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PREFACIO.

  

El décimo tomo de las Obras de J. V. Stalin comprende los trabajos escritos de agosto a diciembre de 1927.

A fines de 1927 se habían alcanzado éxitos decisivos en la política de industrialización socialista del país. Ante el Partido Bolchevique y el pueblo soviético se planteó con carácter urgente la tarea de pasar a la colectivización de la agricultura.

En el informe político del Comité Central al XV Congreso del P.C.(b) de la U.R.S.S., J. V. Stalin hace un análisis de la situación internacional de la Unión Soviética, de la situación en los países capitalistas, del estado del movimiento revolucionario en el mundo entero, muestra los éxitos de la edificación socialista en la U.R.S.S. en las condiciones de cerco capitalista, determina las tareas para ampliar y fortalecer las posiciones dominantes del socialismo y para liquidar a los elementos capitalistas en la economía nacional. J. V. Stalin fundamenta la orientación hacia la colectivización de la agricultura, aprobada y refrendada por el Congreso.

En el informe al XV Congreso del P.C.(b) de la U.R.S.S. y en el resumen de la discusión del informe, en los discursos “La fisonomía política de la oposición rusa”, “La oposición trotskista antes y ahora”, “El Partido y la oposición” y en otros trabajos, J. V. Stalin culmina el aplastamiento ideológico del trotskismo, plantea ante el Partido la tarea de aplastar por completo y liquidar el bloque antisoviético trotskista-zinovievista en el terreno de la organización y subraya la necesidad de luchar infatigablemente por la unidad y por una disciplina de hierro en las filas del Partido Bolchevique.

Los trabajos de J. V. Stalin “El carácter internacional de la Revolución de Octubre”, “Entrevista con las delegaciones obreras extranjeras” y “La situación internacional y la defensa de la U.R.S.S.” revelan la trascendencia histórica mundial de la Gran Revolución Socialista de Octubre, que significa un viraje radical del capitalismo al comunismo en la historia de la humanidad y la victoria del marxismo-leninismo sobre el socialdemocratismo. J. V. Stalin destaca la importancia de la U. R.S.S. como base del movimiento revolucionario mundial y la necesidad de defender a la Unión Soviética de las agresiones del imperialismo.

En la “Entrevista con la primera delegación de obreros norteamericanos”, J. V. Stalin muestra la unidad indisoluble del marxismo y el leninismo y explica lo que Lenin aportó de nuevo al tesoro general del marxismo, desarrollando la doctrina de Marx y Engels con arreglo a la nueva época, a la época del imperialismo y de las revoluciones proletarias.

En el tomo décimo se publican por primera vez la carta “A la camarada M. I. Uliánova. Respuesta al camarada L. Mijelsón” y el “Guión para el artículo “El carácter internacional de la Revolución de Octubre”“.

Instituto Marx-Engels-Lenin, anejo al C.C. del P.C.(b) de la U.R.S.S.

 

PLENO CONJUNTO DEL COMITÉ CENTRAL Y DE LA COMISIÓN CENTRAL DE CONTROL DEL P.C.(b) DE LA U.R.S.S.[1]

 

 

29 de julio — 9 de agosto de 1927.

 

La situación internacional y la defensa de la U.R.S.S.,

discurso del 1 de agosto.

 

I. Los ataques de la oposición a las secciones de la internacional comunista.

 

Camaradas: Quisiera detenerme, en primer lugar, en los ataques de Kámenev, Zinóviev y Trotski a las secciones de la Internacional Comunista, a la sección polaca de la Internacional Comunista y a las secciones austriaca, inglesa y china. Quisiera referirme a este asunto porque aquí los oposicionistas han enturbiado el agua, han falseado las cosas acerca de los partidos hermanos, cuando lo que necesitamos en este caso es claridad, y no las habladurías de la oposición.

La cuestión del Partido polaco. Zinóviev ha declarado aquí bizarramente que si en el Partido polaco existe una desviación derechista personificada por Warski, la culpa es de la Internacional Comunista, de la actual dirección de la I.C. Ha dicho que, si Warski mantuvo en cierto momento —y así fue, efectivamente— el punto de vista de apoyar a las tropas de Pilsudski, la culpable de ello es la Internacional Comunista.

Esto es absolutamente falso. Quisiera remitirme a los hechos, a pasajes, bien conocidos por vosotros, del acta taquigráfica del Pleno del C.C. y de la C.C.C. del mes de julio del año pasado, y citar el testimonio de un hombre como el camarada Dzerzhinski, quien declaró entonces que, si en el Partido polaco existía una desviación derechista, era porque la cultivaba el propio Zinóviev.

