INDICE
CAPITULO 1. LA ASCENSIÓN DE LOS CAROLINGIOS
CAPITULO 2. SAN BONIFACIO, «APÓSTOL DE LOS ALEMANES» Y DE ROMA
CAPITULO 3. INSURRECCIÓN DEL PAPADO Y LUCHA ICONOCLASTA
CAPITULO 4. LA FORMACIÓN DEL ESTADO DE LA IGLESIA MEDIANTE GUERRAS Y PILLAJE
CAPITULO 5. LA «DONACIÓN CONSTANTINIANA»
CAPITULO 6. CARLOS I, LLAMADO EL GRANDE O CARLOMAGNO, Y LOS PAPAS
CAPITULO 7. CARLOMAGNO Y SUS GUERRAS
1. LA «MISIÓN» SANGRIENTA DE LOS SAJONES
2. EL EXPOLIO Y EXTINCIÓN DE LOS AVAROS
3. EMPIZA LA OFENSIVA SISTEMÁTICA CONTRA LOS ESLAVOS
CAPITULO 1. LA ASCENSIÓN DE LOS CAROLINGIOS
En el curso del siglo VII los tres territorios del reino, Austrasia, Neustria y Burgundia, fueron independizándose cada vezmás. Una señal de ese desarrollo fue la aparición de los tres nombres de territorios, característicos de los siglo s VII y VIII. Cada porción del reino tuvo leyes propias y la nobleza forzó al rey a que no nombrase funcionarios superiores de las otras partes del reino.[1]
En algunos momentos hasta pareció inminente su disolución en anarquías nobiliarias. Ninguno de los numerososgobernantes alcanzó la edad madura del varón. Pero en los enfrentamientos asesinos entre los reinos parciales, los mayordomos y la nobleza, fue la mayordomía austrasia la que se encaramó siempre más y más. Y mientras el cargo de mayordomo no se hizo hereditario ni en Neustria ni en Burgundia, esa tendencia fue imponiéndose poco a poco en la región oriental.
Preparativos sangrientos bajo el obispo Kuniberto, Grimoaldo, hijo de Pipino el Viejo, y san Sigiberto
Desde el 622 Pipino tuvo realmente el poder de Austrasia. Cierto que cuando Dagoberto I se convirtió en el único soberano y en el 631 trasladó su residencia de Metz fue degradado a la condición de educador del hijo del rey, siendo instituido rey de Austrasia Sigiberto III, que entonces tenía tres años y que también fue santo de la Iglesia católica. Pero el, verdadero regente lo fue ya, a una con el duque Ansegisel, hijo de san Arnulfo, obispo de Metz, Kuniberto, obispo de Colonia (623— 663). Siendo archidiácono de la iglesia de Tréveris, Kuniberto fue elegido obispo «por el Espíritu Santo, el sínodo y el mandato del rey», y naturalmente contra su voluntad. Y como muchos otros colegas suyos, se convirtió en un «political saint» (Wallace-Hadrill), ejerciendo una gran influencia en el tardío reino merovingio. Hizo la guerra contra los vendos. Recibió de Dagoberto en propiedad el conquistado castillo Trajectum (Utrecht) con el encargo de convertir desde allí a los frisones. Y cuando Dagoberto murió en el 639, el obispo Kuniberto promovió el ascenso de los carolingios.
En efecto, bajo Sigiberto III pronto volvió a ser Pipino el mayordomo austrasio. Y el obispo Kuniberto, criado entre Tréveris y Metz, donde Pipino tenía sus fincas y al que conocía por lo mismo desde tiempos antiguos, estableció con él un «pacto deamistad eterna». Al tratar con habilidad y «dulzura» a todos los «leudes» ambos se aseguraron su lealtad duradera. Ambos participaron en el reparto del tesoro real y ambos gobernaron conjuntamente. Y a la muerte de Pipino (640), su hijo Grimoaldo I(el Viejo), cual protegido del obispo Kuniberto y apoyado en su enorme poder material y sobre todo político, se convirtió en el mayordomo de Austrasia. Desde allí fue el primero en intentar el destronamiento de la dinastía merovingia en favor de su propia descendencia, convirtiendo poco a poco en hereditario el cargo de mayordomo. Por lo demás eso sólo ocurrió en la parteoriental del reino, donde ya en el siglo VII se le llama al mayordomo «príncipe de los francos» y «virrey».[2]
Cierto que el traspaso de poder de padre a hijo no se realizó de manera totalmente incruenta. Dos fueron sobre todo losgrupos coetáneos rivales.
