ZUTIK! 58zk

    

La Huelga General de Pamplona

Carrero Blanco, porvenir negro

Construir el Partido – protocolo de acuerdo ETA VI-LCR

Declaración conjunta ETA VI-LCR

Ikastolas y lucha de clases

M.C.E. El “Bloque revolucionario”

P.C.E. ¿Socialismo sin revolución?

¡SOLIDARIDAD con los P.P. del penal de Soria!

 

 

LA HUELGA GENERAL DE PAMPLONA

 

Jueves 14 de junio, 5,45 de la mañana: Cincuenta de los 200 trabajadores de "Motor Ibérica" —en huelga desde un mes antes y que la víspera se habían encerrado en la Iglesia de S. Salvador tras haber visto cómo la policía dispersaba a tiros la manifestación con que trataban de impedir el traslado de las máquinas de la fábrica— salen de su encierro y se dirigen a "Superser". Paran la Fábrica. De allí a "Papelera", que está enfrente, y luego, todos juntos, a "Imenasa". Los guardas tratan de impedir la entrada al piquete pero son apartados. Para "Imenasa". De allí, en una gran columna, al polígono de Landaben (25 fábricas y varios tallercitos). Todos paran. Aparecen los grises y la guardia civil. La columna se divide en varios grupos. Unos suben al centro de Pamplona, otros van a la Rochapea, donde la iglesia en que siguen encerrados los de "Motor Ibérica" ha sido acordonada. Son las 8 de la mañana y ya el paro es general. Numerosos enfrentamientos se producirán durante toda la jornada. Por la tarde comienzan a cerrar comercios en la Rochapea. El viernes a las 10 de la mañana todas las tiendas de la ciudad están cerradas. Los colegios e institutos también. Y los bancos y oficinas: Es la huelga general.

Los periódicos de la mañana hablaban aun del gobierno Carrero, daban los últimos datos biográficos de los nuevos ministros. Los obreros no los leían: haciéndolos chiscar enrollados contra la palma de la otra mano, servían para marcar el paso de los manifestantes

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La burguesía maniobra cuanto puede ante el terror que la invade. Cómo prolongar la dictadura tras la desaparición del dictador? Esa es la cuestión. Y una cuestión que hay que resolver urgentemente, antes de que la situación se les escape definitivamente de las manos. A una movilización sucede otra de mayor amplitud, las huelgas se politizan rápidamente, ya no se respeta nada. Los amagos pseudoliberalizantes de los años 60 hubieron de cerrarse con un Estado de Excepción. Pero nada más declarado este, en Enero 69, 25.000 metalúrgicos responden con la huelga general en Vizcaya. Nueve meses después, el flamante gobierno "tecnocrático" nombrado unos días antes, se encuentra con Erandio. Los dos primeros obreros asesinados, abriendo la larga lista negra del gobierno OPUS. Ahora, el no menos flamante gobierno "de concentración" se encuentra con Pamplona. Entre medio ha habido Granada, Burgos, Construcción, Seat, Ferrol, Vigo, Barcelona ... Las masas se muestran indiferentes a toda ilusión de autotransformación de la dictadura y avanzan por el único camino realista conducente al derrocamiento de ésta: Sus propias luchas. Pues es en efecto en las luchas de hoy donde vamos forjando, día a día la fuerza que nos dará el triunfo mañana.

La victoria definitiva no podrá ser inmediatamente porque el enemigo es poderoso. Pero luchas como la de Pamplona nos indican que la victoria es posible. Y si las masas hacen la experiencia directa de que la victoria es posible, si al convencimiento de la necesidad de la revolución se une el de la posibilidad del triunfo, este es seguro. El movimiento que sacude en estos momentos la capital navarra es de una profundidad sin precedentes. Pero que —precisamente— solo se comprende a partir de los antecedentes de Bazán, Vigo, S. Adrián. Tenemos que ser capaces de obtener de esta lucha, tan rica en experiencias, las enseñanzas que nos permitan avanzar aun mas en el camino de la autoorganización y generalización de las luchas por métodos revolucionarios. Porque ese es el camino que con duce al derrocamiento de la dictadura. El único.

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Redactamos estas líneas —apresuradamente, a modo de balance de urgencia— el domingo 17 por la mañana. La inmediatez misma de los acontecimientos nos impide por el momento abordar un análisis sistemático de la lucha, estudiando el comportamiento de los distintos sectores sociales y fuerzas políticas en presencia, las causas últimas de los puntos débiles del movimiento, sus contradicciones etc. Prometemos realizar ese análisis en el mas breve plazo posible. Pero lo que si podemos intentar desde ahora es una descripción de los rasgos fundamentales del movimiento mismo.

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1 . EL ORIGEN DEL CONFLICTO

"Motor Ibérica" es una empresa dedicada a la fabricación de maquinaria agrícola. Situada en Noaín, a 5 km. de Pamplona, ocupada a unos 200 obreros. Hace mes y medio, la dirección de la empresa daba una interpretación restrictiva a una sentencia de Magistratura que habría fallado en favor de las demandas de los trabaja dores. Según la dirección, las indemnizaciones previstas por la sentencia solo eran aplicables a los 14 obreros que habían firmado el recurso, pero no al resto de la plantilla. El 4 de mayo, ante la protesta de los jurados, comunica que dará una respuesta definitiva de inmediato. Pretextando motivos raros (avería del teléfono y cosas así) la respuesta se va aplazando de la mañana a la tarde y de la tarde al día siguiente. Como, entretanto, los obreros siguen sin percibir las indemnizaciones a que tenían derecho, se decide un paro de aviso de una hora. Esto es el miércoles 9. La dirección comunica entonces que ya ha decidido definitivamente: Pagará. Pero añade que tomará medidas disciplinarias por el paro de ese día. Los trabajadores, que habían parado de 8 a 9 de la mañana, proponen recuperar en el día quedándose una hora más a la salida. La empresa rechaza las proposiciones: "Ante todo la disciplina. Habrá sanciones." Con lo que consiguen que el paro se prolongue durante los días 10 y 11. La dirección comunica el viernes que no se sancionaría a la plantilla, pero que incoaba expediente disciplinario a los jurados. La medida discriminatoria no es aceptada, por lo que la dirección decide otra solución aun mejor: No solo habrá expediente para los jurados sino que además toda la plantilla será sancionada con dos días de suspensión de empleo y sueldo. La indignación, como es lógico, va en aumento y la mayoría se muestra decidida a prolongar la huelga hasta que la empresa ceda. El día 15 aparece el jefe de personal que hace un discursito sobre el conocido tema "minoría de agitadores que engaña a la mayoría, etc.". Desafía a los trabajadores a que se realice una votación con boletín secreto "y veremos cuantos son los que quieren seguir la huelga". Se hace la votación y el resultado es: 207 por la huelga; 3, contra; 3 en blanco; uno nulo. Sin más preámbulos —y viendo que la "minoría de agitadores" ha engordado mucho— el propio jefe de personal comunica el despido general. Es el 15 de mayo por la tarde.

 

2 . LA GENERALIZACIÓN DE LA LUCHA

Siendo habitualmente mayo-junio la época de mayor producción en la industria de maquinaria agrícola —y habiéndose comprobado que los obreros no están dispuestos a rendirse— la dirección decide trasladar parte de la maquinaria a la planta que "Motor Ibérica" posee en Egea de los Caballeros. El objetivo es a la vez tratar de mantener la producción "como sea" y desmoralizar a los huelguistas (cuya fuerza de presión se apoya precisamente en la necesidad que tiene la empresa de producir a tope durante esos meses)

A partir de este momento, está claro que la única salida es la generalización de la lucha a otras empresas de Pamplona. Nosotros habíamos insistido en este punto desde el inicio del conflicto. En una hoja distribuida a los tres días de desencadenarse la huelga habíamos recalcado la necesidad de, por una parte, sacar la lucha de Noaín y llevarla al centro de Pamplona, apoyándose para ello en la organización y potenciación de "Comités de extensión de huelga", y, por otra, en la necesidad de que CC.OO. asumiera la coordinación de las luchas, organizando la solidaridad y dando —tras discusión en la comisión de cada fabrica— las consignas adaptadas a la situación y fijando día y hora para las movilizaciones centrales.

Los sucesivos paros de solidaridad en Super-Ser, Mocholi, Imenasa, Pamplonica, Mina, Authi, etc. ponían de manifiesto la existencia de una gran combatividad la existencia de condiciones óptimas para dar un paso mas y pasar a las movilizaciones unitarias, con paro general y manifestación central. Por distintas razones —que analizaremos en el balance general que hemos prometido— la dirección local de CC.OO. no acierta a tomar el pulso a la situación y sus consignas (ambiguas y tardías) se muestran inoperantes para provocar el despegue que la combatividad la tente de los trabajadores de Pamplona permitía ya.

En vista de esta situación y viendo cada vez más urgente sacar la lucha a la calle —desbordando las orientaciones puramente sindicalistas que amenazaban con abortar el movimiento— nos planteamos la posibilidad de presionar a la dirección de Comisiones no sólo con palabras sino con realidades. Sin dejar de hacer continuas llamadas a asta para que, asumiendo sus responsabilidades, tomara en manos la coordinación de la lucha, proponemos al mismo tiempo, en las fabricas mas combativas, la creación de comités de apoyo capaces de agrupar a gente que, no están do dispuesta a organizarse permanentemente en la Comisión, sí lo estaba a colaborar con asta en la lucha concreta de solidaridad con "Motor Ibérica". Surgieron así varios "Comités de Apoyo a Motor Ibérica" (C.A.M.I.) los cuales contribuyeron a extender entre los obreros más combativos (también entre los estudiantes) las - consignas y propuestas capaces de desbordar las expectativas (o falta de expectativas) de la vacilante dirección de Comisiones.

En una octavilla aparecida el lunes 11 llamábamos a una "jornada de lucha unitaria en solidaridad con Motor Ibérica": "En la situación actual —decía la octavilla— no hay más que dos posibilidades: OBLIGAR A LA BURGUESÍA A DAR MARCHA ATRAS A TRAVÉS DE LA MOVILIZACIÓN DE TODO IRUÑA (forzándole a traer las máquinas y a abrir la fábrica) O DEJARLE HACER A LA BURGUESÍA rematando la derrota de los trabajadores. (...) La tarea actual consiste en concretizar toda la combatividad existente en una jornada de lucha masiva y generalizada: con paros y asambleas en fábrica, universidades e institutos, con piquetes que la extiendan, con manifestaciones masivas y unitarias en la calle. Esta es la tarea

Esta es la tarea central que debe asumir hoy la dirección de CC.OO.; y lo debe hacer de forma programada, discutiendo en cada Comisión la preparación de la lucha, preparando propuestas unitarias a las Asambleas, organizando los paros y manifestaciones. Pero no podemos dejar a un lado esta carea si la dirección de CC.OO. se niega a centralizar así el movimiento. Si no lo asume, si una vez más abandona la organización de la lucha, esas CC.OO. y trabajadores agrupados en torno a ellas en los Comités de Apoyo, deben reforzar su coordinación con nuevas CC.OO. y pasar a organizar directamente este combate. Sin romper el marco de CC.OO. que es el marco idóneo de donde debería partir la dirección de la lucha, pero sin plegarse a la poca combatividad de su dirección.

Llamamos a todas las CC.OO. a coordinarse por la base para preparar una jornada de lucha unitaria por "Motor Ibérica". Llamamos a toda la clase obrera a apoyar masivamente este día de combate. Llamamos a los estudiantes y a todo el pueblo a sumarse a esta movilización.

 

 3. COMO SE GENERA LA HUELGA GENERAL

Ya el viernes 8 los 300 obreros de Authi que hablan sido sancionados por un primer paro de solidaridad, habían dado la señal del combate que se avecinaba, plantándose ante la puerta de la fábrica y llamando al paro general. Toda la fábrica paro. El jefe de personal, que llega en aquellos momentos todo farruco en su coche, es zarandeado. Se inicia una manifestación. Enseguida aparece la policía con gases lacrimógenos. Al día siguiente CC.OO. convoca manifestación. Aunque hay bastante gente (la prensa dice 1800, pero había más por los bares cercanos) la manifestación insuficientemente organizada, se disuelve enseguida.

Pero es el miércoles cuando todo comienza de nuevo. Los obreros de "Motor Ibérica", que hacen guardia día y noche para evitar que se lleven las máquinas, se plantan ante los camiones que vienen a buscarlas, bloqueando la carretera. Llega la guardia civil, toma posiciones a unos 20 metros de los obreros y sin previo aviso: "apunten, ¡fuego!". Se produce la desbandada» Poco después se encierran en la Iglesia de S. Salvador, en el barrio de la Rochapea. Y ahora?. Nosotros proponemos a los trabajadores salir de la Iglesia e iniciar una culebra por las fabricas hasta llegar a Landaben, haciendo Asambleas y parando todo. Se decide que saldrán 50, quedando el resto en la Iglesia. Una octavilla de urgencia llamando a la huelga general precisa las consignas: "Es preciso romper con las acciones aisladas” Es preciso concretar toda la combatividad actual en una HUELGA GENERAL. Es el momento en que todas las masas obreras deben oponer su respuesta unitaria contra la ofensiva del capital y la dictadura (...) ¡ALACALLE!. Trabajadores: parad las fábricas, discutid en Asamblea la respuesta a dar, organizad la salida a la calle en piquetes bien formados que extiendan la huelga a toda la población. TRABAJADORES: ¡PARALIZAD PAMPLONA! (...) ! A LA HUELGA GENERAL hasta que traigan las máquinas, abran "Motor" y retiren todos los expedientes!"

El jueves por la mañana, según lo previsto, una cincuentena de trabajadores abandona la Iglesia y se dirige a Super-Ser, Papelera, Imenasa ... Al llegar a Landaben la columna es ya impresionante. Los que salen se quedan al principio indecisos, parados a la puerta de la fábrica, pero enseguida son ganados por el entusiasmo de los que llegan y se ponen a su vez en movimiento. 18.000 obreros marchando. Unos grupos suben al centro, parando cuantos talleres encuentran a su paso. Otros vuelven a la Rochapea, donde los de "Motor Ibérica" siguen encerrados. Pequeñas manifestaciones y enfrentamientos por todas partes.

La policía dispara con balas de goma (que hacen mucho daño pero que no matan) La guardia civil, con metralleta "de verdad". En la Rochapea los enfrentamientos se endurecen por la tarde. A las dos ha habido una asamblea muy combativa en Authi, unos 4000 asistentes. Surgen las primeras barricadas (con troncos, bidones, neumáticos ..). La policía está un poco desbordada, apenas se decide a intervenir los grises no saben qué" hacer.

El viernes por la mañana, a primera hora, nueva culebra parando fábricas. Hay policía en las puertas de algunas, pero, así y todo, la gente sale. Un grupo grande sube al centro y comienza a cerrar tiendas. Para las 10 o 10 y media sólo quedan abiertas la telefónica y las farmacias. Los colegios cierran. Los empleados de banca, oficinas de seguros etc. se suman a la acción. Un grupo dé ellos, concentrado en la plaza del Castillo, es rápidamente disuelto por los grises. Hay pequeños piquetes por todas partes, cerrando todo. Hay manifestaciones en S. Alberto, Chapitela y zona de la parte vieja, Plaza del Castillo ... La policía carga y comienza a hacer detenciones. El gobernador se ha ido a Madrid a recibir órdenes. La lucha se extiende a los pueblos de la provincia. En Burlada la huelga es total, con cierre de comercios y una manifestación muy dura, con barricadas a base de coches volcados. También en Villaba, Irurzun, Estella, Tudela, Tafalla (con duros enfrentamientos con la guardia civil, sobre todo los de Luzuriaga).. Otra manifestación en la carretera de Zaragoza, cortando el trafico con árboles.

Se habla de 3000 detenidos. Como no caben en las comisarías los llevan a la plaza de toros. Un piquete fuerte inicia la marcha hacia allí y acuden refuerzos policíacos. Se comienza a lanzar la consigna "libertad para los detenidos". La guardia de las cárceles es reforzada.

Por la tarde, los refuerzos policiacos llegados de Logroño, Zaragoza etc. toman posiciones en todo el centro de la ciudad y barrios obreros. Los jeeps patrullan constantemente. La guardia civil, metralleta en banderola, rodea el edificio de la C.N.S. Hay un helicóptero sobrevolando el centro.

A partir del anochecer la radio difunde cada poco una amenaza del gobierno civil a los comerciantes: ".. al objeto de garantizar el normal y adecuado abastecimiento de la ciudad ... este gobierno civil está dispuesto a incoar expediente para la imposición de las máximas sanciones a los que incumplan con este deber".

El sábado ha seguido el paro general. Radio Paris daba anoche la cifra de 50.000 huelguistas. Durante el día ha habido varias Asambleas. Muy combativa en Imenasa, con la policía a la puerta dudando si entrar o no y dentro la gente cogiendo barras para defenderse si entraban. No han entrado. Los comercios han abierto por la mañana y había colas: todo el mundo se aprovisiona por lo menos una semana

Ya ha sido lanzada la consigna "libertad para los detenidos". Están soltando a los de la víspera (el domingo hay novillada en la plaza de toros). Pero hay nuevas detenciones. La técnica es: en cuanto hay un grupo de mas de tres personas con pinta de obreros, los grises se lanzan por sorpresa, los zurran allí mismo y luego se los llevan.

La policía es consciente de que "todos son culpables". Tienen razón. Se esta tratando de organizar un "Comité' Central de Huelga" para la dirección y centralización de la lucha.