Eso fue en los días de la llamada insurrección de Pilsudski[2], cuando los componentes de la Comisión Polaca del C.E. de la I.C. y del C.C. de nuestro Partido, de la que formábamos parte Dzerzhinski, Unszlicht, yo, Zinóviev y otros, redactamos las resoluciones para el Partido Comunista de Polonia. Zinóviev, como presidente de la Internacional Comunista, presentó entonces un proyecto de proposiciones, en el que decía, entre otras cosas, que, a la hora en que se acentuaba en Polonia la lucha entre las fuerzas adictas a Pilsudski y las fuerzas partidarias del gobierno de Witos, era inadmisible la política de neutralidad del Partido Comunista y que, por el momento, no se debían emprender acciones enérgicas contra Pilsudski.

Algunos de nosotros, incluyendo a Dzerzhinski, nos opusimos entonces, diciendo que esa directiva era errónea y que no haría más que desorientar al Partido Comunista de Polonia, que debía decirse que no sólo era inadmisible la política de neutralidad, sino también la política de apoyo a Pilsudski. Después de ciertas objeciones, esa directiva fue aprobada con nuestras enmiendas.

Quiero decir con esto que no es ninguna proeza intervenir contra Warski, que incurrió entonces en un error y recibió por ello su merecido, pero hacer pagar a justos por pecadores, atribuyendo a la Internacional Comunista y a sus actuales dirigentes la propia culpa, la culpa de Zinóviev de haber cultivado la desviación derechista en el Partido polaco, es cometer un delito contra la Internacional Comunista.

Diréis que son pequeñeces y que es perder el tiempo hablar de ellas. No, camaradas, no son pequeñeces. La lucha contra la desviación derechista en el Partido polaco continúa y continuará. Zinóviev tiene —cómo decirlo más suavemente— la osadía de afirmar que quien apoya la desviación derechista es la actual dirección de la Internacional Comunista. Pero los hechos evidencian lo contrario. Los hechos evidencian que Zinóviev calumnia a la Internacional Comunista, queriendo hacer pagar a justos por pecadores. Zinóviev está habituado a eso y no es nada nuevo en él. Pero nosotros tenemos la obligación de denunciar en cada momento esta propensión suya a la calumnia.

Acerca de Austria. Zinóviev ha afirmado aquí que el Partido Comunista Austriaco es débil, que no ha sabido asumir la dirección del reciente movimiento de Viena[3]. Esto es cierto y no es cierto. Es cierto que el Partido Comunista Austriaco es débil. Pero negar que obró acertadamente significa calumniarlo. Sí, es débil aún; pero es débil, entre otras cosas, porque no existe todavía la honda crisis revolucionaria del capitalismo que revoluciona a las masas, que desorganiza a la socialdemocracia y hace aumentar rápidamente las probabilidades del comunismo; es débil porque es joven, porque hace tiempo que se ha consolidado en Austria el dominio de la “izquierda” socialdemócrata[4], que sabe aplicar una política derechista, oportunista, encubriéndose con frases izquierdistas; es débil porque no se puede aplastar a la socialdemocracia de un golpe. Pero ¿qué pretende, en rigor, Zinóviev? Zinóviev ha insinuado, pero no se ha atrevido a decirlo claramente, que si el Partido Comunista Austriaco es débil, la culpa la tiene la Internacional Comunista. Evidentemente, eso es lo que ha querido decir. Pero eso es un atentado con medios ilícitos. Eso es una calumnia. Por el contrario, precisamente después de dejar Zinóviev de ser presidente de la Internacional Comunista, el Partido Comunista Austriaco se ha visto libre de las impertinencias, de la injerencia sin ton ni son en su vida interna y ha obtenido, de esta manera, la posibilidad de avanzar y desarrollarse. ¿Acaso el que haya conseguido participar muy activamente en los sucesos de Viena, ganándose la simpatía de las masas obreras, acaso esto no demuestra que el Partido Comunista Austriaco crece, transformándose en un partido de masas? ¿Cómo se pueden negar estos hechos evidentes?

El ataque contra el Partido Comunista Inglés. Zinóviev ha asegurado que el Partido Comunista Inglés no ha ganado nada con la huelga general y la huelga del carbón[5], que ha salido de la contienda incluso debilitado. Esto es erróneo. Es erróneo porque el peso específico del Partido Comunista de Inglaterra crece de día en día. Sólo los ciegos pueden negarlo. Esto se ve aunque sólo sea por el hecho de que si antes la burguesía inglesa no le prestaba seria atención, ahora en cambio persigue rabiosamente al Partido Comunista de Inglaterra, y no sólo la burguesía, pues el Consejo General[6] y el Partido Laborista de Inglaterra organizan una furiosa campaña contra “sus” comunistas. ¿Por qué hasta ahora se toleraba más o menos a los comunistas ingleses? Porque eran débiles, porque su influencia en las masas era débil. ¿Por qué ha cesado esa tolerancia, por qué han comenzado a atacarlos furiosamente? Porque temen al Partido Comunista, viendo en él una fuerza; porque los líderes del Partido Laborista inglés y del Consejo General le temen, viendo en él su sepulturero. Zinóviev olvida esto.

