INTRODUCCIÓN
1. EL MARCO CRONOLOGICO: LOS PERIODOS DE LA PREHISTORIA
Primera parte: FAMILIA Y PARENTESCO
2. EL EVOLUCIONISMO DE MORGAN
     Sistemas de parentesco
     El parentesco iroqués
     Contradicción entre sistema de parentesco y familia
     El matrimonio colectivo y la familia punaluana
     El cuadro general de la evolución
3. LA CRÍTICA DE MORGAN
     La inencontrable familia Punaluan
     El sistema de parentesco no cuenta toda la historia
     El sistema de parentesco dice aún menos
     ¿Para qué sirven los sistemas de parentesco?
4. GRUPOS DE PARENTESCO
     Clanes, linajes, filiación unilineal
     Clanes y sistemas de parentesco
     Clanes y familia
     ¿Existe la "sociedad de clanes"?
5. FAMILIA Y PARENTESCO, ¿QUÉ EVOLUCIONISMO?
     Historia de la familia
     Historia de los sistemas de parentesco
     Conclusión (¿y el materialismo histórico?)
 
     Segunda parte: LA CONDICIÓN DE LA MUJER
6. LOS AVENTUREROS DE LA MATRIARCA PERDIDA
     Cuestiones verdaderas y falsas en un debate milenario
     Amazonas y Penélopes: los mitos de Bachofen
     Morgan y los iroqueses
     Engels y la economía
     Nuestra Madre que estás en los cielos
     La evolución, ¿obra de mujeres?
     Los contornos borrosos del matriarcado
7. EL MATRIARCADO QUE NO ENCONTRAMOS
     La fiabilidad mítica de los mitos
     La Diosa esquiva
     ¿Honni soit qui mâle y pense?
     La importancia de la filiación
     La anterioridad de la matrilinealidad (1): paternidad desconocida
     La anterioridad de la matrilinealidad (2): paternidad incierta
     ¿Sucesión o eliminación?
     Matrilinealidad y situación de la mujer
7. ¿Se han observado matriarcados?
8. VEINTICUATRO MILENIOS DE VIDA DE LAS MUJERES
     ¿Cuándo comenzó la dominación masculina?
     Opresión de la mujer (1): horticultores
     Opresión de la mujer (2): cazadores-recolectores igualitarios
     Otros cazadores-recolectores, otras relaciones de género
     Igualdad de género: ¿de qué estamos hablando?
9. EL LUGAR DE LA ECONOMÍA
     Engels: un escenario anticuado
     Esferas pública y privada
     Teorema de Kollontai
     Valoración provisional
10. LANZAS Y GARROTES: LA DIVISIÓN SEXUAL DEL TRABAJO
     Una medida de la división sexual del trabajo
     Causas de la división sexual del trabajo
     Consecuencias de la división sexual del trabajo
11. EVOLUCIÓN, PODERES Y CONTRAPODERES
     Del ascenso a la dominación: el papel de la riqueza
     La política, asunto de hombres
     La economía una y otra vez
     ¿Se ha deteriorado la situación de la mujer con la aparición de las clases sociales?
12. EVIDENCIAS DEL PASADO
     Algunas consideraciones generales
     Falsos pretextos
     Casos dudosos
     Guerreros esteparios
     Confirmaciones
CONCLUSIÓN
ATLAS DE LOS PUEBLOS MENCIONADOS
BIBLIOGRAFÍA
ÍNDICE

 

DESCARGO DE RESPONSABILIDAD: Estos extractos de lecturas pretenden llamar la atención sobre obras que nos han llamado la atención. Intentan ofrecer un hilo conductor entre los propuestos por el autor. Si hemos omitido algún pasaje, ya sea corto o largo, lo indicamos, bien cambiando de párrafo, bien indicando (...). Naturalmente, animamos a los lectores a buscar el texto completo y a comprar el libro, aunque sólo sea por espíritu de solidaridad.

