INDICE
VII PREFACIO.
1905
1-4 LA HUELGA POLÍTICA DE TODA RUSIA
7-15 EQUILIBRIO DE FUERZAS EL PRIMER BALANCE DEL AGRUPAMIENTO POLÍTICO
6-18 EL HISTERISMO DE LOS DERROTADOS
19-20 ULTIMÁTUM DE LA RIGA REVOLUCIONARIA .
21-22 LOS PLANES DEL MINISTRO PAYASO
23-25 SE AGUDIZA LA SITUACIÓN EN RUSIA
26 * NOTAS PARA EL ARTICULO "EL MOVIMIENTO OBRERO BRITÁNICO Y EL CONGRESO DE LAS TRADEUNIONES"
27-35 LA PRIMERA VICTORIA DE LA REVOLUCIÓN .
36-37 NIKOLAI ERNESTOVICH BAUMAN.....
38 ULTIMAS NOTICIAS.
39-48 SOCIALISMO PEQUEÑOBURGUES Y SOCIALISMO PROLETARIO
49-58 ENTRE DOS COMBATES
* Con asterisco se señalan los títulos dados por el Instituto de Marxismo-Leninismo adjunto al CC del PCUS.
59-72 NUESTRAS TAREAS Y EL SOVIET DE DIPUTADOS OBREROS (Carta a la Redacción)
81-82 * ADICIONES AL ARTICULO DE V. KALININ "EL CONGRESO CAMPESINO"
83-94 SOBRE LA REORGANIZACIÓN DEL PARTIDO
95-99 EL PROLETARIADO Y EL CAMPESINADO
100-106 LA ORGANIZACIÓN DEL PARTIDO Y LA LITERATURA DEL PARTIDO.
107-108 * RESOLUCIÓN DEL COMITÉ EJECUTIVO DEL SOVIET DE DIPUTADOS OBREROS DE PETERSBURGO DEL 14 (27) DE NOVIEMBRE DE 1905 SOBRE LA LUCHA CONTRA EL LOCKOUT
109-111 UNA PROVOCACIÓN FRACASADA
112-115 EL EJERCITO Y LA REVOLUCIÓN
116-117 EL FIEL DE LA BALANZA OSCILA
118-119 APRENDED DEL ENEMIGO
120-124 PAPELEO REVOLUCIONARIO Y ACCIÓN REVOLUCIONARIA
125-230 LA AUTOCRACIA AGONIZANTE Y LOS NUEVOS ÓRGANOS DEL PODER POPULAR
131-134 SOCIALISMO Y ANARQUISMO
135-143 EL PARTIDO SOCIALISTA Y EL REVOLUCIONARISMO SIN PARTIDO
144-149 EL SOCIALISMO Y LA RELIGIÓN
150-151 * RESOLUCIÓN SOBRE EL PROBLEMA AGRARIO APROBADA POR LA CONFERENCIA DE LA "MAYORÍA" EN TAMMERFORS
152-155 EL PARTIDO OBRERO Y SUS TAREAS EN LA SITUACIÓN ACTUAL
156-159 * LAS ETAPAS, EL CURSO Y LAS PERSPECTIVAS DE LA REVOLUCION
1906
160-164 ¿DEBEMOS BOICOTEAR LA DUMA DE ESTADO?
165-176 LA DUMA DE ESTADO Y LA TÁCTICA SOCIAL- DEMOCRATA
177-184 LA SITUACIÓN ACTUAL DE RUSIA Y LA TÁCTICA DEL PARTIDO OBRERO
185-192 * CONFERENCIA URBANA DE PETERSBURGO DEL POSDR. 11 (24) de febrero de 1906
202-205 A TODOS LOS OBREROS Y OBRERAS DE PETERSBURGO Y SUS SUBURBIOS
206-210 RESOLUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN DE PETERSBURGO DEL POSDR SOBRE LA TÁCTICA DE BOICOT
211-222 LA REVOLUCIÓN RUSA Y LAS TAREAS DEL PROLETARIADO
223-240 PLATAFORMA TÁCTICA PARA EL CONGRESO DE UNIFICACIÓN DEL POSDR. Proyectos de resoluciones para el Congreso de Unificación del POSDR.
241-272 REVISIÓN DEL PROGRAMA AGRARIO DEL PARTIDO OBRERO
273-358 LA VICTORIA DE LOS DEMÓCRATAS CONSTITUCIONALISTAS Y LAS TAREAS DEL PARTIDO OBRERO
359-360 * PROLOGO A LA EDICIÓN RUSA DEL FOLLETO DE K. KAUTSKY "¡YA NO EXISTE LA SOCIALDEMOCRACIA!"
