INDICE

Materialismo Dialéctico

1. Objeto del materialismo dialéctico
2. Aparición del materialismo dialéctico
3. La etapa leninista en el desarrollo del materialismo dialéctico
4. Materia y Conciencia
5. Dialéctica del proceso del conocimiento
6. La dialéctica como lógica y como teoría del conocimiento
7. Categorías y leyes de la dialéctica
8. El materialismo dialéctico y las ciencias naturales de nuestros días.
9. Unidad del materialismo dialéctico e histórico
10. El materialismo dialéctico e histórico como arma ideológica
11. El materialismo dialéctico y la actual filosofía burguesa
12. El materialismo dialéctico y nuestro tiempo
 
La lógica dialéctica
1. Objeto y tareas de la lógica dialéctica
2. Historia de la lógica dialéctica
3. La lógica dialéctica en la filosofía burguesa de los s. XIX y XX.
4. La lógica dialéctica en la filosofía soviética
5. Principios fundamentales y leyes de la lógica dialéctica
6. Sistema de las categorías dialécticas
7. Dialéctica de las categorías

Materialismo Dialéctico

 

1. Objeto del materialismo dialéctico

El materialismo dialéctico, la filosofía del marxismo, es la concepción del mundo de la clase obrera. Como auténticamente científica, como la única filosofía, verdadera, el materialismo dialéctico representa en nuestra época la concepción del mundo científica y avanzada.

El materialismo dialéctico es la ciencia que estudia las relaciones entre la conciencia y el mundo material objetivo, las leyes más generales del movimiento y desarrollo de la naturaleza, de la sociedad y del conocimiento. La filosofía del marxismo se llama materialismo dialéctico porque constituye la unidad orgánica del materialismo y la dialéctica. Es materialista porque parte del reconocimiento de la materia como base única del mundo, considerando la conciencia como una propiedad de la materia altamente organizada, como una función del cerebro, como un reflejo del mundo objetivo; es dialéctico porque reconoce la concatenación universal de los objetos y fenómenos del mundo, el movimiento y desarrollo de éste como resultado de contradicciones internas que actúan dentro de él.

El materialismo dialéctico refleja las leyes más generales del ser y la conciencia y constituye un sistema integral del conocimiento filosófico, una concepción del mundo. Al mismo tiempo, en la medida en que esta concepción del mundo refleja acertadamente las leyes de desarrollo del ser y la conciencia, se vuelve hacia la investigación científica concreta, hacia la práctica revolucionaria que transforma el mundo, por lo cual la filosofía marxista se muestra como método científico de conocimiento y de transformación del mundo.

Todas las tesis fundamentales de la filosofía marxista —tanto del materialismo como de la dialéctica—, que en su conjunto constituyen la concepción científica del mundo, son al mismo tiempo partes integrantes de un método filosófico único de investigación y de transformación revolucionaria del mundo. La concepción de éste no es sólo el materialismo, sino también la dialéctica, y el método no es sólo la dialéctica, sino también el materialismo. La dialéctica marxista-leninista no se concibe sin la interpretación materialista de la naturaleza, de la sociedad y del conocimiento.

Fuera del materialismo consecuente no hay dialéctica científica, que por su esencia es ajena al idealismo. La interpretación dialéctica consecuente de la materialidad del mundo es incompatible, por ejemplo, con la afirmación idealista de que las fuerzas motrices de desarrollo del mundo se encuentran fuera de los límites de éste. La dialéctica científica descubre estas fuerzas en el propio mundo material, en la contradicción interna de las cosas, y considera el movimiento y el desarrollo de la materia como automovimiento y autodesarrollo. Basada en los datos de las ciencias y de la práctica social, la solución consecuentemente materialista del problema fundamental de la filosofía conduce inevitablemente a la explicación dialéctica del proceso del conocimiento. La conciencia, secundaria con relación a la materia, es una propiedad de la materia altamente organizada, surge en determinada fase de su desarrollo y se perfecciona en dependencia de la práctica material de los hombres.

