NACIONALISMO REVOLUCIONARIO

por F. Sarrailh de Ihartza

(seudónimo de Federico KRUTWIG) 

 

Contenido

  1. Nueva forma de lucha
  2. La contradicción esencial.
  3. Desarrollo de las contradicciones
  4. Derecho de autodeterminación y lucha social

Notas

 

 

1. Nueva forma de lucha

 

En los últimos años se ha visto nacer una nueva forma de la lucha del hombre por su libertad y, muy en especial, de la clases trabajadoras por su liberación social. Esta nueva forma del combate es la llamada nacionalismo revolucionario. En especial refiriéndose al caso concreto de América, se la denomina castrismo.

El nacionalismo revolucionario se diferencia claramente de lo que podríamos llamar comunismo clásico en bastantes e importantes aspectos. Pero a pesar de estas diferencias se puede afirmar que una de las raíces mayores del nacionalismo revolucionario tiene su origen en el propio Lenin y Bakunin. Si consideramos la posición que Federico Engels tomaba en la cuestión de las nacionalidades y de la lucha de liberación nacional, y la comparamos con la posición leninista, claramente nos saltará a los ojos una diferencia esencial. Engels sometía la lucha nacional de un pueblo oprimido a las conyunturas de la lucha obrera aunque esta lucha tuviese lugar en un Estado multinacional. En este sentido se mostró injustamente enemigo del nacionalismo checo y de otros pueblos eslavos en el imperio austro-húngaro. Engels se oponía a las justas reclamaciones de los checos y de los croatas, porque en su día estos nacionalismos sirvieron de apoyo a la reacción alemana en Austria-Hungría contra los movimientos revolucionarios. Engels no veía en el nacionalismo de los pueblos oprimidos otra cosa que un medio, del que podrían servirse los obreros en su lucha de liberación social. Estaba convencido de que muchos pueblos oprimidos, ya apenas tendrían un papel que jugar y, que por lo tanto, deberían diluirse en los pueblos opresores mayoritarios, que él juzgaba más llenos de vida." En la absorción de tales pueblos veía Engels una consecuencia lógica del desarrollo de la Historia. Pensaba además que la nacionalidad (ergo: el idioma) era algo que en la futura sociedad iría desapareciendo, atenuando sus diferencias.

Es en cambio Lenin quien introduce en este problema una nueva concepción que representa un cambio esencial. No hay duda que para ello estaba Lenin mejor preparado y conocía este problema de primera mano, habiendo palpado las injusticias nacionales desde se juventud. Así Lenin, como enemigo de toda injusticia, considera que la lucha de liberación nacional de todo pueblo es una parte integrante de la lucha de liberación de los oprimidos en general. Ve en el nacionalismo de los pueblos oprimidos un gran núcleo progresista y establece una clara distinción entre el nacionalismo de los pueblos mayoritarios (nacionalismo de gran potencia) y el nacionalismo de los pueblos minoritarios oprimidos. Lenin exige los socialistas deban apoyar sin reservas la lucha de liberación nacional de los pueblos oprimidos. Esta exigencia la formula muy en especial para el propio proletariado de la nación opresora. Impone a los partidos comunistas el deber de hacer comprender a los obreros de las naciones opresoras el justo derecho de los pueblos oprimidos. Y ve en esta prédica del derecho de autodeterminación de los pueblos oprimidos, prédica que deben realizar los partidos obreros de los pueblos opresores entre sus miembros, la prueba definitiva del verdadero internacionalismo proletario. Sin una tal prédica del derecho de autodeterminación (y para más claridad expone Lenin que, por derecho de autodeterminación, se debe entender el derecho que tiene un pueblo oprimido a separarse del pueblo opresor y a crear su propio Estado) afirma Lenin no hay internacionalismo proletario. Los escritos en que expone este punto de vista son varios e importantes y aún entre sus últimos escritos se ve cómo le preocupaba a Lenin este problema, especialmente debido a ciertas deformaciones de chovinismo granruso que se dejaba ver entre ciertos jefes comunistas, los que so pretexto de eficacia no respetaban los derechos nacionales de los pueblos en la Unión Soviética.([1])

La teoría leninista, como todo punto de vista que representa una realidad justa, se ha desarrollado en los últimos años y ha dado nacimiento al llamado nacionalismo revolucionario, que es la forma de lucha que después de la segunda guerra mundial han adoptado los pueblos sometidos al imperialismo para la obtención de su liberación nacional y su liberación social. El nacionalismo revolucionario es en la actual época del capitalismo decadente, en la Era del imperialismo, que ya Lenin lo calificó de la Fase superior del capitalismo, la justa forma de lucha contra la opresión.

El Partido Comunista de Corea escribe con justeza: “Les nations opprimées ne peuvent conquérir la libération et la victoire qu'en s'engageant dans la lurte décisive contre l'impérialisme et le colonialisrne sur la base de leurs propres forces”. ([2]) Es evidente que los pueblos que no están sometidos a la ocupación extranjera y no son víctimas del colonialismo, tanto en Europa como fuera de Europa, no son capaces de comprender la gran fuerza revolucionaria y progresista que encierran los combates de los oprimidos contra el colonialismo. Ello es una prueba más de la exactitud de la tesis socialista de la influencia que ejerce el medio ambiente sobre la forma de pensar de los hombres. A esta ley tampoco se escapan los comunistas de los países opresores, de las etnias mayoritarias. En cambio, en Europa misma, los pueblos sometidos al colonialismo de las etnias dominantes de los Estados creados para la expoliación capitalista, comprenden enteramente el problema de los pueblos expoliados por el Imperialismo. Su situación es parecida y su combate es idéntico.

La diferencia que ofrece el nacionalismo revolucionario frente al comunismo clásico (o de gran potencia), está en que en el nacionalismo revolucionario se han sabido la justas aspiraciones del pueblo oprimido y tales elementos nacionalistas están íntimamente enlazados con los elementos socialistas revolucionarios. Aun mejor pudiéramos decir que en la ideología del nacionalismo revolucionario los componentes nacionalistas (de pueblo oprimido) y los componentes revolucionarios forman un compuesto químico. Son inseparables. aumentan en la misma medida que aumentan sus equivalentes del otro lado. En cambio en el comunismo clásico, aunque intente seguir las justas apreciaciones de Lenin, hoy por hoy al menos, tales componentes, en el mejor de los casos no forman más que un conglomerado de índole física. Su aspecto es como el de las masas conglomeradas por el aluvión, que aun en el caso de estar fuertemente ligadas, siempre muestran sus componentes como elementos separados... y ¿quién sabe? hasta separables. En este sentido podernos decir que en la evolución dialéctica de la lucha revolucionaria el nacionalismo revolucionario es un . . . salto” dialéctico, representa une nueva realidad. Aun cuando tenga, en apariencia cosas comunes con el nacionalismo burgués, su idiosincrasia es diferente de la de tal nacionalismo.