 

4 . ENSEÑANZAS DE LA LUCHA

El movimiento ha remitido ligeramente durante el sábado. La represión, al principio desbordada, se ha recompuesto con la llegada de refuerzos. Ahora es fundamental la consigna "libertad para los detenidos". En la lucha de Barcelona tras lo de San Adrián fue un factor a la vez cohesionador y relanzador del movimiento. En varias ocasiones bastó que la consigna fuera voceada con determinación por piquetes enfrentados a la policía para que esta soltase a los que acababa de detener. En pamplona se esta echando en falta una dirección centralizada del movimiento. En Vigo, el "Comité Central de Huelga" extendía en media hora consignas que eran seguidas de inmediato. Las vacilaciones iniciales del Secretariado local de CC.OO. se han manifestado igualmente una vez desencadenada la lucha: El Jueves y viernes, con la huelga en su apogeo, se limitaba a llamar a la "solidaridad" cuan do lo que hacía falta era organizar esta, que estaba ya en la calle.

Excepto algunos conatos aislados, han faltado grupos organizados de autodefensa. El viernes la gente estaba dispuesta a cualquier cosa, su estado de animo era de una combatividad enorme. Pero ha faltado una dirección capaz de canalizar ese coraje, han faltado consignas concretas: Aprovisionamiento dé piedras, barras y palos frente a las cargas; fijar los lugares de concentración en sitios de fácil aprovisionamiento de proyectiles; tener prevista la salida en caso de dispersión; proteger a los líderes obreros más conocidos para evitar su detención; prever en cada grupo un poco amplio su "comando de rescate" (elegido entre los compañeros más decididos) para arrancar de manos de la policía a los detenidos en el lugar y momento mismo de la detención; tomar medidas para que queden grupos aislados, etc. El valor del ejemplo es en este sentido fundamental. Los compañeros que comprenden la necesidad de los comités o piquetes de autodefensa deben tomar iniciativas en la acción misma.

El sábado corrieron rumoree de que había habido paros de solidaridad en Rentería y Barcelona. No hemos podido confirmarlo. Si el movimiento se relanza el lunes, será fundamental la extensión de la solidaridad a otras provincias. Nosotros haremos cuanto podamos en este sentido. También sin duda, las demás organizaciones revolucionarias. !Que claramente se ve en estos momentos la necesidad de coordinar estrechamente, a nivel de todo el estado, la actividad de Comisiones! !Y cómo se nota la falta de un partido revolucionario —o sea: de un partido que quiere hacer la revolución— implantado en todo el estado —o sea: capaz de erigirse en dirección revolucionaria de la lucha—!.

En el aspecto positivo, lo más importante ha sido la experiencia hecha de la acción directa, en la calle, por métodos revolucionarios y al margen de los cauces de la burguesía. El impresionante éxito de los "comités de extensión de huelga” su eficacia demostrada —al haber estado en el origen de las principales manifestaciones— su adecuación para generalizar la lucha rápidamente, constituyen un importante paso adelante cara a futuros combates. Porque no se trata ya de un convencí miento mas o menos teórico, sino de la experiencia practica realizada conjuntaren te por miles y miles de trabajadores. Se ha demostrado que sobre la base de dicho comités es posible paralizar una ciudad en cuestión de horas. Y que esta misma rapidez desborda a la policía.

Esta vez ha sido —por el momento— sólo en Pamplona. Pero ¿ qué hubiera pasado si movimientos similares estallan simultáneamente en Logroño, Zaragoza, etc. de donde trajeron refuerzos? Y que si la cosa es a nivel de todo el estado, en cada pueblo y barrio, en todas partes?. Las masas de Pamplona han entrevisto, prefigurándola, la imagen de LA HUELGA GENERAL REVOLUCIONARIA. A través de Ferrol, Vigo, Pamplona vamos forjando ese arma fundamental por donde pasa el derrocamiento de la dictadura. A medida que la conciencia y combatividad de miles y miles de trabajadores aumenta en luchas como esta y el movimiento se hace mas violento y  radical, vamos forjando las fuerzas que harán posible la insurrección el día de mañana. Son las armas que conducen al derrocamiento revolucionario de la dictadura las que vamos forjando en estas luchas.

Resumiremos estas primeras enseñanzas en otros tantos puntos:

1) La base sobre la que se ha conseguido paralizar la ciudad en unas horas ha estado constituida por los "comités de extensión de huelga".

2) La forma de evitar que las luchas queden aisladas es sacar estas a la calle tras métodos directos de combate, al margen de los cauces. La unidad se forja en la calle. La combatividad latente de las masas encuentra así un cauce revolucionario de expresión. La solidaridad de la clase se manifiesta a tope por encima - de divergencias de cualquier tipo.

3) Miles de trabajadores han hecho la experiencia práctica (aun parcial) del camino que conduce a la "huelga general revolucionaria" que ha de plantear directamente la cuestión del derrocamiento de la dictadura.

4) Las principales insuficiencias puestas de manifiesto en el curso del movimiento han sido:

a- La policía, desbordada el viernes, se ha rehecho al no encontrar una resistencia organizada frente a las detenciones. Carencia de "piquetes de autodefensa" en las movilizaciones.

b- Debilidad en la coordinación. Falta —hasta el momento— de un "Comité Central de Huelga" sobre la base de comités de huelga elegidos en Asamblea en cada fábrica y capaz de dirigir la lucha: Iniciativas centrales, manifestaciones unitarias, consignas precisas al filo de los acontecimientos. A señalar, en este sentido, el despiste de la dirección local de CC.OO., constantemente superada por los acontecimientos. Comprobación de que, cuando se pretende dirigir todo desde arriba por "eficacia", sin una coordinación real por la base, se cae no solo en dirigismo sino además, a la larga, en la inefectividad.

c- Debilidad organizativa de las organizaciones revolucionarias. Falta de un partido revolucionario a nivel estatal capaz de extender orientaciones y de aportar una dirección reconocida en vistas a la extensión de la lucha por todas partes.

17 de junio de 1973.

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Con el fin de centralizar con rápidas el máximo posible de información sobre los acontecimientos, los compañeros de Pamplona se esforzaron por informar a la organización sobre la marcha y de distintos lugares, de los acontecimientos de los que estaban siendo participes. Reproducimos en recuadro algunos párrafos de dichos informes, con algunos comentarios que dichos acontecimientos sugerían a nuestros corresponsales:

"El otro langile decía: No podemos hacer demasiado, es cierto. Pero podemos iniciar el paro y sacarlo a la calle. Los demás obreros comprenderán que ese es el camino y se sumaran" (de un informe del jueves por la mañana)”

“Hay manifestantes por todas las esquinas. Todo esta cerrado, paralizado. Hay anécdotas curiosas: Un restaurante continuaba abierto al mediodía; así que ha entrado un piquete de unos 30 obreros, se han comido los pinchos que habla en la barra y se han ido. Al de un minuto se cerraba (viernes)”

"Por la zona de la plaza de toros han arrancado o cortado (no se como) árboles (gordos y grandes) y los han tirado sobre la carretera. Los langiles se han apoderado de la calle." (viernes)  

"Intentaremos también sacar manifestaciones. Aunque !que manifestación era hoy ver el comité de extensión de más de 2.000 que en formación cerrada marchaban hacia Landaben (...) Era impresionante mirar atrás y ver un kilómetro de obreros con cara de mala hostia y ganas de lucha marchando a paso acompasado en las frías 7 de la mañana" (jueves)

"A lo largo de la campaña hemos repetido: no dejar la lucha en Noaín sino traerla a Pamplona; no utilizar los cauces, que no sirve para nada, un combate unitario, organizarse Motor Ibérica en un piquete que pare una fabrica y desde ahí ir parando las demás etc." Hasta ayer éramos "izquierdistas" para más de uno, paro otros utópicos. Hoy hay 20.000 obreros en la calle por esos métodos", (jueves)

"Si la huelga general es la paralización de TODO (menos de la policía y de la actividad revolucionaria) hoy hay una huelga general como un piano" (viernes).

 

CARRERO BLANCO, PORVENIR NEGRO.

el gobierno del entierro

La maniobra "continuista" (hacia un franquismo sin Franco) ha dado un nuevo paso con el nombramiento de Carrero como presidente del gobierno. La medida venía siendo propuesta desde hace tiempo por determinados sectores "clarividentes" del gran capital. No por casualidad el diario "Informaciones" se había hecho eco con gran aparato de las declaraciones del exministro Nieto Antúnez cuando, en el otoño pasado, éste lanzaba la consigna "Poner en marcha el mecanismo sucesorio desde ahora mismo". Así, al nombramiento de Juan Carlos como futuro jefe del Estado (Agosto 71) se unen ahora el de Carrero como primer ministro y el de Fernández Miranda (secretario general del partido único, el "Movimiento") como vicepresidente del gobierno.

Con la desaparición de Franco, que durante 35 años ha retenido todos los poderes (Jefe del Estado, del Ejército, del Gobierno y del Movimiento), lo más probable es que dichos poderes se distribuyan de una manera u otra, entre varios re presentantes de la dictadura. Y esto, no por gusto, sino porque, realmente, no encuentran un sucesor capaz de asumir el papel de arbitro ostentado por Franco durante tantos años. Ninguno de los posibles cuenta con la máxima aceptación con que el dictador del Pardo goza a los ojos de todas las fracciones de la clase en el poder. En primer lugar, con la aureola de jefe de un ejército triunfante. El problema planteado a la burguesía es cómo prolongar la dictadura tras la desaparición del dictador. Por eso, trata de encontrar una solución antes de que sea demasiado tarde. Es decir: en vida del dictador, cuando las rectificaciones sean aun posibles.

Eso por una parte.

Por otra, el nombramiento de Carrero va acompañado de un cambio de gobierno. ¿Por qué esto?. Y sobre todo: ¿por qué ahora?.

Los distintos sectores del régimen que se han sentido apartados del poder en los últimos años, en particular desde la ascensión del equipo OPUS (octubre 69), venían coordinando sus fuerzas para preparar una ofensiva contra éste. Su expresión pública ha sido la manifestación fascista organizada tras el 1º de Mayo. Viejos burócratas falangistas, funcionarios cesantes, amigos de Blas Pinar, falangistas ambiciosos de nuevo cuño —los del "regreso a José Antonio"— junto con policías de paisano y "guerrilleros de Cristo Rey", se han acordado tras un grito común: "Franco sí, OPUS no". El peso social de estos sectores es mínimo. La burguesía, cuyo aparato represivo ha funcionado a tope sin necesidad de las fanfarrias falangistas, mal vistas por los futuros socios europeos, no necesita directamente de ellos. En otras circunstancias, su gesto hubiera pasado desapercibido para las más altas instancias. Pero no ha sido así en esta ocasión.

Con todo, pese a ganar algunos ministerios, no se puede decir que el nuevo gobierno sea una vuelta al predominio falangista. Pero lo que si parece claro es que el reajuste se hace a base de dar tintes más variados al monocolor gobierno del 69. López Bravo (símbolo de éste y principal blanco de las iras de los descontentos de Mayo) es sacrificado en aras de la armonía del conglomerado de fuerzas del 18 de Julio, De paso, se ha dado entrada a representantes de la corriente de la derecha de la Democracia Cristiana, tal como venía

El ascenso continuado de las luchas obreras y populares, la creciente combatividad de las masas, con explosiones como las del Ferrol, Vigo o Barcelona, han llenado de terror a la burguesía. Es por eso que, por encima de cualquier otra consideración, lo que ha primado ha sido la necesidad de oponer un frente compacto, sin fisuras, a ese ascenso del movimiento de masas. No por casualidad, pues, el "gobierno del entierro” es un gobierno de "concentración". Se trata de conseguir un acuerdo de todas los clanes del régimen tras la consigna "defensa de la dictadura". Es decir: Aplacemos nuestras diferencias hasta que pase el entierro, que va a ser un momento delicado.

El decreto del 8 de junio tiene pues un doble objetivo: 1º) serenar el clima de tensión en el seno de las "familias" del régimen. 2º) Adelantar el proceso sucesorio para ponerlo a prueba en vida de Franco.

el «carrerismo»

Por si no lo sabíamos, la propia prensa del régimen se ha preocupado de informarnos de la principal virtud (?) del nuevo Jefe de Gobierno es "su fidelidad al pensamiento político de Franco". El diario Pueblo, en frase entre ingenua y cínica, señalaba como su característica principal la de ser un "obedientísimo colaborador de Franco". Toda la prensa insiste en su brillantísima carrera a la sombra de Franco". Nos preguntamos si el "Carrerismo" hará referencia a esta brillante "carrera". En unas declaraciones a ABC en 1967, recién nombrado vicepresidente consideraba como un timbre de gloria el hecho de que sus ocupaciones no le habían “permitido leer más libros que los relacionados con mi profesión de marino". Por si esto no fuera bastante para convencernos de que la ignorancia no es obstáculo para llegar a primer ministro en el régimen franquista, en una de sus intervenciones ante las Cortes decía no hace mucho: "Para algunos, que paradójicamente nos tachan de inmovilistas, el desarrollo político deseable sería volver a las andadas de los partidos políticos, porque, aunque se crean muy progresistas, en el fondo no son sino unos nostálgicos del rancio "Contrato social" de Rousseau o del trasnochado "Manifiesto" de Marx y de Engels". En cuanto a su "progresismo", aún está reciente su discurso de Octubre contra los curas y obispos "desagradecidos", para con el Estado resultante de la Cruzada". La declaración programática que acaba de hacer en la primera reunión del nuevo Consejo de Ministros: Ante todo, mantenimiento del "orden público", "fundamento del normal funcionamiento de las instituciones", muestra una vez más que la agudización y explosividad de las contradicciones sociales bajo el franquismo hacen que el mantenimiento de la dictadura mediante la represión sistemática es la única salida posible para la burguesía. Sin embargo, la dictadura se ve cada vez más impotente para impedir el desarrollo de luchas generalizadas, que apuntan a su destrucción.

Juan Gainza

15/ 6/ 73.

 

 

CONSTRUIR EL PARTIDO

Como decíamos en el Zutik-55, la tarea central del período es "dotar de una dirección revolucionaria al potente movimiento de masas, en continuo desarrollo. Para comprender hasta que punto esta orientación, lejos de constituir una elucubración teoricista está profundamente inscrita en la dinámica misma de los acontecimientos, basta con mirar el desarrollo de las últimas luchas, la enorme combatividad de las masas, manifestada en la profusión de los combates y en la periodicidad de grandes estallidos potencialmente revolucionarios —S. Adrián y Pamplona en los últimos días—, no encuentra los cauces de expresión capaces de generar movimientos generalizados, extendidos a nivel de todo el Estado y organizados con arreglo a un plan revolucionario central.

La urgencia de la construcción del partido revolucionario de la clase obrera que dote de una dirección revolucionaria al movimiento de masas, nos fuerza a asentar más firmemente los lazos de unidad (resultantes de la confluencia práctica y orientación programática) con nuestros camaradas de la LCR.

Publicamos a continuación el protocolo de acuerdo con la LCR y esperamos que su discusión abra nuevas perspectivas a los militantes revolucionarios

 

PROTOLO DE ACUERDO ETA-VI- * LCR

Las direcciones centrales de ETA-VI y de la LCR (osci), constatando las coincidencias expresadas en las resoluciones adoptadas en la 2ª parte de la VI Asamblea y en el II Congreso respectivamente, en cuanto a las perspectivas estratégicas de la revolución en el Estado español, en el sentido de considerar que el derrocamiento revolucionario de la dictadura deberá desembocar en la instauración de la Dictadura del proletariado sin ninguna etapa previa democrática o democrático-popular; analizando la crisis de la dictadura como el reflejo de una profunda crisis social del capitalismo español situada en el marco de un poderoso ascenso del movimiento de masas, de maduración creciente de una situación prerrevolucionaria; constatando también las coincidencias en la valoración de las tareas estratégicas que se derivan de ello para la vanguardia revolucionaria en especial en la construcción de un Partido Revolucionario a escala de Estado, capaz de asegurar el transcrecimiento de las luchas actuales en la toma armada del poder por el proletariado, así como la profunda semejanza de las posiciones actuales de la LCR (osci) y de ETA-VI en cuanto al análisis de la cuestión nacional de Euskadi; constatando finalmente el elevado grado de coincidencias sobre las tareas actuales de los revolucionarios, apoyándose en las transformaciones políticas y organizativas iniciadas en ETA-VI a partir de la 1ª parte de la VI  Asamblea y avanzadas tras su 2ª parte, y la clarificación política operada alrededor del II Congreso de la LCR (osci), deciden:

A)  Privilegiar un proceso de constante Unidad de Acción entre ambas organizaciones. 


B)  Iniciar un proceso de discusión en torno a la problemática de la fusión organizativa. Esto implica abrir un debate entre ambas organizaciones, centrado especialmente sobre los siguientes puntos:

1.-  Sobre la necesidad de construcción de una Internacional revolucionaria y en concreto de las bases programáticas y las tareas actuales de la IV internacional. Sobre esta cuestión la LCR afirma, ya desde ahora, que caso de realizarse la fusión deberá darse ineludiblemente en el marco de la Cuarta y condiciona aquella a que esa posible organización unificada demandará su reconocimiento como su Sección en el Estado español. ETA-VI reconoce el derecho de los órganos de la Cuarta Internacional a participar en este proceso en la medida de los lazos orgánicos que ya hoy ligan a la LCR con la  Cuarta Internacional.

2.— Sobre la táctica especifica de construcción del Partido marxista-revolucionario en el Estado español, la incidencia en ella de los procesos desiguales de radicalización en el seno del movimiento de masas y la nueva vanguardia, la caracterización de estos fenómenos en el movimiento obrero y estudiantil, su relación con la crisis del PCE, etc. La combinación entre la actividad autónoma de los comunistas, su actividad unitaria, tanto con relación a los organismos estables de la vanguardia amplia, como las organizaciones políticas obreras...

3.- En el terreno de la caracterización de CCOO y las tareas de los revolucionarios respecto al movimiento obrero organizado, el acercamiento entre los puntos de vista de ambas organizaciones es ya bastante considerable. Sin embargo las dos direcciones consideran necesario profundizar en estas cuestiones, especialmente en lo referente a la problemática del impulso y la construcción de una tendencia revolucionaria en el interior de CCOO a escala de Estado, así como en el combate por la unificación de CCOO y de los organismos de la vanguardia amplia.

