Cómo y por qué dos fracciones muy numerosas de la clase obrera vasca (las “AMAS DE CASA” y las y los ESTUDIANTES) no saben que son (ni se sienten) miembros de esa clase.
Mintegi eztabaida-
Clases sociales e identidad vasca ¿qué ha cambiado?
- saioa, 2012ko otsalaren 11
“Sozialismoa XXI. mendeko Euskal Herrian”
Índice
1.Introducción. Alienación e identidad. Clases sociales objetivas y subjetivas. Clase obrera en sí y para sí. Ejemplos.
2.Aproximación de brocha gorda a la división en clases de la población de Euskal Herria Sur: Un 90% suma el Pueblo Trabajador Vasco dominado y explotado por el 10% sumado por la burguesía y su bloque social de apoyo.
3.La alienación del Pueblo Trabajador Vasco que convierte en minoría política su mayoría abrumadora en la población.
4.Cómo las “amas de casa” son la fracción más numerosa de la clase obrera vasca. 5.Cómo las y los estudiantes son la 2ª fracción más numerosa de la clase obrera vasca. 6.Unas pinceladas finales sobre la burguesía y su bloque social de apoyo.
1. Introducción. Alienación e identidad. Clases sociales objetivas y subjetivas. Clase obrera en sí y para sí. Ejemplos.
Veamos unos ejemplos hipotéticos con nombres y datos inventados:
Teófilo Santos Iglesias, 45 años de edad, casado, con dos hijos, sargento de la Guardia Civil con 18 años de servicio en Euskal Herria Sur, condenado judicialmente por torturador y luego indultado por el Gobierno de Aznar, y actualmente mando en la guardia exterior de la cárcel de Martutene.
Ainhoa Etxebeste Ibarra, 45 años de edad, casada, con dos hijos, su marido metalúrgico en la C.A.F, (CONSTRUCCIONES Y AUXILIAR DE FERROCARRILES S.A.) de Beasain. Dedicada a “Sus Labores”.
Aitor Etxarri Garaikoetxea, 21 años de edad, soltero, hijo de un pescador de altura de Bermeo y de una “redera” (reparadora de redes), actualmente estudiante de Informática en la UPV.
Supongamos ahora que el autor de este texto, sociólogo, se ha encontrado con esos datos en los cuestionarios de una encuesta sociológica a una muestra aleatoria y ahora tiene que codificar esos cuestionarios marcando cuál es la clase social a la que pertenecen. En el cuestionario han contestado a la pregunta abierta “¿A qué clase social diría usted que pertenece?” .Y el sociólogo tiene que codificar DOS respuestas. UNA, basándose en lo transcrito por el entrevistador, en el item “Clase social subjetiva”. Y OTRA, basándose en los datos más arriba reseñados y que figuran en el cuestionario, en el item “Clase social objetiva”.
¿Cuáles son las codificaciones que debe hacer el sociólogo? Éstas: Teófilo. Clase social subjetiva: FUNCIONARIO del Estado español. Clase social objetiva: CLASE DE APOYO DE LA BURGUESÍA DOMINANTE ESPAÑOLA.
Ainhoa. Clase social subjetiva: “AMA DE CASA”. Clase social objetiva: CLASE OBRERA. Fraccíón REPRODUCTORA DE FUERZA DE TRABAJO.
Aitor. Clase social subjetiva. ESTUDIANTE. Clase social objetiva: CLASE OBRERA. Fracción PRODUCTORA DE FUERZA DE TRABAJO DIFERIDA.
Esta diferencia entre la clase social objetiva (la clase a la que pertenece un individuo en función del lugar que ocupa en el sistema de producción) y la clase social subjetiva (la clase a la que un individuo “se cree” que pertenece) es característica del Modo de Producción Capitalista. Que es constItutivamente un Modo de Producción OPACO en el que la explotación está DISFRAZADA y en el que se fabrica, inculca y refuerza en los individuos una FALSA CONCIENCIA NECESARIA (necesaria para el mantenimiento y reproducción del sistema).
Hubo explotación del hombre por el hombre (de las clases oprimidas por la clase dominante) tanto en el Modo de Producción esclavista greco-romano como en el Modo de Producción feudal igual que la hay en el actual Modo de Producción capitalista. Pero en el esclavismo y en el feudalismo la explotación era evidente y transparente. El esclavo y el siervo de la gleba VEÍAN cómo el amo se apropiaba de TODO lo que producía el esclavo y el señor feudal se apropiaba de PARTE de lo que producía el siervo de la gleba. Y sufrían en sus carnes la violencia con la que amo y señor feudal le amenazaban o ejercían sobre ellos para realizar esa apropiación.