El materialismo metafísico resulta inconsecuente, unilateral, y por eso siempre condujo y conduce, en última instancia, a la necesidad de postular un primer impulso, una fuente no material del movimiento, es decir, conduce al idealismo. Al mismo tiempo, cualquier idealismo es metafísico por su base misma, ya que divorcia de la materia y convierte en un principio independiente, es decir, eleva la categoría de lo absoluto, una propiedad de la materia altamente organizada como es el conocimiento, el pensar. La metafísica se caracteriza por el aumento y exageración de un aspecto en los objetos y fenómenos del mundo: su estabilidad, repetición, independencia relativa, etc. En gnoseología esto conduce al divorcio de lo general y lo particular, de la propiedad respecto de su portador, lo cual es la fuente gnoseológica del idealismo.

 

2. Aparición del materialismo dialéctico

El marxismo en su conjunto y el materialismo dialéctico, como parte integrante de él, surgieron en los años 40 del siglo XIX, cuando el proletariado entraba en la palestra histórica como una nueva fuerza política. La formación del materialismo dialéctico era un fenómeno lógico, condicionado por causas económico-sociales y también por todo el desenvolvimiento anterior de la ciencia y la filosofía. La aparición del marxismo fue la respuesta científica a los problemas enunciados por toda la marcha del desarrollo de la práctica social y por toda la lógica del movimiento de los conocimientos humanos. El marxismo vino después de acontecimientos tales como el levantamiento de Lyon, el movimiento carlista y la insurrección de Silesia. La lucha de clases del proletariado por su emancipación social, por el comunismo, exigía imperiosamente el conocimiento de las leyes de desarrollo de la sociedad. Pero esta tarea, la más compleja de todas cuantas se hubiesen planteado a la humanidad, no se podía resolver sin la dialéctica materialista, sin la explicación materialista de la historia.

Los fundadores del materialismo dialéctico, Marx y Engels, sometieron a un análisis profundo y completo la realidad social, reelaborando críticamente y haciendo suyo todo de cuanto positivo había sido producido anteriormente en el campo de la filosofía y de las ciencias sociales y naturales, creando así una concepción del mundo cualitativamente nueva: la concepción del mundo de la clase obrera, que se convirtió en base filosófica de la teoría del comunismo científico y de la práctica del movimiento revolucionario obrero. El materialismo dialéctico fue elaborado en reñida lucha ideológica contra las distintas formas de la concepción burguesa del mundo.

Las tesis fundamentales del materialismo dialéctico fueron expuestas consecuentemente por Marx y Engels en obras como La sagrada familia (1844, ed. 1845), Tesis sobre Feuerbach (1845, ed. 1888), La ideología alemana (1845-1846, ed. 1932), Miseria de la filosofía (1847), Manifiesto del Partido Comunista (1847-1848, ed. 1848), Contribución a la critica de la economía política (1858-1859, ed. 1859), El Capital (ed. t. I, 1867; t. II, 1885; t. III, 1894), Anti-Dühring (1876-1878, ed. 1877-1878), Origen de la familia, la propiedad privada y el Estado (1884), Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana (1886), Dialéctica de la naturaleza (18731883, 1885-1886, ed. 1925) y otras. Los fundadores del marxismo expusieron una serie de tesis muy importantes de la dialéctica marxista en su abundante correspondencia.

Fuentes ideológicas directas del marxismo fueron las doctrinas filosóficas, económicas y políticas fundamentales de fines del siglo XVIII y la primera mitad del XIX. Marx y Engels reelaboraron con un espíritu creador la dialéctica idealista de Hegel y el materialismo filosófico anterior, en particular la doctrina de Feuerbach, que había continuado la tradición materialista en la historia de la filosofía. En la dialéctica idealista de Hegel descubrieron los aspectos revolucionarios: la idea del desarrollo y la contradicción como su fuerza motriz. Sobre la base de los datos de la ciencia, sobre la base de la práctica, de la experiencia de la vida social, Marx y Engels demostraron el carácter primario de la materia, de las relaciones materiales, y el carácter secundario de la conciencia, de las relaciones ideales.

