje en torno al cual se van a producir los enfrentamientos con la fracción escindida, el nudo organizativo central cuyo desenredo supone la clarificación de toda una serie de puntos oscuros que se habían acumulado y la consiguiente y definitiva ruptura con la fracción que decidió auto-excluirse de la organización.

Dos caminos se nos abren para la explicación de nuestra interpretación global de la crisis y de los fundamentos de nuestra postura: o una explicación cronológica de los hechos, analizándolos en su sucesión, o resaltar los aspectos más relevantes que se daban cita en los distintos niveles de desavenencia, subrayando la significación de la tesis enfrentadas y resumir desde ahí lo esencial de nuestros planteamientos. Nos hemos decidido por esta segunda alternativa. Este documento se orienta hacia interpretación de la crisis en su dimensión más propiamente política y la explicación cronológica tiene su lugar adecuado en la documentación interna de la organización. En cualquier caso haremos mención a los hechos o situaciones que puedan enriquecer la ilustración d
e las cuestiones teórico-políticas.

a) La trayectoria de ETA a partir de la primera parte de VI Asamblea

Cualquier fenómeno está condicionado y determinado por una serie de motivaciones. El caso de nuestra reciente crisis no escapa a esta ley. Su aparición viene precedida de un largo y difuso cúmulo de estimulantes que reclaman justa respuesta. De ahí que para comprender y asimilar verdaderamente el contenido de nuestra crisis, se imponga la necesidad de considerar sus antecedentes.

En la primera parte de la VI, la ruptura —netamente doctrinal— con el nacionalismo no va acompañada de una opción política capaz de impulsar una dinámica organizativa hacia la delimitación de una alternativa de acuerdo con las nuevas ideas que comenzaban a tener arraigo en la mentalidad de los dirigentes —por supuesto, éste arraigo era menor en la militancia—. Dada la confusión imperante en el seno de la organización, estas ideas difícilmente podrían centrar el rumbo de ETA y cubrir el vacío ideológico creado como consecuencia de la renuncia a seguir impulsando una actividad política bajo la tutela de las concepciones p-b.

Se avanzaba, no cabe duda y la constatación de los avances realizados servía para alimentar y afirmar la voluntad de proseguir en el empeño, de tirar "hacia adelante" De ésta manera, el voluntarismo y el apego al quehacer práctico persisten, como consecuencia de una guía que orientase nuestra actividad y representa, por otra parte el factor interno-subjetivo, más importante en el camino hacia el descubrimiento y adquisición de tales guías.

La resolución de no continuar satisfaciendo
 los intereses de la burguesía nacionalista no se basa en un planteamiento totalizado que presente una alternativa explícita contrapuesta a la negativa de continuar asumiendo el papel de brazo ejecutor-defensor de los intereses de aquella clase social. Po el contrario, la nueva alternativa por inexistente, está latente bajo unas declaraciones impregnadas por el reflejo ideológico del voluntarismo: el idealismo. ETA se declara organización al servicio de los intereses del proletariado.

 De acuerdo con esta situación organizativa, ETA aporta todo lo que le permiten sus posibilidades políticas: la robusta subjetividad revolucionaria de sus militantes que se lanzan —pertrechados simplemente, con algunas proclamas revolucionarias— a la tarea de agitación entre las masas trabajadoras. El resto, al igual que en toda su historia, correría a lo largo de la lucha de clases, que con sus continuos impactos no tardaría mucho en hacer saltar, hecha trizas, la frágil corteza bajo la que permanecían los problemas esenciales de la organización: eclecticismo teórico en que se traducía el vacío ideológico, la mas absoluta desnudez política, etc.

Así, con un bagaje tan sumamente simple, ETA inauguraba una nueva singladura en su larga y compleja trayectoria. A falta de una ruta a seguir, a falta de un trazado político estratégico será el propio caminar cegad
o el que nos oriente (no sin desorientaciones) los pasos a dar. Descubrimos una realidad política dividida dentro de la
 izquierda, caemos en la cuenta de que el "socialismo” genérico, hacia el que orientamos nuestros ánimos de lucha, en la primera parte de la VI, estaba materializado en 
corrientes políticas diferenciadas. Ello plantea a la organización la necesidad de
 especificar sus planteamientos excesivamente generales, faltos de respuestas precisas a los problemas que plantea la lucha de clases en un marco y en unas coordenadas 
históricas concretas; pone sobre el tapete la necesidad de perfeccionar nuestras armas de combate —poco eficaces por toscas— para dar con una intervención más certera e infinitamente más acorde con el discurrir de las contradicciones sociales.

Desde la primera parte de la VI hasta el momento en que surgen las primeras manifestaciones de la crisis, la originalidad más acusada de ETA radica en que sus estructuras agrupan a militantes revolucionarios exentos de definición política. Esta originalidad (que es además bifacética) hace que la tarea de definición política deba partir de dicha realidad básica. La doble faceta de esta originalidad la ciframos en que:

- no sólo, en la primera parte de la VI ETA no se define, sino que

- a partir de ése momento histórico, las filas de la organización van siendo engrosadas por la entrada de nuevos militantes no definidos.

Este último aspecto nos parece muy importante ya que nos demuestra que en éstos dos  últimos años, la existencia de ETA no ha sido estática, anquilosada en sus limitaciones iniciales, sino que ha discurrido sobreviviendo a sus propias y endémicas adversidades. En éste sentido , cabe hablar de ETA como cierta opción, cierta vía para una importante franja de revolucionarios encuadrados en Euskadi.

La necesidad de concretar y de vertebrar coherentemente nuestros recursos conjuntando los factores subjetivos —potencialmente revolucionarios— y la realidad objetiva circundante (conjunción posibilitadora de un arma combativa integral que devenga fuerza política consciente, agente motriz de la transformación revolucionaria del entorno social y de su propia realidad viva), esa necesidad, no se manifiesta en una tendencia orgánica hacia adscripción a los agentes políticos estratégicos ya existentes. Esa necesidad se canaliza en una acumulación cuantitativa de fuerzas que tiene como contrapartida cualitativa, la negación de la fuerza misma: la debilidad política, la dispersión y heterogeneidad organizativas más acusadas.

En ETA no entran lo militantes marxistas que ya cuentan con una respuesta global, estratégico-táctica,  a la densa problemática que emerge de la lucha de clases, en ETA entran aquellos que no hallando alternativas satisfactorias entre el abanico de la organizaciones políticas portadoras de sendas respuestas estratégicas al sistema capitalista y a las formas políticas encarnadas por la dictadura, las buscan a través de una organización, que en principio y por su peculiar naturaleza está abierta a la posibilidad de hallarlas. Esa organización política que arrastra la paradoja de no estar políticamente definida, es ETA.

Señalaremos resumidamente algunos de los aspectos más relevantes de ETA durante este período:

- La organización no ha tomado sus propias riendas, es arrastrada por su propio proceso inconsciente y no puede guiarse a sí misma. Es decir, el empirismo, la sola voz de la experiencia, continúa siendo la fuente de la que se nutre la cultura política de ETA está impedida de alterar cualitativamente su personalidad sustancial. Es necesario un desarrollo teórico, el ejercicio de una racionalización para la interpretación de tales experiencias y para romper la supremacía de lo espontáneo sobre lo consciente .

-Sin embargo, la necesidad de ese desarrollo teórico, será producto también de la propia experiencia. No se trata de un juego de frases. La ruptura con el nacionalismo, supone la ruptura con un compromiso político. En la primera parte de la VI, ETA no se compromete a nada EN CONCRETO , sino que se compromete con algo abstracto (el socialismo genérico) que por su propio carácter (teoría para la acción), debe ser concretado. Y es precisamente la realidad quien impone esta necesidad ineludible: la pretensión de ser vanguardia política de un movimiento obrero tan ascendente y ramificado como el actual, exige una política clara y definida.

-La característica más destacada de ETA (indefinición política), se contradecía ferozmente con esa exigencia en la lucha de clases, su composición era un conglomerado heterogéneo. La definición política era absolutamente necesaria, ETA debía cambiar de fisonomía. De ahí, la inevitabilidad (con ruptura o sin ella) de la crisis que se avecinaba...

b) El debate político, la transformación organizativa, el problema del autodinamismo.

Aunque más adelante y dentro de nuestra global interpretación de la reciente crisis, trataremos de explicitar la significación y el alcance que poseen en los respectivos planteamientos manifestados por las dos concepciones divergentes, que terminarán por excluirse mutuamente, bueno será que avancemos aquí la definición de términos y conceptos que se esgrimirán a lo largo de la radical polémica.

* Por “definición política” entendemos la labor a desarrollar en torno a la tarea organizativa central de ETA tras la primera parte de la VI: superar el eclecticismo teórico acarreado por el rechazo “a palo seco” de la ideología nacionalista; dotar, en definitiva, a la organización con un proyecto político determinado así como con las bases teóricas sobre las que se fundamente aquel proyecto

* Por su parte, el concepto “transformación organizativa de ETA” engloba la tarea de adecuar el cuerpo estructura-organizacional con arreglo al proyecto político por el que , en su momento, hay optado la organización, así como la superación, a través del marxismo, de los lastres p-b, que todavía persistirán en ETA tras la ruptura —puramente doctrinal como ya se ha dicho— con el nacionalismo en la primera parte de la VI Asamblea (dichos lastres se manifestarán en aspectos tales como el estilo en el trabajo político, métodos de dirección, trazado de las tareas, etc.).

* Anteriormente hemos calificado el debate desarrollado en la organización como "epicentro de la crisis". Semejante calificativo deviene de la circunstancia de que en el debate se van a dar cita las problemáticas que rodean a los conceptos arriba definidos: a la problemática en torno a la definición política, se sumará la relacionada con la transformación de ETA.

A la alternativa “destruir ETA” propugnada por Saioak —denominación posteriormente adoptada por las células rojas dimisionarias en la primera parte de la VI (ver Zutik 52)— en el nº 3 de su revista y fundamentada en una pretendida esterilidad congénita de la organización para su hipotética posibilidad de operar en la lucha de clases como vanguardia política del proletariado, nuestra organización opuso la alternativa “transformar ETA” sobre la base de la potencialidad mutadora que atribuíamos a la organización y rechazando el mito según el cual, ETA era una organización refractaria a la transformación revolucionaria e irremisiblemente perdida como opción válida para la aplicación de un política de clase proletaria.

El debate en nuestra organización (instrumentalizado en la cuarta reunión del  B.T. elegido en la primera parte de la VI) surge como la respuesta necesaria e indemorable al principal problema organizativo: el absentismo político, la inexistencia de unas líneas maestras político-estratégicas.

Cuando las exigencias de la lucha de clases alcanzaron ya la cota de la intransigencia, cuando los sectores más conscientes de la organización hubieron y comprendido la “improrrogable” necesidad de transformar sustancialmente nuestra anacrónica organización; cuando el emblema “IRAULTZA ALA HIL” pasaba por el difícil trance de constituir la inscripción de la lápida sepulcral de ETA o de convertirse en un auténtico grito de combate para una auténtica organización de combate; cuando éstas cuestiones simplificaron palpablemente las opciones organizativas (el "sino" de la organización: definirse o morir) el concepto del debate, el debate como mediación, el debate en abstracto (luego hablaremos de nuestra experiencia de debate) se nos brindaba como la única alternativa redentora para dar un rotundo mentís a las tesis de Saioak, para llevar a buen fin los triunfalistas pronunciamientos de la primera parte de la VI. De ésta forma, el debate político representaba el acto inaugural de la deseada transformación organizativa.

En febrero del año pasado, el B.T. determina un esquema de puntos (alternativa revolucionaria a ofrecer al derrocamiento del franquismo, tipo de partido a construir, etc.) sobre los que debería de tomar posición la 2ª parte de la VI cuya celebración  se llevaría a cabo 6 meses más tarde; se nombra una comisión central de debate (CCD) integrada por los máximos dirigentes que se hallaban en le exilio y cuya función sería la de canalizar el debate bajo la supervisión del Comité Ejecutivo. Por último, se establece que unas semanas antes de iniciar la 2ª parte de la VI, se celebraría una reunión ampliada del BT (B.T.A.) para ultimar todo lo referente a su preparación.

No obstante, la promulgación de un periodo de debate, no pasó, en aquel entonces, de una simple formalidad administrativa, quedando al aire ([3]) todo aquello que se engloba dentro de lo que vulgarmente se entiende por planificación. Al compás de su aparición, los boletines de debate no hicieron sino enraizar en la organización la sensación de hallarse ante una incógnita cuya incomprensión impedía dar un sentido coherente a la misteriosa "transformación" que comenzaba a darse en ETA. De todas formas antes de entrar de lleno en la explicación de lo que estaba empezando a ocurrir, nos detendremos brevemente a examinar algunas de las particularidades propias de ETA que ayudaran a comprender el por qué del hecho sintomático de que amplios sectores de la militancia advirtiesen que ETA comenzaba a transformarse.... en una torre de Babel.

