Nació en Madrid en 1897. Escritor, ensayista, poeta y dramaturgo español.
Opuesto a la dictadura de Miguel Primo Rivera, participó en un mitin político en Salamanca junto a Unamuno en apoyo de los ideales republicanos. Ocupó además por breve tiempo el cargo de Director General de Seguros en el primer Ministerio de Trabajo republicano a las órdenes de Largo Caballero.
En 1933 fundó y dirigió la revista Cruz y Raya, una de las publicaciones más originales, abiertas e independientes de la época, donde participaron numerosos autores del 27.
Durante la guerra presidió la Alianza de Intelectuales Antifascistas y fue nombrado agregado cultural en la Embajada española en París, donde se ocupó en buscar apoyos morales y financieros para la República. Escribe en las revistas El mono azul, Hora de España y Cuadernos de Madrid.
Preside en 1937 en Valencia el segundo Congreso Internacional de Escritores en Defensa de la Cultura, que reunió a más de un centenar de intelectuales llegados de casi todas partes del mundo. Durante la República Bergamín alcanzó la cúspide de su prestigio intelectual, multiplicándose en todos los frentes literarios y periodísticos y consiguiendo que España fuese la sede del Congreso Internacional de Escritores en 1937, además de hacer a Pablo Picasso el encargo oficial del Guernica para la Exposición de ese mismo año.
Al triunfar Franco se fue al exilio llevándose un ejemplar que le había dado Federico García Lorca poco antes de morir de Poeta en Nueva York, que editará él mismo. Marchó primero a México y luego a Venezuela, Uruguay y finalmente Francia. En México fundó la revista España peregrina, que recogió las aspiraciones de los escritores exiliados, y la Editorial Séneca, donde aparecieron las primeras Obras completas de Antonio Machado y obras de Rafael Alberti, César Vallejo, Federico García Lorca y Luis Cernuda, entre otros. Miembro de Unión Nacional (NE). Volvió a España en 1958, pero fue arrestado como sospechoso por sus relaciones con la oposición al régimen y su apartamento fue quemado.
Tras la firma de un manifiesto con más de cien intelectuales dirigido a Manuel Fraga Iribarne en que se denunciaban torturas y represión contra los mineros asturianos, tuvo que exiliarse de nuevo en 1963 por orden expresa de Fraga. Volvió definitivamente en 1970.
Republicano en las primeras elecciones democráticas acabó sus días apoyando a los independentistas vascos con su trabajo en el diario Egin y en la revista Punto y Hora de Euskal Herria. Falleció en Fuenterrabía (Guipúzcoa) el 28 de agosto de 1982.