En la formación del marxismo tuvieron importante significación las ideas de los representantes de la economía política burguesa clásica (Smith, Ricardo y otros); las obras de los socialistas utópicos (Saint-Simon, Fourier, Owen y otros) y de los historiadores franceses de la Restauración (Thierry, Guizot, Mignet). La elaboración del materialismo dialéctico estuvo ligada, principalmente, al descubrimiento y fundamentación de las leyes del desarrollo social mediante la generalización de la experiencia de la historia, ante todo de la experiencia del movimiento revolucionario de los obreros, de la revolución de 1848-1849.

A la formación del materialismo dialéctico contribuyeron muy especialmente los avances de las ciencias naturales de fines del siglo XVIII y del siglo XIX. El idealismo clásico alemán, en virtud de sus principios, no podía dar una respuesta científica a los problemas que las ciencias naturales planteaban. Tampoco podía darla el materialismo metafísico. El idealismo y la metafísica, que de hecho habían entrado en un callejón sin salida, se veían inermes ante las conquistas de la ciencia. En las ciencias naturales transcurrían unos procesos tales en que la dialéctica se abría espontáneamente paso. Para explicar los grandes descubrimientos científicos era necesaria la elaboración consciente de la dialéctica materialista.

El ingente arsenal de hechos y generalizaciones a que las ciencias habían llegado y de que Marx y Engels disponían, permitía revelar la interdependencia de regiones enteras del conocimiento científico —las matemáticas, la mecánica, la física, la química, la biología, las ciencias sociales y la ciencia del pensamiento—, y presentar la naturaleza y la sociedad como un proceso universal único subordinado a las leyes generales de desarrollo, y el pensamiento como el reflejo de este proceso sobre la base de la práctica.

Marx y Engels extrajeron de nuevo de la realidad social y natural las leyes de la dialéctica que Hegel había descubierto y mistificado. Demostraron que "en la naturaleza rigen las mismas leyes dialécticas del movimiento en el confuso seno de las innumerables modificaciones que dominan también en la historia la aparente casualidad de los acontecimientos..." (F. Engels. Anti-Dühring, 1957, pág. 11).

La aparición del materialismo dialéctico —generalización de la historia del desarrollo de la práctica social y del conocimiento científico— significa una grandiosa revolución en la historia del pensamiento humano. La esencia y los rasgos fundamentales de la subversión revolucionaria que Marx y Engels llevaron a cabo en la filosofía, consisten en la creación de la concepción científica proletaria del mundo, en la propagación del materialismo a la interpretación de la historia de la sociedad, en la fundamentación materialista del papel de la práctica social, en la realización de la unidad de la teoría y la práctica, en la unidad orgánica y elaboración creadora del materialismo y la dialéctica, que se expresaba en la creación de la dialéctica materialista.

"La aplicación de la dialéctica materialista a la elaboración de toda la economía política con la fundamentación de la misma, a la historia, a las ciencias de la naturaleza, a la filosofía, a la política y también a la clase obrera: eso es lo que interesa más que nada a Marx y Engels, eso es lo más esencial y más nuevo que aportan, en ello consiste el paso adelante que dieron en la historia del pensamiento revolucionario." (V. I. Lenin. Obras, 4ª ed., t. 19, pág. 503.)

Una grandiosa conquista del pensamiento humano es la elaboración del materialismo histórico, a la luz del cual únicamente era posible la comprensión científica del papel de la práctica social en el conocimiento. La introducción del criterio de la práctica en la teoría del conocimiento sólo podía ser llevada a cabo dando una explicación científica a las premisas iniciales, a las condiciones objetivas fundamentales de la historia humana. Marx y Engels señalaron que los hombres empiezan la historia no con la relación teórica hacia la realidad, sino con la acción práctica sobre ésta; por consiguiente, la actividad teórica se deriva de la práctica. Convertida en punto de partida de la interpretación materialista de la historia, la práctica social se hizo punto de arranque de la teoría del conocimiento. Al revelar el papel de la práctica social en la formación del conocimiento, el marxismo profundizó...................... 

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