(Resolución de la Conferencia Regional Vasco-Navarra)
La situación política y nuestras tareas
La Conferencia Regional celebrada por la Federación Vasco-Navarra del Partido Comunista, después de hecho el examen de la situación política, a través de los informes y de toda la discusión, constata que los últimos acontecimientos desarrollados en el plano internacional, tales como la iniciación de guerras imperialistas, la acentuación de la guerra económica por parte de los países imperialistas contra la Unión Soviética y la preparación febril de la intervención armada en el país de los Soviets, al mismo tiempo que se agotan las formas “democráticas” de gobierno y se van instaurando dictaduras abiertamente fascistas en una serie de países capitalistas para mejor estrangular el movimiento revolucionario, demuestra de una manera clara, al mismo tiempo que confirma, la caracterización hecha y las perspectivas señaladas por el XII Pleno de C. E. de la I. C. y apreciadas con justicia por el B. P. Del Comité Central de nuestro Partido en la Resolución publicada en el mes de febrero respecto a la agudización de la crisis del capitalismo y al desarrollo creciente del movimiento revolucionario internacional, y, en primer lugar de la construcción victoriosa del socialismo en la U. R. S. S., que evidencia el fin de la estabilización relativa del capitalismo y por consecuencia, la iniciación de un nuevo cielo de revoluciones y guerras.
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Como España es uno de los eslabones más débiles de la cadena del capitalismo imperialista internacional, los efectos de la crisis general del capitalismo tienen en nuestro país una repercusión grave, que se manifiesta por la reducción constante de la producción en los diferentes sectores de la industria y en el campo, por la pérdida de mercados exteriores, etc., lanzando a millares y millares de trabajadores al paro, al hambre y a la miseria. Esta situación se agrava aún más por el déficit creciente en el presupuesto del Estado, por la elevación de los presupuestos de guerra y del aparato de represión que hacen contraer al gobierno nuevos empréstitos y préstamos usuarios que gravan terriblemente los intereses de las masas trabajadoras, empeorando sus y miserables condiciones de vida, y que hace que España se sitúe de más en más en una mayor dependencia económica y política de los diferentes imperialismos formando parte integrante del bloque antisoviético y de toda la política capaz de opresión nacional y colonial.
Todos los problemas que la revolución planteaba antes de la instauración de la república, en interés de las masas obreras y campesinas, se hallan sin resolver. El gobierno de la burguesía y de los terratenientes, centro y eje de la contrarrevolución, desde su aupamiento al poder realiza una política reaccionaria buscando una ampliación del bosque burgués-agrario con nuevas fuerzas y reformando el aparato de represión para mejor aplastar la revolución.
Los dos años de república burguesa se caracterizan por una cadena sin fin de asesinatos, masacres y encarcelamientos en masa de obreros y campesinos, por la supresión de todas las libertades democráticas, etc., etc., que como consecuencia de la incapacidad y la imposibilidad de dar solución a la aguda crisis que atravesamos, a la situación de paro, hambre y miseria por parte del gobierno republicano-socialista, hace que estas masas desarrollen impetuosamente el movimiento revolucionario. Los obreros de las ciudades y del campo, así como los pequeños campesinos, realizan acciones de heroísmo revolucionario, impulsando hacia delante la revolución agraria, luchando por la liberación nacional y social de las nacionalidades oprimidas, por el subsidio al paro, mejoramiento de las condiciones de vida, por las libertades democráticas y superación de los privilegios de las castas parasitarias; en fin, en lucha por el pan, la tierra y la libertad.
Este desencadenamiento de las fuerzas de la revolución que cada día toma formas más amplias, empuja a la contrarrevolución a concentrar también sus fuerzas para estrangular la revolución ascendente de las masas obreras y campesinas. Y es el gobierno de los republicanos y socialistas, centro y eje de la contrarrevolución, el que después de escamotear todos los problemas de la revolución en beneficio de la burguesía y de los terratenientes, aplica métodos fascistas de gobierno con la aprobación de leyes fascista como la ley de defensa de la República, ley del 8 de abril, ley de oren público, etc., etc., que desbroza y facilita el camino al fascismo, ayudados por la capitulación y traición de los dirigentes fascistizantes del Partido Socialista, de la U. G. T., de la F. A. I., de la C. N. T., de “Solidarios Vascos”, partido Nacionalista, etc., que les apoyan, sirviendo de agentes en el movimiento obrero de los intereses de la contrarrevolución.