Una particularidad esencial de nuestra trayectoria organizativa, de la estela organizativa dibujada en la lucha de clases de los últimos años, las grandes virtudes y los terribles defectos que lleva consigo ese pasado organizativo inmediato, se cifran en que ese discurrir de ETA se ha desarrollado a expensas de una absoluta ceguera política, sin ningún viso de opciones políticas previas, a remolque de una formación exageradamente empirista. Este hecho, hace que los criterios de transformación de ETA en organización de vanguardia capaz de presentar alternativas y soluciones a problemas que plantea la lucha de clases; repetimos, la génesis y la naturaleza específica de ETA hacen que el concepto de transformación organizativa aplicada a ella, revista ciertas peculiaridades obligadas de tener en cuenta por todo revolucionario que se precie de marxista.

Al amparo de estas consideraciones, estimamos que es permisible (con mayor o menor rigor científico) hablar de ETA como de una organización política de características especiales no vigentes en el resto de las organizaciones operantes, actualmente en el marco del Estado Español.

En el caso de una organización política definida, cualesquiera modificación o cambios se desarrollan tomando como referencia las características que definen a la organización en estos momentos y se lleva a cabo, se ejecuta, desde las concepciones que fundamentan un proyecto organizativo nuevo por el cual se haya optado entre los diversos proyectos que se someten a debate. De tal suerte, las características que definían el todo organizativo anterior (línea política, sistema organizacional, estructuras, criterios de militancia, centralismo) a través de la criba depuratoria de un debate habrán dado lugar a la adopción de nuevos proyectos total o parcialmente diferentes. En este sentido, los cambios se desarrollan dentro de una coherencia organizativa propia y en el marco del propio impulso adquirido por la organización en cuestión, es decir, a través de su AUTODINAMISMO.

Pasemos ahora a examinar el caso de ETA. ¿Contaba nuestra organización con estas características ya instituidas (con mayor o menor firmeza y estabilidad) en las organizaciones políticas ya definidas?. Evidentemente si así fuese, ETA no estaría planteándose la solución a los aspectos fundamentales que debe tener resueltos una organización política. Sin embargo, la consignación de este especial momento por el que entonces atravesaba nuestra organización, trae de la mano la constatación de otro aspecto a tener en cuenta: De la misma manera que el debate era consecuencia de una larga trayectoria, nosotros pensamos que, en un estadio de gestión e imperfección notables, ETA poseía unas características (las experiencias de su cegada trayectoria) que si no poseían un tal carácter político, si eran susceptibles de ser "politizados", SOLO QUE TALES EXPERIENCIAS NO FUERON RACIONALIZADAS, NO ESTABAN INSTITUIDAS Y SISTEMATIZADAS EN UN CUADRO COHERENTE ORGANIZATIVO.

Más arriba y refiriéndonos a nuestra vivencia de lucha de clases, decíamos que a partir de la primera parte de la VI la realidad de ETA no fue estática sino dinámica; con un gran derroche de energías y una muy elevada dosis de voluntarismo la organización dibujaba con sus huellas el camino recorrido y era incapaz de avanzar por un sendero previamente trazado. Ahora bien, ¿ese movimiento de la organización era autodinámico?. Evidentemente no. La dinámica nos la imponían los hechos; nuestra práctica tacticista derivaba al son de los embates de la lucha de clases en cuyo mar navegábamos sin rumbo. No disponiendo de la más mínima y rudimentaria orientación muestra actividad se hallaba totalmente sometida a la ley del estímulo-respuesta traduciéndose todo ello en la voluntarista concepción del "por lo menos vanos a hacer algo.." y en la inexistencia de nexo alguno entre la actividad de un día, la del anterior y la que se terciara para el siguiente. Esta es una realidad incontrovertible. Pero veamos ¿era posible lograr siquiera mínimamente ese nexo?, ¿era posible conferir un autodinamismo a la organización?. Nosotros pensamos que sí era posible; pensamos que so pena de negar nuestra presencia activa en la lucha de clases habremos de admitir que nuestros militantes, emplazados junto a los sectores más conscientes, combativos
de las masas en los distintos frentes de intervención, aprendan de ella (de la lucha de clases), extrayendo experiencias y constatando a través, precisamente, de dichas experiencias, la incuestionable necesidad de fortalecer su incidencia en las luchas mediante un armamento político-estratégico del que entonces no disponía. Una configuración de esa autodinamica organizativa (evidentemente imprecisa, parcial y modificable a la luz de nuevas experiencias), que correspondiendo funcionalmente a la antigua dirección, ésta no supo o no pudo lograrla, entendemos como la racionalización de las experiencias organizativas logradas en el curso de nuestra trayectoria; extracción de frutos y enseñanzas de esas experiencias y homogeneización de ETA sobre la base de dichos frutos.

Al tiempo que consideraciones de éste tipo comenzaban a plantearse en el confundido conjunto organizativo, la militancia ejercía, dirigía sus esfuerzos, no hacia el estudio de textos, que le eran proporcionados por los organismos superiores, sino hacia la interpretación de la naturaleza misma de un debate que impulsado por la dirección no lograba materializarse como actividad organizativa. Unos cuatro meses después de haberse iniciado "oficialmente" el debate, el Comité Ejecutivo constata que este no se ha iniciado y decide "de derecho" lo que ya era "de hecho": la paralización del mismo. El replanteamiento total del debate, se remite a la reunión del B.T.A. , cuya celebración es inminente.

Los problemas fundamentales que obligaron al Comité Ejecutivo a tomar aquella decisión podrían resumirse de la siguiente forma:

La clarificación de los motivos por los que el debate no “cuajó” en la organización, iba a suponer la clarificación de las tareas que ETA debía asumir para alcanzar, positivamente, el objetivo de trazarse unos ejes político-estratégico. Ocho meses después de que el B.T. declarase "abierto el debate se consumaría la crisis: se produciría la escisión. Dentro de ese largo paréntesis se produce un hecho determinante para ETA y que es preciso remarcar por su propia acción, el largo y característico proceso —ciego, inconsciente— que durante tanto tiempo había mantenido a la organización en incesante movimiento, repetimos, ese proceso comienza a agonizar ante la aparición de una serie de análisis dirigidos sobre él. La acumulación de datos aportados por el proceso empírico de ETA, junto con el perfeccionamiento cada vez superior, en la ejercitación del metodo marxista de análisis por parte de sus cuadros más penetrantes y críticos, obliga a estos cuadros a caer en la cuenta de la necesidad de destruir el proceso y de construir, elaborar, un plan racional, coherente y sistematizado que permita a ETA tomar por primera vez las ríendas de su dinámica para convertirse sí misma, en sujeto activo y conciente de su propia transformación.

c) Dos soluciones al problema de la transformación de ETA en organización marxista de vanguardia: dos tácticas de transformación antagónicas.

Acabamos de señalar que los hombres mas penetrantes de la organización toman conciencia de la necesidad de dirigir la transformación de ETA con arreglo a unos criterios claros y precisos. La transformación de ETA en organización marxista de vanguardia, no será el resultado, una vez más, de un proceso incontrolado. Ello exige la elaboración de un plan, de una táctica, que se imponga sobre el proceso que hasta ese momento se ha caracterizado por ser ajeno a la planificación racional. De resultas de la consciencia adquirida, los mencionados cuadros no llegaron a las mismas conclusiones y no será uno, sino dos los planes que se propongan. Tales planes, recibirán el nombre de "Tácticas de Transformación de ETA

Dos Tácticas de transformación profundamente diferentes surgen como expresiones concretas del desarrollo de dos concepciones igualmente diferentes, acerca de los criterios a emplear para conducir coherentemente la marxistización y la definición política de ETA. Ambas concepciones quedan definitivamente contrapuestas y mutuamente rechazadas en y a partir de la reunión del B.T.A.; tras cada una de ellas se agruparon once y ocho hombres que comienzan a identificarse como sector mayoritario y minorita rio del B.T.A. respectivamente.

¿En qué se manifiestan las divergencias entre las posiciones de los partidarios de una y otra táctica de transformación?.

Comenzaremos por desglosar las fases, entre sí diferenciadas, que comprende el periodo que va desde la crisis del B.T.A. hasta el momento en que ETA pueda ser considerada, con toda justicia y rigor, una organización política proletaria en el pleno sentido de la definición. El periodo que media entre ambos momentos históricos de la organización comprende:

* una primera fase en la que, a través de la aplicación de una concreta táctica de transformación, ETA se dota del imprescindible utillaje teórico-político.

* una posterior y segunda fase en la que ETA deberá asimilar organizativamente el proyecto político estratégico por el que haya optado, transformando su cuerpo organizacional, con arreglo a las necesidades de aquel proyecto.

A lo largo de la polémica desatada desde el BTA en todo el conjunto de la organización, quedó bien patentizado que no existían diferencias —al menos sustanciales— en cuanto a las mediaciones a establecer en la segunda de las fases expuestas. Existía coincidencia en cuanto a que la tarea central de la dirección, en dicho momento histórico, debía ser la de transformar la organización de tal forma que se canalice la aplicación sistemática —en todos los órdenes— del proyecto político-estratégico por el que ETA se defina. En definitiva, la dirección nombrada sobre la base de dicho proyecto, deberá posibilitar una actuación política, organizativa, coherente y centralizada en la lucha de clases.

Es claro que superado el "hándicap" que la organización arrastra (su no posesión de una alternativa política global), la dirección podrá y deberá dar directrices a partir de la respuesta que ETA ofrezca al conjunto de cuestiones relacionadas con el proceso revolucionario.

Sin embargo, en cuanto a las tareas a desarrollar por la dirección en la que hemos denominado como primera fase, en el periodo caracterizado por la tarea central de lograr unos ejes estratégicos, no sólo existían profundas diferencias sino que estas abocaban a una inevitable ruptura organizativa. ¿Cual es (y era antes de la ruptura) en nuestra opinión, la tarea central de la dirección en la fase a la que hacemos referencia? La respuesta es clara: Impulsar una táctica de transformación organizativa (es decir, aprobada en la asamblea, no personal) que salvaguarde, ordene y relacione los factores (intervención, formación, debate y dirección) que deben permitir, en óptimas condiciones, el posicionamiento estratégico de ETA en la asamblea destinada a tal fin.

Por su parte, la fracción escindida negaba resueltamente, que mantuvieran una táctica de transformación y añadían que aquella no podía ser diferente de la que nosotros, si afirmábamos poseer, por la sencilla razón de que, a sus ojos, nuestra táctica de transformación no representaba ninguna salida, ninguna solución, a la encrucijada planteada en torno al problema de establecer mediaciones para superar la gran contradicción existente entre las posibilidades de ETA (su situación real) y sus necesidades (definición político-estratégica, transformación en organización marxista, etc.).

Pudiéramos decir que al planteamiento descriptivo hecho por nosotros, "existen dos tácticas de transformación y la que nosotros defendemos se opone a la vuestra", la fracción escindida respondía "nosotros no defendemos ninguna táctica de transformación y la que vosotros manifestáis defender, no pasa de ser un manojo de incoherencias que, de hecho impiden la real transformación de ETA" Si nuestras concepciones eran diametralmente opuestas a las mantenidas por el sector hegemónico de la antigua dirección (cosa que quedará ampliamente probada a lo largo de éste documento), nos parece lógico que para negar el que ellos estuviesen poniendo en práctica —valiéndose de sus puestos en la dirección— la táctica de transformación derivada de sus concepciones, no podían admitir el que ni siquiera tuviésemos nuestras propias concepciones acerca de la transformación de ETA.

Una breve alusión a la situación organizativa y de las estructuras en el momento de la celebración del BTA, bastará para comprobar que mientras una táctica de transformación (la del sector hegemónico de la dirección) estaba realmente englobada dentro de una dinámica impulsada legalmente por la dirección, nuestra táctica de transformación (nacida como respuesta a aquella), corría el riesgo de quedar estrangulada en la dirección y sin posibilidad alguna para que fuese estudiada por toda la organización.

- Acabamos de decir que la táctica de transformación del sector hegemónico de la dirección imperaba en ETA, hasta que, claro está, junto con la táctica de transformación oponente, los respectivos defensores de una y otra hubieron aceptado de mutuo acuerdo las tablas en el BTA. La hegemonía organizativa de aquella táctica de transformación era tan real e inequívoca, como la condición mayoritaria de los dirigentes que la avalaban. ¿Que quiere decir esto? Sencillísimo: los dirigentes que apoyaban dicha táctica eran mayoría en los organismos de dirección (BT, CE, CCD, BTA); siendo así que este sector de dirección era hegemónico, la hegemonía de sus concepciones era una consecuencia lógica e inevitable.

