KOMUNISTAK 5
1971
FORMAZIO-SUPLEMENTOA
SUPLEMENTO DE FORMACION 4
Autocrítica
La ideología
- Introducción
- ¿A qué llamamos ideología?
III. El ser social y la conciencia social
- La fuerza de las ideas
- Ideología y clases sociales
- La conciencia socialista y el movimiento obrero
VII. La lucha contra la ideología burguesa
Estudiar la dialéctica materialista y ser combatiente de vanguardia para hacer la revolución conscientemente.
Citas de Mao Tsetugn
Autocrítica
“Tenemos el deber de ser responsables ante el pueblo —ha dicho Mao Tsetung—, Ser responsables ante el pueblo significa que cada una de nuestras palabras, de nuestros actos y de nuestras medidas políticas, deben concordar con los intereses del pueblo, y si cometemos errores, debemos corregirlos".
A nuestro juicio, lo publicado en los anteriores suplementos de KOMUNISTAK no ha concordado plenamente con los intereses del pueblo. Ha habido en ellos cosas positivas: algunas nociones para conocer determinados aspectos del marxismo, ideas válidas para comprender el proceso de liquidación de la dictadura del proletariado en la U.R.S.S. y para desenmascarar el revisionismo moderno, amén, claro está, de los textos de Lenin y Mao Tsetung aparecidos en los suplementos 18 y 30 respectivamente. No obstante, el material publicado ha adolecido de los siguientes defectos graves:
- En la elaboración de los escritos anteriores no se habla colocado en el puesto de mando el pensamiento maotsetung. Al abordar diversos problemas no se han tenido en cuenta las concepciones del pensamiento maotsetung, marxismo-leninismo de nuestra época. Este es el defecto más acusado y tanto él como los siguientes son el resultado de una insuficiente implantación en nuestras mentes del pensamiento maotsetung.
- El segundo defecto consiste en no haber sabido ligar correctamente el estudio de la teoría marxista revolucionaria con la práctica de la lucha de clases en España, lo que ha hecho que una buena parte de lo publicado no haya servido para orientar adecuadamente a los militantes comunistas en su actividad revolucionaria.
- En la selección de los temas hemos cometido un error al no haber puesto la política en primer plano, como corresponde a la prensa comunista. Consideramos particularmente desacertado el hecho de incluir temas tales como "La producción", "Las fuerzas productivas" o "La estructura económica de la sociedad", cuando no hablan sido tratados o lo hablan sido muy sucintamente, problemas más Íntimamente ligados con la política. Es por ello que hemos optado por renunciar a abordar algunos de los temas anunciados en el primer número y todavía no publicados, como es, por ejemplo, el de "Modo de producción, formación social y coyuntura política". En cuanto a los restantes temas pendientes, serán tratados próximamente, poniéndose por nuestra parte la mayor atención para no incurrir en los defectos recién señalados.
- El cuarto y último gran defecto no es otro que el lenguaje empleado. Más de un camarada ha criticado la falta de sencillez del mismo, reclamando "un estilo y un lenguaje claros, sencillos y accesibles a las amplias masas". Somos conscientes de ese defecto y consideramos totalmente justas las criticas formuladas al respecto. Es nuestro deseo superarlo y lograr tratar cuantos temas abordemos con el lenguaje de las masas obreras y populares.
A la vista de lo dicho, entendemos que lo publicado en estos suplementos no ha tenido, en la medida en que hubiera sido necesario, el carácter práctico y el carácter de clase que distingue a la teoría revolucionaria del proletariado, de la ideología burguesa.
Esperamos que, con el concurso de la crítica de los lectores, los defectos señalados, vayan siendo superados y toda nuestra prensa sirva eficazmente a la causa del proletariado y el pueblo.
LA IDEOLOGIA
l . INTRODUCCION
Marx y Engels demostraron científicamente que la ideología o conciencia social, es una parte integrante de la superestructura de toda sociedad.
Llevando a cabo una lucha implacable contra las concepciones idealistas burguesas y aplicando de manera genial el materialismo dialéctico a las realidades sociales, los fundadores del comunismo científico, que es la teoría revolucionaria del proletariado, descubrieron y probaron que el papel principal y decisivo en el desarrollo de las sociedades lo juegan las fuer zas productivas,, la base económica.
Dicho en otras palabras: en el desarrollo histórico-social, lo material determina lo espiritual, el ser social determina la conciencia social. Si negamos esto, no somos materialistas.
Pero, ¿basta con comprender esto para considerarse materialista consecuente, para considerarse marxista? No basta. Esto es sólo un aspecto del problema. Algunos ideólogos burgueses, disfrazados de marxistas, entre los que juegan un papel "de vanguardia" los revisionistas, se afanan por tergiversar el comunismo-científico tomando como base la consideración unilateral del papel determinante de la base económica. De este modo llegan a las más burdas falsificaciones antimarxistas y antiproletarias.
Junto con el reconocimiento de que el ser social determina la conciencia social, y la base económica la superestructura, los comunistas afirmamos que también la conciencia social, la ideología, la superestructura reaccionan a su vez sobre el ser social y la infra estructura y ejercen sobre las mismas una poderosa in fluencia. Si negásemos esto, no seríamos materialistas dialécticos.
"Las cosas en el mundo son complejas y las deciden diversos factores. Debemos examinar los problemas en sus diferentes aspectos y no en uno solo" (Mao Tsetung) ([1]) .
La infraestructura y la superestructura, el ser social y la conciencia social son aspectos diferentes, factores distintos que integran la realidad social en su conjunto y contribuyen a su desarrollo. Analizarla realidad social y determinar los factores que más pesan en un determinado momento de su desarrollo es una tarea compleja y no podemos contentarnos con un examen unilateral de las partes, perdiendo de vista el todo y sus relaciones reciprocas.
Si esto hacemos incurriremos en errores de los más variados tipos. Si, por el contrario, analizamos los problemas en sus diversos aspectos, sirviéndonos para ello de ese precioso instrumento que es la dialéctica marxista, los resultados no podrán por menos que ser buenos y se traducirán no sólo en un aumento de nuestros conocimientos, sino también en una mayor determinación en la lucha, en una transformación revolucionaria de nuestra práctica.
En lo que concierne al tema que nos ocupa, el de la ideología o conciencia social, la aplicación al mismo del marxismo-leninismo y del pensamiento maotsetung es de capital importancia para todo militante comunista. Las ideas son lazos que establecemos con las masas. Las ideas justas nos ligan más y más a ellas. Las ideas erróneas nos apartan y separan de ellas.
Hemos de esforzarnos porque nuestras ideas se conformen al punto de vista del proletariado, porque reflejen los intereses de la clase obrera y del pueblo, y no los de sus enemigos. Empeñémonos pues, en el estudio de la ideología a fin de saber diferenciar las ideas buenas de las malas; afiancemos las primeras, desterremos las segundas y vinculemos las ideas corree tas a la práctica revolucionaria.
II. ¿A QUE LLAMAMOS IDEOLOGIA?
"Sobre las diferentes formas de propiedad, sobre las condiciones de existencia social, se levanta toda una superestructura de impresiones, de ilusiones, de maneras de pensar y de concepciones filosóficas particulares" ([2])
Llamamos ideología o conciencia social al conjunto de ideas y concepciones que reflejan el ser social, el régimen social. La ideología abarca las concepciones filosóficas, políticas, jurídicas, morales, religiosas, artísticas y otras concepciones sociales que constituyen la vida espiritual de los hombres.
En un principio, cuando existía el régimen de comunidad primitiva, la vida material de los hombres era muy simple y, en consecuencia, también lo eran su vida espiritual y sus ideas.
