INDICE

Introducción.

Génesis de la Liga de los Comunistas

Los documentos.

Los comunistas en Hamburgo antes de 1848

Cronología sucinta 1842-1848

Bibliografía sumaria.

El texto.

Documentos constitutivos de la Liga de los Comunistas

     I .—Reporte del Primer Congreso de la de Liga de los Comunistas.

     II .—Proyecto de Estatutos.

     III.—Proyecto de Programa

     IV.—Carta de la Dirección de la Liga a la Comuna de Hamburgo.

Primer reporte trimestral de la Autoridad Central de la Liga

Estatutos definitivos

       Índice

 

INTRODUCCION *

*La introducción de la edición francesa ha sido revisada y corregida por Bert Andreas, con la colaboración de Jacques Grandjonc.

 

 

GENESIS DE LA LIGA DE LOS COMUNISTAS

 

Es la primera vez que se presentan completos estos documentos al público de lengua española (la primera edición alemana es de 1969);* estos documentos testimonian la última fase de la transición de la Liga de los Justos (1836-1847) a la Liga de los Comunistas (1847-1852), organismo precursor de los partidos socialistas y comunistas modernos. Para la comprensión de estos documentos es indispensable esbozar, someramente, la historia de la sociedad secreta denominada Liga de los Justos, prehistoria de la Liga de los Comunistas.

* La primera edición francesa es de 1972. N. T.

La Liga de los Justos (Bund der Gerechten) nació en París en 1836 de la escisión y reorganización de la Liga de los Desterrados (Bund der Geachteten), fundada en 1834; por sus orígenes se remonta a las primeras organizaciones democráticas y republicanas de artesanos y emigrados alemanes en el extranjero: Asociación Alemana de Apoyo a la Prensa Libre (Deutscher Vaterlandsverein zur Unterstützung der freien Presse) y Asociación Patriótica Alemana (Deutscher Volksverein), en París en 1832, Sociedad Alemana de Londres (Londoner Deutsche Gesellschaft, 1837) y Joven Alemania (]unges Deutschland), sociedad secreta creada a principios de 1834 en Suiza, con el impulso de Mazzini. Sus miembros eran esencialmente escritores y periodistas que habían huido ante la represión de la censura en la prensa; víctimas de la "caza a los demagogos”; Burschenschaftler[1] perseguidos por la justicia, así como artesanos alemanes, que en ocasiones ya habían constituido sus propias asociaciones o que se adherían a sociedades fundadas por emigrados. La Liga de los Desterrados fue activa sobre todo en Francia, principalmente en París, donde contaba con innumerables camaradas artesanos alemanes (ya eran la mayoría en la Asociación Patriótica), y en Suiza. También fue en París donde se realizó la reorganización de la Liga de los Desterrados en Liga de los Justos; con la actividad de esta última se inicia el primer periodo del movimiento alemán propiamente dicho, el cual, internacional desde sus orígenes, debía jugar un papel determinante en el movimiento obrero internacional.

La reivindicación, de carácter muy general, "de igualdad y de solidaridad entre los hombres y los pueblos”', común a la Joven Alemania y a la Liga de los Desterrados, se transforma, rápidamente, en la nueva Liga en una reivindicación de carácter netamente social: igualdad de bienes o comunidad de bienes.[2] Esta igualdad de bienes era tenida por una reivindicación "justa” emanada de la igualdad de los hombres, expresada por la divisa de la Liga:

“¡Todos los hombres son hermanos!”

La transformación correspondía a una modificación de la estructura ocurrida entre tanto en el seno de la Liga. La gran mayoría de los miembros está formada, a partir de entonces, por obreros y artesanos, cuyos representantes toman el lugar de los "demagogos” y de los Burschenschaftler, así como por antiguos dirigentes que, con algunas excepciones, permanecieron en lo que quedó de la Liga de los Desterrados; la cual desapareció de la escena después de una última metamorfosis en Liga de los Alemanes (Bund der Deutschen) hacia 1840.

Los estatutos de la nueva Liga, adoptados en 1838, testimonian, en relación a los de la antigua, el serio esfuerzo de democratización de la organización, en la medida en que esto es realizable en el seno de una sociedad secreta. La comuna (Gemeinde), dirigida por un presidente y un adjunto (tesorero) elegidos, constituían ¡a célula de base de la Liga y contaba con un mínimo de cinco y un máximo de diez miembros; la región (Gau) reunía de cinco a diez comunas y era dirigida por la presidencia de la región (Gauvorstand), compuesta por los presidentes de las comunas; la Venta (Halle) o Autoridad Central de la Liga, era elegida por la (o las) presidencias (s) de la región del lugar donde tenía su sede. Todas las autoridades de la Liga eran elegidas en mayo, y los elegidos podían ser sustituidos del puesto en cualquier momento, por la base. Todos los miembros tenían el derecho a proponer modificaciones, incluso en los estatutos; proposiciones que eran transmitidas a la Autoridad Central, la cual las sometía a la Liga en pleno para su discusión. La admisión de nuevos miembros tenía que ser por voto unánime de la comuna a la cual entraban. Las exclusiones debían ser con una mayoría de las dos terceras partes de la comuna y deberían, además, estar confirmadas por la presidencia de la región.