Y es ante la gran responsabilidad que nuestro Partido tiene en estos momentos graves para la revolución, en que la solución reaccionaria de la crisis presupone el establecimiento del fascismo asesino, cuando debemos abordar la gran tarea de la preparación política y orgánica de las masas revolucionarias para la toma del poder, dando la solución del Gobierno Obrero y Campesino.
Nuestra región en uno de los puntos decisivos en el desarrollo de la revolución:
1º Por constituir una nacionalidad oprimida por el gobierno imperialista de la burguesía y terratenientes e Madrid, que aliados con la burguesía y terratenientes de Euskadi explotan doblemente a las masas trabajadoras de esta nacionalidad, haciéndola sufrir todas las cargas y gravámenes que la política rapaz e imperialista del Gobierno de Madrid impone con su opresión contra los intereses de los obreros y campesinos y de la pequeña burguesía.
2º por su importancia industrial, pues existe una gran masa de obreros y es aquí precisamente donde el capitalismo tiene un gran desarrollo y donde la crisis se refleja con una mayor agudez, causando el paro grandes estragos en las condiciones de vida de los trabajadores. La mayoría de las fábricas y empresas importantes de la industria minera, siderurgia y metalúrgica (particularmente en Vizcaya) trabajan semanas de tres y cuatro días con una racionalización intensa —como forma de reducción del salario— y con un régimen de explotación agotadora. La exportación disminuye constantemente, habiéndose reducido en grandes proporciones el comercio y el transporte marítimo, por el cual se hallan un gran número de barcos sin fletes amarrados y los puertos semiparalizados. La construcción, reducida casi en su totalidad, así como el trabajo de desmontes, carreteras, etcétera, lo que hace que exista un nuestra región más de la mitad de la clase obrera en paro, total y parcial, sin percibir el menor subsidio por parte del gobierno centralista de Madrid, que oprime y expolia a las masas laboriosas de Euskadi, ni por parte de sus agentes los órganos del Poder en nuestra región, como son Diputaciones, Ayuntamientos, etc., y con un empobrecimiento de las masas campesinas que ven reducidos sus ingresos y están atenazados por la enorme carga de impuestos y contribuciones.
No obstante, estas condiciones objetivas favorables que son un gran factor para la revolución en marcha, nuestro Partido se encuentra en un gran retraso en el enrolamiento de las grandes masas al movimiento revolucionario. La Conferencia constata que una de las mayores debilidades de nuestro Partido que ha contribuido a esta situación, es nuestro deficiente (casi nulo) trabajo en la cuestión nacional, producto de la incomprensión que la mayoría de los militantes tienen acerca de este problema tan fundamental. La falta de un estudio de la situación de la región y de las condiciones de vida de los obreros y campesinos de Euskadi, ha hecho que nuestro Partido no se ligara a las masas para la lucha por unas consignas y reivindicaciones que le hiciera el campeón en la lucha diaria por la liberación revolucionaria de Euskadi. La falta de un buen sentido de organización ha influido también en nuestra insuficiente ligazón con las masas, consecuencia de nuestros métodos espontáneos que caracterizan la falta de consecuencia en todo nuestro trabajo.
Por esto, nuestro trabajo ha de ser encaminado a la conquista de la mayoría de la clase obrera.
La Conferencia señala las siguientes principales tareas a realizar:
1ª La necesidad de establecer contacto y ligarnos a las amplias masas trabajadoras, penetrando en todas las empresas y lugares de trabajo, creando los órganos celulares del Partido que constituyan el nervio e preparación de los puntos de apoyo para el desarrollo de la revolución; los comités de fábrica y de empresa y los comités de campesino. Constitución, así mismo, de los comités de parados en todas las barriadas, estableciendo contacto estrecho con los organismos de las empresas etcétera, para enlazar las consignas y reivindicaciones de los obreros parados con los que trabajan.