La NOVEDAD (y el secreto de la mayor eficiencia) del Modo de Producción capitalista consiste en CÓMO consigue DISFRAZAR ESA APROPIACIÓN y en haber convencido a los explotados de que se trata de una apropiación LEGÍTIMA. Ello no excluye la necesidad de que de forma intermitente el capitalista tenga que ejercer la violencia (por sí o por medio del Estado) para consumar su apropiación. Pero en una asombrosa proporción de casos los explotados por el capitalismo aceptan que esa apropiación es legítima y no se rebelan contra ella, aherrojados por su falsa conciencia necesaria.
La falsa conciencia necesaria es el imprescindible (para la clase dominante explotadora) fruto de la alienación. Del proceso de sometimiento, de la enajenación, del extrañamiento del ser humano que supone la pérdida de sí mismo, la renuncia a su propia naturaleza en favor de la de un ser ajeno. Esta noción de alienación, que Feuerbach restringía al ámbito religioso, Marx la extendió a todas las esferas de la actividad humana, empezando por la actividad esencial del ser humano: la producción de bienes para la satisfacción de sus necesidades.
Producir es la actividad esencial de los humanos, lo que los distingue de otras especies animales. Producir significa transformar la Naturaleza, y al transformar la Naturaleza el ser humano expresa su rasgo esencial. No se limita a tomar de la Naturaleza, sino que deliberadamente busca modificarla. De ahí que el trabajo sea el concepto fundamental para entender al ser humano. El trabajo, como actividad productiva libre, es la actividad en la que el ser humano expresa su humanidad, su verdadera naturaleza. El trabajo se convierte, pues, en una actividad alienada y alienante, cuando los seres humanos producen objetos sobre los cuales ya no ejercen ningún control, que no ponen de manifiesto su humanidad, ya que no resultan de su libre actividad, sino de una actividad que es “para otro”, que ya no les pertenece porque le pertenece a quien haya pagado su salario, y de la son despojados. De esta manera es el capitalista el que, con la apropiación del producto, se apropia de la actividad de los demás, resultando para ellos una actividad enajenada, alienada. Además, el objeto producido se vuelve contra su creador, puesto que sirve para enriquecer al capitalista y aumentar su poder sobre el proletario. De este modo la actividad productiva se convierte en una actividad realizada bajo “dominación, coerción y el yugo de otro hombre”. La explotación del trabajador se produce por partida doble; en primer lugar, el capitalista lo explota al apropiarse de la materia prima y de los medios de producción, así como de la plusvalía producida por el trabajador; pero en segundo lugar, lo explota como mercancía, considerándolo un mero apéndice de la maquinaria, una pieza más del sistema de producción.
En esta segunda forma de explotación, el trabajador pierde toda autonomía personal y toda posibilidad de encontrar satisfacción en el trabajo. El capital no sólo se apropia de la plusvalía sino que se convierte en una fuerza tangible que exprime la vida misma del trabajador y que mutila sus talentos: el trabajo, su propia actividad, se convierte en el medio de su esclavitud, de su alienación. La última fase de la alienación es, pues, la alienación ideológica. En ésta el trabajador cree que es legítima la apropiación de la plusvalía por parte del capitalista. El trabajador cree -falsamente- que, como el capitalista posee legítimamente los medios de producción (talleres, maquinaria, fábricas...), tiene una pretensión o un derecho fundado para apropiarse una parte de su trabajo, de una parte de su actividad, de una parte de su vida. A su vez, se considera legítima la posesión de los medios de producción porque deriva de una apropiación legítima de plusvalías en etapas anteriores, construyéndose un círculo vicioso en los procesos de legitimación de la explotación.
La eficacia de la explotación capitalista descansa sobre la noción de legitimidad: presentarse ante las conciencias de los explotados como moralmente justificables. La ideología es una forma de ver el mundo que satisface los intereses de los explotadores.
Marx añadió un matiz significativo a la distinción entre clase social objetiva y clase social subjetiva. Habló de la clase en sí y la clase para sí:
"Las condiciones económicas habían transformado primero la masa del país en trabajadores. La dominación del capital ha creado a esta masa una situación común, intereses comunes. Así, esta masa es ya una clase enfrente del capital, pero no lo es aún para ella misma. En la lucha, algunas de cuyas fases hemos señalado, esta masa se reúne, se constituye en clase para sí misma. Los intereses que defiende se convierten en intereses de clase. Y la lucha de clase a clase es una lucha política". Marx, Karl; Miseria de la Filosofía, (1847). Citado de la edición en español de Ediciones Orbis S.A. Barcelona, 1984, página 187.
2. Aproximación de brocha gorda a la división en clases de la población de Euskal Herria Sur: Un 90% suma el Pueblo Trabajador Vasco dominado y explotado por el 10% sumado por la burguesía y su bloque social de apoyo.
Los datos que voy a citar son irremediablemente viejos (tienen casi 20 años) y necesitan una urgente actualización. Pero son los que hay. Dediqué seis intensos meses de 1993 a colaborar en su elaboración.
