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RESUMEN

 

Tras la revolución soviética (1917), la aplicación del marxismo a la tarea de construir una nueva sociedad determinó la existencia de la psicología soviética, una tradición claramente diferenciada y con personalidad propia. Se imponía el marxismo-leninismo como marco ideológico en el que necesariamente debía basarse toda tentativa científica. En los años veinte la psicología debía ser materialista y a partir de los treinta también debía ser dialéctica. Así la psicología soviética se presentaba como una ciencia partidista, comprometida filosófica y socialmente con una visión marxista-leninista de la sociedad, que adoptaba una perspectiva materialista dialéctica. En este artículo analizamos los planteamientos fundamentales del materialismo dialéctico así como su influencia en la psicología, claramente determinada por los avatares del poder (purgas, prohibiciones, imposiciones...) que de forma impredecible se entrometía constantemente en la vida de la ciencia. Palabras clave: materialismo dialéctico, materialismo histórico, psicología soviética, escuela socio-histórica.

ABSTRACT

Dialectical Materialism as fundament of Soviet Psychology. After the Soviet revolution (1917), the application of the Marxism to the task of building a new society determined the existence of the Soviet psychology, a clearly differentiated tradition and with own personality. The Marxism-Leninism was imposed as ideological mark in which all scientific tentative should necessarily be based. In the years twenty the psychology should be materialistic and starting from the thirty it should also be dialectical. The Soviet psychology was presented this way like a philosophical partisan, committed science and socially with a Marxism-Leninist vision of the society that adopted a dialectical materialistic perspective. In this work we will analyze the fundamental positions of the dialectical materialism as well as their influence in the psychology, which was determined for the changes of the power (you purge, prohibitions, impositions...) that constantly interfered in the life of the science in way unpredictable.

Key words: dialectical materialism, historical materialism, Soviet psychology, partnerhistorical school.

Tras el triunfo en Rusia, en octubre de 1917, de la revolución soviética, y la instauración de un estado comunista de carácter totalitario, la decisión del nuevo régimen de llevar a cabo una transformación radical de la sociedad y la pretensión de implantar un “hombre nuevo” en ella, precisaron el empleo de los recursos de la política, la cultura, la ciencia y de todas las fuerzas sociales. Así, la aplicación del marxismo, desde el poder, a la tarea de construir una nueva sociedad influyó de modo esencial en la vida del siglo XX.

Esta influencia general, se dejó sentir decisivamente en la evolución de la psicología en la que determinó la existencia de la psicología soviética, una tradición diferenciada y con personalidad propia, dentro de la cual se dieron evolución y cambios, pero también continuidad. La psicología soviética adquirió una peculiaridad en el contexto general de la ciencia contemporánea, que derivaba no sólo de motivos teóricos, sino también sociales y políticos.

A partir de la revolución, se reanudó el trabajo científico buscando las nuevas raíces en el marxismo clásico; es éste un breve periodo caracterizado por la búsqueda intelectual y por la coexistencia de las diferentes corrientes y teorías psicológicas. La única metodología científica para la edificación de cualquier ciencia sobre el ser humano debía ser la que dimanaba de las posiciones del marxismo-leninismo. Por consiguiente, se inició desde esta nueva óptica el complejo trabajo de reestructuración de la psicología, que conllevaba el rechazo de la ciencia burguesa por su idealismo.

La vida científica y académica se desarrolló con relativa tranquilidad “(...) hasta 1921, cuando comenzó la lucha ideológica –que en ocasiones llegó a ser “física”– del materialismo contra el idealismo, una lucha que afectaba no sólo al campo de la filosofía, sino también a los de otras ciencias incluyendo la psicología. Y es necesario mencionar que transcurrieron muchas décadas hasta que la ciencia soviética recibió el nombre que se merecía: el de una ciencia represaliada... Los vaivenes del poder eran impredecibles y se entrometían constantemente en la vida de la ciencia. En 1922 se produjo uno de los mayores debilitamientos de la ciencia y del pensamiento en Rusia. Siguiendo las instrucciones de Lenin (...) más de 200 célebres científicos y filósofos rusos fueron expulsados del país...” (Zinchenko, 1999, p. 3).

