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DEDICATORIA

Este es un trabajo realizado para incentivar el cambio de paradigmas en nuestra Escuela Superior de Guerra, inspirado en las lecciones y palabras de nuestro Comandante Presidente, Hugo Rafael Chávez Frías, en la construcción del Nuevo Pensamiento Militar Venezolano.

En la escritura y en la educación están las armas primordiales y principales para lograr el objetivo de nuestra Revolución Bolivariana Socialista.

Los Autores

PARTE I. BASES HISTÓRICAS, POLÍTICAS Y FILOSÓFICAS

 

 

PRÓLOGO A LA PRESENTE EDICIÓN

 

 

La idea de desgaste en una lucha implica un agotamiento gradual del poder físico y de la voluntad del adversario por la prolongada continuidad de acción.

 

El camarada, General de División, Menry Fernández, me ha planteado la honrosa misión de hacer este pequeño Prólogo de la reedición de su ensayo “Guerra Popular de Resistencia”. Al asumir el reto, he considerado las limitaciones de tiempo que estamos confrontando y la urgencia de publicación de este trabajo. Igualmente, consideré la pertinencia de focalizar la reseña en algunos tópicos, dándole prioridad al aspecto militar de la Guerra Popular Prolongada (cuestión esta relacionada con la jerarquía que tiene, en nuestra doctrina, como concepto estratégico militar). Y, finalmente, caracterizar los nuevos desarrollos que tienen, en estos momentos, las modalidades de guerra no convencional, empleadas por el imperio yanqui.

En esa dirección, voy en iniciar esta reseña citando la adscripción y la autoría que realiza el General de División, Menry Fernández, en el Capítulo V de su ensayo, en torno a la resistencia como filosofía del Pueblo en Armas:

Al analizar la evolución teórica y práctica de la “resistencia”, nos damos cuenta de que su idea se desarrolla, a partir de las proposiciones filosóficas y políticas de sus principales teóricos. Desde Karl Von Clausewitz, pasando por Vladimir Ilich “Lenin” Ulianov, Mao Tse-Tung, Ho Chi-Minh y Vo Nguyen Giap; hasta Ernesto “Che” Guevara, cada uno en un contexto histórico-político en particular, sentaron las bases teóricas, conceptos y categorías, que fueron utilizados para enfrentar de manera eficiente y efectiva a un enemigo invasor...

...la “resistencia” como medio de lucha es que tiene, necesariamente, que hacerse al lado del pueblo, con el pueblo y desde el pueblo.

Partiendo de las anteriores premisas, surge la necesidad de elaborar la nueva doctrina militar bolivariana; y, en tal sentido, señala el General de División, Menry Fernández:

Como hemos visto, a través de la experiencia histórica y ante el desequilibrio abrumador y desproporcionado del poder relativo de combate de las potencias imperiales, los pueblos tienen que utilizar una nueva forma de hacer la guerra, por medio de una resistencia, basada en tácticas sencillas y no tradicionales.

La Fuerza Armada Nacional Bolivariana, como garante de la Seguridad Nacional, ha visualizado en los últimos años la necesidad de investigar, utilizar y poner en práctica, la Guerra Popular de Resistencia, debido a que las amenazas potenciales se hacen cada vez más reales y pertinentes. Por ello, la necesidad de delinear nuestra Doctrina de Defensa Integral, necesaria para que la Oficialidad actual, las nuevas generaciones de militares y el pueblo, tengan una guía de dónde aprender a utilizar las tácticas y métodos del combate de resistencia...

Con este marco conceptual de la Guerra Popular de Resistencia, más adelante el General de División, Menry Fernández, indica la manera en que Mao enumera los rasgos del carácter prolongado de la guerra:

Mao Tse Tung nos orienta con los siguientes fundamentos:

1) No hay que limitarse a argumentar que el enemigo es una fuerte potencia imperialista, en tanto que nosotros somos un débil país. Se corre el peligro de caer en la teoría de la subyugación nacional, pues, el simple hecho de que el débil se oponga al fuerte no puede producir como resultado, ni en la teoría, ni en la práctica, una lucha prolongada.