De ello se desprende que en lo concerniente al periodo de debate, el B.T. era una simple pantomima, una vulgar mascarada que era preciso desenmascarar. Las resoluciones jamás las hubieran tomado el B.T., sino el bloque hegemónico que albergaba en su seno: 9 miembros; así se daba la curiosísima, paradoja d que el 80% de los máximos responsables de las estructuras de ETA en el interior (todos menos Nabarra), de responsables sólo tenían el nombre ya que si el bloque de 9 miembros se lo propusiera, ni las votaciones tendrían lugar.

El B.T. es el organismo responsable de la organización y un dirigen te responsable se debe a las tareas de dirección. Correcto; en el terreno de los principios, es fantástica la armonía que reinaba entonces en ETA. Pero echemos un vistazo a la realidad, al terreno de la aplicación de los principios. En este terreno podríamos hablar de ciertos hechos que tienen alguna semejanza con lo que vulgarmente se entiende por irregularidad; podríamos hablar de la elocuencia con que los boletines de debate que vieron la luz, nos mostraban
las modificaciones llevadas a cabo en el temario determinado para - el debate por el 4° B.T. Podríamos hablar del absoluto vacío a la hora de orientar metodológicamente a los militantes y de proporcionarles los medios (por ejemplo, bibliográficos) necesarios para que el debate dejase ser algo fantasmal; podríamos hablar del contraste existente entre la regular distribución de textos y publicaciones trotskistas y la absoluta falta de textos en cualesquiera de otras corrientes, etc., etc., y, al hablar de todo ello, no podríamos evitar la sensación de hallarnos ante hechos que, ciertamente, tienen visos de irregularidades. Pero una cosa es cierta: que tal irregularidad no existió en ningún momento, que la pulcritud en el funcionamiento del aparato directivo se mantuvo inmaculadamente, que en ningún momento se violó la integridad legal en el desenvolvimiento de los organismos de dirección. El B.T. supervisaba la labor del Comité Ejecutivo; este a su vez la de la C.C.D., y así sucesivamente. Todo estaba justificado, todo se llevaba a cabo "con las cartas boca arriba". Ante esta situación, al más grande de los aficionados a la solución del jeroglífico se le arrugaría el entrecejo. Pero la solución del jeroglífico se torno en evidencia cuando advertimos que la varita mágica consiste en el mecanismo de control de que dispone el sector hegemónico de la dirección por el simple hecho de estar hegemónicos y de ser mayoría. Sólo falta señalar que dicho sector de la dirección aceptaba globalmente los planteamientos de los tres hombres que se habían declarado portavoces de la corriente trotskista en el seno de la organización, para que, visto esto, todo quede perfectamente aclarado. No cabían grandes dudas acerca de quienes eran los hombres que dirigían la organización; no cabían grandes dudas del papel que jugaban los organismos de dirección como simples correas de transmisión de sus postulados.

El sector hegemónico de la dirección mantenía que, dado que la asimilación de experiencias extraídas por la puesta en práctica de un pro grama de intervención sólo puede hacerse en relación a las bases estratégicas desde las que se proyecta dicho programa, en ETA no podían existir experiencias asimiladas a nivel organizativo. Añadían que si una organización marxista se base sobre la ciencia de la revolución proletaria, "el ascenso es ........, empirista y a base de la misma experiencia, es un camino no válido”. De todo ello, se desprende que, en opinión de dicho sector hegemónico, a la hora de situar con fundamentos a partir de los cuales deben trazarse las líneas generales del futuro político de la organización, no puede existir vinculación alguna entre esos fundamentos base y la trayectoria organizativa des centralizada y contradictoria desarrollada en nuestro pasado inmediato. Así, vemos que la posición central mantenida por la fracción escindida es la de que la solución a la crisis de ETA solo puede partir de opciones previas en el terreno teórico y político-estratégico.

Es claro que para quienes así opinan, llegada la encrucijada del debate político, ETA deja de ser una organización política (con las matizaciones de rigor), con una determinada trayectoria anterior, para convertirse en un círculo coyuntural de revolucionarios que, no teniendo ninguna experiencia en la lucha de clases, y estando faltos de definición política, se prestan a iniciar un debate que, necesariamente, habrá de girar en torno a aquellas posiciones defendidas por algunos miembros del círculo. De esta forma, al margen de la intervención organizativa en la lucha de clases, el debate político responde a la problemática personal de aquellos que no estando definidos "quieren definirse".

Refiriéndonos a la original trayectoria mantenida por ETA a lo largo del tiempo que nos separa de la 1ª parte de la VI Asamblea, decíamos que, en cierta medida, cabe hablar de nuestra organización como una opción para aquellos luchadores ciertamente revolucionarios que hallando alternativas en el dividido campo de la izquierda (conscientes o inconscientes, pero respondiendo a un hecho objetivo), afiliándose a aquella organización que no estaba plenamente encuadrada en dicho campo y que por su singular condición, no les negaba "a priori" la posibilidad de hallar dicha alternativa.

En realidad, esto no es totalmente exacto y se impone la necesidad de hacer algunas precisiones, precisiones que al tiempo que nos permitirán denunciar los errores contenidos en el planteamiento, nos van a posibilitar la profundización en la base del razonamiento. Cuando decimos que tras la primera parte de la VI Asamblea,
ETA no estaba plenamente encuadrada en el dividido campo de la izquierda, nos referimos a que (como ya se ha explicado en otro lugar de este Zutik!) no reuniendo nuestra organización los requisitos necesarios para poder ser considerada como una organización política en el estricto sentido de la palabra, son precisamente las lagunas e insuficiencias que padece en este sentido las que impiden cualquier intento de considerar a ETA como una organización inscrita en el campo de la izquierda; mas adelante, volveremos sobre este punto. Por otra parte, el decir que ETA no negaba a priori la posibilidad de dar con una alternativa estratégica revolucionaria, no deja de ser una afirmación ambigua y que puede dar pie a erróneos interpretaciones. Lo que en realidad queremos decir es que el grado de viabilidad que concedemos a ETA como instrumento válido para lograr la elaboración de dicha alternativa revolucionaria, no resulta ninguna "concesión' personal por "etísmo" o cosa semejante, sino que es una conclusión política resultado de enjuiciar la viabilidad de ETA no por sí misma, sino en relación al contexto político que enmarca el momento real por el que hoy atraviesa la revolución proletaria en el Estado Español.

¿Qué relación existe entre nuestra organización, como una concreta, y el panorama general del movimiento revolucionario en el Estado Español?. Para responder a esta pregunta, es exigido ampliar la perspectiva del análisis, trascendiendo los estrechos límites de la problemática interna de ETA. Entender las posibles implicaciones que pueda tener nuestra singular trayectoria para sacar enseñanzas positivas de la misma, exige un enjuiciamiento dialéctico que tenga en cuenta el movimiento con el que aquella trayectoria se abre paso, -así como el contexto político, el marco en el que nuestra trayectoria adquiere su presencia. Nuestra propia crisis nos ha enseñado la necesidad de abstraemos del mezquino y limitado marco puramente organizativo para buscar la concatenación dialéctica entre ETA y el amplio y complejo contexto político en el que se halla inmersa. Limitándonos exclusivamente a los problemas internos, jamás vislumbraremos nada más allá de dos palmos de nuestras narices; obsesionados por los árboles, nunca alcanzaremos a ver el bosque.

Penetremos pues, en la intimidad de los planteamientos. El hecho de que nuestra organización haya sobrevivido durante más de dos anos
con una fisonomía caracterizada por la heterogeneidad y por aglomeración ideológica; más aun, el hecho de que una organización de tales características se plantee actualmente la definición política y su propia transformación revolucionaria en organización de clase como tareas centrales en el actual periodo', tales hechos no pueden ser explicados por una especie de virtuosismo interno de ETA, o por una especial subjetividad de sus militantes, ni tampoco por la casualidad. Necesariamente, una situación subjetiva semejante únicamente puede ser mantenida a costa de apoyarse en unas determinadas condiciones objetivas. Así pues, las preguntas ¿como se explica la precaria pero real continuidad de ETA en un contexto político y social plagado de conflictos y luchas para las que no se disponían de respuestas mínimamente precisas y coherentes?. ¿Por qué ETA no ha desaparecido como organización?. Únicamente pueden tener una respuesta objetiva: es la crisis del propio movimiento comunista la que sostiene nuestra existencia como organización de estas características. Siendo así que ETA es una expresión de la conflictividad socio-política de Euskadi e indesligable , por tanto, de la problemática de la lucha de clases en el E.E., su crisis —crisis de ETA—, se engloba, se interpreta y se explica en, desde y por una crisis más profunda y compleja: la crisis del Movimiento Comunista y la inexistencia del Partido del Proletariado.

Pero no basta con esta explicación de la crisis de nuestra organización ;es preciso apurarla al máximo para ampliar nuestro campo de visión. Anal izando las cosas dentro del contexto global, nos situamos en óptimas condiciones para lograr una aproximación al desentrañamiento del conjunto de problemas y dificultades por las que atravesamos y atraviesa la revolución proletaria en el E.E. La superación de cualquier problema reclama previamente una definición precisa del mismo, y la definición del problema de ETA repele todo planteamiento simplista como el de decir que "puesto que les militantes de ETA no están definidos en relación a una línea política concreta, tienen que definirse", con lo que se hace ver que el problema de ETA es la suma integral de los problemas de sus militantes. Dentro del encuadramiento general arriba expuesto, la crisis de ETA reviste la forma y el carácter de una crisis relacionada con aquella que padece el Movimiento Comunista en el E.E

La expresión más neta de esta crisis general de las fuerzas revolucionarias la constituye la inexistencia del Partido del proletariado; la inexistencia del Partido es una consecuencia de la debilidad en lo político y en lo organizativo, de las vanguardias revolucionarias y, también, la inviabilidad que hasta hoy están demostrando las diversas soluciones planteadas como únicas alternativas para la revolución proletaria. Cabe señalar, en este sentido, una característica que se observa en numerosas vanguardias revolucionarias, cual es la insuficiente profundización teórica, la falta de análisis concretos de la realidad concreta, de los problemas que plantea la revolución en el E.E. Estas características abocan a situar las divergencias en el terreno de los principios, a entrar en una dinámica sectaria y en la que privan los dogmas, aferrándose a tales principios sin un espíritu crítico y de discusión, abierto a todos los niveles. En relación a lo hasta ahora expuesto acerca de la situación de las fuerzas revolucionarias, ¿existe nexo alguno entre los problemas y tareas específicas de ETA actualmente y los problemas y tareas generales del movimiento revolucionario?. La necesidad de superar sus actuales limitaciones, así como la necesidad de fortalecerse política y organizativamente, han exigido de ETA una total apertura y disposición proletaria en todos los niveles.

ETA no tiene resuelto el problema de las alternativas políticas a ofrecer: ello le obliga a mantener una postura crítica ante cualesquiera hechos o acontecimientos sea quien sea el grupo que los protagonice. Hay otros grupos que no estando definidos a los niveles de estrategia, programas, etc., tampoco se hallan inscritos en la crisis del movimiento comunista y que han expresado su voluntad de llegar a ser vanguardia revolucionaria; pero, muchos de ellos, al contrario que ETA, no están presentes en el movimiento real, sus planteamientos alcanzan eco en las luchas pues es imposible influir en el movimiento desde fuera. En este sentido, ha planteado ETA algunas modificaciones en su estructuración interna de cara a que la intervención de los militantes en los distintos sectores sea más eficaz. En el frente interno, y siendo consciente de sus limitaciones, ETA ha dispuesto de una serie de medios y plataformas internas de cara a intensificar y dar mayor firmeza- ai enjuiciamiento del abanico de problemas que plantea las constantes luchas; la instrumentalización de una serie de órganos y comunicaciones internas, pretenden lograr una constante autosuperación en la calidad y cantidad de los análisis de luchas, etc. Por otro lado, ETA ofrece una alternativa cuya plasmación en unos resultados concretos irá desbordan do el marco de sus propias estructuras (ver T. de Transformación).

