Con la pluma de Arana Goiri

¡ T R A I D O R E S ¡

 

Citaré los nombres para que los vascos los abominen y maldigan como traidores”

“Esto no debe escribirse con tinta y pluma. Esto debiéramos escribirlo con hierro y sangre”, son palabras de Arana Goiri

 

No es nuestro este título. Se lo tomamos a Sabino de ARANA-GOIRI, al igual que los siguientes párrafos con los que, en enero de 1894 (“Bizakitarra” número 5), flagelaba despiadadamente a una Comisión de diputados de Vizcaya que en Madrid habían aceptado la imposición del aumento del tributo anual por parte del imperialismo español.

No importa. El título y el contenido de aquel artículo se ajusta enteramente a la actitud de los diputados “nacionalistas” que votaron en las Cortes del imperialismo español la ley de Arrendamientos Rústicos, suscribiendo así los centenares de desahucios que actualmente se llevan a cabo en nuestro país. Con algunas rectificaciones de forma hechas, necesarias por el tiempo, el mismo Sabino de ARANA-GOIRI las suscribiría hoy.

Hoy hace siete días se cumplía el 71º aniversario de Arana-Goiri. Creemos honrar su memoria, al mostrar el camino a seguir a las masas laboriosas de Euskadi que habrán de pronunciarse dentro de quince días, enarbolando contra los modernos fariseos el mismo látigo con que su firme mano rasgó cuarenta años ha, el rostro de los Judas.

Sabido es que, en julio del 35, la minoría “nacionalista”, no pudiendo desentenderse ya de las innumerables protestas que del campo le venían, se decidió a interpelar al Gobierno por medio de IRAZUSTA, tras muchas cábalas con diputados de diversas minorías, entre otras de la CEDA. Nada se les prometió y tras de haber votado la Ley de Arrendamientos, retiraron su proposición de Ley, diciendo (véase “Euzkadi” de julio) que ningún peligro se corría ya. Efectivamente, hoy los lanzamientos se efectúan por docenas.

“Corrían noticias optimistas —dice Sabino— sobre la intransigencia de nuestros representantes”. . .  “pero ya que se han conducido indignamente y háse consumado la inicua obra, hablaremos claro, sin respeto de ningún género y obedeciendo únicamente a nuestra conciencia de bizkainos”.

“Anduvieron allá, de la ceca a la meca, postrándose cual viles siervos a los pies de los ministros. . . como infelices penados que van a pedir indulgencia, y dejándose tratar de potencia a potencia por los empleados de Hacienda. Y toda esta rastrera bajeza con pretensiones de diplomacia, ¿para qué?”

“Para ceder y retirarse cuando chocaron con alguna resistencia y confiar la solución del asunto a un senador, si tan falto como ellos de patriotismo más exento de vergüenza”. (“Bizaitarra”, 5.)

En nuestro caso, para confiar en las promesas de un ministro español que nada prometían, so pretexto de “no malograr otras gestiones (las que buscaban con la CEDA) que tenían entre manos”. (Véase “Euzkadi”, primera decena de julio, declaraciones de IRAZUSTA.)

“Tal es la sangrienta mofa —sigue Arana-Goiri— de que ha sido objeto Bizkaya por parte de sus representantes. Citaré sus nombres para que los vizcaínos los abominen y maldigan como a traidores.” (Los de ahora son: Aguirre, Irazusta, Horn, Irujo, Monzón, De la Torre, Picavea y el solidario Robles.)

Y como si ya Arana-Goiri —¡bien conocía la mentalidad de los traidores”— hubiera leído las balbuceantes disculpas de IRAZUSTA: “Nuestra oposición no hubiera evitado la aprobación de la Ley y hubiera malogrado otros “compromisos. (“Euzkadi”, primera decena de julio), añade:

“Y no vayan a disculparse con decir que no pudieron alcanzar lo que querían. Porque nadie les exigió consiguiesen lo imposible”. Y sostiene que si no podían lograr lo que Vizcaya les encomendó, su obligación era volverse y dimitir todo cargo así como el resto de los vascos. Más sencilla resulta la cosa para la minoría nacionalista que pudo significar la repugnancia de Euskadi a la ley de Arrendamientos votando en contra y preparando a la población laboriosa para oponerse a su aplicación.  Pero - . . había que salvar las gestiones que tenían entre manos —¡qué sabía Euskadi de ellas!— y los votos de los señores arriba citados apoyaron la ley, mostrando su conformidad con el imperialismo español y con esos lanzamientos frente a los cuales quieren hoy  aparecer.