4.- En relación al movimiento estudiantil y la intervención en el de los revolucionarlos, el debate entre las dos organizaciones deberá centrarse fundamentalmente no sólo en la táctica de los marxistas-revolucionarios en su seno relacionada con los objetivos de la implantación obrera sino especialmente en las tareas derivadas de la necesidad imperiosa de construcción de una corriente revolucionaria en la enseñanza.

5.— Por lo que respecta a la cuestión nacional de Euskadi, la discusión se deberá enmarcar en las tareas que nuestra posición común hace derivar para los marxistas revolucionarios en Euskadi y en el resto del Estado.

6.- Finalmente, si el resultado de los debates previos fuera positivo y si los acuerdos programáticos de ambas organizaciones llegasen a ser mas profundos se trataría de definir un proceso real de fusión y de debatir sobre las modalidades y los ritmos concretos en que se realizaría, así como sobre los estatutos y el funcionamiento de la futura organización unificada.

Las direcciones de ETA-VI y de la LCR (osci) son plenamente conscientes de la importancia que en el momento actual tras las movilizaciones solidarias con la respuesta a la agresión de la Dictadura en San Adrián de Besos tras los violentos combates del 1º de mayo, tras las importantes movilizaciones estudiantiles y, también, tras la débil respuesta originada por el asesinato de Eustaquio Mendizabal, ... podría cobrar la apertura y el cumplimiento de un proceso de fusión entre dos organizaciones de la envergadura de las abajo firmantes, máxime cuando la extrema izquierda se encuentra en estos momentos sumida en una profunda crisis que no hace sino facilitar el fortalecimiento de la influencia de posiciones reformistas y oportunistas. En una situación de este tipo la responsabilidad de los revolucionarios es ¡muy grande y no hay que subvalorar en absoluto el influjo que supondría para toda la vanguardia a escala estatal, la realización efectiva de esta fusión, con el cambio en la correlación de fuerzas que supondría entre reformistas y revolucionarios en el seno del movimiento de masas, con el innegable paso adelante que supondría para la resolución de la crisis de dirección revolucionaria que atenaza al proletariado a escala de todo el Estado.

Ahora bien, es evidente que ni los acuerdos programáticos (no por divergencias, sino debido a las lagunas programáticas que existen aún en ETA-VI y que deberán ser rellenadas en su próxima Asamblea), ni la verificación práctica de que dichos acuerdos conllevasen un mismo tipo de intervención, son suficientes como para poder definir e iniciar un definitivo proceso de fusión.

Pero en tanto en cuanto ambas direcciones son conscientes de la urgencia que tiene la tarea de construcción del Partido y de que la existencia de bases objetivas de acuerdo mutuo exigen iniciar un debate en este terreno, se comprometen a llevar dicho debate en el seno de ambas organizaciones y en estrechar la colaboración práctica común en el impulso de campañas políticas contra la Dictadura franquista, en el desarrollo de la solidaridad con luchas de cierta envergadura en Euskadi y en todo el Estado, en coordinar al máximo el trabajo en CCOO y organismos similares, en el combate contra la opresión nacional y por la autodeterminación del Pueblo Vasco, en las luchas del movimiento estudiantil y en el combate contra la represión franquista.

 

IRAULTZA ALA HIL ! !

VIVA LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA ! !

14 de mayo de 1973

  

 

DECLARACIÓN CONJUNTA ETA VI-LCR

 

¡ABAJO EL ESTADO POLICIACO!

Después de la respuesta de masas contra el asesinato de Manuel Fernández y las luchas del 1 de mayo, el Consejo de Ministros ha anunciado una nueva intensificación de la represión contra la clase obrera y las masas oprimidas. Con ello no hacía más que reconocer la incapacidad del capitalismo español para satisfacer las reivindicaciones más sentidas de las masas, confesar que la represión era su única respuesta a las mismas. Pero las recientes luchas significan con toda claridad que las masas han empezado a sacar ya esta conclusión, que se preparan a combates más duros y más generalizados contra la dictadura.

El margen de maniobra que la burguesía esperaba obtener de la reactivación económica que se inició a finales de 1971 se ha mostrado muy insuficiente para poder frenar las grandes luchas de masas. Desde finales del pasado año su política consistía en hacer algunas concesiones parciales, que podían llegar a ser importantes en algunas fábricas grandes que habían protagonizado luchas más duras ( Seat, Citroën, etc. ) y canalizar estas concesiones a través de los Convenios Colectivos e intentar recuperarlas a medio plazo a través de una elevada tasa de inflación y de un empeoramiento de las condiciones de trabajo de los obreros (primas, recorte de tiempos, malas condiciones de seguridad, etc.). Con ello, la burguesía no sólo intentaba asegurarse una "paz social" momentánea, sino también la pasividad de la clase obrera ante la operación de represión sistemática que se estaba realizando contra los luchadores de vanguardia y las organizaciones revolucionarias. Los elevados años de cárcel que los Tribunales franquistas intentan imponer a los obreros acusados de dirigir la Huelga General del Ferrol, de formar parte del Comité de Huelga de la construcción de Madrid, o a los encartados en el sumario 1001 son algunos de los ejemplos más significativos de esta represión.

Toda esta serie de objetivos de la burguesía se han ido desmoronando uno tras otro. Las concesiones económicas arrancadas por algunos de los grandes bastiones proletarios (Seat, Hispano Olivetti, Citroën, etc.) han servido de estímulo a la lucha de centenares de empresas (Naval, Astilleros Luzuriaga, Euskalduna, Telefónica, Basa, Bas y Cugueró, Astilleros de Sagunto, Casa). Ha sido en ellas donde se ha demostrado que la actual reactivación no permitía generalizar las concesiones y que la burguesía tenía un interés político en evitar el estímulo que hubieran significado victorias importantes.

En numero cada vez mayor los obreros, incluso cuando habían iniciado su lucha en el marco del Convenio, se veían obligados a radicalizar su lucha y a enfrentarse con la represión patronal y policíaca que cada vez más era la única respuesta a sus justas exigencias. Así pues, la "paz social" que intentaba asegurarse la burguesía se deterioraba cada vez más, bastante antes de que la misma reactivación económica haya dado muestras de agotamiento.

Pero quien hacía la experiencia de que la represión era la única respuesta de la burguesía no era sólo la clase obrera. Eran también los estudiantes, los profesores, los maestros y los trabajadores movilizados contra las condiciones de vida en los barrios. Era también gran parte de la población de Euskadi que veía los pueblos y ciudades ocupados por la policía, que veía la persecución sistemática de" que eran objeto las organizaciones que combaten contra la opresión nacional.  

Esta experiencia común, junto a la real deterioración de las mis mas concesiones parciales que había hecho la burguesía en algunos bastiones proletarios, la experiencia acumulada en los grandes combates obreros de Burgos, Seat, Ferrol y Vigo y la actividad incansable de una vanguardia revolucionaria  —y dentro de ésta ETA VI y la LCR (osci)— iban creando las condiciones para que los planes represivos de la dictadura contra los luchadores de vanguardia (juicios Ferrol, sumario 1001, etc.) encontraran como respuesta un combate de masas generalizado a todo el Estado, con objetivos netamente políticos, desarrollados con métodos de acción directa y asumido en primer lugar por CCOO.

Esta respuesta de masas ha tenido una primera expresión en las luchas contra el asesinato de Manuel Fernández en San Adrián del Besos y que ha encontrado una simpatía y una solidaridad importantes en todo el Estado. Este combate de masas ha sido todavía más importante que el que tuvo lugar en octubre de 1971 en solidaridad con Seat. Las consignas centrales han sido directamente políticas, las formas de lucha directas se han generalizado a Barcelona y su cinturón industrial y han alcanzado gran importancia en localidades como Sardanyola; la autodefensa ha tenido gran aceptación entre la vanguardia y, embrionariamente, se ha conseguido una coordinación entre las diversas CCOO y otros organismos de lucha (Comités de curso, de EM, de EFP, etc.). Y todo ello a pesar de la pasividad del PC y de las inconsecuencias de BR, lo cual demuestra el creciente peso de la nueva vanguardia con carácter de masas en el seno de las empresas y de las propias CCOO.

Después de San Adrián las luchas más significativas han sido las de Seat, Hispano Olivetti, en Barcelona, por tratarse precisamente de las empresas donde las concesiones de la burguesía a finales del año pasado habían intentado frenar la combatividad obrera. Así pues, la constatación de la incapacidad de la burguesía para satisfacer las reivindicaciones obreras va ganando de nuevo a los grandes bastiones proletarios y ello ocurre después de la experiencia de San Adrián. El proyecto de la burguesía de distanciar a la vanguardia de las masas ha fracasado, la capacidad de éstas para tomar iniciativas que desemboquen en una lucha generalizada a escala de Estado se ve aumentado de modo importante.

Las luchas que se han desarrollado en numerosas fábricas de Guipúzcoa en ocasión del 1 de mayo (Laborde, Bianchi, Niessen...), las más recientes de CAP y Potasas de Navarra, así como la polarización con una voluntad de lucha que se produjo entre la vanguardia amplia con ocasión de la jornada del 1 de mayo en Madrid, en oposición a la pasividad completa del PCE, son algunos de los indicios que permiten constatar que el salto adelante en la lucha de clases que se ha dado en Barcelona no dejará de extenderse a todo el Estado. La conclusión de todo ello es que entramos en una fase de proliferación y endurecimiento de los enfrentamientos de masas que, en un momento determinado, puedan cristalizar en forma de una lucha generalizada con alcance o repercusiones en todo el Estado. La celebración de los juicios contra los obreros del Ferrol o los encartados en el sumario 1001 puede ser una ocasión esencialmente favorable para ello.

Este ascenso de la lucha de masas no podía dejar de agravar las contradicciones entre las diversas fracciones políticas de la burguesía, que han hecho su explosión pública con motivo de la muerte de un policía en el enfrentamiento con un piquete de autodefensa el pasado
1 de mayo en Madrid. La carroña del régimen (militares-gorilas, grupos fascistas, sectores importantes de la BPS,...) han intentado una operación de presión al Gobierno desde la calle, como hicieron durante los Consejos de Burgos. Este ha adoptado una posición política de distanciamiento respecto a ellos: llamamientos a la participación, rechazo de la venganza... Sin embargo, esto no significa una disminución de la represión, sino, por el contrario, un incremento de la misma. Esta actitud del gobierno ha encontrado un apoyo activo en las declaraciones de los "centristas", de los órganos de expresión de la burguesía y de la misma jerarquía eclesiástica. Con ello se ha demostrado, una vez más, el carácter utópico de la confianza en un ala demócrata de la burguesía tal como pretende el PCE en su proyecto reformista del Pacto por la Libertad. Los pretendidos demócratas de la burguesía española ahora menos que nunca están dispuestos a poner en cuestión el mantenimiento de la dictadura.

El refuerzo y la modernización de las fuerzas represivas ha sido ya anunciado, así como la especial atención sobre los grupos de extrema izquierda. Al mismo tiempo, se lleva a cabo una campaña ideológica de preparación de la población para la ocupación permanente de las ciudades y el disparo sistemático de las armas de fuego por parte de la policía, la Guardia Civil y la BPS, generalizando a todo el Estado los métodos impuestos desde hace tiempo en Euskadi. Al mismo tiempo, el distanciamiento del Gobierno respecto a la carroña del régimen va a su poner una mayor libertad de acción para los grupos fascistas y las bandas paralegales, a todos los -niveles: grupos de choque en la universidad, disolución de reuniones semilegales como la de JOC-HOAC, hostigamiento de las bandas fascistas a las manifestaciones convocadas... y simultáneamente financiamiento por la patronal de policías paralelas en las fábricas. La manifestación que se organizó en el entierro del policía muerto en la que marchaban juntos el general Iniesta Cano (je- fe de la Guardia Civil), los amigos de Blas Pinar y los miembros de la BPS, protegidos todos ellos por la policía armada, era una demostración publica clara de la íntima ligazón que existe y seguirá existiendo entre la represión legal y la paralegal.

Las movilizaciones en respuesta al asesinato de Manuel Fernández
han puesto de manifiesto la extensión alcanzada por la nueva vanguardia con carácter de masas en el interior de las fábricas y de CCOO. Las insuficiencias principales consisten, por una parte, en la debilidad actual de CCOO y su falta de arraigo en las fábricas, que sigue frenando
el desarrollo de esta vanguardia y los ritmos de su radicalización. Por otra parte, el hecho de que su masificación y su capacidad creciente de potenciar acciones de masas que desborden en la acción a la política colaboracionista del PCE, no va acompañada todavía por una voluntad consciente de lucha por una fórmula proletaria de poder, alternativa a proyectos colaboracionistas como el Pacto por la Libertad. Sin embargo,
los combates que se desarrollan y las experiencias de autoorganización que aparecen en los mismos, así como la crisis que se desarrolla en el interior del PCE centradas en las críticas al Pacto por la Libertad, y
la crisis de remodelación de los diversos grupos de extrema izquierda, facilitan la superación progresiva de estas insuficiencias y la aceptación por parte de esta nueva vanguardia de una alternativa revolucionaria consecuente.

Para responder a la política represiva de la dictadura y a los proyectos económicos de toda la burguesía, el movimiento de masas debe avanzar en su recomposición, en su organización, en la maduración consciente en su vanguardia política capaz de orientarlo en el camino de la lucha por el derrocamiento de la dictadura. Para impulsar este proceso, las organizaciones revolucionarias, los militantes de ETA VI y de la LCR tratarán de desarrollar en el período actual una serie de tareas esenciales: 

1.- En el interior de las Comisiones Obreras, en los reagrupamientos
de franjas importantes de la vanguardia obrera, ésta deberá proseguir y avanzar en la educación del movimiento en torno a la lucha por las reivindicaciones unitarias más urgentes (aumentos iguales para todos, el IRTP a cargo de la empresa, etc.) y por la autoorganización de la clase a través de Asambleas y Comités elegidos. Frente a los cauces podridos de la legalidad franquista, el movimiento no deberá respetar la política capitalista de los Convenios ni confiará en los enlaces y jurados como "portavoces" de la negociación ante la patronal: SOLO LAS ASAMBLEAS DE TRABAJADORES DECIDEN, SOLO LA LUCHA PAGA.

Dentro de la lucha por sus reivindicaciones más urgentes, la lucha contra la deterioración de las condiciones de trabajo (ritmos, primas, etc.) y el combate contra el vertiginoso aumento de los precios con el que los capitalistas erosionan sin cesar el poder de compra de los trabajadores, por la ESCALA MÓVIL DE SALARIOS, deben ser objetivos que debe asumir el movimiento en un momento en que la burguesía trata de hacer pagar a los trabajadores el precio de su "reactivación": NINGÚN RECORTE DE LOS TIEMPOS; AUMENTO AUTOMÁTICO DB LOS SALARIOS, CORRELATIVAMENTE A LA ELEVACIÓN DEL PRECIO DE LOS ARTÍCULOS DE CONSUMO.

Pero el fin que persigue la burguesía en las empresas sigue siendo separar a la vanguardia del movimiento: para ello utiliza, además
de la represión policíaca, las sanciones y los despidos contra los luchadores obreros: ANULACIÓN DE SANCIONES, READMISIÓN DE LOS DESPEDIDOS.

El período actual anuncia nuevas luchas obreras duras y combativas que se verán enfrentadas a la complicidad de la dictadura y de la patronal para hacer fracasar al movimiento. Sigamos el ejemplo de Burgos, Seat, Ferrol, Vigo y San Adrián: DEFENDAMOS LAS LUCHAS AISLADAS CON MOVILIZACIONES DE CONJUNTO, ORGANICEMOS LA SOLIDARIDAD DE LA POBLACIÓN.

Las Comisiones Obreras deben inscribir dentro de sus tareas la lucha contra los juicios que prepara la dictadura: LIBERTAD PARA CAMACHO Y SUS COMPAÑEROS, PARA LOS 23 DEL FERROL, PARA TODOS LOS DETENIDOS! Preparemos ya desde ahora movilizaciones de conjunto que hagan retroceder a la dictadura!

Para fortalecer política y organizativamente al movimiento obrero, las Comisiones Obreras deben agrupar a toda la vanguardia obrera, deben respetar la democracia interna frente a los métodos burocráticos hoy todavía imperantes en gran numero de Comisiones. Al mismo tiempo, es preciso CREAR, REFORZAR, UNIFICAR LAS CCOO EN LAS EMPRESAS, A ESCALA LOCAL Y DE TODO EL ESTADO.

Para hacer asumir a las CCOO una línea de lucha de clases, para combatir las posiciones de reformistas y de sindicalistas que impiden
su fortalecimiento y su mayor ligazón con el movimiento, los militantes de ETA VI y de la LCR impulsarán la formación de tendencias puntuales
en el interior de las CCOO en torno a las tareas urgentes en el momento actual, contribuyendo así a ofrecer un polo revolucionario dentro de estos organismos, capaz de agrupar a una franja importante de la vanguardia obrera. 

2.- En el movimiento universitario y de toda la enseñanza en general, los revolucionarios deberán profundizar el trabajo desarrollado estos últimos años. Frente a las nuevas medidas rentabilizadoras, frente a la represión institucionalizada en las universidades a través de los decretos de julio, contra los nuevos ataques que están recibiendo actualmente los PNN, el movimiento debe avanzar, ha de responder a las constantes agresiones de la dictadura en el frente de la enseñanza:

- contra la rentabilización capitalista de la enseñanza, contra la reforma capitalista de la universidad, solidaridad de bachilleres, universitarios, profesores y maestros frente a la enseñanza de clase. Por la construcción de una corriente revolucionaria en la enseñanza, por la recomposición de todo el movimiento y su coordinación a escala de todo el Estado a través de organismos representativos de los sectores en lucha.