En cuanto a lo determinante que todo este conjunto haya podido resultar en las posiciones por nosotros mantenidas a lo largo de la crisis, para nosotros es claro que el problema de cómo enfocar el debate, la transformación organizativa, etc., no se limita a un grupo de militantes no definidos, y agrupados en determinadas estructuras que adolecen igualmente de falta de definición, sino que radica en el proceso de lucha de clases y en unas coordenadas históricas concretas que mantiene una organización preñada de heterogeneidad. El problema es organizativo y no particular nuestro, de los militantes. El sujeto del problema es la organización y nosotros, sus militantes, estamos engullidos por ese problema organizativo cuya genuina naturaleza es un efecto de la lucha de clases agudizado por las crisis de las vanguardias y por la inexistencia del Partido. De ahí el pensar que la superación de la crisis de ETA no devendrá de la afanosa labor individual de cada militante por definirse a su propia manera y por su propio pié (optando previamente por una de las alternativas políticas-estratégicas que hoy se barajean), sino que dicha superación devendrá como culminación de un medido plan organizativo al que se ajustaran las tareas de los militantes en cuyo final (Asamblea de posicionamientos sobre unos ejes estratégicos), se trazara el futuro de la organización.

En este sentido considerábamos que el debate no debía ajustarse a un marco en el que las referencias fijas son las posiciones políticas ya existentes
y personificadas por un reducidísimo numero de militantes de la organización o por cuadros. Ello limitaría ostensiblemente la potencial riqueza de la organización pues supondría abortar las aportaciones políticas de la organización que puede hacer florecer, partiendo de su propia realidad en la lucha de clases y partiendo de lo particular a lo general mediante un debate político abierto a todas las posiciones (estén o no doctrinalmente definidos), hacia un proyecto estratégico. Sin perder vinculación con la práctica política y con las experiencias extraídas de ella, dicho proyecto será el resultado de una elaboración organizativa y no de la simple y previa adscripción a una de las corrientes políticas que se proclaman, todas ellas, como las auténticas expresiones del camino a seguir hacia el socialismo y el comunismo.

Una cosa es la clarificación y definición política y otra (muy distinta en ocasiones) el "estar definido". Existe cierta tendencia a identificar miméticamente al militante "definido" con el político "avanzado", cayendo en el culto a la "etiqueta". La validez de una definición no radica en la definición misma sino en el valor y eficacia de aquello por lo que uno se define. Así mismo, existen quienes manifiestan precisamente todo lo contrario, quienes ponen el virtuosismo político en la actitud de mantenerse al margen, por encima de las "estériles rencillas partidistas". En un auditorio en el que impera una acusada subjetividad revolucionada por un lado, y, por otro lado, un notable grado de desorientación política; los "extremismos radicales" suelen causar un indigesto "impacto". El doctrinarismo dogmático de quien defiende postulados políticos inamovibles y el escepticismo abstencionista (de cierto tinte anarco-sindicalista) de quien reniega de la necesidad de una clara definición política, son los enemigos principales de una organización que lucha por la auténtica clarificación política, como paso imprescindible para impulsar triunfalmente la revolución proletaria. Combatir ambas degeneraciones es un deber para el auténtico marxista....

 

III- El papel de la TEORIA y PRACTICA REVOLUCIONARA

Quizás sea éste el punto donde con mayor nitidez se manifiestan las divergencias. La fracción escindida ha venido argumentando a lo largo de la crisis que ya que hoy en día el marxismo es algo genérico y existen posicionamientos marxistas concretos (estalinismo, trotskismo, maoísmo) es preciso tomar partido por uno de ellos. "Pero si una organización marxista —dicen— se base sobre la ciencia de la revolución proletaria, el ascenso gradualista, empírico, y a través de la misma experiencia no es un camino válido. Sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario".

Puntualicemos. ¿Ciencia marxista y teoría revolucionaria son conceptos equiparables?. Existe una única teoría revolucionaria?. Siendo correcta la afirmación "sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario", ¿de dónde y cómo surge la teoría revolucionaria?.

Estimamos que no se debe confundir la ciencia marxista con la teoría revolucionaria tal como lo hacen en un escrito un grupo de la fracción escindida cuando dicen "pero la ciencia del marxismo, la teoría revolucionaria, no son quince axiomas definidos en el Capital". Mientras —en nuestra opinión— existe un único marxismo, si pueden existir (y de hecho existen) diversas corrientes revolucionarias, varias teorías revolucionarias. Esto se explica por el hecho de que el marxismo es un sistema de pensamiento que, basado en la dialéctica materialista y en el materialismo histórico y siguiendo un método dialéctico de análisis, permite interpretar científicamente la realidad objetiva. Como muy bien dice el grupo de la fracción escindida, el marxismo no es una ciencia de verdades axiomáticas, de las que "o las tomas o las dejas", sino que es una ciencia experimental que se perfecciona y enriquece por la ininterrumpida interacción y superación de las eternas contradicciones. El marxismo es una guía metodológica para interpretar objetivamente la compleja realidad (naturaleza, historia, economía, etc.) que, aplicada a una realidad concreta, logra sistematizar los frutos de la abstracción en unas teorías o aportaciones concretas. Pero en realidad, el marxista no se limita a interpretar y comprender la realidad, sino que además intenta transformarla a través, precisamente, de la aplicación de aquellos principios y conclusiones que ha visto confirmados a lo largo de sus análisis de dicha realidad.

Lo mismo ocurre en el terreno de la política revolucionaria, de la política proletaria. Sólo que en este terreno, al intervenir muchísimos factores, los procesos son mucho más complejos. De ahí que, mientras en otros terrenos, por ejemplo, la interpretación del fenómeno de la religión, la visión de los marxistas puede muy bien ser homogénea; no sucede lo mismo en el terreno de la interpretación del fenómeno de la lucha de clases, pues, éste, está acompañado de peculiaridades propias según se trate de formaciones económico-sociales y coordenadas históricas diferentes; aquí, la universalización de los descubrimientos y principios político-estratégicos no es factible pues resultan indesligables del entorno histórico en el que tales descubrimientos y principios político-estratégicos se han verificado.

Toda teoría política se fundamenta y se construye desde y partiendo de una experimentación práctica, de una constante referenciarían a la naturaleza y al curso cambiante de los acontecimientos, que, al ritmo de la presión de las fuerzas sociales operantes, van configurando dialéctica y no mecánicamente un marco político peculiar al que hay que abastecer de soluciones para superar las necesidades que emanan y son producto de su proceso, y transformarlo.

Negar este protagonismo de la acción, de la experiencia, en los conflictos sociales; despreciar el papel activo de las experiencias y enseñanzas despertadas por la práctica política; atribuir a la realidad, al medio político, un papel pasivo sin concederle su función como fuente generadora de las fundamentaciones teóricas, entraña la idolatría metafísica, la idealista concepción de la autogestión de las ideas y de su papel de exclusiva preponderancia en el discurrir histórico, hemos señalado en otro punto.

"No cabe cerebro sin acción", se dice en una resolución de la 2ª parte de la VI Asamblea. Cierto. La práctica precede a la teoría. El pensamiento del hombre, la actividad del cerebro humano, está condicionado por las presiones, por las exigencias y las necesidades del medio material, del medio social en el que el hombre se ve obligado a vivir. La teoría no puede nacer por sí misma, como resultado de una especie de producción, de ideas por parte del cerebro, de manera autónoma e independiente de la realidad; la teoría proviene de la realidad y se desarrolla a partir de los datos que aporta el proceso real, el acontecer histórico, y, a su vez, la teoría se transforma en un factor real cuando se proyecta sobre la realidad para transformarla.

Dice Marx en su "Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel": "El arma de la crítica no podría, por sí sola, reemplazar a la crítica de las armas; la fuerza material no puede ser destruida mas que con la fuerza material; pero la teoría se cambia ella misma en fuerza material desde el momento en que es asimilada y aplicada por las masas".

Efectivamente, sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario, pero sin teoría revolucionaria sí hay movimiento (movimiento espontáneo, ciego, sin objetivos definidos). En ese movimiento se producen experiencias a cargo de los sectores mas conscientes y combativos de las masas oprimidas. El marxismo analiza la realidad, social, política y económica a la luz de esas experiencias y la teoría revolucionaría es el resultado de ese análisis, la abstracción coherente y sistematizada de esas experiencias, de los éxitos y fracasos logrados en la larga lucha de la clase obrera por la abolición de la explotación a que se ve sometida.

Si no hay análisis, no hay teoría revolucionaria.

Si no hay datos, no puede haber análisis (aunque sí vulgares elucubraciones).

Si no hay experiencias, no puede haber datos reales (sí, en cambio, datos imaginarios).

Por último, LAS EXPERIENCIAS SE PRODUCEN EN LA REALIDAD Y NO EN LA IMAGINACIÓN.

Esto es evidente: los marxistas son incapaces de crear algo partiendo de la nada; los marxistas dirigen la transformación de la sociedad orientados por la interpretación de aquellos datos que extraen de la realidad social misma. A lo largo del incesante proceso histórico impulsado por la lucha de clases, la acumulación de experiencias revierte en un perfeccionamiento cualitativo de las armas teóricas de los marxistas auténticamente revolucionarios. Así, aun cuando persistan la validez de los principios políticos e ideológicos allí expuestos, los planteamientos expresados en 1848 por Marx y Engels en el Manifiesto Comunista, han quedado ampliamente superados y desarrollados por otros grandes revolucionarios posteriores. El Partido Comunista bolchevique se aprovechó de las enseñanzas del Manifiesto Comunista, de las aportaciones de la I y lI Internacional, de la valiosísima experiencia de la Comuna de París, de la Revolución Rusa de 1905, para partiendo de un análisis científico de las clases en la Rusia zarista, delimitar una estrategia revolucionaria y dirigir a la clase obrera hasta la triunfante Revolución de Octubre.

¿A qué corriente se adscribieron previamente los bolcheviques con Lenin a la cabeza?. La fuente de la estrategia proletaria está en la abstracción racionalización y asimilación de las experiencias desarrolladas por el proletariado y no en la apriorística adscripción a determinada corriente política por muy sugestiva y revolucionaria que pueda parecer.

Volviendo a la problemática de nuestra crisis, considerábamos totalmente - indispensable la racionalización de las experiencias que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra trayectoria, y la homogeneización de ETA con arreglo a dicha racionalización. De esta forma —argumentábamos— dispondremos de unas referencias comunes, de un criterio organizativo con el cual anclar, situar, cimentar, el debate político que nos posibilite las bases políticas necesarias para la recia construcción de una nueva organización revolucionaría.

De esta suerte, ETA podrá establecer unas bases de referencia que permitan la asimilación —por parte de todo el conjunto organizativo—, de la naturaleza, alcance, finalidad y resultados del periodo que nos aguarda.

Así quedaría disuelta la confusión segregada por la CCD y así quedaría hecha trizas la imagen de un debate que, a lo largo de varios meses y para los más amplios sectores de la organización —no sólo la base—, no ha sido sino la imagen de una inmensa interrogante. Aquel que lea estos planteamientos nuestros, podrá pensar : "muy bien, hay que tener en cuenta las experiencias acumuladas en la lucha de clases para interpretarlas a la luz de la guía metodológica marxista, pero ¿y la teoría?, ¿no hay que tener en cuenta a la teoría?. ¡Por supuesto, hemos de tener en cuenta la teoría revolucionaria!

 

IV. EXTRACTO DE RESOLUCION DE LA 2ª PARTE DE LA VI ASAMBLEA

Criterios de actuación de los grupos, de base.  

**  Las asociaciones deben mantenerse en el marco de plataformas que polaricen la problemática del barrio a nivel de información y planteamientos y actividades reivindicativas, que en momentos conflictivos y en unión con la labor de las comisiones abiertas pueden dar lugar a Asambleas. Esta y no las asociaciones legales, son el marco adecuado de planteamientos directamente políticos. En este terreno la cobertura legal de las asociaciones —al no ser directamente integradora como los jurados— debe ser respetada como plataforma válida de concienciación. 


**  Impuesto ese marco de información y reivindicativo: 
En una asociación legal puede haber una junta rectora p-b o una junta rectora proletaria. Pueden darse medios de actuación meramente asimilables, tales como mandar críticas a los periódicos, mendigar ayudas o medios combinados que aceleren el proceso de concienciación. El grupo de base debe impulsar Juntas Rectoras radicalizadas, medios de actuación combinados y grupos combativos que los impulsen. 


**  No vinculación del grupo de base a las decisiones de las Asambleas. En los barrios, conviven capas de la burguesía (p-b) junto a capas proletarias y semiproletarias. Aunque la pequeña burguesía se encuentre en 
minoría, toman con frecuencia la dirección de las Asociaciones legales. Ello produce un carácter integrador de las decisiones que dichos elementos impulsan en las Asambleas. Pero sobre todo hay que tener en cuenta que las Asambleas de barrio no van a constituir de por sí embriones populares. Sólo lo constituirán si quedan fusionados y absorbidas en los centros de poder obrero. De ahí que los grupos de base no tengan porqué quedar vinculados a las decisiones de estas Asambleas. 