Si examinamos la posición del P. C. de Euskadi vemos que éste, en su época de preguerra, observaba en la cuestión nacional una trayectoria tan anti-leninista que, en lo que se refiere a ese problema, no merece ni el nombre de comunista. Su forma de actuar estaba tan influenciada por el medio ambiente hispano-imperialista y se derivaba de una mentalidad hispana (o gala en su caso) que lo situaba en estrechas relaciones fraternales con lo más reaccionario de la Hispanidad.

El PC. francés en esta aún durante la guerra de Argelia dio una abyecta prueba de chovinismo imperialista francés que no deja lugar a dudas. Así en la Estrategia nacionalista del PC. de Euskadi (en tanto que ésta existiera) no se observaba otra cosa que el interés de querer servirse de los buenos sentimientos patrióticos vascos, en su oposición al imperialismo español, pero no para acabar con éste, sino para traer un nuevo imperialismo a Euskadi, esta vez bajo el manto del proletariado.

Esto era tan evidente, que el propio Koltsow, redactor de la Pravda moskovita, que visitó Bilbao durante la guerra del 36, tuvo que comentar esa ceguera y esa posición anti-leninista del PC. español. ([3])

Ya antes que Kolsow, escribía León Trotzky sobre esta diferencia esencial entre el nacionalismo español y las fuerzas reaccionarias que a éste ayudaban — entre las que evidentemente incluía al Partido Socialista Obrero de España — al nacionalismo catalán y vasco, en los que Trotzky veía une fuerza progresiva. Juzgaba, ya entonces con severidad el chovinismo hispano de los dirigentes comunistas centralizantes y les incitaba a abandonar tan falso camino a fin de no malograr la revolución. ([4])

 

2. La contradicción esencial.

 

El socialismo es algo que tiene que aplicarse en cada caso concreto. Las diferencias entre las condiciones concretas en que tiene que desarrollarse la lucha de un pueblo sometido al colonialismo y las clases sociales oprimidas de un pueblo (que en su conjunto es una nación expoliadora), son tan grandes que los planes estratégicos varían de forma esencial. El nacionalismo revolucionario vasco, como forma característica que debe adoptar la lucha de liberación nacional y liberación social del pueblo vasco, es del tipo del tercer mundo, aunque también aquí ofrecerá sus características propias. En el caso de la lucha nacional contra la ocupación extranjera (en nuestro caso franco-española) une a diferentes clases sociales y componentes, que en el caso de una lucha interna, es decir, sin la existencia de ese enemigo exterior. difícilmente se agruparían en torno a un ideal común. Este misma ideal común por su carácter revolucionario empuja a las masa revolucionarias y les aporta elementos nuevos. Así resulta que en el nacionalismo revolucionario, pueden participar, — y participarán — elementos de la pequeña y mediana burguesía, que aportan a la lucha del proletariado su fuerza y sus conocimientos. Unidos por la dinámica de la lucha revolucionaria, conservan este plan revolucionario más allá del simple combate contra el enemigo. No hay lugar a dudas que algunos de estos elementos, en alcanzando la victoria, en la fase primera, volverán a su ideología burguesa, pero sería falso el generalizar este punto de vista. La realidad de los pueblos del tercer mundo, y de China en particular, nos muestra que la hermandad revolucionaria creada en la lucha común, persiste aun después de la expulsión del enemigo ocupantes de la patria.

De esta forma la lucha que lleva a cabo el nacionalismo revolucionario para alcanzar el doble fin de la liberación nacional y de la revolución socialista, se estructura de una forma diferente a la mera lucha del proletariado de un pueblo mayoritario por la revolución socialista.

El revolucionario español, luchará pues contra un enemigo interno dentro de su pueblo, mientras que en la lucha del pueblo vasco por alcanzar la revolución socialista. el enemigo reviste en primer lugar el carácter de expoliador extranjero. El enemigo del pueblo vasco en esta lucha lleva un hombre simple se llama España (y en su caso Francia). Todo cuanto estos pueblos representen es enemigo del pueblo vasco. Puesto que ellos encarnan en Vasconia la expoliación doble o cuádruple, la expoliación económica, la expoliación social, la expoliación nacional, y la expoliación cultural.

Además que por España hemos de entender, en su caso, igualmente a la izquierda española, si ésta por razones particulares, se solidarizase con las clases expoliadoras españolas. Poco importará que encubra su malintencionado y oculto designo bajo el manto de un pseudo-internacionalismo. No olvidemos que esta alianza de izquierda española con derecha española ya se ha dado. Y que muchos casos se unen derecha e izquierda (?) cuando se trata de expoliar a vascos y catalanes. En tal caso la falta de internacionalismo, no estará del lado vasco, sino del lado hispano izquierdista. que de hecho, representa una forma de colonialismo bajo el manto de izquierdismo. En la guerra de Argelia, por los casos más abyectos de colonialismo e imperialismo, los han dado izquierdas francesas. Pocos han sido quienes, como el PSU, supieron mantener una conducta limpia, un internacionalismo real.

La persecución burguesa bajo el franquismo, reviste diferentes caracteres en Vasconia que en Castilla o León. Los enemigos que con más saña ha perseguido el franquismo han sido los patriotas vascos que defendían los derechos inalienables de la patria vasca. La fórmula empleada por Calvo Sote:o de”prefiero una España roja que una España rota”, lo concretizó de una forma inequívoca.

Así pues, ateniéndonos a lo que Lenin decía ser el alma del marxismo, a saber, aplicar la investigación en concreto en cada, caso, podemos decir que la evolución histórica en este momento plantea en Vasconia la lucha de clases bajo la siguiente contradicción fundamental.

 

( A)                                                                    (B)

vasquismo/progreso ß------à españolismo/reacción

 

En España la contradicción fundamental en su lucha de clases carece de los componentes nacionales y se plantea simplemente como

 

progreso ß------à reacción

 

En Vasconia, de acuerdo con el odio que encierran las palabras de Calvo Sotelo y que fueron el alma que guiaba a las fuerzas fascistas, la persecución perpetrada por la reacción española contra todo lo vasco, puso nolis velis a lo vasco en el polo opuesto. Los veinticinco años de persecución han cimentado esa unión química del vasquismo con el progreso. Solamente la inepcia de los políticos progresistas en el País Vasco pudiera desunir este combinado químico de naturaleza explosiva y revolucionaria del que nos han hecho regalo los reaccionarios españoles.

Si en 1936 la unión del nacionalismo vasco burgués con las fuerzas del Frente Popular fue una unión híbrida, los veinticinco años de persecución la han consagrado y legitimado. Gracias a la persecución de nuestros enemigos el pueblo vasco une esos dos componentes de revolución nacional y social, hecho transcendental en la historia del pueblo de Vasconia. Mientras que los nacionalismos de los pueblos minoritarios en Europa pecan de ser de extrema-derecha, con lo que quedan mayormente rebajados al folklore o a servir de “senegaleses" de lo más obscuro de la reacción. En este sentido el nacionalismo de los pueblos oprimidos por el colonialismo interno europeo, tal como el de bretones, alsacianos, flamencos, frisones etc., que pudiera representar una fuerza progresista, al no darse en las masas ampliamente esa unión entre el sentimiento nacional y el sentimiento revolucionario, pierde en esos pueblos minoritarios toda la carga explosiva y revolucionaria, que en principio pudieran haber concretizado.

