VIÁTICO PREVIO:
Tres reglas que creo debes observar:
Primera regla:
Lee siempre los textos originales (naturalmente traducidos a una lengua que conozcas si no puedes leer su lengua original, lo cual es el ideal). Ningún manual aunque sea bueno y muchísimos son horrendos (¡¡¡¡ es incalculable el daño provocado por los empobrecedores, mutiladores y mecanicistas manuales de Marta Harnecker, como lo es el producido por los similarmente horrendos manuales difundidos por la URSS stalinista y poststalinista!!!!) ni casi ningún comentario remunera el esfuerzo de leerlo y sobre todo el tiempo perdido que podía haberse dedicado a leer los originales. La lista que te voy a dar es, naturalmente, personalísima. Responde a mi criterio y no goza (ni padece) de ninguna autoridad. Salvo la que tú concedas a la experiencia y a las vivencias de un compañero tuyo como soy yo.
Segunda regla:
Enmarca siempre los textos que leas en la concreta coyuntura de la lucha de clases en que fueron escritos . Ello significa dos cosas claves: 1ª debes saber y tener muy en cuenta siempre la fecha, el lugar y las circunstancias en que se escribió; 2ª debes tener a mano alguna ayuda bibliográfica sobre el devenir de los acontecimientos, sobre aquella coyuntura. Te recomiendo muy vivamente, para conseguir una visión panorámica de cualquier época y área, el Atlas Histórico Mundial (Volúmenes I y II) de Hermann Kinder y Werner Hilgemann, Ediciones ISTMO, Colección Fundamentos 1, Madrid 1990 (es la 15ª edición, debe haber otras).311 y 359 páginas. Si no lo consigues en librerías sácalo en préstamo de alguna Biblioteca Pública (por cierto ¿eres socio de alguna buena? Es imprescindible serlo) y fotocópialo. Ese Atlas necesitará complementarse porque es tremendamente sintético, digamos que te proporciona el mapa histórico a escala 1:1000.000 y necesitarás buscar obras que te hagan zoom sobre la época (para tener mapa histórico a escala 1:100).
Tercera regla:
Navega por Internet para bajarte textos que te falten en papel.
MUNICIÓN UNIVERSAL (Un acopio básico importante) y AVISO PARA NAVEGANTES (este es un viaje que te durará años, probablemente toda tu vida).
Carlos Marx/Federico Engels: Obras escogidas en tres tomos. Editorial Progreso, Moscú. 1970 ó 1981. Hay una edición en dos tomos de Akal Editor, Madrid. 1975
V.I. Lenin: Obras escogidas en tres tomos. Editorial Progreso. Moscú. 1981. También hay edición de AKAL.
Es importante que los consigas. Bucea primero en librerías de viejo, hay mucho ex-rojo converso a pseudopacifista, a neoliberal o a enchufado peneuvista que ha vendido su biblioteca para no asustar a sus nuevos amos cuando van a su casa.
AVISO IMPORTANTE:
Este es un viaje que te durará años, probablemente toda tu vida.
Parto del supuesto de que entiendes que no estamos hablando de alguno de esos timos consumistas del tipo “Aprenda ruso en siete días”, “Hágase experto en marketing con nuestro Seminario de fin de semana”, etc. Va a hacer cuarenta y tres años del momento en que yo me tropecé por primera vez con un texto de Marx y aún no he terminado ni mucho menos de estudiarle a él y a sus continuadores.
LA DECISIVA CUESTIÓN DE LA PRÁCTICA TEÓRICA:
No se trata de analizar textos sino de analizar relaciones sociales. Mucha gente conoce y cita la frase de Lenin (en ¿Qué hacer?): “Sin teoría revolucionaria tampoco puede haber movimiento revolucionario” (Obras escogidas Tomo I pág. 134). Por desgracia no es ni siquiera una fracción de esa gente la que la entiende bien. La que entiende que:
1º) La teoría revolucionaria NO es un conjunto de textos o de libros, aunque sus resultados se reflejen en libros y textos que pueden (y deben) leerse.
2º) La teoría revolucionaria no es sino el resultado de una práctica, LA PRACTICA TEÓRICA, que se enraíza en y se nutre de la práctica revolucionaria y es además una forma de la misma.
Marx lo formuló tan temprano como en la primavera de 1845 (al filo de su 27º cumpleaños) en la 2ª y 3ª de las 11 Tesis sobre Feuerbach:
“2. El problema de si al pensamiento humano se le puede atribuir una verdad objetiva, no es un problema teórico, sino un problema práctico. Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla de la práctica, es un problema puramente escolástico.
- La teoría materialista de que los hombres son producto de las circunstancias y de la educación, y de que por tanto, los hombres modificados son producto de circunstancias distintas y de una educación modificada, olvida que son los hombres, precisamente, los que hacen que cambien las circunstancias y que el propio educador necesita ser educado. Conduce, pues, forzosamente, a la sociedad en dos partes, una de las cuales está por encima de la sociedad (así, por ej.,, en Roberto Owen).
La coincidencia de la modificación de las circunstancias y de la actividad humana sólo puede concebirse y entenderse racionalmente como práctica revolucionaria.”
