CURSO POPULAR DE ECONOMÍA POLÍTICA.
Introducción.
1. Definición de la economía política.
Toda ciencia representa un conocimiento sistematizado de los fenómenos de una esfera dada de la experiencia humana. El conocimiento de dichos fenómenos significa la comprensión de sus relaciones mutuas, el establecimiento de su interdependencia, lo cual permite utilizarlos en interés del hombre. Al igual que en otras esferas, esta necesidad se manifiesta en la actividad económica del hombre durante el proceso de la lucha que la Humanidad sostiene incesantemente con la Naturaleza por su existencia y su desarrollo. En el transcurso de su experiencia de trabajo el hombre descubre, por ejemplo, el hecho de que frotando dos trozos de madera con suficiente energía y durante suficiente tiempo, prodúcese fuego, y este fuego posee la notable cualidad de originar una alteración en los alimentos que facilita la labor de los dientes y del estómago y permite al mismo tiempo satisfacer el organismo con una cantidad menor de comida. Las necesidades prácticas de la Humanidad obligan, pues, a ésta a establecer una relación entre estos fenómenos, y una vez conocida esta relación, la Humanidad comienza a utilizar aquéllos como armas en su lucha de trabajo. Sin embargo, este conocimiento de los fenómenos no constituye todavía la ciencia. Esta presupone un conocimiento sistematizado de la suma total de los fenómenos de un sector definido de la experiencia humana. En este sentido, el conocimiento de la relación existente entre el frotamiento, el fuego, etc., puede considerarse únicamente como él embrión de una ciencia, de la ciencia que actualmente se ocupa de los procesos fisicoquímicos.
La ciencia económica o economía política es aquella que estudia las relaciones de trabajo que existen entre los hombres.
En el proceso de producción, los hombres, empujados por la necesidad natural, entran en determinadas relaciones mutuas. La historia de la Humanidad no conoce ninguna época en la que los hombres vivieran completamente aislados unos de otros y se procuraran individualmente los medios de su existencia. Aun en los más remotos tiempos, la caza de animales feroces, el transporte de grandes pesos, etc., exigían una cooperación rudimentaria. La creciente complejidad de la actividad económica trajo consigo la división del trabajo entre los hombres, y merced a ella un hombre realizaba una parte del trabajo común; otro, otra, etc. En esta primera fase de la cooperación y de la división del trabajo, los hombres entran ya en relaciones concretas, con lo cual quedan establecidas las primeras relaciones productivas. Pero la esfera de dichas relaciones es mucho más compleja y más vasta.
A medida que nos elevamos en la escala del desarrollo de la Humanidad descubrimos nuevos hechos: el siervo entrega a su señor una parte del producto de su trabajo; los obreros trabajan para los capitalistas; el artesano produce no para satisfacer a su propio consumo, sino en su mayor parte para el campesino, el cual entrega a su vez al artesano una parte del producto de su trabajo, bien directamente o por mediación de un comerciante. Todo esto constituye relaciones sociales de trabajo que forman un sistema completo de relaciones productivasen la más amplia acepción de la palabra. Por consiguiente, abarcan la adquisición y distribución de los productos en la sociedad.
“En la vida social, los hombres, independientemente de su voluntad, entran en determinadas relaciones productivas. Estas relaciones corresponden siempre a la fase de desarrollo de susfuerzas productivas materiales”.[1]Esto quiere decir que los hombres, en el proceso de la lucha contra la Naturaleza externa, entran en aquellas relaciones que corresponden, a los métodos de dicha lucha: la casa, por ejemplo, requiere otros métodos de cooperación que la construcción de grandes obras de irrigación en comarcas poco regadas; la producción mecánica moderna coloca a los obreros en relaciones mutuas distintas a las determinadas por la industria basada en el trabajo manual. “La suma de estas relaciones productivas –continúa Marxforma la estructura económica de la sociedad. Esta es la verdadera basa sobre la cual se edifica la superestructura jurídica y política, y a ella corresponden las formas dadas de conciencia social. Los métodos de producción determinan el proceso de la vida social, política y espiritual.”