 

 

Christophe Darmangeat

Le communisme primitif n'est plus ce qu'il était,

Aux origines de l'oppression des femmes

Smolny, 2009

465 pages

 

 

 

Agradecimientos de la autora

También debo expresar mi agradecimiento a Alain Testart, a cuyos trabajos y seminario debe mucho este libro, y que también aceptó releer y criticar este texto.

 

Introducción

 

Hace ya más de 130 años que Engels publicó El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. El libro pretendía en gran medida "exponer las conclusiones de las investigaciones" de un antropólogo estadounidense, Lewis Morgan. Fue el primero en realizar un estudio sistemático de la terminología del parentesco de las sociedades primitivas y en derivar de él una teoría de su evolución.

La segunda parte del libro de Engels, dedicada al nacimiento del Estado entre los griegos, los romanos y los pueblos germánicos, debía mucho menos a Morgan: sintetizaba los trabajos emprendidos sobre la cuestión por los propios Marx y Engels y los presentaba por primera vez de forma clara y accesible. No se trataba simplemente de una exposición de las circunstancias históricas que condujeron a la aparición del Estado: Engels desarrolló una auténtica teoría del Estado y de su futura decadencia.

Hay que decir sin rodeos que la investigación antropológica invalidó hace mucho tiempo gran parte de las tesis de El origen de la familia, y que ya no deben considerarse más que teorías históricamente anticuadas, intuiciones ciertamente brillantes para su época, pero que ya no pueden considerarse correctas. (...) En cuanto al marxismo, el estalinismo creó rápidamente una atmósfera que desterró toda discusión libre; el pensamiento vivo de Marx y Engels se convirtió en una caricatura de dogma, ningún aspecto del cual podía cuestionarse. (...) La propia antropología presentaba los resultados que acumulaba como refutaciones más o menos directas de las ideas marxistas.

En Francia, el más famoso es sin duda el artículo de Maurice Godelier en la colección Sur les sociétés précapitalistes, publicado por el CERM en 1968. (...) En pocos párrafos, enumera los principales aspectos desfasados de las tesis de Morgan (...). (...) En algunas decenas de páginas, esbozaba también las grandes líneas de la evolución de las sociedades primitivas, reconstruidas por un marxismo que había incorporado los conocimientos de finales del siglo XX. (...) Alain Testart (n. 1947): antropólogo francés que se reivindicó marxista en sus primeros trabajos, pero que se distanció de ello más tarde. Sin embargo, su obra sigue

Sin embargo, su obra sigue reivindicando explícitamente la perspectiva evolucionista, que pretende anclar tanto en un análisis general de las sociedades como en el material arqueológico.

Al igual que cualquier especialidad científica puede integrar, y luego rechazar, ciertas líneas de razonamiento sin negarse a sí misma como ciencia, el marxismo puede muy bien rechazar ciertos elementos anticuados que antes había aceptado sin negarse a sí mismo como ciencia de la evolución social. Así que no debemos confundir el esquema de Morgan o algunos razonamientos históricamente anticuados de Engels con el propio materialismo histórico. El marxismo es ciertamente más que un simple método de razonamiento: es también un cuerpo de conocimientos, una doctrina. Combina, si se quiere, el planteamiento y las conclusiones extraídas de ese planteamiento: la teoría de la evolución y la reconstrucción de esa evolución. Pero los fundadores del marxismo siempre han podido, en nombre de su propio método, poner en tela de juicio elementos doctrinales que les parecían desfasados. Marx y Engels escudriñaron los descubrimientos científicos e históricos de su época, sin dudar nunca en examinarlos cuidadosamente, integrarlos en sus conclusiones anteriores o reelaborar estas últimas en mayor o menor medida.

 

 

Primer capítulo

El marco cronológico: los periodos de la prehistoria

 

Morgan (...) propone dividir la prehistoria en dos grandes periodos ("Salvajismo" y "Barbarie"), cada uno de los cuales consta de tres etapas (inferior, media y superior). Define un total de seis etapas, cuya transición se caracteriza por una innovación técnica importante (fuego y pesca: Salvajismo medio; arco: Superior; alfarería: Barbarie inferior; cultivo de cereales de regadío: Medio; hierro: Superior; escritura: Civilización).

