UN PASO ADELANTE, DOS PASOS ATRÁS.

 

(Una crisis en nuestro partido)[1]

Prologo

 

En toda lucha larga, tenaz y apasionada

comienzan a perfilarse por lo general, al cabo de cierto tiempo, los problemas en litigio centrales, básicos, de cuya solución depende el desenlace definitivo de la campaña y respecto a los cuales se relegan a segundo plano cada día más todos los episodios de poca monta y pequeñeces de toda índole de la lucha.

Esto es lo que sucede también con la lucha empeñada en el seno de nuestro partido, de la que están pendientes hace ya seis meses todos sus militantes. Y precisamente porque en el esbozo de toda la lucha que ofrezco al lector he tenido que referirme a muchas pequeñeces* de insignificante interés y a muchas intrigas*, en el fondo, de ningún interés, precisamente por ello quisiera, desde el comienzo mismo, atraer la atención del lector a dos puntos verdaderamente centrales y básicos que ofrecen inmenso interés, revisten indudable valor histórico y constituyen las cuestiones políticas más urgentes que nuestro partido tiene planteadas hoy.

* Omitidas en la presente edición. (N. de la Edit.)

La primera de ellas es la relativa a la trascendencia política de la división de nuestro partido en "mayoría" y "minoría", división que ha tomado forma en su II Congreso[2] y que ha dejado muy atrás todas las divisiones anteriores de los socialdemócratas rusos.

La segunda concierne al valor de principio de la posición de la nueva Iskra[3] en los problemas de organización, ya que esta posición es efectivamente de principios.

La primera cuestión es la del punto de arranque de nuestra lucha en el partido, la del origen, las causas y el carácter político fundamental de esta lucha. La segunda cuestión es la de los resultados definitivos de la misma, la de su meta, la del balance que, en el terreno de los principios, resulta si se suma todo lo que se refiere a la esfera de los principios y se resta todo lo que se refiere a la esfera de las intrigas mezquinas. La primera cuestión se despeja analizando la lucha desplegada en el congreso del partido; la segunda, analizando el nuevo contenido de principio de la nueva Iskra. Uno y otro análisis, que constituyen el contenido de las nueve décimas partes de mi folleto, llevan a la conclusión de que la "mayoría" es el ala revolucionaria de nuestro partido, y la "minoría" es su ala oportunista. Las discrepancias que separan un ala de la otra en el presente se reducen, principalmente, no al programa ni a la táctica, sino sólo a problemas de organización; el nuevo sistema de concepciones, que se vislumbra en la nueva Iskra con tanta mayor claridad cuanto más procura ahondar su posición y cuanto más depurada va quedando ésta de intrigas por la cooptación, es el oportunismo en los problemas de organización.

El principal defecto de lo que se ha escrito hasta ahora sobre la crisis de nuestro partido, en el terreno del estudio y explicación de los hechos, es la falta casi total de un análisis de las actas del congreso del partido y, en el terreno del esclarecimiento de los principios fundamentales del problema de organización, la falta de un análisis del nexo que indudablemente existe entre el error cardinal cometido por los camaradas Mártov y Axelrod al formular el artículo primero de los estatutos y al defender esta fórmula, por una parte, y todo el "sistema" (si es que puede hablarse en este caso de sistema) de concepciones de principio que ahora tiene Iskra sobre el problema de organización. La actual redacción de Iskra ni siquiera advierte, por lo visto, este nexo, aun cuando en las publicaciones de la "mayoría" se haya señalado ya muchísimas veces la importancia de las discusiones en torno al artículo primero. En el fondo, el camarada Axelrod y el camarada Mártov no hacen ahora sino ahondar, acrecentar y ensanchar su error inicial respecto al artículo primero. En realidad, la posición de los oportunistas en el problema de organización, consistente en que abogan por una organización amorfa y sin fuerte cohesión; en que rechazan la idea (la idea "burocrática") de estructurar el partido de arriba abajo conforme al congreso del mismo y a los organismos elegidos por él; en su tendencia a ir de abajo arriba, permitiendo que se tenga por miembro del partido cualquier profesor, cualquier estudiante de bachillerato, "todo huelguista"; en su hostilidad al "formalismo" que exige de los militantes la pertenencia a una de las organizaciones reconocidas por el partido; en su propensión a la psicología del intelectual burgués, dispuesto tan sólo a "reconocer platónicamente las relaciones de organización"; en la facilidad con que se entregan a las lucubraciones oportunistas y a las frases anárquicas; en su tendencia al autonomismo en contra del centralismo; resumiendo, en todo lo que hoy florece con exuberancia en la nueva Iskra, contribuyendo cada día más al esclarecimiento palmario y completo del error inicial, despuntó ya en las discusiones entabladas en torno al artículo primero.