Esa duplicidad de los polos de la contradicción fundamental de la lucha de clases en Vasconia, evidentemente crea oposiciones (Gegensätze, diríamos con la terminología de Engels) aun dentro de cada campo. Así se puede dar elementos que se consideren nacionalistas pero que sean burgueses por su ideología y sus fines sociales. También pueden darse elementos que se digan izquierdistas y sean españolistas. Pero dado la forma en que se presenta en concreto la lucha de clases, bajo sus aspecto de lucha nacional del pueblo oprimido contra el opresor, verdaderamente revolucionario solamente será quien reúna en sí ambos polos (o elementos polares) de la contradicción. Vasquismo y progreso deben estar unidos químicamente para que su fuerza revolucionaria sea óptima: de tal suerte forman el polo más opuesto al actual enemigo, quien reúne ya en sí los componentes de españolismo y reacción. Un nacionalista vasco reaccionario, burgués, etc. no está más que a medias en el lado opuesto de la contradicción, de igual forma que un progresista que no sea vasquista, en Vasconia, tampoco está más que a medias, en frente del enemigo principal. Es más: al tener en común con el enemigo concreto, que como decimos reviste en Vasconia esa doble identidad de españolismo-reacción, al tener en común el principal de los elementos de la contradicción fundamental, un españolista en Vasconia, por muy progresista que se diga, de hecho es un reaccionario, un defensor del imperialismo, un defensor de la opresión Su actuación es contrarevolucionaria, y ayuda al bando de la opresión.

Por esta razón de hallarse en la actualidad en Vasconia, de forma química, unidos los componentes progresismo-euskaldunidad, se derivan una serie de consecuencias de la lucha revolucionaria que tendremos que observarlas, nos gusten o no, si pretendemos ser auténticos revolucionarios.

Así en los planes estratégicos de la lucha de clases revolucionaria de pueblos mayoritarios, los elementos culturales, ocupan una posición entre los objetivos “a largo plazo” y su realización definitiva se espera con el triunfo de la revolución. Estos elementos de la lucha cultural, ocupan empero, en un nacionalismo revolucionario como su lucha de clases contra el enemigo principal exterior, una situación de privilegio, no sólo entre los objetivos a largo plazo, sino entre los de corto plazo ([5]). En cierto sentido son ellos el estandarte de la lucha nacional en todos sus aspectos. Son parte integrante de la formación ideológica de los propios guerreros que combaten por la independecia. Truong Chin, en su penetrante y clarividente estudio sobre la resistencia titulado: “. . . La Résistance Vaincra”, reeditado en Hanoi, dice: ..L'action sur les plans, militaire, politique et économique ne saurait suffire pour qu'on puise parler de résistance totale. Il faut encore entreprendre quelque chose dans le domain de la culture: c'est là un front que nous devons tenir” (pág. 53). Las ediciones en Lenguas Extranjeras del Partido Comunista indochino, al prologar esta obra dicen: Le cours des événentems a confirmé les prévisions de cette pénetrante analyse qui devait donner une orientation décisive à la Résistance vietnamienne et servir de guide à tote le peuple dans son combat, sous le direction du Parti, contre le colonialisme, pour la liberté et l'indépendance nationale.” (pag. 7).

De aquí que si en la lucha española de las clases oprimidas contra los opresores, que son tan españoles como los oprimidos, el frente cultural, no tiene otro sentido que el que todo hombre más y mejor preparado siempre vale más, en la lucha del pueblo vasco oprimido contra los opresores extranjeros, español y francés, el frente cultural adquiere una importancia tal, que de él se puede decir que es en cierto sentido el Estado Mayor de la guerrilla. De esta índole de la lucha nacional vasca contra el enemigo extranjero se derivan lógicamente una serie de consecuencias que en España no tienen ninguna fuerza revolucionaria, pero sí en Vasconia. Tal es el valor de la lengua. En concreto, cuando se habla de democratizar debiera saber que en la lucha vasca democratizar tiene a la fuerza que equivaler a euskarizar. Por ello el empleo del castellano entre los vascos. puede ser momentáneamente una necesidad obligada por la desnacionalización impuesta por el poder extranjero, pero esto que es una situación lamentable no podrá nunca y bajo ningún pretexto ser justificado, ni admitido. Proceder de tal forma es, en la lucha revolucionaria vasca, quitar el fulminante a la carga explosiva. Es un revisionismo de derechas intolerable, que significaría la muerte de la revolución socialista vasca.

Los enemigos de Vasconia intentan, evidentemente engañar al pueblo vasco, con el fin de resquebrajar su fuerza combativa. No hay duda que hacen los posibles por rebajar culturalmente al pueblo vasco y dificultar su ascenso cultural... en una palabra intentan alienarlo nacionalmente, ya que la alienación cultural en un pueblo sometido al colonialista equivalente a la alienación nacional. Por eso hemos dicho nosotros que el enemigo de Vasconia se llama a secas: España (o Francia). Aclararemos este concepto de la lucha, puesto que conviene sepamos quién es y qué entendernos por nuestro enemigo. Por España no entendemos este o aquel español de más allá. Y si en muchos casos se trata de un español explotado innoblemente por la clase feudal y burguesa, este español merece toda nuestra simpatía y calor humano. Pero la realidad España en la sociedad burguesa no está dada por el proletariado español. En la actualidad la clase que representa en su totalidad a España y encarna los destinos de España es la burguesa. Evidentemente que si los proletarios españoles (como por desgracia sucede muchas veces) se ponen al servicio de la idea encarnada por el Estado opresor, serán nuestros enemigos, no por proletarios, sino por agentes de la burguesía hispana. En tal sentido forman tales proletarios parte del aparato de opresión hispana, igual, que la policía que también suele salir del pueblo.

Pero es más, al conglomerado de enemigos del pueblo vasco, concretizados por la entelequia ”España", corresponden aun vascos de apellido, como los Esteban Bilbao, Areilza, Lequerica, Careaga... y tantos agentes del imperialismo hispano en nuestra tierra. La patria de toda esa gente es España y nunca Vasconia. Por su naturaleza corresponden a la categoría de los Baxá Bu-Além, Tchornbé y los harkis, que luchaban al lado de Francia o Bélgica contra las fuerzas de liberación nacional. La patria de esta gente no es Vasconia, sino España, y así lo proclaman ellos además. Correlativamente también al Norte de la frontera tenernos los harkis al servicio de la “grande Nation". que no salo se llaman Ibarnegaray, lbarrondo, Elizabide, etc. sino ocupan otras posiciones más bajas y denigrantes en partidos franceses.