En efecto, la alfarería, que sólo para Morgan define la entrada en Berbería, se inventó, según los pueblos, antes o después de la agricultura y la ganadería. (...) En Japón, (...) la cerámica más antigua del mundo, conocida como Jomon, fue inventada hacia el 13.000 a.C. por cazadores-recolectores sedentarios que no se convirtieron en agricultores y ganaderos ¡hasta diez mil años más tarde! (...) Con el descubrimiento de la civilización micénica, que dejó documentos escritos y pruebas inequívocas de estructuras estatales, la fecha de nacimiento del Estado en Grecia, que hoy se sitúa en torno al 1500 a.C., es casi un milenio anterior a la de la época de Morgan y Engels.

Periodización utilizada hoy: hombre moderno: Paleolítico Superior; arco: Epipaleolítico, Mesolítico; horticultura, ganadería: Neolítico; bronce, agricultura: Edad del Bronce; hierro: Edad del Hierro; escritura: Civilización.

En primer lugar (...), si hablamos de las pocas decenas de milenios que van desde el Paleolítico superior hasta la aparición de las primeras sociedades de clase, nada hace pensar que la evolución social haya tenido un único punto de partida y un único punto de llegada, es más, todo hace pensar lo contrario.

Esto no quiere decir que el estado actual de los conocimientos sea incapaz de establecer un vínculo entre el nivel tecnológico y la forma de las relaciones sociales en todas las circunstancias y en todos los aspectos de las estructuras sociales. Hay al menos un ejemplo que representa una línea divisoria fundamental.

Hay al menos un ejemplo que representa una línea divisoria fundamental: se trata de la relación entre la presencia del almacenamiento en la economía y la presencia de desigualdades materiales entre los miembros de la sociedad, relación que Alain Testart puso de relieve con la mayor claridad (...) La concepción materialista de la historia encuentra aquí, sin duda, una de sus ilustraciones más elocuentes.

Como vemos, la periodización no es sencilla. La división en términos de tecnología (entre el Paleolítico y el Neolítico) sólo coincide hasta cierto punto con la división en términos de estructuras sociales. Los cazadores-recolectores sedentarios que practicaban el acopio (y por tanto, en términos técnicos, pertenecen al Paleolítico) habrán desarrollado formas a veces muy avanzadas de desigualdad y jerarquía económicas, mientras que los horticultores neolíticos pueden haber conservado estructuras económicas igualitarias.

Pongamos un ejemplo (...), esta vez comparando dos sociedades bien documentadas: los germanos de la época de César y los aztecas. (...) Desde el punto de vista estricto de la capacidad productiva, los germanos, gracias a la metalurgia del hierro, la ganadería y la tracción animal, parecían llevar ventaja. Sin embargo, cuando pasamos a las estructuras sociales, la situación se invierte. Los alemanes carecían de Estado (...) y se encontraban aún en la fase "bárbara", que hoy diríamos preestatal. No tenían administración, ni policía, ni ejército. Había ricos y pobres, desigualdades ciertamente crueles que permitían a los ricos ser también poderosos. Pero este poder no se encarnaba en ningún aparato, en ninguna organización específica distinta del cuerpo social en su conjunto y capaz de imponer su voluntad. El caudillo germánico mandaba a hombres libres, que por derecho poseían tierras y armas; habían entrado libremente a su servicio y podían abandonarlo con la misma libertad, a menos que hubieran prestado un juramento de lealtad. Los aztecas, en cambio, eran un auténtico Estado con un aparato en toda regla: una policía, un ejército, funcionarios encargados de recaudar y centralizar los impuestos y miembros del clero. La comparación entre los alemanes y los aztecas revela, por tanto, una distorsión entre el nivel técnico y el nivel social; como mínimo, demuestra que no es posible deducir la estructura social directamente del nivel técnico por sí solo.