Con el transcurso del tiempo, a medida que van desarrollándose las fuerzas productivas, a medida que va produciéndose una división social del trabajo y una separación entre el trabajo intelectual y el manual, surgen las clases y la sociedad dividida en clases antagónicas. Surge el Estado como órgano de dominación^ de las clases explotadoras sobre las explotadas. La vida material de los hombres se hace mucho más compleja y, por consiguiente, también su vida espiritual cambia y se enriquece. De este modo empiezan a surgirías ideas políticas y jurídicas, las concepciones filosóficas, las distintas modalidades de arte y la concepciones científicas.
Cada cambio operado en el modo de producción de los bienes materiales era seguido de una transformación en las correspondientes superestructuras política e ideológica.
III. EL SER SOCIAL Y LA CONCIENCIA SOCIAL
SI materialismo dialéctico nos enseña que lo material determina lo espiritual, lo que, aplicado a la realidad social en su conjunto, se traduce en que es la Dase económica la que determina la superestructura.
Ya conocemos cuáles son las relaciones entre la infraestructura y la superestructura en general. Trataremos ahora de aplicar la dialéctica materialista al estudio de una parte de la superestructura, cual es la ideología o conciencia social.
Para ello, hemos de empezar por preguntarnos: ¿De dónde vienen las ideas? ¿Cómo se han formado en nuestras mentes?
Si hiciésemos caso de las fatulas de los filósofos idealistas, contestaríamos que las ideas están desde siempre en nosotros o que nos han sido infundidas por un ser superior al común de los mortales, por un Dios, etc.
Nada de esto es cierto. Nuestras ideas, ni son innatas, ni caen del cielo, ni las extraemos por arte de magia de un cajoncito misterioso llamado alma. Las ideas son adquiridas a través de la experiencia, de la práctica, del contacto con la realidad objetiva, esto es, con la naturaleza y la sociedad.
"Innumerables fenómenos de la realidad objetiva se reflejan en los cerebros de las gentes por medio de los órganos de sus cinco sentidos —la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto—. Al comienzo, el conocimiento es puramente sensitivo. Al acumularse cuantitativamente este cono cimiento sensitivo se producirá un salto y se convertirá en conocimiento racional, en ideas. Este es el proceso del conocimiento. Es la primera etapa que conduce de la materia objetiva a la conciencia subjetiva, de la existencia a las ideas" (Mao Tsetung) ([3]).
Es decir, que sobre la base de nuestra experiencia, sobre la base del contacto con la realidad que captamos a través de nuestros sentidos, se forman en nuestras mentes las ideas. Esta es la explicación del proceso del conocimiento tal y como éste se desarrolla en la realidad y no como lo pintan los filósofos idealistas.
En consonancia con esta teoría, los comunistas concluimos que es la existencia de los hombres la que determina sus pensamientos, que es su ser social el que determina su conciencia, y no a la inversa.
Esta es una verdad elemental, pero si nos detenemos en ella y no seguimos razonando no habremos dado más que un primer paso.
Algunos materialistas vulgares se han quedado aquí parados, negándose a seguir avanzando. Esto les ha llevado a producir las más variadas aberraciones . Las "teorías" revisionistas tales como la de "las fuerzas productivas lo deciden todo", la de "la base económica lo decide todo", etc.. son un ejemplo de estas aberraciones. Según estas "teorías", la superestructura, la política, las ideas están de adorno, se limitan a reflejar pasivamente lo que les llega de la base pero no tienen por su parte ninguna capacidad de reacción e influencia sobre la misma.
Los extremos y las nefastas consecuencias a los que conducen estas groseras deformaciones del marxismo, son enormes y no pueden sino llevar el agua al molino de la reacción.
Así, en los países capitalistas, si nos dejamos envenenar por la "teoría" de que "las fuerzas productivas lo deciden todo "y sus diversas variantes: "la práctica lo es todo, la teoría no vale nada"... caeríamos en el espontaneísmo que lo confía todo al movimiento espontáneo, renunciaríamos a la creación y construcción del Partido del proletariado (¿para qué si las fuerzas productivas se encargan ellas solas de dirigir la revolución?), abandonaríamos la lucha ideológica y la educación política e ideológica de las masas.
En cuanto a los países socialistas, si es verdad que la base económica lo decide todo y ésta es, en lo fundamental, socialista, ¿para qué molestarse en continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado en los terrenos político e ideológico?
Los comunistas hemos de estar muy atentos para desenmascarar estas ideas revisionistas, por muy camufladas que se presenten, impidiendo que penetren en las masas.
Sigamos adelante con la aplicación de la dialéctica materialista, del pensamiento filosófico de Mao Tsetung al proceso de conocimiento. Quedábamos en que el ser social y la práctica son lo primordial y anteceden al pensamiento y a la conciencia. Sin embargo, la formación de nuestras ideas a partir de la experiencia no constituye más que una primera etapa en el pro ceso de conocimiento.
"En esta etapa —nos dice Mao Tsetung-, todavía no se ha comprobado si la consciencia y las ideas (incluyendo teorías, orientaciones, planes y resoluciones) reflejan correctamente las leyes de la realidad objetiva, todavía no se puede de terminar si son justas. Luego se presenta la segunda etapa del proceso del conocimiento, la etapa que conduce de la consciencia a la materia, de las ideas a la existencia, esto es, aplicar a la práctica social el conocimiento obtenido en la primera etapa, para ver si estas teorías, orientaciones, planes y resoluciones pueden alcanzar las consecuencias esperadas. Hablando en general, los que resultan bien son adecuados y los que resultan mal son erróneas, especialmente en la lucha de la humanidad contra la naturaleza" ([4]).
Quiere esto decir que, si en la primera etapa del conocimiento vamos de la materia a la conciencia, en la segunda, lo hacemos de la conciencia a la materia o lo que es igual, que nuestras ideas, una vez nacidas y formadas a partir de nuestra existencia social, vuelven otra vez a ella y ejercen su influencia.
"Si el movimiento materialista dialéctico del conocimiento se detuviera en el conocimiento racional, sólo se habría abarcado la mitad del problema; y aún más, en lo tocante a la filosofía marxista, esa no sería la mitad más importante. La filosofía marxista considera que lo esencial no es que, una vez comprendidas las leyes del mundo objetivo, se pueda explicarlas sino que se utilice el conocimiento de las leyes objetivas para transformar activamente el mundo. El marxismo reconoce la importancia de la teoría, la cual ha encontrado su completa expresión en la siguiente tesis de Lenin: “Sin teoría revolucionaria no puede haber tampoco movimiento revolucionario'" ([5]).
Lo objetivo se convierte en subjetivo al producirse en nuestra mente las ideas, pero, a su vez, lo subjetivo se convierte en objetivo desde el momento en que ponemos en práctica estas ideas y nos servimos de ellas para transformar la realidad.
Así lo resume Mao Tsetung:
"Descubrir las verdades por la práctica y con firmarlas y desarrollarlas también por la práctica. Pasar activamente del conocimiento sensible al racional, luego del conocimiento racional a la dirección activa de la práctica revolucionaria, a la transformación del mundo subjetivo en objetivo. La práctica y el conocimiento, luego de nuevo la práctica y el conocimiento, esta forma en su repetición cíclica es infinita, y el contenido de esos ciclos de la práctica y del conocimiento se eleva cada vez a un nivel más alto. Esto es en su conjunto la teoría materialista dialéctica del conocimiento, este es el concepto que tiene el materialismo dialéctico de la unidad del saber y de la acción"([6]).
Teniendo esta teoría científica como guía, comprenderemos que si bien es cierto que la base económica juega un papel decisivo sobre la superestructura y el ser social sobre la conciencia social, también lo es que las ideas ejercen una influencia importante sobre la base.
Materia/espíritu, ser/pensar, base/superestructura, fuerzas productivas/relaciones sociales de producción, práctica/teoría constituyen los polos contrarios de una serie de contradicciones.