**  Este es el punto de ruptura del que hay que tirar para lograr las Asambleas y movilizaciones de masas inasimilables: de ahí que el grupo de- base deba poner en primer lugar de su actividad, la creación y activación de estas comisiones abiertas.

SU COORDINACIÓN. 


Estructuras abiertas 


a) En el sector obrero, resultaba imposible, en la fase política en la que nos encontramos, coordinar los comités abiertos surgidos de las Asambleas, que aquellas duran tan sólo lo que duran éstas. Por el contrario, en el sector barrios, no sólo es posible sino muy conveniente, coordinar las estructuras abiertas. 


** Una primera solución es la de coordinar las asociaciones legales a través de asociaciones a nivel más amplio —provincial, regional, etc., — y Federaciones, ... Pero hay que tener en cuenta que en definitiva, la posibilidad de tal coordinación depende de que el sistema Gobierno Civil, Gobernación apruebe los nuevos estatutos; y si ya sucede que ya es difícil que aprueba las de asociaciones locales, esta dificultad crece en los casos de federaciones hasta hacerse casi imposible. 


** La solución real está en coordinar, a un nivel abierto, las comisiones que han impulsado las asociaciones ó sus núcleos combativos, sobre temas concretos: precios, fraudes en la vivienda... Como estas comisiones nacen al margen del sistema, ningún obstáculo puede alzarse - ante su coordinación. Debemos impulsar en este periodo, la extensión de una experiencia que se ha dado ya éste año en Vizcaya, las comisiones de precios integradas por amas de casa y que con sus manifestaciones han movilizado fuertemente los barrios; debe procurar la existencia de una coordinadora nacional de comisiones de precios.

Grupos de base.


b) Es claro que los grupos de base deben de coordinarse, igualmente a escalas mas amplias y que, con las matizaciones expuestas para la formación de grupos de base de barrios también son aplicables a éstas coordinadoras los criterios de implantación, coherencia , electibilidad, no ejecutividad y unidad de acción complementaria.

** pero en este sector, la coordinación importante no es la de los grupos de base de barrios entre sí, sino la del grupo del barrio con los de las empresas que en él se encuentren.

Ello deviene de que el organismo que se trata de impulsar una vez que la situación política lo haga posible, el instrumento revolucionario que se trate de potenciar, con los SOVIETS, LOS CENTROS DE PODER OBRERO Y POPULAR y no tiene ningún sentido que haya soviets obreros y soviets de barrio, sino unos solos soviets unificados . La insuficiencia del movimiento de barrios quedará cubierta en 1ª medida que se integra y quede subordinado al movimiento obrero. El grupo de base del barrio, debe quedar pues, coordinado con los grupos de las empresas; y ponerse a su servicio cuando estalle un conflicto abierto de éstos —locales para Asambleas, ayuda económica, etc...— Si se consiguen la formación de coordinadoras obreras a nivel provincial, o de Euskadi, se impone pues contar con representantes de grupos de barrios, o en aquellos barrios en los que efectivamente exista una interrelación entre unos grupos y otros.

Grupos de base en pueblo.

c) La coordinación de los grupos de base, no ya en los barrios de las capitales, de los grandes centros, sino en pueblos, presenta características propia

Pueblos industrializados

- En aquellos pueblos que oscilen en torno a una gran empresa o varias empresas, caso Zumárraga, Sestao, etc. .. la necesidad de coordinación entre grupos de un sector y de otro, resalta de manera particular, también resalta que el polo sobre el que debe girar ésta coordinación lo constituyen los grupos de base de las grandes empresas.

Pueblos de la costa

- En los pueblos de la costa, la delimitación de clases resulta ambigua; armadores y patronos de pesca, dueños de salazoneras, haciendo hincapié en su abertzalismo común con las capas proletarias, con el odio común a la Guardia Civil, tienen más facilidades para influenciar en sentido burgués las asociaciones del pueblo. De ahí la especial necesidad de grupos de base del pueblo de fusionarse con los grupos obreros de las salazoneras, con los grupos que existan entre las capas asalariadas de los arrantzales —marineros, rederos— que tengan mentalidad proletaria. De ahí también la necesidad de que estos grupos fusionados proveerán la existencia de núcleos abiertos combativos n las asociaciones del pueblo.

Pueblos rurales y no industrializados

En los pueblos rurales y no industrializados, el único cauce posible de estructuración es el de ir movilizando y concienciando a los baserritarras, sobre la explotación que sufren a manos de las centrales capitalistas en las ventas de sus productos especialmente, la de los productos lácteos a las centrales lecheras labor lenta y difícil pero necesaria. Es claro que los grupos de base de éstos pueblos no pueden tener autonomía propia. Se deberá pues, elevar a sus representantes, hacer oscilar a éste movimiento, en torno al de los pueblos pesqueros o industriales cercanos, o ciudades  cercanas.

  

PROGRAMA REIVINDICATIVO

La problemática que se presenta en cada barrio o pueblo suele ser específica, por lo que es muy difícil hacer un programa completo de todas las reivindicaciones. Es por tanto, que la finalidad de éste programa sea englobar los problemas más generales de los barrios y encauzarlos políticamente bajo consignas claras y amplias.

Encuadre:


La expansión económica que se va a dar dentro de esta coyuntura, va a dar consigo una elevación de los precios como consecuencia del aumento de la producción, que traerá consigo una mayor demanda y por consiguiente una elevación de
los precios, según la normativa capitalista. Si a ésta situación coyuntural, encima la actual estructura capitalista netamente inflacionista, como lo ah puesto de manifiesto que en la anterior coyuntura, a pesar de ser recesionistas, se vio matizada por una fuerte subida de precios, podemos sacar como consecuencia, que la elevación en los precios durante el actual periodo, va a ser bastante elevado . Es tas necesidades se centran especialmente en los productos de primera necesidad, sobre todo la leche, el pan, el aceite, la carne, el pescado, etc. que son los productos en que los trabajadores gastan la mayor parte de su salario, junto con la vivienda y el vestido y por tanto, al ser las mayores elevaciones de los precios en estos productos, los que salen más perjudicados, es la clase obrera. Unido todo esto al estancamiento de los salarios, promueve que la situación de la clase obrera sea cada vez más precaria. Así que este programa sea punta de lanza de las reivindicaciones en éste periodo.

Este problema ha de servir para poner en evidencia la esencia misma sistema capitalista, que es incapaz de mantener una estabilidad y que al mismo tiempo, manifiesta como la subida de los precios, beneficia al capitalista en detrimento de la clase obrera, que se ve cada vez más empobrecí da. Por otra parte, hay que señalar que la inflación es un mal endémico del capitalismo, que es incapaz de solucionarlo y que en el Estado Español tiene raíces estructurales promovidas por el modo de producción capitalista y que todos éstos problemas sólo pueden ser solucionados por un modo de producción superior: EL SOCIALISMO.

OTRO PROBLEMA GRAVE QUE SE UNE AL ANTERIOR ES EL del aumento de los precios de las viviendas y la especulación del suelo, que en algunos barrios y pueblos adquieren tintes alarmantes. Del mismo modo hay que denunciar cómo hay superávit de pisos de lujo y escasez de pisos económicos, enfocando esto en la propaganda, analizando sus raíces, que es el del máximo beneficio capitalista.

La falta de escuelas en los barrios y la discriminación de la enseñanza de la cultura vasca es un hecho bien tangible y que tiene en sí tales reivindicaciones, un carácter netamente revolucionario.

La Nueva Ley General de Educación Básica, ha puesto otra vez de manifiesto y ésta vez de una manera más palpable, el carácter burgués y fascista de la enseñanza. Este ha de ser otro de los grandes puntos dentro del programa reivindicativo, orientando las consignas contra la Ley de Educación y por la libertad de la cultura popular vasca, reprimida por el régimen dictatorial. Esta consigna tiene especial importancia, dado el intento de la burguesía vasca de hacerse cargo de la enseñanza del euskera y la cultura vasca.

 

a) reivindicaciones del sector

LUCHA CONTRA EL AUMENTO DEL COSTO DE VIDA.
La larga cadena de parásitos que va desde el productor al consumidor —comisionista, asentador, minorista— hace aumentar los precios en un 500%. Hay que acabar con esta sobreexplotación capitalista.

POR UNOS TRANSPORTES SOCIALIZADOS Mientras estos estén en manos de los capitalistas, no tendrán mas finalidad que la de conducir a los obreros como manada de bestias a los centros de trabajo; poniendo en peligro la vida de éstos ante la permanente falta de medidas de seguridad.

CONTRA LOS FRAUDES EN LAS VIVIENDAS. Existen entidades patrocinadas por las Diputaciones, benéficas (?), como son Viviendas de Vizcaya, que son una inmensa máquina para obtener cientos de beneficios, cobrando sobreprecios por encima de los precios legales: hay que luchar contra estos sobreprecios y contra los cómplices que los encubren.

POR UNAS CONDICIONES DE VIDA MAS HUMANAS, CONTRA LA CONTAMINACIÓN, CONTRA EL URBANIZADO INEXISTENTE.
Las empresas arrojan sobre los barrios tal cantidad de tóxicos que ahogan a los hijos de los obreros. Los Ayuntamientos convierten los barrios en pocilgas, sin pavimentar, y con deficiente alcantarillado. Hay que denunciar al capitalismo, hay que denunciar su instrumento de opresión: el Ayuntamiento.

CONTRA EL EUMENTQ DE LOS IMPUESTOS A LOS PRECIOS.
Y por tanto al consumidor popular, aumento que va paralelo a los fraudes consentidos en los impuestos sobre la renta que agravan a los capitalistas.

- Por un sistema gratuito de guarderías, por unas zonas verdes para los niños; hay que acabar con la sobrecarga y angustia que crea el abandono total del sistema hacia los hijos de los obreros en la mujer proletaria.

- Por la escolaridad gratuita y obligatoria hasta los 16 años.

- Por el bilingüismo a todos los niveles de la enseñanza.

- Por la creación de comisiones abiertas.

 

b) Reivindicaciones en otros sectores

- Igualdad de salarios entre hombre y mujer. Reivindicación que en barrios puede ser perfectamente sentida y comprendida.

- Por la readmisión de despedidos. Hecho que deja sin asistencia a tantas familias obreras.

- Contra el clasismo de la Ley General de Educación.

 

c) Reivindicaciones políticas

- Libertad para Asambleas de barrios. Esa asamblea que hasta las asociaciones legales tienen tan penosamente que mendigar y que con frecuencia son denegados por el sistema.

- Libertades mínimas de asociación. Cuando la Dictadura, incapaz de asimilar las organizaciones y asociaciones de barrios y el movimiento popular que traen consigo, extrema la represión contra toda reunión y asociación, ahí están como botón de muestra, la supresión de 4 asociaciones de familias en Bilbao. Esta consigna adquiere un lugar de primera importancia, para la concienciación y movilización de las masas.

- Libertades para los presos políticos; en cada barrio, en cada pueblo, hay que hacer especial hincapié sobre la situación de los presos que hayan salido de ellos.

- Por la autodeterminación de Euzkadi, Catalunya y Galitzia: Lucha contra la opresión nacional.

— FUERA LA POLICÍA DE LAS FABRICAS, BARRIOS Y UNIVERSIDAD.

— FUERA LAS METRALLETAS DE LAS CARRETERAS.


— ABAJO LA DICTADURA FRANQUISTA.

 

INTERVENCIÓN
en la ENSEÑANZA

1.  Orientaciones sobre el momento político-académico: la ley gen. Educación

2 . Estructuras de masas


3 . Programa reivindicativo

 

1. - Algunas orientaciones sobre la coyuntura político-académica en que se presenta el curso actual.

Podríamos decir, que a partir del intento de liberalización del régimen en el Estado español hasta nuestros días, la política ministerial se ha ido estrechando en las personas que de modo más adicto al régimen han llevado a cabo, los pasos por los que ha transcurrido la reforma educativa. Actualmente, con la presión social a la reforma educativa, la política del régimen ha vuelto a sufrir nuevos cambios. ¿Tienen algún significado trascendente en la aplicación de la reforma?. El cese de Diez Mochleitner como subsecretario de educación, sustituido por el Magistrado del Tribunal Supremo, SR. Mendizabal Allende y los demás cambios importantes habidos (dimisiones de Botella...) entre los que destaca el de Costa Novella en la Dirección General de Universidades, por Suarez Fernández, principal opositor que la Ley de Educación tuvo en las Cortes, marca un hito "nada rutinario" en el proceso de la reforma educativa. La marcha del teórico de la reforma, del "padre" del Libro Blanco y la llegada del catedrático de Valladolid, es interpretada en general en los me dios educativos, como la reacción normal del Gobierno ante la presión contra la anterior política docente. Razones evidentes han impedido que por el momento, los cambios no hayan ido más lejos aun, pero ésta crisis tiene visos de preámbulo.

