Las páginas que siguen no pretenden sentar cátedra sobre el futuro del capitalismo sino sólo enumerar algunas de las hipótesis que se barajan al respecto por personas con una formación teórica y perspectiva histórica superior a la mía. Lo que aquí se quiere es únicamente es ofrecer una forma de ver la situación actual y sus tendencias a partir de las ideas que Giovanni Arrighi ha expuesto en su libro. En este sentido, se trata claramente de seguir en la medida de lo posible el sendero marcado por otro, con las facilidades y ventajas que eso permite. La rapidez con la que ha sido redactado me ha obligado a abusar de las citas largas en vez de una exposición resumida de su contenido.

Además de esta razón, hay otra que se expone al final cuando se intenta explicar porqué los abertzales tenemos unas prioridades que para muchos pueden ser incomprensibles y para otros incluso "fundamentalistas" e irracionales. De todo hemos oídos, y cosas peores escucharemos.

Por último, en cuanto comunista e independentista, las ideas que se exponen buscan ayudar a desvelar los mantos de falsedad que hacen que veamos las cosas invertidas y en negativo. Y aunque la simple visión y la teoría simple no cambian el mundo, sí ayudan a que las ideas se vuelvan fuerzas materiales cuando crecen en la conciencia de las masas oprimidas. Nada más que eso, y desde luego muchas gracias a G. Arrighi por haberme provocado y facilitado las reflexiones aquí expuestas.

 

1.— SOBRE SU OPORTUNIDAD

 

Vivimos  —¿o mejor decir malvivimos?— bajo una impresionante avalancha ideológica destinada a borrar no sólo las objetivas contradicciones sociales que azotan a la humanidad, sino también a hacernos olvidar el conocimiento crítico y radical que hemos construido las personas explotadas a lo largo de las sucesivas luchas y revoluciones mantenidas contra el capitalismo. Aunque los esfuerzos por imponer la amnesia histórica a las personas oprimidas son permanentes a lo largo del capitalismo, sí es cierto, como demostró Lukács con su brillante crítica del irracionalismo burgués[1], que en determinados momentos esos esfuerzos cobran nuevos bríos bajo el impulso de determinados intelectuales orgánicos de la burguesía. Pues bien, en esas circunstancias son especialmente válidos los textos teóricos que reinstauran la importancia de la historia en general y, ya en particular, la importancia de la dialéctica entre regularidad y variabilidad inherente a todo proceso social de larga duración. Este es el caso del libro de Arrighi.[2]

Siendo más precisos, hay que decir que Arrighi aporta una visión teórica del capitalismo especialmente necesaria en estos años de olvido provocado de la historia. ¿A qué nos referimos? Uno de los objetivos ideológicos y propagandísticos del neoliberalismo de mediados de los ochenta del siglo XX era el de destrozar la herencia teórica revolucionaria que por sus posicionamientos críticos y desmitificadores hacia el estalinismo, podía suponer un riesgo para el capital por cuanto aparecía en esa época como el corpus teórico más sólidos y menos afectado por la degeneración estalinista. La intelectualidad burguesa quería no sólo acabar con la ya desprestigiada "doctrina marxista-leninista" fabricada por la burocracia rusa, sino sobre todo, por su peligro cierto, con las diversas corrientes teóricas no estalinistas que aparecían como las únicas capaces de responder a las preguntas sobre qué estaba pasando a finales de los ochenta. Pero, además de esta razón obvia, también debemos considerar el desconcierto propio de la intelectualidad orgánica, incapaz de racionalizar desde su idealismo reaccionario la agudización de las contradicciones de todo tipo a pesar del triunfalismo oficial del llamado "Nuevo Orden Internacional". Así se comprende que insufribles bodrios ideológicos como los de F. Fukuyama sobre el fin de la historia y los de S. Huntington sobre el choque de civilizaciones, hayan sido tan publicitados a comienzos de los noventa por la industria propagandístico-cultural burguesa, como denuncia Michael Savas.[3]

Posteriormente, conforme los hechos negaban esas estupideces propagandísticas, la maquinaria intelectual dominante popularizó al máximo el concepto de goma de "globalización", hinchándolo al máximo para meter en él todas las excusas, tópicos y mentiras necesarias para justificar el endurecimiento de las agresiones del Capital al Trabajo. La palabra "globalización" se utilizó y se utiliza para cualquier cosa y también aquí el libro de Arrighi ayuda a poner las cosas en su sitio.