361-400 * CONGRESO DE UNIFICACIÓN DEL POSDR. 10-25 de abril (23 de abril-8 de mayo) de 1906.......
401-406 LLAMAMIENTO DIRIGIDO AL PARTIDO POR LOS DELEGADOS AL CONGRESO DE UNIFICACIÓN PERTENECIENTES AL EX GRUPO "BOLCHEVIQUE" . ..
MATERIALES PREPARATORIOS
409-411 * APUNTES PARA EL ARTICULO "LA HUELGA POLÍTICA DE TODA RUSIA"
412-414 * APUNTES PARA EL ARTICULO "LA PRIMERA VICTORIA DE LA REVOLUCIÓN"
415-416 * PLAN DEL ARTICULO "EL SOCIALISMO PEQUE- ÑOBURGUES Y EL SOCIALISMO PROLETARIAO"
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419-422 Relación de obras de Lenin no halladas hasta el presente (Octubre de 1905-abril de 1906)
423-424 Relación de publicaciones y documentos en cuya redacción participó Lenin
425 Relación de obras traducidas por Lenin....
471-498 Índice de obras y fuentes literarias citadas y mencionadas por Lenin
499-519 Índice onomástico
520-532 Cronología de la vida y actividad de Lenin
523 Índice
PREFACIO
Integran el duodécimo tomo de las Obras Completas de V. I. Lenin textos que cubren el arco de octubre de 1905 a abril de 1906, el período del mayor auge de la primera revolución democrática burguesa de Rusia.
El curso de la revolución de 1905 venía a confirmar la exactitud y vitalidad de la estrategia y táctica bolcheviques, elaboradas por Lenin y aprobadas por el III Congreso del Partido.
En el otoño de 1905 se asistió en las ciudades a un potente despliegue del movimiento huelguístico y a la transformación de las huelgas económicas en huelgas políticas, con manifestaciones y enfrentamientos armados cada vez más frecuentes de las masas revolucionarias con las fuerzas policíacas. Los levantamientos campesinos se suceden en caudalosa oleada. El movimiento campesino adquiere singular amplitud en la cuenca del Volga, en muchas zonas de Ucrania, en las regiones del Báltico y en Georgia.
Los embates de las luchas obreras y campesinas mancomunadas hacían tambalearse al ejército y la marina zaristas. El otoño de 4905 se produjeron convulsiones revolucionarias de soldados en Jarkov, Kíev, Minsk, Tashkent, Vorónezh, Pskov y otras ciudades y se propagaron también a unidades militares del Extremo Oriente; en Kronstadt y Sebastopol se registraron revueltas armadas de marinos y soldados.
En septiembre de 1905 comenzó en Moscú una huelga política que contó con el apoyo de los obreros de Petersburgo y otros centros industriales de Rusia. Lenin diría de los sucesos revolucionarios de Moscú que eran el primer relámpago de una tormenta que iluminaba un nuevo campo de batalla. Eran el prólogo de la huelga política de octubre en toda Rusia. Esta trayectoria ascendente de la revolución rusa a partir del 9 de enero de 1905 es sintetizada en la caracterización leniniana:
"El movimiento comenzó en Petersburgo, se extendió por la periferia de toda Rusia, movilizó Riga, Polonia, Odesa, el Cáucaso y, ahora, el incendio se ha propagado al 'corazón' mismo de Rusia" (V. I. Lenin Obras Completas, tomo 11, pág. 367). A tono con las indicaciones del Comité de Moscú del Partido, el 6 (19) de octubre una reunión de representantes de las organizaciones bolcheviques de los ferrocarriles de Kazán, Yaroslavl y Kursk acuerda declarar para el 7 (20) de octubre la huelga de ferroviarios. El 10 (23) de octubre, una conferencia urbana de Moscú del POSDR llama a los obreros a la huelga general y a la insurrección armada. El paro se propaga rápidamente a todos los centros industriales y se convierte en huelga de toda Rusia. Desemboca en una formidable acción política del proletariado bajo las consignas de: "¡Abajo la autocracia! ¡Viva la república democrática!" El número de huelguistas pasa de dos millones, cerca de un millón de ellos son obreros industriales.
