En la situación actual de la juventud laboriosa de Euskadi, observamos que día tras día empeoran las condiciones de vida. Agudizándose la crisis del capitalismo prácticamente, a su agudización en el caso de la península y de todos los países capitalista, la burguesía vasca, al igual que la burguesía internacional, lleva la explotación de la juventud laboriosa a su máximo reforzamiento.
Toda su demagogia, al querer descargar las consecuencias de la crisis sobre el Estado imperialista español, queda desenmascarado cuando es ella precisamente la que, en estrecha alianza con el Gobierno Lerroux-Gil Robles y con sus velas al Presidente de la República trata de crear las ilusiones en un Estatuto de claudicación, frenando así los deseos de lucha, de conquista de las aspiraciones nacionales de la juventud laboriosa de Euskadi.
Pero la situación de esta juventud que se encuentra bajo la explotación de la burguesía vasca, representa bajo los efectos de la minoría más negra. Es la refinada explotación de los aprendices que con salarios mezquinos hacen trabajos superiores a su categoría y al ascender a otra superior, son desplazados de las producción y arrojados a las filas de los hambrientos.
Por otro lado, diariamente son despedidos del trabajo gran cantidad de jóvenes obreros que no vuelven a encontrar ocupación y que faltos de la mínima ayuda por los Ayuntamientos y Diputaciones, tienen que pasear su hambre como única perspectiva en su vida. Precisamente, en la empresa Aurrera (Vizcaya) han sido despedidos en tres semanas 115 obreros y aún se trata de despedir más, muchos de ellos jóvenes, y en la fábrica de alambre de Rentería (Guipúzcoa) han sido despedidos más de 20 obreros y exista la amenaza de nuevos despidos.
La burguesía vasca, como toda la burguesía de la península, bajo la dirección del Gobierno Lerroux-Gil Robles, lleva la ofensiva descarada contra las condiciones de vida de la juventud laboriosa. Ella trata de colocarla en condiciones tales de explotación que les permita mantener sus privilegios de clase, aunque para ello tenga que volver a los tiempos de la esclavitud.
En esta situación, la juventud laboriosa sólo puede encontrar la defensa de sus intereses en la organización que lucha a la cabeza para conseguir su mejoramiento, arrancando las reivindicaciones de carácter inmediato, en la Juventud Comunista. La Juventud Comunista tiene como objetivo la lucha, al lado del Partido Comunista y bajo la dirección política, por la liberación de la juventud laboriosa de la explotación capitalista y del yugo imperialista del Estado español.
Mientras unos hablan de “insurrección”, “dictadura del proletariado”, los otros del “comunismo libertario” y los nacionalistas del “Estatuto vasco” como panacea para los jóvenes de Euskadi, todos ellos se despreocupan de defender las conquistas de la juventud y en espera de la “buena hora” desprecian olímpicamente la defensa de sus intereses inmediatos en cuantas se llevan a efecto y en general quieren contener los impulsos de lucha de la juventud trabajadora por las conquistas diarias y por su liberación nacional y social.
Frente a este sometimiento de los ímpetus juveniles, que son la ayuda más eficaz a la ofensiva patronal y del Gobierno en los momentos actuales, la Juventud Comunista ha de ponerse al frente de las masas juveniles, ante los problemas que diariamente se la presentan y conducirle por el camino de su triunfo, por el mejoramiento de sus condiciones de vida y por el aplastamiento del fascismo, que trata de imponer a la juventud laboriosa y a la clase obrera en general la esclavitud del capitalismo y el yugo del imperialismo español.
Los jóvenes trabajadores, bajo la dirección de la Juventud Comunista, bajo la dirección del jefe del la revolución, el Partido Comunista, luchando diariamente por arrancar sus reivindicaciones inmediatas, llegarán a imponer a la burguesía el poder del Gobierno Obrero y Campesino de Euskadi, conquistando con él el pan, la tierra y la libertad
A. ZAPIRAIN
euskadi roja
ORGANO en EUSKADI del PARTIDO COMUNISTA (S.E. de I.C.) PORTAVOZ de los SINDICATOS REVOLUCIONARIOS
Año II, San Sebastián, 16 Junio 1934 nº 65
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