Desde el punto de vista de estas ideas, que constituyen la esencia de la teoría del materialismo histórico, las relaciones económicas son vitalmente necesarias, y se crean inevitablemente de acuerdo con el grado de desarrollo de las fuerzas productivas, formando, por consiguiente, la estructura básica de la sociedad.
La tarea fundamental de la ciencia económica o economía política es estudiar las relaciones sociales de trabajo que existen entre los hombres; pero, sin embargo, no puede por menos de tocar otros aspectos del proceso de producción. Forzosamente tiene que considerar también los aspectos técnicos e ideológicos de dicho proceso en la medida en que el desarrollo de éste depende de aquéllos.
2. Métodos de investigación.
La ciencia económica, como todas las ciencias, emplea dos métodos de investigación: el primero es el método inductivo, el método de generalización, que va de lo particular a lo general, y el segundo es el método deductivoo de aplicación de las generalizaciones, que va de lo general a lo particular.
El método inductivo se pone de manifiesto en la generalización de las definiciones. Al observar diversos fenómenos nos esforzamos por descubrir lo que todos tienen de común, y de este modo hacemos la primera generalización. Al descubrir otras características hacemos una generalización de segundo orden, y así sucesivamente. Si examinamos, por ejemplo, cierto número de herrerías, podemos descubrir características comunes a todas ellas, y con estas características comunes podremos crearnos una concepción general de una herrería. Lo mismo podemos hacer con una panadería, una sastrería, una encuadernación, etc. Y comparando estas primeras generalizaciones y observando lo que todas tienen de común, podremos obtener una concepción del artesanado en general. Esta será, pues, una generalización de segundo orden. Tomando luego estás características generales y comparándolas con las correspondientes a la pequeña agricultura, llegaremos a obtener una generalización más amplia todavía: la de la “economía de los pequeños productores”. Esto equivale ya a una definición generalizada.
Los procesos de la vida son tan complejos y variados, que a veces es muy difícil obtener una definición simple. En fenómenos estrechamente relacionados entre sí, unas veces se observan determinados síntomas y otras no. En unas ocasiones éstos se manifiestan vigorosamente y en otras resultan imperceptibles. Todo esto hace sumamente difícil la generalización y complica la definición. En tales circunstancias es menester recurrir a otro método, al de la inducción estadística.
El método estadístico nos permite ver la frecuencia con que aparece uno u otro síntoma en un grupo dado de fenómenos y el gradoen que dichos síntomas se manifiestan. Con ayuda de una definición generalizada de la propiedad distinguimos en la sociedad dos grupos: “propietarios” y “no propietarios”. El método estadístico puede proporcionamos claridad y exactitud en la investigación, es decir, que puede mostrarnos la frecuencia y la extensión con que encontraremos en la sociedad individuos pertenecientes a uno u otro grupo. Empleando el método estadístico podemos llegar a la conclusión de que de cien millones de personas, pongamos por caso, ochenta millones son semejantes en que poseen algo y veinte millones lo son en que no poseen nada. Después podemos averiguar cuáles, entre los propietarios, son millonarios, ricos o pobres. Pero nuestro método no se haya limitado a esta función. Estos cálculos podrían permitimos asimismo establecer, por ejemplo, el hecho de que diez años antes en la misma sociedad había ochenta y cinco propietarios por cada cien, y otros diez años antes el porcentaje era de noventa. De este modo podemos percibir también la tendencia del desarrollo, es decir, la dirección en que se efectúan los cambios observados. Sin embargo, el origen de esta tendencia y hasta dónde puede llegar, es cosa que desconocemos: nuestro método estadístico no puede mostrarnos por qué el número de personas que se han empobrecido en este período es mayor que el de las personas que se han convertido en propietarios.