2) Tampoco puede producirla el sólo hecho de que uno sea grande y el otro pequeño, o uno progresista y el otro retrógrado, o el que uno cuente con amplio apoyo y el otro no.

3) La anexión de un país pequeño por otro grande, o de uno grande por otro pequeño, son cosas que suceden corrientemente. Es frecuente que un país o fenómeno progresista, pero débil, sea destruido por otro país o fenómeno retrógrado, pero fuerte.

4) La amplitud del apoyo es un factor importante, y no obstante, secundario, y su efecto depende de los factores básicos de ambos contendientes. Por eso nuestra afirmación de que la guerra de resistencia debe ser una guerra prolongada. Esta es una conclusión derivada de la interrelación entre todos los factores del enemigo y los de nuestro país.

5) El enemigo tiene sus puntos débiles y nosotros, nuestras ventajas. Con nuestros esfuerzos, la ventaja del enemigo puede ser reducida, y sus defectos, agravados. Por otra parte, esforzándonos, podemos acrecentar nuestras ventajas y superar nuestro punto débil....

También, el autor que venimos citando, evoca a Vo Nguyen Giap, quien define el carácter estratégico del empleo de la Guerra de Guerrillas y de la Guerra de Todo el Pueblo:

Para el estratega vietnamita, Vo Nguyen Giap, Comandante en Jefe de las dos guerras que libró este pequeño país asiático contra Francia y, luego, contra Estados Unidos, este arte militar tiene la finalidad de:

(...) destruir ejércitos numerosos con fuerzas reducidas, oponer nuestra debilidad a la fuerza enemiga, con lo humano vencer a la fuerza bruta, con la justa causa aplastar a la barbarie. Este arte es saber crear y aprovechar la posición de combate poseída de favorables condiciones de clima, terreno y de concordar entre los hombres. Este arte militar se ha perfeccionado a un alto nivel en las dos grandes resistencias del pueblo vietnamita en el siglo XX.

Esta Guerra de Resistencia es caracterizada por Guyen Giap, de acuerdo a la cita del autor:

...Es el arte militar de la participación de todo el pueblo y toda la nación en la lucha contra los agresores, el arte de la guerra multifacética y de todo el pueblo...

Al respecto, el General de División, Menry Fernández, comenta:

La mencionada estrategia debía ser la de la “Guerra Prolongada”, ya que era notorio que las fuerzas armadas populares vietnamitas del momento no podían llevar a cabo grandes batallas decisivas, ni contener, más lejos aún, las grandes ofensivas desencadenadas por el enemigo cuando este pisara el suelo patrio vietnamita.

Y, nuevamente, el autor cita a Giap, para referirnos:

No estuvimos en condiciones de vencer al enemigo de un momento a otro. Nos vimos obligados a atravesar una penosa y larga resistencia con la cual lograríamos aniquilar gradualmente las fuerzas vivas enemigas, incrementar las nuestras, transformando poco a poco la correlación de fuerzas a nuestro favor, convirtiendo lo débil en fuerte y venciendo, finalmente, al agresor. Para nosotros, por lo tanto, la estrategia de una guerra prolongada fue exclusivamente correcta...

Más adelante, tras referirse a situaciones concretas sobre ese conflicto, el el General de División, Menry Fernández, continúa citando a Vo Nguyen Giap, en su definición sobre la “Guerra de Guerrillas”:

(...) es una forma de confrontación donde las masas populares de un país económicamente atrasado se enfrentan contra un ejército agresor superior en armas y equipamiento técnico. Esquivando al enemigo cuando se encuentra fuerte y asestarle golpes cuando se le descubre débil; valiéndose de la valentía y el heroísmo para vencer a las armas y técnicas modernas; efectuando en ocasiones combates de desgaste y acciones de aniquilamiento; combinando la lucha armada con la pelea política y la batalla en el frente económico; formando un campo de operaciones donde se le presenta al enemigo ninguna demarcación de líneas de de fuego fija.