Al frente de los pipínidas se encontraba Grimoaldo, hijo de Pipino, asociado entre otros con el obispo Kuniberto, con loshijos de Amulfo de Metz, el duque Bobo de Auvergne y el duque alemán Leuthari. El otro grupo lo capitaneaba un cierto Otón,a cuyo padre, el doméstico Uro, ya Dagoberto I había nombrado preceptor de su hijo Sigiberto III. Otón, tutor del rey menor de edad, pretendía la sucesión en el cargo de mayordomo en perjuicio de Grimoaldo, hijo de Pipino. Del lado de Otón estaban el duque de Turingia Radulfo y el palaciego Fara, cuyo padre, Crodoaldo, había caído en desgracia de Dagoberto «porinstigación» del santo obispo Amulfo de Metz y de Pipino, y en el 625 había sido asesinado en Tréveris por orden real. Paravengar al padre se asoció Fara con Radulfo, duque de Turingia. San Sigiberto (venerado después cual «señor de la tempestad», cuyas reliquias se conservan en Nancy y cuya fiesta se celebra el 1 efe febrero), hijo de Dagoberto, lo batió hacia el 640 en «unabatalla feroz», probablemente entre Maguncia y Vogeisberg, en la que murió Fara; pero el perseguido Radulfo pudo contabilizar la batalla como una victoria en Turingia, junto al río Unstrut. «Se dice que allí perecieron a espada muchos miles de hombres» (Fredegar). A instigación de Grimoaldo, amigo íntimo del obispo Kuniberto (in amicitiam constríngens), Otón fue asesinado hacia el 642-643 por Leuthari, duque alemán. Ahora ya nada se interponía a la mayordomía de Grimoaldo, quedominó en Austrasia durante aproximadamente 14 años.
El rey Sigiberto, de primeras sin hijos y bajo la tutela de Grimoaldo, hubo de adoptar al hijo de éste, que recibió el nombre dinástico merovingio de Childeberto (III), y llenó un período de gobierno —aproximadamente entre el 660 y el 662— envuelto en una oscuridad profunda. Después, sin embargo, Sigiberto tuvo un hijo, que fue Dagoberto II. Y cuando el santorey (que se negó a obedecer al papa Martín I, también santo, en la lucha contra el monoteletismo, y prohibió asimismo a los obispos convocar sínodos sin el consentimiento real) enfermó de muerte en enero del 656, Grimoaldo y el obispo Didón de Poitiers se reunieron en el monasterio de Nivelles, perteneciente a la familia pipínida, y dispusieron las cosas para el caso demuerte.[3]
El rey Sigiberto, que murió el 1 de febrero del 656 con sólo 27 años, cierto que había confiado a su hijo menor de edad a la tutela de Grimoaldo. Pero el ambicioso mayordomo de Austrasia llevó entonces a término el que se conoce como su golpe de Estado, siendo aquélla la primera intentona por poner a los pipínidas sobre el trono real de los francos. Por medio del obispo Didón hizo tonsurar para monje al príncipe merovingio Dagoberto II, todavía menor de edad, con el fin de asegurar la corona a su hijo Childeberto (III). De acuerdo con lo estipulado, el obispo Didón se llevó en principio consigo a Poitiers al legítimoheredero del trono Dagoberto, y en el 660-661 lo encerró en un monasterio de Irlanda con la intención de librarse de él para siempre.
Pero el intento fracasó, tanto por la fuerte oposición austrasia como, sobre todo, por la resistencia de los francos neustrios, que querían convertir en soberano único a su propio rey Clotario III, todavía menor de edad. Y así se le tendió una trampa aGrimoaldo, que fue entregado a la dinastía neustria y encerrado en una cárcel de París. Allí acabó en el patíbulo hacia el 662, al tener que exiliarse Dagoberto II. También su hijo adoptivo, Childeberto, terminó probablemente con él, y muriendo en cualquier caso. En su lugar fue elegido rey de Austrasia Childerico II (662-675), hermano menor de Clotario III y benjamín de la reina Bal— thilde, que por entonces era sólo un niño de siete años.
Después de tres generaciones, ya en el 662 se había extinguido la rama masculina de los pipínidas. Habían producido un rey y dos mayordomos. Entonces vivían aún dos hermanas de Grimoaldo: la abadesa Gertrudis de Nivelles y Begga, desposada desde aproximadamente el 635 con Ansegisel, hijo segundo de san Amulfo de Metz. La herencia pipínida entre la Selva Carbonífera y el Mosa pasó a los amulfíngios moselenses, cuyos territorios se extendían por los alrededores de Metz, Verdun, Tongem y probablemente también Tréveris. El hijo de Ansegisel y de Begga, llamado Pipino por su abuelo materno (Pipino II el Medio), y sus descendientes dispusieron así de las enormes posesiones de amulfíngios y pipínidas, las fincas familiares en las tierras del Mosa y del Mosela, como un potencial de dominio que marcó una época histórica.[4]
... y muchas obras piadosas
El acontecer político de esos años yace en una densa nebulosa. La segunda mitad del siglo VII figura entre las «épocas más tenebrosas» de la historia medieval. Primero, porque al finalizar la crónica de Fredegar en el 643 las fuentes coetáneas callan casi por completo. Segundo, porque los hijos de reyes merovingios, menores de edad en su casi totalidad, se convirtieron cadavez más enjugúete de los grandes partidos del reino, y especialmente de amulfingios y pipínidas.
