Índice

 

Prólogo: De cómo llegamos a la Cofa del Vigía y lo que desde ahí miramos.SupGaleano.

I.- Nuestra mirada hacia dentro.

Algunas pistas:La Tormenta, el Centinela y el Síndrome del Vigía. SupGaleano.
Ser Zapatista (palabras del Subcomandante Insurgente Moisés en el Homenaje a los compañeros Luis Villoro Toranzo y Maestro Zapatista Galeano. 2 de mayo del 2015).
Luis Villoro Toranzo, el zapatista (palabras del SupGaleano en el Homenaje a los compañeros Luis Villoro Toranzo y Maestro Zapatista Galeano. 2 de mayo del 2015).
Apuntes de una vida (palabras del SupGaleano en el Homenaje a los compañeros Luis Villoro Toranzo y Maestro Zapatista Galeano. 2 de mayo del 2015).
 
Algo de lo que ha cambiado:Economía Política I. Una mirada desde las comunidades zapatistas. Subcomandante Insurgente Moisés.
Economía Política II. Una mirada desde las comunidades zapatistas. Subcomandante Insurgente Moisés.
 
Hacia una genealogía de la lucha de las zapatistas: 
La lucha como mujeres zapatistas que somos   I. Comandanta Miriam.
La lucha como mujeres zapatistas que somos   II. Comandanta Rosalinda.
La lucha como mujeres zapatistas que somos III. Comandanta Dalia.
La lucha como mujeres zapatistas que somos IV. Base de Apoyo Lizbeth.
La lucha como mujeres zapatistas que somos  V. Escucha Selena.
Visión de los Vencidos. SupGaleano.
 
Apuntes de resistencia y rebeldía:
Resistencia y Rebeldía Zapatistas I. Subcomandante Insurgente Moisés.
Resistencia y Rebeldía Zapatistas II. Subcomandante Insurgente Moisés.
Resistencia y Rebeldía Zapatistas III. Subcomandante Insurgente Moisés.
 

II.- Nuestra mirada a la Hidra.

El Muro y la Grieta. Apuntes sobre el método zapatista. SupGaleano.
          El muro y la grieta
El Método, la Bibliografía y un Drone en las profundidades de las montañas del Sureste Mexicano. SupGaleano
           Del cuaderno de apuntes del Gato-Perro
 Medios, Tercios, Cuartos. SupGaleano  
          Los medios: las sumas y las restas
          Los tercios 
          Los cuartos
          Del cuaderno de apuntes del gato-perro
Etcétera. SupGaleano
           Sherlock Holmes, Euclides, los errores del dedo
            Etcétera
           Del Cuaderno de apuntes del Gato-perro
La Genealogía del Crimen. SupGaleano
          Una otra provocación: Yolao
         La genealogía de la Hidra
Una Guerra Mundial. SupGaleano.
           Chiapas, México, el mundo
          El método y la genealogía
          La Guerra Mundial: en todas partes, de todas las formas, todo el tiempo
         Vuelta al método
         Del cuaderno de Apuntes del Gato-Perro
         Del cuaderno de Apuntes del Gato-Perro. Las pistas
 
III.- Qué hacer:

Organizarse. Subcomandante Insurgente Moisés. 
        Sobre las elecciones: Organizarse
Más Semilleros. Subcomandante Insurgente Moisés y SupGaleano
         Lo que no y lo que sí
        Más Semilleros

IV.- Signos y Señales:

Libertad es una palabra zapatista
Juglar de fiesta y quebranto

 

 

A manera de prólogo

De cómo llegamos a la Cofa del Vigía y lo que desde ahí miramos

Mayo-Junio del 2014-2015.

Quienes estábamos en la reunión, nos quedamos viendo a la viga central de la choza. Tal vez valorando que todavía se sostendría firme y de una sola pieza; o tal vez pensando "pero qué tal que no", y entonces mejor tomar una posición cerca de la puerta, listos para salir.

"Si la viga cruje, es que tal vez se va a quebrar", había dicho quien tenía la palabra en ese momento.

Antes nos había llevado a imaginar:

"Hagan de cuenta que el sistema es como esta construcción y está hecha de por sí para vivir: Pero sobre el techo de la casa se ha construido un cuarto muy grande y pesado, y dentro de él lumbres y mujeres celebran su riqueza."