Este ejemplo pone de manifiesto que no existe ningún marcador técnico que corresponda a la aparición del Estado. La escritura, que se suele considerar la frontera entre la prehistoria y la historia, es decir, la señal del paso a la "civilización", desempeña esta función de forma imperfecta. No existe la escritura sin Estado; es más, no hay sociedades no estatales que hayan creado su propio sistema de escritura, aunque sí hay sociedades que han tomado prestado su sistema de escritura de otras (los galos son un ejemplo de ello). Así pues, la presencia de un sistema de escritura autóctono significa indudablemente la presencia de un Estado, pero lo contrario no es cierto, y conocemos muchas sociedades estatales que no utilizan la escritura: es el caso, por ejemplo, de la mayoría de los antiguos Estados del África subsahariana.

(...) Del mismo modo que se pueden encontrar estructuras sociales muy similares en sociedades que han alcanzado niveles técnicos muy diferentes, se pueden construir formas sociales cualitativamente diferentes a partir de un mismo nivel técnico. Por lo tanto, debemos protegernos contra dos trampas simétricas: por un lado, existe el peligro, ya bastante raro, de un marxismo esquemático, que supone que a cada nivel de tecnología corresponde una y sólo una forma social; en otras palabras, que la humanidad ha seguido las mismas vías de desarrollo en todas partes. Por otra parte, el punto de vista más extendido hoy en día, que niega la validez del materialismo y según el cual el nivel de la tecnología no tiene, en última instancia, ninguna influencia sobre las formas sociales. Estas últimas no son más que el resultado de "culturas" diferentes, suspendidas en el vacío, por así decirlo, e independientes de los recursos materiales de las sociedades y de su organización económica.

 

 

Primera parte. Familia y parentesco

 

Capítulo II. El evolucionismo de Morgan

 

Los sistemas de parentesco

Morgan estableció las reglas vigentes en el sistema de parentesco iroqués: 1. todo individuo debía pertenecer a un grupo denominado "clan", y la pertenencia a este grupo se transmitía exclusivamente a través de uno de los dos progenitores, en este caso la madre. Morgan prefería hablar de personas y no de clanes, que era el término utilizado por los romanos para designar este tipo de grupos (...) 2. El matrimonio —o mejor dicho, cualquier relación sexual— era el único medio de transmisión del parentesco. El matrimonio —o mejor dicho, cualquier relación sexual— está prohibido entre personas del mismo clan. De esta regla se deduce que un individuo nunca pertenece al clan de su padre, ya que éste es por definición diferente del de su madre. 3. Por último, y éste es el punto que produce resultados tan curiosos a nuestros ojos, dos padres del mismo sexo que están unidos por lazos de germanidad (es decir, que son hermanos) se denominan siempre con el mismo término. Por tanto, las hermanas de mi madre son también mis "madres", mientras que los hermanos de mi madre siguen siendo mis "tíos". En virtud de esta lógica, podemos ver que los hijos de todas mis madres y de todos mis padres ya no son "primos", como lo son en nuestro país. "Se convierten en "hermanos" y "hermanas". En cuanto a sus hijos, ya no serán "primitos", sino "sobrinos", etc. "sobrinas", etc.

De hecho, en el sistema de parentesco iroqués, ningún término designa a un solo individuo. Todos los términos, sin excepción, designan un grupo, una categoría de parientes; y estos parientes a los que designo con el mismo nombre están, por tanto, genealógicamente ligados a mí de muchas maneras diferentes (como acabamos de ver con todas mis "madres"). (...) Morgan describió nuestro sistema de parentesco como "descriptivo", a diferencia del sistema iroqués, que denominó "clasificatorio" (...) Morgan descubrió que esta lógica de los términos de parentesco iroqueses era compartida por varios otros pueblos. También descubrió otros sistemas hasta entonces desconocidos (...) La tarea de Morgan (...) fue ir más allá del ya considerable trabajo de inventario y clasificación, y dedicarse a presentar una teoría de la evolución de los sistemas de parentesco, comprendiendo las fuerzas que los transformaron y cómo se relacionaban con otros aspectos de la vida social.

