Continúa la discusión del Informe presentado por el secretario del C. C. de la I. C., camarada Stalin

 

MOLOTOV ABRERE CONGRESO

Moscú.— En la sala silenciosa se oyen las primeras palabras del discurso inaugural de Molotof. Habla de los designios de los enemigos de la U. R. S. S., y la firme intención de los Soviets de infringir una tremenda lección a los que violaran la paz del trabajo de edificación socialista.

Se oyen de nuevo vivos aplausos que se hacen tempestuosos cuando Molotof declara abierto el Congreso.

 

HABLA KRUCHEF

Tiene la palabra Kruchef, secretario del Comité del Partido de la ciudad de Moscú. Propone, en nombre de muchas delegaciones, elegir un buró de cuarenta y cinco miembros: diecisiete para el secretariado, once para la Comisión de redacción y dieciséis para la Comisión de credenciales.

Kruchef da lectura a las candidaturas propuestas por el Buró.

Cada nombre es acogido con vivos aplausos.

El nombre de Stalin provoca de nuevo una ovación tumultuosa. Después de realizadas las elecciones, los miembros del Buró ocupan sus sitios.

Después, se acepta unánimemente el orden del día siguiente:

 

ORDEN DEL DÍA

Primero. Informe del Comité Central. Ponentes: Stalin; informe de la Comisión de Control Financiero, Vladiniraki; informe de la Comisión Central de Control e Inspección del Control Obrero y Campesino, Rudzutok: informe de la Delegación del Partido en el Comiter, Manuilski.

Segundo. Segundo Plan Quinquenal, Molotof y Kuivichef.

Tercero. Cuestiones de organización  (organización del Partido y los Soviets), Kaganovich.

Cuarto. Elección de los organigramas centrales del Partido.

Molotof preside la sesión. Se aborda el primer punto del orden del día: informe del Comité Central.

Va a hablar Stalin.

 

HABLA STALIN

Todos los congresistas, de pie, saludan al jefe del Partido invencible de Lenin; se oyen aplausos y vivas a Stalin La ovación dura varios minutos; se calma y recomienza de nuevo, bajo las bóvedas de la gran sala. El informe de Stalin dura cuatro horas, y es interrumpido por vivos aplausos cuando el jefe de la clase obrera habla de las tareas del Partido, y por sisas sonoras, homéricas, cuando Stalin habla de los enemigos de la clase obrera, de los oportunistas, de aquellos que ponen piedras bajo las ruedas, etc.

Y cuando Lenin termina con las palabras: Viva la poderosa e invencible bandera de Marx de Engels, de Lenin, revienta de nuevo una tempestad de aplausos.

Los delegados, de pie, saludan a Stalin.

Resuena después la “Internacional”, que cantan todos los delegados de pie.

 

UN INTERESANTE INFORME DE MOLOTOF.—

 VISIÓN DE CONJUNTO

Tres años y medio —comienza diciendo Molotof— han transcurrido desde el XVI Congreso del Partido. Período relativamente corto desde la fecha en que dicho Congreso se impuso la tarea de proseguir hasta el fin la ofensiva contra elementos capitalistas. Ahora podemos decir que estos años, densos de luchas, de desarrollo gigantesco de nuestra industria ligera, y creación de la pesada, base del rearmamento técnico de toda la economía nacional: que estos años poderosos de edificación de kojoses y de sovjoses, de resistencia encarnizada de la clase capitalista contra el régimen nuevo, fueron caracterizados por inmensos éxitos del socialismo en nuestro país.

Bajo el signo de la amplia ofensiva socialista y de sus triunfo, el Partido ha unido a la clase obrera millones de campesinos.

Bajo este signo hemos llevado a cabo la lucha para la realización del primer plan quinquenal. Y a pesar de las predicciones de nuestros enemigos que anunciaban su fracaso, el Partido ha logrado terminarlo victoriosamente en solo cuatro años. Nuestro país posee ahora una industria poderosa, que puede bastar a las necesidades técnica de todas las ramas de la economía, de la industria misma, de la agricultura, de los transportes y de reforzar la capacidad de la defensa del país.

El éxito del primer plan quinquenal preparó la base de la realización práctica de las tareas grandiosas del segundo: liquidación total de los elementos capitalistas y supresión de la clases.

Hemos triunfado ya —dice— en las primeras luchas por la realización del segundo plan quinquenal y el Congreso actual debe pronunciarse definitivamente sobre el programa del nuevo plan de construcción socialista.