De aquí que la lucha de liberación nacional vasca tiene que llevarse a cabo, contra todo lo que significa la entelequia España. Es una lucha de vida o muerte, y en ella no caben hacerse concesiones para mostrar el buen corazón que tienen los vascos que son “el pueblo más moral del mundo". Una tal estúpida, absurda y arrogante ideología, es la que caracterizo al nacionalismo reaccionario, pero que hizo que el pueblo vasco, de puro bueno, fuese tonto. Esas concesiones en los frentes militar, económico, social y cultural para demostrar bondad de alma, son las más estúpidas de las concesiones que se pueden hacer.

En el desarrollo de la lucha revolucionaria vasca, con el fin de substituir en Vasconia, todo lo que bajo el concepto España en nuestra tierra se concretiza, deberemos afianzar todo lo que represente ideológicamente Vasconia y Progreso. El concepto España está hoy en nuestra tierra representando la opresión nacional y social; es por ende un concepto reaccionario. Aunque sólo fuese meramente por su oposición a tal concepto, el de Vasconia, sería ya en sí, objetivamente considerado, un concepto revolucionario, y representaría una fuerza que asciende, bien entendido, siempre y que en el concepto Vasconia, se reúnan ideología positivas, y no hayamos vaciado al concepto Vasconia de su contenido positivo, tal como sucedería si desatendiésemos a su contenido cultural y social.

Estas ideologías opuestas podremos examinar en sus partes constitutivas, sus partes antagónicas podemos subsumir, grosso modo, como sigue:

 

España

 

Vasconia

 

castellano

feudalismo/burguesía

reacción

propiedad burguesa y feudal

hispanidad

vascuence

socialismo

progreso

propiedad social

euskaldunidad

 

Esta oposición de las partes antagonistas, es tan claro, que evidentemente, nuestros enemigos lo entienden mejor que nosotros mismos. De aquí que intenten por todos los medios roer cualquier exteriorización del complejo revolucionario vasco.

Estas consideraciones nos demuestran cuán diferente es la índole de la lucha de liberación del pueblo vasco de la de los españoles progresistas. Por ello las fuerzas que pretendían incluir al potencial revolucionario vasco bajo una Estrategia española y españolista, no podían ser nunca fuerzas verdaderamente revolucionarias, ni progresistas.

 

3. Desarrollo de las contradicciones.

 

Las contradicciones son inherentes a la vida. Sin oposición de contrarios no habría movimiento ni avance en ningún sentido. Pero las contradicciones tienden a desarrollarse y a resolver su oposición. Conviene que consideremos que el desarrollo de la contradicción es en primer lugar de índole interna y que influencias externas tan sólo pueden llegar a ser coadyuvantes. Evidentemente que les condiciones exteriores pueden retardar el desarrollo de las contradicciones, pero las condiciones exteriores no pueden dirigirlas en un sentido que determinen un curso contrario a su propia naturaleza. El desarrollo de las contradicciones hace avanzar a la propia sociedad.

En este sentido debemos considerar que el desarrollo propio de la sociedad vasca, desde las guerras carlistas, nos ofrece un claro ejemplo. Las condiciones objetivas propias se desarrollan bajo la contradicción principal que el principio significó el deseo de independencia que animaba a los combatientes carlistas contra el liberalismo que pretendía suprimir las libertades vascas. Dentro de esta contradicción se desarrolla tal guerra. En esa época el País Vasco era aún un país agrícola y era España la que representaba el progreso, concretizado en el liberalismo. Pero el liberalismo mismo, como ideología del capitalismo, tenía en España una base muy endeble. Fueron pues las villas vizcaínas y guipuzcoanas, las que en realidad derrotaron al Carlismo. Ya que la villas eran liberales y en ellas existía espíritu burgués desde antaño.

Esta contradicción primordial, pudo haber evolucionado en otro curso, especialmente en el caso de haberse planteado bien la guerra de liberación vasca. La creencia expresada por Sagastibeltza, de que la unión de la causa de la libertad vasca con las reclamaciones de Don Carlos ayudaban a la causa de los Fueros, resultó falsa.

Así si bien fue verdad que el espíritu de los guerrilleros carlistas; durante la primera contienda, era el polo principal de la contradicción, en el lado vasco, la defensa de los fueros... resultó en cambio, que de aquella unión circunstancial con la defensa de un rey, pasó esta parte secundaria de la contradicción a ocupar el puesto principal, al menos en la ideología carlista posterior.

Sabino de Arana juega un papel histórico al liberar de la ideología carlista que se oponía al liberalismo españolizante, el componente español de la contradicción principal. Es pues la ideología aranista un nuevo ritmo y que se separa de la contradicción carlista/vasco frente a liberal/español. Arana Goiri fue algo más que un restaurador. No se trataba de volver a presentar la contradicción principal de igual forma que en la primera guerra. Al liberarle de la concomitancia carlista o liberal, se pudo pensar que después de Arana Goiri se llegase a liberar el polo vasco de la contradicción de otras concomitancias, con lo que hubiera dado más fuerza a este polo. Pero nada de eso sucedió. El nacionalismo aranista, une a la contradicción une serie de factores secundarios, que en el tiempo iban a ir ganando importancia, causando así un confusionismo ideológico. El nacionalismo post-sabiniano, es para muchos en primer lugar una defensa de los intereses burgueses.

La ideología sabiniana (o mejor post-sabiniana) unía posteriormente a las ansias de libertad del pueblo vasco, lo que en sí es progresista, una serie de concomitancias reaccionarias, que provocaron una contradicción antagónica interna. La guerra (1936) obligó a un esclarecimiento de los conceptos. También aquí podemos decir que el desarrollo fué en primer lugar interno, y que las circunstancias exteriores sólo las provocaron. Así ha sido la persecución anti-vasca de la burguesía y de la oligarquía españolas, la que ha concentrado en el polo opuesto a los valores vasco/revolucionario. Ello ha sido posible, en primer lugar, porque desde Sabino Arana la ideología nacionalista vasca ya evolucionó en el pueblo de tal forma que se desarrolló la contradicción fundamental de Euskadi frente a España. Y por más que los elementos burgueses incrustados en el aranismo quisieran hacer que el ritmo principal de la contradicción hubiese estado ligado a la ideología burguesa, el desarrollo histórico en el contexto español, obligó a unir los dos componentes progresistas con la ideología de libertad vasca.

La situación sociológica actual exige un nacionalismo revolucionario vasco, como fuerza progresista que pueda guiar la lucha del pueblo vasco por su independencia. Ahora bien, esta fuerza debe revestir en el caso vasco. aquella forma que es la apropiada a las condiciones concretas en que se encuentra la sociedad vasca. Se trata pues de un nacionalismo revolucionario.

Como la situación concreta del pueblo vasco es la de un pueblo sometido al colonialismo, la aplicación concreta del socialismo en nuestro caso tiene que ser de esta índole. En comprendiendo la realidad concreta, sabremos al mismo establecer una justa Estrategia revolucionaria. ([6])

Aun cuando sé que las citas no substituyen a la verdad, y que lo falso, dicho por quién sea dicho, sigue siendo falso, voy a citar únicamente para mostrar como grandes revolucionarios se han dado cuenta de esa necesidad de interpretar en concreto cada caso revolucionario. Es una condición sine qua non la que nos obliga a considerar que la aplicación del socialismo tiene que ser hecha en concreto.