A renglón seguido, en homologación con la teorización de Clausewitz, continúa con Giap:

(...) Saber concentrar fuerzas y medios aplastantes para golpearlo en su punto vulnerable, anulando a sus hombres; tomar la iniciativa para desarrollar con dinamismo, rapidez y secreto, acciones rápidas, resolviendo prontamente las consecuencias del combate. En condiciones, cuando en la esfera estratégica la correlación de fuerzas todavía no está a nuestro favor, se deben concentrar decididamente el poderío y los medios para lograr una supremacía en cierto lugar y determinado momento. Grano por grano se llena el granero, en tal sentido los resultados de nuestras escaramuzas exitosas van desgastando paulatinamente las filas enemigas, mientras que en consecuencia se robustecen las nuestras al mismo ritmo. En tales condiciones, hay que estar bien claro en la idea de destruir las fuerzas vivas enemigas, teniéndola como objetivo principal de toda la guerra sin que nuestras tropas se vean afectadas por la ocupación y defensa del terreno...

Por otra parte, en el Capítulo VIII del ensayo del General de División, Menry Fernández, este reivindica los axiomas de Sun Tzu, convertidos en principios de la Guerra Popular de Resistencia:

...evita lo fuerte, ataca lo débil (...) el soldado desarrolla su victoria, según el enemigo que le toque enfrentar (...) Quien pueda modificar sus tácticas, según lo vaya haciendo el antagonista, y así triunfa, puede ser considerado un capitán enviado por el cielo (...) si tu fuerza es superior, busca terreno fácil; si tu fuerza es inferior, busca terreno difícil.

El autor explica, entonces:

Este es el “Tao de la Paradoja” que consiste en el antagonismo de la direccionalidad del combate, por parte del enemigo con la nuestra (Segundo Principio), en ella resalta que el combate es el uso lógico de los esfuerzos en pro de un objetivo que es antagónico a la acción del enemigo.

Y, puntualiza, de nuevo, citando a Sun Tzu:

La estrategia consiste en el Tao de las Paradojas, por lo tanto, cuando se está en condiciones de atacar, se debe parecer incapaz; cuando se usan las fuerzas se debe parecer inactivo; cuando se está cerca se debe parecer estar lejos; cuando se está lejos, se debe parecer que se está cerca (...) si es superior en fuerza se debe evitar (...) si sus fuerzas están unidas, separarlas (...) hay que atacar donde él no está preparado (...) esta estrategia siempre lleva a la victoria.

Aquí, el General de División, Menry Fernández, interpreta y contextualiza:

Es decir, si el enemigo avanza, nosotros nos batimos en retirada, si se detiene los hostigamos; cuando el enemigo está tratando de evitar el combate, nosotros atacamos; cuando el enemigo se bate en retirada nosotros le perseguimos....

De igual manera, en el Capítulo VII del citado texto del General de División, Menry Fernández, vincula la Guerra Popular de Resistencia con la guerra asimétrica:

Esta aseveración se refiere al hecho de la combatividad inversamente proporcional de las fuerzas. Desde esta perspectiva, no se concibe una guerra convencional entre dos ejércitos con una marcada disparidad en sus fuerzas.

Y, para complementar sobre la asimetría, aporta una cita de Taber (1967, p.53):

Esparcir nuestras fuerzas para despertar a las masas, concentrarlas para contender con el enemigo. Avanza el enemigo, nos retiramos; acampa el enemigo, lo hostigamos; se fatiga el enemigo, lo atacamos; se retira, lo perseguimos. Para ampliar zonas estables, emplear la táctica de avanzar en olas; cuando se es perseguido por un enemigo poderoso, emplear la táctica de girar y escabullirnos a su alrededor. Despertar al mayor número de personas en el tiempo más breve posible con los mejores métodos. Estas tácticas se asemejan en todo a la forma en que se maneja una red; debemos estar listos para lanzarla o recogerla. La tiramos abierta para ganar a las masas, y la recogemos para luchar contra el enemigo.

Y, entonces, el autor vuelve a contextualizar:

Este principio es la clásica aplicación de una estrategia de confrontación indirecta .............................

 

 

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