No niego que las secciones occidentales de la Internacional Comunista sean aun, en general, más o menos débiles. Eso no se puede negar. Pero ¿cuáles son las causas? Las principales causas son:

en primer lugar, que no existe la honda crisis revolucionaria que revoluciona a las masas, las pone en pie y las hace virar en redondo hacia el comunismo;

en segundo lugar, la circunstancia de que, en todos los países de la Europa Occidental, la fuerza predominante hasta ahora entre los obreros sean los partidos socialdemócratas, más antiguos que los Partidos Comunistas, surgidos recientemente y a los cuales no se puede exigir que aplasten de un golpe a los partidos socialdemócratas.

¿Y acaso no es un hecho que, a pesar de estas circunstancias, los Partidos Comunistas del Occidente crecen, aumenta su popularidad en las masas obreras, que unos son ya y otros empiezan a ser auténticos partidos de masas del proletariado?

Pero hay, además, otra causa que impide el rápido crecimiento de los Partidos Comunistas del Occidente: la labor escisionista de la oposición, de esa misma oposición que se encuentra aquí, en esta sala. ¿Qué es necesario para que los Partidos Comunistas se desarrollen a ritmo acelerado? La unidad férrea de la Internacional Comunista y que no haya escisión en sus secciones. ¿Y qué ha hecho la oposición? Organizar un segundo partido en Alemania, el partido de Maslow y de Ruth Fischer. Además, trata de organizar análogos grupos escisionistas en otros países de Europa. Nuestra oposición ha creado en Alemania un segundo partido con su comité central, su órgano central de prensa y su minoría parlamentaria; ha organizado la escisión en la Internacional Comunista, sabiendo perfectamente que la escisión, en este caso, no puede por menos de ser un freno al desarrollo de los Partidos Comunistas. ¡Y ahora se pone a gritar, culpando a la Internacional Comunista de que los Partidos Comunistas del Occidente progresen con lentitud! ¡Es el colmo de la desfachatez!...

Acerca del Partido Comunista Chino. Los oposicionistas dicen a voz en cuello que el Partido Comunista Chino, concretamente su dirección, tiene errores socialdemócratas, errores mencheviques. Eso es cierto. Pero se lo reprochan a la dirección de la Internacional Comunista. Y esto es ya totalmente falso. Al contrario, la Internacional Comunista ha corregido sistemáticamente los errores de la dirección del Partido Comunista Chino. Sólo los ciegos pueden negarlo. Estáis enterados de ello por la prensa, por “Pravda”, por “La Internacional Comunista”[7] y por las resoluciones de la I.C. La oposición no ha mencionado ni podrá mencionar jamás una sola directiva, una sola resolución de la Internacional Comunista susceptible de originar una desviación menchevique en el C.C. del Partido Comunista Chino, pues tales directivas no existen ni han existido nunca. Es absurdo creer que, si surge una desviación menchevique en cualquier Partido Comunista o en su C.C., la culpable ha de ser forzosamente la Internacional Comunista.

Kámenev pregunta cómo han podido producirse los errores mencheviques del Partido Comunista Chino, ....................

 

 

 

 

