REVISIÓN DEL PROGRAMA AGRARIO DEL PARTIDO OBRERO [1]
Todos admiten hoy que es necesario revisar el programa agrario del partido obrero. La última conferencia de la "mayoría" (diciembre de 1905) planteó formalmente este candente problema, que figura ya en la orden del día del Congreso de Unificación.
Nos proponemos comenzar por una breve exposición del planteamiento del problema agrario en la historia de la socialdemocracia rusa, pasar revista después a los diversos proyectos de programa propuestos hoy por los socialdemócratas y, por fin, esbozar el proyecto que defendemos nosotros.
I. BREVE EXPOSICIÓN HISTÓRICA DE LA EVOLUCIÓN DE LOS CONCEPTOS DE LA SOCIALDEMOCRACIA RUSA SOBRE EL PROBLEMA AGRARIO
Desde su surgimiento, la socialdemocracia rusa reconoció la enorme importancia del problema agrario y de la cuestión específica campesina en Rusia e incluyó un análisis especial de este problema en todas sus manifestaciones programáticas.
La opinión opuesta, difundida con frecuencia por los populistas y los socialistas-revolucionarios, se basa en una lamentable ignorancia o en la tergiversación premeditada de los hechos. En el primer proyecto de programa de los socialdemócratas rusos, publicado por el grupo "Emancipación del Trabajo" en 1884, figuraba ya la reivindicación de "revisión radical de las relaciones agrarias" y la liquidación de todas las relaciones feudales en el campo (por no tener a mano la vieja literatura socialdemócrata publicada en el extranjero, nos vemos obligados a citar de memoria; estamos seguros de que las citas son fieles al contenido, pero quizá no al texto).
Más tarde, en la revista Solsial-Demokrat [2] (fines de la década del 80) y en los folletos La ruina nacional en Rusia y Las tareas de los socialistas en la lucha contra el hambre en Rusia (1891-1892), Plejánov destacó repetidas veces y con las frases más enérgicas la enorme importancia de la cuestión campesina en Rusia y aun señaló que era posible también la "redistribución general de la tierra" durante la revolución democrática, y que la socialdemocracia no temía ni ignoraba esas perspectivas. A pesar de no ser en modo alguno una medida socialista, la "redistribución general de la tierra" daría un enorme impulso al desarrollo del capitalismo, al crecimiento del mercado interior, a la elevación del nivel de vida del campesinado, a la disgregación de la comunidad rural, al desarrollo de las contradicciones de clase en el campo y a la liquidación de todos los vestigios del sojuzgamiento característico del viejo régimen de servidumbre en Rusia.
Esta indicación de Plejánov sobre la "redistribución general de la tierra" tiene para nosotros una importancia histórica singular. Demuestra que, desde el primer momento, los socialdemócratas adoptaron la formulación teórica del problema agrario en Rusia, que mantienen hasta hoy de modo invariable.
Los socialdemócratas rusos han defendido siempre, desde el surgimiento del partido hasta nuestros días, las tres tesis siguientes: Primera: La revolución agraria será inevitablemente una parte de la revolución democrática en Rusia. El contenido de esta revolución será liberar al campo de las relaciones de servidumbre semifeudal. Segunda: La futura revolución agraria será, por su significación social y económica, una revolución democrático-burguesa; no debilitará, sino que intensificará el desarrollo del capitalismo y de las contradicciones de clase capitalistas. Tercera: La socialdemocracia tiene fundamentos valederos para apoyar decididamente esa revolución, fijándose tareas inmediatas, pero sin atarse las manos ni renunciar en lo más mínimo a respaldar hasta la "redistribución general de la tierra".
Quien ignora estas tres tesis, quien no las ha leído en toda la literatura socialdemócrata sobre el problema agrario en Rusia, desconoce el tema o deja a un lado su esencia (como hacen siempre los socialistas revolucionarios).