En cada una de ellas ocurre, como en toda contradicción, que los contrarios están sujetos a unas leyes, leyes que rigen a todo lo largo del proceso de transformación de una cosa en otra. Según estas le yes de validez universal para toda contradicción, los contrarios están unidos y luchan al mismo tiempo. Su unión es relativa, su lucha absoluta. Esto hace que al final del proceso de cambio el uno se haya transforma do en el otro. Pero hay algo más y es que, en cada una de las etapas del proceso de transformación del uno en otro hay siempre un polo de la contradicción que desempeña el papel principal, que lleva la voz cantante, por así decirlo.
Por regla general, en las contradicciones arriba citadas el papel principal en el desarrollo de cada contradicción recae sobre la materia, el ser, la base, las fuerzas productivas, etc... Pero no siempre sucede esto.
Puede ocurrir, como muy bien explica Mao Tsetung, que i
"... En ciertas ocasiones, aspectos tales como las relaciones de producción, la teoría y la superestructura constituyen a su vez, el factor principal y decisivo. Cuando las fuerzas productivas no pueden desarrollarse a menos que cambien las relaciones de producción, el cambio en las relaciones de producción desempeña el papel principal y decisivo. (...) Cuando hay que cumplir una tarea (cualquiera que sea), pero se carece todavía de directiva, método, plan u orientación políticas, entonces el papel principal y decisivo es cumplido por la elaboración de la directiva, método, plan y orientación políticas . Cuando las superestructuras, tales como la política, la cultura, etc., impiden el desarrollo de la base económica, las reformas políticas, culturales pasan a ser los factores principales y decisivos. Al manifestar esto ¿estamos acaso contradiciendo el materialismo? No. La razón es que, mientras reconocemos que en el desarrollo de la historia en su conjunto son las cosas materia les las que determinan las cosas espirituales y la existencia social la que determina la conciencia social, al mismo tiempo reconocemos, y tenemos que hacerlo, la reacción de las cosas espirituales, la reacción de la conciencia social en la existencia social y la reacción de la superestructura sobre la base económica. Lejos de contradecir el materialismo, esto significa evitar el materialismo mecanicista y sostener firmemente el materialismo dialéctico" ([7]).
Hasta aquí, hemos contestado a dos preguntas. ¿Cuál es el origen de las ideas, cómo se forman?, por un lado y ¿Que ocurre con las ideas una vez formadas? ¿Se quedan quietas o vuelven al lugar de donde surgieron para ejercer su influjo sobre él?, por el otro.
IV. LA FUERZA DE LAS IDEAS
Ahora que sabemos que las ideas proceden de la práctica social y que, una vez formadas en nuestras mentes, vuelven a la práctica y ejercen sobre ella su influencia, se plantea la necesidad de explicar cómo se concreta esta influencia de las ideas, de la ideología en el desarrollo de la sociedad.
¿De qué depende el papel de las ideas en el desarrollo social? He aquí una nueva pregunta a la que hay que responder.
En primer lugar, depende del carácter de clase de estas ideas. Las ideas reaccionarias propias de las clases explotadoras juegan un papel de freno en el desarrollo de la sociedad. Al emanar de estas clases son expresión de sus intereses y reflejo de su conservadurismo, de su odio a todo lo nuevo, de su apego a lo caduco y a lo viejo. Las ideas reaccionarias son como diques que obstaculizan el desarrollo de la historia.
Por el contrario, las ideas avanzadas de las clases explotadas, impulsan el desarrollo de la sociedad, hacen progresar la marcha de la historia. Representan lo nuevo, el futuro y son enemigas de lo decadente y lo caduco.
En segundo lugar, depende de la exactitud con que las ideas reflejan la realidad objetiva y las necesidades de transformación de la misma. Naturalmente, esta condición está íntimamente ligada a la anterior en el sentido de que son las ideas de las clases avanzadas las que, en cada momento determinado del desarrollo histórico, reflejan con mayor exactitud la realidad preñada de necesidades revolucionarias. Las ideas de las clases reaccionarias por el contrario, desfiguran la realidad objetiva, pretenden idealizarla , hacer pasar por blanco lo que es más negro que el carbón. Al igual que el que cierra los ojos cuando está al borde del precipicio y siente que se va a despeñar inevitablemente.
Stalin lo expresaba como sigue :
"...Y como surgen sobre la base de las nuevas tareas planteadas por el desarrollo de la vida material de la sociedad, las nuevas ideas y teorías sociales se abren paso, se convierten en patrimonio de las masas populares y organizan a éstas contra las fuerzas caducas facilitando así el derrocamiento de estas fuerzas sociales caducas que frenan el desarrollo de la vida material de la sociedad. "He aquí cómo las ideas y teorías sociales (...) que brotan sobre la base de las tareas ya maduras para su solución planteadas por el desarrollo de la vida material de la sociedad, actúan luego a su vez sobre la vida material de la sociedad, creando las condiciones necesarias para llevar a término la ejecución de las tareas ya maduras de la vida material de la sociedad y hacer posible su desarrollo ulterior" ([8]).
Leyendo atentamente este texto vemos cómo las nuevas teorías, las ideas avanzadas surgen impulsadas por el desarrollo de la vida material y reflejan las tareas pendientes de solución, facilitando así su cumplimiento. Pero Stalin nos dice algo más. Nos dice que estas ideas, precisamente porque reflejan la realidad con exactitud, se abren paso entre las masas, convirtiéndose en patrimonio suyo.
He aquí, en tercer lugar, de qué depende el papel de las ideas sobre el desarrollo de la historia i las ideas deben penetrar en las masas.
Y cuando las ideas revolucionarias penetran en las masas ¿Qué ocurre?
"El arma de la crítica no puede, por supuesto , substituir a la crítica de las armas; a la fuerza material debe enfrentarse la fuerza material; pero también la teoría se convierte en una fuerza material cuando se apodera de las masas"([9]).
Así respondía Carlos Marx, y el camarada Mao Tsetung, profundizando en este pensamiento ha dicho:
"Las ideas correctas, características de la clase avanzada una vez dominadas por las masas, se convierten en una fuerza material que transforma la sociedad y el mundo" ([10]).
Las ideas justas, las ideas científicas, cuando penetran en las masas constituyen una fuerza material incontenible. La asimilación de esta gran verdad es algo de suma importancia para llevar a buen término la revolución. Los comunistas, que somos portadores de la ideología más avanzada, más completa, más progresista, más científica y revolucionaria que haya existido en la historia, hemos de esforzarnos porque nuestras ideas, las ideas liberadoras del marxismo-leninismo-pensamiento maotsetung penetren en las masas y fructifiquen en ellas. Esta es una tarea de primer orden.
"Para derrocar el Poder político, es siempre necesario, ante todo, crear opinión pública y trabajar en el terreno ideológico. Así proceden las clases revolucionarias y así también las clases contrarrevolucionarias" ([11]).
Si sanemos trabajar en el terreno ideológico, si sabemos ganar a las masas y unirlas alrededor de nuestras ideas revolucionarias, habremos allanado una buena parte del camino que conduce a la democracia popular, a la independencia nacional, al socialismo y al comunismo, porque
"Una vez que las masas conozcan la verdad y tengan un objetivo común, actuarán como un solo hombre. Esto se asemeja a la guerra; para ganar una batalla deben actuar como un solo hombre no solamente los mandos sino también los combatientes (...) Cuando las masas actúan como un solo hombre todo se hace fácil. Uno de los principios fundamentales del marxismo-leninismo es lograr que las masas sean conscientes de sus intereses y se unan para luchar por ellos" ([12]).
V. IDEOLOGIA Y CLASES SOCIALES
Las ideas y las teorías sociales no son como los pájaros que andan volando por los aires. Las ideas y las teorías sociales se encuentran en la mente de las personas.
Ahora bien: "En la sociedad de clases, cada persona existe como miembro de una determinada clase y todas las ideas, sin excepción, llevan un sello de clase" ([13]).