Pueden consultarse estas fuentes:
- Nuestro presente, nuestro futuro. Documento clandestino de KAS. Primavera de 1994. - Negación vasca radical del capitalismo mundial. Libro de Justo de la Cueva editado en Madrid por Ediciones VOSA S.L. En noviembre de 1994. En Internet en
http://web.archive.org/web/20040203152326/http://www.basque‑
- Pueblo Vasco y Pueblo Trabajador Vasco. La estructura de clases del Sur de Euskal Herria en los años 90 del siglo XX. Análisis por Justo de la Cueva de la semana del 2 al 8 de marzo de 1998. En Internet en
http://web.archive.org/web/20040205095452/www.basque- red.net/cas/euskal/clases/clases.htm
El índice de este tercer documento explicita bien su esquema y su línea medular:
1.¿De qué hablamos cuando hablamos del “pueblo vasco” y de “la voluntad del pueblo vasco”? 2.La burguesía vasca. ¿Quiénes y cuántos son?
3.El bloque social de apoyo de la burguesía vasca.
4.El Pueblo trabajador Vasco.
5.Las supervivientes clases pre-capitalistas, parte del Pueblo Trabajador vasco.
6.La clase obrera, grueso del Pueblo Trabajador Vasco.
7.La debilidad de la mayoría. La alienación de buena parte del Pueblo Trabajador Vasco.
Mi aproximación del año 1994 se expresaba así:
“El pueblo vasco de hoy está en Euskal Herria Sur dividido en dos partes enfrentadas y en lucha: dominadores y dominados, explotadores y explotados. 1.Los dominadores, opresores, represores y explotadores SON MINORÍA: la clase burguesa y su bloque social de apoyo sólo suponen entre el nueve y el once por ciento del pueblo vasco.
2.El Pueblo Trabajador Vasco (los dominados, oprimidos, reprimidos y explotados) SON LA APLASTANTE MAYORÍA: entre el ochenta y nueve y el noventa y uno por ciento del pueblo vasco. El grueso del Pueblo Trabajador Vasco lo constituye la clase obrera vasca pero tienen importancia cuantitativa y cualitativa otras clases pre-capitalistas en su seno.
Favorable correlación de fuerzas que inmediatamente debe ser matizada por el factor clave de la alienación. Que instrumenta y produce la debilidad de la mayoría precisamente mediante la alienación de buena parte del Pueblo Trabajador Vasco.”
3. La alienación del Pueblo Trabajador Vasco que convierte en minoría política su mayoría abrumadora en la población
Reproduzco aquí parcialmente el apartado 3.4 La alienación del pueblo trabajador del documento de KAS:
La realidad cuantitativa del Pueblo Trabajador expresa el altísimo nivel de explotación alcanzado por el Capital, la asalarización masiva de Euskal Herria y el enfrentamiento objetivo, al margen de la subjetividad, entre intereses antagónicos. Pero sólo indica eso, ni más ni menos.
Existen fuerzas alienadoras internas a la dinámica esencial capitalista; desnacionalizadoras azuzadas por los Estados opresores y las burguesías regionalistas e inscritas en la mundialización y transnacionalización del capitalismo; divisionistas y colaboracionistas dentro mismo de las estructuras político-burocráticas; funcionales al poder e integradoras; estos y otros muchos mecanismos, siempre actualizados y modernizados por especialistas, penetran en el Pueblo Trabajador.
La sorda coerción del capital actúa de forma demoledora dentro de la conciencia contradictoria de los sexos, clases y naciones oprimidas. Esa coerción sorda, que sujeta de manera brutal a las y los oprimidas/os, presiona y condiciona en grandísima medida la mentalidad, hábitos y respuestas del Pueblo Trabajador en su conjunto. Pero su efectividad es desigual, diferente según los problemas y situaciones. Existen espacios y áreas de la conciencia, de la cotidianeidad, más o menos influidos por esos instrumentos. Otros niveles y vivencias se mueven dentro de rechazos y resistencias latentes, subyacentes, que palpitan y se agitan en la estructura psíquica de masas. Es un universo complejo que no podemos reducir a generalidades inconcretas.
Un universo alienado que podemos definir como la acción o el estado mediante los cuales una persona, grupo, clase, pueblo o nación, institución o sociedad devienen o permanecen enajenadas con respecto a los resultados o productos de su propia actividad y a la actividad misma; y/o a la naturaleza en la que viven o contra la que actúan enajenadamente; y/o a otros seres y pueblos con los que mantienen relaciones enajenadas; y/o, como resultado de lo anterior, respecto a sí, a las posibilidades humanas, populares y nacionales, construidas históricamente.