 

LA LUCHA CONTRA EL KULAK

A partir de la realización del XVI Congreso, el Partido ha luchado por la desaparición del Kulak y, en general, de todo elemento capitalista, y ha sabido vencer numerosas dificultades en vía de la edificación socialista del campo.

El Congreso actual se reúne en el momento que el régimen kolkosiano triunfa en el campo, destruyendo definitivamente las última supervivencias de los kulaks.

Gracias a la política justa y al trabajo inmenso de organización del Partido en el campo; gracias a la lucha por la consolidación orgánica y económica del Koljos y del Sovjos, hemos conseguido grandes éxitos en la agricultura.

La cosecha del año pasado, sin precedentes, es una prueba de ello. Se ha abierto una perspectiva de vida cómoda y de mejoramiento cultural para millones de koljosianos.

Nos quedan todavía muchas tareas que realizar. Quedan aún sectores muy atrasados de nuestra economía; no hemos hecho progresos suficientes en la asimilación técnica y en los otros aspectos de la organización.

 

EL AVANCE DE LA U. R. S. S. Y EL RETROCESOS DE LOS PAÍSES CAPITALISTAS

Pero evidente es que el país soviético domina las dificultades y marcha rápida e infaliblemente por la vía del bienestar de las masas obreras y campesinas. Esta es la diferencia esencial entre los países capitalistas y el país que construye el socialismo, pues ellos no pueden hasta ahora salir de la crisis económica mundial, que ha agravado de manera increíble, la miseria, y el paro de los trabajadores.

Los antiguos jefes oposicionistas, Bujarin y Lominoez, intervienen para defender a Stalin contra la oposición

Todos los días hay hechos innumerables que prueban el crecimiento grandioso del socialismo en nuestro país, mientras la crisis económica mundial, la lucha revolucionaria ascendente de los obreros contra los capitalistas y contra la dictadura burguesa, proporcionan por otra parte, pruebas de que se aproxima la quiebra definitiva del régimen de explotación capitalista en muchos países.

He aquí por qué, en el nuestro, la clase obrera y todos los trabajadores creen firmemente en su obra propia, y he aquí por qué el entusiasmo d los edificadores del socialismo no decae un momento. Las masas obreras y campesinas acogen el XVII Congreso del Partido leninista con grande confianza. Nuestro Congreso estará unido por millares de nexos con las fábricas, minas, koljones, Sovjoses, siendo la expresión del deseo de millones de obreros y campesinos, que están animados de la voluntad de lucha por la victoria completa del socialismo en nuestro país.

 

IRRADIACIÓN DE LAS TAREAS DEL CONGRESO

Nuestro Congreso dará nueva fuerza a la movilización y cohesión de las masas alrededor del Partido bolchevique.

(Aplausos y gritos: ¡Viva el Partido bolchevique! ¡Viva Lenin! ¡Viva Stalin! ¡Viva el segundo plan quinquenal!)

Nuestro congreso tendrá una viva resonancia fuera de la Unión Soviética en los corazones de millones de trabajadores y sobre los oprimidos de las colonias. Dirigiéndonos a ellos nosotros les declaramos que luchando por la victoria socialista, luchamos también inseparablemente por la revolución proletaria del mundo entero contra el capitalismo.

Si tenemos millones de amigos fieles entre los obreros de otros países, no nos faltan tampoco, naturalmente, los enemigos mortales en el campo imperialista.

Lenin nos enseña que tarde o temprano se encontrarán en el campo imperialista fuerzas que desencadenarán un nuevo ataque abierto contra el país del socialismo.

En el transcurso de estos últimos tiempos hemos tenido que sentir de cerca grandes peligros de guerra. En la actualidad, y en razón de la situación del Extremo Oriente, debemos estar más dispuestos  que nunca para defender las grandes conquistas de la revolución de octubre. Sin separarnos de la inflexible política de paz, y reforzando la colaboración pacífica con otros países, debemos dedicarnos particularmente a aumentar la fuerza de nuestro glorioso Ejército Rojo.

 

EL TRIUNFO DEL LENINISMO

El presente Congreso se reúne diez años después de la muerte del gran jefe y organizador de nuestro Partido y de la revolución mundial. No puede, por eso, haber en nuestras filas ni un sólo hombre que no comprenda que es solamente gracias a la aplicación de la doctrina leninista cómo el Partido ha obtenido tan grandes victorias durante este período.

La aplicación consecuente de la doctrina de Lenin es el más grande mérito de nuestro Comité Central a cuya cabeza se encuentra nuestro camarada Stalin, fiel continuador de la obra de Lenin.