2ª La realización del aislamiento por parte de las masas, de los jefes de la U. G. T., P. S., C. N. T., F. A. I., Solidarios Vascos, P. P. V., A. N. V. y demás partidos pequeño-burgueses, y su incorporación al movimiento revolucionario mediante la creación de fracciones comunistas y de fuertes grupos de oposición que desenmascaren la labor nefasta que vienen llevando a cabo en contra de sus intereses de clase y de la revolución, y, por la aplicación de nuestras consignas, orientarles en la línea revolucionaria.
En este aspecto de ganar a las masas y aislar de ellas a los jefes traidores, debemos prestar una mayor atención que hasta ahora a las masas que integran las organizaciones vascas, y que se encuentran dirigidas por la reacción. Es por esto que teniendo en cuenta el planteamiento del problema nacional en nuestra región, el Partido debe examinar cómo deber trabajar en relación con la lucha por la liberación nacional y social de Euskadi y cómo hemos de ligarnos a las masas obreras y campesinas del país, en la conquista de la mayoría de la clase obrera, desenmascarando a los dirigentes del movimiento nacionalista, la política reaccionaria y chauvinista de su dirección.
La Conferencia señala el deber de nuestro Partido frente al movimiento popular de las masas nacionalistas vascas, de encauzar dicho movimiento, ligándolo estrechamente al resto del proletariado y campesinado español, siguiendo la línea política de la I. C. . y de nuestro Partido, sin caer en el “izquierdismo” del grupo traidor expulsado, ya que en el fondo de ese “izquierdismo” aparecía el oportunismo de derecha más podrido, al considerar el derecho de autodeterminación de las nacionalidades vasca, catalana y gallega y de Marruecos sólo a los obreros, campesinos, marinos y soldados, “olvidando” el carácter popular del movimiento, en el que participan grandes capas de la pequeña burguesía, empleados etc., etc., a los cuales hemos de ganar en este caso como aliados inmediatos para el desarrollo del movimiento popular, apartándolos de la dirección de la gran burguesía reaccionaria que sigue la política de conveniencia a los intereses del gobierno contrarrevolucionario imperialista de España.
Reconociendo el fondo revolucionario del movimiento popular en Euskadi.
Caracterizando la situación del campesino vasco, explotado por los grandes banqueros dueños de pueblos enteros (caseríos), señalando la vida de penuria de los pequeños propietarios de caseríos, de los medieros en Navarra, etc., como susceptibles de formar en el frente revolucionario de lucha.
Caracterizando a la vez el significado imperialista del concierto económico, que, superficialmente los dirigentes del movimiento nacionalista lo han explotado como una administración económica independiente del Estado central, siendo en el fondo una doble carga para los obreros, aldeanos, pequeños comerciantes, etc., ya que las Diputaciones vascas cargan impuestos sobre todos los medios de vida de esas capas por medio de arbitrios municipales y de Diputaciones, contribución por los ganados y pequeñas rentas, por las hortalizas y demás artículos elementales de primera necesidad, y que, en fin, va contra los intereses de las masas laboriosas.
3ª De aquí la necesidad de explicar a las amplias masas claramente, para fijar bien conscientemente en ellas el objetivo revolucionario común, el hecho (todavía hoy no comprendido suficientemente) de que todas la huelgas, manifestaciones y demás formas de lucha que ligadas al desarrollo de la revolución se llevan a cabo en la lucha por la liberación nacional y social, chocan contra el poder del Estado republicano-socialista imperialista de España.
Es preciso ligar todas las reivindicaciones, las consignas, que encarnan la liberación revolucionaria de Euskadi, planteando la necesidad de la autodeterminación hasta la separación del Estado central, la lucha contra la opresión imperialista y las fuerzas del poder central (guardia civil, de asalto, seguridad, etcétera), la lucha contra los impuestos y por la supresión de toda clase de arbitrios municipales para todos aquellos productos de caseríos que hoy satisfacen impuestos en las capitales vacas; por la supresión e la contribución sobre propiedades rústicas par aquellos caseríos de pequeños propietarios; por la entrega de las tierras arrendadas y los caseríos para los aldeanos que la trabajan.
