ÍNDICE
Capítulo VIII. El enfoque sistémico y el método estructural en la ciencia contemporánea
1. Génesis de las ideas sistémicas
2. Las ideas sistémicas en la filosofía
3. El enfoque sistémico y el método estructural en las ciencias particulares
Las ideas sistémicas y el concepto de estructura en la matemática
Las ideas sistémicas en la biología
El enfoque sistémico y el método estructural en la lingüística
El enfoque sistémico y la antropología estructural 84
El enfoque sistemo-estructural y su aplicación al análisis del proceso histórico
4. Del enfoque sistémico a la teoría general de los sistemas
5. Los principios y los conceptos básicos de la teoría de los sistemas
6. La totalidad; el todo y la parte
7. Clasificación de los sistemas
Capítulo IX. El enfoque informativo en la investigación científica
1. Establecimiento y desarrollo del enfoque informativo
2. El enfoque informativo en la cibernética
3. La categoría de reflejo, fundamento metodológico del enfoque informativo
4. Información, reflejo, diversidad
Capítulo X. Los métodos cibernéticos en la ciencia
1. El enfoque funcional en el sistema del saber científico
El aspecto funcional de las investigaciones científicas
Carácter general de los ¡métodos cibernéticos
Peculiaridades del enfoque funcional
La cibernetización del saber y el enfoque funcional
2. Algoritmo y método de algoritmización
Los niveles del concepto "algoritmo”
Lenguajes algorítmicos
Los lenguajes de programación y los lenguajes naturales
La algoritmización y el factor humano
3. Los medios y la lógica de la toma de decisiones 295 Los medios para la toma de decisiones y la teoría de la actividad
Aspecto lógico de los métodos de toma de decisiones
4. Acerca de los métodos de la teoría del servicio masivo
Principales rasgos de la teoría
Flujo de entrada de las solicitudes
Sistemas con cola
Servicio con limitaciones
Sobre algunas tareas no resueltas de la TSM
5. Los métodos del reconocimiento automático de imágenes
El status científico general de los métodos de reconocimiento
Principales conceptos, tareas y métodos de la teoría del reconocimiento automático
Sobre las tendencias de desarrollo de los métodos de la teoría del reconocimiento automático
Capítulo XI. El método semiótico en la ciencia
1. El método de investigación semiótica
2. Problemas del análisis semiótico del lenguaje de la ciencia
3. Carácter científico general de los métodos de la semiótica
Capítulo XII. La interrelación entre los métodos y los enfoques científicos generales del conocimiento
443 Capítulo XIII. El método dialéctico-materialista y los métodos científicos generales
465 Bibliografía general
CAPÍTULO VIII
EL ENFOQUE SISTÉMICO Y EL MÉTODO ESTRUCTURAL EN LA CIENCIACONTEMPORÁNEA
1. GÉNESIS DE LAS IDEAS SISTÉMICAS
Uno de los rasgos más significativos que caracterizan el desarrollo del pensamiento teórico contemporáneo es, sin ningún género de dudas, el intento de aplicar en todo tipo de investigación "criterios sistémicos” y la utilización de un gran número de conceptos que pueden definirse genéricamente con el nombre de conceptos sistémicos. Estos conceptos que, en los primeros capítulos de este libro, han sido definidos como conceptos científicos generales, a pesar de su amplia utilización, no han llegado a constituir un sistema conceptual riguroso. La falta de precisión en las definiciones se complementa con su amplia utilización intuitiva en diversas ramas del saber y la acción práctica. Lamentablemente, la aplicación del enfoque sistémico y los métodos a nivel intuitivo se ha basado, por regla general, en la interpretación que dichos conceptos han recibido en el lenguaje común.