Entre los miembros dirigentes de la Autoridad Central de París, se encontraban en un principio: Karl Schapper, antiguo Burschenschaftler quien trabajaba como tipógrafo, Georg Weissenbach (sastre) y el camarada ebanista de Hamburgo, Karl Hoffmann, al lado del escritor Germán Mäurer. A partir de 1838 el sastre Wilhelm Weitling fue miembro de la Autoridad Central. Ese mismo año redacta el programa de la Liga, Die Menschcheit wie sie ist und wie sie sein sollte, (La humanidad, tal cual es y tal cual debería ser) en el que declara:

"La comunidad de los bienes es el medio de salvar a la humanidad; ella transformará, por así decirlo, la tierra en un paraíso.”

Este folleto de propaganda por un comunismo utópico, barnizado de religiosidad y dirigido a los artesanos, así como su segunda obra, versión más elaborada que la primera, aparecida en 1842 bajo el título de Garantien der Harmonie und Freiheit (Garantías de la armonía y de la libertad), fueron, según Heine, "durante mucho tiempo el catecismo de los comunistas alemanes”. El mismo Marx alababa en las Garantías, poco tiempo después de su aparición,

"ese principio literario brillante, desmedido, de los obreros alemanes” que hacía del "proletariado alemán el teórico del proletariado europeo”.

Con Weitling comienza, en la Liga de los Justos, la aparición de multitud de revistas efímeras en las que se discutían cuestiones teóricas:[3] del mismo Weitling aparecen Der Hülferut der deutschen Jugend (El grito de angustia de la Juventud alemana, Ginebra y Berna, 1841) y Die junge Generation (La joven generación, Berna y Vevey, 1842-1843), continuación del precedente; Der volksthümliche Handwerker (El artesano popular), es redactado y difundido en Lausana por Simón Schmidt, en 1842; Die fröhliche Botschaft (La buena nueva, Lausana, 1845) así como Allgemeines Noth und Hülfdblatt (Hoja general de la necesidad y del socorro, Zurich y Basilea, 1845-1846), por August Becker; las Blätter der Zukunft (Hojas del porvenir, París, 1845-1846), por Mäurer y Ewerbeck. Esta prensa, leída y distribuida por los miembros de la Liga, discutía y explicaba los principios de la "Comunidad” (a menudo matizada con consideraciones religiosas) se esforzaba por definir el concepto de comunismo, nuevamente introducido, en relación, por una parte a las doctrinas de los socialistas franceses e ingleses, y, por la otra, de la Joven Alemania, cuya influencia, sobre todo en Suiza, era todavía muy sensible. Es en esa época que los miembros de la Liga comienzan a considerarse comunistas y a nombrarse de esta manera.

La Liga de los Justos debe algunos rasgos de su organización secreta (como por ejemplo el concepto de comunismo) a las sociedades secretas neobabuvistas con las cuales las comunas de la Liga en París tenían estrechas relaciones. Los miembros de la Liga estaban obligados a difundir los principios, hacer nuevos reclutamientos, fundar asociaciones oficiales de obreros y de artesanos y de las asociaciones o círculos de estudio que ya existían, de canto, lectura, etc., en los cuales a menudo ellos tenían la responsabilidad, de llevar a la Liga gente adoctrinada. Los neobabuvistas ya habían empleado ese sistema en Bélgica a principios de los años treinta. El contacto entre la autoridad' central y las comunas en las otras ciudades o países estaba asegurada por los emisarios enviados especialmente a este efecto, pero también por los miembros de la Liga que se desplazaban por razones de trabajo. El importante número de "camaradas viajeros” en el seno de la Liga tenía como consecuencia el hecho de que se podían fundar comunas en tal o cual lugar y tener actividades durante algún tiempo, después desaparecer, para más tarde reaparecer, según lo permitiera la coyuntura, a medida de las llegadas o partidas de los; compañeros pertenecientes a la Liga. Fue solamente en los grandes centros de la Liga, en París y Londres, y más tarde en Ginebra, que las comunas tuvieron una existencia y una actividad continua, apoyándose siempre en asociaciones obreras paralelas.

La vitalidad y la organización de la Liga en París se manifestaron en la primavera de 1839, cuando, a pesar de sus implicaciones probablemente más o menos accidentales en el levantamiento fallido neobabuvista de la Sociedad de las Estaciones (bajo la dirección de Armand Barbes y de Auguste Blanqui, discípulo de Buonarroti), de la detención de Karl Schapper y de la confiscación de los documentos de la Liga, ésta no disminúye sus actividades, que continuó, poco después, bajo la dirección de Weitling. Sólo las relaciones entre la Autoridad Central parisina y las comunas del extranjero fueron perturbadas momentáneamente.[4]

Expulsado después del sobreseimiento, a su salida de -la cárcel preventiva, Schapper se fue a Londres, donde, en compañía del relojero Joseph Molí, se puso a trabajar de acuerdo con un método ya experimentado. En 1841 dirigían la Sociedad Democrática Alemana oficial (Deutsche Demokratische Gesellschaft), después de haber fundado desde febrero de 1840, la no menos oficial Sociedad de Instrucción Obrera Alemana (Deutsche Bildungs-Gesellchaft für Arbeiter) a la que se habían integrado rápidamente las asociaciones existentes de alemanes en Londres.

Después de la partida de Weitling a Suiza, en la primavera de 1841, las comunas parisinas estuvieron dirigidas, entre otros, por G. Weissenbach, G. Mäurer, el zapatero Heinrich Bauer, a quienes se unió en 1841, o, a más tardar, al año siguiente, Hermann Ewerbeck, médico ...............................

 

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