La huelga política general, que muestra la fuerza del proletariado como combatiente de vanguardia y organizador de la lucha de todo el pueblo contra el zarismo, paraliza al Gobierno y le obliga a otorgar apresuradas concesiones y promulgar, el 17 (30) de octubre de 1905, un manifiesto en el que promete a la población las libertades civiles y la convocatoria de una Duma legislativa. Es ésta la primera victoria de la revolución rusa, mediante la cual el proletariado conquista para él y para todo el pueblo, si bien la conquista se mantendrá escaso tiempo, las libertades de palabra, de prensa, de asociación, de sindicatos y de otras organizaciones de la clase obrera, libertades que antes eran desconocidas en Rusia.
La huelga general de octubre de 1905 había de conducir a la clase obrera de Rusia a la forma superior de la lucha de clases: la insurrección armada.
Lenin recibió en Ginebra, donde vivía desde abril de 1903, resguardado de la persecución del Gobierno zarista, la noticia de la huelga política general declarada en Rusia.
En el artículo La huelga política de toda Rusia valoró altamente la actuación revolucionaria del proletariado en las jornadas de octubre de 1905, conceptuándolas como "una de las más grandes guerras civiles, de las guerras por la libertad, que jamás haya visto el género humano" (véase el presente volumen, pág. 1), y extrajo la importante deducción de que la huelga política de toda Rusia confirmaba de modo rotundo la táctica del Partido y mostraba el alcance de la huelga política de masas a la hora de la preparación y del paso a la insurrección armada. Lenin exhorta al proletariado a librar nuevos combates, más amplios y tenaces aún, para evitar que el enemigo se reponga.
La huelga política de toda Rusia aproximó el triunfo de la revolución, "obligando al— enemigo a debatirse en el espanto de la agonía" (pág. 4). Pero la revolución, escribía Lenin, no tiene todavía fuerza para asestar el golpe decisivo a la autocracia, mientras la autocracia no tiene ya fuerza para proceder abiertamente contra la revolución. En los artículos de este período, Lenin analiza un cierto equilibrio de fuerzas de clase que se había instaurado en el país, equilibrio que irremediablemente sembraba el desconcierto en el poder, y llama a los obreros y campesinos de Rusia a no prestar crédito a la "Constitución", al trozo de papel que era el manifiesto del zar, y a proseguir los combates hasta el derrocamiento del zarismo.
En un juicio de valor sobre la situación del país emanada de la huelga política de toda Rusia, Lenin escribe: "El país permanecía en suspenso ante la tempestad" (pág. 28). El proletariado encaraba la tarea de ampliar y profundizar la base de la revolución, de propagarla al campo y conseguir el paso completo de las tropas al lado del pueblo. Sin una estrecha alianza entre el proletariado y los campesinos, sin la aproximación para el combate de todos los demócratas revolucionarios es imposible el éxito completo de la revolución rusa, subrayaba Lenin. En esta visión se manifestó el acto del estratega político que demostraba la necesidad de unir a las heterogéneas fuerzas sociales del país en un campamento único de lucha contra el enemigo común.
Ya antes de comenzar la revolución de 1905, Lenin explicaba a las masas que la única manera de derrocar al zarismo era recurriendo a la insurrección armada, cuya preparación destacó como tarea concreta práctica a raíz del 9 de enero de 1905. El III Congreso del Partido tomó como guía para la acción estas indicaciones de Lenin y, en sus acuerdos sobre la insurrección armada, hizo saber a todas las organizaciones del Partido que debían explicar al proletariado no sólo el significado político, sino también el aspecto organizativo práctico de la insurrección que se avecinaba, el papel de las huelgas políticas de masas, que podían tener gran importancia al principio y en el curso de la insurrección.
Lenin regresó a Petersburgo en noviembre de 1905 y participó personalmente en la revolución, orientando la labor del Partido Bolchevique en la dirección de las masas y la preparación de la insurrección armada. Encabezaba el trabajo del Comité Central y de la Redacción del diario bolchevique legal Nóvaya Zhizn, participaba en las reuniones del Comité de Petersburgo del Partido, hacía uso de la palabra en asambleas y conferencias del POSDR en Petersburgo y Moscú, se entrevistaba con responsables de diversas actividades del Partido. Bajo la dirección de Lenin, los bolcheviques preparaban tenaz y sistemáticamente la insurrección armada. Lenin planteó al Partido la tarea de formar organizaciones de combate y el ejército revolucionario.