No necesitaba decirlo, pero como quiera advirtió que el peso era demasiado para la viga central. La casa no se babia construido para soportar muchas cosas arriba, y ese templete donde todas y todos se diputaban la silla principal era pesado, muy pesado, demasiado. Así que era de esperar que la viga protestara.

"¿Qué hacemos?". preguntó, demandando el pensamiento colectivo.

Pensamos en las opciones: reforzar la viga; apuntalar aquí y allá, se dijo, podría aliviar un poco el peso, pero eso reduci­ría el espacio y, con refuerzo y refuerzo, la casa acabaría por convertirse en un laberinto de sostenes y remiendos, inútil ya para pasar la noche, cocinar, comer, resguardarse de la lluvia, el sol, hospedar el oído y la palabra, la fiesta y el reposo de los cuerpos.

La casa ya no seria una casa. Es decir, en lugar de una vivien­da se convertiría en algo cuyo único propósito seria sostener lo de arriba. Sería una estructura más. y quienes en ella vivan lo harán con el único propósito de mantener arriba a los de arriba. Primero trabajando para arreglar y reforzar, luego convirtiendo su propio cuerpo en una parte más de la estructura.

Un absurdo: una vivienda que no sirve para vivir.

Claro, lo lógico hubiera sido que quienes diseñaron la vi­vienda, hubieran visto de reforzar la parte baja antes de agregar peso arriba. Pero no. En el frenesí de lo inmediato, se agregaron más y más cosas, las más eran inútiles y ostentosas. Y llegó un momento en que los de arriba se olvidaron que eran sostenidos por los de abajo. Es más, llegaron a sostener que los de abajo existían gracias a la misericordia y bondad de los de arriba, y que eran los de arriba quienes sostenían a los de abajo.

Sí, los de arriba eran menos, pero sus cosas pesaban mucho.

Si se hubiera razonado un poco, a cada nuevo peso se hubie­ra agregado un refuerzo abajo. Pero no sólo no se había hecho eso: en su afán por acumular más y más arriba, estaban desman­telando lo que era el sostén principal de la construcción.

Y, por si no fuera suficiente, todas las vigas, especialmente la principal, estaban corroídas.

Sí, porque quienes debían encargarse de administrar el man­tenimiento de la construcción se habían dedicado a robarse par­tes de la estructura, además de que se habían quedado con la paga que debía dedicarse al mantenimiento de las vigas.

Mención especial merecen estas personas que dicen ser quienes administran la casa. El principal problema es ese: administran lo que ya esta. Pero no solo, también se dedican a saquear partes de la estructura del edificio. Y no deja de ser tragicómico que se disputen entre ellos la jefatura en el robo. Por eso acuden, cada tanto tiempo, a pedirles a los de abajo que los mencionen, que los aplaudan, que los voten. Con zalamerías y regalos, quieren comprar la voluntad de quienes abajo viven, la paga la sacan mismo de los de abajo. Ya acomodados, no hacen sino dar discursos, y robar pedazos de paredes, muebles y hasta del piso. Además ven de que se agregue más y más peso al techo. En resumen: su trabajo esencial es debilitar lo de abajo y reforzar lo de arriba.

Conclusión: es muy probable que la casa se derrumbe. Mal para los de arriba, peor para los de abajo.

¿Para qué mantener una casa que ya no es una casa?

Sí, el pensamiento colectivo pasó, de buscar la forma de mantener en pie la choza, al cuestionamiento de su existencia.

Claro, no fue inmediato. El tránsito empezó cuando alguien preguntó: "bueno, y eso de arriba, ¿cómo es que está arriba, o para qué, cuál es su trabajo?"

Y alguien más completó: ''y esos que dicen que su trabajo es administrar la construcción y que claro se ve que no lo hacen, ¿para qué están allá arriba?"

Y el remate: "bueno. ya que estamos en la preguntadera, ¿para qué sirve lino casa así? 

"Si en lugar de pensar cómo le hacemos para que lo de arriba no caiga encima de lo de abajo, pensáramos en mejor hacer otra casa, pues entonces es diferente cómo nos organizamos, cómo trabajamos. cómo vivimos".