Una vez consolidado el nuevo régimen y durante prácticamente toda la década de 1920, la psicología en la URSS vivió una etapa mecanicista conocida con el nombre de Materialismo Vulgar. Se trata de un periodo de ensayo y error caracterizado por el rechazo a toda interpretación idealista, por considerar a la conciencia como una reliquia de la metafísica idealista y burguesa y por los enormes esfuerzos realizados para elaborar una psicología materialista.

En torno a los años 20, en la época pre-stalinista, predominaba la concepción del hombre como una máquina que reaccionaba a estímulos y se atacaba a toda psicología que conservara elementos subjetivos. Los psicólogos rusos trataron con premura de combinar la filosofía de Marx (1818-1883), Engels (1820-1895) y Lenin (1870-1924) con los estudios experimentales de Bechterev (1857-1927) y Pavlov (1849-1936) inspirados en la obra de Sechenov (1829-1905).

Al terminar la revolución, las autoridades soviéticas reconocen los méritos de I. Pavlov aunque no lo consideran simpatizante del nuevo régimen. Para luchar contra el predominio del idealismo académico de la época del zarismo, se piensa en el materialismo científico y fisiológico de Sechenov, Pavlov y Bechterev. “La psicología soviética en dos ocasiones adoptó la teoría de Pavlov, ocasionando un gran perjuicio a su desarrollo. Primero en la década de 1920, para oponer el reduccionismo materialista de la reflexología al idealismo y subjetivismo académicamente imperante en la Rusia de los zares” (García Vega, 1991, p. 1). Desde este enfoque extremadamente mecanicista se confiaba en que la fisiología sustituyera a la psicología. Esta fisiología mecanicistamaterialista, influida principalmente por una simplificación excesiva del concepto de conciencia de Bechterev, condujo a la creencia de que “la conciencia es un producto de las inhibiciones del sistema capitalista y desaparecerá con el socialismo” (Razran, 1957, p. 1101).

En este período, al lado de la “reflexología” de Bechterev y de los trabajos experimentales de Pavlov, que no simpatizaba con el nuevo régimen, apareció la “reactología” de Kornilov (1879-1957), un enfoque ecléctico que pretendía ser marxista, pero que en la práctica era tan mecanicista como los planteamientos a los que criticaba y que fue uno de los primeros intentos de integración de psicología y marxismo defendiendo la importancia de la dialéctica.

En 1922, Lenin cayó enfermo y varios ataques de hemiplejía le apartaron progresivamente del poder. El 21 de enero de 1924, a consecuencia de una arterioesclerosis cerebral, Lenin falleció y se hizo cargo del poder José Stalin (1879-1953), secretario general del Partido, que dirigió con mano dura la Unión Soviética hasta su muerte en 1953. Las ideas de Stalin que sucede a Lenin en la jefatura del Partido y del Estado no favorecen en absoluto el desarrollo de las ciencias sociales. Con Stalin se condenaba toda interpretación burguesa del mundo por reaccionaria y se defendía e imponía la interpretación que hacía Lenin del marxismo sirviendo de punto de referencia obligatorio para toda la investigación científica; éste debía ser el marco ideológico en el que necesariamente debía llevarse a cabo toda la investigación científica en la Unión Soviética.

En 1922, las publicaciones “sociológicas” quedaron restringidas y la enseñanza de la sociología fue prohibida en la Universidad. Los factores psicológicos individuales metodológicamente estaban subordinados a los procesos psicosociales que a su vez estaban sometidos a fuerzas más poderosas como las económicas que eran las que realmente hacían evolucionar la historia.

Lenin llegó a decir que el psicoanálisis era un capricho de la moda. Un año después de su muerte se organizó un ataque furibundo contra las ideas de Freud y en 1926 la lucha contra el psicoanálisis pasó a ser un objetivo claro del Partido, pues se consideraba que restaba importancia a los factores psicosociales y económicos. Además de ser calificado como una corriente burguesa, sin tener en cuenta sus intentos de compaginación con el marxismo, el psicoanálisis fue perseguido por el apoyo que recibió de ciertos sectores y personas non-gratas para el incipiente sistema totalitario de Stalin, como, por ejemplo, León Trotski.