“Pero lejos de hacer esto. . . han hecho humillar la cerviz de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, y se han rendido ¡mentecatos y cobardes! ante un enemigo tan postrado como está España. . .”

Más ver, obreros y baserritarras nacionalistas, cómo juzga Arana-Goiri a esta prensa que, como “Euzkadi” (primera decena de julio del 35), aplaude tales actitudes, tales defecciones:

“¿Y qué diremos de ese elemento vividor llamado Prensa que no sirve más que para descarriar el criterio del pueblo o para corroerle el corazón? ¿Qué diremos de esos periódicos que, como el “Cantabria”, han cometido la estupenda fatuidad de fiarlo todo al PATRIOTISMO Y AL ILUSTRE JUICIO DE NUESTROS DIPUTADOS (subrayado de Arana-Goiri) para luego tener que censurar su conducta aunque sólo sea en tonos débiles y suaves? ¿Qué no diremos de esos otros que como “El Nervión” y “El Noticiero Bilbaíno” no sólo no vituperan la infame obra, sino que tienen el inaudito atrevimiento, o por estupidez o por mala fe, de aprobarla y de proponer se le demuestre gratitud y reconocimiento a los comisionados?!

“¡Qué hemos de decir, sino que el pueblo vizcaíno debe estar ciego cuando no sólo les tolera en su patria, sino que se deleita en su lectura y los juzga como oráculos infalibles y se asimila su criterio! ¡Qué hemos de decir sino que ningún vizcaíno digno de este nombre podría ya vivir en su patria si no tuviese la esperanza de vengarla un día!”

“Y vosotros, los vizcaínos que habéis incurrido en el insigne yerro de contribuir con vuestro voto para que esos indignos vizcaínos rijan y representen a vuestra patria, decidme: ¿no abandonáis los partidos cuyos candidatos fueron? Pues Vizcaya os maldice como a ellos, y no os llaméis nunca fueristas, que este nombre no os pertenece. ¿No han correspondido aquellos representantes a vuestros deseos, sino que os han engañado vilmente? Pues hacérselo ver lo más pública y claramente posible y escarmentad.”

Y todo esto lo escribía Arana-Goiri, contra unos vizcaínos pertenecientes a distintos Partidos y por un aumento de setecientas mil pesetas en el tributo anual. ¡Qué no escribiría hoy contra esos vascos que, encaramados en las cumbres del Partido que él creó, han permitido y apoyado al descuartizamiento de nuestra economía y han abierto camino al imperialismo español en el caserío. ¡el caserío!, tan querido y respetado por él, como por todo vasco con conciencia de tal! ¡Qué diría de la cobardía y el arribismo de los que, diciéndose sus discípulos, se inclinan ante una España imperialista, mil veces más podrida y carcomida que la que él conoció, y buscan rastreándose como reptiles contactos, coincidencias y compromisos con unos  Gobiernos y unos políticos que se hunden en el cieno de sus latrocinios!

Estos sí que tienen “su frente sobre el polvo y sobre su nuca la plata del español” (“Bizkaitarra”, número 1).

Si Sabino de Arana-Goiri levantara hoy la cabeza, volvería a escribir: “TRAIDORES”. Y repetiría con más fuerza que hace cuarenta años:

ESTO NO DEBER ESCRIBIRSE CON TINTA Y PLUMA. ESTO DEBIÉRAMOS ESCRIBIR CON HIERRO Y SANGRE” (“Bizkaitarra, número 5).

 

 

 

euskadi roja

ORGANO en EUSKADI del PARTIDO COMUNISTA (S.E. de I.C.)   PORTAVOZ de los SINDICATOS REVOLUCIONARIOS

Año III, San Sebastián,1 febrero 1936  Segunda época nº10

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