Volviendo a la historia de la evolución de los conceptos de la socialdemocracia en la cuestión campesina, cabe señalar en la literatura de fines de la década del 90 Tareas de los socialdemócratas rusos (1897)[3], donde se refuta enérgicamente la opinión de que los socialdemócratas adoptan una actitud de "indiferencia' hacia el campesinado y se reiteran las opiniones generales de la socialdemocracia, también el periódico Iskra, en cuyo núm. 3, de la primavera (marzo y abril) de 1901, es decir, un año antes del primer gran levantamiento campesino en Rusia, se publicó un editorial titulado El partido obrero y el campesinado[4], que subrayaba una vez más la importancia de la cuestión campesina y planteaba, entre otras reivindicaciones, la devolución de los recortes[5].
Este artículo puede ser considerado como el primer esbozo del programa agrario del POSDR, publicado en el verano de 1902 en nombre de la Redacción de Iskra y de Zariá[6], y que se convirtió en programa oficial de nuestro partido en su II Congreso (agosto de 1903).
En ese programa se considera toda la lucha contra la autocracia como una lucha del sistema burgués contra el feudal; los principios del marxismo aparecen con absoluta claridad en la tesis fundamental de su parte agraria: "Con el fin de acabar con los vestigios del régimen de servidumbre, que agobian como un pesado yugo a los campesinos, y en interés del libre desarrollo de la lucha de clases en el campo, el partido exige". . .
Casi todos los críticos del programa socialdemócrata pasan por alto esta tesis fundamental: no ven el elefante.
Además de las reivindicaciones indiscutibles (anulación de los tributos estamentales, rebaja de los arrendamientos, libertad de los campesinos para disponer de sus tierras), algunos puntos del programa agrario aprobado en el II Congreso contenían también la existencia de restituir los rescates y formar comités de campesinos para restituir los rescates [7] y eliminar los restos del régimen de servidumbre.
El último punto, el de los recortes, es el que suscitó más criticas en las filas socialdemócratas. Este punto fue criticado también por el grupo socialdemócrata "Borbá" [8], que proponía (sí la memoria no me es infiel) la expropiación de toda la tierra de los terratenientes, y por el camarada X [9] (su crítica y mi respuesta [10] fueron publicados como folleto en Ginebra, en el verano de 1903, en vísperas del II Congreso, y ese folleto fue entregado a los delegados). En lugar de los recortes y de la devolución de los rescates, el camarada X proponía: 1) confiscación de las tierras de la Iglesia, de los monasterios y de la Corona, y su "entrega al Estado democrático"; 2) "implantación de un impuesto progresivo sobre la renta del suelo a los grandes propietarios agrícolas, a fin de que esta forma de ingresos pase a manos del Estado democrático para atender las necesidades del pueblo"; y 3) "entrega de una parte de las tierras de propiedad privada (de los grandes propietarios) y, en lo posible de todas las tierras, a grandes organizaciones sociales autónomas (zemstvos)".
Yo critiqué ese programa, al que califiqué de "formulación empeorada y contradictoria de la reivindicación de nacionalización de la tierra" y destaqué que los comités de campesinos tienen importancia como consigna ele lucha que pone en pie a un estamento oprimido; que la socialdemocracia no debe atarse las manos ni siquiera oponiéndose a la "venta" de las tierras confiscadas; que la devolución de los recortes no satisface en modo alguno las aspiraciones de la socialdemocracia, por el contrario, es un obstáculo para que el proletariado rural y la burguesía agraria puedan plantear objetivos comunes. Subrayé que "si por la reclamación de toda la tierra se entiende el postulado de su nacionalización o su trasferencia a los campesinos que actualmente la trabajan, analizaremos esta reivindicación desde el punto de vista de los intereses del proletariado, tomaremos en consideración todos los factores: [la cursiva es nuestra]: no podríamos decir de antemano, por ejemplo, si cuando la revolución los despierte a la vida política, nuestros campesinos que trabajan sus tierras actuarán como un partido revolucionario democrático o como un partido del orden" (págs. 35 y 36 del folleto citado)[11].