Entre los iroqueses (...), era el marido quien iba a vivir con su mujer y no al revés (...) Llegaba a una casa que era también la de la madre de su mujer, de sus hermanas, de sus primas, etcétera. En otras palabras, no estaba en una posición especialmente fuerte. Los divorcios no eran infrecuentes y podían ser iniciados por la esposa de la forma más sencilla: le bastaba con dejar las pertenencias del marido en la puerta (...).

Pero, y este es el punto esencial para Morgan, los iroqueses vivían en parejas: cada mujer estaba casada con un solo hombre y cada hombre con una sola mujer. Los hijos sólo podían tener, por tanto, un padre y una madre, lo que era incompatible con la forma de designar, entre otras cosas, a los hermanos del padre y a las hermanas de la madre. Según Morgan, existía por tanto una brecha, una discrepancia, entre el sistema de parentesco (los términos en que se designaba a los padres) y la familia (la forma en que se organizaba la vida compartida de padres e hijos). La idea fundamental de Morgan, la que le permitió construir todo su esquema evolutivo, es extremadamente simple: consiste, como acabamos de decir, en suponer que los términos de parentesco iroqueses eran el vestigio de una forma de familia anterior (...). Pero hay que decir enseguida que la doble hipótesis inicial que vincula sistemas de parentesco, prohibiciones matrimoniales y formas de familia no resiste la crítica, y la pieza central de la construcción de Morgan es también aquella por la que se derrumba todo el edificio.

 

Capítulo 3. La crítica de Morgan

 

En la secuencia presentada por Morgan, la familia Punalu, basada en el matrimonio colectivo, desempeña un papel decisivo. Es esta forma de familia la que se supone que ha introducido la exogamia dentro de la misma generación, estableciendo por primera vez la distinción entre mis hermanos y hermanas (con los que no puedo unirme sin cometer incesto) y los demás miembros de mi generación.

(...) Algunas definiciones útiles. La poligamia (...) se refiere al hecho de que una persona tenga varios cónyuges (...). Dentro de la poligamia, hay dos situaciones: la poliginia, en la que un hombre tiene varias esposas, y la poliandria, en la que una mujer tiene varios maridos. La familia punaluana se caracterizaría, por tanto, por la presencia tanto de poliginia como de poliandria en los mismos individuos. Un hombre soltero se casaría con un grupo de hermanas (conocido como "sororato") o (...) una mujer soltera se casaría con un grupo de hermanos (conocido como "levirato"). Mientras que el parentesco sororato es relativamente común, el levirato lo es mucho menos.

El parentesco australiano es sin duda el más complicado del mundo (...) La organización básica australiana divide a la tribu en dos grupos (dos "mitades", como se las conoce). Cada individuo debe pertenecer a una de las dos mitades. (...) Pero las tribus australianas (...) dividen a su vez cada mitad en dos grupos llamados secciones. Las secciones australianas representan un marco que indica a cada individuo en qué categoría de la población puede unirse sexualmente sin cometer incesto. En la Australia aborigen, el incesto se castigaba generalmente con la muerte (...) Cuando los hombres se apoderaban de las mujeres de otra tribu, se preocupaban de averiguar sus secciones para saber si podían violarlas o si debían llevarlas de vuelta al campamento para ofrecerlas a un compañero "compatible".

Aquí, pues, parece que estamos en presencia del matrimonio de grupo, base de la familia punaluana de Morgan... con un detalle, pero un detalle que lo cambia todo. (...) Las secciones australianas definían los grupos dentro de los cuales los hombres podían intentar casarse; estipulaban, si se quiere, la gama de matrimonios potenciales. Pero no reflejaban en absoluto los matrimonios reales, que seguían siendo una cuestión individual (...) El único rastro posible de la familia Punaluan sigue siendo Hawai, de donde tomó su nombre. (...) En ninguna parte del mundo la etnografía ha podido descubrir la llamada familia Punalu, supuestamente origen universal de la exogamia, organización de clanes y el sistema de parentesco iroqués. Esta familia punaluana se une a la familia consanguínea en las filas (...)

