Antonio Ortega Gutiérrez (Alicante, 15 de julio de 1939 ¿?) fue un militar español que participó en la Guerra civil española. Durante una parte de la contienda estuvo al frente de la Dirección General de Seguridad (DGS) y ascendió al rango de Coronel, mandando varias unidades del Ejército Popular de la República.

En julio de 1936, cuando estalló la Guerra civil, Ortega era teniente de Carabineros destinado en Irún.

Una vez iniciada la contienda, el 6 de agosto de 1936 fue nombrado Gobernador civil de Guipúzcoa. Tomó el mando de las fuerzas republicanas en la Campaña de Guipúzcoa después de que el comandante Augusto Pérez Garmendia fuera hecho prisionero en Oyarzun. Entre agosto y septiembre participó en los combates alrededor de Irún y San Sebastián, y más adelante estuvo destacado en la Defensa de Madrid al mando de varias unidades, como la Columna «Ortega» y luego la 7.ª División.

En mayo de 1937 el nuevo gobierno republicano de Juan Negrín le nombró Director general de Seguridad y poco después de esto se unió al Partido Comunista (PCE). De acuerdo con el historiador Hugh Thomas, Ortega fue el responsable del arresto de Andrés Nin6 y otros líderes del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). La detención y posterior desaparición de Andrés Nin a manos de agentes soviéticos tuvo un gran impacto en la zona republicana. Después de producirse otro incidente, esta vez entre la policía y el juez que investigaba la desaparición de Nin, el gobierno decidió destituir a Ortega y lo envió a un puesto de mando en el frente de batalla. Pasó a mandar el VI Cuerpo de Ejército durante algún tiempo.

Hacia el final de la guerra, en marzo de 1939, se encontraba al frente del III Cuerpo de Ejército desplegado en el frente del Centro. Durante el Golpe de Casado apoyó a las unidades de los coroneles Luis Barceló y Emilio Bueno Núñez del Prado frente al Consejo Nacional de Defensa y las divisiones del coronel Casado. No obstante, cuando la situación se inclinó a favor de las unidades del Consejo de Defensa, Ortega se ofreció como mediador entre las fuerzas leales a Juan Negrín y los casadistas.

Al final de la guerra fue capturado por los franquistas y ejecutado.

Durante la contienda también figuró como presidente del Madrid Foot-Ball Club, nombre que recibió el "Real Madrid" en la época republicana.