Por lo que se refiere a las actas del congreso del partido, la falta de atención, verdaderamente inmerecida, de que son objeto puede explicarse sólo por las intrigas que encizañan nuestras discusiones y, además, tal vez por la abundancia de verdades demasiado amargas contenidas en esas actas que brindan un cuadro único en su género —insustituible por lo exacto, lo completo, lo polifacético, lo rico y lo auténtico— de la verdadera situación creada en nuestro partido; un cuadro de los puntos de vista, de los estados de ánimo y de los planes pintado por los mismos hombres que participan en el movimiento; un cuadro de los matices políticos existentes en nuestro partido que permite ver su fuerza relativa, sus relaciones mutuas y su lucha. Precisamente las actas del congreso del partido, y sólo ellas, son las que nos permiten ver hasta qué punto hemos conseguido barrer de verdad los restos de las viejas relaciones, puras relaciones de círculo, y sustituidas con una grande y única conexión del partido. Todo militante que quiera participar conscientemente en los asuntos de su partido está obligado a estudiar con detenimiento nuestro congreso; y repito que a estudiar, porque la mera lectura del montón de escritos desordenados, como son las actas, no basta para dar un cuadro del congreso. Sólo mediante un estudio minucioso e individual puede conseguirse (y debe conseguirse) que los breves resúmenes de los discursos, los sucintos extractos de las discusiones y las pequeñas escaramuzas por pequeñas (pequeñas al parecer) cuestiones converjan en un todo para que los miembros del partido vean alzarse viva la figura de cada orador destacado y quede clara toda la fisonomía política de cada grupo de delegados al congreso. El que escribe estas líneas dará por bien empleado su trabajo si consigue al menos impulsar el estudio amplio e individual de las actas del congreso del partido.

Unas palabras más sobre los adversarios de la socialdemocracia. Se refocilan con malicia de nuestras discusiones, haciendo muecas de alegría; procurarán, claro es, entresacar para sus fines algunos pasajes sueltos de mi folleto, consagrado a los defectos y deficiencias de nuestro partido. Los socialdemócratas rusos están ya lo bastante fogueados en la brega para no dejarse cohibir por semejantes alfilerazos y para continuar, pese a ellos, su labor de autocrítica, poniendo al descubierto sin piedad sus propias deficiencias, que a la fuerza serán inexorablemente allanadas por el desarrollo del movimiento obrero. ¡Y que prueben los señores adversarios a describirnos un cuadro de la situación efectiva de sus "partidos" que tenga aunque sólo sea un lejano parecido con el que ofrecen las actas de nuestro II Congreso!

Mayo de 1904.

Lenin

 

a) Preparación del congreso

 

En el anuncio de 1900 que precedió a la inauguración de Iskra, este periódico declaró que, antes de unificarnos, hacía falta deslindar nuestros campos. Iskra procuró convertir la Conferencia de 1902[4] en una reunión privada y no en un congreso del partido*. Iskra procedió con extraordinario cuidado en el verano y el otoño de 1902 al renovar el Comité de Organización elegido por aquella conferencia. Por último, la labor de deslindamiento acabó tal y como todos nosotros reconocimos. El Comité de Organización se constituyó en las postrimerías de 1902, Iskra celebró su afianzamiento y declaró —en el artículo de fondo del núm. 32— que la convocatoria de un congreso del partido era una necesidad de lo más imperiosa y urgente. De modo que lo que menos se nos puede reprochar es precipitación en la convocatoria del II Congreso. Nos atuvimos estrictamente a la regla: en cosa alguna, pensar mucho y hacer una.

