Las mujeres proletarias tienen ya su símbolo señero, su heroína inmolada en holocausto de la emancipación de los explotados. . .

Durante los quince días que flameó victoriosa entre las ensangrentadas vertientes de los montes astures la roja bandera del poder de los obreros y campesinos, una muchachita de dieciséis años, una niña, agigantó su diminuta figura, su insignificancia física haciéndola adquirir proporciones casi legendarias, cantando, en ejemplo de inenarrable heroísmo, la grandeza épica de nuestra clase. ¿Quién no se imagina la figura pálida y desesperad de la camarada Aida de la Fuente, escupiendo digna y magnífica, su desprecio a las hordas salvajes de la reacción, desgarrándose el corpiño para morir, antes que entregarse, al pie de una ametralladora?

En medio de tanta vileza y cobardía, mientras los naturales de un país inculto y salvaje, en cuyos pechos alentó siempre el odio contra los cristianos invasores se entregaban a una orgía sangrienta y macabra dando satisfacción a sus instintos de odio y a sus apetitos de lujuria; mientras la soldadesca mercenaria se entregaba al robo, al saqueo, al asesinato, la violación y pillaje, mandada por aquellos “caballeros cristianos” herederos de los que arrojaron a los moros de España en los tiempos de la Reconquista; mientras el odio africano fomentado por los píos varones de la Iglesia católica encontraba plena expansión contra los honrados y bravos mineros asturianos, cuyos puños, orejas y miembros de la virilidad adornaban, cual horribles trofeos guerreros, los hombros y espaldas de los moros otra vez invasores. ¡cuán sublime el rasgo de la camarada Aida de la Fuente!

Hija de proletarios, educada en el espíritu leninista de nuestras heroicas Juventudes Comunistas, su puesto estuvo en las primeras filas durante los cambotes de Octubre. Primero socorriendo a los heridos; después, empuñando el fusil y la ametralladora.

A pesar de su juventud era miembro responsable de la organización de los pioneros, del Socorro Rojo Internacional y otras organizaciones de masas.

Su ejemplo, cuan Juana de Arco del glorioso movimiento de Octubre, ha de ser el orgullo de la mujer antifascista y militante. Ella se ha convertido en el símbolo que encarnaba el heroísmo de las mujeres proletarias en la lucha por la emancipación de nuestra clase.

¡En la próxima contienda electoral el día 16 de febrero, todas las mujeres trabajadoras honrarán su memoria expresando con su voto los mismos deseos y la misma voluntad que animó a la camarada Aida de la Fuente!

 

 

euskadi roja

ORGANO en EUSKADI del PARTIDO COMUNISTA (S.E. de I.C.)   PORTAVOZ de los SINDICATOS REVOLUCIONARIOS

Año III, San Sebastián,13 febrero 1936  Segunda época nº12

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