Marx y Engels lo explicaron con rotundidad tres años después, ya en el Manifiesto:
“Las tesis teóricas de los comunistas no se basan en modo alguno en ideas y principios inventados o descubiertos por tal o cual reformador del mundo. No son sino la expresión de conjunto de las condiciones reales de una lucha de clases existente, de un movimiento histórico que se está desarrollando ante nuestros ojos”.
Precisamente por eso te propongo hacer un primer itinerario por obras que son (además de escritos de combate) análisis y/o teorizaciones de procesos concretos de lucha de clases. No te confundas. Son también escritos teóricos. Pero, de la específica y correcta manera del materialismo histórico, su teoría se extrae de la práctica, del análisis de la práctica, del análisis dialéctico de la coyuntura concreta de la lucha de clases.
Me parece útil reproducirte aquí y en este momento una luminosa definición de un excelentísimo historiador marxista (Pierre Vilar):”La investigación histórica es el estudio de los mecanismos que vinculan la dinámica de las estructuras -es decir, las modificaciones espontáneas de los hechos sociales de masas- a la sucesión de los acontecimientos -en los que intervienen los individuos y el azar, pero con una eficacia que depende siempre, a más o menos largo plazo, de la adecuación entre estos impactos discontinuos y las tendencias de los hechos de masas-.”
Trotsky insistía muy saludablemente en decirle a sus camaradas que: “El marxismo es sobre todo un análisis de relaciones sociales, no de textos”. Es una luminosa (Y TOTALMENTE CIERTA) recomendación que te aconsejo vivísimamente que tengas siempre en cuenta. En un texto clave que luego veremos (el 9) Trotsky tronaba contra aquellos marxistas “que sustituyen el análisis independiente de las relaciones sociales por la interpretación de textos preseleccionados por ellos y aplicables a todos los casos de la vida. ¡Nadie compromete tanto el marxismo como estos marxistas nominales!”.
Cualquier buen conocedor de la historia de los últimos decenios de Euskal Herria sabe bien el daño y la esterilidad que para la lucha revolucionaria por la liberación nacional y social de Euskal Herria han generado las luchas fraccionales generadas NO POR UN DIFERENTE ANALISIS DE LAS RELACIONES SOCIALES vascas y de los vascos con los españoles y con el mundo SINO POR DIFERENTES ANALISIS DE TEXTOS (muchas veces mal leídos y mal entendidos).
No veas en esta recomendación una contradicción por el hecho de hacerla precisamente antes de sugerirte el estudio y la lectura cuidadosa de una serie de textos. De forma completamente congruente te propongo precisamente un itinerario por una serie de textos (muchos de ellos geniales) que son precisamente el reflejo, el precipitado, el resultado de excepcionales análisis de relaciones sociales.
Porque la mejor forma de enseñarte a hacer marxistamente análisis de relaciones sociales NO es que yo te escriba un manual de análisis (al modo de esas grotescas chapuzas metodológicas que acostumbran a usar los alienados cristianos de base) ni que te recomiendo alguno de los imbéciles manuales que a veces figuran como libros de texto pseudouniversitarios.
La mejor forma es que te leas y estudies algunos buenos análisis de relaciones sociales elaborados por gente que sabía hacerlos bien.
¡OJO! La prueba de que sabían hacerlos bien no es que sean personas famosas. O que hayan sido personas sacrificadas o abnegadas o beneméritas. La prueba es la práctica. La prueba es que al actuar guiados por esos análisis la realidad se comportó como sus análisis decían que iba a comportarse (con independencia de que tuvieran éxito o fracasaran en sus acciones). Vuelve a leer la 2ª tesis sobre Feuerbach que te cité párrafos atrás.
Así que ya sabes cuál ha sido el criterio al que responden las páginas siguientes.
Dos palabras sobre un posible primer ITINERARIO ABREVIADO:
Mi recomendación personal es que sigas el itinerario de lectura que te voy a sugerir. Ahora bien, entiendo que no quieras o no puedas asumir una tarea así de amplia. Para no dejarte desamparado en ese supuesto te añado ahora un:
ITINERARIO ABREVIADO:
serían los textos números: 1,2,5,6,8,14,18 y 22 (de éste, de El Capital, el Libro Primero). Pero debo insistirte en que los atajos en asuntos como éste hacen perder mucho más de lo que permiten ganar.
Otras pocas palabras sobre las tres partes del primer itinerario:
El primer itinerario puede dividirse en tres partes.
La primera incluye los textos del nº 1 al 20. Su lectura te permitirá adquirir un conocimiento suficiente, a través del examen de una serie de ejemplos eminentes, de la forma en que el materialismo histórico analiza las diversas coyunturas de la lucha de clases.
La segunda parte, los textos nº 21, 22 y 23, te permitirán asimilar los dos extremos de la trayectoria hasta ahora recorrida por el materialismo histórico para conocer/transformar el mundo. Concretamente a conocer la descripción/análisis/teorización que en el siglo XIX realizan Marx y Engels (de ahí que debes leer La situación de la clase obrera en Inglaterra de Engels y El Capital de Marx) y la descripción/análisis/teorización que realiza y publica en el último cuarto del siglo XX Wallerstein (El moderno sistema mundial).
La tercera parte (cuatro obras de Deutscher englobadas en el nº 24) te permitirá conseguir la comprensión del proceso histórico de los primeros cincuenta años de la decisiva Revolución Rusa.
PRIMER ITINERARIO DE LECTURA QUE TE RECOMIENDO