Hace tres años, cada joven obrero, campesino o estudiante albergaba una gran ilusión. Tenía una fe ilimitada en la República. La actividad y el entusiasmo de las masas juveniles fue un factor importante en la lucha contra la monarquía: San Carlos, Jaca, el 12 de abril, con jalones que destacan en la batalla aquella intensa fe.

No ha sido necesario que los tres años pasaran para que las ilusiones se desvaneciesen. Hace ya bastante tiempo que los jóvenes, puede decirse que de todas las capas sociales, no esperan nada de la democracia burguesa.

La República con “impronta” socialista ha asesinado obreros aplicando la ley de Fugas, ha ametrallado con los fusiles de la Guardia civil a los campesinos que tomaban las tierras que les habían prometido republicanos y socialistas. El paro ha aumentado. La miseria se extiende por la ciudad y el campo. La represión más feroz se ha aplicado a los trabajadores y la juventud revolucionaria. La legislación social que permitiera la “evolución al socialismo” ha quedado en las “leyes del 8 de abril” y de los “Jurado mixtos”. Los derechos políticos prometidos a la juventud, en la negación del voto a los dieciocho años.

La República que iba a evolucionar hacia el socialismo, hacia el bienestar, se resume hoy para la juventud trabajadora en dos palabras: CASAS VIEJAS.

La República pacifista ha aumentado los presupuestos de guerra, el cupo para el Ejército y continúa oprimiendo al pueblo marroquí. Su pacifismo consiste en preparar la guerra.

La República que había prometido a la juventud acabar con los viejos figurones de la monarquía, podrida, tiene hoy en la presidencia de la Cámara a un Alba, en la presidencia del Consejo de Ministros a un Samper-Lerroux, como uno de sus valores destacados a un Melquiades Álvarez. Y las “figuras nuevas” sirven los mismos intereses que las antiguas.

La juventud trabajadora ha perdido su fe en la República burguesa, pero no en el porvenir. A costa de duras experiencias va formando su conciencia política  y comprendiendo cuáles son sus intereses. Cada día se orienta más hacia el campo revolucionario, participa en las luchas contra el régimen burgués terrateniente y constituye un serio peligro para los opresores.

Ante esta juventud que busca su camino, la salida a su situación actual de miseria, de hambre, de explotación, anuncia Acción Popular por todo el país el Congreso de sus juventudes. Los 19 puntos del orden del día son las 19 promesas que el partido de los banqueros y terratenientes hace a la juventud.

Helos aquí:

1º    Espíritu español. Pensar en España. Morir por España.

2º    Disciplina. Los jefes no se equivocan.

3º    Juventud. Fe, Arrojo, Voluntad, Espíritu joven en la política.

4º    Derogación de la legislación socialista y antiespañola.

5º    Familia cristiana frente al modernismo pagano.

6º    Fortaleza de la raza. Educación premilitar. Abolición del soldado de cuota.

7º    Libertad de enseñanza. Los hijos no son del Estado.

8º    El amor a la región, base del amor a España.

9º    Más especialización. Más preparación y menos discursos.

10º Nuestra revolución es justicia social. Ni capitalismo egoísta ni marxismo destructor.

11º  Más  propietarios y más justa distribución de las riquezas.

12º  Guerra al señoritismo decadente y a la vagancia profesional. Reconocimiento de todas las actividades. Trabajo para todos. “El que no trabaje, que no coma”.

13º  Antiparlamentarismo. Antidictadura. El pueblo se incorpora al Gobierno de un modo orgánico y jerárquico, no por la democracia degenerada.

14º  Reconstrucción de España. Guerra a la lucha de clases. La economía al servicio de la nación.

15º  La España fuerte respetada en el mundo.

16º  Primero la razón. Frente a la violencia, la razón y la fuerza.

17º  Prestigio de la autoridad. Poder ejecutivo fuerte. Prevenir mejor que reprimir.

18º  Ante los mártires de nuestro ideal, ¡Presente y adelante!

19º  Ante todo, España, y sobre España, Dios.

 

¿UN CAMINO PARA LA JUVENTUD TRABAJADORA?

Diecinueve afirmaciones. ¡Pueden estar de acuerdo con ellas los jóvenes trabajadores? ¿Significan las bases de una nueva situación beneficiosa para los jóvenes obreros, campesinos, estudiantes y empleados?

Examinémoslas:

Puntos 1 y 19: “Espíritu español. Pensar en España. Trabajar para España. Morir por España. Ante todo, España, y sobre España, Dios.”

Bien. Pero España, ¿qué es? Un territorio formado por diversas nacionalidades (Euskadi, Castilla, Catalunya, Galitzia) donde hay inmensas riquezas, tierras, palacios, fábricas, minas, etc., y donde también hay unos cuantos, muy pocos, que son los dueños y señores de todas ellas.

El joven trabajador no tiene nada suyo. Sólo tiene su fuerza de trabajo, su vigor juvenil, que tiene que poner al servicio del patrono en la fábrica, de terrateniente en el campo y de un porvenir inseguro en la Universidad. España es hoy para la juventud trabajadora un territorio extranjero, donde se la permite vivir a costa de ser explotada. Es la patria de los banqueros, los terratenientes y sus lacayos: los curas, los generales y los jefes socialistas y solidarios.

Entonces, pensar en España, morir por España, etc., ¿no quiere decir pensar, morir, vivir, trabajar para el cacique, el patrono, el banquero, los curas y los terratenientes?

Estos dos puntos, por lo pronto, no convienen a los jóvenes trabajadores.

Tampoco les interesa una “España fuerte respetada en el mundo”, (punto 15). Saber que tras esa frase se oculta la guerra imperialista, que sólo beneficia a los explotadores y hace jugar a los jóvenes el papel de carne de cañón.

 

(Continuará)

 

 

 

euskadi roja

ORGANO en EUSKADI del PARTIDO COMUNISTA (S.E. de I.C.)   PORTAVOZ de los SINDICATOS REVOLUCIONARIOS

Año II, San Sebastián, 12 Mayo 1934  nº 60

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