* Véanse las actas del II Congreso, pág. 20.

 

b) Importancia de los agrupamientos en el congreso

 

¿Cuál era, pues, la tarea principal del congreso? Crear un partido verdadero basado en las normas de principio y organización propuestas y elaboradas por Iskra. Los tres años de actividad de Iskra y su reconocimiento por la mayoría de los comités habían decidido de antemano que ésa debía ser precisamente la dirección en que habría de trabajar el congreso. El programa y la orientación de Iskra debían convertirse en el programa y la orientación del partido; los planes de organización de Iskra debían quedar consolidados en los estatutos orgánicos del partido. Pero se comprende de por sí que semejante resultado no podía conseguirse sin lucha: la plenitud de representación en el congreso aseguraba también la asistencia de organizaciones que sostenían contra Iskra una lucha denodada (Bund y Rabócheie Dielo)[5] y de otras que, reconociendo de palabra a Iskra como órgano directivo, perseguían en la práctica planes peculiares suyos y se distinguían por su falta de firmeza en el terreno de los principios (el grupo Yuzhni Rabochi[6] y los delegados de algunos comités adheridos a él). En tales condiciones, el congreso no podía menos de convertirse en campo de batalla por la victoria de la orientación iskrista. Todo el que lea con alguna atención las actas del congreso verá en seguida que éste fue en realidad dicho campo de batalla. Nuestra misión ahora consiste en estudiar detenidamente los agrupamientos principales que, con motivo de diversas cuestiones, se han manifestado en el congreso y reconstruir, con los datos exactos de las actas, la fisonomía política de cada uno de los grupos fundamentales del mismo. ¿Qué eran en verdad los grupos, tendencias y matices que debían unirse en el congreso, bajo la dirección de Iskra, en un partido único? Esto es lo que hemos de mostrar, analizando los debates y las votaciones. La aclaración de este punto es también de cardinal importancia para estudiar quiénes son en realidad nuestros socialdemócratas y para comprender las causas de la discrepancia.

 

c) Comienza el congreso. Incidente con el Comité de organización

 

Como mejor se hará el análisis de los debates y votaciones del congreso será siguiendo el orden de las sesiones del mismo, a fin de ir señalando consecutivamente los matices políticos que en él iban resaltando cada vez más. Sólo cuando sea absolutamente necesario dejaremos de atenernos al orden cronológico para examinar de paso problemas que guarden estrecha relación entre sí o agrupamientos homogéneos. En aras de la imparcialidad, trataremos de señalar todas las votaciones principales, dejando a un lado, naturalmente, numerosos casos en que se votaron menudencias que nos quitaron en el congreso inmensidad de tiempo (en parte, por nuestra inexperiencia y porque no supimos distribuir los problemas entre las reuniones de comisiones y las sesiones plenarias, y, en parte, por dilaciones rayanas en la obstrucción).

El primer problema promotor de los debates en que empezaron a manifestarse los diferentes matices fue el de la prelación (en el "orden del día" del congreso) del punto siguiente: "Situación del Bund en el partido (págs. 29-33 de las actas). Según el criterio iskrista, que defendíamos Plejánov, Mártov, Trotski y yo, no podía haber ningún género de dudas a este respecto. La salida del Bund del seno del partido demostró de manera fehaciente la justedad de nuestras consideraciones: si el Bund no quería ir con nosotros ni reconocer los principios de organización que con Iskracompartía la mayoría del partido, era inútil y absurdo "aparentar" que íbamos juntos y únicamente alargar el congreso (como lo alargaban los bundistas). El problema estaba ya claro por completo en las publicaciones; y para todo militante que reflexionara algo era evidente que sólo cabía plantear de plano la cuestión y elegir expresa y honestamente entre autonomía (vamos juntos) y federación (nos separamos).