Mao-Tsetung dice:

Les contradictions résolues par la Révolution de Février et la Révolution d'Octobre, en Russie, de, méme que les méthodes employées dans ces deux révolutions pour résoudre les contradictions étaient radicalement différentes. Résoudre les différentes contradictions par des méthodes différentes est un principe que les marxiste-leninistes doivent rigoureusement observer. Les dogmatiques, par contre, n'observent pas ce principe, il ne comprennent pas les différentes conditions dans lesquelles se déroulent les différentes revolutions: ils ne comprennent pas, par conséquent, que les différentes contradictions doivent etre résolues par des méthodes différentes: ils appliquent partout le même schéma stéréorypé qu'ils considerent immuahle: cela ne peut que conduire la révolution à l'échec ou compromettre ce qu'on aurait pu mener á bien.''

( Mao-Tse-Toung: A propos de la Contradiction Ed. Pekín, 1960: pág. 24).

De esta forma, dejando de lado el esquema abstracto que muchas veces intentaban dictarle desde Moscú, muchos “teóricos" de la revolución, supo Mao Tsetung llevar a buen fin la revolución china. Un poco más adelante en la misma obra dice:

C'est justement ce qu'uvait vu Lénine lorsqu'iI disait que le fond même, l'ame vivante du marxisme, c'est l'analyse concrète d'une situation concrète. Nos dogmatiques enfreignent les indications de Lénine, ne se donnent jamais la peine d'analyser quoi que ce soit d'une manière concrete: leurs articles et leurs discours ne font que ressasser d'une manière vaine, creuse des schémas stéréotypés, et font naître dans notre parti un style de travail des plus néfastes.

(Ibidem, pág. 26)

Por más que es evidente que en toda sociedad capitalista la contradicción principal es la que existe entre la clase burguesa (explotadora) y el proletariado (explotado) sería hacer prueba de falta de concretización socialista, el olvidarse que en los casos de colonialismo esta contradicción esencial, se halla suplantada por otra. Dice Mao-Tsetung:

Dans une nation en lutte contre un ennemi étranger, la lutte de classes prend la forme de lutte nationale, et c'est sous cette forme que se manifieste leur unité.

( Mao-Tse-toung. “L'indépendance et Autonomie au Sein du Front Uni." Ed. Pekín 1961, pág. 6)

Es un desviacionismo pernicioso el que incurren algunos “izquierdistas" vascos cuando se olvidan de esta condición esencial. Entonces lo que les pasa es que, a fuerza de querer ser izquierdistas puros, se pasan de rosca, y ya no son izquierdistas, ni nada, sino españolistas reaccionarios. Muchas veces se han dado entre nuestros elementos de izquierda, individuos de buena fe, pero con ignorancia completa de las condiciones concretas de la lucha revolucionaria en Vasconia. Esta gente, a veces, por rechazar el aburguesamiento del PNV, lo que hacía era echar la criatura con el agua sucia por la fregadera.

Un pseudo-revolucionario vasco, que creyendo ser más revolucionario, en tal sentido se olvidare la condición primordial de un movimiento progresista y revolucionario en Vasconia, consiste en ser nacionalista, dejaría de ser revolucionario en la misma medida en que deja de ser nacionalista.

En la actualidad en la oposición que la opresión expoliadora se ha creado contra sí por parte de los explotados, en Vasconia, existe una contradicción fundamental, a la que deben someterse provisionalmente todas las demás.

Mao-Tsetung dice:

“Dans la société capitaliste, par exemple, les deux forces opposées, le prolétariat el la bourgeoisie, forment la contradiction principale”.

Y continúa unas líneas después:

Dans le cas d'une guerre d'agression lancée par les impérialistes contre un pays, ses différentes classes, à l'exception de la petite clique de traîtres á la nation, peuvent s'unir provisoirement pour mener la guerre nationale contre l'impérialisme. Dans ce cas la contradiction entre l'i mpérialisme et le pays considéré devient la contradiction principale et toutes les contradictions entre les différentes classes à l'intérieur du pays (y compris la contradiction principale entre le régime féodal et les masses populaires) reculen ( provisoirentent au plan second et n'occupent qu'une position subordonnée.

( Mao-Tse-toung: “A propos de la contradiction", Ed. Pekín, pág. 42)

Si pretendemos ser nacionalistas revolucionarios, y muy en especial, si sabemos interpretar el momento histórico en que las fuerzas de la Revolución mundial éstos se sitúan en tal forma contradicción, que en la Era del Imperialismo — como fase superior del Capitalismo — han adquirido un tal tipo de contradicción fundamental entre el polo (a) de la burguesía imperialista y el polo (b) de las pueblos expoliados nacional y socialmente, no hay duda de que también en el caso vasco, tendremos que tirar una lección de los nacionalismos revolucionarios de los pueblos expoliados por el imperialismo.

No es de extrañar que el P.C. español (así corno el PC. francés) como partido comunista de un pueblo imperialista, no sea una fuerza de vanguardia y no sepa interpretar adecuadamente el momento histórico... o intente interpretarlo desde el punto de vista de una etnia opresora.

Sería un grave error el que los vascos se sitúen en una óptica española, un partido que hiciere esto, no sólo perdería su carga revolucionaria, sino que dejaría de ser vasco. Que entre los vascos del Estado español, aun entre los nacionalistas, se dé personas que están mucho más que lo que ellas mismas piensan, embebidas de la ideología hispana, es cosa comprensible por aquello que Marx y Engels ya decían de que “Las ideas dominante en toda época han sido las ideas de la clase dominante."

El nacionalismo vasco burgués, lleva en sí una contradicción insuperable, a saber la de ser (a) burgués y (b) nacionalista de un pueblo oprimido. Al ser burgués tiende a la colaboración con todo opresor del proletariado. Por ello que el PNV en su época clásica fuese un “partido de gentes de orden” , es decir: del orden explotador. Esta contradicción de partido de orden y una masa de seguidores defensores de los derechos del pueblo vasco explotado, brotó a la luz del día al estallar la sublevación militar fascista. El PNV se encontró ante un dilema y le costó decidirse. Sólo obligados por el odio anti-vasco de los sublevados, se vieron arrojados en el lado anti-fascista. En aquella época la dirección joven del PNV dio un paso decisivo, de consecuencias irreversibles, al entrar en el Frente Popular. Esta evolución evidentemente no sigue un camino sin altos ni bajos. Por muchos que hayan sido los errores — y han sido muchos -- cometidos por José Antonio de Aguirre, el hecho de haber inclinado en su día la balanza del PNV en este sentido le da un valor que siempre contará en favor de él. Ahora gustarían los ya ancianos y achacocos jefes y patriarcas dar marcha atrás. Solamente que no se dan cuenta que hay evoluciones irreversibles.

