ÍNDICE

 Introducción

 PRIMERA PARTE: ESTADOS UNIDOS: SOCIEDAD RELIGIOSA Y FUNDAMENTALISTA
 Capítulo I. Estados Unidos: Estado, religión y corrientes religiosas
     ¿Iglesia y Estado separados? ¿Separados cómo y de qué?
 Capítulo II. Estados Unidos: Fundamentalismo y calvinismo
 
 SEGUNDA PARTE: ESTADOS UNIDOS: SOCIEDAD RACISTA, ELITESCA, EXPANSIVA E IMPERIALISTA
 Capítulo III. Estados Unidos: La sociedad más racista del planeta
     I. El racismo anti-indio
     II. El racismo antinegro
     Segunda mitad del siglo XX
         Protestas, derechos civiles y racismo
 Capítulo IV. Estados Unidos: ¿Sociedad democrática?
     ¿La democracia más antigua del mundo?
     El Pacto del Mayflower, ¿esbozo de la Constitución?
     Declaración de Independencia y constituciones estadales
     La Convención de Filadelfia (abril-septiembre de 1787)
     La Constitución de 1787
 Capítulo V. Estados Unidos: Sociedad expansiva e imperialista
     Destino Manifiesto, Doctrina Monroe y fundamentalismo maniqueo
     Primera etapa: Siglo XIX. Rapiña y reordenamiento de un continente
Segunda etapa: Siglo XX, Destino Manifiesto y dominio mundial de Estados Unidos 

 TERCERA PARTE: ESTADOS UNIDOS SOCIEDAD MACCARTHISTA
 Capítulo VI. Definición. Componentes y antecedentes del mccarthismo. Siglo XIX  
 Siglo XIX. Antes de la Guerra de Secesión
     Siglo XIX. Después de la Guerra de Secesión
 Capítulo VII. Los veinte del siglo XX. Histeria anticomunista, xenofobia, racismo, el juez Palmer y el gran Espantajo Rojo
     De la Primera a la Segunda Guerra Mundial
      El Gran Espantajo Rojo (1918-1921)
     Los años veinte y el segundo Ku Klux Klan
Capítulo VIII. Siglo XX. Histerias ultraderechistas la década de los treinta
     Los movimientos de extrema derecha en los años treinta
         Finales de los años treinta e inicio de los cuarenta: El mccarthismo de la HUAC
          Comunismo y pacto nazi-soviético
     Año 1940. El caso Bertrand Russell
Capítulo IX. Años cuarenta y cincuenta. La plenitud del mccarthismo. Truman, McCarthy y Eisenhower
     Truman: inicio de la guerra fría y de la histeria mccarthista
     1947-1948: la HUAC desata la caza de brujas en Hollywood
     El juicio y condena de Alger Hiss
     El juicio y condena del Partido Comunista
     La ley McCarran
     Los años de McCarthy
     El juicio de los esposos Rosenberg
     La HUAC de nuevo contra Hollywood
     El Hollywood de los cincuenta: anticomunismo y «cine de distracción»
     La histeria y el miedo
     Los delatores y su papel
     Apogeo y fin de McCarthy
Capítulo X. Después de los años cincuenta: neomccarthismo, fundamentalismo, plutocracia y decadencia
     Años sesenta y setenta
     Años setenta y ochenta
Siglo XX
     Años ochenta y noventa
         I) Partidos o grupos mccarthistas fundamentalistas políticos
         II) Grupos fundamentalistas maccarthistas religiosos
         III) Grupos ultraderechistas militaristas terroristas
Siglo XXI: Las dos primeras décadas. Bush II y Obama
Bibliografía

 

Introducción

 

Este libro, que he titulado El monstruo y sus entrañas a partir de una conocida frase de José Martí es, como explico en su subtítulo, un estudio crítico de la sociedad estadounidense. Y en esta corta introducción quiero detenerme a analizar el significado de cada una de las tres ideas que componen el subtítulo.

