Los discípulos de Tolstoi, Bakunin, Stirnen, Kroptkin, etc., han solido llamarse ácratas, libertarios, anarquistas puros y anarco-sindicalistas. Ahora, los anarquistas, han dado en apellidarse “comunistas libertarios”, ya nosotros, a los verdaderos comunistas, nos llaman tranquila e inocentemente “comunistas estatales”,  sin pararse a pensar en el antagonismo de ambas palabras, en lo absurdo de esta amalgama.

La cosa es, para los anarquistas, armarse en todo “un bollo” y hacer participar de sus hoy doctrinales, de sus teorías confusionistas a quienes todavía tienen la paciencia de escuchar sus elucubraciones tan libertarias como contrarrevolucionarias.

Con respecto al problema nacionalista vasco, los anarquistas están, teóricamente, en la “estratosfera”, y prácticamente, en contra de los derechos nacionales de Euskadi.

La posición de los anarquistas, frente al problema vasco, es completamente españolista, y adoptan la misma postura que los socialistas, que los lerrouxistas y que los demás republicanos “patriotas”.

Es muy significativo, por otra parte, el que los jefes anarquistas hagan tan buenas migas con Lerroix (españolista furibundo) y con Cánovas Cervantes, director de “La Ganzúa” (“La Tierra”), el teórico del “racismo español”, el trovador de la “ínclita raza hispana”, el propulsor de la “revolución racial española”.)

Y es que, se le mire por donde se le mire, el anarquismo es una doctrina pequeñoburguesa en plena bancarrota teórica y práctica.

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El diario confederal “C. N. T.” portavoz de los anarco-sindicalistas, dice en uno de sus recientes números, que según la geografía de “Mundo Obrero”, órgano del Partido Comunista, los catalanes, los gallegos y los vascos ya no son españoles.

Esto que dicen en “C. N. T.” los anarquistas lo hemos oído repetir mil veces a los políticos y escritores españolistas del “A. B. C.”, de “El Debate”, de “El Liberal” de Bilbao, de “La Constancia”, de “La Voz de Guipúzcoa”, etc., etc.)

Pues, no señores anarquistas, no, Catalanes, gallegos y vascos “no son españoles”, sino catalanes, gallegos y vascos.

Y ya que los jefes anarquistas se burlan de esto, porque también en la cuestión de las nacionalidades oprimidas y colonias avasalladas, adoptan una posición contrarrevolucionaria, imperialista.

Ellos, los anarquistas, a pesar de su tan cacareado “federalismo” o “independencia del individuo”, se burlan y combaten la lucha por la independencia de verdaderos pueblos oprimidos por el centralismo y el Estado de la burguesía española, como son Cataluña, Galicia y Euskadi.

Nosotros, los “comunistas estatales” (como tontamente nos llaman los anarquistas) reconocemos la nacionalidad de Euskadi y defendemos su derecho a la autodeterminación y pedimos que se le dé carácter oficial a la lengua materna, al “vasco”, al “euskera”; que los soldados euskadianos no salgan de su país, etcétera, etcétera.

En el problema de las nacionalidades la doctrina comunista es clara y de una lógica aplastante. Véase

¿Qué entendemos los comunistas por “nación”? el marxismo revolucionario define así la nación: “Una comunidad estable, históricamente constituida, que une la comunidad de idioma, de territorio, de vida económica y de mentalidad psíquica, que se manifiesta en la comunidad de cultura.” (Los anarquistas no admiten esa verdad y se ponen en frente de los derechos nacionales de Euskadi; su lente anarco-sindicalista les tiene también sumidos en la miopía por lo que respecta a la cuestión euskadiana; padecen del “patriotismo opresor castellano”.)

¿Qué representa España para los comunistas? España es, actualmente un estado republicano burgués integrado por diversas nacionalidades: Castilla, Galicia, Euskadi, Cataluña, etcétera, con territorios colonialmente explotados como Marruecos, Ifni, Río de Oro y Guinea. (Todos esos países tienen derecho a su autodeterminación, a separarse o a unirse con quien deseen. Los anarquistas, al no admitir esto, hace labor contrarrevolucionaria y españolista.)

¿Qué es el Estado español) ¿Qué es el Estado? El “Estado”, según Marx, es el órgano de la dominación de clases, el órgano de la opresión de una clase por otra. La división de la sociedad en clases se halla estrechamente unida a la aparición de la propiedad privada; los poseedores, los capitalistas, a un lado; los alquiladores de su fuerza de trabajo, los obreros , enfrente. Así, el Estado español que rige la economía de las distintas nacionalidades y territorios que la componen (Euskadi, Cataluña, Castilla, Marruecos, etc.), es un Estado burgués puesto que es la clase capitalista de todos esos países reunidos en el llamado Estado español, la que somete al proletariado de esos mismos países al régimen de propiedad privada (Por eso decía Lenin: “En cada nación hay dos naciones: La nación integrada por los “explotadores” y la nación compuesta de los “explotados”. Así, en Euskadi y en las demás naciones que integran el Estado español burgués.

Es estado no es eterno. El Estado nace con la propiedad privada, se desarrolla con el capitalismo y muere con el Comunismo. Este ciclo, lo aclaraba Marx así: “Entre la sociedad capitalista y la comunista, existe un período de transformación revolucionaria. Una parte de la transición política corresponde a este período durante el cual el Estado no puede se otra cosa que la dictadura revolucionaria del proletariado” Ejemplo: el Estado soviético ruso, el Estado de la Unión de repúblicas socialistas soviéticas donde todas las naciones que la integran pueden gracias a la dictadura proletaria, disponer “libremente” de su derecho de autodeterminación, derecho que consta taxativamente en la constitución soviética, derecho  del que han usado Polonia, Lituania, Estonia, etc., para separarse; y Carelia, Crimea, Ucrania, etc., para unirse. (El espíritu “antiestatal” y pequeñoburgués de los anarquistas les impide ver, en esto como en todo, más allá de sus narices..)

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“No puede ser libre un pueblo que oprime a otros”, decimos los comunistas, de acuerdo con Carlos Marx.

Y, como Lenin, sostenemos que “Exactamente igual que es imposible a la Humanidad llegar a la supresión de las clases de otro modo que por la dictadura de la clase oprimida, es también imposible para la propia Humanidad llegar a la fusión inevitable de todas las naciones (internacionalismo), de otro modo que por una etapa transitoria de plena libertad para todos los pueblos oprimidos, es decir, su derecho a la completa separación”.

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La posición de los comunistas (a quienes tontamente nos llaman ”estatales”, los anarquistas), es clara y lógica.

La de los anarquistas, en cambio, al negarse a reconocer los derechos nacionales de Euskadi, deja ver su espíritu pequeñoburgués e imperialista, su carácter españolista y contrarrevolucionario. 

Eusko langille bat

 

 

euskadi roja

ORGANO en EUSKADI del PARTIDO COMUNISTA (S.E. de I.C.)   PORTAVOZ de los SINDICATOS REVOLUCIONARIOS

Año I, San Sebastián, 22 Julio 1933 nº 18

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