Un cambio de nombres y de color, pero no de contenido. Los problemas básicos, incremento de las INVERSIONES Y DEMOCRATIZACIÓN, no han sido ni siquiera planteados.

Es en éste contexto, como se sitúa la reforma, sin una viabilidad que apuntaremos más tarde, continuando sus problemas fundamentales sobre el - tapete y resolviendo los derivados de la presión social a ésta planificación apresurada, es decir, la represión y la adaptación para ella de la - dirección a la reforma. Los problemas fundamentales, no solo no se plantean, sino que se encuentran con freno atrás. Las inversiones, la necesidad de los cuadros más preparados, viene solventada aún por la enseñanza privada, que sigue nutriendo las necesidades de la economía y la política española.

Si bien en la línea deseada, es claramente tendente a la inversión del estado, es aún, hoy en día, incapaz de darle una salida real, cumpliendo los objetivos planteados por la ley. Los datos nos lo demuestran: la exigencia de unas condiciones mínimas a los centros docentes para su homologación, es prácticamente inaplicable, sobre todo, en las grandes ciudades como resultado de la especulación del suelo. En ésta como en otras cuestiones, las autoridades competentes hacen verdaderos juegos malabares para no dejar en evidencia la inviabilidad de unas normas que nacieron muertas. En éste sentido, es curioso el caso de la norma que exige que los centros tengan cuatro metros cuadrados de zona verde por alumno, norma inaplicable, dado el precio del palmo de terreno en el centro de las ciudades.

Esto se da en las universidades y es cuestión ardiente hoy en día, en la casi totalidad de los barrios, del extrarradio y las ikastolas. La reforma falla por su base y comienzan los parches, las concesiones.

En cuanto al fracaso de la democratización, es claro. Lo contrario supondría poner en revisión, toda la planificación y demostración de su inviabilidad. Ante esto, toda la presión social ejercida, no se justifica con una aplicación lenta y sólo queda LA SALIDA DE LA REPRESIÓN. Cuando una planificación es apresurada, su aplicación debe ser lenta. La realidad se cobra en tiempo, lo que la imaginación quiso robarle. La reforma educativa se planeó con prisa. Una prisa más mental que cronológica (las necesidades de apariencias de apertura democrática lo determinaban). Ello conlleva un exceso de idealismo. Se obra más por exigencias mentales que reales. La exigencia del realismo no quiere decir acomodarse al "status quo", ya que los que determinan el "statu quo" no son toda la realidad

Realismo en la reforma habría significado capacidad de inversión y representatividad , atención a todas las necesidades de los sectores expuestas por ellos mismos; en caso contrario, la realidad mata toda la reforma. En esas estamos y esto el Régimen no lo puede asimilar por lo que es ahora cuando mas se demuestra la irracionalidad del sistema burgués, sus auténticos fracasos de planificación, su imposibilidad real de ni siquiera resolver de modo rápido los problemas de educación y adaptarles consecuente mente a sus necesidades. La masificación queda en entredicho. Ya no son — las medidas selectivas sino la gratuidad y obligatoriedad. Los niños nacen más aprisa que los puestos escolares, los colegios suben sus cuotas. Existe la amenaza de nivelar las tasas con los costes reales, lo que suponen una radical discriminación económica que afectaría a los estratos me- dios y superiores, más radical que la existente hoy en día, puesto que afectaría a los estratos de las clases medias y mantendría a los hijos dé- los trabajadores en la peor situación.

Todo esto agudizado con los problemas laborales: el caso de los profesores no numerarios, carentes legalmente de los derechos mínimos que se reconocen a cualquier trabajador. En la misma situación están los profesores de la Enseñanza no estatal, en la mayoría de los casos, verdaderos peonajes de la docencia.

Estamos en un euros decisivo. Las posibilidades de asimilación son nulas- y las concesiones no pueden ir más atrás so pena de declarar públicamente el fracaso de toda la reforma. Las posibilidades van a estar en todo momento dependiendo de las inversiones, las cuales están condicionadas por la coyuntura económica general que se presenta y las inversiones de capi- tal extranjero. El periodo previsible e inmediato de que siga el actual momento de producción, va a revertir directamente en la reducción de los presupuestos ministeriales y de manera más notable en el de la educación. Las posibilidades de financiación del Banco Mundial (reducidas ya en el segundo período del año anterior) van a ser eliminadas al no haberse realizado el total de días lectivos que exigen las prestaciones. La urgente necesidad de creación de los colegios universitarios para impedir las concentraciones masivas han sido lo unido determinado a raíz de los Consejos de Ministros del mes de julio y conociendo la poca entidad de las ayudas patronales a este respecto, no sería demasiado aventurar el pensar que gran parte del presupuesto vaya dirigido a ello. En esta situación sería ridículo el pensar en la viabilidad del régimen para dar un mero aspecto de democratización y asimilarla en sus organismos legales (cámaras,...). Además, el grado de organización y combatividad ha crecido considerablemente (sobre todo a nivel universitario) y la gente ha comprobado la "efectividad" del diálogo y estructuras legales del sistema educativo. Esto nos hace plantearnos los ejes de la lucha en el aspecto de la LGE (Ley General de Educación) ejes que nos van a permitir múltiples aspectos de la lucha , denuncias políticas, concienciación, extensión de la lucha y entronque con los verdaderos afectados, si se ponen los medios necesarios  para ello, y que más tarde desarrollaremos.

Estos ejes pueden centrar en dos puntos más débiles de resolución por par te del sistema. Estos ejes son:

FORZAR LA INVERSIÓN

FORZAR LA DEMOCRATIZACIÓN

 

* ¿Qué" significado concreto conllevan?.

Por un lado, la necesidad y hoy más que nunca, de plantear y exigir todas las promesas de la reforma, en cuanto a homologación de centros, mejoras- de profesorado y material docente, gratuidad, etc...

Por otra, el plantear a través de todos los sectores de enseñanza la decisión, corrección y aplicación de todas las necesidades de la educación al margen de los organismos legales y potenciando toda clase de Asambleas democráticas y organismos democráticos a todos los niveles; derecho a la libre enseñanza, que pongan en palestra todas las deficiencias e imposibilidades inherentes del sistema actual y permitan la dirección de una lucha directa y violenta al demostrar el marco amplio donde tienen lugar los orígenes de la crisis y por tanto sus soluciones.

Ante esto solo hay una respuesta: represión a todos los niveles, que ya viene demostrada (Decretos de Madrid, Expulsión de profesores, Certificados de Buena Conducta, detenciones, multas, expedientes, etc. . . . ) .

Durante este año la labor política del sistema va a estar centrada en este punto (represión), por lo que el no abandonar como centro de lucha general las contradicciones de la LGE , se hace totalmente necesario en el sentido de no abandonar su aplicación en todos los sectores (trabajos, charlas, asambleas,..), aunque las respuestas concretas de lucha van a plasmarse necesariamente contra la represión y donde es necesario la extensión y unificación más perfecta.

Esto quiere decir el no potenciar únicamente la unificación en la lucha contra la represión sino que este año las posibilidades son inmejorables para que esta unificación de sectores se de a un nivel de problemática y para la demostración de cuales son los sectores verdaderamente afectados y de ahí sus soluciones. ES AQUÍ DONDE LAS CONSIGNAS DE APOYO A LA CLASE OBRERA DEBEN HACERSE REALIDADES CONCRETAS.

Va a ser justamente esta extensión de luchas la que nos va a permitir hacer realidad, asimismo, la lucha directa y la protección y defensa de nuestras manifestaciones y Asambleas.

 

2.- ESTRUCTURAS DE MASAS Grupos de base.

Universidad:

En este sector, como en el obrero, las dos únicas estructuras existentes son las Asambleas de estudiantes —de curso, de Facultad o centro y de Distrito—. Asamblea que eligen Comités abiertos y revocables y los grupos de base que las preparan. En el campo universitario, teniendo en cuenta la extracción burguesa de la mayoría de los estudiantes, que el clasismo a este nivel genera, y el hacho de que, en definitiva, un estamento estudiantil no constituye una clase social y de hecho, no puede tener por tanto una autonomía y unos intereses propios de clase; de ahí que el grupo de base deba influir sobre la Asamblea, deba aproximarla, no a los medios de actuación pero sí a los intereses del proletariado: la instauración del socialismo. Hay que tener en cuenta igualmente, que esta labor de influencia ideológica del grupo de base sobre la Asamblea queda facilitada extraordinariamente por el hecho de que, al contrario que en el sector obrero, donde las Asambleas sólo surgen en situaciones excepcionales, es “relativamente” sencillo organizar Asambleas a distintos niveles —curso, facultad ....— en el sector de la enseñanza. Por último, la mayor visibilidad de las contradicciones hace que el grupo de base, a través de las Asambleas, pueda impulsar medios de lucha mucho más radicales que en otros sectores.

Formación y características del grupo de base.

Los criterios sobre formación y características del grupo de base establecido en sector obrero y en el de barrios, son igualmente de aplicación en el sector de la enseñanza. Pero la especial configuración de este sector, impone, como mínimo, dos condiciones específicas:

** En los estudiantes politizados, se da un predominio aplastante de la formación sobre la experiencia, de la teoría sobre la práctica. Teniendo en cuenta que una abrumadora mayoría de los componentes del grupo de base van a estar encuadrados políticamente, es muy fácil que en el seno de este grupo de base, puntillismos teóricos
y disquisiciones abstractas que no influenciarían demasiado una praxis, pueden poner en peligro la actuación en común de este grupo. Por ello, es especialmente importante que se de en el sector enseñanza, en su seno, el derecho a tendencia, es decir, que en los puntos que desborden el programa mínimo común los componente queden libres de actuar según sus principios, con una labor tenaz de crítica, sin que por ello se quede fraccionado el grupo, pues éste recompondría su unidad nada más terminar la acción concreta.

** La disciplina en los grupos de base en asimismo fundamental recalcarla. Los grupos de base no son un grupo de amigos que se juntan porqué sí. Aquel que no cumpla las disposiciones del grupo o se dedique a realizar sectarismo u oportunismo, ha de ser expulsado.

Bachilleres y Escuelas Profesionales

Es claro que los niveles de concienciación y capacidad deben encuadrar un criterio más global y adecuado a estos grupos de base.

Coordinación de las estructuras de masas:

Grupos de base: dado que existen unidades de enseñanza a nivel más o menos amplios —curso, Facultad o centro, distrito,..—, hay que plantea se cual de estas unidades deben tomarse como referencia para constituir el grupo de base. Estos grupos se van formar espontáneamente por cursos, pero reducir la unidades al marco del curso es situarla en un marco demasiado estrecho. La unidad tendría que ser la  del grupo de base de la (Facultad (o centro), formando, claro está , por componentes de todos los cursos. La coordinación de es tos grupos de base debe seguir 3 caminos divergentes pero complementarios:

*Una primera coordinación por ramas de enseñanza, es decir, de los grupos de base de los centros universitarios, de los centros de bachilleres, de las escuelas profesionales entre sí y por separado, a nivel local, provincial, a nivel de Euskadi, preparando bases para una coordinación a nivel de estado o sumándose a ella, si esta coordinación estatal se produce este curso .

* Un segundo camino de coordinación sería, a escala de cada centro, a representantes de los grupos de profesores, si existieran o sino a profesores individuales, que participasen del rechazo de los estudiantes a los modelos educativos impulsados por el sistema.

* Un tercer camino de coordinación, importantísimo, es el de poner en contacto , a nivel local, las coordinadoras de las distintas ramas de la enseñanza y, una vez conseguido esto, elevar representantes a los grupos de base de los barrios para ponerse incondicionalmente a su servicio y no sólo de las necesidades del barrio, sino particularmente del de la presas que en él se encuentren. Es la traducción a nivel estructural, de la afirmación de que el movimiento estudiantil carece de autonomía propia, que su estrategia debe quedar necesariamente subordinada a la del proletariado.

Asambleas

En este sector, al contrario que en el obrero, el hecho de poder convocar Asambleas ilegales con cierta facilidad y continuidad, permite buscar cauces de coordinación entre éstas y formar Asambleas de distrito a escala nacional o incluso estatal. Está claro que en esta coordinación no se excluirá a la de los grupos de base y que, en definitiva, serán éstos grupos de base quienes ejercerán una labor de dirección ideológica sobre aquellas.

