Entre las diferentes tendencias que se perfilan en el campo nacionalista vasco, de algunas de las cuales ya nos hemos ocupado anteriormente, existe una que viene rumoreándose de modo insistente en estos últimos tiempos y que habla de la formación de un nuevo partido “izquierdista” que recoja el descontento careciente de las masa nacionalistas a la política claudicante y contrarrevolucionaria de los dirigentes del Partido Nacionalista Vasco, Acción Nacionalista y Solidarios Vascos, frente al poder imperialista español.
Es precisamente ante esta situación de creciente agudización del movimiento revolucionario de liberación de Euskadi, ligado al enorme desarrollo de la revolución obrera y campesina de España y expresada en nuestra nacionalidad oprimida, en las grandes batallas libradas últimamente contra el poder central imperialista de Lerroux-Gil Robles (huelga general de 48 horas llevada a cabo por todo el pueblo laborioso de Irún, etc., manifestaciones y huelga general de medio día de carácter antifascista en Bilbao), en que las masas radicalizadas, se enrolan en la lucha, bajo la bandera desplegada de su único orientador y guía revolucionario, el Partido Comunista cuando se pretende confundir nuevamente a los trabajadores revolucionarios con la maniobra demagógica de crear un nuevo partido político de matiz “izquierdista” que dice “defender” los intereses de las masas trabajadoras explotadas de Euzkadi.
La política de desenmascaramiento llevada firmemente por nuestro Partido Comunista, a la política de colaboración y traición mantenida por los agentes de la contrarrevolución española y vasca dentro del movimiento nacionalista a la par que una orientación clara y justa, revolucionaria de clase en las luchas encaminadas al desarrollo del movimiento de liberación de Euzkadi y de ayuda a los obreros y campesinos de España en la lucha por el Gobierno Obrero y Campesino, ha contribuido enormemente a la diferenciación de las masas que, trata de ser aprovechada por estos nuevos conductores de turno que se dicen “defensores” de todos los trabajadores, pero objetivamente al servicio de la contrarrevolución imperialista.
¿Cuál es el contenido de clase de esta nueva organización que, según dicen en su proyecto podría ser determinado Partido Laborista Vasco?
Examinando su declaración política, se ve a primera vista el claro propósito que persiguen sus orientadores, de introducir el confusionismo en las filas del movimiento nacionalista para desorientarlas en el camino revolucionario emprendido. Destacamos algunos párrafos de dicha declaración poíticia.
Dice así:
“La aspiración fundamental de este partido podrá ser: Liberación total del país vasco dominado por el imperialismo exótico y por el capitalismo indígena y entrega del Gobierno del país a los trabajadores de todas clases, organizados sindicalmente, con el fin de que sean ellos los encargados de encauzar la vida de nuestro pueblo”.
Es decir, que reconocen como justa en principio, nuestra consigna de liberación de Euzkadi, pero cuando nosotros hablamos clara mente a los trabajadores de una liberación nacional y social revolucionaria en lucha franca contra el imperialismo español, única manera de conseguirlo, ellos lo hacen sin señalar el camino y esperando obtenerlo como una gracia del poder central. Continúa:
“Condensado nuestro ideario de esta forma en la que a diferencia de otras agrupaciones nacionalistas, se pide todo el poder para los trabajadores, podría denominarse a nuestra organización Partido Laborista Vasco y en él ingresarían todos los trabajadores que estando disconformes con la orientación conservadora de la política nacionalista que se ha hecho hasta ahora, por que ellos desean un régimen de justicia social, tendrían reparos de ingresar en un partido extremista cuyas ventajas son muy inciertas si no se actúa, a grades jornadas sí, pero con un gran sentido de la responsabilidad.”
Quiere decir que ellos niegan la justeza de la estrategia y táctica revolucionaria de nuestra gloriosa Internacional Comunista, quieren ocultar sus grandes triunfos en la lucha revolucionaria que se desarrolla en todos los países capitalistas y pretenden olvidar la hermosa experiencia histórica de la victoriosa revolución de octubre en Rusia donde más de 186 nacionalidades fueron liberadas del yudo opresor del zarismo, enroladas bajo la bandera del Partido bolchevique ruso, instaurando el poder de los obreros y campesinos que actualmente construye triunfalmente la sociedad socialista sin clases. Quieren decir que, como los trabajadores aún cuando se van radicalizando no tienen todavía una madurez revolucionaria, ellos se encargarán de poner la barrera que impida el acercamiento y la incorporación a nuestro Partido Comunista.