Es imposible concebir una ideología que esté al margen o por encima de las clases. Esto es fácilmente comprensible si tenemos en cuenta cuál es el origen de nuestras ideas. Más arriba comprobamos que las ideas provienen de la práctica social.
Hay tres clases fundamentales de práctica social: la práctica por la producción, la practicado la lucha de clases, y la práctica desplegada en el terreno de la investigación científica.
"En una palabra —dice Mao Tsetung— el hombre social participa en todos los dominios de la vida práctica de la sociedad. Por esa razón el conocimiento del hombre consiste también en percibir en diverso grado las distintas relaciones que existen entre las personas no sólo en la vida material, sino también en la vida política y cultural (que está estrechamente vinculada con la vida material). Entre estas relaciones, la lucha de clases en sus diversas formas ejerce una influencia particularmente profunda en el desarrollo del conocimiento humano"([14]).
Según la posición que ocupemos en el modo de producción de los bienes materiales y, en consecuencia, según la clase a la que pertenezcamos, según el campo en el que nos encontramos en los enfrentamientos de unas clases con otras, así tenderán a ser nuestras ideas. No es posible que conciban la realidad de igual modo quienes produciendo los bienes materiales, se ven privados de todo, que quienes no producen y viven del trabajo ajeno. Esto no quiere decir que exista una relación mecánica entre la situación de clase y las ideas, como veremos más adelante, pero lo que es indudable es que no hay idea, por muy anodina que parezca, que no tenga un carácter de clase. Para saber cuál es ese carácter hemos de preguntarnos ¿ a quién sirve?, ¿sirve a los intereses de los explotadores o sirve a los intereses de los explotados?
En la época presente del desarrollo social existen dos grandes grupos de ideas, dos ideologías: la ideología burguesa y la ideología proletaria. Cada una de ellas refleja los intereses de las dos clases fundamentales del régimen económico capitalista. La primera sirve a la burguesía, la segunda sirve al proletariado.
La ideología burguesa y la ideología proletaria se enfrentan como enfrentadas están en la realidad las dos clases antagónicas cuyos intereses reflejan.
La ideología burguesa es la negación de la ideología proletaria y, a la inversa, la ideología proletaria es la negación de la ideología burguesa.
La ideología burguesa no es, ni puede ser, cien tífica; es anticientífica y deformadora de la realidad; pues, nunca jamás en la historia se ha visto una clase que sea capaz de contar los escalones que la han de conducir al patíbulo.
La ideología proletaria es, por el contrario, científica; su fundamento es la ciencia revolucionaria del proletariado: el marxismo-leninismo-pensamiento maotsetung.
En el plano filosófico, la ideología burguesa cultiva el misticismo, el idealismo, el oscurantismo religioso más craso. La ideología proletaria es materialista, se basa en el conocimiento materialista dialéctico de la naturaleza y la sociedad.
La ideología burguesa es mezquinamente nacionalista, pugna por azuzar el odio y los prejuicios nacionales, por enfrentar a unos pueblos con otros. La ideología proletaria es internacionalista; animados por ella los pueblos se unen y apoyan mutuamente.
Las manifestaciones culturales y artísticas de la ideología burguesa rezuman pesimismo, vacuidad, son un dechado de decadencia y podredumbre, reflejo fiel del pánico de una clase condenada por la historia.
En los planos del arte y de la cultura, la ideología proletaria se manifiesta llena de optimismo, de fuerza y de energía pues no en vano, es el proletaria do la clase llamada a liberar a toda la humanidad, al mismo tiempo que se libera a si misma.
Nada tienen en común ambas ideologías, como se desprende de este breve repaso de sus rasgos más característicos.
Si las analizamos en esencia, nos encontramos con que, a la base de la ideología burguesa, constituyendo su núcleo, se hallan el individualismo y el egoísmo que son producto de la propiedad privada de los medios de producción. Frente al individualismo y al egoísmo burgueses, lo que caracteriza a la ideología proletaria es el desinterés, el espíritu de disciplina, la subordinación de lo individual a lo colectivo.
“El proletariado aspira a transformar el universo según su concepción del mundo, y la burguesía según la suya”.([15])
No hay ni puede haber tregua entre ambas clases en el plano ideológico. La lucha de clases entre ambas concepciones del mundo, entre ambas ideologías, es irreconciliable y ha de saldarse con la derrota de la una y el triunfo de la otra.
VI. LA CONCIENCIA SOCIALISTA Y EL MOVIMENTO OBRERO
El movimiento obrero sin el socialismo es como un barco sin brújula. El socialismo separado del movimiento obrero, es inconcebible, no puede existir. Así se plantea la cuestión.
Para no navegar a la deriva, el movimiento obrero y el proletariado necesitan la teoría socialista , la conciencia socialista.
Entonces nos preguntamos ¿la conciencia socia lista, que tan indispensable es para conducir la revolución a puerto seguro, nace espontáneamente en el seno de la clase obrera?
No nace espontáneamente, contestamos. Más arriba dijimos que la situación de clase no determina mecánicamente las ideas. Trataremos de explicar esta afirmación.
Cuando los obreros se enfrentan a los patronos, organizan huelgas, manifestaciones, ocupaciones de fábricas, cuando desafían a las fuerzas de represión, lo hacen, muchas veces, impulsados por la defensa de sus intereses más inmediatos.
Otras veces, su lucha persigue unos objetivos más elevados. Se declaran en huelga para conseguir la liberación de los compañeros detenidos, contra la represión fascista, etc.
A medida que la lucha se desarrolla y su experiencia se acrecienta, mejor van comprendiendo las causas de las cosas, "dónde les aprieta el zapato". Sus ideas, en suma, reflejan cada vez con más precisión la realidad.
Ahora bien, esto no quiere decir que estén todavía animados por la conciencia socialista, esto no significa que vean con claridad meridiana la necesidad de derrocar el régimen de los imperialistas yanquis y de la oligarquía, ni que estén seguros de que la ruina de ese régimen es inevitable, como inevitable es que amanezca el sol cada día, ni significa, tampoco , que sean conscientes de que la lucha de clases desemboca en la dictadura del proletariado.
Tener conciencia socialista, tener conciencia de que el capitalismo tiene sus días contados, tener con ciencia de la necesidad de la dictadura del proletariado, y de los medios a emplear para implantarla, su pone conocer científicamente el régimen capitalista , las leyes que rigen su desarrollo y evolución.
La teoría socialista es precisamente el conocimiento científico de todo lo que acabamos de decir
Sin la existencia del capitalismo, sin la existencia de la lucha de clases y del movimiento obrero no habría sido posible el alumbramiento de esta teoría. Pero, quienes la alumbraron, quienes la orearon fueron dos sabios que poseían vastos conocimientos científicos y supieron aplicarlos a la realidad sintetizando genialmente las experiencias del movimiento obrero.
Es pues erróneo considerar que la conciencia socialista es espontáneamente engendrada por el movimiento obrero. Los comunistas, estamos contra el espontaneísmo que desprecia la teoría y se entrega en brazos del movimiento inconsciente y espontáneo.
Pero estamos también contra los que, negando el principio de que "el marxismo no es un dogma, sino un gula para la acción", desprecian la actividad práctica y la experiencia. Estos son los dogmáticos.
Pragmatistas y dogmáticos han de ser combatidos.
Los primeros, no comprenden, o hacen caso omiso, que la ideología dominante es la ideología de la clase dominante. No entienden que para que la conciencia socialista penetre en el seno de las masas obreras y populares es necesario realizar una paciente labor de educación teórica e ideológica, sin la cual es imposible desbancar el dominio de la ideología y los prejuicios burgueses.
Los segundos, proceden a la inversa. Les tiene sin cuidado la actividad práctica y no comprenden, en absoluto, que sin ésta es imposible adquirir las ideas correctas.