Destaca de manera particular la política eclesiástica de Grimoaldo y de su círculo. Quien acabaría siendo decapitado mantuvo estrechos contactos con los personajes religiosos más destacados de su tiempo. Fue amigo de los obispos Desiderio deCahors y Didón de Poitiers. Hacia el 646-648 consiguió el rey Sigiberto la fundación de los monasterios de Stablo (Stavelot) y de Malmédy en las diócesis de Maastricht y de Colonia, en las estribaciones nororientales de las Ardenas, para los que Sigiberto puso a su disposición un territorio boscoso de doce leguas.
Santa Iduberga (Itta), madre de Grimoaldo, fue la fundadora de una abadía doméstica pipínida, el monasterio femenino de Nivelles, el más antiguo de los Países Bajos. Y ambos, madre e hijo, fundaron también (651) la abadía de Fosses, al oeste de Namur, para aquellos monjes irlandeses a los que el mayordomo Erchinoaldo y su abad Foillan habían expulsado deNeustroburgundia. Parte de ellos agrandaron el «monasterio familiar» y «materno» de Nivelles, «un lugar de disciplina en medio de un pueblo indisciplinado» (Hümmeler), convirtiéndolo también en uno de los monasterios dobles (para hombres ymujeres) más tristemente célebres desde la antigüedad cristiana.
Fue nombrada primera abadesa la hija de santa Iduberga, la también santa Gertrudis (= la muy amable) de Nivelles, hermana menor de Grimoaldo. Sólo quería ser «sierva y esposa de Jesucristo» y consagrar por entero «su virginidad al Rey celestial» (Hümmeler); una esposa de Dios, aunque también con estrechas relaciones con los monjes irlandeses, y especialmente con el abad Foillan, asimismo santo. Éste, que poco después de su expulsión había hallado acogida por parte de santa Iduberga y de santa Gertrudis y que «continuó manteniendo contacto con el "monasterio madre"» (Van Uytfanghe), fueasesinado en el bosque de Seneffe (655), cuando regresaba de Nivelles, siendo arrojado en el desaguadero de una pocilga. Pero con la pompa de una gran procesión regresó a Nivelles, extendiéndose después su culto de «mártir» desde Valonia a Renania.[5]
Ahora bien, santa Gertrudis, que ya a los doce años había hecho voto de castidad perpetua, fue «consumida por su ascesis». Ya a los treinta años se retiró, entregando el agotador cargo de abadesa a Wulfetrude, hija única de Grimoaldo y sobrina suya, para que todo quedase en la familia. Sólo sobrevivió tres años más «en oración y penitencia» (Van Uytfanghe). Y durante la celebración de la santa misa siguió al santo mártir Foillan al paraíso. Su culto, sin embargo, se extendió rápidamente de Brabante hasta Alemania y Polonia. Más aún, se convirtió en una de las comunidades de santos más conocidas de la Edad Media.
Consecuentemente Gertrudis se convirtió primero en la patrona de los caminantes (que «beben en la despedida el "amor de Gertrudis"») y después en la santa protectora de la buena muerte («¡Que santa Gertrudis te prepare aposento!»). Y desde el siglo XV se invocó su protección contra ratas y ratones. En la iconografía aparece con hábito de abadesa o con vestimenta principesca que incluye corona o sombrero de princesa, aunque con ratones a su alrededor, que trepan por su báculo de abadesao se posan en su seno. ¡Todo un símbolo de impureza y maldad! Los ratones, en efecto, la «perturbaban en su meditación piadosa».[6]
Toda una maraña de enredos y de propaganda clerical. Pero el hecho es que el monasterio familiar de los pipínidas, como muchos otros monasterios, redundó en beneficio del poder doméstico de la familia, chocando en consecuencia —y desde luego por motivos políticos— con la enconada resistencia de la aristocracia neustria.[7]
Santa Balthilde mata a nueve obispos
El fracasado intento de Grimoaldo por derribar el trono hizo que los pipínidas quedasen fuera de juego durante dos décadasen la política por el poder. Fueron Neustria y Burgundia las que entonces se pusieron en marcha, y no tanto la casa real cuantola alta nobleza de tales territorios.
Balthilde había llegado a la corte neustroburgundia por mediación del mayordomo Erchinoaid como una esclava anglosajona. Hacia el 648 la desposó Clodoveo II (639-657), quien adquirió así «una perla preciosa a bajo precio» (Vita sanctae Balthildis), Desde el comienzo luchó por todos los medios por frenar el continuado debilitamiento de la realeza. Por el contrario su marido............................