POR UNA RUTA PELIGROSA

 

LOS ANARQUISTAS Y LA GUERRA DE RAPIÑA DEL FASCISMO ITALIANO

 

Las concepciones erróneas del anarquismo, en cuanto se refiere a los diversos problemas planteados por la lucha de clases y las contradicciones del capitalismo, representan a la postre una corriente contraria a los intereses y anhelos de las masas laboriosas, aunque superficialmente traten de encubrirse la mayoría de las veces con un barniz pseudo revolucionario.

En el hecho concreto de la guerra de dominación imperialista promovida por el fascismo italiano contra un pueblo que defiende su soberanía heroicamente, a pesar de los elementos más modernos de destrucción empleados por el fascio, vemos la manifiesta incompetencia del anarquismo al juzgar esta guerra de bandidaje colonial representada por el “Duce” con toda su corte de monopolios y finanzas, queriendo convencer a las masas proletarias que deben permanecer ajenas a esta aventura, “donde solamente se ventilan los intereses del Negus y del “Duce””.

Afirmar esto, como lo hacen en su prensa “Solidaridad Obrera” y “Tierra y Libertad”, significa una monstruosidad que de generalizarse contribuiría al reforzamiento de la campaña de “neutralismo” fascista en los diferentes países y con la cual no se persigue otra cosa que la de coadyuvar al triunfo de la invasión fascista de Etiopía por parte de la peste negra del fascismo mussoliniano; evitar que nadie se oponga a los propósitos imperialistas del mismo y luche decididamente por la paz. como lo hace la U. R. S. S., a fin de evitar de esa forma que el régimen fascista salga boyante y fortalecido, como pretenden los “neutralistas” de Acción Popular, Falange Española y demás fuerzas reaccionaras.

Enemigos acérrimos los comunistas de la guerra imperialista; mantenedores entusiastas de la paz; defensores ardientes del derecho de autodeterminación de los pueblos, tenemos que estar al lado de Abisinia, teniendo en cuenta que la lucha por la paz y su triunfo significa la asfixia del fascismo italiano y de todos los regímenes fascistas a la larga. La caída de un régimen de opresión y barbarie, ejerciendo en primer lugar contra los trabajadores del propio país donde dicho régimen esclaviza a las masas con procedimientos mucho más bárbaros que los ejercido en aquellos países de formación primitiva, que por no haber alcanzado un determinado grado de evolución mantienen todavía en determinadas regiones lejanas dicha forma primitiva de explotación del hombre por el hombre. Digámoslo de una vez; entre un régimen que ha retrotraído al hermoso país italiano, cuna de la civilización occidental, a una situación de terror y oscurantismo medieval; que pretende que la rueda de la historia ruede hacia atrás, y otro país, cual es Abisinia, que, partiendo de esta última situación pretende remontarse a las cimas de una civilización superior, la elección para el proletariado y para todos aquellos partidos y hombres de sentimientos progresistas y avanzados, la elección no es dudosa. Tanto más, cuanto que el proletariado, por doctrina, no puede admitir ninguna razón ni argumento que pretenda justificar el avasallamiento de un pueblo por otro.

De lo contrario, adoptando la posición adoptada por los anarquistas —o ciertos anarquistas— se llegaría fatalmente a fortificar las posiciones del imperialismo, y no sólo del italiano, sino del internacional.

¿Acaso los obreros de la C. N. T., los obreros anarquistas en Euskadi y en toda España no anhelan, al igual que el resto de las masas populares, la derrota del fascismo italiano? Es casi seguro este sentimiento neto, que por intuición de clase y antifascista, surge entre todas las masas populares, sin distinción de tendencias ideológicas. Es preciso que algunos anarquistas oteen esta realidad y no prosigan por una senda, asa peligrosa, que indefectiblemente conduce al apoyo de la reacción fascista en cada país.

Considerar a la Abisinia heroica, que repele una agresión imperialista, como a la Italia de Mussolini, significa prácticamente —quizás a despecho de vuestros propios  deseos— ir fomentando la odiosa política de la bestia vaticano-fascista de España, que por momentos desea que se produzca el triunfo del fascismo italiano, que significa el incendio volcánico de la barbarie fascista y guerra en el mundo entero

 

Aurelio ARANAGA

 

 

euskadi roja

ORGANO en EUSKADI del PARTIDO COMUNISTA (S.E. de I.C.)   PORTAVOZ de los SINDICATOS REVOLUCIONARIOS

Año III, San Sebastián, 14 diciembre 1935  Segunda época nº 3

Ver el documento original   3 MB