Los esfuerzos de los psicólogos soviéticos para hacer concordar sus estudios con el materialismo dialéctico marxista-leninista oficial se iniciaron en 1923 con el llamamiento lanzado por Kornilov (1930) en pro de una psicología marxista francamente basada en el materialismo dialéctico. Se criticaba el mecanicismo materialista vulgar de Bechterev, por un lado, y todas las teorías idealistas por otro. A su vez, la teoría de Kornilov estuvo expuesta a las más duras críticas; que mantenían que, mientras estaba justificada la oposición a Bechterev, su “reactología” no representaba fielmente el punto de vista marxista.

En esta etapa también fueron influyentes las psicologías educativas o “paidologías”, como la de Blonski (1884-1941), basadas en una concepción progresista de la educación y abiertamente favorables a la utilización de los tests mentales. La psicopedagogía diferencial que Blonski defendía fue rechazada y criticada, entre otros por Kornilov, por su tendencia biologicista (concedía mucha importancia a la herencia) y por el uso de tests y cuestionarios, considerados como un arma excepcional al servicio del capitalismo pues permitían seleccionar trabajadores, lo que justificaría la existencia de clases sociales. Así pues, Bechterev, Kornilov y Blonski, destacaron en la tarea de intentar hacer una psicología marxista basada en el materialismo dialéctico y al estilo de la revolución pero, a pesar de sus denodados esfuerzos, fracasaron.

En el I Congreso de Paidología (Moscú 1927-1928) se pone de manifiesto el alcance limitado de los métodos fisiológicos, incapaces de acceder al estudio de la conciencia humana y sus aspectos histórico-sociales. “En el Congreso denominado del Comportamiento (Leningrado 1930) se criticó la reactología de Kornilov y la reflexología de Bechterev y Pavlov; pero, a la vez, se ataca a Vygotski y Luria, calificando su doctrina de “historicismo vulgar”. A partir de este momento, la reflexología se retira hasta finales de la década de los 40...” (García Vega 1991, p. 3).

Desde el comienzo de la década de los años treinta, la mayoría de los psicólogos soviéticos abandonó el materialismo ingenuo e intentó desarrollar una teoría psicológica basada en el materialismo dialéctico expuesto en las obras de Marx, Engels y Lenin. La publicación de la obra póstuma de Engels Dialéctica de la naturaleza (1925/ 1981), cuyos manuscritos originales datan de 1873, pero fueron publicados en alemán y en ruso en 1925, y las obras filosóficas de Lenin, en las que la conciencia aparecía como un reflejo activo y no como una copia pasiva de la realidad, contribuyeron al triunfo de las tesis dialécticas en la filosofía rusa. El comienzo de ésta década se caracterizó por una férrea crítica, a la luz de las obras citadas, a toda doctrina psicológica.

La evolución de la psicología soviética se dirigió hacia la búsqueda de un progresivo esclarecimiento de los requisitos para construir una psicología verdaderamente marxista. “Durante los iniciales años veinte, la principal condición es que fuera materialista, mientras que en los años treinta se sumó a aquella la dialéctica. Desde 1950 se ha añadido un elemento nuevo y extrínseco, a saber, la fisiología pavloviana” (Payne, 1969, p.62).

El mundo psicológico y social para su adecuación al leninismo-stalinismo pasa por una fase de depuración interna: la psicología social pasa a ser tabú y sus publicaciones desaparecen; las tres revistas especializadas en psicología aparecidas a finales de la década anterior, entre 1932 y 1934, son clausuradas; el nombre de sociología se destierra definitivamente de la terminología científica; en 1933 la Sociedad Psicoanalítica es disuelta, etcétera.