La solidaridad con el movimiento obrero, la lucha contra las agresiones de la dictadura al movimiento de masas en su conjunto es también una tarea fundamental para el movimiento de lucha en la enseñanza: CON- TRA LOS JUICIOS, CONTRA LA REPRESIÓN, SOLIDARIDAD CON LOS MILITANTES OBREROS QUE VAN A SER JUZGADOS, APOYO A LAS LUCHAS OBRERAS.

Frente a la ocupación policíaca de las facultades, contra la presencia de las bandas fascistas, el movimiento estudiantil ha de organizar su lucha y su autodefensa: Por las formas de lucha y organización que den confianza al movimiento en sus propias fuerzas. APLASTEMOS LAS BANDAS FASCISTAS.

3.-Es preciso organizar una respuesta de masas contra la ocupación policíaca de las ciudades, contra la actividad intensificada de las bandas fascistas y el refuerzo del arsenal represivo de la dictadura. Esta respuesta del movimiento debe impedir la extensión progresiva a todo el Estado de lo que hoy ya es un hecho en Euskadi:

ABAJO EL ESTADO POLICIACO

FUERA LA POLICÍA DE LOS PUEBLOS, DE LAS FABRICAS, DE LOS BARRIOS Y DB LAS FACULTADES

DISOLUCIÓN DE LOS CUERPOS REPRESIVOS ( BP5, GUARDIA CIVIL, POLICÍA ARMADA, COMPAÑÍA DE RESERVA GENERAL )

POR LOS DERECHOS DE HUELGA Y MANIFESTACIÓN, REUNIÓN Y ASOCIACIÓN

Esta represión cada vez más dura se hace sentir incluso en el interior de las cárceles. La lucha que inician ahora los presos por la mejora de sus condiciones de vida debe ser apoyada. Nuestra defensa a esta lucha necesaria en las cárceles no puede reducirse sólo a este apoyo: LIBERTAD PARA TODOS LOS DETENIDOS. Esa es la única solución frente a las amenazas constantes que sufren los presos por la represión sangrienta de la dictadura.

En la lucha contra la represión, los asesinatos constantes de militantes nacionalistas por parte de la policía y la Guardia Civil en Euskadi, el asesinato de Txikia, no deben quedar sin respuesta: ALTO A LA REPRESIÓN CONTRA LOS NACIONALISTAS VASCOS!!

4..- Los nuevos crímenes de la dictadura, el refuerzo de su aparato represivo, su respuesta ante la ejecución de un "social" en Madrid el 1 de mayo, la larga actividad que desarrollan las bandas paralelas del régimen, exigen que los revolucionarios insistan en el período actual en la necesidad de la autodefensa del movimiento de masas y su vanguardia. Las CCOO, las organizaciones de vanguardia, deben responder a la violencia represiva con la preparación y protección del movimiento en las tareas de autodefensa. EN OCASIÓN DE CADA HUELGA, DE CADA MANIFESTACIÓN, LOS REVOLUCIONARIOS PROPONDRÁN LA ORGANIZACIÓN DE PIQUETES Y DESTACAMENTOS OBREROS DE COMBATE IMPULSADOS POR LAS MISMAS COMISIONES OBRERAS.

Educando al movimiento en estas tareas, tomando las iniciativas prácticas que le den confianza en sus propias fuerzas y en su capacidad para hacer retroceder a la dictadura, los revolucionarios harán que una franja importante del movimiento, a pesar de reformistas y sindicalistas, tomen conciencia por su propia experiencia de la necesidad de preparar el derrocamiento revolucionario de la dictadura.

5.- Los ejemplos de Burgos, Seat, Ferrol, Vigo y sobre todo San Adrián demuestran que en la lucha contra la dictadura es posible dar un paso adelante necesario: para generalizar las luchas, para forjar la unión de todos los sectores que combaten contra el franquismo, LA FORMACIÓN DE MESAS Y COORDINADORAS DE TODOS LOS ORGANISMOS REPRESENTANTES DE LOS SECTORBS BN LUCHA (Comisiones Obreras, Comités elegidos, Comités de curso, etc. en la Universidad, partidos y organizaciones obreras, etc.) es una exigencia para unificar y centralizar una respuesta de masas. Frente a los intentos colaboracionistas de los reformistas con sectores de la burguesía, los revolucionarios propondrán la coordinación de todos los sectores en lucha a escala local, regional y de Estado, que, defendiendo una política independiente de clase, prepare a todo el movimiento en la necesidad de forjar el FRENTE ÚNICO DB LOS TRABAJADORES PARA EL DERROCAMIENTO DE LA DICTADURA.

6.- Junto a estas tareas más ligadas a las preocupaciones inmediatas de la vanguardia y el movimiento, los revolucionarios popularizarán la necesidad de construir un Partido Revolucionario a escala de todo el Estado que conduce al movimiento de masas hacia el derrocamiento revolucionario de la dictadura, que deberá abrir un proceso de revolución permanente en el marco del cual serán reconocidas las libertades democráticas (entre el DERECHO DE AUTODETERMINACIÓN DE EUSKADI) y se iniciará la expropiación de los capitalistas y la instauración de un Estado Obrero.

7.- Pero, la solidaridad internacional, el apoyo a las luchas de la clase obrera de Europa capitalista, el mantenimiento de la solidaridad con la revolución Indochina hasta la victoria final, no deben ser tareas abandonadas en el momento actual. Lejos de oponerse a las tareas que exige la lucha contra la dictadura, es la conciencia en el seno de la vanguardia y de todo el movimiento de que su lucha es internacional, lo que le dará nuevas fuerzas para proseguir en el camino de la victoria..

-ABAJO EL ESTADO POLICIACO!


-DISOLUCIÓN DE LOS CUERPOS REPRESIVOS Y DE LOS TRIBUNALES ESPECIALES!

-LAS CCOO A LA CABEZA DEL COMBATE POR LA ORGANIZACIÓN DE LA SOLIDARIDAD Y LA AUTODEFENSA EN LAS LUCHAS!!


-LIBERTAD PARA CAMACHO Y SUS COMPAÑEROS, PARA LOS 23 DEL FERROL, LIBERTAD PARA TODOS LOS DETENIDOS!


-ALTO A LA REPRESIÓN CONTRA LOS NACIONALISTAS VASCOS!

-ABAJO LA DICTADURA ASESINA!


-VIVA LA SOLIDARIDAD INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES!

14 de mayo de 1973

 

LAS IKASTOLAS Y 
LA LUCHA DE CLASES: UN PROGRAMA

 

1. Naturaleza de la ikastola .

1 La ikastola surge como conquista concreta de la radicalización del movimiento de masas en Euskadi.

Hay una estrecha relación entre su aparición con el inicio de la crisis de la dictadura al principio de los 60; las oleadas huelguistas; el auge del nacionalismo-revolucionario, a cuya cabeza se situaba ETA; la aparición de una vanguardia juvenil, especialmente radicalizada en Euskadi; la proliferación de todo tipo de centros de irradiación ideológica para la vanguardia como las escuelas sociales; el eco popular de las nuevas formas culturales como la canción popular vasca; los movimientos de liberación nacional en el "tercer mundo"; el movimiento estudiantil, etc..

A la cabeza del movimiento se pondrá la pequeña burguesía radicalizada y algunos sectores obreros con ideología pequeño-burguesa. No estaba solucionado (ni lo está) el problema urgente y fundamental de la dirección revolucionaria de la clase —el partido revolucionario—. El proletariado con una dirección revolucionaria probada hubiera podido hacer corresponder todo ese movimiento de masas dirigido hacia la emancipación nacional, con un movimiento obrero recuperado ya en su combatividad, planteándolo hacia la cuestión del poder, elevando el nivel de conciencia de las masas en la acción, organizando los enfrentamientos, coordinando los sectores y zonas en lucha contra la dictadura y acercando la perspectiva de una solución a los problemas políticos, sociales y culturales planteados.

2 Toda institución en una sociedad capitalista, tiende a fetichizarse hasta tal punto que se convierta de hecho en un fin en sí misma. A partir de entonces, se pierde de vista, no solo el origen de la institución sino también el papel que ha de cumplir en el conjunto social del que depende por entero. La ilusión de tenerla como una isla incontaminada acaba por hacerla fenecer o por asimilarla a la compleja trama de las "adaptables" relaciones sociales que el capitalismo ha instaurado. La esclerosis que a partir de entonces le aqueja, la lleva a teorizar sus insuficiencias, a autoproclamarse como conquista eterna, a convertirse en freno real de nuevas conquistas o del objetivo final del que, al principio, se reclamaba.

A veces esta teorización justificante resulta reformista y utópica —es el caso del PCE y sus "zonas de libertad", tales como la consigna de "universidad democrática"—, otras resultan definitivamente contrarrevolucionarias y suicidas como la teoría, tan querida a ELA, de la extensión de las cooperativas hasta la erradicación del capitalismo por agotamiento.

Con la ikastola y el euskera ocurre lo propio. Son los sectores pequeño burgueses afiliados a la ideología peneuvista y "eladia" quienes han teorizado la ikastola como zona de poder vasco (?). De las que aún están dirigidas por padres e irakasles progresistas, piensan, que el peso de la estructura social y económica, de la superestructura política y los "golpes de estado" maestros (al estilo de la editorial "ETOR", y al estilo de Mondragón) por el método del chantaje, liquidarán los últimos reductos de los "ultraizquierdistas" que llevan el euskera por el camino de la perdición y de la "política" (?). Su forma de "hacer política" —no habiendo nada al margen de las ideologías— es "casualmente" idéntica, con matices, a la ideología dominante en una sociedad capitalista: la muy razonable conciencia burguesa generalizada.

En una sociedad capitalista no caben zonas de poder obrero o popular. La naturaleza del sistema lo impide. El sistema como tal, y el dominio de la burguesía en particular, alcanza a todos los campos sociales: la economía, la política, la cultura, la ideología ... No puede aceptar un doble poder mas que en situación de crisis revolucionaria —y solo temporalmente—, es decir cuando el movimiento de masas plantea de forma revolucionaria la cuestión del poder ante la incapacidad de la burguesía de dar una salida airosa a la crisis social global.

Lo dicho no quiere decir que no existan márgenes de actividad a través de los cuales, empiece a prefigurarse la futura cultura: pero estos márgenes son inestables y cambiantes en relación a la dictadura. Sólo son sostenibles —en el terreno de la enseñanza— mediante un apoyo popular en disposición de movilización. La dictadura en crisis no tiene inconvenientes —a ciertos niveles— en dejarse sustituir por la burguesía vasquista, tanto en la ideología impartida en la ikastola como en la estricta labor represiva y rectoral. La ideología y formas de organización en las ikastolas bajo control burgués no aportan nada a la cultura popular.

Que no entendamos la ikastola como "zona de poder popular" no implica que la ikastola popular no pueda cumplir el papel de vehículo de radicalización y formación de sectores populares logrando aglutinar a su alrededor el apoyo del pueblo si la ikastola se convierte en centro de iniciativas hacia el pueblo.

Este trabajo puede ser muy importante allí donde no existan comités de barrio o pueblo o donde estos no han asumido la problemática de la enseñanza euskaldun.

Por eso, se ha de luchar con métodos legales y extralegales, por lograr que las ikastolas sean "centros culturales populares".

3 La vía de financiación privada por la que las ikastolas han debido nacer ha hecho desaparecer a bastantes ikastolas, y las que han conseguido mantenerse y desarrollarse, ha sido a costa de múltiples sacrificios. El sistema como tal, a la par de su conducta natural represiva, utiliza inevitablemente sus cauces integradoras: la financiación, las exigencias legales, la concentración de mini-ikastolas (lo que facilita el control de las mas fuertes y el administrativismo) la urgente necesidad de irakasles que ha hecho llegar a gente despolitizada muy manejable por los jauntxos, el mito de la seguridad pequeño burguesa que ha llevado a "escolarizar" (solo) la ikastola, el repentino aire de populismo del clero tradicional, el desatinado método de enseñanza liberal —que hoy hace furor— que condena al niño a no recibir opiniones (?) y le hace juguete de un medio social adverso (y que ya lo inventó Rousseau).

4 La caracterización de la ikastola no puede hacerse por "esencias" sino en « función de las relaciones de fuerza entre las clases que ahí se citan, el tipo de enseñanza que se de, el tipo de junta rectora, la estructura de participación de padres e irakasles, la ligazón popular real que tenga, su actitud res pecto al Estado etc. A este nivel pueden distinguirse las ikastolas populares y las ikastolas burguesas, en tanto tipos definidos. La misma inestabilidad de las relaciones entre las clases no permite un asentamiento definitivo de ninguna de ellas, pues la caracterización depende de la presión de las fuerzas sociales tanto mas en cuanto que la crisis de la dictadura tiene visos de pudrirse.

Esa presión tiene, sin embargo sus límites que, proceden del mismo carácter privado de la ikastola y las leyes del mercado de la enseñanza, la actividad represiva del régimen, la dominación de la ideología burguesa en el todo social etc. Entender los límites, significa no tomarlos como determinantes sino dedicarse a la labor de desbordarlos manteniendo siempre presentes los objetivos que una ikastola popular tiene. Es un tira y afloja continuo.

II- Papel de la ikastola .

5 Si en su origen la ikastola fue la expresión de un reto a la dictadura ante unas necesidades culturales y políticas ineludibles, en su desarrollo, se ha convertido en un centro de confluencias y divergencias entre diversas clases e ideologías del Pueblo Vasco, tanto en lo referente al tipo de educación como al papel, carácter y futuro de la ikastola, el euskera y la cultura en el contexto social y político del capitalismo y su Dictadura. Nunca se presento su problemática en un terreno meramente educacional o "académico" como no lo es el tipo de enseñanza a impartir, ni la composición facultades y funciones de las juntas rectoras, ni las implicaciones de la LGE, ni el problema del euskera (que por la vía de la ikastola, aunque sea una de las vías, no encontrara nunca una salida real), ni la ligazón que se establece entre ikastola y pueblo (que los burgueses tratan de debilitar o reducir a una función de caridad) ni el problema laboral, participacional y el papel del irakasle ni la estrecha relación entre el problema de la cultura vasca y la opresión nacional ni el papel de las ikastolas en la vía revolucionaria al poder.

No se trata de desvirtuar el papel educativo de las ikastolas sino de darlas un contenido progresista sin el que la labor deviene inútil.

Ese contenido progresista se expresa si se lucha por:

- Una educación progresista a los niños.

- la extensión del euskera batua, desde dentro y fuera de la ikastola.


- la educación social y política de maestros y padres.


- la ikastola como centro cultural popular implantado en el pueblo o barrio.

- una estructura democrática que alcance a irakasles padres y sectores preocupados por la educación y el euskera.


- el apoyo mutuo entre ikastolas, movimiento obrero, movimientos populares

- la ligazón de la ikastola con los otros sectores de la enseñanza.

La ikastola popular cumple hoy un papel progresista. Por eso las apoyamos. La ikastola burguesa no cumple hoy un papel progresista. Por eso no las apoyamos, pero trabajaremos en su seno hacia la eliminación de los obstáculos que le impiden enfilarse hacia la solución de los problemas del euskera, la enseñanza y la cuestión nacional.

III. Las fuerzas internas de la ikastola,

6 El estatuto al que los jauntxos han ido convirtiendo a los irakasles es el  meros asalariados que dependen de la ideología de los padres (patrones) para formar a los niños. La creatividad, la participación, la aspiración a soluciones globales, la relación personal con los niños etc. se encuentra con la barrera ideológica y el control policíaco de padres reaccionarios que tienen a los hijos como objetos de su propiedad y a los maestros como fuerza de trabajo comprada para realizar el plan y objetivos que aquéllos estiman para la ikastola. La irreductibilidad de los planteamientos llevan la lucha de clases a las ikastolas burguesas.

Un sector de la población se radicaliza a través del vehículo de la ikastola La agudización de los antagonismos entre clases y planteamientos ha permitido que muchos irakasles se dieran cuenta del lugar al que se les pretendía reducir. Los planteamientos burgueses de ciertas juntas han obligado a muchos padres a vislumbrar el callejón sin salida al que pretenden llevar jauntxos y tecnócratas al euskera, la enseñanza y la cultura.

7 Por falta de alternativas claras y por la presión del medio, los revolucionarios han ido siendo desplazados por las fuerzas conservadoras del nacionalismo tradicional burgués (PNV) y pequeño-burgués (ELA), y en aquellos lugares donde el nacionalismo revolucionario(ETA V) aun encuentra eco, este está mucho mas despistado que la extrema izquierda, ahogado en sus contradicciones. El asalto tradicionalista se ha hecho entre bastidores, aprovechándose de los problemas de financiación y legalización, planteando los problemas en el terreno de la solución "técnica y razonable" a los problemas de la educación, imponiendo planes de enseñanza acordes con la tradición y buenas costumbres de un "pueblo religioso", atrayendo —en un conato de distinción social— a nuevos sectores pequeño-burgueses despolitizados que nada tengan que ver con los orígenes políticos de las ikastolas, convirtiéndolas en fines en sí mismos (educar pero en euskera), haciendo continuos esfuerzos adaptativos a la Dictadura ("para que no cierren"), e institucionalizando la "democracia" de la capacidad de pago.

Con todo ello, nos encontramos que buena parte de las ikastolas tienen como objetivo instrumentalizado la formación de nuevas clases medias tecnocráticamente integradas; pero, eso si, en euskera. Formar larvas de burgueses que aseguren la continuidad del sistema, a poder ser con instituciones parlamentarias, a no ser que la lucha de masas obligue a otra forma de dictadura que proteja y canalice los intereses de la burguesía.