I

Que el libro es un estudio significa que no es un ensayo apresurado y repetidor de cosas mil veces dichas ni un panfleto superficial cargado de calificativos y lleno de panorámicas, de esa suerte de paneos que apenas rozan los problemas sobrevolándolos a distancia. Es un examen serio, extenso, minucioso, de lo que creo son las áreas clave del tema. Se trata de un trabajo que es producto de varias décadas de lecturas y reflexiones sobre Estados Unidos y sobre su sociedad. Examinar a fondo la sociedad estadounidense más allá de las superficialidades y clichés de siempre, ha sido uno de los fines de esta investigación a la que he dedicado mucho tiempo, aunque siempre compartido con otras preocupaciones, temas de estudio diferentes y tareas que también han dado sus frutos en docencia, investigación, ensayos, libros y programas radiales y televisivos. En la Escuela de Sociología de la UCV impartí docencia durante años sobre la historia de Estados Unidos, su sociedad colonial, su Independencia, su proceso de desarrollo capitalista, su imperialismo agresor hacia América Latina y sobre algunos de sus problemas actuales. En la misma Escuela promoví y dirigí, en la pasada década de los noventa, una secuencia de seminarios dedicados a examinar la sociedad estadounidense, que no pudieron lamentablemente dar origen a una cátedra permanente porque en la estructura del pénsum de la Escuela las cátedras no tenían cabida, solo los departamentos. En años más recientes dediqué algunos programas radiales y de La otra mirada, secuencia de programas históricos y culturales de televisión que realicé en esos años, a exponer e ilustrar diversos temas relativos a Estados Unidos.

Basados en lectura y relectura de textos, en análisis, discusiones y reflexiones, esos seminarios, cursos y programas mediáticos me permitieron acumular una apreciable masa de apuntes y de primeras versiones de un futuro libro que pensaba dedicar al tema, analizando en él la sociedad estadounidense en profundidad y exponiendo sus rasgos más permanentes y estructurales. Pero otras tareas, y otras lecturas e investigaciones de las que han salido varios libros, me forzaron a diferir ese proyecto hasta el presente. Aun siendo profesor titular jubilado de la UCV, las dificultades de la situación actual me forzaron a dictar clases y seminarios en otras instituciones, lo que además de ayudarme a enfrentar esas dificultades económicas, me permitió algo más importante: retomar, actualizar y profundizar el estudio de la sociedad estadounidense enriqueciendo esbozos y redacciones iniciales del libro que no había podido terminar hasta entonces, para que esa larga y accidentada investigación pudiera al fin dar como resultado este libro. En él he puesto todo mi esfuerzo para que sea un examen cuidadoso y profundo del tema. Su preparación y redacción, interrumpida muchas veces, me ha ocupado estos dos últimos años y me ha brindado al cabo la satisfacción de verlo concluido. Aun cuando uno sabe perfectamente que eso es un decir, que en estos y otros casos no hay resultados definitivos porque como sucede con toda investigación, esta es también incompleta, imperfecta y queda abierta y sujeta a estudio y análisis de nuevas e imprevistas situaciones, que en este caso derivan de la seria amenaza que el destructivo poder militar de unos Estados Unidos decadentes y desesperados, sedientos como siempre de dominio, representan para el futuro cercano de este mundo.

II

En fin, el libro es un estudio. Pero en un terreno tan polémico y manipulable como este resulta claro que hay estudios y estudios, algunos de los cuales ni siquiera merecen ese nombre porque son solo instrumentos interesados de propaganda apologética y barata para servir los intereses del gobierno estadounidense y contribuir al embrutecimiento de un público domesticado que todo se lo traga y que está acostumbrado, como se decía en el viejo mundo eclesiástico, a comulgar con ruedas de molino.