En 1930, la “Conferencia de Institutos Científicos de la Unión Soviética” recomendó el método dialéctico y, a partir de ese momento, la psicología inició una nueva etapa conocida como “Materialista Dialéctica” y una perspectiva dialéctica se impuso en el plano ideológico mientras que en el plano político, Stalin ya había eliminado, en 1929, a las principales figuras rivales (Trotsky, Bukharin...). Frente al reduccionismo mecanicista de la etapa anterior se defendía la diversidad propia de los niveles de evolución dialéctica y la existencia de fuerzas internas al sistema que explicaban su dinámica esencial (Bauer, 1968). La conciencia fue considerada como algo con entidad propia y distinto de la materia; aunque procedía de la materia, obedecía, sin embargo, a unas leyes distintas debido a los saltos dialécticos operados en el curso de la evolución.

Según esta doctrina la evolución se caracterizaba por un proceso de transformaciones discontinuas y bruscas. Del cerebro, “la más alta organización de la materia”, surge la conciencia como una nueva realidad cualitativamente distinta de la materia. Una serie de cambios cuantitativos de la materia, en virtud de la dialéctica, producen la conciencia que es un fenómeno emergente que se guía por leyes distintas a las deterministas que rigen el devenir de la materia. De esta manera, sin abandonar el materialismo, aceptaron la conciencia. “Estas directrices salvan a la psicología soviética del absurdo reduccionismo fisiológico o físico dando lugar a una psicología independiente de las otras ciencias” (García Vega, 1989, p. 367).

En este contexto desolador, hay un pequeño núcleo de investigaciones psicológicas de clara orientación psicosocial que con el tiempo cobrarán suma importancia. Se trata de la obra de Vygotski (1934, póstuma) y Luria, dos psicólogos que mantienen contacto con la ciencia occidental y discrepan ideológicamente de la misma. Ambos estudiaron el proceso de formación de la personalidad en la colectividad y en los grupos y reivindicaron una psicología histórica. Su tesis sobre la unidad dialéctica entre el lenguaje y el pensamiento, se apoyaba en la premisa de que el hombre es un ser producto de la historia a la par que un sujeto activo de las relaciones sociales, y los procesos psicológicos superiores (conciencia, voluntad, etc.) se desarrollan con las interacciones del individuo con sus semejantes y con la cultura de su entorno.

El período dialéctico se inició con las purgas stalinistas y en sus primeros momentos se caracterizó por la vigilancia y el control del PCUS. Para muchos autores, la primera teoría verdaderamente marxista y dialéctica fue la de LS Vygotski (1896-1934), quien puso de relieve las conexiones entre la conciencia y el desarrollo socio-cultural. Desde entonces y hasta nuestros días, la psicología soviética (ex-soviética en los últimos años) ya no abandonará el materialismo dialéctico como su fundamentación filosófica, aunque a lo largo de su devenir histórico haya sufrido diferentes modificaciones y en cada período, hayan sido distintos los autores y las escuelas más representativos. La psicología soviética se presentaba, pues, como una ciencia partidista, comprometida filosófica y socialmente con una visión marxista-leninista de la realidad y que adoptaba una perspectiva materialista dialéctica, desde la que rechazaba cualquier dualismo defendiendo un monismo radical.

Las principales fuentes del materialismo dialéctico se encuentran en las obras de carácter filosófico de GW Hegel (1770-1831), L Feuerbach (1804-1872), Marx, Engels y Lenin. Marx y Engels fueron los creadores del materialismo dialéctico y Lenin el intérprete oficial de este planteamiento en la Unión Soviética.

El materialismo dialéctico es la concepción filosófica del partido marxista leninista y su doctrina oficial. El materialismo histórico es la aplicación de los principios del materialismo dialéctico al estudio de la vida social, a los fenómenos de la vida de la sociedad, al estudio de ésta y de su historia (Stalin, 1968). Al ser aplicado a la vida de la sociedad, el materialismo dialéctico daba lugar al materialismo histórico, cuyo progreso influye sobre el desarrollo de la conciencia que es reflejo de la realidad. A su vez, la conciencia influye sobre el desarrollo social por medio del trabajo y el pensamiento, es decir sobre la realidad como reflejo de la conciencia.

 

 

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