La lectura del libro de Lenin “Es Estado y la revolución”, fue uno de los acontecimientos de mi vida. Lo leí cuatro veces. Lo que me maravilló es que contiene un boceto completo del programa que el Gobierno bolchevique ha tratado de realizar hasta la lucha; pero escrito tres meses antes de la revolución bolchevique. Con gran extrañeza, por mi parte, tuve que admitiré que Lenin no había predicado una doctrina antes de conseguir el Poder y otra doctrina diferente después.

Viendo que el librito de Lenin está basado en parte, sobre el libro de Federico Engels “El origen de la familia, de la propiedad privada y del estado”, me acordé con pesar de que no había leído dicho libro. Lo leí, y fue para mis anteriores opiniones una sacudida aún más fuerte que la lectura de la obra de Lenin. Vi que Engels exponía el origen, el carácter y la abolición inevitable del Estado, más clara y “radicalmente” que cualquier anarquista, que yo sepa, haya jamás atacado al Estado.

Me sumergí en una larga serie de lecturas, guiado por los acontecimientos del libro de Lenin.

Volví a leer el “Manifiesto Comunista de 1847”, que había ya leído hace mucho tiempo, intercalando en las obras de respetables señores que aspiraban a ser alcaldes socialistas, y al que no había comprendido entonces. Noté con sorpresa que la primera traducción rusa del “Manifiesto” fue hecha por Miguel Bakunin. en este “Manifiesto” encontré un plan general en completa armonía con las tácticas actualmente empleadas por los bolcheviques con 1917, a excepción de la fórmula “Dictadura del proletariado”, que fue construida por Marx veinticuatro años más tarde, después de la experiencia de la “Commune” de París.

Mis indagaciones fueron luego hacia las fuentes anarquistas, y el primer escrito que cogí fue el de Kropotkin. “El Estado, su papel histórico”. Este libro trata del mismo objeto que el de Engels, “Origen de la familia, de la propiedad y del Estado”, y, por consiguiente, lo leí con gran interés para compararlo. La comparación me asombró y me entristeció. Rememoré mi visita a Koprotkin, mi profeta, en días sombríos en que la revolución se tambaleaba en la más reñida batalla que los hombres hayan presenciado, bajo los rudos golpes que el mundo furiosamente descargaba sobre los postrados defensores de un ideal. Hallé a Kropotkin rodeado por militares americanos que le daban el título de “Príncipe”, y cuya única preocupación era “la victoria de la democracia alada”. Me marché tristemente reflexionando sobre lo que le podía pasa al hombre que se dejaba llamar “Príncipe”.

Encontré pesada la disertación de Kroptkin sobre el Estado, después de haber leído la de Engels. Me veo obligado a admitir que Marx y Engels crearon la filosofía de la negación del Estado, y que Kropotkin no l había ni siquiera comprendido.

Engels recoge el hombre donde Darwin le dejó, viviendo en los bosques de la regiones tropicales y subrtopicales, y le sigue cuidadosamente a través de sus tres etapas del estado bárbaro (muy claramente distinguido del salvaje), hasta sus primeros pasos en la civilización, con la invención de la escritura. Engels demuestra que durante estas etapas ninguna raza humana conoció nunca al Estado. Describe detalladamente con hechos concretos cuál era la forma exacta del cuerpo social en aquel entonces y cómo aquella forma se diferenciaba en extremo de la forma “Estado”. Demuestra cómo cada tribu humana, sea de Europa, de Asia, del centro de África o de los indios de América, ha pasado por  estas etapas sin la menos desviación, salvo en los casos en que la ausencia de mineral de hierro o de animales domesticables lo hacían inevitable, o bien en los casos de interrupción en el desarrollo.

Luego estudia al hombre en el período de la civilización, (basándose sólo en hechos incontrovertibles), y demuestra que en ninguna parte de la tierra hubo nunca un Estado ni un rey, SINO DESPUÉS QUE LA ACUMULACIÓN DE LA PROPIEDAD PRIVADA HUBO EMPEZADO —en un tiempo considerado ulterior al principio de la civilización—. Sólo después que la acumulación de la propiedad privada hubo dividido a los hombres en ricos y pobres, necesitaron los ricos al Estado para garantizar sus bienes. Enseña COMO Y POR QUÉ los “cuerpos especiales de hombres armados” —ejército y policía— no existieron hasta la formación de la propiedad privada, cómo y por qué se formó el Estado con el fin único de sujetar a la clase pobre. Señala que la monogamia no fue conocida sino después de formación de la propiedad privada, cómo y por qué se formó la familia con un jefe del sexo masculino allí donde esta forma era antes desconocida, y cómo llegó a ser el macho el poseedor de la propiedad.

Al acabar la lectura de los libros, me di cuenta de que Engels ha probado por un método rigurosamente científico el origen y la función del Estado, y la necesidad y certeza de su desaparición, mientras Kropotkin no ha dado ninguna explicación coherente sobre el particular.

Así es que debo admitir mi equivocación al decir que Lenin había mezclado su filosofía marxista con el anarquismo.

Robert MINOR

(Continuará)

 

euskadi roja

ORGANO en EUSKADI del PARTIDO COMUNISTA (S.E. de I.C.)   PORTAVOZ de los SINDICATOS REVOLUCIONARIOS

Año II, San Sebastián, 20 Enero 1934  nº 44

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