Un tal paso de la dirección del PNV podrá aún, en efecto, retirar del combate por la independencia a ciertos miembros aburguesados, a gente de la pequeña burguesía, pero ya no podrá desviar la trayectoria revolucionaria del nacionalismo vasco.

La aparición de un sistema ideológico del nacionalismo vasco revolucionario supone un salto dialéctico. Ha nacido algo que se diferencia del nacionalismo burgués, no sólo en cantidad, sino en calidad. El nacionalismo revolucionario vasco, llevará químicamente unidos los componentes revolucionarios progresistas y las calidades nacionalistas.

Esta evolución, que, sin lugar a dudas, no es del agrado de la burguesía vasca, y no sólo de la burguesía hispánica de Vasconia, sino de la propia burguesía nacional, tendrá por consecuencia que en momento dado se dé una capitulación de parte de la burguesía nacional vasca ante el enemigo.

De aquí que en el caso del nacionalismo revolucionario vasco, cualquier concesión hispánica es una concesión en los fundamentos del nacionalismo revolucionario, y suponga por ello un desviacionismo de derechas.

Tambien en nuestro caso, y como riesgo de desviacionismo hispano (ergo: contrarevolucionario) debemos considerar lo que Mao Tsetung dice con respecto de la contradicción anti-imperialista.

Néanmoins duns une atare situation, les contradictions changent de place. Lorsque l'impérialisme n'a pas recours à l'oppression, au moyen de la guerre, mais utilise dans les domaines politique, économigue et culturel des formes plus moderées d'oppression, la classe dominante du pays semi-colonial peut capituler devant l'impérialisme: il se forme alors entre eux une alliance visant l'oppression en commun des masses populuires.

( Mao-Tse-Toung, íbidem, p. 43)

Estas mismas condiciones se están presentando actualmente en Vasconia. La contradicción fundamental está dada por la oposición doble entre (a) reacción/españolismo y (b) progreso/vasquismo. Por esta misma razón de que en Vasconia la contradicción fundamental tiene dos componentes básicos a cada lado, es por lo que observamos en Vasconia una oposición más virulenta contra la opresión, que en España, donde la contradicción sólo tiene los componentes sociales.

El revolucionario que se olvidare de esta doble naturaleza de la contradicción en el País Vasco, es muy poco revolucionario: y si se olvida del componente vasquismo es más que probable que sea un contrarrevolucionario, puesto que en la actuación concreta toma como norma de su conducta un componente del lado español/reacción de la contradicción fundamental. De aquí que el verdadero revolucionario en Vasconia tenga que ser vasquista, con todas las consecuencias que ello implica. Y no nos olvidemos de que la contradicción fundamental, por la opresión nacional que ella implica, exige del revolucionario vasco una activa participación en la resistencia cultural vasca, ergo euskárica, de la revolución vasca.

De aquí que los fines de la revolución vasca aparecen de forma clara, como el destronamiento de la expoliación burguesa/española con el fin de la implantación del otro lado de la contradicción, es decir, un sistema socialista/euskaldun.

El P.C. de Corea en su declaración publicada el 27/1/1964 dice:

L'impériaiisme et le colonialisme sont les ennemis mortels des nations opprimées... y atacando a los revisionistas modernos añade: Considérant le mouvement de libération nationale comme un mouvement bourgeois ils sous-estiment sa signification révolutionnaire et prétendent que les peuples opprimés ne pourraient mener par eux-mémes la revolution. Pero aclara algo que tenemos siempre que tener presente en el caso vasco, es que en la actualidad la verdadera liberación nacional, no puede hacerse sin la liberación social.

L'accomplissement complet de la révolution de libération nationale demande avant tout la destruction complète de l’ancien appareil de domination coloniale imperialiste ainsi que l'enlèvement du terrain économique aux impérialistes.

(“Levons haut la Banière révolutionnaire de la libération nationale" pa. 33)

Considerando estas declaraciones del PC. coreano, que parecen estar hablando en concreto para nuestro caso, así como lo que dice Mao Tsetung sobre la contradicción principal, vemos que en nuestra tierra corremos el peligro de aburguesamiento y extinción de la llama combativa por dos causas: (a) por una alianza entre las clases burguesas vasca y española: (b) por falta de conexión íntima de la ideología nacionalista con la ideología revolucionaria.

Una Estrategia revolucionaria vasca deberá, pues, establecerse de acuerdo con esas condiciones concretas. Que la Burguesía vasca jelkide tiende a la colaboración con la burguesía española es más que evidente. Que esa colaboración es factible bajo las condiciones de una opresión no-abierta es claro. De aquí que el revolucionario vasco lo que tiene que hacer es quitarle la máscara al opresor y obligarle a aparecer con su verdadera faz, tal como Che Guevara lo exigía. Pero habiéndolo desenmascarado, deberá fortalecer el doble polo de la contradicción. ([7])

Esta realidad concreta del doble (o triple) polo de la contradicción fundamental en el que una parte se sitúa la burguesía de la nación opresora (que oprime al pueblo colonizado nacional y socialmente, como en nuestro caso) es justamente una coyuntura histórica que da al pueblo vasco una gran fuerza revolucionaria, al identificar el problema vasco con los del Tercer Mundo.

Sería un grave error olvidarse del componente nacional de la contradicción fundamental. De aquí que en estallando la oposición abierta entre el régimen de opresión y el pueblo oprimido, en el caso vasco, sea tan revolucionario hablar vascuence (o aprenderlo cuando no se lo domina) como el poner una carga de plásticoo. Parafraseando a la Revolución Francesa cabrá decir que en Vasconia: el progreso habla en vascuence y la reacción habla en castellano. Un revolucionario vasco deberá, en consecuencia y con conocimiento de la causa, agudizar la contradicción fundamental en el doble sentido.

Justamente veremos que en desarrollándose la contradicción fundamental, aquellos elementos que se situaban en uno de los lados a medias —es decir participando únicamente de uno de los componentes de la contradicción fundamental— se pasarán, con frecuencia, al otro lado de la contradicción.

Así el jelkide que por naturaleza es burgués, aunque fuese vasquista, en acentuándose la contradicción, tomará una posición devasquizante. Y es que en él predomina el sentido reaccionario. Por ello que la falta de euskarismo sea en la situación concreta de la revolución vasca equivalente a falta de sentido revolucionario. Si un revolucionario vasco se olvidase de incrementar su euskarismo, a la par de incrementar su progresismo, veremos que igualmente se produciría un resquebrajamiento en el polo progresista de la contradicción fundamental... y que, por ende, disminuirá en la realidad la fuerza revolucionaria de quien así procediere.