En ese momento la viga crujió. Fue muy quedo, sí, pero el silencio que se hizo en ese momento fue suficiente para escucharla con nitidez.

Entonces, sin que viniera al caso o cosa, alguien aventuró ...

"Noé, el arca ",

La historia, que se encuentra tanto en la Biblia como en el Corán, es sencilla: Noé recibe un aviso divino. El dios está bravo porque la humanidad no cumple, así que decide castigarla. El mundo entero se va a inundar y sólo sobrevivirán quienes puedan navegar. Noé entonces se dedica a construir un barco gigantesco, el arca. En ella mete a su gente y a un par de cada especie animal, así como plantas. El escepticismo de sus contemporáneos no lo detiene. Viene el diluvio, el mundo se anega y perece todo lo que se encuentra sobre la superficie. Sólo se salvan quienes están dentro del arca. Después de un tiempo, un ave lleva al arca una ramita, señal de que hay un lugar seco. Ahí es donde se refunda la humanidad.

Mmh ... el arca de Noé.

Ahora imaginemos el debate que, sobre esa historia, surgirá:

Comparece el religioso fundamentalista: es una prueba de la omnipotencia de dios; él creó el mundo y puede destruirlo cuan­do quiera: es prueba de su misericordia, elige a unos cuantos para que sobrevivan, los elegidos. Sólo queda alabar al Señor por su poder, y orar por su misericordia.

Comparece el científico: es imposible una precipitación pluvial con esas características; la superficie terrestre no puede cubrirse de agua en su totalidad a causa de una lluvia. Ese cuento no pasa de ser un buen pretexto para las películas de Hollywood.

Comparece el filósofo: en realidad se trata de una ale­goría que remarca la fragilidad del ser y lo transitorio de su existencia.

La zapatista, el zapatista escucha, pero su posición no satisface a ninguno. Sólo piensa, vuelve a pensar, concluye: lo que dice es que si ves señales de que algo malo puede pasar, entonces conviene que te prepares.

Así que nada de si religión, ciencia o filosofía: sentido común.

Alguien dijo entonces: "Las comunidades de por sí, pero hay que avisarle a la Sexta ".

"Acuerdo hay", se escuchó en colectivo. Pero otra voz advirtió de antes confirmar, tratar de ver lejos, tal vez desde un lugar más alto, no vaya a ser que no sea así, que no tan grave ... o que más grave.

Así que ni modos, a ascender por entre las ramas de la ceiba, hasta la parte más alta, donde hojas y nubes rivalizan en sus

Juegos con el viento.

Si, por supuesto que me atoré no pocas veces. Digamos que la pipa y la nariz no son de mucha ayuda cuando se anda entre las ramas.

Ya en lo alto, era más frío el frio. Arriba las nubes al fin se habían rendido y el Camino de Santiago serpenteaba de lado a lado, como si se tratara de una persistente grieta de luz en el oscuro muro de la noche. Y mi primera mirada fue de interrogación a las más distantes luces, allá, donde el telescopio orbital Hubble diseccionaba en cuatro una supernova. Saque mi larga vistas.

Apunté en mi cuaderno la necesidad de un periscopio invertido y, claro, un buen microscopio.

Bajé lo más rápido posible, es decir, me caí. Aún adolorido llegué de nuevo a la choza donde mis jefas y jefes discutían aún acerca de la viga y su resistencia. Di el parte. Nadie pareció sorprendido.

"Es su tiempo ", dijeron, "que el corazón que somos abra la palabra, que hable y escuche. Y de entre las palabras. escojamos la mejor semilla ".

Así fue como se llegó a la idea del semillero.

Siguieron pensándose:

No basta con avisar lo que vemos. Tenemos que deeir tam­bién quiénes somos los que vemos. Porque los cambios que avistamos no son sólo allá afuera. Nuestra mirada hacia dentro también detecta cambios, y nuestra propia mirada ha cambiado. Entonces queda claro que, para explicar lo que miramos, tene­mos que explicar nuestra mirada.

Antes de la respuesta a la pregunta sobre qué se ve, viene otra pregunta: "¿quién es quien mira?"