Este concepto de alienación como autoalienación lleva implícita y exige la dinámica de alienación del otro/a, de la sociedad y de la naturaleza. Por tanto es un concepto unido al de poder, explotación, opresión y dominación. La dialéctica entre alienación y poder, explotación y placer, opresión y dependencia y dominación y colaboración, esta dialéctica es uno de los secretos de la pasividad de las oprimidas y oprimidos. Dialéctica ocultada cuando no negada abiertamente por la sociología y que tiene en el patriarcalismo y eurocentrismo dos pilares decisivos del orden burgués, basado en la alienación.
Aplicamos a Hegoalde las lúcidas palabras de TROTSKY: "La representación parlamentaria de una clase oprimida está considerablemente por debajo de su fuerza real e, inversamente, la representación de la burguesía, incluso un día antes de su caída, será siempre la mascarada de su fuerza imaginaria."
A continuación transcribo dos fragmentos de mi libro de 1994 Negación vasca radical del capitalismo mundial. Para enfatizar cómo la alienación capitalista disfraza y desfigura en su provecho la realidad de la estructura de clases.
4. Cómo las “amas de casa” son la fracción más numerosa de la clase obrera vasca.
Aquella cuantificación que el documento de KAS hace del Pueblo Trabajador Vasco (alrededor del 90% de la población) y ese riguroso análisis de su alienación (que en el texto se completa y concreta con datos rotundos y reveladores) son ciertamente valiosos pero es muy probable que lo que te resulte (a tí y a todos los lectores del documento de KAS) más sorprendente e inesperado sea el análisis de la composición del Pueblo Trabajador Vasco. El documento de KAS afirma que "la clase obrera es el grueso de la población vasca". Lo cual no es una novedad aunque la burguesía pretenda ahora desmentirlo utilizando definiciones de la clase obrera distorsionadas y bien diferentes de la rigurosa que emplea KAS en su documento. Lo que sí será una novedad y una sorpresa para muchos es la afirmación de KAS sobre cuáles son las dos fracciones más numerosas de la clase obrera vasca. Te leo los párrafos al respecto. Dice KAS en su documento que:
"El grueso de la clase obrera vasca son las 650.000 mujeres que con una media total de más de 9 horas/día, o parcial de más de 4 horas/día, sostienen gratuitamente la imprescindible recomposición psicosomática de la fuerza de trabajo social. Excluida Nafarroa por ausencia de datos, en Vascongadas se suman cuatro millones de horas/día no pagadas por el Capital e imprescindibles para él. Cuatro millones de horas/día que son el triple de las horas/día dedicadas a la industria. 4.000.000 de horas/día de las que el 92% son trabajadas por mujeres.
Las cifras generales estimativas para la economía capitalista hablan de que lo que se define como "trabajo doméstico" supondría oficialmente entre el 20 y el 45% del Producto Interior Bruto según el método de cálculo usado.
Además, no debemos considerar sólo el escueto trabajo domiciliario, sino también el conjunto de atenciones familiares extradomiciliarias y el conjunto de "labores" sexo-afectivas implícitas a la explotación sexoeconómica. "Labores" necesarias para el rendimiento medio de la fuerza de trabajo social considerando los costos globales que se ahorran por las y en las rutinarias funciones sexo-afectivas de la mujer.
No nos extendemos aquí en las especiales condiciones de explotación de la fuerza de trabajo de la mujer asalariada, sea en el trabajo sumergido, precario, a domicilio, etc, como en las oficinas, talleres y fábricas. Forman una fracción especialmente castigada dentro de la clase obrera tanto por los puestos de trabajo que ocupan y los que tienen sistemáticamente prohibidos, como por el menor sueldo percibido que en Vascongadas es de un 21,6% inferior al de los hombres, como por las condiciones de acoso y agresión sexual e intimidación difusa o pública por parte de sus "compañeros" de explotación, que extraen inequívocos beneficios machistas.
Existe además una activa solidaridad patriarcalista entre patrones y obreros que se expresa más duramente en la indefensión de la mujer trabajadora en todos los sentidos, en especial al echarlas del trabajo. Los sindicatos defienden en su mayoría el corporativismo patriarcal."
Hazme un favor. Para aquí la cinta, vuelve atrás y escucha un par de veces esos cuatro párrafos del documento de KAS que acabo de leerte. Tengo la tentación de decirte que esos párrafos son, de todos los que vienes escuchándome en estas cintas, los que más pueden -si los entiendes y los asumes- variar tu comprensión de lo que el mundo es. Fíjate bien, repite conmigo el mensaje básico de esos párrafos de KAS: "Las "amas de casa" son el grueso, la fracción numéricamente más nutrida, de la clase obrera vasca". ¿Recuerdas cuantas veces en estas cintas te he insistido en que el capitalismo hace opaca a la sociedad? ¿Recuerdas los trozos que acabo de leerte hace un rato del documento de KAS referidos a los mecanismos de alienación capitalista que actúan sobre el Pueblo Trabajador Vasco?. Pues quizás ningún otro caso como el de las "amas de casa" refleje y exprese los terribles efectos de la alienación capitalista y de su éxito al hacer opaca a la sociedad capitalista. Haz la prueba. Cuéntale a tu madre, a tu padre, a tus vecinos y amigos que acabas de enterarte de que las "amas de casa" constituyen el grupo más numeroso de la clase obrera vasca. Y comprueba el asombro y la sorpresa con la que recibirán tu afirmación de que las mujeres que realizan el trabajo doméstico son obreras y forman parte, por lo que hacen -ese trabajo doméstico- y por como lo hacen, de la clase obrera. De que realizan un trabajo productivo, que produce valor. Y de que, además, la expropiación que sufren de su plusvalía es máxima porque el Capital no les paga nada, les expropia todo el valor que producen.