Esto explica el hecho, ya evidente, de la poca efectividad de dichos métodos, su escaso valor heurístico. Por ello, cuando hace algunos años se lanzaron al mercado de las ideas los conceptos de "sistema”, "estructura", "niveles estructurales", etcétera, y los autores de diccionarios y enciclopedias se apresuraron a buscar la forma de introducir el término "estructuralismo" y complementar la palabra "teoría" con el término "teoría general de los sistemas", sólo una minoría, de investigadores tenía conocimiento del verdadero alcance y contenido de dichos términos, de las dificultades que había que superar para lograr establecer su verdadero lugar en el sistema conceptual de la ciencia. Pero, para aquellos que se dejaron cautivar por las promesas de la moda, este nuevo "ismo" —aún no muy claro por su contenido— prometía mucho: mayor rigurosidad en las ciencias naturales y perspectivas inesperadas para las ciencias sociales; y lo que es más importante, permitiría superar en estas últimas el "dogmatismo" de los métodos historicistas y el "subjetivismo ideológico" del materialismo histórico, proclamado por los enemigos teóricos del marxismo, desde el idealismo teológico hasta el "materialismo" pseudomarxista del revisionismo contemporáneo. Por fin se habían logrado métodos y una teoría tales, que permitirían convertir a las ciencias sociales en "verdaderas ciencias", las que resolverían sus problemas con métodos tan exactos y precisos como los empleados en las ciencias naturales.[1]
Si tales métodos podían ofrecer un carácter verdaderamente universal, era perfectamente lícito creer que su generalización teórica se convirtiera, en un momento determinado, en una nueva teoría científica o en una doctrina filosófica, o sea, que originase una filosofía estructuralista. Como sabemos, el surgimiento de esta filosofía fue anunciado a los cuatro vientos, dando origen a la moda que durante cierto tiempo alimentó las esperanzas de la ideología burguesa, en el sentido de que se había logrado una doctrina filosófica o encontrado nuevos métodos capaces de contrarrestar el impacto que, en el desarrollo de las ciencias, había logrado el materialismo dialéctico.
La primera "víctima" de estas falsas ilusiones fue el propio método estructural, ya que cuando un elemento del desarrollo científico es. extraído del sistema que lo engendra y en el cual cumple una función definida, simultáneamente suelen ocurrir cosas, a primera vista inexplicables, pero, en esencia, muy simples y comprensibles, debido a la insistencia con que en la historia de la ciencia se repiten los mismos estereotipos: la contraposición de lo particular a lo general, de la parte al todo; la absolutización y la creación de nuevos métodos generales basados en esa absolutización; la avalancha de interpretaciones incorrectas de esos nuevos elementos del desarrollo de la ciencia que pretenden, en la esfera de la teoría pura, mejorar, superar y corregir el pensamiento de los autores de determinadas teorías o métodos científicos particulares, atribuyéndoles conclusiones e ideas que no se derivan de tales teorías; y, por último, la transposición acrítica de estas ideas y métodos a otras ramas del saber.
Cuando decimos que el método estructural fue la primera "víctima" de la filosofía estructuralista, tenemos también que tener presente el hecho innegable de que, en determinado momento, los críticos del estructuralismo, y entre ellos no pocos marxistas, identificaron dicho método con esta "filosofía", con ciertas consecuencias negativas conocidas de todos, pero que, en el momento actual, ya están casi superadas, por lo menos en la filosofía marxista.
Otro factor más que contribuyó a que las teorías científicas basadas en el método estructural se convirtiesen en el manjar preferido de la "moda", fue la desvinculación de la categoría de "estructura" —concepto básico que define a este método—, de otros métodos y categorías con los cuales se encuentra estrechamente vinculada y que, además, sin los cuales es difícil comprender el significado y el funcionamiento del método estructural dentro de las direcciones fundamentales por las que en la actualidad se desarrolla el conocimiento científico. Nos referimos, en primer término, al método dialéctico materialista y, en segundo, al enfoque sistémico.
Esta importancia no se debe, naturalmente, ni al capricho de la moda ni a los esfuerzos de los "estructuralistas”, sino a profundas causas arraigadas en el propio proceso objetivo del desarrollo de la ciencia y la técnica, a la etapa actual del desarrollo y transformación revolucionarios de la sociedad.
Los procesos de integración que hoy abarcan no sólo la esfera del saber científico, sino la propia dialéctica del desarrollo social, desde su aspecto socioeconómico hasta el ecológico, son los que determinan el marcado interés por el enfoque sistémico y los métodos que de una u otra forma se vinculan a las ideas sistémicas.