Tampoco viene mal insistir en que mucho antes de esa moda, desde el marxismo se emplease críticamente el globalismo como denuncia de los efectos perversos del Capital. Por ejemplo, Robin Blackburn.[4] Este breve recuerdo de lo que es una seña identitaria de la crítica marxista del modo de producción capitalista nos permite comprender la facilidad con la que la izquierda ha deshinchado ese globo desde una perspectiva totalizante y sin que falten las concreciones nacionales, en especial y por lo que nos interesa, la euskalduna.[5] Sin que haya desaparecido o debilitado el uso de ese tópico, pensamos que no es casualidad el que ¿cómo sustituto? se haya ido imponiendo desde mediados de los noventa la supuesta "nueva economía" como concepto que resume una fase desconocida anteriormente.

 

1.1.— El mito de la Nueva Economía

Sin embargo, y aceptando las limitaciones de un comentario tan breve, basta con investigar superficialmente en la historia de la teoría económica para descubrir que ya en 1962 S. B. Clough defendió la existencia de una "Nueva Economía" ni más ni menos que en el período 1875-1914. Pero, al margen de la historia, la intelectualidad orgánica se entretiene divagando sobre todo lo "nuevo", mezclándolo con la globalización, diferenciándolo o incluso negándolo.[6] La supuesta nueva economía sostiene que el desarrollo tecnológico y en especial el Internet, el más detallado conocimiento de las preferencias del cliente y las posibilidades abiertas por la producción flexible y la fácil financiación, todo ello del mercado global, permite y explica el intenso y extenso crecimiento económico mantenido sobre todo por EEUU en los últimos años. No es este el sitio para entrar a una crítica de la "nueva economía", basada entre otras cosas en una brutal explotación de la fuerza de trabajo social y en la dominación del Tercer Mundo para abaratar al máximo las materias primas y los recursos energéticos.

De esta forma, cuando leemos en la prensa que instituciones imperialistas tan poderosas como la OCDE y el G-7 aseguran que el capitalismo está entrando en una nueva fase expansiva de dos décadas,[7] comprendemos entonces que no solamente lo hacen desde una perspectiva estrictamente economicista, sino también propagandística en su sentido más clásico. Es decir, de un lado, se nos promete de nuevo, por enésima vez, la futura llegada del definitivo y eterno "reino del dinero" y, de otro lado, se nos dice que ello confirma la muerte definitiva del socialismo y especialmente del marxismo, que ha fracasado en sus "profecías catastrofistas". En realidad, cuando la crisis azotaba duramente al capitalismo y la intelectualidad burguesa no sabía qué decir, autores marxistas advirtieron que se trataba de una crisis de onda larga y que en la década de los noventa podría iniciarse una onda larga expansiva.[8] No hace falta decir que, de nuevo, el libro de Arrighi viene de perlas para criticar esa cuestión porque, como veremos, su último capítulo estudia las diversas alternativas del capitalismo cara a su futuro. En este sentido, la "nueva economía", no es sólo un intento de embellecer un futuro en sí mismo terrible para la inmensa mayoría de la humanidad, sino también un esfuerzo por mantener siquiera en el plano ideológico la superioridad del "modelo" norteamericano sobre el europeo. No hace mucho, se aseguraba en la llamada "prensa especializada" que el crecimiento económico europeo será "a la americana".[9] De este modo, se va introduciendo en la gente común y corriente la creencia de que el futuro "es norteamericano" o al menos está impuesto por "el modelo de vida yanqui", aunque malvivamos en Europa.

 

1.2.— Un texto oportuno

Por tanto, el libro de Arrighi aparece a escena en un momento crítico de la lucha entre el pensamiento emancipador y el aparato intelectual del poder, lanzado éste último a buscar señuelos e imágenes ilusorias que oculten la amarga realidad. Por poner un ejemplo, cuando sabemos por un estudio oficial del Eustat, es decir, con las limitaciones, trampas y vacíos que reducen y simplifican "oficialmente" la gravedad real del problema, que el 16,2% de las familias de las CAV padecen una situación económica objetiva mala y que el 28,3% padece una situación económica subjetiva mala y, por no extendernos, cuando sabemos por estudios rigurosos de Justo de la Cueva y Nekane Jurado,[10] que son las mujeres, las personas mayores y los jóvenes los más afectados, en este contexto de empobrecimiento y precarización, la propaganda de las excelencias de la "nueva economía" y de la promesa de un próximo crecimiento económico sostenido durante nada menos que veinte años adormece y paraliza a las clases trabajadoras. Sin embargo, saber que el capitalismo no es como nos dicen que es, sino una cosa sanguinaria y terrible que reitera durante quinientos años sus contradicciones y características esenciales, saberlo así es decisivo para luchar contra la injusticia.