Durante estos años, el Partido ha rechazado más de un ataque de los oportunistas de toda especie, contra su línea general.

El Partido se ha templado en esta ley contra oportunistas de derecha y de izquierda. El Partido está listo para combatir todavía más decididamente toda especie de desviaciones a la depuración de un gran número de sus organizaciones, acentuando la lucha contra los que violan la disciplina del Partido y de los Soviets.

Sin perder la cabeza por las victorias obtenidas, el Partido se asigna tareas concretas y con ayuda de una amplia autocrítica bolchevique, refuerza la lucha contra los defectos del trabajo en todas las organizaciones y, ante todo, en el aparato soviético y económico, para conseguir el aumento de su capacidad de acción.

El objetivo más importante del Congreso es resolver la tareas de organización de la edificación socialista y reforzar el papel dirigente del Partido en toda esta magna labor.

La U. R. S. S. se ha transformado en un país de industria poderosa, de colectivización y de socialismo victorioso. Nuestro partido leninista, dirigiendo toda la obra de edificación socialista, crece sin cesar, como vanguardia internacional comunista.

¡Viva el partico de Lenin y su XVII Congreso! ¡Bajo la dirección de Stalin y hacia nuevas victorias! (Ovaciones).

 

 

 

IMPRESIÓN GENERAL

MOSCÚ.— Ha quedado inaugurado el XVII Congreso del Partido Comunista. Antes del acto inaugural había una gran animación en la gran sala de sesiones del Kremlin. La sala es ahora (después de reformada) severa, de  una simplicidad cómoda y adecuada a los trabajos. Las pesadas cornisas han desaparecido lo mismo que las columnas, blasonadas de insignias imperiales, escombros de otras épocas. El salón es enorme y claro. Sobre la tribuna de la mesa la directiva se ve, entre columnas severas, el busto de Lenin.

Hacia las tres de la tarde, los bancos de los delegados comienzan a ser ocupados. En las primeras filas están lo delegados de Moscú, Ucrania y Leningrado. Después, las delegaciones bolcheviques del Cáucaso del Norte, de Siberia, Transcaucasia, Asia Central y otras regiones y repúblicas.

En la sal están reunidos los mejores hijos del Partido de Lenin: organizadores y dirigentes bolcheviques de las masas de la gran patria obrera y campesina; edificadores de las primeras fortalezas industriales nacidas durante el primer Plan Quinquenal; comandantes y soldados, centinelas vigilantes de la dictadura proletaria; dirigentes de las masas koljosianas; militantes de la sección política, de las estaciones de máquinas y de tractores, hombres nuevos de la industrialización y la colectivización.

Están distribuidos en grupos de delegados que hablan entre ellos de los años de luchas y victorias logradas durante el tiempo transcurrido entre el XVI y el XVII Congresos; evocan el pasado, cambian impresiones; se encuentran de nuevo antiguos camarada de lucha, compañeros de armas y de trabajo.

Al pie de la tribuna están un grupo cerrado , Kaganovic, Ordjonikitze, Vorochilof, Kossior Angreyef, Postichef, Kirlatof, Mikoyan Gorki. Discuten entre ellos, esperando la apertura del Congreso. En las gradas que conducen al buró se encuentra Kalinin, que toma rápidamente algunas notas y mira de vez en cuando hacia la sala.

Las cuatro de la tarde.

Millares de delegados e invitados llenan el salón, las galerías y los pasillos, recientemente construidos. Cuando Molotof aparece en la tribuna, el Congreso le acoge con vivos aplausos. Una formidable ovación: Stalin ha aparecido en un rincón de la sala. Los congresistas se levantan y saludan calurosamente al jefe del Partido Comunista, al continuador intrépido y valiente de Lenin, al gran capitán del proletariado. Una tempestad de aplausos sacude la sala. De millares de pechos sale el grito poderoso: ¡Viva Stalin! ¡Viva el Comité  central, el Estado mayor bolchevique! Instantes inolvidables; el Partido de Lenin es coherente, fuerte; en filas cerradas alrededor de sus dirigentes y de su jefe, hoy el Partido Comunista es más poderoso que nunca. La fuerza del Partido de Lenin, la potencia inquebrantable del proletariado son las que resuenan en ovaciones que sacuden la formidable sala.

 

 

 

euskadi roja

ORGANO en EUSKADI del PARTIDO COMUNISTA (S.E. de I.C.)   PORTAVOZ de los SINDICATOS REVOLUCIONARIOS

Año II, San Sebastián, 3 Febrero 1934  nº 46

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