Así fue como construimos el "método" de nuestra partici­pación en el semillero. No sólo alertamos sobre lo que se mira en el horizonte. También tratamos de dar cuenta de la mirada que somos.

Y entonces vimos que es importante la historia, es decir, cómo era antes; qué es lo que sigue igual; qué es lo que cambia. O sea la genealogía.

Y para explicar la genealogía, tanto de lo que somos como de 10 que vemos, necesitamos conceptos, teorías, ciencias.

Y para saber si esos conceptos son útiles, es decir, dan cuenta cabal de esa historia, es que necesitamos el pensamiento crítico.

Porque tanto la realidad zapatista como la otra realidad pueden ser explicadas de varias formas.

Por ejemplo, se puede decir que el ezetaelene es un invento del gobierno, como les encanta decir y repetir en la Intelectualidad "progresista". Con la mirada del pensamiento crítico entonces, nuestro movimiento podría ser explicado en sus partes y en su totalidad como producto de una conspiración gubernamental. Si no se puede explicar así, entonces hay que buscar otro enfoque o manera de explicar el zapatismo. Por ejemplo: que es una estratagema extranjera; que es parte de una invasión extraterrestre; que es un ejemplo de que lodo es posible con voluntad; que es una reivindicación del sistema heteropatriarcal; que no es sino la manipulación ladina de indígenas; que es sólo una nostalgia por el buen salvaje; que es montaje escenográfico; que es un recurrencia milenaria; que es producto de la acción brillante de un grupo de iluminados; que no es más que la consecuencia del abandono institucional del Estado; etcétera.

He tomado aquí algunas de las principales "explicaciones" que, sobre el zapatismo, se han vertido en todo el espectro ideológico, tanto en la academia, como en los "análisis" en los medios privados de comunicación, así como en las fuerzas políticas institucionales y no.

Si tales explicaciones o recrías no son capaces de dar cuenta del zapatismo, entonces no son más que opiniones, y como tales deben ser tomadas.

Pero el pensamiento crítico puede ir más allá. Por ejemplo, señalando la falta de conceptos en tal o cual caracterización.

Es decir, la falta de teoría. Si un análisis no está sustentado en una teoría articulada, capaz de salir airosa de una confrontación con la realidad, entonces ¿de dónde viene ese análisis?, ¿de qué fuentes abreva", ¿quién es quien as! mira?

Si en lugar de conceptos se usan calificativos, poco o nada se habrá entendido. Y nada podrá hacerse frente a la realidad, como no sea padecerla. O, bueno, también se pueden construir sistemas filosóficos enteros, o "nuevas ciencias", o tuits (aunque estos últimos tienen, sobre los otros dos, la ventaja de ser breves).

Y no sólo esto es valedero para dar cuenta de nuestra historia, de lo que fuimos, de lo que somos, de lo que queremos ser. También para explicar la realidad que no nos es más inmediata en calendario y geografía.

Esto que señalamos lo tratamos de hacer en nuestra mirada hacia dentro y hacia afuera. Ahí nos damos cuenta de que necesitamos de conceptos científicos para explicamos lo que somos, y para explicar nuestra mirada.

Conceptos básicos para entender el sistema capitalista y el atropellado andar de la historia.

Así que no sólo no sobran, sino que son imprescindibles: uno o varios telescopios orbitales, algunos buenos larga vistas, tantos microscopios como geografías y periscopios inversos para estudiar las raíces.

Frente a la realidad se pueden tomar varias y distintas posiciones, dar explicaciones u opiniones.

Nuestro esfuerzo colectivo es para explicar, para entender, para conocer, para transformar la realidad.

Haciendo un balance inicial, vemos que otras miradas coinciden con la nuestra en lo fundamental: se viene una tormenta.

Sabedores de que el pensamiento crítico debe motivar la reflexión y el análisis, y no la unanimidad ciega, hemos seleccionado algunas de las palabras que se presentaron en el semillero. Son muchas e importantes, y la mayoría pro­vocan. Y de eso se trataba, de que la palabra provocara al pensamiento.