Profundizando en esta cuestión, el libro de Arrighi nos sirve para preguntarnos sobre las condiciones futuras en las que los y las vascas deberemos afrontar la construcción de una sociedad independiente y socialista. Es decir, ¿en qué contexto de larga duración? ¿En el de una crisis sin alternativa de recuperación del capitalismo europeo, relegado a tercer lugar en la jerarquía interimperialista tras el poder de EEUU y Japón-Asia, o tras el poder de Japón-Asia y EEUU? ¿O en el de un capitalismo acogotado por tremendas convulsiones y crisis? Es decir, este libro de Arrighi, como el reciente de J. L. Gombeaud y M. Décaillot,[11] el de Eric Hobsbaw,[12] o el algo más "viejo" de I. Wallerstein,[13] así como otros que sería largo citar, nos plantean, como mínimo, tres interrogantes decisivas: ¿estamos ante una reactualización del debate histórico sobre el "derrumbe" del capitalismo, pero con matices muy precisos con respecto a otros debates anteriores? ¿Qué importancia práctica tiene para Euskal Herria este debate? Y, ¿cómo se materializa concretamente esa importancia en estos tiempos que corren?

 

2.— SOBRE EL CONTENIDO

 

Frente y contra tanta novedad espúrea, que se ampara en la pomposidad de las frases, Arrighi expone una visión del capitalismo caracterizada por el uso de la dialéctica entre la identidad genético-estructural y la variabilidad histórico— genética, utilizando por nuestra parte las imprescindibles aportaciones metodológicas de Zeleny.[14] El empleo de las posibilidades teóricas que contiene la caja de herramientas intelectuales que es la dialéctica, le permite a Arrighi demostrar que la actual explosión financiera, la famosa "burbuja", no es algo desconocido y sorprendente por su novedad sino que, en realidad, es una característica recurrente del capitalismo histórico desde su aparición en el norte de Italia, en Florencia, Venecia y Génova. El autor sostiene que el capitalismo pasa por fases sistémicas de acumulación y que uno de los síntomas de que se acerca el tránsito de una fase a otra es la importancia que adquiere la esfera financiera sobre las restantes, la productiva en especial, al absorber los capitales excedentarios que no se invierten en la producción por la baja tasa de beneficio existente en la esfera productiva. En estos procesos son muy importantes las decisiones de los aparatos burocráticos que se centralizan en el Estado y en otras instituciones, de modo que se establece una ágil dialéctica entre lo endógenamente económico y lo exógenamente político, administrativo, militar, cultural, etc., A lo largo de los cambios sistémicos en la acumulación, se puede observar una especie de péndulo o de vaivén causado por las pugnas entre los poderes ascendentes y los descendentes y que se produce dentro de los espacios al alza  —norte de Italia, Holanda, Gran Bretaña y EEUU— como fuera de estos, es decir, en los circundantes afectados por la expansión o decadencia de los citados.

 

2.1.— Ruptura conceptual

Esta tesis no surge de la nada teórica sino que es el resultado de una prolongada lectura, resumen y síntesis de una línea de investigación muy antigua. La importancia de la burguesía comercial y financiera del norte de Italia era conocida con mucha antelación. Interesa detenernos un segundo en rastrear la evolución del problema financiero porque, de un lado, demuestra la superficialidad de las actuales modas ideológicas, como hemos dicho, y de otro, confirma la aportación específica de Arrighi. Así, ya en 1926, por poner una fecha, Henri See[15] reconocía como tantos otros antes su papel, pero no profundiza en las repeticiones significativas entre otras razones porque no se habían publicado aún investigaciones decisivas aunque cita a Pirenne y Marc Bloch y porque, además, su conocimiento del materialismo histórico es bastante pobre. Tampoco lo hace R.

  1. Heilbroner[16] pese a que estudia la sociedad desde una perspectiva más general como es la de la historia de la "economía de mercado" y pese a que la importante obra de Braudel, "El Mediterráneo..." estaba publicada en 1949,13 años antes de la primera edición de su libro, pero su conservadurismo "democraticista" le imposibilita cualquier crítica radical del sistema que analiza. Sin embargo, El citado S. B. Clough[17] sí adelanta ideas importantes sobre la función del capital financiero a lo largo del capitalismo, aunque no puede profundizar porque ni Braudel, ni Wallerstein, ni Wolf, ni Mandel... habían publicado sus aportaciones tan fundamentales que por conocidas no citamos. Además, en esa época, apenas se había avanzado en el debate colectivo sobre la transición del feudalismo al capitalismo, y en el no menos decisivo papel de las revoluciones industriales en su seno, que pegaron un salto en la década de los setenta y a lo largo de los ochenta.[18] De todos modos, concluyendo, para estos años disponíamos de textos sobre la historia capitalista de la valía de los de Beaud y Maddison.[19]