Esa misma idea de que los recortes no restringen la amplitud del movimiento campesino ni nuestro apoyo a ese movimiento, si va más lejos, fue desarrollada por mí también en el folleto A los pobres del campo (publicado en 1903, antes del II Congreso), donde a los "recortes" no se los llama "obstáculo", sino "puerta" [12], y no se rechaza, ni mucho menos, la idea del paso de toda la tierra al campesinado sino que hasta se la elogia en determinadas condiciones políticas.
En cuanto a la redistribución general de la tierra, en agosto de 1902 (Zariá, núm. 4, pág. 176), al defender el proyecto de programa agrario, escribí:
"La reivindicación de la redistribución general de la tierra encierra la utopía reaccionaria de generalizar y eternizar la pequeña producción campesina, pero también contiene (además de la utopía de que "el campesinado" puede ser el vehículo de la revolución socialista) un aspecto revolucionario, a saber: el deseo de barrer, por medio de una insurrección campesina, todos los restos del régimen de servidumbre." [13]
Por lo tanto, los datos de las publicaciones de 1902 y 1903 demuestran irrefutablemente que los autores de la reivindicación de los recortes, jamás consideraron que restringió ni la amplitud del movimiento campesino ni nuestro apoyo al mismo. No obstante, el curso de los acontecimientos demostró que este punto del programa era insatisfactorio, pues el movimiento campesino estaba aumentando con enorme rapidez en amplitud y profundidad, y nuestro programa estaba suscitando perplejidad entre las glandes masas. El partido de la- clase obrera debe tener en cuenta a las grandes masas y no puede continuar aludiendo sólo a comentarios que explican un programa obligatorio para todos con argumentos no obligatorios para el partido.
Había llegado el memento de revisar el programa agrario. A comienzos de 1905, en un número del periódico socialdemócrata "bolchevique" Vperiod[14] (que se publicó semanalmente en Ginebra de enero a mayo de 1905), se expuso un proyecto de modificaciones del programa agrario, según el cual se eliminaba el punto referente a los recortes y se lo sustituía por "el apoyo a las reivindicaciones campesinas, incluida la expropiación de todas las tierras de los terratenientes" [15]. Pero en el JII Congreso del POSDR (mayo de 1905) y en la "conferencia" simultánea de la "minoría" no se planteó la cuestión de revisar el programa como tal. 7bdo se limitó a elaborar una resolución táctica. Ambos sectores del partido coincidieron en el apoyo al movimiento campesino, incluida la confiscación de todas las tierras de los terratenientes. En realidad, esas resoluciones presuponían la revisión del programa agrario del POSDR. En la última conferencia de la "mayoría" (diciembre de 1905) se aceptó mi proposición de sugerir que se eliminaran los puntos referentes a los recortes y a la devolución de los rescates, y se los sustituyera por una formulación sobre el apoyo al movimiento campesino, incluida la confiscación de todas las tierras de los terratenientes [16]
II. CUATRO CORRIENTES ENTRE LOS SOCIALDEMÓCRATAS SOBRE LA CUESTIÓN DEL PROGRAMA AGRARIO
Sobre esta cuestión tenemos en la actualidad, además de la mencionada resolución de la conferencia "bolchevique", dos proyectos terminados de programa agrario —los de los camaradas Máslov y Rozhkov— y las observaciones y consideraciones incompletas, es decir, que aún no constituyen un proyecto acabado de programa, de los camaradas Finn, Plejánov y Kautsky.
Expongamos brevemente sus opiniones.