Las ideas de unos y otros son muy perniciosas para el movimiento obrero. Los comunistas, teniendo en cuenta que los imperialistas yanquis y su criada, la oligarquía, disponen, hoy por hoy, de muchos más me dios que nosotros para bombardear con las ideas burguesas la mente de las masas, habremos de multiplicar por mil nuestros esfuerzos para introducir la ciencia del marxismo-leninismo-pensamiento maotsetung en la conciencia de las masas obreras y populares.
Pero difícilmente podremos hacer esto sino es en íntima vinculación con el movimiento obrero y popular, sino es apoyándonos en la experiencia de las masas, en sus aspiraciones. Las ideas del comunismo científico no podrán penetrar en las masas si no nos ligamos estrechamente a ellas.
"La filosofia marxista —ha escrito Mao Tsetung— tiene dos características sobresalientes. Una es su carácter de clase i afirma explícitamente que el materialismo dialéctico sirve al proletariado. La otra es su carácter práctico: subraya la dependencia de la teoría con respecto a la práctica, subraya que la práctica es la base de la teoría y que ésta, a su vez, sirve a la práctica" ([16]).
Si sabemos unir dialécticamente estos dos aspee tos, el teórico y el práctico, evitaremos fácilmente los dos errores arriba señalados.
Nuestra posición a este respecto puede resumirse en lo siguiente. Partiendo del hecho de que las ideas burguesas son, hoy por hoy, las ideas dominantes:
Primero, no las subestimamos sino que las tenemos muy en cuenta pues, de no hacerlo así, entregaríamos el movimiento de las masas obreras y populares en manos de sus enemigos, pero,
Segundo, tampoco las tememos porque sabemos que la ideología burguesa, como todo lo reaccionario, es también "un tigre de papel". Y lo que es más importan te, sabemos que las ideas socialistas Bon perfectamente comprensibles para las masas, "que existe latente en las masas un entusiasmo inagotable por el socialismo" ([17]), y que si nos apoyamos en ellas y les mostramos cuáles son sus verdaderos intereses, las ideas correctas triunfarán y las reaccionarias serán pulverizadas.
VII. LA LUCHA CONTRA LA IDEOLOGIA BURGUESA
La penetración de las ideas marxistas leninistas en el seno del movimiento obrero y popular, la educación socialista de las masas, es algo que no se puede lograr sin llevar a cabo una lucha intransigente contra la ideología burguesa en sus diversas variantes.
De estas variantes, la más peligrosa y dañina es hoy en día el revisionismo moderno:
"Es revisionismo negar los principios básicos del marxismo. El revisionismo es una variedad de la ideología burguesa. Los revisionistas intentan borrar lo que distingue al socialismo del capitalismo, a la dictadura del proletariado de la dictadura burguesa. Lo que preconizan no es de hecho la línea socialista, sino la capitalista. En las circunstancias actuales el revisionismo es más pernicioso que el dogmatismo. Una de nuestras importantes tareas en el frente ideológico es criticar al revisionismo" ([18]).
"Una de nuestras importantes tareas en el frente ideológico es criticar al revisionismo", nos dice Mao Tsetung, y ésta es una orientación sumamente valiosa no sólo para los pueblos de los países capitalistas sino también para los de los países socialistas.
Para los primeros lo es, porque la burgués laque aún está en el poder y se agarra como una ventosa a sus privilegios, recurriendo a todas las estratagemas para aplazar el día de su entierro, cuenta —además de con mil medios para intoxicar a las masas, empezando por la escuela primaria y siguiendo con la radio, televisión, prensa, etc.— con unos preciosos aliados que, disfrazándose de marxistas, vierten todo el veneno de la ideología burguesa en el seno del movimiento obrero y popular. Estos aliados, los mejores que tiene la reacción, son los revisionistas modernos. En nuestro país, están representados por los dirigentes del partido revisionista de Santiago Carrillo.
Para los segundos, aunque la burguesía haya sido derrocada y, realizada, en lo fundamental, la transformación socialista de la economía, aún no ha sido decidida la cuestión primordial de quién vencerá a quién si el socialismo o el capitalismo.
"Después de eliminados los enemigos con fusiles, quedarán los enemigos sin fusiles, quienes entablarán inevitablemente una lucha a muerte contra nosotros; jamás debemos subestimarlos" ([19]).
"Incluso después de la victoria fundamental de la revolución socialista en nuestro país, queda todavía un cierto numero de gentes que sueñan con restaurar el sistema capitalista: estas gentes luchan contra la clase obrera en todos los frentes, incluido el ideológico. Y en esta lucha, tienen en los revisionistas a sus mejores asistentes" ([20]).
Finalmente, la lucha ideológica contra las diferentes variantes de la ideología burguesa y en especial contra el revisionismo, ha de ser llevada a cabo en el interior del Partido del proletariado y en las mentes de sus militantes comunistas. Para ello, habremos de poner en el puesto de mando el marxismo-leninismo-pensamiento maotsetung y empeñamos en la revolucionarización ideológica.
En la mente de cada militante comunista, aunque en lo esencial hayan sido implantadas las concepciónes fundamentales del proletariado, habitan concepciones burguesas, "enemigos sin fusiles", que si no permanecemos vigilantes, si no los descubrimos a tiempo y los arrancamos como se arranca la maleza que impide el crecimiento del buen trigo, terminarán por dar un golpe de Estado en nuestras cabezas, convirtiendo en baluarte de la burguesía lo que era baluarte del proletariado.
o Para asimilar este tema, el de la ideología, y obtener buenos resultados en la aplicación práctica de lo aprendido, es imprescindible que estudiemos las obras filosóficas de Mao Tsetung, y en especial," ¿De dónde provienen las ideas correctas?", "Acerca de la práctica" y "Sobre la contradicción". Estudiarlas concienzudamente con el fin de aplicar sus enseñanzas a la práctica de la lucha de clases y a la revolucionarización de nuestras mentes: ese ha de ser el objetivo perseguido.
o ¿De dónde provienen las ideas?
o ¿Por qué es antimarxista la "teoría" de "las fuerzas productivas lo deciden todo"?
o Explica, sirviéndote del pensamiento filosófico de Mao Tsetung, la teoría materialista dialéctica del proceso completo del conocimiento.
o Para que las ideas jueguen un papel revolucionario en la transformación de la sociedad, ¿qué condiciones tienen que cumplir?
o "Las ideas correctas características de la clase avanzada se convierten en una fuerza material que transforma la sociedad y el mundo". Comenta este texto del camarada Mao Tsetung.
o ¿Pueden existir ideas que no tengan carácter de clase alguno? ¿Por qué no?
o La práctica de la lucha de clases y las ideas. Explica la relación existente entre ambas. ¿Qué otras clases de práctica social conoces?
o La concepción proletaria del mundo y la concepción burguesa del mismo. ¿Por qué la lucha entre ambas es irreconciliable ?
o ¿Qué es la conciencia socialista, y por qué no nace espontáneamente del seno del movimiento obrero?
o "Todos los reaccionarios son tigres de papel ", ha dicho Mao Tsetung. ¿Qué conclusiones hemos de extraer de la aplicación de esta tesis científica al combate contra la ideología burguesa?
o ¿Por qué el revisionismo es la variante más peligrosa de la ideología burguesa?
o Con el fin de facilitar el estudio y profundización de este tema, reproducimos, en la página siguiente , un valioso artículo aparecido en el semanario comunista chino "Pekín Informa". ¿Qué enseñanzas has sacado de su estudio, en qué medida ha contribuido a elevar tu conciencia?
o Finalmente, incluimos unas citas del camarada Mao Tsetung para que sean estudiadas y aplicadas a fondo en las células y grupos de base, y sirvan de guía en la lucha por desterrar el individualismo burgués de nuestras cabezas
Estudiar la dialéctica materialista y ser combatiente de vanguardia para hacer la revolución conscientemente
por Wang Shu-chen
Obrera de la Fábrica Textil de Algodón N.° 4 de Tientsín
En este artículo, la camarada Wang Shu-chen ha empleado su experiencia y el materialismo histórico para explicar dos puntos.