El hecho es que aunque el método estadístico nos proporciona una definición más completa y más perfecta de los hechos, no puede, sin embargo, explicarlos. Topo fenómeno, en particular un fenómeno económico, constituye un resultado complejo de infinidad de causas. El método estadístico no puede aislar estas causas de su encadenamiento, no puede definir cuál de ellas es más común y fundamental, cuál es secundaria y cuál accidental, ni puede decirnos finalmente cómo se encadenan unas con otras en la realidad. En el ejemplo que hemos tomado puede ocurrir que el número de propietarios, que durante un período de varios años ha ido en disminución, comience a aumentar de pronto o gradualmente, cosa que podría suceder, por ejemplo, como consecuencia de una revolución agraria que dividiera las grandes propiedades de varios miles de terratenientes entre millones de labradores, convirtiendo así a éstos en pequeños propietarios. El método estadístico no puede descubrir la base de los fenómenos. A tal fin, tenemos que recurrir al método de abstracción analítica.
Lo esencial de este método es que simplificalos hechos por medio del análisis. Al investigar los hechos se eliminan y aíslan diversas circunstancias que son motivo de confusión, y de este modo se logra poner de manifiesto la base misma de los fenómenos. El aislamiento o abstracción de estas circunstancias puede hacerse práctica o mentalmente. Las abstracciones de carácter práctico son muy frecuentes en la ciencia natural, y se verifican de la siguiente manera: los fenómenos naturales investigados son reproducidos artificialmente en el laboratorio, lo cual permite aislar estos fenómenos de un conglomerado de circunstancias que habitualmente los complican. Tomemos como ejemplo la caída de los cuerpos en el espacio. La mayoría de ellos caen verticalmente, unos con rapidez, otros despacio; pero algunos caen en zig-zags y otros hay que no sólo no caen, sino que hasta se levantan en el aire. Observando la dependencia que existe entre todos estos fenómenos y la dirección del viento, por ejemplo, no es difícil suponer que en este caso la resistencia del aire constituye un motivo de complicación. De aquí surge automáticamente la necesidad de eliminar en lo posible esta circunstancia. Entonces reproducimos el proceso de la caída de los cuerpos de un ambiente creado artificialmente, es decir, en un tubo del que se ha extraído el aire, y descubrimos que el plomo, la pluma y el papel caen todos verticalmente y con igual celeridad. De este modo averiguamos la tendencia fundamental y permanentede un grupo dado de fenómenos, descubrimos su base, y así podemos decir que todos los cuerpos caen en dirección a la tierra con igual rapidez. Una vez en posesión de esta ley podemos pasar a investigar la influencia de la resistencia del aire —máximo motivo de complicacióny después la del viento, la del ímpetu casual, etcétera, gracias a la cual conseguimos explicarnoslos fenómenos de manera cada vez más completa y exacta.
No siempre es posible realizar semejantes abstracciones prácticas, y este método no puede ser aplicado a todos los fenómenos. Por ejemplo, no puede aplicarse a una ciencia como la mecánica solar ni tampoco puede serlo a la ciencia objeto de nuestro estudio. En este caso tenemos que recurrir a la abstracción mentalde las circunstancias que complican los hechos sometidos a observación. La mejor manera de explicar la esencia de este método será presentar un ejemplo. La estadística establece el hecho de que durante un largo período en los países capitalistas el gran capital aumenta en tanto que el capital mediano y pequeño disminuye, y al mismo tiempo el número de proletarios sin capital ninguno va tomando incremento. Sin embargo, la rapidez de este proceso varía según los países. En uno tendrá lugar velozmente; en otro muy despacio; en un tercero se manifestará otra tendencia distinta; en un cuarto, el pequeño capital superará transitoriamente al grande. La estadística nos convence de que el fenómeno indicado existe en todos los países capitalistas; pero el capitalismo puro no existe en
ninguna parte: siempre contiene algún vestigio del sistema feudal, del sistema del artesanado y hasta de algunas formas de un pasado más remoto. Estas son indudablemente circunstancias que complican el fenómeno que estamos investigando. Con el objeto de eliminarlas, dividimos la estadística en varias columnas, de la siguiente manera: en la primera colocamos aquellos países en los que las formas arcaicas de la sociedad son más pronunciadas, como Persia y Turquía; en la segunda colocamos los países en que dichos vestigios no aparecen tan pronunciados, como Rusia, el Japón, etc., y, por último, reunimos los países como Inglaterra y los Estados Unidos, en donde el capitalismo se haya menos entorpecido por las supervivencias de precedentes relaciones económicas. Entonces descubrimos que el proceso que estamos investigando —la concentración del trabajo se verifica más distinta y exactamente, en su más pura forma, en aquellos países en donde los vestigios de las formas sociales precapitalistas se hallan menos pronunciados. Prosiguiendo mentalmente nuestra clasificación hasta eliminar en absoluto estos vestigios, llegamos a una concepción del capitalismo puro y deducimos la conclusión siguiente: la tendencia fundamental y permanente del capitalismo es la concentración del capital. Esta conclusión abstractaes la ley abstracta del capitalismo.