Estos métodos, que registran un rápido desarrollo desde fines del siglo pasado, de manera independiente en diferentes ramas del conocimiento científico, tuvieron desde sus inicios una base común, o mejor dicho, un interés común: superar la crisis que se había .originado en la metodología de la investigación científica ante la imposibilidad del aparato conceptual de la ciencia clásica —y también en sus métodos— de reflejar, describir o interpretar adecuadamente los nuevos resultados obtenidos por la investigación científica en las diferentes ramas de las ciencias naturales y sociales.
El surgimiento de estos nuevos principios y métodos del conocimiento ha estado, por tanto, vinculado a la crítica de las deficiencias de los métodos vigentes y a la necesidad de elaborar principios de construcción lógica de las teorías científicas.
En lo que a métodos se refiere, el elementalista y el mecanicista fueron los de mayor arraigo en las ciencias del siglo pasado y comienzos del presente, predominando un “estilo de pensamiento" basado en el criterio de que toda teoría científica debía caracterizarse por un sistema de leyes de “rígida determinación", y que el método analítico permitiría descubrir los "elementos" que llevarían a un conocimiento verdadero del todo.
El análisis de algunas de las características fundamentales de esos métodos y ese estilo de pensamiento, que representan una etapa histórica del desarrollo científico al cumplir una función cognoscitiva determinada, nos permitirá comprender mucho mejor las causas que motivaron el surgimiento del enfoque sistémico, tal como nos proponemos analizarlo en el presente trabajo.
El método elementalista cuenta con una larga y fecunda historia. Su surgimiento se produce en las etapas iniciales del desarrollo de la ciencia, y en él queda plasmada la convicción de que el conocimiento de cualquier fenómeno implica la búsqueda y el establecimiento de los elementos primarios, de los datos básicos que constituyen y determinan dicho fenómeno, pues sólo en el análisis de éstos se pueden encontrar las características fundamentales del objeto en su totalidad.
Para este método, el problema de la integridad de lo complejo se resuelve con la reducción de lo complejo a lo simple, del todo a la parte; de aquí que este método haya recibido la denominación de "método reduccionista". Las dificultades derivadas del hecho de que no siempre fuese posible establecer estos "ladrillos" iniciales de los diferentes fenómenos, era interpretada como el resultado de las debilidades propias del conocimiento humano, o bien como deficiencias provenientes de los métodos empleados para esa búsqueda.
La realidad ontológica de estos "elementos" no se ponía en duda; y esta convicción, a la par que estimuló una profunda investigación de la composición "elemental" o “elementalística" de los fenómenos, creó una visión unilateral de éstos y, en general, del universo, proyectando el potencial de investigación de la ciencia por canales muy estrechos. Esto tuvo lugar en la física, en la biología, en la psicología, etcétera, ciencias en las que la búsqueda de ese elemento básico fue durante mucho tiempo una de la3 tareas centrales de los investigadores.
Es necesario, no obstante, hacer justicia al citado método, no sólo reconociendo que gran parte de los descubrimientos de la ciencia se han llevado a cabo con su concurso, sino comprendiendo también las causas objetivas que lo determinaron, entre las que se pueden destacar las siguientes:
1. El hecho evidente de que la forma más asequible de abordar el estudio de un objeto complejo consiste, precisamente, en la descomposición de sus partes integrantes, en el estudio por separado de estas partes, con el fin de emprender luego su síntesis y descubrir las leyes que vinculan estas partes de un todo.
2- La descomposición de todos los objetos sometidos al estudio de la ciencia permite —o al menos crea la ilusión— que en un determinado momento se pueden encontrar los elementos comunes a fenómenos diferentes, no sólo en los marcos de una misma ciencia, sino en objetos de diferentes ciencias. Por ejemplo, el descubrimiento de las leyes dinámicas en la mecánica clásica y su manifestación en diferentes esferas de la realidad, llevó a la elaboración de un modelo de ley científica que se consideró vigente o lícito para toda la esfera del mundo objetivo y que, en su aplicación inicial, dio sin duda un impulso positivo a numerosas ciencias. (El reduccionismo en la esfera de las leyes.)
3-El hecho, también real, de que en cierta medida y a pesar de los cambios ocurridos en la ciencia, este método no ha agotado aún sus posibilidades y sigue cumpliendo una determinada función cognoscitiva, en cooperación con los nuevos métodos.