Date cuenta: KAS HA PRESTADO UN INESTIMABLE SERVICIO AL PUEBLO TRABAJADOR VASCO CON ESOS PARRAFOS DE SU DOCUMENTO. Porque ayudarán al Pueblo Trabajador Vasco a quitarse de los ojos la telaraña embustera de la falsificación ideológica capitalista y a aprender que la definición "SUS LABORES" para la casilla de profesión del DNI o la casilla de la hoja del censo o del padrón, usada para las mujeres que realizan el trabajo doméstico, es una monstruosa falsificación. Probablemente la más rentable, para el Capital, de las innumerables falsificaciones que perpetra. No te digo a humo de pajas que es la más rentable. Recuerda que en el texto de KAS se señala que si se contabilizara el trabajo doméstico ahora no pagado y no contabilizado habría que aumentar el valor del Producto Interior Bruto actualmente contabilizado entre un 20 y un 45% de las cantidades actuales. Esa oscilación entre el 20 y el 45% depende del método de cálculo que se emplea.
El trabajo doméstico, el 92% del cual es realizado -recuerda- por mujeres, es el conjunto de actividades de mantenimiento requeridas para producir diariamente la fuerza de trabajo, incluyendo el trabajo de búsqueda, acopio y transformación de bienes (la comida por ejemplo) en valores de uso para el consumo. Es esencial que entiendas que, como subraya KAS, ese trabajo de reproducción de la fuerza de trabajo ES IMPRESCINDIBLE para el funcionamiento del sistema, pero que el Capital NO PAGA NADA POR EL (lo roba todo) consiguiendo así una FANTASTICA DISMINUCION DEL PAGO de los costes reales de producción al hacer inexistente, escamoteada por el juego de manos ideológico del sexismo específico capitalista, la quizá más importante partida de estos costes (entre un 20 y un 45% del actual valor total de lo producido).
Lo que acaba de hacer KAS con esos párrafos de su documento es ponernos delante de los ojos, como no había hecho antes nunca ninguna fuerza política vasca, el problema fundamental encarnado por esos cientos de miles de mujeres vascas que sufren cada día el trabajo embrutecedor, repetitivo, siempre inacabado, de las "labores de la casa". Ese trabajo incómodo en el que ellas sufren todas las consecuencias de las agresiones capitalistas: la inadecuación de las viviendas, la falta de mercados y servicios sociales, la angustia de la escasez de dinero enfrentada a la brutal escalada de los precios. Y que supone la constante frustración de ser un "trabajo para nada", en el que, apenas se acaban de fregar los platos, se vuelven a ensuciar. Los obreros vascos varones han caído de bruces en la trampa ideológica del sistema capitalista que consiste en decir que eso no es trabajo. Que las "labores de la casa" no son trabajo. Los obreros vascos varones no han acabado de (ni siquiera empezado a) entender que el trabajo que las mujeres hacen en casa es trabajo. Y trabajo que hacen gratis para los capitalistas. Trabajo que, te repito, los capitalistas explotan y expropian sin pagar un céntimo por él. Porque, te repito de nuevo, el trabajo que las mujeres hacen en sus casas, las "labores de la casa", es imprescindible para los capitalistas. Porque, te insisto, ese trabajo es necesario para la reproducción de la fuerza de trabajo empleada en las fábricas y en los tajos. Para que los obreros repongan las fuerzas gastadas cada día en la fábrica y en el taller, en las calles y en las oficinas, y puedan volver a tener fuerzas para gastarlas de nuevo allí al día siguiente, es vital que "alguien" haya peleado durante el día en el mercado haciendo la compra, en la cocina haciendo la comida, en la casa lavando, fregando, haciendo las camas. Es preciso que alguien tenga la mesa y la cama puestas para que el obrero reponga su fuerza de trabajo. Y el coño abierto para que descargue su irritación y su agresividad impotentes y contenidas en el tajo.