Arrighi, estudiando a muchos autores de imposible reseña aquí, supera ampliamente esa de corriente de investigación desde una visión metodológica totalizante que se echaba en falta en esos autores. No hace falta resaltar los lazos que le unen a la corriente del sistema-mundo, con sus aciertos claros, pero también con las limitaciones que algunos autores le achacan, como veremos más adelante, La idea de que el capitalismo tiene regularidades internas, que no evoluciona fortuita ni azarosamente sino que responde a una lógica genético— estructural, asegura la sustentación teórica. Arrighi dice que: "La fórmula general del capital acuñada por Marx (DMD') puede interpretarse, por consiguiente, como la descripción no únicamente de la lógica de las inversiones de los capitalistas individuales, sino también como la pauta de comportamiento recurrente de capitalismo histórico como sistema-mundo. El aspecto central de la mencionada pauta radica en la alternancia de épocas de expansión material (fases DM de acumulación de capital) con fases de renacimiento y expansión financieros (fases MD'). En las fases de expansión material, el capital-dinero "pone en movimiento" una creciente masa de mercancías (incluidas la fuerza de trabajo mercantilizada y los recursos naturales), y en las fases de expansión financiera, una creciente masa de capital-dinero "se libera" de su forma mercancía, y la acumulación se realiza mediante procedimientos financieros. En su conjunto, las dos épocas o fases constituyen 'un ciclo sistémico de acumulación' completo (DMD')".[20]

El tránsito de DM a MD', o sea, de capital inicial gastado en forma de mercancía y luego, tras vender esa mercancía, su transformación en más capital, en beneficio en definitiva, ni es lineal ni mecánico, es decir, no responde exclusivamente a las fuerzas ciegas de las contradicciones endógenas de la economía capitalista, sino que responde a una ágil, compleja y vibrante dialéctica de muchos factores. Como se constata estudiando el debate marxista general sobre del desarrollo desigual y combinado y, más en concreto, sobre las ondas largas esa dialéctica explica el conjunto de factores que fuerzan el tránsito de DM a MD'. Arrighi nos da múltiples ejemplos a lo largo de su libro, pero el que más nos interesa, por su actualidad, es el de la crisis global actual, que comenzó con el agotamiento del régimen estadounidense iniciado entre 1968 y 1973 a partir de la interrelación de tres subcrisis específicas, como eran la del sistema financiero, la del ejército y la de la ideología burguesa.

Tomaba así forma, continente, un proceso subterráneo de descomposición que era el contenido de la crisis y que Arrighi explica así: "La crisis-señal del régimen de acumulación estadounidense de finales de la década de 1960 y principios de la de 1970 se debió primordialmente, sin duda, a una sobreabundancia de capital que deseaba ser invertido en mercancías, y no al fracaso de los gobiernos, y no al fracaso de los gobiernos nacionales, en particular del gobierno estadounidense, para compensar la escasez de inversión privada con su propio gasto".[21] Desde entonces a ahora, las extremas dificultades que encuentra la burguesía mundial para invertir los capitales excedentarios en industrias rentables productoras de mercancías, esta dificultad, es, en síntesis, la que explica la burbuja financiera, la llamada "economía de casino", o, en palabras de S. Strange, el "dinero loco" que consigue que: "Todas las actividades de la economía real (la industria, los servicios vinculados al ocio, el turismo, el transporte, la minería, la agricultura y la distribución) bailan al compás marcado por los mercados financieros". [22]

 

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[1] Georg Lukács. "El asalto a la razón". Instrumentos 8, Edic.. Grijalbo 1975, especialmente el capítulo VII, págs. 538-618, en el que critica el darwinismo social, el racismo y el fascismo, por, entre otras cosas, su obsesión en anular la historia.


[2] Giovanni Arrighi: "El largo siglo XX". Akal Ediciones, Madrid 1999

[3] Michael Savas: "Globalización y Socialismo". Revista "En Defensa del Marxismo", n° 18, Octubre 1997. Buenos Aires, Argentina.

[4] Robin Blackburn: "La economía capitalista se desarrolla sobre una base global; así, sólo con el capitalismo se originó una economía mundial; además, mediatiza la producción y las relaciones de intercambio de un modo altamente abstracto. La ley del valor, el mercado, la tasa de ganancia y todos los mecanismos económicos operan de un modo opaco y misterioso. Se pone en contacto a vastas poblaciones, pero sólo a través de mecanismos complejos e indirectos. La característica fundamental de las relaciones económicas existentes está parcialmente encubierta por una ideología que insiste en unas pocas y simples relaciones directas: entre el trabajador y el amo, entre el comprador y el vendedor, entre un grupo de obreros y otro que compite con él, etc. Pero, en cada caso, la verdad acerca de tales relaciones tan sólo puede ser desenmascarada aludiendo al contexto económico global". En "La teoría marxista de la revolución proletaria". Ediciones Rojas, n° 47, Barcelona, enero de 1978, pág. 18.