La postura de ETA-V (Hautsi n° 2) es bien diferente a la de los sectores tradicionales al nivel del análisis y los objetivos. Sin embargo, a la hora de sacar las conclusiones del carácter de la ikastola y del trabajo militante de los revolucionarios —y a pesar de sus buenos deseos de que en el futuro, por generación-espontanea, sean los trabajadores quienes las dirijan— confunden la composición social necesariamente heterogénea de la ikastola con la dependencia de los revolucionarios a los planteamientos reales —según su nivel de conciencia— que la pequeña burguesía haga. Para ellos lo popular significa, en la practica "rebajar" los intereses de los trabajadores a los de la pequeña burguesía, bajo manto de una unidad que solo se puede lograr tras los intereses proletarios que atraigan a la pequeña-burguesía, como muy bien lo decía el asesinado Martínez de Murguía "El- Rubio" en el Hautsi nº 3. A partir de la actitud pequeño burguesa y la falta de definición en cuanto a la línea que propulsarán en las ikastolas, abren el interrogante de cara al futuro de:

- si se alinearan en las luchas concretas, frente a las imposiciones de la dictadura, al lado de los demás revolucionarios y de las fuerzas obreras y pequeña burguesía progresista.

- o al lado de la claudicante y colaboradora burguesía peneuvista y la pequeña burguesía "eladia" o tecnocrática, para no "asustarla".

La noción exclusivamente "ideológica" que tienen de que las ikastolas son mas progresistas que las Escuelas Nacionales, no tiene en cuenta los cambios que ha habido en los maestros nacionales —que aparece cada vez mas como una capa combativa— ni tampoco donde esta la solución a los problemas del euskera. Si además la mayoría de los langiles deben mandar sus hijos a las Escuelas Nacionales y la ikastola tiene necesariamente un carácter privado y selectivo habrá que seguir yendo detrás de una pequeña burguesía que dejada a sí misma nos lleva a una fosa enana? El progreso de la revolución no se realiza al margen de los avances históricos. Estos permiten extender la base social del proceso revolucionario. Claro que si el "activismo" puro y simple, le es inherente ser "minoritario", entonces bastara tener reductos pequeños donde reclutar militantes para seguir haciendo activismo y no comprometerse en lograr una, cada vez mayor, confianza del proletariado y las capas populares en sus propias fuerzas. No dirigirse por esta vía como premisa fundamental del quehacer revolucionario, significa no sólo "tribunismo" (Zutik 57) sino adorar la extraña teoría de que "no resolver radicaliza mas" (?).

La ikastola nació como una de las respuestas populares a un problema político la opresión nacional —política y cultural— de Euskadi.

Por el campo social donde se sitúa —la enseñanza euskaldun— tendrá un carácter particular que se irá ligando con la problemática general de la enseñanza. La Dictadura irá dando respuestas sucesivas, con su política rentabilizadora y represiva de la enseñanza, que ha culminado con la ley General de Educación (LGE)

El problema de la enseñanza como tal —que compromete a las ikastolas en la lucha contra la LGE, junto con maestros, profesores no numerarios y estudiantes— y el problema de una solución para el euskera —que la Dictadura no quiere resolver pero puede hacer concesiones para lograr desmovilizaciones del Pueblo Vasco— forman una unidad indisoluble que obliga a plantearse la cuestión en términos políticos.

Esto quiere decir que la ikastola cubre un lugar particular en el combate contra la Dictadura y que, a su vez, los problemas que se dan cita en la ikastola (enseñanza progresista, control de la enseñanza por los irakasles, hacia el bilingüismo, centro popular, dirección proletaria, problema nacional...) no tendrán una solución final sino tras la revolución socialista, que habría de eliminar toda forma de opresión y habría de satisfacer todas las reivindicaciones del pueblo movilizándolo tras unas consignas claras.

IV. Euskera, Educación y lucha política

8 Todos sabemos que la solución al euskera no puede provenir de la ikastola misma sino desde su generalización a toda la enseñanza por medio del bilingüismo, y que este no puede ser aplicado sino desde instancias estatales-centralizadas. El mismo carácter privado de las ikastolas limita la capacidad de solución de la extensión del euskera. Las concesiones de la Dictadura en este terreno serán tanto más limitadas cuanto que la presión y apoyo popular mas decaiga o sea canaliza da hacia las ikastolas que controla la burguesía. La privatización de la enseñanza, la selectividad de cuna son residuos históricos que la burguesía sigue fomentando con el beneplácito de la burguesía vasquista. Todos sabemos que la burguesía ha impuesto su sistema de enseñanza clasista y que su solución rebasa el marco de la sociedad capitalista. La única forma de conseguir avances en este marco social y político está en el apoyo popular que se consiga y en que el movimiento popular —sectores progresistas, comités de barrio— y el movimiento obrero en particular CC.OO. asuman la línea de ¡hacia el control obrero de la enseñanza!, creándose previamente —en casi todos los casos— una ligazón entre los implicados teóricamente en la problemática de la enseñanza (maestros, irakasles, profesores no numerarios, escuelas de formación profesional, estudiantes imponiendo una lucha antidictatorial y anticapitalista contra la cultura de la clase dominante, contra la rentabilización de la enseñanza y contra la represión y marginación del euskera.

Puede esperarse que la Dictadura la burguesía —por intermediación, en mucho casos de la burguesía vasquista y retrograda— pretenderán recuperar a su interés6 las ikastolas, bien directa o indirectamente, por los diversos métodos que tienen desde las cooperativas de enseñanza —una de las salidas a la que las maltrechas economías de las ikastolas populares tienen que recurrir— a las ikastolas de la Sección Femenina pasando por la clase optativa de euskera en las Escuelas Nacionales. Todo con tal de no ceder al bilingüismo, caro y descentralizador.

No es que el bilingüismo sea imposible que lo conceda la Dictadura, pero so- lo una lucha tenaz y popular lo conseguiría. Es preciso ganar esta batalla y liga la con los otros problemas.

Es claro que si la ikastola popular no resuelve los problemas planteados, si cumple hoy un papel imprescindible en tanto el bilingüismo no se implante. La labor de la ikastola, en este sentido, es el de crear las condiciones para su propio sobrepasamiento. Luchar por el bilingüismo, dando una conciencia a los padres sobre este problema, ser foco de movilización popular para obligar a la Dictadura a que de marcha atrás en su represión al euskera y obligarle a que los cauces integradores que utiliza reviertan no en beneficio de sus propios objetivos ("pacificación") sino del Pueblo Vasco. Organicemos movilizaciones de conjunto.

9 Realmente la solución a todas estas cuestiones no pueden venir sino desde la clase interesada objetivamente en destruir toda forma de opresión y en asumir toda reivindicación, desde las mas modestas pasando por las democráticas hasta las socialistas.

Los desniveles, hoy existentes, en la conciencia del proletariado de las distintas nacionalidades al respecto de la opresión nacional, no debe servir para tomarlo como un dato fijo y estático. La condición misma de la revolución esta en la elevación de esa conciencia actual expresada en la organización de la clase y el aprendizaje en la misma acción. La experiencia de Burgos sirvió en este sentido. Ahora bien la clase no plantearía luchas organizadas si no existiera esa vanguardia amplia capaz de ir formulando reivindicaciones que la lucha de clases pone al orden del día con el apoyo organizativo y los análisis de las organizaciones políticas. El pensar que el proletariado de todo el Estado sólo asumirá las reivindicaciones que le afectan directamente en cuanto clase, no encaja con el proyecto político e histórico, comprobado mil veces, de la clase obrera. Es decisivo imponer a las organizaciones políticas de todo el Estado, la lucha practica por el derecho a la autodeterminación de las nacionalidades sin que quepan escusas de "no esta en la conciencia de las masas". Así como ETA-V se erige por sus planteamientos nacionalistas y divisores de la clase, en abanderado de la pequeña burguesía radicalizada, las organizaciones que relegan la propaganda educativa y agitativa por el derecho a la libre autodeterminación de las nacionalidades al cesto de los papeles, ambos hacen un flaco favor al proletariado y a la misma lucha popular.

Debemos aceptar el compromiso de establecer campanas a nivel de Estado, en a poyo a las luchas de masas de las nacionalidades por el derecho a la autodeterminación y contra la represión.

V. El programa .

10 Es necesario pues, homogeneizar a la vanguardia en torno a —en cuanto a los problemas de la ikastola y la cultura— un programa de reivindicaciones, desde las mas actuales y realizables a corto plazo hasta las que apuntan a una solución global, y que corresponda al proceso, tanto para ir elevando el nivel actual de conciencia en las ikastolas como para sensibilizar a los demás sectores en el combate de aquellas.

Este programa que proponemos debe servir para aglutinar a padres e irakasles que vean en el un camino real; no es más que un esbozo a desarrollar conforme avancen las luchas, sobre todo en la cuestión de las formas concretas de organizar se mas idóneas.

No es un compromiso con ETA-VI sino con el programa que ellos mismos impulsarían.

El argumento derechista de que "compromete a la ikastola" es una falacia cuando realmente la subsistencia con principios de la ikastola depende sobre todo del apoyo popular que tenga, así como de su aspecto legal y del establecimiento de una diferenciación entre personas e institución.

El proceso coyuntural que se ha abierto en las ikastolas es el de su recuperación por la burguesía hacia el pozo sin fondo de la marginación del problema del euskera y la enseñanza. Las condiciones objetivas les favorecen pero es hora de ir superando este retraso, no a golpe de voluntarismo sino organizándose para la lucha.

La necesidad de aunar sectores relativamente amplios de la ikastola y de diferenciarse de proyectos políticos ambiguos en la elección entre burguesía y proletariado obliga a que el programa no sea "alto" ni "bajo", sino aquel que consideramos imprescindible para una efectividad de las luchas.

Los agrupamientos zonales, provinciales, nacionales de quienes asuman este programa exige que en los momentos de lucha sepan adecuar la parte de programa que aglutine el máximo de gente con objetivos claros y se enfile hacia la victoria.

Este tipo de plataforma en un futuro debiera ser asumido por agrupamientos de maestros, irakasles, profesores y estudiantes que permitan enfrentamientos frontales de todos los sectores de la enseñanza contra las pretensiones de la burguesía y su dictadura. A medio plazo habrá de serlo por organismos tipo CC.OO.

Cuatro ejes importantes:


1.- DEFENSA DEL EUSKERA Y LA EDUCACIÓN PROGRESISTA CONTRA LA REPRESIÓN

- Por la libertad del euskera: bilingüismo en toda la enseñanza.

- subvención estatal a las ikastolas populares.

- enseñanza gratuita bilingüe en las Escuelas Nacionales


- apoyo estatal a la extensión del euskera.

- por una enseñanza laica y progresista
- por el euskera batua.

- unidad de las ikastolas populares: coordinación y ayuda mutuas para solucionar problemas de pedagogía, euskera batua, problemas económicos ... .frente a los jauntxos.


- coordinación con organismos de barrios, CC.OO., comités estudiantiles.

2.- POR UNA DEMOCRACIA REAL EN LAS IKASTOLAS

- igualdad de participación de irakasles y preocupados por el problema del euskera y la educación.

- que ningún irakasle pueda sufrir medidas disciplinarias por sus ideas políticas. Alto a la colaboración Jauntxos-Dictadura.

- que los planes de enseñanza los realicen irakasles y responsables de educación que se explique a los padres.

- frente a las juntas despóticas, clericales y "técnicas", frente a la política divisionista de los jauntxos:

.. unidad de las ikastolas populares.


.. unidad de los maestros, la gente progresista preocupada, juventud y  pueblo


.. alto a los chantajes a padres y maestros.

3.- POR LA UNION DE IRAKASLES; MAESTROS DE ESCUELAS NACIONALES; ESTUDIANTES; PROFESORES.

- por los derechos de los maestros: contratos fijos, seguridad social, remuneraciones decentes

- contra la Ley General de Educación.

- por una enseñanza progresista.

4.- POR EL DERECHO DE AUTODETERMINACIÓN DE EUSKADI

- por la cultura popular vasca.


- defensa de todos los represaliados por la Dictadura

- ABAJO LA DICTADURA FRANQUISTA

Nuestro trabajo militante irá, también, en este sentido, tratando de coordinar los comités que se formen para la defensa de este programa en las ikastolas o pueblos.

Andoni Eguiguren

  

 

A PROPOSITO DEL «BLOQUE REVOLUCIONARIO» DEL M.C.E. [1]

De la confluencia entre, por una parte, el ascenso continuado de las luchas (que ponen de relieve el alto grado de combatividad alcanzado por las masas); y, por otra, la incapacidad de la burguesía para controlar esta combatividad y contener dicho ascenso del movimiento de masas, hemos deducido la caracterización del período como potencialmente revolucionario.

A su vez, del hecho de que los sucesivos estallidos de la cólera obrera no se hayan apenas traducido en verdaderas explosiones revolucionarias capaces de hacer bambolearse a la dictadura (aunque Burgos fue un serio aviso) hemos deducido que el talón de Aquiles del movimiento residía en la inexistencia de una dirección revolucionaria capaz de coordinar y dirigir, a escala de todo el Estado, la lucha de las masas explotadas y oprimidas. Hemos sintetizado esto mediante la formula según la cual la tarea central del periodo consiste en dotar de una dirección revolucionaria al movimiento de masas.

Nuestra organización se halla empeñada en la tarea de contribuir con todas — sus fuerzas a la realización de este objetivo. Para ello se hace necesaria una táctica de a la vez unidad y desbordamiento respecto a las organizaciones reformistas. En aplicación de esta táctica, las distintas corrientes revolucionarias se ven empujadas a una política de unidad de acción prioritaria tendente a pre- sentar un frente común, desde dentro del movimiento, a las alternativas reformistas. Pero esta unidad no excluye sino -por el contrario- exige, una lucha ideológica incesante —fraternal pero firme— contra las tendencias espontaneistas, izquierdistas, etc., que tan a menudo caracterizan a las organizaciones situadas a la izquierda del PCE.

El texto que a continuación presentamos ha sido elaborado —en el marco de nuestra "Comisión de Trabajo en el Movimiento Obrero, C.T.O.— por un grupo de compañeros habituados, por su campo de intervención, a confrontar a diario sus concepciones con las del M.C.E. en torno, fundamentalmente, a las CC.OO. (su naturaleza, su funcionamiento, las consignas a propugnar, los métodos de lucha a impulsar). Al publicarlo no pretendemos cerrar sino, antes al contrario, abrir, un debate necesario con los militantes del "Bloque Revolucionario" (y en particular con los del M.C.E., su organización impulsora) en la esperanza de que, en base a la polémica, el esclarecimiento de nuestras posiciones respectivas contribuirá a cimentar sobre pilares mas consistentes las coincidencias en la acción.

Debemos añadir que, a nuestro entender no es en base a "definiciones" como los sectores mas avanzados de la vanguardia obrera optaran en definitiva por tal o cual alternativa. El debate sobre CC.OO. es el debate sobre las experiencias prácticas de su actividad, sobre las enseñanzas obtenidas de las luchas. Ese deberá ser el terreno del debate en lo sucesivo. Con la publicación de las líneas que siguen únicamente pretendemos trazar los limites que enmarcan el debate en la hora actual.

Comité de Redacción

 

I.  Relación vanguardia-masas: A-B-C

Sabida es la insistencia del M.C.E. en el tema de la "línea de masas". En su texto programático central ("Por la independencia nacional y la democracia popular, hacia el socialismo y el comunismo") puede leerse: "El partido debe confiar ilimitadamente en las masas y ser fiel a la línea de masas según la cual, para vincularnos con ellas, tenemos que comenzar por conocer sus ideas, analizarlas cuidadosamente separando lo correcto de lo erróneo, sistematizarlas después y darles la forma de una política, así, devolvérselas a las masas, una vez hecho lo cual se podrá observar, según la acogida que las masas le den, si es acertada o equivocada". Este enunciado deja planteada en última instancia, la cuestión de la orientación precisa de la lucha de masas, a las masas mismas, lo que traducido en otros términos significa: la negación del papel político del Partido del proletariado en la revolución. Si el papel de este consiste en dar conciencia a las masas, orientando y dirigiendo su lucha, como entender que será la acogida que las masas den, el criterio para juzgar si una política es justa o no?. La raíz del reformismo en todas sus variantes reside en esa acomodación al "nivel medio" de conciencia, que se identifica sin mas como "el pensamiento dé las masas".

Ahora bien: En una sociedad de clases, las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes entre las masas. La enorme preponderancia de los medios de difusión de las ideas burguesas, sumado a los efectos degradantes sobre el individuo de la organización capitalista del trabajo, determinan el peso abrumador de las concepciones burguesas, incluso entre los mas explotados.

Por eso, el movimiento de resistencia que de forma espontanea, "natural", surge entre las masas trabajadoras contra la explotación y opresión a que están sometidas, no se transforma, por un crecimiento igualmente natural, en conciencia-revolucionaria. La comprensión del antagonismo entre los intereses de la clase y los de los capitalistas se traduce en una voluntad de lucha por mejorar las condiciones de vida, pero no en la conciencia de la necesidad y posibilidad de destruir el marco mismo de la explotación, de la sociedad capitalista. Es decir: la rebeldía que la explotación genera en las masas se sitúa normalmente en el terreno y en la lógica del sistema capitalista.

La conciencia comunista, por el contrario, que surge del exterior al movimiento espontaneo (pero con voluntad de fusionar con él) se sitúa fuera del marco del sistema. La acción de los comunistas tiene por objeto no solo la mejora de la situación obrera sino, ante todo, el desarrollo, a través de las experiencias extraídas de las luchas, de la conciencia de clase política del proletariado promoviendo la autoorganización de éste con vistas a la toma del poder. En esto consiste precisamente el papel del partido en la revolución.

Pero esto es solo una parte de la cuestión. Porque no basta con poseer una visión exacta de los objetivos o una comprensión justa de la sociedad para ser reconocido como vanguardia. La organización revolucionaria de vanguardia surge de la fusión entre la conciencia comunista organizada y el movimiento real de la clase —o de sus sectores mas avanzados— espontáneamente lanzados a la lucha. Esta fusión solo es posible mediante una participación decidida en las luchas de masas cualesquiera que sean sus errores, sus incomprensiones o prejuicios iniciales. Fara un materialista, todas las presuntas vanguardias autoproclamadas a priori —y por motivos puramente ideológicos ("posesión del pensamiento Mao-Tse-Tung marxismo leninismo de nuestra época" o similares)— pero que se muestran en la práctica incapaces de ligarse con el movimiento real de las masas, no tienen mas valor que un cheque sin fondos. Dicha fusión no se producirá por el simple efecto de la propaganda o el ejemplo. Las masas aprenden como consecuencia de su propia experiencia. Esa es la razón de que los comunistas deben participar directamente en las luchas de masas. De otra manera, es imposible que los revolucionarios influencien y orienten la concienciación de estas.