Y para que, cuando la edad y la explotación hayan agotado su fuerza de trabajo, haya otros portadores de fuerza de trabajo que le substituyan, los capitalistas necesitan que alguien se cuide de parir, de alimentar, de lavar, de vestir y de cuidar a LAS CRIAS DE NUEVOS OBREROS. Necesitan que alguien se cuide de reproducir obreros. Las "labores de la casa" son así trabajo al servicio de los capitalistas. Trabajo que tiene un producto muy concreto: reproducir en los obreros la fuerza de trabajo gastada cada día y reproducir los obreros mismos, duplicándoles en sus crías.
En la medida en que los obreros no son más que máquinas-herramientas que los capitalistas usan, en esa medida las "labores de la casa" son el trabajo necesario para reparar el desgaste diario de esas máquinas-herramientas y el trabajo necesario para ir preparando las máquinas‑herramientas que les substituyan cuando se gasten del todo. Las "labores de la casa" son la forma de hacer el trabajo de reparar obreros y de fabricar nuevos obreros. Las "labores de la casa" son el trabajo gastado en la reproducción de la fuerza de trabajo. Sin esa reproducción el sistema capitalista no funcionaría. Déjame insistirte otra vez (porque es vital que lo entiendas bien) que lo que sucede es que los capitalistas han conseguido un éxito total en la fantástica operación de engaño consistente en disimular ese hecho fundamental. Han conseguido que los obreros se crean que esas "labores de la casa" no son trabajo. Y que es lógico por eso que los capitalistas no lo paguen. El éxito del engaño se completa porque las mujeres que hacen ese trabajo no entienden lo que hacen y por eso admiten que en su carnet de identidad les pongan, en vez de lo que son y hacen "reproductoras de fuerza de trabajo", esa mentira que dice "sin profesión" o "sus labores".
La mejor prueba de que "sus labores" son un trabajo que el sistema capitalista necesita que realicen para él las mujeres de las clases dominadas y explotadas es que las únicas mujeres que NO hacen SUS labores son las mujeres de la clase dominante y de sus clases de apoyo. Las labores de la casa no son propias de la mujer sino propias de las dominadas y explotadas. Hay mujeres, recuérdalo, que no las hacen: las de la clase dominante y de sus clases de apoyo. A quienes, significativamente, esas labores "de mujer" se las hacen muchas veces hombres dominados y explotados: criados, lacayos, cocineros, etc. etc.
Date cuenta de que los capitalistas han conseguido el difícil récord de tener un ejército de 650.000 esclavas en el Sur de Euskal Herria que realizan gratis para ellos la reproducción cotidiana de las fuerzas de trabajo gastadas por sus obreros y que además están continuamente fabricándoles y cuidándoles, también sin que les suelten un céntimo por ello, nuevos obreros para ellos.
La letal eficacia, la elegancia, la fascinante sutileza de esta organización creada por los capitalistas brilla con un fulgor deslumbrante si piensas en que los capitalistas no necesitan gastar nada en campos de concentración ni en guardianes para vigilar a esas 650.000 esclavas porque cada una de ellas está vigilada y controlada por el mismo individuo al que tienen que cuidar. Y las únicas alambradas que han tenido que colocar para que esas esclavas no se escapan y no huyan de su vida de trabajos forzados son las alambradas del matrimonio y de la familia. Y los únicos guardianes que se encargan de las alambradas son los curas y los obispos, los publicitarios que imaginan y diseñan spots y los periodistas que escriben y fotografían revistas "para la mujer" o "del hogar" o parlotean programas radiofónicos, unos grupos de canallas cuya tarea consiste en tener falsamente satisfechas o resignadas a las esclavas de los capitalistas.
Y de la misma forma que se preocupan de que sus vacas o sus ovejas no dejen de reproducir terneros o corderos para mantener siempre el volumen de sus rebaños, los capitalistas españoles que padecemos y sus cómplices los capitalistas vascos, se han preocupado durante decenios y decenios de tener prohibida la píldora o de hacerla cara y difícil de encontrar o de difundir mentiras sobre su peligrosidad y ahora los grotescos fachas del Gobierno de UPN en Navarra de dificultar la información sobre el preservativo y de promocionar la castidad como método preventivo contra el SIDA. Y naturalmente han estigmatizado, perseguido, condenado y castigado el aborto. Y cuando, tarde y mal, se ha legalizado el aborto en el Estado han utilizado y utilizan todo tipo de maniobras, legales, ilegales y alegales, para dificultar la efectiva aplicación de esa legislación corta. insuficiente y cojitranca. Porque en el sistema capitalista las mujeres son esclavas. Y lo mismo que el cuerpo de la vaca o de la oveja no son propiedad ni de la vaca ni de la oveja sino del dueño de las mismas que las emplea para producir terneros o corderos, el cuerpo de las mujeres en el sistema capitalista no es suyo ni pueden usarlo como y para lo que les guste. Su cuerpo es propiedad del Capital, su función es producir, parir, nuevos obreros. Y les está prohibido, les tiene que estar prohibido, joder para gozar. Sólo pueden hacerlo para fabricar nuevos obreros.