Haciéndose eco de la voluntad de los obreros, la conferencia de los bolcheviques de Moscú, reunida el 5 (18) de diciembre de 1905, acordó declarar la huelga y comenzar la lucha armada. Tras el llamamiento del Soviet de Moscú, el 7 (20) de diciembre empezó la huelga general que habría de convertirse en insurrección armada. Ya en los dos primeros días, en Moscú se registraron más de ciento cincuenta mil huelguistas. En los distritos de Presnia, Zamoskvorechie y del ferrocarril de Kazán, entre otros, se entablaron encarnizados combates. Nueve días se prolongó la abnegada lucha de los obreros. Los defensores de Presnia sostuvieron combates particularmente tenaces.
La insurrección armada de diciembre en Moscú tuvo una repercusión solidaria en muchas ciudades del país y su notable influencia dio lugar al crecimiento de la conciencia revolucionaria del proletariado y de todo el pueblo de Rusia. En diciembre de 1905 y enero de 1906 estallaron insurrecciones en Ucrania, los Urales y Siberia. La lucha armada cobró enorme amplitud en Polonia, las regiones del Báltico, Transcaucasia y Finlandia. Pero el heroísmo y la porfiada resistencia de los obreros no pudieron impedir que el Gobierno zarista sofocara con mano de hierro estas insurrecciones.
Para Lenin, los acontecimientos de diciembre habían sido el punto superior del desarrollo de la revolución, el movimiento proletario de mayor relieve después de la Comuna de París de 1871, con un inmenso alcance histórico e internacional. Más de una vez retornó al estudio de su experiencia para hacerla patrimonio de las masas. En 1906 escribió el artículo Las enseñanzas de la insurrección de Moscú, en el cual analizó detalladamente las causas de la derrota sufrida por la insurrección y fundamentó la táctica de la ofensiva. Contra el enjuiciamiento capitulador y medroso de los mencheviques, quienes por boca de Plejánov decían que "no había que haber tomado las armas", Lenin subrayaba que, para lograr la victoria, se hubiera debido tomar las armas con ánimo más decidido. En dicho artículo desarrolla Lenin la doctrina marxista de la insurrección y extrae deducciones de suma importancia, que serían para los bolcheviques el hilo conductor en las luchas posteriores por el triunfo de la revolución. Definiendo el significado de la insurrección de diciembre escribiría en 1920: "Después de diciembre fue ya otro pueblo. Un pueblo regenerado, que había recibido el bautismo de fuego y el temple de la insurrección. Un pueblo que preparó las filas de los combatientes que vencerían en 1917" (V. I. Lenin, Obras Completas, tomo 42). La clase obrera había sufrido una derrota en la lucha contra el zarismo, pero no se dio por vencida. Consiguió unir en el combate a todas las fuerzas revolucionarias del pueblo y no dejó que por efecto del repliegue le ganara la desmoralización. Por primera vez —en la historia de Rusia, el proletariado demostró a las masas la posibilidad y la necesidad de combatir hasta el fin.
En las jornadas de la huelga política de toda Rusia y XII de la insurrección armada de diciembre de 1905 se evidenciaron con nitidez y precisión dos líneas: la línea revolucionaria marxista del proletariado dirigido por los bolcheviques y la línea de la burguesía liberal, que en rigor contaba con el apoyo de los mencheviques.
Lenin tenía profunda confianza en que el proletariado disponía de fuerzas inagotables y era capaz de conducir la revolución democrática burguesa de Rusia hasta el fin victorioso, de agrupar a su alrededor a las ingentes masas campesinas. En los artículos El primer balance del agrupamiento político, La primera victoria de la revolución, Entre dos combates, La situación actual de Rusia y la táctica del partido obrero, La revolución rusa y las tareas del proletariado, en el folleto La victoria de los demócratas constitucionalistas y las tareas del partido obrero y en otros escritos analiza en profundidad el curso de la revolución rusa en las jornadas de la huelga general y de la insurrección armada, hace ver cuál era la correlación de las fuerzas de clase en el país y muestra el alcance histórico de los combates librados por el proletariado de Rusia en los meses de octubre y diciembre.
En comparación con las revoluciones burguesas de los siglos XVIII y XIX en los países de Europa Occidental, la primera revolución rusa, según muestra Lenin, se distinguió por una gran diversidad de formas y medios de lucha practicados por los obreros y campesinos. En el período de arrollador ascenso del movimiento revolucionario, la clase obrera de Rusia promovió nuevas formas de lucha, que cristalizaron en la conjugación de la huelga política de masas con la insurrección. Por primera vez en la historia, señaló Lenin, la huelga política de masas había sido el principal medio de lucha del proletariado, circunstancia ésta que imprimió gran ímpetu y peculiaridad a la revolución en Rusia.