El camarada Máslov propone, con algunas modificaciones, lo mismo que el camarada X. Específicamente, suprime la implantación del impuesto progresivo a la renta del suelo y modifica la reivindicación de trasferencia de las tierras de propiedad privada a los zemstvos. La enmienda de Máslov consiste, en primer lugar, en que suprime las palabras de X "y, en lo posible, de todas las tierras" (es decir, que todas las tierras pasarán a manos de los zemstvos); en segundo lugar, Máslov suprime totalmente la mención de los "zemstvos' que figura en el texto de X y dice "grandes organizaciones regionales" en vez de "grandes organizaciones sociales autónomas: los zemstvos". El punto correspondiente redactado por Máslov dice así:
"Entrega de las tierras de propiedad privada (gran propiedad agraria) a grandes organizaciones regionales autónomas. Las dimensiones mínimas de las parcelas que deben ser enajenadas serán determinadas por una representación popular regional."
Por consiguiente, Máslov renuncia definitivamente a la nacionalización completa, que X admitía en forma condicional, y exige la "municipalización" o, más exactamente, la "provincialización". Contra la nacionalización, Máslov esgrime tres argumentos: 1) la nacionalización constituiría un atentado a la autodeterminación de las nacionalidades; 2) los campesinos, sobre todo los campesinos con hacienda, no aceptarán la nacionalización de sus tierras; 3) la nacionalización aumentará la burocracia. inevitable en un Estado de clase, democrático-burgués.
Máslov critica el reparto ("división") de las tierras de los terratenientes sólo como una utopía seudosocialista de los socialistas-revolucionarios, sin juzgar esta medida en comparación con la "nacionalización".
Por lo que se refiere a Rozhkov, no acepta ni el reparto ni la nacionalización y sólo exige que se sustituya el punto referente a los recortes por otro que diga más o menos así:
"Entrega sin rescate a los campesinos de todas las tierras que sirven de instrumento para su esclavización económica". (Véase la recopilación ...................
[1] Lenin escribió este folleto en la segunda quincena de marzo de 1906 con el objeto de fundamentar el proyecto bolchevique de programa agrario, presentado en el IV Congreso (de unificación). Se publicó en Petersburgo en abril de ese año; en setiembre fue prohibido por el gobierno zarista. (Ed.)
[2] Revista literaria y política del grupo "Emancipación del Trabajo". Apareció un solo número, en 1888, en Ginebra. (Ed.)
[3] Véase V. I. Lenin, oh. cit., t. II. (Ed.)
[4] Id. ibid., t. IV. (Ed.)
[5] Recortes: tierra de las parcelas de los campesinos entregada a los terratenientes, en virtud de la Reforma campesina efectuada por el gobierno zarista en 1861. (Ed.)
[6] id. ibid., t. IV, nota 43. (Ed.)
[7] Rescate: según el "Reglamento del 19 de febrero" de 1861 que abolió el régimen de servidumbre en Rusia, los campesinos debían pagar a los terratenientes por los lotes de tierra que recibían. Los pagos en concepto de rescate superaban en mucho el valor real de los lotes, de manera que los campesinos pagaban, no sólo la tierra que venían usufructuando desde tiempo inmemorial, sino también su propia emancipación. (Ed.)
[8] Véase V. I. Lenin, ob. cit., t. V, nota 36. (Ed.)
[9] Seudónimo del menchevique P. Máslov. (Ed.)
[10] Id. ibíd., t. VI, "Respuesta a una critica a nuestro proyecto de programa". (Ed.)
[11] Véase V. I. Lenin, ob. cit., t. VI, "Respuesta a una critica a nuestro proyecto de programa." (Ed.)
[12] Id. ibíd. "A los pobres del campo". (Ed.)
[13] Véase V. I. Lenin, ob. cit., t.VI, "El programa agrario de la socialdemocracia rusa", § VII. (Ed.)
[14] Véase V. I. Lenin, ob. cit., t. VIl, nota 61. (Ed.)
[15] Véase V, I. Lenin, ob. cit,, t. VIII, "El proletariado y el campesinado". (Ed.)
[16] La resolución fue publicada en Rus. Násha Zhizn y Pravda 27bis- (Véase el presente lomo, pág. 82. Ed.)