Con toda su política de evasivas, también aquí quisieron los bundistas eludir el problema, aplazándolo. Se les unió el camarada Akímov, quien planteó en el acto, por lo visto en nombre de todos los partidarios de Rabócheie Dielo, las discrepancias con Iskra en materia de organización (pág. 31 de las actas). Al lado del Bund y de Rabócheie Dielo se coloca el camarada Májov (¡dos votos del comité de Nikoláiev, que hacía poco había expresado su solidaridad con Iskra!). El camarada Májov tiene una verdadera confusión en este problema y cree también un "problema peliagudo" el del "régimen democrático o, por el contrario (¡fíjense en esto!), del centralismo".

De manera que contra los iskristas están: el Bund, Rabócheie Dielo y el camarada Májov, que reúnen precisamente los diez votos opuestos a nosotros (pág. 33). El número de votos a nuestro favor fue de treinta, en torno del cual oscilan con frecuencia, como veremos más adelante, los votos de los iskristas. Hubo once abstenciones de los que, por lo visto, no se inclinaban por ninguno de los dos "partidos" en pugna. Es interesante observar que, cuando votamos el artículo 2 de los estatutos del Bund (artículo que, al ser rechazado, provocó la salida del Bund del seno del partido), los votos a favor del artículo 2 y las abstenciones sumaron también diez (pág. 289 de las actas), absteniéndose precisamente los tres representantes de Rabócheie Dielo (Brúker, Martínov y Akímov) y el camarada Májov. Es evidente que la votación sobre el lugar que correspondía al problema del Bund tuvo por resultado un agrupamiento nada casual. Es evidente que todos estos camaradas disentían de Iskra no sólo en la cuestión técnica del orden de examen de los problemas, sino también en el fondo.........................................

 

 

 

 

[1] Lenin empleó varios meses en prepararse para escribir el libro Un paso adelante, dos pasos atrás (Una crisis en nuestro partido), estudiando detenidamente las actas de las sesiones y las resoluciones del II Congreso del POSDR editadas en enero de 1904, los discursos de cada delegado, los agrupamientos políticos que se habían formado en el congreso y los documentos del Comité Central y del Consejo del partido. El libro vio la luz en mayo de 1904.

En la presente edición, esta obra se publica según la recopilación En doce años, aparecida en 1907 (en la portada figura el año 1908). Lenin excluyó de esta edición los puntos j, k, l, ll, n, ñ, hizo algunas abreviaciones en otros e introdujo varias notas complementarias.

[2] El II Congreso del POSDR se celebró del 17 (30) de julio al 10 (23) de agosto de 1903. Las trece sesiones primeras se celebraron en Bruselas. Luego, debido a las persecuciones de la policía, las sesiones de éste pasaron a Londres. Los problemas de más importancia del congreso fueron la aprobación del programa y de los estatutos del partido y las elecciones de los organismos dirigentes del mismo. Lenin y sus partidarios desplegaron en el congreso una lucha enérgica contra los oportunistas. El congreso aprobó por unanimidad (con una sola abstención) el programa del partido, en el que se formulaban tanto las tareas inmediatas del proletariado en la revolución democrático-burguesa que se avecinaba (programa mínimo) como otras tareas calculadas para la victoria de la revolución socialista y el establecimiento de la dictadura del proletariado (programa máximo). Al discutirse los estatutos del partido, se desplegó una lucha tenaz en torno a los principios de organización del partido. Lenin y sus adeptos luchaban por crear un partido revolucionario combativo de la clase obrera y creían necesario adoptar unos estatutos que fuesen una traba para el ingreso de elementos inseguros y vacilantes en sus filas. Por eso en la fórmula del primer artículo de los estatutos, propuesta por Lenin, la admisión se hacía depender no sólo de que se reconociera el programa y se prestara ayuda material al partido, sino también de la participación personal en una de sus organizaciones. Mártov sometió al examen del congreso su fórmula del primer artículo que hacía depender la admisión en el partido, además de reconocer su programa y pagar cuotas, prestar colaboración personal y regular en él bajo la dirección de una de sus organizaciones. La fórmula de Mártov, que facilitaba el ingreso en las filas del partido a los elementos inseguros, fue apoyada en el congreso no sólo por los antiiskristas y la "charca" ("centro"), sino también por los iskristas "blandengues" (inseguros) y aprobada por una minoría insignificante de votos en el congreso. El congreso aprobó los estatutos redactados por Lenin. Aprobó también varias resoluciones sobre cuestiones de táctica.