La esencia y significado de las tres formas del método inductivo son: la definición exacta de los fenómenos, la determinación de su número y el establecimiento de sus leyes fundamentales, que son las que “explican” los fenómenos y al mismo tiempo preparan un terreno sólido para las conjeturas científicas, las cuales se establecen por medio del método deductivo.
Este método implica la aplicación a casos particulares de generalizaciones y leyes obtenidas por medio de la inducción, lo cual nos permite sacar nuestras deducciones y hacer nuestras conjeturas.
Las deducciones pueden ser simplesy complejas. Por ejemplo, si queda establecido que el desarrollo del capitalismo va ligado al proceso de la concentración del capital, podemos afirmar, con relación al Japón, que ha entrado en el camino del desarrollo capitalista, que en dicho país desaparecerán los pequeños productores, las masas proletarias aumentarán, etc. En este caso no hacemos más que aplicar una premisa obtenida por medio de la inducción. Por lo tanto, se trata de un caso de deducción simple. Mas para comprender y anticipar un caso particular concreto, la ciencia tiene que aplicar muchas veces de manera simultánea varias generalizaciones o leyes deductivas. Por ejemplo, si tenemos que prever el movimiento de los precios de las mercancías, deberemos tener en cuenta cierto número de generalizaciones y leyes abstractas relativas a las alteraciones en el valor de la moneda, a la influencia del monopolio capitalista privado, etc., etc. Esta es ya una deducción compleja.
Es evidente que la seguridad y exactitud de nuestras deducciones dependen de las premisas generales de las cuales las inferimos. Por este motivo, la fuerza de la deducción se apoya en absoluto en la seguridad de lo que obtengamos con nuestros métodos inductivos. En este sentido, una deducción obtenida de una definición generalizada es menos digna de confianza que otra obtenida de una premisa establecida de modo estadístico. Las deducciones más rigurosas y exactas son aquellas que se basan en las leyes generales de los fenómenos; pero como éstas son obtenidas por el método de abstracción analítica, éste es el que constituye el principal y más firme apoyo del método deductivo.
Cuando se han establecido las leyes abstractas de un fenómeno, es decir, cuando se han determinado sus principales tendencias y averiguado las relaciones que las unen con determinadas circunstancias, basta conocer la condición fundamental para prever los caracteres esenciales de los acontecimientos correspondientes futuros. En esto estriba el poder de la ciencia en general y de la ciencia económica en particular.
3. Sistema de exposición.
Las relaciones sociales de producción y distribución varían de modo gradual y consecutivo. Nunca tienen lugar transiciones rápidas ni se observan acusadas líneas divisorias entre lo precedente y lo que sigue. No obstante, al estudiar la vida económica de toda sociedad puede dividirse ésta en varios períodos, considerablemente distintos entre si por la estructura de sus relaciones sociales, aun cuando no se hallen separados bruscamente unos de otros.
[1]Carlos Marx: Crítica de la Economía Política.
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