La revolución rusa de 1905 había sido proletaria no sólo en el sentido de que el proletariado constituyó en ella la fuerza dirigente, la vanguardia del movimiento, "sino también en el sentido —escribió Lenin— que un procedimiento de lucha específicamente proletario, la huelga, por decirlo de modo concreto, constituyó el procedimiento principal para avivar a las masas y el fenómeno más característico en las sucesivas oleadas que marcaban el crecimiento de los acontecimientos decisivos" (V. I. Lenin. Obras Completas, tomo 30).
La primera revolución rusa dio principio a una nueva fase del movimiento obrero internacional y ejerció una influencia inmensa sobre el desarrollo de las luchas de liberación nacional en los países coloniales y dependientes. La acción heroica de los obreros y campesinos de Rusia fue acogida con cálida simpatía y apoyo por el proletariado de Europa y América. Tras la revolución rusa se produjeron revoluciones en países de Asia. Comenzó una época de profundísimas conmociones políticas y batallas revolucionarias. La revolución de 1905 mostró que el centro del movimiento revolucionario mundial habíase trasladado a Rusia y que el heroico proletariado de este país era desde ese momento la vanguardia del proletariado revolucionario del mundo entero. La experiencia de la primera revolución rusa vino a confirmar la muy importante tesis del marxismo-leninismo acerca de que el proletariado es el combatiente más avanzado y consecuente por la democracia y el socialismo.
Durante el agitado período del movimiento revolucionario en que la revolución rusa avanzaba con celeridad asombrosa, en los grandes centros industriales (Moscú, Petersburgo, Ivánovo-Voznesensk, Tver, Kostromá, Lugansk, Ekaterinoslav, Sarátov, Rostov del Don, Kíev, Odesa, Bakú, Krasnoyarsk y otras ciudades y poblaciones obreras) surgieron por iniciativa de las masas populares los Soviets de diputados obreros, que desde el comienzo mismo de sus actividades gozaron de gran ascendiente entre las masas. Al propio tiempo surgieron los Soviets de diputados de los soldados, de los ferroviarios, de los campesinos. El pueblo revolucionario creaba los Soviets y éstos actuaban como poder, ocupaban las imprentas, detenían a los policías que pretendían impedir que el pueblo ejerciera sus derechos, confiscaban los fondos públicos y los destinaban a cubrir sus propios gastos. Los Soviets impartían sus propias resoluciones, disposiciones y órdenes e implantaron de forma expeditiva la jornada de trabajo de ocho horas, las libertades democráticas. La aparición de los Soviets tuvo por origen las necesidades de la lucha revolucionaria de la clase obrera; las huelgas de masas y las insurrecciones armadas planteaban de modo perentorio el tema del poder revolucionario.
"Los Soviets de diputados obreros —escribió Lenin— son órganos de la lucha directa de las masas. Aparecieron como órganos de la lucha huelguística. Apremiados por la necesidad se convirtieron con gran rapidez en órganos de la lucha revolucionaria general contra el Gobierno. En virtud del desarrollo de los acontecimientos y del paso de la huelga a la insurrección se convirtieron inconteniblemente en órganos de la insurrección" (V. I. Lenin. Obras Completas, tomo 13).
Partiendo de la experiencia de los primeros Soviets de diputados obreros, Lenin puso al descubierto el gran porvenir que les aguardaba en la historia, vio perspicazmente en ellos los órganos capaces de dirigir las luchas revolucionarias del proletariado y todos los trabajadores agrupados alrededor de éste para combatir juntos por la victoria de la revolución.
En el presente tomo figuran los artículos Nuestras tareas y el Soviet de diputados obreros, La autocracia agonizante y los nuevos órganos del poder popular, el folleto La victoria de los demócratas constitucionalistas y las tareas del partido obrero y otros escritos en los que Lenin elabora la teoría de los Soviets como órganos del poder popular y pone de manifiesto la naturaleza y las tareas de los mismos. En la definición del papel de los Soviets en aquella hora en que surgían se reveló con singular vigor el genio de Lenin, corifeo de la ciencia, que enriqueció la idea marxista de la dictadura del proletariado con la experiencia de la primera revolución rusa.
El problema del significado y el papel de los Soviets ......... [........]