Esto, , se nos dirá, es muy sabido, es el a-b-c del marxismo y los militantes del M.C.E. no lo ignoran. De acuerdo. Solo que saberlo, también lo "saben" los dirigentes del PCE y demás reformistas. Y es que el problema no es tanto conocer las leyes del marxismo cuanto ser capaz de aplicarlas en forma consecuente, en condiciones favorables como en condiciones adversas. Y, a nuestro juicio, la orientación preconizada por el M.C.E. cara a las CC.OO. (y vehiculizada a través del "Bloque Revolucionario") peca a la vez, por paradójico que pueda resultar, por ambos lados.

- Una desviación derechista, seguidista con respecto a las masas; Una tendencia acusada a adaptarse al "nivel medio" de conciencia (o sea, en la práctica, al nivel de los trabajadores mas atrasados). Reticencia a pro pulsar consignas o métodos de lucha que no hayan sido aun comprendidos mas que por los luchadores obreros mas avanzados.

-Una desviación de tipo izquierdista, sectario, en lo referente a la constitución del Frente Único Proletario, al anteponer muchas veces en la práctica la lucha contra los "revisionistas" a la lucha contra el enemigo de clase.

II. ¿ CCOO: un movimiento sindical clandestino?

Para el M.C.E. las CC.OO. son organizaciones de masas de carácter sindical y con vocación, por tanto, para agrupar a amplias masas de obreros. Si hoy agrupan solo a una franja de obreros combativos (una gran parte de los cuales son militantes de organizaciones políticas) se debe a que se encuentran en un período embrionario de su formación. Pero con el tiempo se irán desarrollando hasta llegar a agrupar realmente a amplios sectores de trabajadores, de acuerdo con su naturaleza de organización de masas. Lo cual es una primera divergencia con nosotros.

A nuestro juicio, dadas las condiciones impuestas por la lucha contra la dictadura terrorista (represión asesina, necesidad de la clandestinidad, etc.) no se puede hablar de organizaciones estrictamente sindicales, con carácter estable y de masa, más que en una situación inmediatamente revolucionaria. La existencia de organizaciones propias de los trabajadores, con carácter de masas, es algo que en las condiciones en que se espera la recomposición del M.O. bajo el franquismo, plantearla ya, de un modo inmediato, la cuestión de la toma del poder. Pensamos que la experiencia de mas de una década ha demostrado que las CC.OO. constituyen el marco de agrupación de la franja mas avanzada de la clase obrera, pero no de las masas obreras como tales, ni siquiera en un período "embrionario" de su formación. Esto viene impuesto por la necesaria clandestinidad y por el nivel de conciencia necesario para militar en ellas (en las condiciones represivas actuales).

La inminencia de la represión determina que los trabajadores agrupados en CC.OO. no pueden mantener su lucha en el plano puramente sindical, reivindicativo. La entrega y nivel de conciencia requeridos para militar establemente (y no con carácter episódico: una vez la lucha desencadenada, etc.) en tales organismos, sin tener por que ser el del militante de una organización política, no es tampoco el del tradicional luchador sindical. No es casual que sean los propios militantes de organizaciones políticas quienes constituyen el soporte directo - de las comisiones.

De esta divergencia inicial deriva nuestra desigual valoración de la función que en la preparación y dirección de las luchas deben jugar los militantes de comisiones. Para el M.CE., esta función es casi siempre puramente sindical. La C.O. no debe plantear sino aquellas reivindicaciones y métodos de lucha que la masa de los trabajadores, esta inmediatamente dispuesta a secundar. Todo lo que sea rebasar ese "nivel medio" es visto con sospecha y tachado de "aventurerismo Es así como los militantes del "Bloque Revolucionario" se han a menudo contentado con "recoger" y secundar las reivindicaciones elementales surgidas espontáneamente, pero renunciando a propugnar y encabezar iniciativas tendentes a trasponer ese nivel puramente reivindicativo y despreciando así las posibilidades de educación y politización abiertas por la lucha. Pero no solo, ni principalmente en cuanto a los objetivos de la lucha, sino, sobre todo, en lo relativo a los métodos de combate necesarios para obtenerlos.

III. Funcionamiento de las CCOO

Entre las bases fundamentales que deben presidir el funcionamiento de las CCOO., el M.CE. reconoce el principio de democracia interna. Sin embargo, el alcance practico que ellos y nosotros damos a tal democracia interna no coinciden.

A nivel de principios genéricos no hay problemas. Tanto el M.C.E. como nosotros estamos por el derecho de todo militante de Comisiones a defender en su interior sus propias posiciones políticas. Se supone que no solo a nivel individual, sino igualmente al nivel de agrupación de militantes de tendencia, pues ellos mismos plantean el "Bloque Revolucionario" como tendencia revolucionaria en el seno de CCOO. Pero a la hora de plasmar este principio en la práctica, lo menos que podemos decir es que los militantes del M.CE. se muestran reticentes. Con la excusa de que una confrontación de líneas en, por ejemplo, los órganos de prensa de las CC.OO, llevaría la confusión y el desconcierto a las masas, el M.CE. es contrario al derecho por parte de las corrientes minoritarias a expresarse públicamente.

Nosotros hemos planteado (en el Zutik 57) a propósito de las Comisiones y Comités de Guipúzcoa que, si bien las revistas de las coordinadoras —de zona, provinciales, etc.— expresaran lógicamente el punto de vista de la mayoría, debería preverse un capítulo permanente abierto a la crítica a las concepciones mayoritarias (1). No comprende el M.C.E. que el argumento de "evitar la confusión y el desconcierto entre las masas" podía ser igualmente esgrimido por los dirigentes del P.C.E. para negarse a dar entrada —y cauces de expresión— (en las comisiones bajo su control burocrático) a las demás corrientes del Movimiento Obrero?.

A nuestro entender, la democracia inferna en el seno de CC.OO. exige libertad de discusión y crítica antes, durante y después de la acción. Pensamos que, lejos de contribuir a la dispersión, esta libertad favorecerá la tendencia hacia la unificación real del movimiento en CCOO., cuya necesidad es tan profundamente experimentada por los luchadores obreros. Esa será la mejor garantía contra la escisión del movimiento de CC.OO. De otra forma volveríamos a la épocas en que cada organización creaba su propio montaje de comisiones "verdaderamente rojas" o "auténticamente antiimperialistas", etc. 

IV. Métodos de lucha

Desde hace tiempo coincidimos con el M.C.E. en la negativa a la utilización de los cauces legales y nuestras respectivas campañas —por el boicot primero, por la dimisión de enlaces y jurados después— han ido paralelas. Pensamos sin embargo que las nuevas formas de lucha y métodos de acción aparecidos últimamente en el seno del movimiento exigen delimitar los campos mas allá del simple rechazo de los cauces. Nos centraremos en tres puntos:"

A) LA COMISIÓN ANTE LA ASAMBLEA Y LOS COMITÉS ELEGIDOS Y REVOCABLES.

Nosotros no vemos contradicción entre la comisión y las Asambleas. Cada momento del combate exige formas especificas de organización. Pensamos que, siendo la principal labor de la comisión la preparación de las luchas futuras, tiene que ser ella misma quien estimule y aliente, desde que hay condiciones para ello, la convocatoria de Asambleas en que sea el conjunto de los obreros quien asuma directamente la defensa de sus intereses, participando en la organización de la lucha. Veamos, esquemáticamente, las funciones a asumir por cada forma de organización.

+ La C.O. (clandestina pero democrática) ([2]) tiene por función principal estimular la aparición de nuevas luchas. Para ello, mediante hojas u otros medios informa sistemática y regularmente de la situación de los trabajadores en la empresa, denunciando las injusticias cometidas, los desmanes de los jefecillos despóticos, las actividades de los chivatos, los planes urdidos por la dirección para aumentar la explotación.,.. Informa de la situación económica y financiera de la empresa, los beneficios obtenidos, los stocks existentes en cada momento,([3]) la situación de las otras empresas del ramo, el numero de parados en la región (cara a un posible despido masivo) etc. La Comisión se debe hacer portavoz de todo descontento surgido; en las empresas grandes, la situación de otros talleres es a veces desconocida: la C.O. debe pulsar el estado de animo en cada sección o taller y darle a conocer a todos los demás; Debe ser también un instrumento organizador de la solidaridad con otras empresas en lucha; debe tomar iniciativas tendentes a la constitución de bolsas de resistencia; debe ser también un instrumento de formación política, elevando el nivel de conciencia de los obreros, denunciando los ataques del capital y su aparato represivo fuera del marco de la fábrica (asesinatos de Ferrol, San Adrián ...)

+ La experiencia de las luchas mas duras y combativas nos indica que no ha sido extraño a ellas la labor previa de formación e información desarrollada por la comisión antes del estallido del estallido del conflicto. Pues bien: Son estas tareas previas las que compiten a la Comisión.

+ Una vez reunidas las condiciones para el comienzo de la lucha, la comisión, sin desaparecer, se "borra" transitoriamente en beneficio de la Asamblea. En esta, por votación y tras discusión, se fijan los objetivos y se deciden las formas de lucha mas adecuadas para alcanzarlas. Puesto que resulta imposible que la dirección práctica de la lucha sea tomada en manos por la Asamblea, una- de las primeras decisiones de esta debe ser la elección democrática de un comité de huelga, (revocable en todo momento por la misma Asamblea) encargado de dirigir la lucha. Son múltiples las funciones que dicho comité deberá asumir.

- Coordinación de la huelga (para que esto se haga correctamente es conveniente en las fábricas grandes, que los miembros del Comité representen a todos los talleres y secciones de la misma).

- La negociación con la patronal: no cabe duda que la fuerza de un comité que actúa como transmisor de la voluntad del colectivo obrero democrática mente expresada en la Asamblea, es, cara a la negociación, infinitamente mayor que la de cualquier delegación no representativa, (por muy buenas discutidores, especialistas en cuestiones sindicales o expertos en legislación laboral que dichos delegados sean).

- La toma de iniciativas tendentes a organizar la resistencia frente a la patronal: puesta en pie de piquetes de extensión de huelga para provocar la solidaridad; organización de las bolsas de resistencia; organización del abastecimiento de alimentos a los huelguistas en caso de ocupación (Imenasa).

- Redacción de las octavillas y comunicados (cuyo texto no siempre podrá ser sometido a la aprobación de la Asamblea, aunque habrá que intentarlo); ídem cartas en petición de solidaridad a otras empresas, a los estudiantes, comisiones de barrio, etc..

- Igualmente, la toma de iniciativas en el sentido de crear piquetes de auto defensa, para evitar una resistencia inorganizada, evitar que queden grupos aislados cuando aparezca la policía, defender a los líderes principales, arrancar de las manos de los policías a posibles detenidos, etc..

+ Si la lucha toma dimensiones a nivel ciudad, iniciativas en el sentido de formar un "Comité Central de Huelga", como en Vigo, para poder tomar decisiones, hacer llamamientos, dar consignas, etc . , con rapidez.

Nuestras divergencias con las concepciones del "Bloque Revolucionario" sobre estas cuestiones son de dos tipos: de orden inmediato y de orden político.

1.- Divergencias de orden inmediato.

El MCE (y el B.R.) no están explícitamente contra la Asamblea, aunque otorga a estas un papel relativo. Sostienen que es la Comisión clandestina quien debe mantener en todo momento entre sus manos la dirección de la lucha (en base a la confianza ganada previamente) y se pronuncian netamente contra los comités de huelga democráticos elegidos en Asamblea. La razón fundamental que aducen es la clandestinidad. Insistiendo en la fortaleza de un enemigo armado hasta los dientes y en nuestra propia debilidad actual, considera que toda organización democrática de la lucha no hace sino entregar en manos de la policía a los mejores luchadores. Considera por eso aventurera la consigna de "Comités elegidos" y desconfía, de la de "Asambleas Obreras en cada lucha".

No podemos "liquidar" sin mas esta orientación tachándola de reformista. Hay, efectivamente, una parte de verdad en sus argumentos: el enemigo está armado y nosotros desarmado, una organización abierta de las luchas permite la identificación fácil de nuestros líderes y pone en peligro de decapitación la lucha. Pero, que propone a cambio el MCE? Que sea la Comisión Obrera (clandestina, recordémoslo) quien asuma la dirección de la lucha. Admite que pueda existir un comité públicamente elegido encargado exclusivamente de transmitir las decisiones de la Asamblea en las eventuales negociaciones. Pero niega en redondo que dichos Comités puedan asumir tareas de dirección en la huelga. Esta es, dicen, función de la Comisión clandestina. Pero, esto es, perfectamente irrealista: una vez estallado el conflicto, la dirección concreta, práctica, no puede ser asumida desde la clandestinidad. El resultado en la práctica es el contrario al deseado. A medida que el conflicto se radicaliza y profundiza, los miembros de la Comisión tienen que salir a la luz y asumir públicamente tareas de dirección, pero sin el respaldo de haber sido elegidos para ello. Lo que ocurre en la práctica es pues, que no solo se dan a conocer, sino que lo deben hacer, además, en condiciones especialmente des- favorables .

 2.- Divergencias de orden político.

Pero no cabe duda de que estas diferencias practicas tienen su raíz en divergencias mas de fondo. Los tintes sindicalistas de la concepción del MCE llevan consigo una cierta deformación en la concepción de la democracia obrera: una deformación típicamente sindicalista. En la medida en que la Comisión, organización de masas, esta destinada —en la práctica— únicamente a la defensa de las reivindicaciones inmediatas, elementales, de los obreros, solo los "especialistas", es decir, quienes tienen una experiencia y una formación sindical (la Comisión, por definición, según su esquema), están capacitados para dirigir la negociación (y la lucha tendente a rendir esta más favorable).([4])

Nosotros, precisamente porque pensamos que las C.O. (en cuanto estructuras estables) no pueden ser consideradas como verdaderas organizaciones de masas, opinamos que en los momentos álgidos, cuando la mayoría de la plantilla esta decidida a luchar, no se puede mantener a esta al margen de la organización de la lucha. La Asamblea es el cauce de expresión de ese entusiasmo y combatividad generales.
A su calor surgen (y así ocurre cada vez) compañeros que hasta el momento no habían apenas dado señales de su capacidad y combatividad. Compañeros cuyo nivel de conciencia no es tal que estén dispuestos a organizarse en la Comisión clandestina, pero que en el entusiasmo de la lucha descubren en si mismos —y ante los demás— reservas de energía y entrega insospechadas. En cada lucha ocurre lo mismo. Y es así como se van forjando nuevos líderes obreros, nuevos cuadros organizadores de la clase, de cuyas luchas emanan. Vamos a interferir este desarrollo limitando la intervención del grueso de los obreros a secundar las consignas de la Comisión clandestina? Precisamente porque no hay elevación del nivel de conciencia por el simple efecto de la propaganda, sino que la experiencia directa es necesaria, la organización democrática de la lucha, con participación masiva en las Asambleas y con elección democrática del comité de huelga contribuye a la educación y politización de los obreros mas que cientos de panfletos. Incluso para los compañeros menos decididos, el hecho de votar y de responsabilizarse así de la actuación de los miembros elegidos, contribuye a crear un clima de participación en la lucha difícil de lograr de otro modo.

Pero hay mas: la educación en la democracia obrera desde ahora mismo es imprescindible para que, en la situación de crisis revolucionaria, sean las masas quienes, a través de sus propios organismos, emanados de abajo hacia arriba como expresión de su voluntad de clase, asuman las tareas insurreccionales puestas al orden del día por la crisis.

Contra la gama de espontaneistas, proclamamos nuestra convicción de que solo en base a las experiencias de hoy adquirirán las masas la decisión y el heroísmo necesarios para tomar mañana el destino en sus manos: para hacer la revolución. Y de que esa democracia socialista así en las luchas garantiza contra todos los usurpadores la democracia socialista por la que luchamos: la sociedad de mañana de be prefigurarse en las luchas de hoy.

Naturalmente que los problemas de clandestinidad de que habla el MCE existen. Pero no cabe duda de que la actuación de la represión no tiene el mismo alcance cuando se enfrenta a compañeros que cuentan con el respaldo expreso de todos los obreros que cuando dicho respaldo no ha tenido ocasión de materializarse.

En cierta medida, los golpes de la represión son, mientras persista la dictadura, inevitables. Debemos protegernos contra ellos mediante la clandestinidad. Pero no debemos hacer de ella una tapadera justificativa de la abstención frente a las exigencias nuevas que el ascenso continuado de las luchas plantea con insistencia creciente.

 

B) PIQUETES DE EXTENSIÓN DE HUELGA.

Los militantes del "Bloque Revolucionario" se muestran de acuerdo con esta consigna, pero se abstienen de difundirla. Creemos que, aunque sea un punto clave para desmarcar la orientación revolucionaria de la de los reformistas, no basta  con insistir en la "dimisión de enlaces y jurados". El MCE se muestra ultraprudente a la hora de extender las consignas que, en cuanto a métodos de lucha, la experiencia practica va mostrando a diario.

 

C) PIQUETES DE AUTODEFENSA.

El MCE no se muestra en principio contrario a la consigna, si bien la considera "inoportuna" (por prematura) en las condiciones actuales.

Nosotros no decimos que siempre y en toda circunstancia sea posible la creación de tales piquetes. Pero afirmamos que lo son ya en toda una serie de casos y que numerosas luchas recientes no hacen sino confirmar su creciente necesidad.

