La revolución obrera y campesina actual de España se inicia y desarrolla, en el momento histórico en que la situación internacional se caracteriza por el fin de la estabilización relativa al capitalismo. Es decir, cuando se han agotado ya todos los recursos paliativos de solución temporal, a la crisis económica, industria y agraria, que se desarrolla y agrava en los países burgueses, sobre la base de la crisis general del sistema capitalista y no le queda más salida transitoria que el fascismo y la guerra.

La república burguesa española, con sus diferentes gobiernos república-socialistas, impotentes para estrangular la revolución en marcha ascendente, ha ido agotando todo su caudal demagógico para engañar y contener el impulso revolucionario de las masas obreras y campesinas, siguiendo el ejemplo de los otros países capitalistas; pero la imposibilidad, la negativa, la incapacidad de dar las migajas que en los diferentes problemas de la revolución burguesa democrática, podrían (sin constituir la solución revolucionaria total de clase) hallar eco satisfactorio —ayudados por los dirigentes demagógicos socialistas y de más agentes en el movimiento obrero— en algunas capas del proletariado y campesinado, agravan más cada día que pasa la situación revolucionaria de nuestro país.

Por ésta razón la burguesía y los terratenientes, ante la inestabilidad de los diferentes equipos gobernantes, impotentes para aplastar la revolución y sostener y consolidar su régimen capitalista, buscan la salida de ésta gran crisis por la aportación de todos los medios coercitivos a su alcance, reforzando y ampliando el aparato de represión, promulgando y poniendo en práctica leyes de terror fascista, reprimiendo sangrientamente todas las luchas de los obreros y campesinos encarcelando a millares de trabajadores, etc., preparándose militarmente para la guerra, y lo que constituye el fondo y elemento decisivo del fascismo, preparando una franca ofensiva por todos los medios de la opresión y violencia, por la guerra civil contra los trabajadores.

Todo esto de una forma rápida y acelerada, a grandes marchas forzadas, impelida por los acontecimientos revolucionarios que, diariamente en el plano nacional se vienen desarrollando de manera ascendente y cuyo emplazamiento para dar una solución beneficiosa a los intereses de las masas explotadas, determina el desenmascaramiento de toda la demagogia y traición derrochada por dirigentes republicano-socialista y demás agentes ideológicos de la burguesía contrarrevolucionaria.

En estas condiciones y a pasos de gigante se desarrolla —sobre la base de reagrupamiento y polarización de las fuerzas de la revolución y contrarrevolución— el fascismo español aglutinante de todos los partidos reaccionarios cuya gran fuerza en “Euskadi” debido a la falta de una mayor diferenciación de clases en el movimiento nacional y la enorme influencia de la pesta clerical, no podemos perder de vista para intensificar nuestra lucha como fuerza suprema salvadora del régimen capitalista. La vertiginosidad de us crecimiento admite ver sin embargo, cómo esta proceso se efectúa gradual y progresivamente introduciéndose en el mismo aparato del Estado republicano-socialista hasta ayer, y de concentración republicano-nacional presidido por Lerroux, hoy, como elementos de tipo fascista en la forma de gobierno que prepara organiza y ampara su elevación al Poder para instaurar la dictadura fascista en España.

Este análisis del desarrollo fascista español plantea para los obreros y campesinos, así como para todos los trabajadores en general que quieren luchar eficazmente contra el fascismo, la necesidad de eliminar la concepción estrecha pequeño-burguesa y simplista que influye a muchos todavía, que “confía como enemigo del fascismo a la democracia actual”, cuando está plenamente demostrado que el fascismo es en cierto modo el producto de la democracia burguesa, que “no siente el peligro fascista y solo ve éste a través de las manifestaciones callejeras de sus hordas bestiales y por su literatura y  propaganda, etcétera, que cuando desarrolle dará, aprovechando cualquier circunstancia, un golpe de Estado para implantar la dictadura fascista”.

Esta exteriorización de las horas fascistas con toda su propaganda demagógicamente rabiosa, es la investidura ideológica que cubre el terror, el haca y el patíbulo, para influenciar y conquistar su base social de apoyo, es una manifestación que —como ya comienza a hacerse en multitud de pueblos de España— hay que seguir machacando en su raíz; pero para hacer una verdadera lucha totalmente efectiva, es necesario ampliar organizadamente esta lucha contra los brotes fascistas, al enfrentamiento de nuestras acciones de masas sobre la base del Frente Único, contra el Gobierno contrarrevolucionario de Lerroux, desarrollando una contraofensiva contra el ataque combi nado de todas las fuerzas patronales reaccionarias a base de reivindicaciones económicas inmediatas que ligadas a las consignas antifascistas y políticas de la revolución, movilicen a las grandes masas de obreros y campesinos que trabajan como las que se hallan en paro forzoso, reforzando el frente antifascista para socavar el régimen “democrático fascistizante” de la burguesía y terratenientes y su equipo gobernante de turno presidido por Lerroux, incubador de esta bestia negra que quiere implantar la dictadura del terror, del hacha y del patíbulo, para estrangular la revolución en marcha ascendente de los obreros y campesinos y acabar con todas nuestras conquistas ganadas a fuerza de sangre y de sacrificios.

Si comprendemos que el fascismo implica fundamentalmente la ofensiva abierta contra nuestros salarios, etc., vayamos al mismo tiempo que estrangulamos sus brotes, a darles batalla en el terreno de las luchas económicas constituyendo en las fábricas, empresas, etcétera, así como en las barradas, Comités de lucha antifascista que, al mismo tiempo que preparen la lucha en su lugar de trabajo para poder retroceder la ofensivo patronal y conquisten nuevas reivindicaciones económicas que mejoren nuestras condiciones de vida, constituyan las milicias antifascistas armadas que garanticen el apoyo y triunfo de estas luchas y protejan todas nuestras actividades revolucionarias para la organización de nuevos combates , la toma del Poder y la instauración del Gobierno Obrero y Campesino único poder que acabará para siempre  con el fascismo.

Sebastián ZAPIRAIN

 

 

 

euskadi roja

ORGANO en EUSKADI del PARTIDO COMUNISTA (S.E. de I.C.)   PORTAVOZ de los SINDICATOS REVOLUCIONARIOS

Año I, San Sebastián, 25 Noviembre 1933  nº 36

Ver el documento original    2,9 MB