El problema del calendario y la geografía impidieron que, en la primera escucha, se pusiera atención a todo. Por eso de­cidirnos mejor hacer un libro o unos libros que se puedan leer con calma, y de ahí hacer más preguntas: ¿qué dice quién?, ¿por qué?, ¿cuándo?, ¿desde dónde?, ¿para qué?

Y estas preguntas son importantes, creemos, porque podrían ser de ayuda para hacer más y mejores semilleros en muchas partes.

Esta colección consta de 3 volúmenes:

En este primer volumen hemos agrupado la palabra zapatista de acuerdo a como fue preparada. Lo hacemos así porque nuestro pensamiento se planeó hilado, como una secuencia que ayudara a reconstruir no el rompecabezas completo, pero sí una de sus piezas.

La doble vista (al interior y al exterior), el señalamiento de los cambios que hemos detectado y padecido, la utilización de las "ayudas" para la mirada (microscopios, periscopios Invertidos, larga vistas, telescopios orbitales), las alertas que lanzamos.

Encontrarán aquí casi todo lo que hemos observado desde el nido del cuervo de esta embarcación que es la síntesis de calendarios y geografías.

Aunque en un primer momento nos planteamos la necesidad de dar la alerta, de hacer sonar el caracol; luego nos fuimos dando cuenta de que lo avistado nos llevaba también a la mirada hacia dentro, como si el puesto de vigía invirtiera entonces su misión y se viera obligado a explicar, o a tratar de explicar lo que le da sentido, razón de ser, lugar.

Pensamos entonces que podíamos explicar mejor lo que veíamos afuera si explicábamos lo que vemos dentro.

¿Lo logramos? No lo sé. Como que esa respuesta no nos toca a nosotras, nosotros, zapatistas, sino a l@s escuchas.

Propusimos también un método y planteamos una necesidad. El método de reflexionar la propia historia, la genealogía. La necesidad de elementos teóricos para lograrlo. Yen ambos, en método y necesidad, la pertinencia del pensamiento critico.

Los textos que contiene este primer volumen corresponden a los que serían leídos o expuestos a partir del 2 de mayo y hasta el 9 de mayo del 2015. Como podrán ver los lectores, hay aquí textos que no fueron expuestos totalmente y alguno que ni siquiera alcanzó a expresarse. También se darán cuenta de que no corresponden fielmente a los audios pues en la lectura del momento se quitaron o agregaron cosas.

Nos hemos esforzado en que nuestro pensamiento aquí compilado no sea haragán y conformista, que no sea perezoso para dar cuenta de lo que ha cambiado y de 10 que sigue igual. Que no sea dogmático, que no imponga su tiempo y su modo. Que no sea tramposo. abundante en mentiras y medias verdades.

Esperamos que estas palabras sean alimento para la duda, la pregunta, el cuestionamiento.

Por lo demás, viene la tormenta. Hay que prepararse.

Una recomendación: lea los textos de este volumen como si fuera uno solo, no como intervenciones aisladas e Inconexas.

Nuestras palabras fueron pensadas y preparadas como una unidad, como si cada parte lo fuera de un rompecabezas que, al fin,
definiera su contorno, su intención, su pensamiento.

Y como de por sí en nuestro modo zapatista, el final está en el principio: hay que hacer más y mejores semilleros; darle su lugar a la práctica. pero también a la reflexión propia sobre esa práctica; entender la necesidad de la toma y la ur­gencia del pensamiento critico. No estamos haciendo un par­tido o una organización, estamos haciendo un avistamiento. Para esa vista necesitamos conceptos. Y no buenos deseos; necesitamos práctica con teoría y teoría con práctica; necesitamos análisis críticos y no calificativos. Para mirar

"fuera, necesitamos mirar dentro.

Las consecuencias de lo que veamos y del cómo lo veamos, serán una parte importante de la respuesta a la pregunta "¿qué sigue?".

SupGaleano.

México. Marzo-Abril-Mayo-Junio del 2015.

 

 

I. Nuestra mirada hacia dentro

 

La Tormenta, el Centinela y el Síndrome del Vigía.

 

Abril del 2015.

 

loas compañeroas de la Sexta:

loas interesadoas:

Aunque no lo parezca, ésta es una invitación… ¿o un reto?

Si usted es adherente a la Sexta, si usted es ..................... [................]

 

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