También en este caso nuestra divergencia de orden inmediato con el MCE se basa en divergencias políticas mas generales (en relación por una parte, a la tipología de la revolución en el Estado español y, por otra, al problema del papel de la violencia en las luchas actuales). Aunque resulta evidente que no podemos abordar estos temas de fondo en el marco del presente articulo ([5]) insistiremos en dos puntos:

a) Rechazamos la posición espontaneista y utópica de quienes piensan que, sin una educación práctica previa, las masas van por si mismas a tomar las armas en los momentos de crisis revolucionaria. Esa educación pasa hoy por la creación de piquetes de autodefensa que vayan acostumbrando a las masas a la utilización —aun de forma muy primaria al principio— de la violencia revolucionaria frente a la represión asesina.

b) El balance de 15 obreros asesinados en el curso de huelgas y manifestaciones en estos últimos años nos parece suficientemente ilustrativo de hasta que punto la organización de las luchas debe prever, como un dato más, la presencia de la represión asesina. Es cierto que "el enemigo esto armado y nosotros desarmados", pero lo que de eso se deduce no es que haya que renunciar a luchar, a defenderse; Sino, al contrario, que hay que esforzarse ya por "armar a los trabajadores del deseo de armarse", sin el cual nunca se producirá el armamento efectivo, real, de las masas. Y para ello es necesaria una educación de las masas en la necesidad de la violencia revolucionaria. Educación que a veces deberá limitarse al terreno propagandístico, pero que en numerosos casos deberá basarse ya en experiencias directas.

En el próximo Zutik publicaremos la segunda parte de este articulo: "El Frente Único Proletario y el Bloque Revolucionario".


 

NOTAS :

(1) .- En el párrafo en cuestión (Zutik 57. pág. 33) una errata nos ha hecho decir lo contrario a lo que queríamos. No se trata, evidentemente, de un capítulo dedicado a "criticar concepciones diferentes a las de la mayoría", sino a exponer dichas concepciones. Por otra parte, un error de montaje deslizado en esa misma página ha hecho incomprensible el contenido: Los tres primeros párrafos de la pág. 33 debieran ir al comienzo de la 34 dentro de las "propuestas que ETA (VI) hace a todos los organismos unitarios y coordinadoras" (N. de la R.)

(2) .- Siendo clandestina, es claro que no podrá ser democrática en sentido puro (es decir: elegida mediante votaciones). Al decir democrática queremos, pues, indicar su carácter representativo, es decir: surgida del seno del colectivo obrero, agrupando a los compañeros que hayan demostrado en las luchas anteriores una mayor combatividad y habiéndose ganado la confianza de una gran parte de los obreros a través de una aparición regular, especialmente mediante hojas informativas o de propaganda y de las otras mil manera de "presencia" que aun dentro de la clandestinidad, son posibles en el seno de la empresa. Lo contrario, pues, a esas Comisiones "fantasma" que aparecen de la noche a la mañana y a veces con pretensiones de representatividad en las coordinadoras. Como las que florecieron de repente en algunas zonas de Euskadi en la Primavera del 71 (llamando a la participación en el Vertical) o en Guipúzcoa el año pasado.

(3) .- Esto es muy importante a la hora de decidir el momento de lanzar la lucha. A menudo, por imprevisión en este sentido, la huelga es lanzada en momentos en que exceso de almacén de a la empresa una gran capacidad de resistencia a la huelga. A menudo hay entre los cuadros técnicos personas honestas dispuestas a colaborar con la Comisión, proporcionando informaciones de este tipo y similares.

(4) .- En Francia, las centrales sindicales CGT y CFDT se oponen sistemáticamente a la formación de "Comités de Huelga" elegidos en Asamblea (y agrupando a sindicados y no sindicados) con argumentos similares: solo las organizaciones sindicales son capaces de dirigir las luchas de forma realista y eficaz, impidiendo las utopías de los izquierdistas, etc..

(5) .- Un avance de nuestras posiciones sobre estos temas puede encontrarse en el Zutik 57: "Nuestra concepción sobre las tareas militares". "De la autodefensa obrera al armamento de los trabajadores" (pág. 21).

 

 

 

EL PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA ¿socialismo sin revolución ?

"La cuestión de la dictadura misma, como único camino que conduce a la victoria, está fuera de discusión. El desarrollo de la revolución mundial ha demostrado claramente que en la situación histórica actual sólo existe una alternativa: dictadura capitalista o dictadura del proletariado"

(del Tercer Congreso de la Internacional Comunista)

El Berriak N° 13 (Enero 73) dedicaba un pequeño artículo de análisis al VIII Congreso del PCE; desde que se escribió ese artículo hasta hoy, se han sucedido nuevos acontecimientos en el interior del PCE. En efecto, como respuesta crítica a las condiciones burocráticas en que se realizó dicho Congreso y a las conclusiones del mismo, se ve hoy sacudido por la crisis interna más fuerte desde 1967.

Con este articulo intentamos —lo decimos sin ambigüedades— incidir en esa crisis interna del PCE. Para los que confunden la actividad revolucionaria con la diplomacia, esto podrá parecerles deshonestidad y mala fe. Allá ellos!. Como militantes leninistas consideramos que la lucha ideológica contra el reformismo constituye un aspecto fundamental de nuestra actividad. Y cuando en la base del PCE existe un sano proceso de reflexión critica contra la política capituladora y colaboracionista de su dirección, esa lucha ideológica se hace doblemente necesaria.

*

Comencemos centrando —con palabras del propio S. Carrillo— la perspectiva que el PCE ([6]) mantiene: "...hemos elaborado toda nuestra estrategia con vistas a evitar una nueva contienda (como la guerra civil)... Por eso hemos trazado una orientación que tendía y tiende a la descomposición del régimen dictatorial, por medio esencialmente del desarrollo de la lucha de masas. Se trataba y se trata de producir una diferenciación y un enfrentamiento entre la minoría oligárquica y las otras clases y capas sociales de la población, incluidos sectores de la burguesía que durante años han sostenido por acción u omisión el sistema vigente... de incidir en el desfase que debía producirse entre el núcleo de Poder y diversas zonas del aparato estatal. En definitiva, de conseguir que una parte de éste se aproximara a la corriente democrática en vez de oponérsela".

Así pues, queda establecido el esquema estratégico del PCE de la siguiente formal

a) La tarea actual no es la de impulsar la Revolución Socialista, sino la de conseguir una democracia burguesa avanzada (parlamentaria). Se trata de lograr un cambio político, democrático, nacional.

b) Para ello es necesario un acuerdo, un Pacto, entre todos aquellos que —siempre según el PCE— no quieren, ya más, seguir con la dictadura. Se trata de "aislar al núcleo del Poder" mediante el Pacto por la Libertad (en que se incluyen viejos mantenedores del Régimen, sectores "evolucionistas" del gran capital, mandos "democráticos" del Ejército, jerarquía eclesiástica...)

e) Pero la conquista de esa democracia avanzada realizada por el Pacto ha de venir mediatizada por una Revolución Política, lo que exige que "los sectores oposicionales se sitúen en condiciones de fuerza", para que "en un momento dado las fuerzas partidarias de la democracia fueran desbordantemente superiores a los ultrancistas dictatoriales y pudieran desplazarlos con relativa facilidad" y que esto pudiera hacerse, además, "con un mínimo de violencia".

d) Y, ¿cómo será posible llegar a esto? muy sencillo: "Un régimen agotado, decadente, como lo es hoy el régimen franquista, puede, bajo la presión creciente de las fuerzas democráticas, de la lucha de las masas, de sus propias e indisolubles contradicciones, hacer concesiones que faciliten la tarea de las fuerzas transformadoras, de modo que la resistencia a la revolución política sea reducida y que hasta pueda llevarse a cabo y triunfar con un mínimo de violencia"...lo cual, además, es "tanto más factible en España cuanto que una parte importante —al menos— de la oligarquía experimenta la necesidad de cambios".

e) Y en este proceso la "Huelga Nacional podría dar al traste con la dictadura". El concepto de Huelga Nacional "dimana precisamente del carácter nacional que debe tomar hoy la lucha democrática. Supone, como es lógico, la participación fundamental del proletariado, Pero con él, la de amplios sectores del país: en el campo, en la Universidad, en los servicios, en los medios de información de masas, en la administración del Estado; comprende la participación de una u otra forma, de la Iglesia, particularmente de sus sectores más dinámicos; incluso el apoyo activo de sectores empresariales” ... "Se trata no sólo de parar el país, sino de apoderarse de la calle, de construir órganos de lucha y de Poder a todos los niveles posibles para acentuar la presión contra el núcleo del poder dictatorial, hasta desplomarle. Se trata de evitar en lo posible el enfrentamiento con las Fuerzas Armadas y de establecer y desarrollar el contacto con ellas para lograr su apoyo o su neutralidad".

 

Sin tratar de agotar en este Zutik! todo el análisis sobre el PCE, vayamos por partes en la crítica a esos ejes centrales de su política.

I. El pacto por la libertad
a contracorriente de las luchas

Si, como lo demostraba la resolución central de nuestra pasada Asamblea —publicada en el Zutik 55— el "milagro" económico español no ha pasado de ser el de la constitución de una economía de tercera categoría, la otra cara de la medalla, la del "desarrollo político español" aparece aún más enmohecido.

Las maniobras de antaño, en las que un período de represión aguda servía para jugar luego a las piruetas seudo-liberalizantes, ha tocado ya a su fin. El capitalismo español se encontró, a lo largo de los años 60, en condiciones internacionales y nacionales más favorables que las actuales, pero no hizo sino demostrar su incapacidad absoluta para provocar una sustitución real de las formas esenciales de la dictadura. Hoy, en medio de la agravación de la crisis internacional del capitalismo y en medio de un ascenso vigoroso del movimiento de masas cuyas exigencias más elementales es incapaz de conceder, sería utópico pensar que nuestra oligarquía pudiera iniciar dicho proceso.

A ello hay que añadir las perspectivas que se abren para el próximo futuro. Ningún sector de la clase dominante está hoy apto como para asumir en sus manos la dirección total del gobierno. El viejo dictador no puede ya, físicamente, durar mucho tiempo y el nuevo personaje, Juan Carlos, es un pelele, incapaz, que no garantiza ni a la oligarquía ni al ejército la seguridad y equilibrio que Franco les ha ofrecido. La maniobra tendente a equilibrar dicha situación dando un gran paso a Carrero Blanco, encuentra —ya desde hoy— demasiadas dificultades internas como para no pensar en una agravación del desequilibrio dictatorial o la muerte del dictador. Si bien es cierto que toda la burguesía está de acuerdo en mantener el estado policíaco como única forma de Gobierno, ello no impide que existan divergencias entre sus proyectos políticos y que éstas tiendan a agravarse a medida que desaparece el tradicional "árbitro" entre ellos.

Además no es nada aventurado afirmar que, en un período caracterizado por la tendencia a la radicalización, extensión y politización de las luchas, el paso de Franco a la Monarquía se vaya a dar en medio de fuertes acciones de masas que, lógicamente, agudizarán más la crisis interna.

Nada tiene de extraño que, en estas condiciones y a pesar del demostrado empeño del PCE en pacificar las luchas y conducirlas por los derroteros de la colaboración de clases, los sectores "evolucionistas" muestren tanta aversión como los "ultras" a recoger la mano abierta del equipo político de S. Carrillo y, menos aún, a seguir sus consejos de desmontar la dictadura para pasar al parlamentarismo. A pesar de que el PCE diga "tenemos que desarraigar en ellos el miedo a una revolución política", todos esos "sesudos varones" (como los llama el VIII Congreso) saben demasiado bien que esa sería la llama capaz de incendiar el monte, acelerando al tope la lucha de masas tras una dinámica de asaltos a la propiedad capitalista y destrucción del aparato de represión burgués.

 Desde el que luego sería el núcleo de donde surgía el Gobierno "monocolor" del 69, pasando por el Duran Farrell que más tarde exigiría del gobierno una sistemática represión contra CC.OO., hasta la actualidad... todos aquellos a quienes la dirección carrillista había designado como interlocutores para el Pacto, por parte del Capital, se han ido desplazando hacia un decidido apoyo a la dictadura asesina. Los últimos que le quedaban, los Areilza y Cia. han abandonado su charlatanería de hipócritas defensas de la democracia (con la que se trataba de entrampar a las masas) para alinearse en el —tan en boga— "centrismo" (ver Zutik! 57) que, de hecho, implica el agrupamiento dentro de las Leyes Fundamentales del Movimiento.

A pesar de ello, la dirección del PCE continúa manteniendo su proyecto de colaboración de clases, como la vía actual de la política proletaria; y por ello continúa arengando a la burguesía con las mismas propuestas que, a lo largo de todos es tos años, se han mostrado, además de irrealizables, a contracorriente de la dinámica real de la lucha de clases: "La solución al problema de España —dice el VIII Congreso— no consiste en "desarrollar" las leyes e instituciones fascistas sino en acabar con ellas mediante una ruptura de signo democrático" (el subrayado es nuestro) .

Pero la crisis de la dictadura no es, solamente, la bancarrota de una "forma" de gobierno burgués sino la crisis del conjunto del sistema capitalista español; una bancarrota estructural asentada en una crisis social global que, unida a un as censo vertiginoso de la lucha de masas, hace realidad esa "actualidad de la revolución" de la que hemos hablado en otras publicaciones.

Es en esa crisis global donde reside la incapacidad de la burguesía para conceder un marco democrático al ascenso de las luchas. Precisamente por eso, su única salida es el mantenimiento del estado policíaco.

Si por algo se caracteriza la situación actual es, precisamente, porque los dos protagonistas fundamentales (la gran burguesía y el proletariado) polarizan en su torno la única alternativa viable: o mantener la dictadura asesina o derrocarla mediante la violencia proletaria.

En estas condiciones la propuesta colaboracionista "democrática", del PCE es un asesinato para el proletariado; ponerse a remolque de las vacilaciones democráticas de la burguesía es la mejor garantía que la dictadura desearía. Pero afortunadamente —como lo han demostrado recientemente las luchas del Besos— las explosiones de las masas obreras abandonan esa vía colaboracionista para lanzarse a la acción directa y a la violencia organizada, arrastrando a esta lucha y mediante estos métodos de combate, a los demás sectores oprimidos.

Pero por muy utópico y reformista que sea el Pacto por la Libertad, no debemos subestimar su influencia reaccionaria en sectores importantes de la clase obrera. Si bien es cierto que las explosiones espontáneas fundamentales surgidas después de Burgos, rechazan de plano esta perspectiva, no debemos olvidar que el derrocamiento revolucionario de la dictadura va a exigir superar este estadio de combates semi-espontáneos para llevar una lucha organizada. Y, aquí, justamente aquí, es donde la influencia del PCE en franjas de CC.OO. y masas obreras, puede suponer una nueva traición histórica a la revolución ya que, no lo olvidemos, la política del Pacto "está fundada en la esperanza de un tránsito en frío, por la simple presión de las masas, del régimen franquista hacia una democracia parlamentaria burguesa, en colaboración con la burguesía y garantizando solemnemente la protección de su propiedad y sus beneficios" ([7])

II. Hacia la revolución política? 

Ya hemos visto que la dirección del PCE concibe esta R. Política como el desplazamiento del "núcleo del Poder", con un mínimo de violencia, debido a que numéricamente ha quedado aislado. La Iglesia, sectores importantes ("al menos, dice el Secretario General del PCE ... es decir, probablemente la mayor parte) de los empresarios, las viejas guardias que ayer sostenían al régimen, todos ellos fulminados por el rayo divino de la necesidad de esta R. Política, caerán del caballo como San Pablo, uniéndose a los obreros, a los campesinos pobres, a los estudiantes y al pueblo llano, para arrojar del Pardo al Rey-pelele e instaurar la república parlamentaria. Pero una vez mas la lógica de los hechos es más terca que estas veleidades reformistas. Cuando la violencia necesita manifestarse como tal en todo momento, es una prueba clara de que "la revolución está ya dada como hecha; la violencia organizada está ya en contradicción con los fundamentos económicos de la sociedad y esta contradicción se refleja en la cabeza de los hombres, de suerte que, no viendo ya en el orden establecido una necesidad natural, oponen a la violencia otra violencia".([8])

Pero para el PCE esta lógica se produce exactamente al revés. Resulta que la violencia cada vez más radical y desarrollada en las luchas, es una escuela donde se aprende a no realizar violencia. Y que además esta violencia es una clara muestra de que toda la realidad actual apunta a la unión con todos esos "sesudos varones" para atacar —pacíficamente— a la dictadura. Cabe mayor utopía?

Y esto no es todo; además de con la Iglesia, empresarios y viejos franquistas, S. Carrillo cuenta con una nueva base de apoyo: "En un período de estas características, se trataba también de organizar la penetración de las corrientes democráticas en el aparato del Estado, de crear dentro de este resistencias a la dictadura, de incidir en el desfase que debía producirse entre el núcleo del poder y diversas zonas del aparato estatal". O sea, según el PCE el Estado monopolista se caracteriza por una más fácil penetración de las corrientes democráticas en su seno. Dejemos que sea Lenin quien conteste a este extraño análisis: "El imperialismo —época del capital bancario, época de los gigantescos monopolios capitalistas, época en que el capitalismo monopolista transcrece en capitalismo monopolista de Estado— trae consigo el reforzamiento de la maquina estatal, la extensión ingente de su aparato burocrático y militar, en ligazón con una represión acentuada contra el proletariado, tanto en los países monárquicos como en las repúblicas libres. Hoy, la historia universal conduce, sin lugar a dudas, sobre una escala infinitamente más amplia que en 1852, a la concretización de todas las fuerzas de la revolución proletaria, tras el objetivo de la destrucción de la máquina del Estado".([9])

Por nuestra parte dejamos a Carrillo con su R. Política y destinamos nuestras fuerzas a la tarea indicada por el "izquierdista" Lenin en su última línea.