 

3.- Programa reivindicativo

a) Lucha contra la L.G.E. 
El intento de reforma educativa sin tocar para nada los problemas centrales que aquejan al sistema educativo en el Estado Español (democratización y más inversiones), trae con sigo la aparición de múltiples contradicciones, unas mas ó menos generales y otras estrictamente para cada centro. Así, en uno será un profesor incompetente, en otra la falta de camas, etc.

De todas formas, todo tipo de contradicciones, en consecuencia de un sistema capitalista en ultima instancia, pero al ser la L.G.E. exposición de tal sistema, la lucha contra aquella toma un carácter de oposición a esta y si se encauza convenientemente, puede tomar un cariz netamente revolucionario.

Un punto central a tener en cuenta es la extensión y generalización de las luchas para que éstas no se encuentren de forma atomizada en las manos de cada facultad. Para ello, es preciso englobar y encuadrar en el marco más amplio posible de la oposición activa a la L.G.E., las reivindicaciones específicas que surgen en cada centro, como manifestaciones concretas de esta ley; es preciso que cada centro lleve la lucha por su cuenta pero de forma coordinada.

Ahora bien, el problema de los ciclos, extrema medida que ha entra
do en vigor, es una válida punta de lanza para comenzar las luchas. En cuanto a la irracionalidad, es preciso elaborar alternativas inasimilables por el sistema , como el control de exámenes, programas, profesores, etc. .. que aunque vistas así pueden parecer reformistas, teniendo presente que es un estado fascista en que estamos, pierde tal carácter al ser inasimilable por éste. Estas consignas, susceptibles de generalizarse, han de ser englobadas dentro de la- lucha contra la L.G.E., de todos modos.

Otro problema importantes es el relativo al coste de la enseñanza en las Universidades privadas, Deusto en concreto. Así mismo, en Guipúzcoa representa una consigna particularmente movilizadora la falta de Universidad.

CONSIGNAS

** Contra el autoritarismo:

CONTROL DE EXAMENES, REVISION DE PROGRAMAS Y DE PROFESORES!

** Contra la selectividad:

NO A LOS CICLOS Y AL SELECTIVO. NO A LOS NUMEROS CLAUSUS!

** Contra el coste:

FUERA UNIVERSIDADES PRIVADAS!

UNIVERSIDAD PARA GUIPUZKOA!

NO A LA LEY GENERAL DE EDUCACION Y SU CLASISMO!

ABAJO LA DICTADURA!

 

b) Lucha contra la represión. 
 Una vez analizado el contexto en el que se desarrollará el curso, podemos ver claramente que la represión será una constante en todo momento. Es probable que incluso la celebración de Asambleas sea a menudo cortada, y por otra parte, los cierres, ex pulsiones, detenciones, expedientes, presencia de la policía, etc.
estén prácticamente asegurados.


Ante todo ello, es preciso tomar medidas, organizar grupos de control,- y tener preparados locales para seguir dando clase a fin de no quedar aislados de la gente después del cierre posible. Formas comités de autodefensa para las manifestaciones, salidas de Asambleas, etc., resguardando a la gente combativa. Esto, unido a las razones expuestas en otros apartados, nos llevan a las consignas siguientes:

FUERA LA POLICÍA DE LAS FABRICAS, BARRIOS Y UNIVERSIDAD!!

CUANDO ENTRA LA POLICÍA, PARA LA FACULTAD. CUANDO SE CIERRA UN CENTRO, PARAN LOS DEMÁS !!

NO A LOS EXPEDIENTES, MULTAS, DETENCIONES, CIERRRES Y MEDIDAS REPRESIVAS!!!

LIBERTAD PARA LOS PRESOS POLÍTICOS !!!.

 

c) Lucha contra la opresión nacional. Es preciso, de una vez para siempre, que el pueblo arranque de manos burguesas la dirección de estas luchas, pero de una forma activa.

Desde luego, a partir de la Universidad y del sector de la enseñanza en general, es posible tomar parte en esta lucha. Es preciso poner a la orden del día de la agitación, la opresión del euskera, de la cultura popular vasca, de derecho de todas las nacionalidades a la autodeterminación.

CONSIGNAS

BILINGÜISMO A TODOS LOS NIVELES ! !

FOMENTO DE LA CULTURA POPULAR VASCA ! !

POR EL DERECHO DE AUTODETERMINACIÓN DE EUSKADI, GALIZIA Y CATALUNYA ! !

 

d) Lucha a favor de las Reivindicaciones democráticas.

En los momentos actuales en los que se acerca la crisis y parte de la burguesía aboga por la consecución de ciertas libertades, el pueblo, con la clase obrera al frente, puede y debe hacerse con la dirección de estas reivindicaciones.

En lo que respecta a la Universidad, es preciso que en lo posible, se impongan de hecho tales reivindicaciones, al menos la libre celebración de Asambleas.

CONSIGNAS

DERECHO A LA LIBRE ASAMBLEA
! !

LIBERTAD DE REUNIÓN, ASOCIACIÓN Y EXPRESIÓN 
! !

 

e) Plasmación de cosas concretas de la subordinación del M.E. al M. O.

**Por una coordinación cada vez más firme entre las Universidades y Barrios. Hoy en día es prácticamente imposible mantener una coordinación estable entre barrios y universidad. Sin embargo, tenemos que tender hacia ahí. La coordinación de que hablamos, sería, por supuesto, a través de los grupos de base.

Sin embargo, creemos que es posible mantener una coordinación  más o menos estable en los barrios. En los momentos de flujo sería necesario, así como para entregar las bolsas de resistencia, información, etc...

** Información permanente de las luchas obreras. Por medio de una comisión permanente de elementos de vanguardia creado para tal fin, se informara continuadamente de las luchas obreras llevadas a cabo en cualquier punto. Ello permite al medio estudiantil no quede ajeno a la lucha de clases fuera de su sector, reciba una información verdadera y no truncada por la prensa burguesa a la vez que facilita el entronque progresivo de ambos movimientos

** Creación de bolsas de resistencia permanentes¡ Vistas las dificultades económicas que padece el proletariado para mantener una huelga y las disponibilidades de los estudiantes, vemos necesario crear ésta bolsa de resistencia para ayudar a las huelgas obreras.

La misma comisión anterior a la información u otra diferente, se haría responsable de realizar tal labor de una manera permanente durante el curso.

 

4.- Elaboración de trabajos concernientes a la problemática actual.

Hace falta una serie de estudios que aunque claros y sencillos, muestren palpablemente algunos problemas que hoy son realidad en la lucha de clases Para la lucha en barrios e incluso en fabricas, faltan escritos convincentes que demuestren científicamente la realidad, algunos problemas sobre los que se basa el movimiento.

Actualmente, la subida de precios, cada vez mayor en relación a los salarios, es una muestra evidente. Hay que elaborar trabajos- que muestren claramente la evolución de la relación salarios-precios, etc... Por otro lado la situación actual de la enseñanza, etc...

-BACHILLERES-

NOTA: Este programa va dirigido centralmente a 6° y a C.O.U., dado que las posibilidades de movilización de cursos inferiores, son ínfimas.

Más o menos, la lucha iría centrada en el programa anterior. Sin embargo, hay que poner en claro las especificaciones que se muestran en los bachilleres. La agitación irá dirigida en torno a la problemática presente en los centros (canalizada hacia la lucha contra la L.G.E.) y en torno al futuro bachiller, que representa la Universidad generalmente. Esto no hay que olvidarlo.

Por otra parte, las reivindicaciones específicas, íntimamente sentidas por las gentes, cobran mayor fuerza e importancia, pues dado el inferior grado de combatividad que existe en los bachilleres, sería izquierdismo el plantear reivindicaciones generales globales y lucha directa contra el Estado. Hay que tender hacia consignas generales, pero poco a poco. Sin más, la tabla de reivindicaciones será:

** a) Contra el coste de la enseñanza: Este problema resulta particularmente importante en los bachilleres. Los colegios privados tanto laicos como sobre todo eclesiásticos, representan una medida clasista infranqueable para muchas familias.

Contra el costo de la enseñanza:


ENSEÑANZA OBLIGATORIA GRATUITA Y LAICA HASTA LOS 16 AÑOS ¡¡

NO A LOS COLEGIOS PRIVADOS, TANTO LAICOS COMO SOBRE TODO ECLESIASTICOS ¡¡

** b) Contra el autoritarismo y la represión: En los centros de bachilleres, el autoritarismo irracional es una constante, se ejerce una disciplina semi-militar. Más que la presencia de la policía, lo que abundan son las expulsiones de la gente combativa. También la celebración de asambleas está mediatizada. De todo ello, podemos deducir, que la lucha en contra del autoritarismo cobra fundamental importancia en los bachilleres, como medio agitativo y para que la gente se vaya ejercitando en la democracia.

Contra el autoritarismo:


DERECHO A LA LIBRE ASAMBLEA ¡¡

NO A LAS EXPULSIONES !!

LIBERTAD DE EXPRESIÓN, ASOCIACIÓN Y DE REUNIÓN !!

LIBERTAD PARA LOS PRESOS POLÍTICOS !!

** c) Contra la opresión nacional: Este punto ha de estar presente también en la agitación, centrándose en la obligación del euskera como asignatura, así como geografía, literatura, etc.,  del pueblo vasco. . .

BILINGÜISMO A TODOS LOS NIVELES !!


ENSEÑANZA OBLIGATORIA DEL EUZKERA COMO ASIGNATURA ¡¡


ENSEÑANZA DE GEOGRAFÍA, HISTORIA, LITERATURA, ETC.... VASCA ¡¡

**d) Contra la L.G.E. La lucha contra esta Ley, expresión de la Dictadura con relación a la enseñanza» ha de englobar a todas las restantes, estando presente en todos los momentos de agitación.

En este contexto caben todo tipo de especificaciones, como manifestaciones concretas de la L.G.E. en cada centro. También al ser la lucha contra esta Ley, una lucha política contra la Dictadura, caben todo tipo de consignas políticas

NO A LA L.G.E. , SU CLASISMO Y DEMÁS MANIFESTACIONES ¡¡

ABAJO LA DICTADURA ¡¡

- ESCUELAS PROFESIONALES-

Las Escuelas Profesionales tienen un papel importantísimo en Euzkadi y en muchas zonas, —Goyerri, Durango—, incluso constituyen el principal foco de agitación, como ocurrió en las movilizaciones del Juicio de Burgos.

Sin pretender hacer un estudio completo ni mucho menos, indicaremos unas líneas generales que nos abren a la comprensión y caracterización de ciertas reivindicaciones dentro de las Escuelas Profesionales.

-su procedencia: clase obrera.


-su destino: la entrada en el proceso de producción como mano de obra cualificada.


-su finalidad dentro del sistema:

*perpetuar la división entre trabajo manual y trabajo intelectual. (Su significación mas concreta: destino de clase; no acceso a la universidad) .


*lograr una aristocracia obrera que, imbuida de la ideología burguesa, sea fermento de integración dentro de la clase obrera.

-su estructuración: predominio en las Escuelas Profesionales de métodos dictatoriales y represivos, en conjunción con la ideología "engañosa" de desclasamiento como se les intenta imbuir.


- sus circunstancias: interna conexión, por habitación (barrios populares) y por familia (clase obrera) con el sector obrero.

De ahí deriva la importancia de las Escuelas Profesionales, tanto de cara al futuro de las luchas obreras, como al presente, por su relación directa con el sector obrero y barrios como puente en las coordinadoras del movimiento de Enseñanza, entre éstos y el sector obrero.

Este programa reivindicativo lo proponemos fundamentalmente orientativo, debiendo ser enriquecido y adaptado a las circunstancias concretas de cada centro.

** a) Contra la instrumentalización clasista de la enseñanza por el sistema y contra el clasismo de la L.G.E..

NO A LA LEY GENERAL DE EDUCACIÓN, SU CLASISMO Y DEMÁS MANIFESTACIONES ¡¡

** b) Contra la represión:


FUERA LA POLICÍA DE BARRIOS, FABRICAS Y CENTROS DE ENSEÑANZA ¡¡

NO A LOS EXPEDIENTES, DETENCIONES Y DEMÁS ¡¡

LIBERTAD PARA LOS PRESOS POLÍTICOS ¡¡

 

5.- ENSEÑANZA BASICA-IKASTOLAS [4]

-Enseñanza Básica-Escuelas "nacionales”


He aquí un mundo en el que no nos hemos metido y sin embargo, es donde empieza cronológicamente la educación consciente dentro del sistema capitalista de la mayoría de la población: clase obrera y capas populares. Junto a toda la vida social desde el parto hasta la vida de familia dominada por la necesidad, las horas extras del padre, la propaganda, periódico, televisión "dominada por la ideología de la clase dominante", la escuela, pura lógica, no es más que otro medio, muy importante, eso sí, dentro del proceso social y político de formación humana (?). La escuela es neutra, es una institución social burguesa, marcada específicamente por el régimen dictatorial franquista. 