El primer punto consiste en que un pensamiento avanzado no puede nacer espontáneamente de la clase obrera. Este es un punto de vista marxista. Lenin señaló hacía tiempo que el marxismo era la teoría científica sintetizada de la práctica revolucionaria y no se produjo en forma espontánea de la clase obrera. Los obreros, campesinos y otros trabajadores tienen sencillos sentimientos proletarios, y en la práctica pueden poseer algunas ideas materialistas y dialécticas de carácter cándido, pero todo esto dista mucho de asimilar la teoría científica del materialismo dialéctico e histórico. He aquí la urgente necesidad de estudiar conscientemente el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung.
El segundo punto reside en que no estudiar la filosofía no significa que no haya filosofía. La filosofía trata de la posición, puntos de vista y métodos. Existe en todas las cosas. Los pensamientos y acciones de uno reflejan invariablemente cierta posición, puntos de vista y métodos, sea él consciente de ellos o no; o es una posición proletaria o burguesa, o es un punto de vista materialista o idealista, o es un método dialéctico o metafísico. Por lo tanto, se sepa y se estudie la filosofía o no, lo que se dice y se hace está, en realidad, ligado inseparablemente con la filosofía y gobernado por cierta filosofía, y se aplica consciente o inconscientemente la filosofía en todo momento. Al comprender esta verdad, se podrá estudiar conscientemente las obras filosóficas del Presidente Mao, desplegar la lucha entre las dos concepciones del mundo y aprender a dominar la posición, puntos de vista y métodos marxistas. —La Red.
Las ideas avanzadas no son innatas
Si queremos ser elementos avanzados del proletariado, lo más importante es armarnos con el pensamiento Mao Tsetung, el materialismo dialéctico y el materialismo histórico del Presidente Mao, y transformar conscientemente nuestra concepción del mundo. Algunos camaradas dicen: "La clase obrera es la clase más avanzada. ¿Podría haber problema en nuestra concepción del mundo?" Examiné esta afirmación a la luz del concepto dialéctico materialista del Presidente Mao de que "uno se divide en dos" y descubrí que era errónea. Las ideas avanzadas no se originan espontáneamente en la clase obrera. Un miembro de la clase obrera no representa necesariamente a toda la clase obrera. El que uno pueda representar o no a la clase obrera depende, pienso, antes que nada de su ideología, es decir, debemos ver si él hace conscientes esfuerzos para estudiar y aplicar de manera viva el pensamiento Mao Tsetung y lo usa para guiar todas sus acciones. Esto es decisivo y fundamental. Desde luego, el origen de clase es importante, pero no es decisivo. El factor decisivo es si uno posee la ideología revolucionaria del proletariado.
Al pasar revista a los cambios operados en mi mente desde la liberación, comprendo profundamente que es el pensamiento Mao Tsetung, la dialéctica materialista del Presidente Mao, el que me señala la dirección de avance y me da coraje, sabiduría y fuerza.
Cuando Tientsín fue liberado en 1949, sentí, igual que mis hermanas de clase, que el contraste entre la nueva y vieja sociedad era como entre el paraíso y el infierno, y nos regocijamos desde lo hondo de nuestro corazón. Pero, ¿cómo se habían experimentado tales tremendos cambios? ¿Cuál era la meta del Partido Comunista de China? ¿Eran los capitalistas los que alimentaban a los obreros o viceversa? ¿Por qué nosotros los obreros éramos pobres en la vieja sociedad? ¿Por qué eran ricos los terratenientes y capitalistas? No pude responder a estas cuestiones políticas. A través del estudio después de la liberación, llegué a comprender la gran teoría del Presidente Mao sobre las clases y la lucha de clases, así como muchos problemas que me habían confundido. Esta fue la primera gran emancipación de mi mente, el primer gran salto de mi pensamiento.
La segunda gran emancipación de mi mente ocurrió en 1958 cuando el Presidente Mao llamó a emancipar la mente, romper todos los fetiches y supersticiones y atreverse a pensar y actuar. Nosotros los obreros entramos en el escenario de la filosofía proletaria y estudiamos y aplicamos las obras del Presidente Mao "Sobre la práctica" y "Sobre la contradicción". La gran verdad de que el conocimiento se origina en la práctica nos infundió inmenso coraje. En aquel tiempo, los obreros textiles queríamos acelerar la velocidad de las máquinas de hilar para producir mayor cantidad de hilados. No obstante, algunas personas dijeron: "Los datos técnicos extranjeros estipulan que la velocidad no debe sobrepasar las 200 revoluciones por minuto; de otro modo la máquina sufrirá una avería." A esto respondimos: "Probemos y veamos si es posible." Finalmente rompimos esta convención que había regido durante décadas. Este fue otro salto en nuestra mente. Fue un acontecimiento de extraordinario significado que nos impresionó hondísimamente.
La tercera gran emancipación de mi mente tuvo lugar durante la Gran Revolución Cultural Proletaria. ¿Debe continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado? ¿Quiénes son los blancos de la revolución? ¿Cómo se hace la revolución? ¿Puede consolidarse el Poder político o cambiará de color? Estas son cuestiones básicas que nunca podemos comprender claramente sin la guía de la gran teoría del Presidente Mao y la Gran Revolución Cultural Proletaria iniciada y dirigida personalmente por él.
En el período inicial de la Gran Revolución Cultural, no entendí la necesidad de la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado. En ese tiempo algunos me criticaron porque yo no seguía de cerca al Presidente Mao. Argumenté: "Sufrí mucho desde la niñez. El Presidente Mao salvó a mi familia. He sido una obrera durante más de 20 años, ¿cómo pueden ustedes decir que no sigo estrechamente al Presidente Mao?" Parecía que yo tenía razón y nadie podía refutarme. Pero, dudo si me asistía la razón cuando pienso hoy en todo esto. ¿Puedo garantizar que siga siempre estrechamente al Presidente Mao solamente porque sufrí y soy obrera?
Comencé a trabajar cuando tenía sólo nueve años de edad y experimenté todo tipo de opresión y explotación de parte de los capitalistas burocráticos y la burguesía en la vieja sociedad. Después vino la liberación. Tengo profundos sentimientos proletarios hacia el Partido y el Presidente Mao, pero esto no significa que me haya armado con el pensamiento Mao Tsetung. Recuerdo que antes de la liberación trabajaba para los capitalistas y cada vez que un capitalista o un capataz me golpeaba o me ofendía, pensaba siempre: "¿Por qué una persona es diferente de la otra? ¿Por qué no son iguales? ¿Por qué algunos pasan hambre, reciben palizas e insultos y llevan una vida peor que la de las bestias de carga? Y ¿por qué algunos viven en gran confort y cabalgan sobre los demás?" En aquel entonces, ¿cómo pude contestar a estas preguntas? Me acuerdo de que mi madre solía decirme: "¡Hija! ¡Todo esto se debe al destino de que naciste en una familia pobre!"-' Algunos obreros dijeron: "¡Todo esto se debe a que tenemos un mal capataz!" Aunque estas dos formas de decir eran diferentes, ambas fueron influenciadas por la reaccionaria filosofía del fatalismo. No tocaron a la esencia, la cual es la opresión y explotación de clase. Las clases dominantes reaccionarias en la vieja sociedad usaban el fatalismo para adormecer al pueblo trabajador con la intención de esclavizarnos y convertirnos en permanentes esclavos. ¿Cómo podríamos comprender que el pueblo trabajador es la fuerza motriz que hace la historia y cómo podríamos ser conscientes del gran papel de la clase obrera en la historia si no hubiéramos estudiado las teorías revolucionarias del Presidente Mao después de la liberación? A través de la práctica comprendo que nada podemos llevar a cabo sólo con nuestro deseo subjetivo. Los obreros veteranos, quienes sufrieron mucho en la vieja sociedad, desean todos trabajar más para el Partido y el socialismo. Sin embargo, ¿por qué a veces los hechos no corresponden a los deseos? La causa radica en que no pueden distinguir lo proletario de lo burgués, el socialismo del capitalismo, y el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung del revisionismo. Sólo cuando dominamos el pensamiento Mao Tsetung podemos hacer una clara distinción y vencer las ideas burguesas, el capitalismo y el revisionismo.
