Ho Chi Minh y los trotskistas

 

Carta de Ho Chi Minh al Partido Comunista Indochino[1]

Kwelin, 10 de mayo de 1939

 

Queridos camaradas:

En el pasado, según mi opinión y la de un buen número de camaradas, el trotskismo nos ha parecido una cuestión de lucha entre las tendencias en el seno del Partido Comunista chino. Por eso casi no le prestábamos atención. Pero, poco antes del estallido de la guerra, más exactamente desde finales del año 1936, y sobre todo durante la guerra, la propaganda criminal de los trotskistas nos ha abierto los ojos. Después, nos pusimos a estudiar el problema. Y nuestro estudio nos ha llevado a las siguientes conclusiones:

1 - El problema del trotskismo no es una lucha entre las tendencias en el seno del Partido Comunista chino. Porque entre comunistas y trotskistas no hay ningún lazo, absolutamente ningún lazo. Se trata de un tema que concierne al pueblo entero: la lucha contrala patria.

2 - Los fascistas japoneses y extranjeros lo saben. Por eso buscan crear desacuerdos para engañar a la opinión y perjudicar el renombre de los comunistas, haciendo creer a la gente que comunistas y trotskistas son del mismo campo.

3 - Los trotskistas chinos (como los trotskistas de otros países) no representan un grupo, mucho menos a un partido político. No son más que una banda de malhechores, de perros de caza del fascismo japonés (y del fascismo internacional).

4 - En todos los países, los trotskistas se dieron buenos apelativos para enmascarar su sucia tarea de bandidos. Por ejemplo, en España, se llaman Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM).[2] ¿Sabían ustedes que son ellos los que constituyen los nidos de espías en Madrid, en Barcelona y en otros lugares, al servicio de Franco? Son ellos los que organizan la célebre «quinta columna», organismo de espionaje del ejército de los fascistas italianos y alemanes. En Japón, se llaman Liga Marx-Engels-Lenin (MEL). Los trotskistas japoneses atraen a los jóvenes a su liga, luego los denuncian a la policía. Buscan penetrar en el Partido Comunista japonés con el objetivo de destruirlo desde adentro. Según mi opinión, los trotskistas franceses, actualmente organizados en torno al grupo Revolución Proletaria[3] se fijaron como meta sabotear el Frente Popular. Sobre este tema, pienso que ustedes estarán mejor informados que yo. En nuestro país de China [se refiere a Indochina, N. del E.], los trotskistas se agrupan en formaciones tales como La Lutte, Guerra contra los japoneses, Cultura y Bandera roja.

5 - Los trotskistas no son solamente enemigos del comunismo, sino también enemigos de la democracia y el progreso. Son los traidores y los espías más infames. Quizás han leído las actas de acusación de los procesos en la Unión Soviética contra los trotskistas. Si no las han leído, les aconsejo que lo hagan y que se las hagan leer a sus amigos. Es una lectura muy útil. Les ayudará a ver el verdadero rostro repugnante del trotskismo y de los trotskistas. Aquí, me permito extraerles algunos pasajes concernientes directamente a la China.

 

El verdadero rostro repugnante del trotskismo.

 

Frente al tribunal, el trotskista Rakovsky[4] confesó que en 1934, cuando estaba en Tokio (como representante de la Cruz Roja soviética) un alto personaje del gobierno japonés le había dicho:

«Tenemos el derecho de esperar de los trotskistas un cambio de estrategia. No quiero entrar en detalles. Solamente quisiera decirle que esperamos de parte de los trotskistas, acciones que favorezcan nuestra intervención en los asuntos de China».

Respondiendo a este japonés, Rakovsky decía:

«Le escribiré a Trotsky respecto a esto».

En diciembre de 1935, Trotsky le envió a sus partidarios en China, instrucciones en las que destacaba varias veces esta frase: «No crear obstáculos a la invasión japonesa a China». Y ¿cómo han actuado los trotskistas de China? Están apurados por saberlo, ¿no es cierto? Pero, amados camaradas, no podré responderles más que en mi próxima carta. ¿Ustedes no me recomendaron escribir cartas cortas? Espero verlos pronto.

 

 

Notas:

[1] Esta es una de las tres cartas, escritas por Ho Chi Minh en 1939, dirigidas a los militantes del PC indochino. Fueron traducidas del vietnamita y publicadas en francés en la revista Chroniques Vietnamiennes N°1. Traducción inédita al español para esta edición, tomada de Cahiers León Trotsky N° 46, julio de 1991, Institut LT, Francia. Es una demostración de que Ho Chi Minh fue quien diseminó las acusaciones de la GPU en Vietnam, y que fue él quien alentó la campaña de calumnias contra los trotskistas para luego justificar su eliminación. Las acusaciones de «pro-fascistas» hacia los trotskistas, cambiaron rápidamente a «pro-yanquis» luego del pacto Hitler-Stalin (agosto-septiembre de 1939).

Ho Chi Minh, nació bajo el nombre de Nguyen Sinh Cung (1890-1969). Fue miembro fundador del PC francés en 1920, participó luego de la Internacional Campesina y se formó como cuadro stalinista en la Universidad de los Trabajadores Orientales de Moscú. Viajó a China como asesor y desde allí contribuyó a la formación del PC Indochino en 1930. Allí adopta el nombre de Nguyen Ai Quoc. Fundó el Vietminh desde China, y en 1945 encabezó un golpe mediante el cual se hace del poder. Luego de fracasar sus negociaciones con los Aliados dirigió la lucha de guerrillas desde el campo contra Francia y EEUU.

[2]  Partido Obrero de Unificación Marxista: fundado por Andrés Nin luego de su ruptura con la Oposición de Izquierda liderada por Trotsky. Este último lo definió como un grupo centrista, que oscilaba entre políticas reformistas y revolucionarias. Sus miembros, al igual que los trotskistas, fueron objeto de las persecuciones y asesinatos de la GPU stalinista.

[3] Revolución Proletaria: periódico que publicaba un grupo de sindicalistas revolucionarios franceses a los cuales se trató de atraer, en vano, hacia las filas de la Oposición.

[4] Líder revolucionario en los Balcanes antes de la primera guerra mundial, primer ministro ucraniano desde 1919 hasta 1923, fue luego embajador soviético en París y uno de los fundadores de la Oposición de Izquierda. Expulsado del PCUS en 1927 continuó con su tarea hasta capitular en 1934.

 

 

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