El desarrollo de las luchas económicas en Euskadi, así como en toda la península, cada día adquiere una mayor envergadura, un mayor desarrollo coronado de éxitos rotundos y eficaces para las masas laboriosas, extendiéndose en todos los ramos de la producción de manera tal que las fuerzas patronales caracterizadas por su espíritu reaccionario e intransigente se ven arrolladas por la conciencia de clase del proletariado, dispuesto a mejorar sus condiciones de vida, al igual que las masas de la pequeña burguesía, aherrojadas por las fuerzas monopolistas del capital financiero.
Es innegable que estas luchas adquieren una mayor pujanza, debido al triunfo del Frente Popular, que en cierta medida permite cumplimentar la elevación de los salarios, la ampliación de los contratos de trabajo burlados por las fuerzas del fascismo vaticanista en el período de terror, después de las gloriosas jornadas de Octubre; pero lo más característico, o más importante, es que estos movimientos se producen a través de la consigna fundamental para vencer, bien por la ligazón de Comités de enlace de los Sindicatos de ramo e industria o bien por Comités de Frente Único elegidos por los mismos obreros en las fábricas o minas, etc., etc., ya que este arma de estimable valor es, naturalmente, la garantía más acabada que el proletariado y las masas laboriosas pueden utilizar con seguridades de triunfo frente a un enemigo bien pertrechado.
En el curso de las luchas económicas que actualmente se plantean en nuestro país, se adolece de la comprensión necesaria de que estas luchas ascienden vigorosamente al compás del mismo curso ascendente de la revolución democrática, y esto mismo nos plantea la necesidad de que cada movimiento de esta índole deba ir aparejado con la constitución de los Comités de Frente Único o Comisiones de huelga elegidos democráticamente que puedan fácilmente convertirse en ALIANZAS OBRERAS Y CAMPESINAS, órganos de lucha y control en le curso de la revolución hasta que lleguen a jugar el papel correspondiente como órganos de Poder, y es necesario comprender ya que no podemos calificar de Alianzas Obreras el hecho de la Alianza Portuaria (a pesar de su importantica) que se realiza solamente por órganos superiores de los Sindicatos portuarios, y que esto bien puede ser la semblanza práctica del principio de la Unidad Sindical.
Esto merece ser examinado nuevamente, teniendo en cuenta las circunstancias históricas de nuestro país, donde toda una revolución se desarrolla con paso firme y decidido; pero que adolece precisamente de lo más fundamental para desarrollarse victoriosamente cubriendo sus etapas organizadamente; es decir, con los órganos de poder firmemente constituidos, las ALIANZAS OBRERAS Y CAMPESISNA, ya que sus resultados prácticos ene la insurrección asturiana se expresaron magníficamente, con elocuencia admirable.
En Euskadi las luchas económicas se agudizan al mismo ritmo que en el resto del Estado español. Si tenemos en cuenta el papel de nuestra nacionalidad, donde existe un proletariado organizado y controlado por Solidaridad de Obreros Vascos, no podemos olvidar y menos soslayar que en el curos de estas luchas va muy ligado el sentimiento nacional de las masas laboriosas de nuestro pueblo; por eso precisamos desarrollar estas mismas luchas, ampliándolas muy profundamente entre los obreros vascos; es decir, entre los solidarios, para romper las maniobras de la reacción vasco-española deseosa de someter a todo el proletariado a la férula del clericalismo vaticanista, enfrentando a las masas laboriosas del país con la parte más revolucionaria del proletariado.
Tengamos, pues, presente el desarrollo de todas estas luchas y sepamos encauzarlas sobre la plataforma más amplia y democrática en todas las Empresas y lugares de trabajo para que las ALIANZAS OBRERAS se constituyan y consoliden como forma viable de asegurar nuestras victorias presentes y futuras, teniendo a la vez en cuenta que esto no podrá jamás perjudicar nuestras organizaciones sindicales, todo lo contrario, serán sus mejores armas de reclutamiento y de ayuda para la realización de la unidad sindical, tan precisa para nuestras batallas decisivas contra la reacción y el fascismo y ulteriores combates, anunciadores del OBRUBRE DE LA VICTORIA.
Aurelio ARANAGA
euskadi roja
ORGANO en EUSKADI del PARTIDO COMUNISTA (S.E. de I.C.) PORTAVOZ de los SINDICATOS REVOLUCIONARIOS
Año IV, San Sebastián, 16 Mayo 1936 Segunda época nº 26
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