Un ejemplo muy significativo de esto ha sido el surgimiento de la cibernética, determinado en parte por una ampliación del aparato conceptual del elementalismo clásico» el descubrimiento de que la "información" era un elemento común a todos los fenómenos de rango similar a los conceptos de "sustancia" y "energía", antes fundamentales para la. "ciencia clásica".
El método mecanicista se identifica en muchos aspectos con el anterior, y en esencia está basado en un mismo estilo de pensamiento científico, pero centra su atención en la búsqueda de un principio único de vinculación de los elementos y reconoce sólo un tipo de relaciones de causa y efecto: aquellas que se caracterizan por la univalencia de los vínculos y la equivalencia de los parámetros.
En el siglo pasado, el método mecanicista adquirió gran influencia al vincularse estrechamente con las ciencias fisicomatemáticas. Como sabemos, fue precisamente la mecánica clásica la primera teoría científico-natural que pudo formular sus leyes fundamentales en el lenguaje riguroso de las matemáticas; y la que, durante cierto período, se consideró como el modelo de ciencia por la precisión de sus conclusiones teóricas, de las que, de hecho, quedaron eliminados todos aquellos tipos de vínculos que no respondían a los criterios de rigurosidad.[2]
Naturalmente, estos dos métodos no fueron los únicos; todos conocemos la constante polémica y, a veces, la enconada lucha que tuvo lugar en la ciencia entre estos dos métodos y la concepción integralista, que negaba la posibilidad del reduccionismo, e indicaba, no sin razón, que el "todo” posee cualidades que no se presentan en ninguna de sus partes. Este método desempeñó un papel positivo en la historia de la ciencia, pero lamentablemente ha estado vinculado con mucha frecuencia a concepciones filosóficas de signo idealista, que lo han orientado hacia la búsqueda de las particularidades específicas del todo en la esfera de lo irracional y sobrenatural. Nos referimos, en primer término, al organicismo de fines del siglo pasado.
Una de las causas que determinaron la búsqueda, o la elaboración de nuevos métodos, fue el casi agotamiento de las posibilidades heurísticas de aquellos métodos y, por otra parte, las exigencias de la ciencia y de la técnica que, a cada paso práctico, se encontraban con fenómenos y objetos cuya característica fundamental era su carácter sistémico.
Es necesario tener presente que la búsqueda de nuevos métodos de investigación científica y el surgimiento de los nuevos métodos científicos generales están condicionados por dos factores de singular importancia, que guardan entre sí una profunda interrelación:
a) El surgimiento y desarrollo del método dialéctico materialista y la elaboración por Marx de los marcos de este método, de los principios básicos del enfoque sistémico —al analizar la estructura económica de la sociedad capitalista y la sociedad humana como un sistema complejo de relaciones—, y el desarrollo posterior, gracias al marxismo, de los principios gnoseológicos y metodológicos de análisis de estos sistemas.
b) El cambio de estilo del pensamiento científico, que se caracteriza por la sustitución de los esquemas de determinación rígida por ideas y métodos basados en criterios dialéctico-materialistas de causación, lo cual ha permitido incluir la casualidad en la estructura de los sistemas teóricos. En las ciencias naturales el nuevo estilo de pensamiento se basa en la interpretación dialéctica de la teoría de la probabilidad y en la utilización de los métodos estadísticos.[3]
Es bien conocido el papel que desempeña el materialismo dialéctico en la historia de la ciencia, y la función metodológica que cumple en la actualidad. Las múltiples investigaciones realizadas en esta materia muestran convincentemente que el hecho de que la dialéctica materialista sea el fundamento metodológico de la ciencia contemporánea, no significa que ésta sustituya a los métodos particulares o científicos generales, haciendo innecesaria la búsqueda de nuevos métodos y procedimientos de investigación científica. La existencia de esos métodos es un hecho y una necesidad que enriquece las posibilidades de la dialéctica, pero no se pueden contraponer a ésta debido a que la metodología filosófica y los métodos científicos, tanto generales como particulares, se refieren a niveles diferentes de la realidad.
El surgimiento del marxismo y la génesis del método dialéctico no fue un fenómeno realizado en la esfera del "pensamiento puro”, sino que correspondió plenamente a exigencias prácticas, y a la necesidad de generalizar una etapa del desarrollo de la ciencia y elaborar una teoría científica de la .......................................................