Básicamente sirve a los intereses del capital en su fase actual de desarrollo: instruir a la mano de obra en servicio de una mayor producción, es decir, de un mayor lucro de los capitalistas. Pero a eso se añade una cobertura de educación (económico-político-ideológico) que va desde el terreno de lo implícito (hasta en los problemas de matemáticas: capital-interés), hasta el terreno de las asignaturas de religión, y política y hasta los métodos pedagógicos (autoritarismo, disciplina militar aquí empiezan los chivatos-, no se permite ayudar a los compañeros, se excluyen profeso res peligrosos). El lenguaje que se usa no es popular, sino las palabras de la "clase dominante". En nuestro caso se añade, además, que la enseñanza se da en una lengua impuesta y no en la lengua del Pueblo. 
No es ajeno a todo esto la división en "escuelas nacionales" y colegios - de religiosos. Es uno de los medios más de selección, de formación "distinguida" (ideología moral-política) que tiene la clase burguesa. 
Si a esto añadimos la coyuntura económica de falta de inversiones y democratización, los sueldos ridículos de los maestros, la necesidad de "buena conducta" para ejercer, los locales insalubres, tenemos el cuadro de reivindicaciones para la enseñanza básica. 


IKASTOLA

La ikastola es una segregación de la situación política y económica" en las escuelas "nacionales, en la política educativa en general, del sistema capitalista y especialmente del régimen dictatorial. El euskera ha sido reducido por el régimen a esos cotos cerrados que son hoy las ikastolas. La manipulación política del régimen es manifiesta:

1) convertir el euskera en un producto prohibitivo para la clase obrera y las capas populares.


2) dejar en manos de la burguesía y pequeña burguesía vasca, la dirección controlada de las ikastolas.


3) así ahogar la cultura popular vasca en el único vehículo permitido .

Es clara la progresiva lucha por implantar los intereses de clase de la burguesía y pequeña burguesía vasca en las ikastolas: medio de selección (la cuota-el cooperativismo) los métodos pedagógicos autoritarios, la enseñanza de la religión, el apoyo del clero, el recelo y barrera con las escuelas nacionales, los despidos de maestros progresistas, la formación de tecnócratas euzkaldunes al servicio de una sociedad capitalista.

Una vez más la escuela no es neutral y la ikastola no lo es, sino burguesa (JUNTAS AUTORITARIAS Y DESPÓTICAS, BURGUESAS Y CLERICALES).

Una vez más, tirando de otro hilo, llegamos a la conclusión de que la lucha contra la opresión nacional, la lucha por el ejercicio del derecho de autodeterminación, la lucha por la implantación del bilingüismo; por el euskera y la cultura popular vasca, pasa en las condiciones objetivas del Estado español, por la lucha contra el Estado y por la hegemonía del proletariado en esa lucha.

Así pues, las reivindicaciones de cara a la ikastola empieza y pasan por las reivindicaciones a nivel general y se unen con ellas.

PROGRAMA REIVINDICATIVO PARA ESCUELAS "NACIONALES" E IKASTOLAS

-CONTRA EL CLASISMO DE LA LEY GENERAL DE EDUCACIÓN ¡ ¡

-POR UNA ENSEÑANZA LAICA Y POPULAR ¡ ¡

-POR LA IMPLANTACIÓN DEL BILINGÜISMO EN TODOS LOS CENTROS DE ENSEÑANZA BÁSICA ¡ ¡

-FOMENTO DE LA CULTURA POPULAR VASCA ¡ ¡

-POR LA SUBVENCIÓN ESTATAL A LAS IKASTOLAS ¡ ¡

-POR LA PARTICIPACIÓN DE LOS MAESTROS Y DE LOS PADRES EN LA DIRECCIÓN DE LAS IKASTOLAS Y DE TODOS LOS CENTROS DE ENSEÑANZA ¡ ¡

-MAESTROS-

-POR UN CONTRATO MAS SEGURO PARA LOS MAESTROS ¡ ¡

-POR LA IMPLANTACIÓN DE TODOS LOS SEGUROS SOCIALES PARA LOS MAIXUS Y ANDEREÑOS ¡ ¡

-FUERA LAS JUNTAS AUTORITARIAS Y DESPÓTICAS, BURGUESAS Y CLERICALES EN LAS IKASTOLAS ¡ ¡

-POR LA READMISIÓN DE MAESTROS, MAIXUS Y ANDEREÑOS DESPEDIDOS ¡¡

-POR LA UNION DE TODOS LOS MAESTROS DE ESCUELAS NACIONALES COMO DE IKASTOLAS, CON UN PROGRAMA COMUN ¡ ¡

ABAJO LA DICTADURA FRANQUISTA ¡¡

 

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SENTAR LAS BASES PARA LOS SOVIETS (o centros de poder obrero) UNIFICADOS OBREROS Y POPULARES DE EUSKADI, COMO PASO PREVIO PARA SENTAR LAS DE LOS SOVIETS A NIVEL DE ESTADO.

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1.- Este programa de intervención persigue un objetivo primordial: el de
crear un entramado de base que una entre sí, como un sistema de mallas, los distintos sectores, movimiento obrero, barrios y pueblos, enseñanza; entrecruzar las consignas de los distintos sectores, cohesionarlos con consignas políticas únicas, de modo que ninguna actuación quede dispersa, que todo se relacione entre sí en la lucha de clases, como en una caja de percusión. La malla, la unidad estructural con cuyas unidades debe formarse el ramado, deben ser los grupos de base de los distintos sectores.

Los que surgen en el movimiento de barrios y pueblos, los que surgen en la enseñanza, se relacionan con los grupos de base obreros en situación de subordinación, único modo de garantizar una dirección proletaria en éste entramado

Como esta coordinación queda aun por conseguir en la realidad, es preciso saber deducir cuales son los momentos más apropiados para conseguirla, para traer al movimiento de barrios, pueblos y al de la enseñanza al agua del molino del movimiento obrero. Hay dos momentos muy importantes:

** las huelgas radicalizadas de empresas grandes que se prolonguen en el tiempo.

** las movilizaciones de masas, en base a hechos políticos, provocados por organizaciones políticas, o surgidas espontáneamente.

2.- Pero cuando se hablan de soviets unificados obreros y populares resultantes de la fusión del movimiento obrero con el de barrios y el de la enseñanza, no se habla de crear ya estos soviets, sino de sentar la base para crearlos.

Esta distinción es esencial para entender el sentido del programa de intervención. Los grupos de base de los distintos sectores, ni son la de los soviets, ni son embriones de soviets, ya que son clandestinos y su formación por ello, no puede ser democrática. Los soviets han de ser organismos estables en los que se ejerza la democracia obrera y popular; pero tales organismos, claro está, no pueden existir como organismos estables mientras no cambie la situación política, mientras no se abra la crisis del sistema.

Lo que sí constituyen embriones de éstos soviets son la Asamblea obrera que se forma en situaciones conflictivas, de las que salen elegidos Comités abiertos, pues en ella, la voz de la base obrera se expresa y decide libremente. El entramado de los grupos de base constituye a manera de un sindicato revolucionario clandestino, aunque la palabra sindicato queda demasiado reducida, pues es sinónimo del obrero, y éste entramado en cambio, comprende todos los sectores que sienta las bases para que surjan estos embriones de soviets, las Asambleas y para que tales Asambleas sean lo más representativas posibles y democráticas, mientras puedan durar.

3.- Los problemas esenciales de la lucha de clases —aunque con particularidades tales como el de la opresión nacional— son idénticos en todo el Estado. Pero ETA opera en este momento en el marco geográfico de Euskadi. Va a entrar en debate, es cierto, el transcrecimiento de ETA a nivel de Estado y las bases para conseguirlo, pero no hay nada establecido sobre ello.

Por ello, cuando se habla de asentar las bases para estos soviets a escala de Euskadi, estamos haciendo referencia a una limitación concreta de ETA: la de operar en Euskadi. Ello no quiere decir en absoluto que no intentemos a medida de nuestras posibilidades, colaborar en las experiencias de extensión y coordinación de estos grupos de base a nivel de Estado, lo cual quiere decir que tal cosa no puede preverse en el actual programa de intervención.

Por tanto, puede afirmar que nuestro objetivo principal de este programa de intervención es el de crear el entramado para la formación de soviets (centros de poder) unificados obreros y populares de Euskadi, como paso previo para sentar las bases de los soviets a escala de Estado.

Así pues, la línea central de este programa de intervención pasa por la labor de los grupos de base y su coordinación para la potenciación de Asambleas, hacia los soviets (centros de poder) unificados obreros y populares.

De ahí nuestra consigna final:

POR LAS ASAMBLEAS HACIA LOS SOVIETS !

ABAJO LA DICTADURA !

 

V- DESDE ETA HACIA ADELANTE

La Táctica de transformación de ETA no se enmarca por sí misma. Es innegable que hace referencia a nuestra concreta organización, a nuestra específica trayectoria y, más exactamente, a la crisis recientemente sufrida, pero al hacerlo, se halla abierta al contexto socio-político general. La actual situación de ETA es indesligable de la crisis del movimiento revolucionario en el estado español, de la expresión más clara de dicha crisis: la inexistencia del Partido del proletariado y finalmente de la crisis general del movimiento comunista internacional.

El camino que hemos escogido —arduo y difícil, somos conscientes— pasa por una manera de entender la adquisición de una estrategia, por medio de una intervención racionalizada que nos posibilite una más amplia y contundente práctica que, a la vez, revierta en mayor racionalización. Conjugamos, básicamente, los análisis concretos como punto de coincidencia de nuestra progresiva adquisición y aplicación del método marxista a la realidad concreta, con la gradual maduración teórica y la contrastación determinante, en último término de dicha teoría en la práctica real de la lucha de clases.

Presentamos este camino a todos los revolucionarios que tratan, consecuentemente, de aportar a la elaboración de una sólida teoría revolucionaria y a la consecución de la construcción de un partido revolucionario capaz de llevarla a la práctica, es decir, a la construcción del Partido del proletariado .

Somos, por así decirlo, los últimos en asomarnos al campo de la izquierda. Igualmente, somos conscientes de que nuestro camino es indesligable de los intentos de otras organizaciones marxistas-leninistas a la solución de dicha crisis. Es por esto por lo que hacemos un llamamiento a todas las organizaciones marxistas leninistas del Estado a participar activamente con sus trabajos teóricos, con sus análisis políticos y con la explicación de sus posturas en el que, siendo nuestro debate, es a la vez EL DEBATE de todos los marxistas leninistas en el momento presente.

Por otra parte, siendo conscientes de las limitaciones de nuestra intervención, circunscrita a  Euskadi; pensamos que desde ahí podemos aportar una visión más general del entorno político-social al tiempo que vemos la necesidad de colaboración y coordinación a nivel estatal para lograr una visión global de lucha de clases y para imprimir, consecuentemente, una dinámica revolucionaria al movimiento de masas.

De la misma forma y en línea con lo expuesto en nuestro programa de Intervención, abrimos nuestra alternativa organizativa a los organismos de masas, circunscritos al marco de Euskadi y estimando que son las experiencias de las que conjugadas con el debate político, van a catapultar nuestra trasformación organizativa que, igualmente, constituyen el eje dialéctico de nuestra aportación a la construcción del Partido del proletariado , no podemos menos de considerar necesarias las aportaciones de luchas de los organismos de masas a fin de resolver conjuntamente todas aquellas cuestiones que permitan el triunfo de la revolución proletaria en el Estado Español.

Es en esta encrucijada donde adquiere más significación que nunca la consigna que abandera nuestro empeño revolucionario

 

 

[1] Nota 1.- En relación a la trayectoria y al desarrollo ideológico-político de nuestra organización, es sobradamente conocida la existencia de un tercer grupo que, al igual que la fracción recientemente escindida, se reconoce así misma como ETA: nos referimos al grupo de carácter militar-activista y nacionalista conocido como V Asamblea

[2] (1) Habría que constatar en este contexto, la inexistencia en aquellos tiempos de ninguna respuesta a la opresión nacional por parte de las organizaciones marxistas-leninistas existentes.

[3] (I) Indudablemente, esta insuficiencia obedecía a la imposibilidad existente de llegar a una mayor precisión en las resoluciones, pues se trató de una reunión muy conflictiva.

[4]
- Tanto en uno como en otro caso, las realidades simplificadas por la esquematización, son materia de un estudio mucho más profundo, detallado y complejo que sacaremos en su momento.