El Presidente Mao nos enseña: "Es verdad que las fuerzas productivas, la práctica y la base económica desempeñan por regla general el papel principal y decisivo; quien niegue esto no es materialista. Pero hay que admitir también que, bajo ciertas condiciones, las relaciones de producción, la teoría y la superestructura desempeñan, a su vez, el papel principal y decisivo." Debemos grabar firmemente en la mente esta gran enseñanza del Presidente Mao y tomar una correcta actitud hacia nosotros mismos. Quien no da importancia al origen de clase no es materialista. Pero si uno presta solamente atención al origen de clase y desatiende el inmenso papel de la ideología avanzada, en particular del pensamiento Mao Tsetung en la promoción de la iniciativa del hombre, caerá en el lodazal de la metafísica. Sólo armando conscientemente nuestra mente con el pensamiento Mao Tsetung podemos continuar la revolución y hacer constantes progresos y poner en pleno juego la iniciativa de los revolucionarios en conocer de manera correcta el mundo y transformarlo.
Estudiar con ahínco la dialéctica materialista y romper con el idealismo y la metafísica
Para transformar conscientemente su concepción del mundo, uno debe estudiar con ahínco las obras filosóficas escritas por el Presidente Mao, romper con el idealismo y la metafísica y dominar la dialéctica materialista. El renegado Yang Sien-chen predicaba "integrar dos en uno". En aquel entonces yo no había oído hablar de eso, pero mediante la participación en la crítica a Yang Sien-chen, encontré que también había una influencia perniciosa de esta falacia en mi mente. Por ejemplo, en el período inicial de la Gran Revolución Cultural no vi que existían contradicciones y luchas en el seno del Partido; mi conciencia con respecto a la lucha entre las dos líneas era baja. ¿No se explicaba esto por la influencia perniciosa de "integrar dos en uno"? Este hecho me sirvió de gran lección y, considerándolo por largo tiempo, llegué a comprender esta verdad: Uno puede no estudiar la filosofía, pero esto no significa que no tenga filosofía. La cuestión reside en qué clase de filosofía es ésta. Si no es la filosofía proletaria, debe ser la burguesa.
En la producción, encontramos a menudo dos puntos de vista opuestos. Tomemos por ejemplo el reciente aumento de la velocidad de las máquinas de hilar. La mayoría de los obreros estaban por incrementar la velocidad, sosteniendo que las cosas se desenvuelven siempre y nunca permanecen en un nivel determinado. Pero un número reducido de personas consideraban que la velocidad no podía aumentar más. Esto pone de manifiesto el antagonismo entre las dos clases de filosofía, es decir, el antagonismo entre la idea de que las cosas se desarrollan y la idea del estancamiento, y el antagonismo entre la dialéctica materialista y la metafísica.
El Presidente Mao nos ha enseñado: "A lo largo de la historia del conocimiento humano, siempre han existido dos concepciones acerca de las leyes del desarrollo del universo: la concepción metafísica y la concepción dialéctica, que constituyen dos concepciones del mundo opuestas." Aquí el Presidente Mao dice "siempre han existido". Esto quiere decir que se trata de una ley universal. En vinculación con la práctica en mi estudio del brillante pensamiento filosófico del Presidente Mao de más de diez años, comprendo profundamente que también existe en mi mente una lucha entre las dos concepciones del mundo. Por regla general, cuando hago las cosas correctamente, es porque he actuado de acuerdo con la dialéctica materialista, y, cuando las hago de manera errónea, es porque ejercen sus efectos en mi cerebro el idealismo y la metafísica. Este es un hecho objetivo, independiente de la voluntad humana. Sólo reconociendo esta realidad y usando de manera más consciente el concepto dialéctico materialista del Presidente Mao para vencer el idealismo y la metafísica en nuestra mente podemos progresar constantemente en la revolucionarización de nuestra ideología y la transformación de nuestra concepción del mundo.
Con perspectivas de largo alcance, perseverar en destruir el egoísmo y fomentar la dedicación a los intereses públicos
Durante la convocación del IX Congreso del Partido el Presidente Mao emitió el gran llamamiento de "no temer ni a los rigores ni a la muerte". Igual que "los tres artículos más leídos" escritos por el Presidente
Mao, este gran llamamiento nos indica la orientación de cómo transformar nuestra concepción del mundo. Siempre pienso así: para continuar la revolución, derrotar al imperialismo, el revisionismo y los reaccionarios de los diversos países, y realizar en el mundo el comunismo en el cual no exista la explotación del hombre por el hombre, debemos tener una generación de hombres que "no temen ni a los rigores ni a la muerte".
El Presidente Mao nos ha enseñado: "Si un comunista o simpatizante del comunismo [. . .] no está dispuesto a dar [. . .] su sangre y su vida, contentándose con disertar sobre socialismo y comunismo, estará traicionando consciente o inconscientemente, en mayor o menor medida, al socialismo y al comunismo, y no será un combatiente consciente y leal del comunismo." El proletariado tiene las arduas y grandes tareas históricas sin precedentes de derrocar por completo a la burguesía y todas las demás clases explotadoras, derribar al imperialismo, el revisionismo y los reaccionarios de los diversos países, así como realizar el comunismo en el mundo. Aquellos que estamos determinados a derrotar son una manada de lobos armados hasta los dientes, los maníacos belicistas que esgrimen bombas atómicas. Para hacer frente a tales enemigos, es imperativo que tengamos combatientes de vanguardia proletarios que "no teman ni a los rigores ni a la muerte". ¡Armados con el pensamiento Mao Tsetung, podemos llegar a ser tales combatientes de vanguardia! Teniendo en la mente las perspectivas de largo alcance de la revolución de China y del mundo, podemos realizar bien el trabajo en nuestros puestos.
Al encontrar dificultades, siempre las supero "recordando el pasado" y "considerando el futuro". "Recordar el pasado" significa recordar los sufrimientos en el pasado. Jamás debemos olvidar los amargos sufrimientos de nosotros, los pobres, en la vieja sociedad en la cual teníamos que sufrir toda clase de humillaciones para mantener nuestra vida. Trabajando hoy día junto con nuestros hermanos de clase por la causa del Partido, podemos superar todas las dificultades. "Considerar el futuro" significa preguntarme: "¿Si el enemigo nos impone una guerra, podrás llevar a cuestas tu mochila y lanzarte al combate sin vacilación alguna? ¿Podrás persistir en el combate hasta el fin sin comer nada por algunos días? Mediante el "recuerdo del pasado" y la "consideración del futuro", que son muy útiles para mí, aumenta mi coraje, desaparece la fatiga y todas las dificultades que he encontrado no son nada de temibles.
Para templarse y convertirse en un firme combatiente proletario de vanguardia con el espíritu de servir "por entero" y "totalmente" al pueblo y el heroísmo de vencer a todos los enemigos, uno debe empezar por hacerlo poco a poco en su actual puesto del trabajo. Cuando nuestra fábrica desplegó en julio pasado un vigoroso movimiento para aumentar la producción y practicar la economía, los obreros tenían un gran entusiasmo. Aunque trabajaba entonces en el turno de noche, tuve que tomar parte en algunas reuniones y asistir a otras actividades durante el día. Por lo tanto estaba muy ocupada.