A este respecto debiéramos tomar ejemplo de los vietnamitas quienes han sabido vencer a los mayores enemigos, aplicando justamente la resistencia en su plan nacional y social. Truong Chinh, conocido militante revolucionario, desde las primeras horas, escribió fechado de 19/IX/1947, en los albores de la guerra de liberación nacional, la interesante obra “La Résistance Vaincra". Esta clara exposición que debiera conducir a la victoria, proféticamente expone poniendo en iguales planos a la resistencia militar, política, económica y cultural, las medidas del triunfo. La resistencia vasca deberá revestir iguales caracteres adaptados en concreto, al caso vasco.

De la resistencia cultural dice que tiene por fines:

  1. Liquider la culture obscurantiste, la culture introduite par les colonialistes français pour consolider leur domination.

2.— Edifier pour le Viet Nam une culture de démocratie nouvelle. ( La Résistence Vancra, Ed. Hanoi, 1962, pa. 53)

En Vasconia la eliminación de la cultura española y francesa, traídas por el imperialismo, equivale a la euskarización completa del país, puesto que el euskara es el medio de expresión genuino del pueblo vasco. Supondrá además la eliminación de la cultura colonialista introducida por medio del castellano o francés. De aquí que mientras se elaboran las traducciones, como vehículos necesarios para la expansión euskárica, si se debe tomar una lengua auxiliar, se emplee a tal fin el inglés o el alemán, idiomas que por su sintaxis están relativamente más próximos al nuestro que los neolatinos que actualmente oprimen nuestro pueblo.

Olvidarse de la euskarización en la lucha de liberación nacional y social de Vasconia es marchar sobre un único pie, es malograr la revolución vasca. Muchos escritos vasquistas a este respecto parecen descuidar este hecho fundamental. Se olvidan de exponer la íntima relación que tiene el vascuence con el progreso, y la liberación nacional y social con la euskarización del medio ambiente. Esta labor hay que empezarla por las propias organizaciones revolucionarias, ya que en esto se repite el adagio de que el movimiento se demuestra andando.

Así pues, si decíamos que es tan revolucionario hablar o estudiar vascuence como poner una carga de plástico, no se deberá nunca interpretar esta aserción en el sentido de que el plástico sea algo secundario. Nada de ello, él está íntimamente ligado al vascuence. El plástico provocará además, el día en que ya haya la necesaria agua para el pez de la revolución, el que las contradicciones se aclaren. El será quien separe los “euskaldunizantes" de los “castellanizantes". El día en que suenen las primeras descargas veremos cómo la doble contradicción de que hablamos (a) burguesía/españolismo frente a (b) proletariado/euskaldunismo se concretizara y cómo, los elementos humanos que no reúnen esta doble contradicción se verán obligados a optar por uno u otro bando. Así la burguesía pseudo-nacionalista integrada por jelkides castellanizantes, dejará su etiqueta falsa de nacionalismo vasco, puesto que le será un estorbo, o incluso un peligro. El nacionalismo será entonws enteramente revolucionario y los jelkides castellanizantes darán un paso más en su traición a la patria vasca, pasando en adelante a ser claramente burgueses españolizantes. Por eso constataremos que solamente el proletariado vasquista es verdaderamente revolucionario

También los pseudo-revolucionarios castellanizantes, defensores de la ideología castrada de un falso proletariado, como es el PC. de Euskadi/España, con su enraizado españolismo imperialista, intentará ser un freno contra el carro de la revolución vasca. Muchos comunistas hispano/euzkadianos también aparecerán entonces como verdaderos agentes burgueses. ([8])

 

4. Derecho de autodeterminación y lucha social

 

Al tratar del tipo propio de la contradicción entre los países sometidos al imperialismo y los opresores dice con toda justeza el PC. De Corea.

Les contradictions entre le camp socialiste et le carry) impérialiste apparaissent aussi sous diverses formes dans ces régions.

A la base des contradictions entre l'impérialisme et les nations opprimées se trouvent les contradictions de classe. Ce sont avant tout les contradictions entre la classe capitaliste des pays impérialistes et les masses travailleuses, la classe ouvrière en premier lieu, des pays coloniaux et dépendants qui constituent le contenu essentiel des contradictions entre l'impérialisme et les nations opprimées.

La classe ouvrière et le peuple dans les pays coloniaux et dépendants souffrent (le l'exploitation et de l'oppression deux, trois fois plus cruelles que ceux des pays capitalistes évolués. Les peuples de ces régions subissent l'oppression et l'exploitation barbares de la part des impérialistes au point de vu national, racial et de classe.

L'exploitation et le pillage faits par les impérialistes étrangers parallèlement avec l'oppression brutale exercée par la classe dominante locale, deviennent de plus en plus insupportables.

Tout cela multiplie les souffrances du people dans ces régions et les poussent inévitablement vers la voie de la révolution.

(“Levons Haut la Bannière Révolutionnaire de la Libération Nationale" Pyongyang, 1964, pág, 48).

El PC. de Corea expone con toda claridad una situación parecida a la del pueblo euskaldun. Con razón dice no solamente pueblos colonizados (lo que pudiera hacer creer que los pueblos sometidos al colonialismo en Europa no correspondieren a este tipo), sino para mayor claridad habla también de los pueblos dependientes. En el caso vasco, no sólo se trata de un pueblo dependiente sino que el calificativo de pueblo sometido al colonialismo le cuadra por entero. La riqueza producida por Vasconia va a engrosar la arcas de los explotadores en Madrid. Sólo una pequeña casta nacional de traidores vendidos de cuerpo y alma al extranjero se ha unido a la expoliación de los riquezas nacionales y se reparte con ellos el fruto del robo perpetrado en Vasconia.

Es una miopía característica de su calidad de partido burgués el que el PNV no pretenda ver en esa minoría de atracadores de origen vasco pero al servicio de España, una casta de ladrones, sino que los considere, en cierto sentido, como vascos descarriados. Es algo que evidentemente corresponde a las gafas burguesas con las que el PNV contempla la sociedad. Un examen, aun superficial, pronto nos dejará ver la índole reaccionaria del PNV. Lo que en él hubo de progresista, al proclamar la lucha de liberación nacional, pronto se verá degradado, a conceptos estatutistas y regionalistas. Caso evidente de esta bochornosa castellanización reaccionaria es el hecho que muchos de los hijos de los jefes nacionalistas ignoren la lengua vasca, porque sus padres no se la enseñaron.

Esto es algo más que un termómetro de la índole reaccionaria de PNV, es un proceder anti-vasco de muchos de sus jefes, que no eran nacionalistas, sano que solamente pretendían servirse del nacionalismo para su fines burgueses.