Para el VIII Congreso reconoce que bastantes de esos "demócratas" tienen miedo a la palabra revolución y por eso tratará de darles garantías de que "los comunistas no tenemos reparo alguno en ajustamos" a las reglas del juego de una democracia burguesa, "sin ninguna discriminación" (o sea, admitiendo incluso a los requetés falangistas y demás fuerzas ultrareaccionarias).

Y para intentar casar el respeto a la burguesía con una apariencia do que eso es política obrera, el secretario general del PCE, nos hace muestra de uno de los trozos más enrevesados y demagógicos de la charlatanería diplomática: "mientras las reglas democráticas sean respetadas por los demás, nosotros desarrollaremos nuestra lucha contra el sistema capitalista dentro de ellas. Si alguien las viola, la clase obrera las defenderá, profundizándolas y radicalizándolas. Ya hemos dicho que la lucha por la democracia y el socialismo no solo no se contradicen sino que se complementan y son inseparables". Pero esto no es sino un enrevesado recurso retorico!. La clase obrera debe ser la abanderada de la defensa de las libertades democráticas con una política proletaria y consciente de que sólo la dictadura del proletariado puede lograr una verdadera sociedad democrática para la mayoría de la población. Carrillo tergiversa esto identificando la lucha proletaria por las libertades democráticas, con la defensa obrera de la democracia burguesa. Volvemos a recordar la cita de Lenin en el sentido de que al contrario, lo que hay que hacer es concretizar "todas las fuerzas de la revolución proletaria, tras el objetivo de la destrucción de la máquina del Estado" (no de su respeto) y que esto vale tanto para "los países monárquicos come en las repúblicas libres".

III. El significado real de
la huelga nacional

A parte de señalar el curioso espectáculo de una huelga conjunta de obreros, empresarios, funcionarios del Estado, falangistas, obispos y hasta parte del ejército, la perspectiva general de este problema ha quedado contestada ya en los dos puntos anteriores.

Solo remarcar una cosa: la dirección del PCE es consciente de que toda la dinámica actual lleva —como afirman— a "apoderarse de la calle y construir órganos de Poder a todos los niveles posibles". Y ante esto la actitud política del PCE va a ser la de desviarlo hacia objetivos compatibles con la colaboración de clases y la defensa de la propiedad burguesa. Para ello hará dos cosas:

a)  Transformará su naturaleza de clase: se trata de "afirmar en el curso de la H.N. un poder paralelo, democrático" (el subrayado es nuestro) y, por tanto, no un poder obrero. Llegado el momento, toda la política de ese gran aparato que es el PCE, tratara de desdibujar el poder de clase de los Soviets o de los consejos obreros, para deslizarlos hacia la coalición "democrática" con la burguesía. 


b)  Transformará su objetivo, que consistirá en "acentuar la presión contra el núcleo del poder dictatorial". Es decir no milicias y control obrero de la industria, ni ataques a la propiedad capitalista, ni reforzamiento como poder obrero contra el ESTADO burgués, sino instrumento de "presión" para con seguir un Estado burgués parlamentario. 
+

IV. Un ejército al margen de las clases?

"Las fuerzas que quieren la libertad no son enemigos del Ejército; aspiran a que este pueda ejercer de lleno el papel que le corresponde en un país moderno: el de defensor de la soberanía y la independencia de España." (VIII C.) "Pueblo y Ejército tienen intereses comunes frente a la Dictadura, por un tránsito pacífico a la democracia" (Mundo Obrero 30-3-72)

"(El ejército)... cumplirá su papel de servicio a la nación si, en vez de erigirse en guardián del continuismo, comprende que ha llegado el momento de volver la palabra al pueblo" (VIII C ) .

Por increíbles que estas citaciones puedan parecer en boca de gente que se llama marxista-leninista, la resolución del VIII Congreso está llena de muestras de esa misma especie. Se nos presenta al ejército como a instrumento neutro, al margen de las clases. El ejército ha dejado de ser el bastión fundamental del Estado burgués y de la sociedad capitalista, para convertirse en un cuerpo neutro, en un baluarte nacional al margen de la lucha de clases.

Pero además de estas admirables lecciones de "revisionismo", el VIII Congreso nos recuerda que "como instrumento de defensa nacional, en caso de tener que hacer frente a una agresión extranjera, esas fuerzas no están, hoy por hoy, desgraciadamente, a punto", (el subrayado es nuestro) Y a renglón seguido Carrillo comienza a criticar que el ejército no se entrene, que los gastos destinados a éste sean pocos, etc.

Consecuencia: la "nueva democracia avanzada" modernizara el armamento del ejército burgués: "Pero mientras subsista el régimen ... todo lo más que se lograra en ese orden será poner parches a una maquina que se queda cada vez mas retrasada: Un partido que se llama comunista pidiendo que se arme mejor al ejército burgués!

Mas escandalosa es aún la resolución presentada al mismo VIII Congreso, bajo la firma de Fabio Espinosa. En primer lugar caracteriza al ejército español como "un Ejército que ya el régimen no puede manejar fácilmente contra el pueblo, que se resiste con mucha fuerza a ser utilizado como instrumento represivo". (El PCE haciendo de acólito de la burguesía en el intento de engañar al pueblo tras la pantomima de que el Ejército, no es un instrumento del Estado represivo de la burguesía contra el proletariado y el pueblo, sino un cuerpo de defensa de todo el pueblo!: "Pero esto (identificar el Ejercito con el Estado) es algo muy grave por que desvirtúa completamente su verdadera función".

Y a continuación, el citado Espinosa se pone a señalar los fallos del Ejército y como podrían solucionarse: "es excesivamente numeroso", "escasísimo grado de preparación técnica", "sueldos bajos", "carencia de armamento moderno", "falta de un mando único y de coordinación entre los tres ejércitos". Esta increíble actitud llegara al extremo de criticar que los tanques AMX-30 comprados a Francia son "algo inferiores al Leopard alemán", etc.

De todas formas hay en todo esto un objetivo, coherente con su política del Pacto por la Libertad y la Revolución Política:

- Hacia las masas: hacerlas olvidar el papel del ejercito en la pasada guerra civil y extirpar de ella todo el odio contra quienes asesinaron la revolución, para que no se preparen de forma capaz de destruir el ejercito burgués.

- hacia la burguesía: garantías, garantías y garantías de que el PCE no pretende destruir el capitalismo y por eso defenderá, mantendrá y ¡perfeccionará! el instrumento fundamental que posee la burguesía para mantener su dominio de clase.

Defensor de una línea de capitulación ante la burguesía, el PCE se convierte a si en su agente práctico; a fuerza de querer mantenerse en la legalidad burguesa, acaba por inculcar entre los trabajadores el respeto a ésta.

No; las vías que la dirección del PCE nos ofrece no conducen al socialismo; conducen a la derrota de las masas, a su sacrificio, a su desmovilización ...a su aniquilamiento. Un partido reformista no es un partido revolucionario a quien solamente le falta la audacia y coraje. Es un partido que situado ante los problemas decisivos que plantea la lucha de clases basculará al lado del orden burgués y de la reacción.

Legarra

 

Nota (1).- Salvo que se indique específicamente lo contrario, todas los entrecomillados que aparecen en este articulo, corresponden a resoluciones del VIII Congreso del PCE.

Nota (2).- Editorial de "Cuarta Internacional" de julio del 1921

Nota (3).- G. Luckas: "Legalidad e ilegalidad"


Nota (4).- Lenin: "El Estado y la Revolución"

 

¡SOLIDARIDAD CON LOS PRESOS POLÍTICOS DEL PENAL DE SORIA !

(hoja difundida recientemente por nuestra organización en Vizcaya)

A raíz de un documento sacado de- la cárcel de Soria y detectado por la policía, ésta en colaboración con los  funcionarios de la prisión, se propuso averiguar quienes eran los autores  del escrito. Para ello utilizaron un procedimiento clásico: Jokin Gorostidi,, Xabier Larena y Josu Abrisketa fueron interrogados a base de una monumental paliza los días 1 y 2 de junio. Autores: los guardias Gregorito y José de Pedro, y toda la plantilla de funcionarios al mando de Juan Manuel "El Gitano".

 Las celdas de castigo se abrieron para los que habían participado en la elaboración del documento: 20 días a Besguiristain y López Irasuegui; 30 días a Orbeta, Aizpurua y Larena; 70 días para Jokin Gorostidi; Siendo trasladados estos dos últimos a Cartagena (prisión de castigo).

El objetivo de esta brutal reprensión en las cárceles franquistas es muy claro: impedir toda vida política en las prisiones e incomunicar a los presos del mundo exterior, de la organización en que militan, de los problemas de la lucha de clases. La dictadura sabe qua entre rejas están parte de los mejores militantes de distintas organizaciones, con una voluntad inquebrantable de seguir luchando. "Si conservan las ganas, les quitaremos los medios” parecen decir los esbirros y matones al servicio de la dictadura. De ahí ,la dispersión de los presos políticos por las distintas cárceles, siendo en algunas sus condiciones de vida de tal moda infrahumanas que atentan, contra su equilibrio físico y síquico (especialmente las del Sur; de 16 a 22 horas de celda en Cartagena,, Ocaña y Puerto); la censura especial para prisiones que no permite que a estas entren libros y revistas de venta legal en el estado español, recorte de periódicos; los cacheos y registros sistemáticos en las cárceles para impedir toda actividad política de los detenidos; el examen minuciosa de los paquetes que envían familiares y amigos para que nada "subversivo'" se introduzca, de tal modo que aquellos alimentos que son "admitidos" llegan en un estado incomestible; el control de las conversaciones durante las visitas, prohibiendo las conversaciones en euskera, catalán, etc., y las de todos aquellos temas "políticos", "no deseables" como son cualquier tipo de información de la lucha que la clase obrera y el pueblo en general lleva en la calle.

Hoy en Soria; ayer fueron Jaén (12-12-72, 10 hombres en celda de castigo), Alcalá (1-1-73, 12 mujeres en huelga de hambre y celdas de castigo), Segovia (13-1-73, 5 hombres en celda...) y Basauri (20-5-73, 23 políticos en celdas de castigo).... Todos ellos por luchan por cualquier mejora de su penosísima situación: ausencia total de asistencia médica, humedad, falta de higiene, censura sistemática, etc. ..

Pero también, la represión sobre los presos políticos busca otro fin: amedrantar a todos los luchadores que combaten contra la dictadura y el capitalismo mostrando lo que les espera si caen en manos de la policía franquista.

Por todo ello, la defensa de los presos políticos es una tarea de primer orden para todas las organizaciones revolucionarias. La situación dramática de los penales exige a todas las organizaciones políticas los máximos esfuerzos para discutir y encontrar las formas de actividad unitaria que posibiliten una mejora de las condiciones de existencia de los presos políticos.

Cierto es que el problema de los presos solo se solucionará cuando estén todos ellos otra vez en libertad. Cierto es que esta libertad es incompatible con la existencia de la dictadura franquista. Pero ello no debe crearnos la pueril impresión de que luchar por ciertas mejoras es igual a reformismo.

Esta lucha concreta de hoy, no pretende suplicar nada, sino arrancar mejoras a la dictadura para que los presos políticos estén en disposición material y sicológica de aportar, cada día mas, al proceso revolucionario.

Y, además, la lucha más amplia por las reivindicaciones actuales es requisito necesario para la gran movilización que atora las puertas de las prisiones tras la consigna: LIBERTAD PARA LOS PRESOS POLÍTICOS !

Unamos este combate contra la represión en las cárceles a la lucha contra los juicios que prepara la dictadura contra 10 militantes de CCOO, 23 trabajadores del Ferrol, 14 obreros de la construcción de Madrid y militantes de diversas organizaciones (Herriko-Batasuna, ETA(V), USO,- ETA(VI), etc. ..). Transformemos —como cuando el juicio de Burgos— este ataque represivo en una nueva derrota de la dictadura, en un paso adelante de la lucha de la clase obrera y de más sectores oprimidos contra la explotación y la opresión política.

ABAJO LA DICTADURA ASESINA ! ! !

Comité provincial de Vizcaya de ETA (VI)

16-6-73, 

 

 

REPR0DUCIMOS EL COMUNICADO ENVlADO DESDE EL PENAL DE S0RIA.

 

EN LUCHA CONTRA LA REPRESIÓN

Por las condiciones en que venimos siendo sometidos de continuo, que ya hemos manifestado en otras ocasiones y que últimamente han adquirido carácter grave con la entrada en celdas de siete compañeros, los presos políticos del penal de Soria que al final se detalla, NOS DECLARAMOS EN HUELGA DE HAMBRE INDEFINIDA A PARTIR DEL DIA 10 DE JUNIO, para conseguir las reivindicaciones que señalamos a continuación :.

EXIGIMOS:

— La concentración en uno o dos penales exclusivos para presos políticos de todos aquellos que en la actualidad nos encontramos aislados y dispersos por todas las cárceles e inclusive en una misma cárcel.

— La inmediata sustitución del director de este penal: JOSÉ MANUEL DE LA FUENTE RODRÍGUEZ por sus manifestaciones represivas tendentes a aniquilarnos (sanciones continuas en celdas de castigo, detención de nuestros familiares, secuestro de nuestra correspondencia, censura brutal de todo» tipo de libros, revistas, periódicos, de curso totalmente legal, provocación continua y amenazas de sanción, chantajea para conseguir complicidad policial de los presos políticos).

— Una mejora sustancial en las comunicaciones orales, que posibilite la existencia de unas relaciones mínimamente humanas con nuestras familias.

— La libre entrada para todos los libros, revistas y publicaciones en general de libre circulación en el Estado Español.

Iniciamos la huelga de hambre para conseguir lo que hemos expresado anteriormente, después de agotar todos los recursos legales.

Esto nos viene a demostrar por una vez más que solo por medio de la violencia revolucionaria conseguiremos ir eliminando las formas de dominación terrorista de la dictadura, ejercida por el gobierno español.

 

HACEMOS UN LLAMAMIENTO

urgente a todos los colegios profesionales, en especial a los médicos así como el Consejo Superior de Abogacía y al Consejo Central de médicos para que, por una parte comprueben como sistemáticamente nos son negados nuestros derechos en la situación de celda de castigo y exijan la aplicación de los mismos, y por otra, reclamamos la asistencia médica en la delicada situación que nos encontramos.

Por último queremos manifestar NUESTRA TOTAL CONFIANZA en la clase obrera y el pueblo en general, al apoyar en las formas más diversas esta lucha para conducir a la victoria .

Jokin Gorostidi


Jose Beguiristain Aranzasti

Gregorio López Irasuegui

Jesús Abrizketa Korta


Iñaki Orbeta Berriatua

Xabier Larena Mártinez


Luis Mª Aizpurua Berasategui

Josu Ibargutxi San Pedro

Ramón Caballero Delgado

Federico Sánchez Julians

Iñaki Sarasqueta Ibañez

Miguel Jiménez Inojosa


Juan Carlos López Etxebarria

Ramón Horca López


Felipe Izaguirre


Pedro Fernández Trincado

Joseba Imatz Garay


Gotzon Isasa Balaunzarán

 

Militantes de las organizaciones: ETA(V), ETA(VI), MCE, PCE, PCE(I)(línea proletaria), y otros militantes revolucionarios independientes

 

 

[1] En el párrafo en cuestión (Zutik 57. pág. 33) una errata nos ha hecho decir lo contrario a lo que queríamos. No se trata, evidentemente, de un capítulo dedicado a "criticar concepciones diferentes a las de la mayoría", sino a exponer dichas concepciones. Por otra parte, un error de montaje deslizado en esa misma página ha hecho incomprensible el contenido: Los tres primeros párrafos de la pág. 33 debieran ir al comienzo de la 34 dentro de las "propuestas que ETA (VI) hace a todos los organismos unitarios y coordinadoras" (N. de la R.)

[2] Siendo clandestina, es claro que no podrá ser democrática en sentido puro (es decir: elegida mediante votaciones). Al decir democrática queremos, pues, indicar su carácter representativo, es decir: surgida del seno del colectivo obrero, agrupando a los compañeros que hayan demostrado en las luchas anteriores una mayor combatividad y habiéndose ganado la confianza de una gran parte de los obreros a través de una aparición regular, especialmente mediante hojas informativas o de propaganda y de las otras mil manera de "presencia" que aun dentro de la clandestinidad, son posibles en el seno de la empresa. Lo contrario, pues, a esas Comisiones "fantasma" que aparecen de la noche a la mañana y a veces con pretensiones de representatividad en las coordinadoras. Como las que florecieron de repente en algunas zonas de Euskadi en la Primavera del 71 (llamando a la participación en el Vertical) o en Guipúzcoa el año pasado. . TIK! 58zkpectiva que el PCE (1a VI Asamblea opresiagusiaren eta haren peko den Biltzar Ttipiaren bidez.

[3] Esto es muy importante a la hora de decidir el momento de lanzar la lucha. A menudo, por imprevisión en este sentido, la huelga es lanzada en momentos en que exceso de almacén de a la empresa una gran capacidad de resistencia a la huelga. A menudo hay entre los cuadros técnicos personas honestas dispuestas a colaborar con la Comisión, proporcionando informaciones de este tipo y similares.

[4] En Francia, las centrales sindicales CGT y CFDT se oponen sistemáticamente a la formación de "Comités de Huelga" elegidos en Asamblea (y agrupando a sindicados y no sindicados) con argumentos similares: solo las organizaciones sindicales son capaces de dirigir las luchas de forma realista y eficaz, impidiendo las utopías de los izquierdistas, etc..

[5] Un avance de nuestras posiciones sobre estos temas puede encontrarse en el Zutik 57: "Nuestra concepción sobre las tareas militares". "De la autodefensa obrera al armamento de los trabajadores" (pág. 21).

[6] Salvo que se indique específicamente lo contrario, todas los entrecomillados que aparecen en este articulo, corresponden a resoluciones del VIII Congreso del PCE.

[7] Editorial de "Cuarta Internacional" de julio del 1921

[8] G. Luckas: "Legalidad e ilegalidad"

[9] Lenin: "El Estado y la Revolución"