El sistema de parentesco, en el mejor de los casos, indica con qué mujeres puede unirse un hombre y con cuáles esta unión se consideraría incesto. Pero esta información no nos dice nada sobre la forma concreta de la familia, el número de esposas que puede adquirir un hombre, las condiciones en que puede hacerlo, la solidez del matrimonio, los derechos respectivos de los cónyuges en cuanto a la disolución, los aspectos económicos vinculados a esta unión, etc. Así pues, cuando Morgan habla de "familia" y de "formas de familia", confunde dos cosas bien distintas: las prohibiciones del matrimonio, por una parte, y el tipo de estructura socioeconómica que reúne a padres e hijos, por otra. Ahora bien, mientras que el sistema de parentesco contiene a veces alguna información sobre el primer punto (aunque no tanta como pensaba Morgan), guarda completo silencio sobre el segundo.

 

(...) Una idea implícita recorre el pensamiento de Morgan: (...) si dos individuos son designados por el mismo término, esto significa de una u otra manera que estos individuos no están realmente diferenciados en la mente del hablante (...) Pero hemos visto que (...) esta explicación es insostenible: yo llamo "madre" a varias mujeres cuando no hay ninguna posibilidad de que confunda a mi madre biológica con mis "madres" clasificatorias. En realidad, ningún individuo de ninguna tribu confunde jamás a su propia 'madre' con sus otras 'madres' (como tampoco confunde a su 'madre' biológica con sus 'madres' clasificatorias).

"En otras palabras, el hecho de que ciertas relaciones no estén marcadas en el vocabulario del parentesco no significa que no sean conocidas, y reconocidas, por todos. Los sistemas de parentesco clasificatorios obedecen a una lógica completamente diferente a la nuestra: (...) su papel no es traducir las distancias genealógicas, sino establecer categorías de parientes.

Esta desconexión entre tipo de familia y sistema de parentesco puede verse desde cualquier ángulo (...) Todos los sistemas de parentesco coexisten con todos los tipos de familia sin que pueda discernirse ninguna ley, ni siquiera probabilística.

 

Capítulo 4. Los grupos de parentesco

 

Una de las organizaciones más notables, y para nosotros más difíciles de comprender, de muchas sociedades primitivas son esos grupos de parientes que, según las épocas y las definiciones, se han llamado pueblos, clanes, linajes o arboledas. (...) Se ha comprobado la existencia de clanes en muchas sociedades primitivas, incluidas las de cazadores-recolectores nómadas, pero no en todas. (...) De un antropólogo a otro, la palabra no abarca exactamente las mismas realidades. Sin embargo, podemos estar de acuerdo en que un clan es un grupo social al que los individuos están vinculados sobre la base de la llamada descendencia "unilineal": esto significa que la pertenencia al clan se transmite a los hijos, teniendo en cuenta sólo uno de los dos sexos. Si la pertenencia al clan sólo la transmiten los hombres, hablamos de clanes patrilineales (...); cuando sólo la transmiten las mujeres, hablamos de clanes matrilineales.

En nuestro país, lo que se transmite por vía paterna es el apellido. Pero eso no impide que el parentesco de un individuo esté igualmente constituido por su parentesco por parte de madre (...) Sus vínculos con su abuelo paterno son de la misma naturaleza que con su abuelo materno. (...) El parentesco de un individuo, en nuestra sociedad, no forma un grupo, en el sentido de un grupo constituido como tal. (...) No es reconocido como tal por la sociedad. Desde este punto de vista, todos mis padres no son muy diferentes de todos mis amigos. La situación es muy diferente en las sociedades organizadas en clanes. (...) Entre los iroqueses, que formaban una confederación de cinco tribus, el número de clanes variaba de tres a ocho según la tribu. En tales sociedades, ..........................................

 

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