[5] Antxon Mendizabal: "La globalización. Perspectiva desde Euskal Herria". Hiru Argitaletxea. Hondarribia 1998. James Petras: "Informe y escritos". Hiru Argitaletxea. Hondarribia 1999. Nekane Jurado: "Globalización económica y Euskal Herria". Herria Eginez n° 76, Donostia, febrero 2000. Págs. 29-34.

[6] Shepard B. Clough: "La evolución económica de la civilización occidental". Ediciones Omega, Barcelona 1970, especialmente capítulo XVII, págs. 404-436. Joaquín Estefanía: "La nueva economía. La Globalización". Temas de Debate. Madrid 1996. John Browning et alii: "Claves de la nueva economía". APD. 2000; Bernard Wysocki: "Dos economías en pugna dentro de EEUU", en "Cinco Días" del 11-I-2000 y, por no extendernos, Joaquim Muns: "¿Existe una nueva economía?", Diario La Vanguardia. 6-III-2000.

[7] Para el informe de la OCDE, véase a Joaquin Estefanía: "La economía mundial crecerá hasta el 2020", en El País del 2-I-2000, y para el informe del G-7, véase El País del 23-I-2000.

[8] Samir Amin: "La crisis mundial de los 80". En "Monthly Review", , Editorial Revolución, Madrid, mayo-1983, págs: 35-48.Ernest Mandel: "Teoría marxista de las crisis económicas". Revista "Inprecor"nº 42, Madrid, marzo-abril 1985. Págs. 4-9.

[9] Ignacio Cembrero: "Europa crecerá "a la americana". La OCDE cree que la expansión de EEUU se traslada a parte del Viejo Continente". El País. 5-III-2000.


[10]  Gara-Ekonomia, 2000 otsaila, 22 asteartea; Justo de la Cueva Alonso: "Comunismo o Caos: La depauperación absoluta de la juventud vasca". Basque Red Net. Txabi Etxebarrieta Taldea, marzo de 1998, y Nekane Jurado: "Diagnóstico socioeconómico de la desigualdad social. Bases para una alternativa". En "Soberanía económica y política: el caso vasco". AA.VV. Ipes, n°26. Bilbo, diciembre-1999.

[11] Jean-Louis Gombeaud y Maurice Décaillot: "El Regreso de la Gran Depresión" El Viejo Topo, 2000.


[12] Eric Hobsbawm: "Entrevista sobre el siglo XXI", Crítica, Barcelona 2000.


[13] Immanuel Wallerstein: "El futuro de la civilización capitalista", Icaria, Barcelona 1997.

[14] Jindrich Zeleny: "La estructura lógica de "El Capital" de Marx". Edicciones Grijalbo. Barcelona 1974.


[15] Henri See: "Orígenes del capitalismo moderno". Fondo de Cultura Económica, Mexico, 1972,.

[16] Robert L. Heilbroner: "La formación de la sociedad económica". Fondo de Cultura Económica. México 1972, primera edición en inglés en 1962.


[17] Shepard B. Clough, ops. Citada, páginas 122-135 y 204-230.


[18] Pierre Vilar et alii: "Estudios sobre el nacimiento y desarrollo de capitalismo". Editorial Ayuso. Madrid 1971. Tom Kemp: "La Revolución Industrial en la Europa del siglo XIX" Martínez Roca, Barcelona, primera edición en inglés en 1969. D. S. Landes et alii: "La Revolución Industrial". Editorial Critica, Barcelona 1988. Manuel Cazadero: "Las revoluciones industriales". Fondo de Cultura Económica, Mexico 1995.

[19] Michel Beaud: "Historia del capitalismo. De 1500 a nuestros días". Editorial Ariel. Barcelona 1986, y Angus Maddison: "Historia del desarrollo capitalista. Sus fuerzas dinámicas. Una visión comparada a largo plazo". Editorial Ariel. Barcelona 1991.

[20] G. Arrighi: ops. citada . Páginas 18-19.
6

[21] Arrighi, ops. citada, págs. 360-390.


[22]  Susan Strange: "Dinero Loco. El descontrol del sistema financiero global". Paidós. Barcelona 1999. Página 208.