5. Cómo las y los estudiantes son la 2ª fracción más numerosa de la clase obrera vasca.
Llevamos tú y yo contemplada en esta cinta la osadía conceptual de KAS al afirmar (y demostrar) que la fracción más numerosa de la clase obrera vasca está constituida por las 650.000 mujeres que realizan el trabajo doméstico. Pues bien, KAS duplica la osadía en su análisis de la actual estructura de clases vasca señalando que "la segunda fracción en importancia de la clase obrera es la formada por las y los jóvenes de 16-29 años" siendo sólo la tercera en número la de los obreros industriales y la cuarta la de los obreros de la construcción. Ese análisis de KAS afirma y justifica que "Las y los estudiantes son clase obrera". ¿Qué te parece? Pero para que te enteres bien y puedas juzgar tú directamente será mejor que te lea los párrafos del documento Nuestro presente, nuestro futuro donde se dice eso. Te leo:
"La segunda fracción en importancia de la clase obrera es la formada por las y los jóvenes de 16- 29 años. Cerca de 650.000 en Euskadi sur de los que 67.000 son mujeres ya contabilizadas en el punto anterior, Casi el 33%, 218.000, son estudiantes y las mujeres son mayoría en su seno. Las y los estudiantes son clase obrera porque producen valor diferido, porque se capacitan como fuerza de trabajo social futura que almacena y guarda para la explotación futura un valor de uso como mercancía asalariada que, una vez explotada por el patrón, rendirá un beneficio según la mecánica capitalista. Una formación que les dota de un valor de cambio en el mercado de trabajo.
Según sea ese valor de cambio tendrán más o menos opciones de encontrar un explotador que les asalarice materializando su valor anteriormente diferido. Los estudiantes son sabedores de ese engranaje atroz. Saben que mientras no encuentren un explotador que materialice su valor diferido serán parados encubiertos. Del resto de la juventud, de los 375.000, sólo pertenecen a la burguesía menos del 1%.
Pero lo grave para esta fracción es que las posibilidades de materialización de su fuerza de trabajo empeoran celéricamente como efecto de las medidas capitalistas de descargar sobre el Pueblo Trabajador los costos de la crisis quedándose la burguesía con sus beneficios.
La precarización del trabajo ha sido premeditadamente potenciada por el Capital: los asalariados eventuales en Vascongadas han pasado de 25.553 en 1981 a 42.776 en 1986 y a 127.600 en 1989. De éstos, el 72% tenían menos de 35 años, mientras que sólo suponían el 47% de los asalariados menores de 35 años.
Peor que la precarización es el paro: en 1993 el 40% de la juventud activa está en paro, siendo en Vascongadas el 62% del total del paro y más del 50% en Navarra. Si reducimos el cómputo de edad de los 16-29 años a los 16-24 la tasa de paro sube al 45,6%. Y en este cómputo de edad, de 16-24 años, más del 50% son inactivos. Es decir, están estudiando, padeciendo el secuestro militar, ayudando en casa, etc.
Como efecto de estas condiciones juveniles más las que atañen a la familia obrera, se produce un corte generacional irreversible entre la fracción ahora joven y la madura. La centralidad fabril; el saber obrero autoorganizado y expresado en el sindicato clásico; la cotidianeidad del tiempo asalariado y del espacio urbano industrial; la vida sexo-afectiva en ella encuadrada; la identidad grupal y la jerarquía y dependencia intragrupal, es decir, lo que componía el núcleo de la falsa- conciencia-necesaria pero con potencialidades desalienadoras y emancipadoras del obrero-masa tradicional de las décadas de los 60 y 70, envejece y se distancia irreversiblemente de la nueva juventud explotada en la precariedad, que forma el núcleo del nuevo obrero-social."
Te ruego muy encarecidamente que pares aquí la cinta y vuelvas a escuchar muy atentamente y varias veces el último párrafo de los que acabo de leerte del documento de KAS. Ahí tienes la clave de que tantos hombres y mujeres de 35 a 45 años (no te digo nada de los que tienen más de 45) sean incapaces de entender ni comprender ni saber cómo tratar a las y los jóvenes vascos de hoy (a sus propios hijos). Sencillamente porque las profundas transformaciones sociales que la Gran Crisis del capitalismo mundial ha producido y está produciendo en las condiciones de vida se hacen más agudas y feroces en sus efectos sobre los jóvenes. Si a la vida y a los problemas actuales de los jóvenes se acercan los adultos (sus padres) mirándoles con las gafas distorsionadoras de sus recuerdos y experiencias de cómo fueron y cómo vivían cuando eran jóvenes, ni entienden nada, ni comprenden nada ni saben qué decir y cómo hacer. El documento de KAS es a la vez un cuchillo que rasga el velo de la inservible memoria que los adultos tienen de su propia juventud y un potente microscopio electrónico que escrudiña la estructura interna de la situación actual de la juventud, incomprensible para las miradas que sólo arañan la aparente superficie.
