Al pie del artículo que se publicó en estas mismas columnas, la pasada semana, apareció una nota de la Redacción de EUSKADI ROJA en la que se me presentaba como militante de Acción Nacionalista Vasca. Efectivamente soy de A. N. V., pero pertenezco a una organización que, aunque adherida al citado Partido, tiene autonomía propia, y se llama “Mendigoizale Eusko Ekintza” cuyo criterio, además del mío personal, quiero sustentar.
Hecha la anterior declaración me voy a meter de nuevo con “Guipúzcoa Obrera”, en la persona de sus colaborador “Zapea”, quien con el título de “¡Jóvenes nacionalistas!” decía:
“La raza, las costumbres, las leyes, el idioma, en una palabra, todo cuanto representa la tradición de un pueblo, creó en nuestro espíritu nacionalista los más ardorosos defensores de Euskadi.
También influyeron en mí todas estas cosas en algún tiempo y llegaron a hacerme pensar y hasta a considerar que ningún vasco pudiera sustentar otra ideología que no se basara en los principios nacionalistas.
Grave error el mío cuando esto pensé. Ignoraba que el cariño a las tradiciones de un pueblo pudiera acarrear la consecuencia de despreciar las de otros. Y esto ocurre al que se empeña en ser nacionalista o al que le hacen ser nacionalista. . .”
No hace falta ser lince para comprender, a través de estas palabras que el articulista “Zapea” es un novato en esto de escribir para la Prensa. Pero por si esto fuera poco es además, un desconocedor absoluto de lo que es en su esencia el “nacionalismo español”. Permítaseme dudar que “Zapea” sea vasco, en primer lugar, y, en segundo lugar, de que haya sentido esa “atracción” por la raza, las costumbres, la tradición y otras cosas que nos cuenta el amigo, y aún más: que haya sentido cariño por su tierra. Pero de ser cierto no hay pero vasco ni mayor enemigo de la libertad política de Euskadi que el vasco renegado de sus condición, o de su antigua libertad que disfrutaron nuestros antecesores. Para juzgar a estos hombres que se ponen del lado de la nación opresora para mantener la esclavitud de nuestro pueblo, existe una frase lapidaria, terriblemente conmovedora, cuyo autor desconocemos: “Recuerda a los vascos traidores que no se puede renunciar a la patria con honor”.
Debéis saber que nosotros, ni las tres cuartas partes de nacionalistas vascos, somos racistas. A nuestro lado luchan por la libertad de Euskadi muchos y muy querido hermanos “maketos” que se han vinculado a nuestra nación por afectos, por sangre o como estómagos agradecidos. Cualquiera que fuera el motivo de su incorporación al movimiento nacional vasco, nuestro más ardiente abrazo, porque ellos saben de justicia humana, y que jamás se separen de nosotros que repetiremos nuestros bienes para que ellos disfruten también de todas las facultades que confiere la ciudadanía vasca, por ser más merecedores que los propios vascos, a ello. Pero los vascos desertores cuenten con nuestro más profundo desprecio.
Nos dicen muchas veces: “Vosotros odiáis a España”, ¿Pero quién que tenga alma y dignidad de vascos no odia el imperialismo español? Igual que odiamos al italiano porque está haciendo de Abisinia un reducto de esclavos. y vosotros ¿no odiáis a Italia y a Alemania? ¿Por qué? ¿Por lo que es la nación en sí? No, por el régimen de gobierno que ellas representan. Por lo mismo nosotros odiamos a Esapaña, por el régimen de opresión que padecemos. De vosotros, los españoles que habéis pretendido hacer de España un Estado moderno y confortable, pero que os habéis arrepentido o no tenéis capacidad para ello, depende que nosotros empecemos a amar a España como si fuera propia patria.
Os podemos anticipar con toda decisión y seguridad que si los electores españoles vuelvan a dar sus votos a los “cavernícolas” de Gil Robles, Calvo Sotelo, Lerroux y comparsa, nosotros seguiremos odiando a España; exactamente igual si los socialistas españoles desde el poder nos niegan la autonomía. . . . porque nos seguirá oprimiendo España
Imanol de IRAURGI
(Del Mendigoizale Eusko Ekintza)
euskadi roja
ORGANO en EUSKADI del PARTIDO COMUNISTA (S.E. de I.C.) PORTAVOZ de los SINDICATOS REVOLUCIONARIOS
Año III, San Sebastián, 28 diciembre 1935 Segunda época nº 5
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