4ª La formación y organización práctica del Frente Antifascista. Por la realización de amplias asambleas de masas que hagan descansar en la formación de las milicias antifascistas y campesinas constituidas para defensa y apoyo en la lucha por la plataforma revolucionaria contra el fascismo.
5ª La iniciación de toda una amplia lucha contra los despidos, por el aumento de los salarios y demás reivindicaciones inmediatas, así como contra las medidas y leyes fascistas, contra la represión y por la liberación de todos los presos revolucionarios, libertad sindical, etc., y otras reivindicaciones políticas como forma práctica de lucha contra el fascismo y la guerra.
6ª Es preciso que nuestro Partido se lance decididamente a la organización de los parados. Nuestro Partido no ha sabido ligarse a los obreros parados en la región, particularmente en Vizcaya, donde existen cerca de 20.000 desocupados, los cuales se hallan sin ninguna clase de subsidio y sin que por nuestra parte hayamos realizado grandes esfuerzos para llevarlos a la lucha por sus reivindicaciones propias, uniéndolos en esta lucha a los obreros que trabajan para elevar el nivel de ellas a un plano superior. Todo esto es producto de nuestra pésima organización que no tiene constituidas sus fracciones para el complimiento de las tareas que todo militante de nuestro Partido está obligado a realizar.
7ª Estas grandes debilidades del Partido en Euskadi son consecuencias lógica del sectarismo que todavía existe en nuestras filas; sectarismo dentro del Comité regional hasta la base de nuestro Pardito, que origina un mal funcionamiento de todo nuestro organismo que no se ha planteado de una forma seria y bolchevique el trabajo de transformar (y de crear) nuestras células de barriadas en células de empresa, hallándonos en situación de tener estructurado nuestro Partido con el 70% de células de barriada, lo que impide en gran parte el ligarnos a los obreros en los mismos lugares de trabajo.
8ª Por la popularización amplia y concreta de los órganos superiores de lucha para la toma del Poder, como son lo Soviets. Explicación clara del papel, tareas y carácter de estos Consejos de obreros, campesinos y soldados de estos órganos que expresan la voluntad única y una sola organización de masas para la actuación revolucionaria de los obreros y campesinos en la lucha directa por el derrocamiento del régimen de la burguesía y los terratenientes.
Es preciso que para la realización de este trabajo fundamental, comprendamos de una manera clara la necesidad de tener una buena organización que pued abarcar cuantos conflictos se presenten, controlando dichos movimientos, dándoles la orientación revolucionaria que vaya elevando el carácter de estas luchas hasta la preparación política y orgánica para la toma del Poder, para la instauración del Gobierno Obrero y Campesino.
En este sentido se ha notado la ausencia de nuestro Partido, no sólo de muchas de las luchas libradas, sino también en la preparación y realización de otras más (dada la situación de hambre y miseria en que se vive y la represión tan feroz por que atraviesa el país), lo que caracteriza su desligamiento con las masas obreras y campesinas de Euskadi, producto del poco y mal trabajo realizado en el sentido de penetración en las grandes empresas (para la constitución de células) y el poco trabajo por las ya constituidas en la popularización de una de nuestra principales consignas (comités de fábrica y de campesinos) para la constitución de un amplio frente único capaz de enrolar en él a todos los obreros y campesinos de nuestro país, en la conquista de todas su reivindicaciones y por el desarrollo de la revolución creando e esta respecto y fortaleciendo en su marcha los puntos d apoyo que bajo la dirección de nuestro Partido preparen y organicen las luchas por el triunfo de la revolución.
Conferencia Regional Vasco-Navarra
FCVN
euskadi roja
ORGANO en EUSKADI del PARTIDO COMUNISTA (S.E. de I.C.) PORTAVOZ de los SINDICATOS REVOLUCIONARIOS
Año I, San Sebastián, 23 Septiembre 1933 nº 27
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