EL CAMINO DE JUDAS

 

El proceso del centro trotskista antisoviético, ha hecho el balance de los largos años de actividad de los conspiradores trotskistas, y han puesto al desnudo el verdadero rostro del trotskismo, enemigo mortal de la clase obrera, fiel servidor del capitalismo.

Los trotskistas han luchado durante decenas de años contra el Partido bolchevique, contra Lenin y Stalin. Esta lucha les ha llevado fatalmente a convertirse en un destacamento de asalto del fascismo, en una banda de traidores a la patria, de espías y asesinos. Hacia esa meta de infamia, ha caminado el trotskismo desde el día de su nacimiento.

 

I

 

El camino de la traición trotskista comprende más de tres décadas. Durante la primera parte de ese camino, de 1903 a 1917, se hallaba Trotsky fuera del campo bolchevique, tan pronto pasándose al de los mencheviques, como apartándose de éstos, pero sin interrumpir nunca su infame lucha contra el Partido bolchevique.

Las primeras manifestaciones de Trotsky contra el leninismo datan de la época del II congreso del Partido (1903). Sabido es que este congreso vio producirse la escisión del partido social-demócrata, en bolcheviques y mencheviques. La cuestión esencial en torno a la que se desarrolló la lucha en el congreso, fue la de saber cuál debía ser el partido del proletariado. Considerando al partido como el instrumento de la dictadura del proletariado, los bolcheviques luchaban por hacer más sólido y más afilado ese instrumento; afirmaban la necesidad de una composición proletaria, de una disciplina férrea, de la cohesión ideológica de las filas del Partido. Los mencheviques negaban la necesidad de la conquista del poder político por el proletariado; por lo cual, en vez de una organización de combate, en lugar de una vanguardia del proletariado, pretendían crear un partido inconsistente, de tipo reformista, apropiado a las condiciones de una apacible existencia parlamentaría y que no impusiese ninguna obligación a sus miembros. Trotsky se manifestó en aquel debate como un menchevique furioso. Defendió la fórmula menchevique del párrafo 1.” de los estatutos del Partido, y se entregó a los más ignominiosos ataques contra los bolcheviques y contra Lenin.

Poco después del congreso lanzaba Trotsky su abyecto librejo, Nuestras tareas políticas, en el que reproducía las concepciones mencheviques sobre el Partido. En dicho libro no encontró otro nombre para designar a Lenin que el de “Maximiliano Lenin”, dando a entender con ello, que Lenin era la reedición del conocidísimo político de la Revolución francesa, Maximiliano Robespierre, con sus tendencias a la dictadura personal. En la primera página de aquel miserable libelo se exhibía esta dedicatoria: “Al querido maestro Pavel Borissevitch Axelrod”[1]. Hay que hacerle a Trotsky la justicia de reconocer que ya en aquella época, en su infame trabajo de zapa, había superado a su “maestro".

Pretendía Trotsky imponer asimismo, sus concepciones francamente mencheviques en la cuestión decisiva de la dictadura del proletariado. Al intervenir en el II congreso, declaró que “la dictadura sólo será posible cuando el partido social-demócrata y la clase obrera estén más cerca de Hallarse identificados” y la clase obrera forme “la mayoría de la nación’’. Esto era el abandono completo de la dictadura del proletariado.

En 1905 se encontró Trotsky siendo uno de los dirigentes, del Soviet de Petersburgo. Había decidido de antemano, que llevar la revolución hasta el fin era tanto como llevarla a su perdición, y procuró por todos los medios desperdigar la energía revolucionaria del proletariado. Así, por ejemplo, cuando en noviembre de 1905 se mantenía la lucha por la jornada de ocho horas, el Comité Ejecutivo del Soviet decidía, bajo la influencia de Trotsky, no organizar la manifestación general de los obreros,y el movimiento fracasó. Lo mismo aconteció con la insurrección armada. Trotsky minaba por todos los medios a su alcance los preparativos, y frenaba el armamento de los obreros.

En su lucha contra Lenin, partía Trotsky de la teoría semi-menchevique de la revolución “permanente” inventada por Parvus y Rosa Luxemburgo.

Sabido es que en 1905 surgieron divergencias entre bolcheviques y mencheviques sobre el carácter de la revolución rusa. Los bolcheviques veían en el proletariado y el campesinado, las fuerzas motrices de la revolución, con la hegemonía (papel dirigente) del proletariado. Los bolcheviques afirmar ban la necesidad de luchar por la dictadura democrática revolucionaria del proletariado y del campesinado, con objeto de pasar inmediatamente de la revolución democrático-burguesa a la revolución socialista, una vez asegurado el apoyo de los campesinos. La posición de los mencheviques era muy distinta. Veían la fuerza motriz esencial de la revolución en la burguesía, negaban la hegemonía del proletariado, consideraban al campesinado como una fuerza hostil......................

 

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