De modo que lo que debe quedar absolutamente claro es que este libro no es un examen apologético, abstracto y complaciente de la sociedad estadounidense ni tampoco un enfoque que pretenda ser neutro y mantenerse al margen de definiciones problemáticas. Existen demasiados ensayos de esa clase, inútiles y condenables por razones obvias. No, este es un estudio crítico de la sociedad estadounidense, de sus taras y problemas, de sus componentes estructurales más negativos y perversos: un enfoque crítico de una sociedad vendida al mundo como modelo de sociedad y democracia por sus apologetas casi siempre tarifados; en fin, una sociedad poderosa sobre la cual la avalancha de textos, filmes y documentales complacientes, cómplices y a menudo serviles es inmensa. Sin olvidar el permanente bombardeo que descargan sobre nosotros los medios controlados por el poder mundial de Estados Unidos para embellecer y promocionar su sociedad, su sistema político y su forma de vida; un bombardeo que resulta infinito e insoportable por decir lo menos.

Por supuesto que la sociedad estadounidense, como cualquier otra, tiene sus luces y sus sombras y como el estudio que hago de ella lo amerita, me refiero también a algunas de esas luces cuando son parte de contextos históricos, sociales o antropológicos que examino, dominados, a fin de cuentas, por las sombras. Pero lo que me interesa no es detenerme en lo que esa sociedad intenta mostrar falsamente acerca de sí misma por medio de sus manipulaciones y su propaganda para embellecerse sino, por el contrario, mostrar lo que oculta, lo que trata de disimular porque constituye un sustrato permanente del que derivan su profunda pero hipócrita religiosidad y su omnipresente fundamentalismo; su arraigado e invencible racismo; su permanente xenofobia; su autopromoción como país indispensable y excepcional; su insaciable expansionismo conducente a un imperialismo criminal que vive de la guerra y de la invasión y destrucción de países y de continentes; su derechismo insuperable, que no se reduce como quieren sus apologetas a los pocos años de dominio del execrado Joseph McCarthy; su sistema de gobierno mismo, que se pretende modelo inigualable de democracia y que no es sino un envejecido sistema republicano y elitesco basado en una Constitución dieciochesca pasada de moda y remendada y que ha servido de base en tiempos recientes para que esa sociedad que la venera como una reliquia, pero cuyos sucesivos gobiernos pisotean derechos civiles en ella consagrados, se convierta en una plutocracia oligárquica, una sociedad gobernada por una  reducida pero poderosa minoría de multimillonarios y en la que la desigualdad social y la pobreza alcanzan niveles escandalosos que van camino de resultar comparables a los de los países pobres que sus guerras, saqueos e invasiones han reducido a la miseria.

 

III

El objeto de este estudio crítico es pues la sociedad estadounidense. A estudiarla, a analizarla con visión crítica bien sustentada y a tratar de ir desmontando sus más importantes y arraigados mitos –integrados al tejido de esa sociedad desde los tiempos coloniales hasta hoy– está dedicado este libro. Y creo que ello merece un comentario. Debo hacerlo para dar fin a esta breve introducción, porque resulta importante dejar en claro por qué razón estimo que lo que mejor justifica este trabajo es justamente que ese sea su tema. Dos cosas resaltan aquí. La primera de ellas es la paradoja de que una aplastante mayoría de latinoamericanos, aun habiendo sufrido por siglos en carne propia las amenazas, invasiones militares y dominio pleno del poder neocolonialista e imperial estadounidense, no conoce esa sociedad sino a través de visiones propagandísticas apresuradas, de tragarse sin masticar los usuales mitos que ella difunde, y de compartir del modo más acrítico los mismos clichés cargados de mentiras favorables, repetidos hasta el cansancio en folletos, películas y documentales, o celebrados en programas televisivos y en discursos superficiales o tarifados por periodistas o intelectuales cómodos o complacientes.