En el congreso se produjo una escisión entre los partidarios consecuentes de la tendencia iskrista, leninistas, y los partidarios de Martov, iskristas blandengues. Los adictos de la orientación leninista obtuvieron la mayoría (bolshinstvó) de votos en las elecciones a los organismos centrales del partido y empezaron a denominarse bolcheviques; y los oportunistas, que quedaron en minoría (menshinstvó), mencheviques. El congreso tuvo inmensa importancia en el desarrollo del movimiento obrero de Rusia. Puso fin al primitivismo en el trabajo y a la dispersión del movimiento socialdemócrata en círculos, dando comienzo al partido marxista revolucionario en Rusia, al partido de los bolcheviques. Lenin escribió: "El bolchevismo existe como corriente del pensamiento político y como partido político desde 1903" (Obras Completas, 5a ed. en ruso, t. 41, pág. 6).

[3]Véase la nota 1.

[4] La Conferencia de 1902 de representantes de los comités y organizaciones del POSDR se celebró del 21 al 28 de marzo (del 5 al 10 de abril) de 1902 en Bielostok. Los "economistas" y los del Bund, que apoyaban a los primeros, tenían el propósito de hacer de la conferencia el II Congreso del partido, tratando con ello de fortalecer sus posiciones en la socialdemocracia rusa y paralizar la creciente influencia de Iskra. Sin embargo, estas tentativas no tuvieron éxito debido a que en la conferencia participó un reducido número de representantes de los comités y organizaciones del partido (estuvieron representadas sólo cuatro de las organizaciones del POSDR que actuaban en Rusia) y a las grandes discrepancias de principio que se revelaron en aquélla; objetó rudamente contra la transformación de la conferencia en un congreso del partido el delegado de Iskra, quien procuró demostrar que un congreso como éste era incompetente y no estaba preparado.

La conferencia eligió un Comité de Organización para preparar el II Congreso del partido. Poco después de celebrarse ésta, la mayoría de sus delegados, incluidos dos miembros del Comité de Organización, fueron detenidos por la policía. El nuevo Comité de Organización para preparar el II Congreso del POSDR se formó en noviembre de 1902 en Pskov en una conferencia de representantes del Comité de Petersburgo del POSDR, de la organización de Iskra en Rusia y del grupo Yuzhni Rabochi.

[5] Bund, véase la nota 66. Rabócheie Dielo, véase la nota 3.

[6] 145 Grupo Yuzhni Rabochi: grupo socialdemócrata formado en el otoño de 1900 en el sur de Rusia en torno al periódico clandestino del mismo nombre. En oposición a los "economistas", el grupo Yuzhni Rabochi estimaba una tarea importantísima la lucha política del proletariado y el derrocamiento de la autocracia, se pronunciaba contra el terrorismo, abogaba por la necesidad de desplegar el movimiento revolucionario de masas y llevó a cabo una gran labor revolucionaria en el sur de Rusia. Al mismo tiempo, el grupo sobrestimó el papel de la burguesía liberal y no concedía importancia al movimiento campesino. En contra del plan iskrista de crear un partido marxista centralizado mediante la agrupación de los socialdemócratas revolucionarios en torno a Iskra el grupo Yuzhni Rabochi propuso un plan de restablecimiento del POSDR mediante la creación de agrupaciones socialdemócratas regionales. En noviembre de 1902, el grupo Yuzhni Rabochi participó en la creación del Comité de Organización para convocar el II Congreso del partido y, luego, participó en sus labores. Pero tampoco en este período la posición de los miembros del grupo Yuzhni Rabochi fue revolucionaria consecuente. En el II Congreso del POSDR los delegados del grupo Yuzhni Rabochi ocuparon una posición "centrista". Este congreso acordó disolver el grupo Yuzhni Rabochi, lo mismo que los otros grupos y organizaciones socialdemócratas que llevaban una existencia independiente.

 

 

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