Una precisión. En este texto he venido utilizando el concepto de clase propuesto por el documento de KAS de 1994 "Nuestro presente , nuestro futuro" ( página 21 ):
"Son clase obrera las trabajadoras/es asalariados/as, a los que el capital roba una parte de su trabajo no pagado, que están excluidas/os del control de la fuerza de trabajo y su reproducción y del control del capital constante y variable. Son clase obrera las mujeres que con su trabajo doméstico y mediante la explotación patriarco-familiar sostienen la reproducción psicosomática de la fuerza de trabajo social. Son clase obrera las trabajadoras/es empleados en los aparatos burocrático-administrativos y político-ideológicos que carecen empero del mínimo control de su destino y de las decisiones que a ellas/os atañen. Son clase obrera las personas dependientes por lazos de sobrevivencia a las trabajadoras/es de las tres categorías anteriores".
6. Unas pinceladas finales sobre la burguesía y su bloque social de apoyo.
Los datos que siguen están también referidos a 1993. Es crucial considerar en concreto a la ínfima pero dominante y muy poderosa burguesía vasca, la que posee el Capital, controla y dirige la reproducción de la fuerza de trabajo social, domina o codomina los aparatos de Estado, medios político-ideológicos (EL CORREO ESPAÑOL, EL DIARIO VASCO y EITB por citar sólo unos ejemplos) y restantes instrumentos de poder. Clase burguesa que utilizando todos esos medios dirige desde y para sus intereses únicos la reproducción ampliada del Capital y, por ello, la vida colectiva que es supeditada en todos y cada uno de sus aspectos al interés básico de la burguesía: su perpetuación como clase que explota al Pueblo Trabajador Vasco, lo oprime políticamente Y DOMINA CULTURAL E IDEOLOGICAMENTE.
En Hego Euskal Herria la clase burguesa está compuesta directamente por 31.000 personas, poco más del uno por ciento de la población del conjunto de los cuatro herrialdes (Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Nafarroa).
Pero el NUCLEO DURO, el ALMA BURGUESA, los poseedores de empresas que explotan a más de cien trabajadores, que controlan los resortes decisivos, que imponen las condiciones a las empresas más pequeñas, que tienen preferencias en los préstamos financieros y en las relaciones internacionales, LO FORMAN MENOS DE MIL (1.000) BURGUESES.
Por si fuera poco el poder económico, social, ideológico, cultural y político que la burguesía vasca posee, CUENTA ADEMAS CON UNA MINORITARIA PERO SIGNIFICATIVA PORCION DEL PUEBLO VASCO. Que le sirve de parapeto, "longa manus", "masa de maniobra" y herramienta de control y represión sobre el Pueblo Trabajador Vasco.
Es un bloque social de apoyo compuesto, además de por sus propios hijos y cónyuges, por reducidas fracciones de clase asalariadas situadas entre el Capital en sí y el grueso del Trabajo.
Altos técnicos y funcionarios, militares y policías, gerentes, managers, capataces y otras alimañas serviles con sobresueldos especiales dependientes de su incondicional colaboración. Mercenarios que, pese a sus esfuerzos, casi nunca llegarán a poder convertirse en capitalistas pues no acumularán lo necesario para comprar y explotar trabajadores en empresas propias. Excepto si se integran en la burguesía mediante matrimonio, acceso que está celosamente vigilado por esa burguesía que se reproduce casi endogámicamente.
Esas pequeñas fracciones, atrapadas entre el quiero y no puedo, corroídas por el odio antiobrero y el fanatismo capitalista, abajofirmantes de "Manifiestos", integrantes de ONGs "pacifistas" y Foros de Ermua, no están integradas por la totalidad de los funcionarios y técnicos pero no es descabellado estimar que sí por su cuarenta por ciento y prácticamente por el cien por ciento de los directivos y aproximadamente el veinte por ciento de los administrativos. Contando a sus hijos PERO NO A SUS CONYUGES, forman aproximadamente el siete por ciento de la actual población vasca.
Con curas, monjas, frailes, enchufados, corruptos, amigos y personas dependientes, policías de todos los ladridos, profesores, periodistas, artistas, escritores y otros funcionarios-intelectuales, etc., COMPONEN LAS MESNADAS FIELES AL CAPITAL Y A "ESPAÑA". Con estas mesnadas, esas fracciones y la burguesía en sí, SON ENTRE EL NUEVE Y EL ONCE POR CIENTO DE LA POBLACION DE EUSKAL HERRIA SUR.
Justo de la Cueva
20 enero 2012
Etxarri-Aranatz