Existe, ciertamente, una importante minoría de latinoamericanos que conoce bien, y puede decirse que a fondo, la parte de la política exterior estadounidense referida a sus agresiones, golpes de Estado e invasiones a nuestros países. Y se han producido en este campo excelentes estudios, obra de mexicanos, argentinos, uruguayos, centroamericanos, colombianos, cubanos y venezolanos, que cubren con buena información y calidad expositiva diversas áreas de ese campo relativo al dominio del imperialismo norteamericano sobre nuestro continente. Ejemplo de ello son, entre muchos autores hispanoamericanos, Ramiro Guerra, Carlos Pereyra, Juan Ortega y Medina, Gregorio Selser, Vivian Trías, Atilio Boron, Luis Suárez Salazar, Clara Nieto y Demetrio Boersner. Pero lo que casi no se toca, o apenas se examina, casi siempre de manera superficial e incompleta en nuestro mundo intelectual latinoamericano, es lo tocante a la sociedad estadounidense estudiada como tal desde una perspectiva interna, histórica, socioantropológica, de sus estructuras sociales y culturales profundas, de sus componentes más arraigados y reaccionarios.

Y este es un examen que nos ha hecho mucha falta no solo para conocer las raíces del poder norteamericano que a diario se nos impone, sino también sus contradicciones internas y sus debilidades. Porque esos componentes estructurales que menciono y que deberíamos conocer bien para entender y aprovechar sus límites y contradicciones, esos componentes que solemos subestimar o hasta ignorar, son justamente los que refuerzan la política imperial de Estados Unidos garantizándole la complicidad, el apoyo o la complaciente indiferencia de la aplastante mayoría de su población. Sin ello, el militarismo e imperialismo estadounidenses no podrían disponer de tanta fuerza, pues ese respaldo interno, estimulado por los poderosos medios de que dispone y convertido incluso en parte inseparable de la identidad nacional del país, de lo que los Estados Unidos llaman lo «americano», es lo que le ha permitido a su imperio y a su hipócrita clase dominante encubrir sus reiteradas mentiras y embellecer sus cotidianos y monstruosos crímenes sin que haya, salvo excepción, verdaderas protestas internas que se le opongan. (La guerra de Vietnam ha sido el único caso en que eso ha ocurrido. La masiva y efímera protesta mediática contra el inicio de la invasión de Irak en 2003 se evaporó sin consecuencias con la misma prontitud con la que había estallado).

Numerosos ensayos, libros y trabajos tocantes a esos temas se han producido en los propios Estados Unidos y han sido obra de estudiosos, investigadores y activistas políticos y sociales estadounidenses. Muchos de esos estudios son particularmente ricos y valiosos, y he utilizado en estas décadas y en este libro buena parte de ellos. Menciono sobre todo obras de autores conocidos como Noam Chomsky, James Petras, Howard Zinn y también a Michael Moore y Peter Scowen, pero igualmente a otros menos famosos mas no por ello menos importantes, como Albert Weinberg, Seymour Martin Lipset, Reginald Horsman, Karen Armstrong, Robert Dahl, Richard Barnett, Gary Nash, James Loewen, Charles Beard, Dee Brown, Eli Ginzberg y Alfred Eichner, Richard Rovere, Harold Bloom, Frederick Lewis Allen, Marvin Harris y Samuel Flagg Bemis, entre otros. He seguido a varios de ellos en la exposición de algunos temas y les debo mucho. Sin embargo, pese a su indiscutible valor, encuentro en estas obras varias limitaciones. Algunas de ellas son muy genéricas o aun siendo profundas, se reducen a examinar a fondo solo uno o varios temas, ya que es ese su único objetivo. Salvo excepciones, casi todas se quedan en el plano político y militar y omiten o apenas tocan planos sociales y culturales más profundos, como es el caso de la religiosidad, el calvinismo y el fundamentalismo, el excepcionalismo, el racismo y el culto y poder de las ultraderechas, todos componentes estructurales de la sociedad estadounidense. Además, al leerlos y estudiarlos, incluso en los casos de quienes sí se involucran a fondo en el examen de esos delicados temas, se percibe que sus valiosas críticas tienen o suelen tener límites marcados en diversos grados por su condición de estadounidenses que después de todo se han formado en esos valores, que no dejan de ser miembros de esa sociedad a la que critican y que no se atreven o no pueden salirse o alejarse un poco más de ella para poder verla mejor a cierta distancia y analizarla con más independencia y mayor profundidad.................. [................]

 

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