[1] El Pleno conjunto del C.C. y de la Comisión Central de Control del P.C.(b) de la U.R.S.S. se celebró del 29 de julio al 9 de agosto de 1927. El Pleno estudió la situación internacional, las directivas económicas para el año 1927-1928, la gestión de la Comisión Central de Control y de la Inspección Obrera y Campesina, trató de la cuestión del XV Congreso del Partido y de la infracción de la disciplina del Partido por Zinóviev y Trotski. En la reunión del Pleno del 1 de agosto, J. V. Stalin pronunció el discurso “La situación internacional y la defensa de la U.R.S.S.”. El 2 de agosto, el Pleno eligió a J. V. Stalin miembro de la Comisión encargada de redactar la resolución sobre la situación internacional. El Pleno consignó la agravación de la amenaza de una nueva agresión a la Unión Soviética, condenó la posición derrotista del bloque trotskista-zinovievista y planteó la tarea de fortalecer por todos los medios la defensa de la Unión Soviética. El Pleno formuló las directivas económicas para 1927-1928 e hizo constar el absoluto fracaso de la línea capituladora de la oposición en el terreno de la política-económica. En la resolución sobre la gestión de la C.C.C. y de la I.O.C., el Pleno trazó un programa de sucesivo mejoramiento del trabajo del aparato estatal. En los debates en torno al informe de G. K. Ordzhonikidze sobre la infracción de la disciplina del Partido por Zinóviev y Trotski, en la reunión del Pleno del 5 de agosto pronunció un discurso J. V. Stalin. El 6 de agosto, el Pleno eligió a J. V. Stalin para la Comisión encargada de redactar el proyecto de resolución sobre el informe de G. K. Ordzhonikidze. El Pleno desenmascaró la actividad criminal de los líderes del bloque trotskista-zinovievista Y planteó la expulsión de Trotski y de Zinóviev del C.C. del P.C.(b) de la U.R.S.S. Sólo después de esto, el 8 de agosto, presentaron los líderes de la oposición al Pleno una “declaración”, en la que hipócritamente condenaban su conducta y prometían abandonar su labor fraccionalista. En la reunión del Pleno del 9 de agosto, J. V. Stalin intervino acerca de la “declaración” de la oposición. El Pleno hizo una severa amonestación conminativa a Trotski y a Zinóviev, emplazó a los líderes del bloque trotskista- zinovievista a disolver inmediatamente la fracción y exhortó a todas las organizaciones y a todos los militantes del Partido a salvaguardar la unidad y la férrea disciplina del Partido. (V. las resoluciones del Pleno del C.C. y de la C.C.C. del P.C.(b) de la U.R.S.S. en “El P.C.U.S. en las resoluciones y acuerdos de los Congresos y Conferencias y de los Plenos del C.C.”, parte II, págs. 239-274, ed. en ruso, 1953.)

[2] Se alude al golpe de Estado que dio Pilsudski en mayo de 1926, en Polonia. Este golpe de Estado implantó por la fuerza de las armas un régimen de dictadura de Pilsudski y de su camarilla, que fueron fascistizando el país. (Sobre el golpe de Estado de Pilsudski, véase: J. V. Stalin, Obras, t. 8, págs. 180- 184, ed. en español.).

[3] Se trata de la acción revolucionaria del proletariado de Viena del 15 al 18 de julio de 1927 en respuesta a la absolución de un grupo de fascistas que habían asesinado a varios obreros, dictada por un tribunal burgués de Viena. Este movimiento, que estalló espontáneamente, convirtióse en una insurrección con combates de calles contra la policía y las tropas. La insurrección pudo ser aplastada por la traición de los jefes de la socialdemocracia austriaca.

[4] Se refiere al ala “izquierda” del partido socialdemócrata austriaco, surgida en 1916 y encabezada por F. Adler y O. Bauer. Encubriéndose con frases revolucionarias, la “izquierda” socialdemócrata actuaba prácticamente contra los intereses de los obreros y era, por eso, la parte más peligrosa de la socialdemocracia.

[5] La huelga general y la huelga de los mineros de Inglaterra fueron debidas a la ofensiva de los patronos contra el nivel de vida de la clase obrera. Respondiendo al lockout de los propietarios de las minas ante la negativa de los obreros a aceptar la reducción de los salarios y la prolongación de la jornada de trabajo, los mineros se declararon en huelga el 1 de mayo de 1926. El 3 de mayo, en solidaridad con los mineros, comenzó la huelga general, que abarcó a varios millones de obreros organizados de las ramas más importantes de la industria y del transporte. El 12 de mayo, en el apogeo de la lucha de los obreros, los líderes del Consejo General de las Tradeuniones Británicas traicionaron a los obreros huelguistas, dando por terminada la huelga general. Pero la lucha de los mineros continuó. Sólo las represalias del gobierno y de los patronos y la difícil situación económica obligaron a los mineros a suspender la huelga en noviembre de 1926 y a aceptar las condiciones de los propietarios de las minas. (Sobre la huelga general inglesa, véase: J. V. Stalin, Obras, t. 8, págs. 166-179, ed. en español.)

[6] El Consejo General: órgano ejecutivo del Congreso de las Tradeuniones Británicas; fue elegido por primera vez en 1921.

[7] “La Internacional Comunista”: revista, órgano del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista. Apareció desde mayo de 1919 hasta junio de 1943 en ruso, francés, alemán, inglés y otros idiomas. Su publicación fue suspendida al ser disuelta la Internacional Comunista por acuerdo del Presídium del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista del 15 de mayo de 1943.

 

 

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