El partido Comunista siempre fue, y lo es, el mejor exponente de la unidad política y sindical del proletariado. Ayer como hoy nuestro Partido, de común acuerdo con las normas trazadas por la Internacional Comunista, aplicó y aplica una política encaminada hacia el frente único y por la creación del frente popular con todos los Partidos y fuerzas sindicales del país que coincidiendo en la lucha contra el fascismo están dispuestos a organizar la resistencia armada, yendo al ataque violento, contra el peor enemigo de la democracia, de las libertades de los pueblos oprimidos, del proletariado, de las masas populares.

En este sentido siempre hemos condenado la actitud de la C. N. T. al no comprender, incluso en las elecciones del 16 de febrero, el momento histórico que vivíamos y la necesidad de participar en aquel Frente Popular que dio el triunfo a la democracia de nuestro pueblo.

Hasta entonces la C. N. T., inspirada por las doctrinas de la F. A. I., se mantuvo en una actitud de apoliticismo que favorecía grandemente a los usurpadores del Poder y, por lo tanto, a los enemigos de los intereses de clase del proletariado. Y les favorecía esa actitud de la C. N. T. a esos enemigos de las libertades del pueblo, puesto que esa masas que no participaba en las contiendas electorales era, prácticamente, votos que se sumaban a su favor lo que hoy tenemos en frente en la guerra civil que vivimos en toda la península ibérica.

Pero a pesar de esa negativa de la C. N. T. a participar en la contienda electoral del 16 de febrero, siempre hemos mantenido el criterio de insistir acerca de esos camaradas para llegar a una inteligencia y organizar la lucha mancomunada en todo aquello en que pudiéramos coincidir. No es muna muralla de China lo que nos separa de los camaradas anarquistas. Es un a separación ideológica. Pero qué duda cabe que entre ellos y nosotros hay ciertas coincidencias. En la propia lucha contra el fascismo unos y otros aspiramos a su aniquilación total.

Pues bien, cuando la C. N. T. se lamenta de no haberla dado representación en el Gobierno provisional de Euskadi, debe constar que se la invitó a formar parte de dicho Gobierno a través de la F. A. I. Lo mismo que está representada la U. G. T. a través del Partido Socialista. Porque los dos organismos sindicales están inspirados por las doctrinas e identificadas  con la política de la F. A. I. y el P. S. respectivamente. En todo caso, se puede decir que la C. N. T. no aceptó el nombramiento se su representación por una cuestión de fórmula, pero nunca pueden decir que no se les invitó.

Mantenemos relaciones cordiales con los camaradas de la C. N. T. y queremos que estas mismas relaciones sean estimulantes para limar los pequeños roces que pudieran existir.

Pero conveniente es que los camaradas de la C. N. T. que saben bien de las gestiones que precedieron a la formación del Gobierno de Euskadi, a las que se invitó a la F. A. I. y de las que no estuvieron ausentes los confederados, no apelen a afirmaciones algo distintas de la realidad para arreglar las consecuencias de duda pretérita, máxima si el arreglo puede encontrarse dentro de la verdad.

Arsenio BUENO

 

 

euskadi roja

ORGANO en EUSKADI del PARTIDO COMUNISTA (S.E. de I.C.)   PORTAVOZ de los SINDICATOS REVOLUCIONARIOS

Año II, San Sebastián,14 Noviembre 1936  nº 57

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