Añade:
“Para conseguir la implantación de este régimen es inútil que el Partido Laborista Vasco haga declaraciones revolucionarias de tipo catastrófico, sin posibilidad política alguna, además dada la insignificancia del territorio vasco y su escaso número de habitantes en relación con los países capitalistas limítrofes, donde los elementos revolucionarios representan todavía una ínfima minoría y aún no se han puesto de acuerdo con la táctica”.
Dice más:
“Sería utópico creer que pudiera hacerse la revolución social en Euzkadi e implantar la dictadura del proletariado, antes de que triunfen en Francia, por ejemplo; pero sería también imperdonable que cuantos tienen la convicción o e deseo de que la revolución social sea más o menos inminente, pero segura, no pusieran de su parte todo lo posible para capacitar a los trabajadores vascos con el fin de ejercer en su día las funciones de gobierno de su país y a preparar también en la mejor manera posible el utillaje nacional indispensable para facilitar la transformación social que se avecina; porque es evidente que, cuanto mejor preparado se encuentre nuestro país al cambio de régimen, menores han de ser las privaciones que se experimenten en el período de transformación social, Las crisis por las que ha pasado y está pasando la U. R. S. S. deben ponerse en guardia y estar prevenidos.”
En estos dos párrafos ya no pueden disimular su esencia contrarrevolucionaria y se desenmascaran como un partido burgués más a pesar de su fraseología seudo-revolucionaria. Porque en estos momentos decisivos qn que se van polarizando las fuerzas de la revolución y contrarrevolución, pretender formar un nuevo partido que niega pueda hacerse la revolución en un país qpor su pequeña importancia, supeditándola a que hagan las demás primero y sustrayendo de sus postulados la lucha revolucionaria por citar, según dicen, “las declaraciones revolucionarias de tipo catastrófico” es francamente hacer el juego a la contrarrevolución, es sencillamente entregar atados de pies y manos al pueblo laborioso y oprimido de Euskadi al imperialismo fascistizante español.
¿Qué contenido revolucionario puede tener un partido que niega capacidad revolucionaria a unas masas que se baten valientemente —como arriba señalamos— contra el poder central de Lerroux—Gil Robles? ¿Qué se puede esperar de un partido que aconseja acallar el hambre espantosa de las masas trabajadoras con una iniciación cultural para capacitarse entre tanto les entreguen el poder en sus manos?
Negar la solidaridad revolucionaria internacional de nuestros hermanos d clase de España y de los demás países capitalistas a nuestra lucha revolucionaria contra el capitalismo nacional o imperialista, decir que hay que evitar las crisis habidas en la U. R. S. S. cuando esto es totalmente falso (pues no podemos confundir las dificultades propias derivadas de cada situación en concreto dada, y del mismo crecimiento, etc., inherentes a toda revolución) previas dentro de la estrategia revolucionaria comunista y querer sentar el principio de “preparar” el utillaje nacional” para luego hacernos con el Poder, es, hablando en nuestro lenguaje de clase, hacer una política contrarrevolucionaria de la peor especie y que bien puede presidirla la liga internacional de lucha contra el comunismo.
Dejamos para más adelante el examen de lo que pudiéramos decir sus plataforma, que tiene un carácter verdaderamente reformista pese a su lenguaje demagógico y que resulta un compendio de teorías sindicalistas, trosquistas, socialdemócratas, etc., formadas en alije y diseminadas a desorientar y confundir la línea revolucionaria tomada por las masas obreras y campesinas de Euskadi enla lucha por su liberación.
Trabajadores de Euskadi, estar alertas de las maniobras que los agentes directos e indirectos del capitalismo vasco-español quieren llevar a cabo, para destrozar el cada vía creciente momento revolucionario.
Camaradas: frente a todos los partidos al servicio de la contrarrevolución imperialista vayamos a la creación del partido comunistas vaso, adherido a la sección española de la Internacional Comunista.
¡Viva la Internacional Comunista!
¡Viva el Partido Comunista de España!
¡Viva el Partido Comunista Vasco!
Sebastián ZAPIRAIN
euskadi roja
ORGANO en EUSKADI del PARTIDO COMUNISTA (S.E. de I.C.) PORTAVOZ de los SINDICATOS REVOLUCIONARIOS
Año II, San Sebastián, 10 Febrero 1934 nº 47
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