Se produjo una lucha en mi mente: ¿Debo ir al trabajo de noche después de ocuparme en otras actividades durante el día? Parecía que era correcto no ir a trabajar. Si iba a trabajar, la única cosa era que sentiría fatiga. Preocupándose de mi salud, algunos camaradas me aconsejaron: "¿Por qué te dedicas al trabajo nocturno si estás ocupada todo el día? Nos queda mucho trabajo que hacer, pero no podemos realizarlo de un golpe. Tú debes atender bien la salud." "¿Qué voy a hacer? —pensaba yo— Si no participo en el trabajo físico por un día, entonces de un día a dos, a tres . . . y pronto me deslizaré por este hábito malo. Por este camino, me divorciaré de las masas y me corromperá el revisionismo."
Por eso estuve resuelta a templarme a mí misma. Persistí en trabajar en turno de noche. Algunas veces tenía vértigos y me parecía que iba a desplomarme.
Pero, apretando los dientes, recitaba "ser resuelta, no temer ningún sacrificio y superar todas las dificultades para conquistar la victoria", y en seguida me sentí mejor y continué trabajando. De esta manera, insistí en trabajar por la noche. Estaba sumamente alegre al ver que la dedicación a los intereses públicos había vencido el egoísmo en mi mente.
Para mí existe todavía gran distancia para transformar mi concepción del mundo. Estoy determinada a hacer aún mayores esfuerzos por estudiar y aplicar de manera viva el pensamiento Mao Tsetung. Lucharé en mi mente para que la dedicación a los intereses públicos venza el egoísmo, que el materialismo derrote el idealismo y que la dialéctica triunfe sobre la metafísica. Persistiré en continuar haciendo la revolución bajo la dictadura del proletariado y me esforzaré por ser una comunista que se haya incorporado de verdad al Partido en lo ideológico y una combatiente de vanguardia del proletariado en el verdadero sentido de las palabras.
CITAS DE MAO TSETUNG
El comunista debe ser sincero y franco, leal y activo, considerar los intereses de la revolución como su propia vida y subordinar sus intereses personales a los de la revolución. En cualquier momento y dondequiera que esté, ha de adherirse a los principios justos y luchar infatigablemente contra todas las ideas y acciones erróneas, a fin de consolidar la vida colectiva del Partido y su ligazón con las masas; ha de preocuparse más por el Partido y las masas que por ningún individuo, y más por los demás que por sí mismo. Sólo una persona así es digna de llamarse comunista.
"Contra el liberalismo", 1937.
Libro Rojo, pág. 281.
En ningún momento y bajo ninguna circunstancia, puede el comunista poner en primer lugar sus intereses personales; al contrario, debe subordinarlos a los intereses dela nación y de las masas populares. De ahí que el egoísmo, la flojera, la corrupción, el afán de figurar, etc. sean lo más despreciable, mientras que la entrega abnegada, el entusiasmo y la energía en elt rabajo, la dedicación de todo corazón al deber público y el esfuerzo concienzudo y tenaz merezcan respeto.
"El papel del Partido Comunista de China en la guerra nacional",
Libro Rojo, pág. 282.
Los comunistas deben estar dispuestos en t o do momento a perseverar en la verdad, porque la verdad concuerda con los intereses del pueblo; los comunistas deben estar dispuestos en todo momento a corregir sus errores, porque todo error va en contra de los intereses del pueblo.
"Sobre el gobierno de coalición",
Libro Rojo. pág. 283.
Los comunistas deben ser los más perspicaces, los más dispuestos a sacrificarse, los más firmes y los más capaces de apreciar las situaciones sin ideas preconcebidas; tienen que apoyarse en la mayoría de las masas y conquistar su apoyo.
“Las tareas del Partido Comunista de China en el período de la resistencia al Japón",
Libro Rojo, págs. 284-285.
En todo lo que hacemos, los comunistas debemos saber vincularnos con las masas. Si los miembros de nuestro Partido se pasan la vida entre cuatro paredes, a cubierto de la tempestad y apartados del mundo, ¿podrán servir para algo al pueblo chino? No, en absoluto, no necesitamos semejantes personas como miembros del Partido. Los comunistas debemos salir al encuentro de la tempestad y el gran mundo de l a lucha de masas.
"Organicémonos", 1943.
Libro Rojo, págs. 286-287.
El trabajo duro es como una carga que, colocada frente a nosotros, nos desafía a echárnosla al hombro. Algunas cargas son livianas, otras, pesadas. Hay quienes prefieren las cargas livianas a las pesadas; escogen para sí las primeras y dejan las segundas para los demás. Esa no es una buena actitud. Otros camaradas actúan de manera diferente: dejan las comodidades a los demás y toman sobre sus hombros las cargas pesadas, son los primeros en soportar las penalidades y los últimos en disfrutar de las comodidades. Estos son buenos camaradas. Todos debemos aprender de su espíritu comunista.
"Sobre las negociaciones de Chungching",
Libro Rojo, págs. 251-252.
No pocas personas se muestran irresponsables en su trabajo, prefieren lo liviano a lo pesado, dejan las cargas pesadas a otros y escogen para sí las livianas. En cada ocasión, piensan en sí mismas antes que en los demás. Cuando llegan a hacer alguna pequeña contribución, se hinchan de orgullo y la pregonan temiendo que alguien quede sin saberlo. No sienten cariño hacia los camaradas y el pueblo, y los tratan con frialdad, indiferencia y apatía. En realidad, esas personas no son comunistas, o, al menos, no pueden ser consideradas como verdaderos comunistas.
"En memoria de Norman Bethune",
Libro Rojo, págs. 252-253.
[1] Mao Tsetung, Sobre las negociaciones de Chung-ching, 1945. Libro Rojo, pág. 225
[2] Carlos Marx, El 18 de Brumario de Luis Bonaparte, 1851-1852.
[3] Mao Tsetung, ¿Be dónde provienen las ideas correctas?, 1963. Libro Rojo, pág. 215
[4] Mao Tsetung, . Libro Rojo, págs. 215-216.
[5] Mao Tsetung, Sobre la práctica, 1937. Obras Escogidas, Tomo I, págs. 326-327.
[6] Mao Tsetung, ídem. Pág. 33
[7] Mao Tsetung, Sobre la contradicción, 1937. Obras Escogidas, Tomo I, págs. 358-359.
[8] Stalin, Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico, 1938.
[9] Carlos Marx, Obras Completas de Marx y Engels, Tomo I.
[10] Mao Tsetung, ¿De dónde provienen las ideas correctas?, 1963. Libro Rojo, pág. 214.
[11] Mao Tsetung, Publicada en la "Decisión del Comité Central del Partido Comunista de China sobre la Gran Revolución Cultural Proletaria", aprobada el 8 de agosto de 1966.
[12] Mao Tsetung, Charla con los redactores del diario Shansi-Suiyuán, 1948. Obras Escogidas. Tomo IV, pág. 249.
[13] Mao Tsetung, Sobre la práctica, 1937. Libro Rojo, pág. 8.
[14] Mao Tsetung, ídem. Obras Escogidas, Tomo I, pág. 318.
[15] Mao Tsetung, Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo, 1957, Libro Rojo, pág. 18.
[16] Mao Tsetung, Sobre la práctica, 1937. Libro Rojo, pág. 213.
[17] Mao Tsetung, Nota de introducción al artículo "Este cantón consumó la cooperativización agrícola en dos años", 1955. El auge socialista en el campo chino. Libro Rojo, pág. 126
[18] Mao Tsetung, Discurso ante la Conferencia Nacional del Partido Comunista de China sobre el Trabajo de Propaganda, 1957. Libro Rojo, pág. 20.
[19] Mao Tsetung, Informe ante la II Sesión Plenaria del Comité Central elegido en el Vil Congreso Nacional del Partido Comunista de China, 1949. Libro Rojo, pág. 16.
[20] Mao Tsetung, Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo, 1957. Libro Rojo, pág. 21-22.