Pero no es solo el PNV quien ofrece ese bochornoso aspecto. Si a éste le viene esa españolización de su idiosincrasia contrarevolucionaria, al PC. de España en su sucursal sedicente de Euskadi, le viene su índole contrarevolucionaria de su idiosincrasia hispana. El PC. de España en esto nada se diferencia de la Falange. Es tan profunda su naturaleza imperialista que se olvida del propio Lenin. El creador del Estado soviético hubo en efecto escrito:

El proletariado de las naciones opresoras no puede limitarse a frases generales y estereotipadas repetidas por cualquier burgués pacifista, contra las anexiones y en favor de la igualdad de derechos de las naciones en abstracto. El proletariado no puede guardar silencio acerca de la cuestión, particularmente “desagradable" para la burguesía imperialista de las fronteras del Estado basado en la opresión nacional. El proletariado no puede dejar de luchar contra la retención violenta de las naciones oprimidas dentro de las fronteras de un Estado dado, y eso significa luchar por el derecho a la autodeterminación. El proletariado debe reivindicar la libertad de separación política de las colonias y naciones oprimidas por “su" nación. En caso contrario el internacionalismo del proletariado quedará en un concepto huero y verbal; resultarán imposibles la confianza y la solidaridad de clase entre los obreros de las naciones oprimidas por “su propia" nación y retenidas por la violencia en “su propio" Estado.

(Lenin. Obras Completas, tomo XXII (Ed. francesa), pág. 160.)

Todo esto al perecer se ha olvidado el PC. español que tenía la desvergüenza de llamarse marxista-leninista y se portaba como el más rastrero de los reaccionarios. La dirección pasionario-carrillista del PC. español, ahora proclama el principio de autodeterminación para “catalanes, vascos y gallegos..." y se ve que lo hace tan a regañadientes, que al mismo tiempo que en abstracto les reconoce tal derecho a la autodeterminación, les prescribe la forma en que deben votar, en concreto.

Como el Estado fascista les insinúa que ellos sirven al separatismo con el reconocimiento de tal derecho, el PC. de España, como una doncella ruborosa, se defiende de tal pecado del que le acusa “su" burguesía. Y así tiene sumo cuidado en defender las fronteras del

Estado español nacido al servicio de la opresión. Y esto lo hacen evidentemente de todo corazón, pues no hace falta más que hablar con uno de ellos para ver cuán poco saben del derecho inalienable del pueblo vasco a su autodeterminación, pero con cuantos bríos defienden la unidad ibérica.

Ahora bien, si Lenin afirmaba que el núcleo de la educación internacionalista de los obreros de la naciones opresoras tiene que estar necesariamente en la prédica y en la defensa del derecho de separación política que poseen los oprimidos... ¿cómo es que el PC. Carrillista ya prescribe y presupone los resultados de un referéndum ? No será que le es muy desagradable atacar a su burguesía? Leyendo a las declaraciones del Partido Comunista de España (o de su sucursal en las provincias Vascongadas, llamadas Euskadi a tal efecto) sobre el derecho de autodeterminación y al respeto a la voluntad popular, suenan siempre a pegotes, que no son sentidos y que solamente vas expresados para servir de propaganda, para engañar a bobos. Apenas proclama un comunista español-moskutero el derecho de autodeterminación del pueblo vasco, que inmediatamente ya le prescribe al pueblo vasco en qué forma debe hacer uso de él, puesto que para que no haya lugar a dudas habla de la confederación de pueblos ibéricos (con igualdad de derechos) que debe salir de tal ejercicio del derecho de autodeterminación. Ahora bien, si tal es la solución ello presupone que los comunistas moskuteros, ya han prejuzgado cuál va a ser el resultado del empleo de tal derecho. Y no me refiero al olvido tan sospechoso de Navarra, ya que el derecho de autodeterminación supone el de unificación nacional. Una reunificación nacional como reclaman las fuerzas más conscientes del nacionalismo vasco, no pueda tener lugar dentro de una confederación ibérica, puesto que una parte de los vascos están y han estado siempre fuera de los límites del Estado español.

Así resulta que el vasquismo del PC. es falso y falaz, no está íntimamente ligado a la ideología leninista, ya que Lenin fue un sincero partidario de la libre disposición de los pueblos de la forma en que desearen.

En el discurso sobra el problema nacional de la VII Conferencia (conferencia de abril) de toda Rusia del PODSR dice: ..Si Finlandia, Polonia o Ucrania se separan de Rusia, no hay ningún mal en ello. ¿Qué mal puede haber ? Quien lo afirme es un chovinista!” En Lenin se hallaba el sentimiento del respeto debido a los demás pueblos íntimamente unido a su deseo de liberación del proletariado. Otro tanto debe estar íntimamente ligado el sentimiento revolucionario de liberación social con la ideología nacionalista vasca. De tal forma que no se pueda negar al componente nacional sin negar al social, y vice versa. Entonces tendremos un nacionalismo revolucionario íntimamente desarrollado.

En el nacionalismo revolucionario no podernos negar la condición primordial que es la de ser nacionalista. El nacionalista revolucionario que se olvidare de tal condición primordial, dejará de ser progresista en la misma media en que deja de ser nacionalista, como deja de ser nacionalista en la misma medida en que deja de ser progresista.

El nacionalismo revolucionario vasco, tiene sus dos caras ideológicas unidas como las dos caras de una misma moneda. En esto el planteamiento ideológico de la revolución vasca está de acuerdo con las tendencias revolucionarias de los pueblos del tercer mundo. Conviene exponer claramente esos dos aspectos del nacionalismo revolucionario vasco y llegar a comprender que solo mezclándolos a cada instante tendrán su poder revolucionario.

Tendremos que establecer el plan de la Estrategia revolucionaria vasca a partir de estos puntos de vista. Y estemos seguros que para ello podremos contar con la ayuda del tercer mundo. Aunque la ayuda, principal deben sacar los pueblos anti-imperialistas de su propio seno. La Estrategia revolucionaria obligará a establecer un plan en el que queden claramente delimitadas las fases de la revolución. El fin es claro, es la supresión del régimen capitalista y la implantación del socialismo euskaldun.

Tengamos presente que el combate nacional vasco es algo con personalidad propia y que aun cuando tiene que desarrollarse en el marco de los Estados españolas y francés, su Estrategia no puede subordinarse a las necesidades generales de los partidos de estos Estados. La lucha de liberación nacional vasca no está subordinada a los avances o retrocesos que pueda hacer el socialismo español o francés. Es una lucha contra la opresión nacional. Pero por esta misma razón pronto incidirá de frente en las luchas de los pueblos oprimidos contra el imperialismo internacional. De aquí que chocará antes que los luchas políticas españolas, con el gendarme internacional, con la política sanguinaria de los Estados Unidos. Esta oposición frente a los colonialistas internacionales, hará nacer entre nosotros entre las propias filas vascas, los elementos “neo-colonialistas". Para una tal eventualidad contarán los enemigos del pueblo vasco siempre de gente bien dispuestas entre los elementos hispanizantes del PNV. y sus aliados.

 

 

NOTAS

 

(1)   De una parte, vemos a lacayos bastante descarados de la burguesía, que defienden las anexiones, alegando que el imperialismo y la concentración política son progresivos y que niegan el derecho de autodeterminación, calificándolo de utópico, ilusorio, pequeñoburgués, etc.

(Lenin, Obras completas, Ed. francesa, tomo XXII, pág. 165)

Precisamente el siglo XX ha desarrollado en ellos de un modo singular los movimiento nacionales democrático-burgueses y ha exacerbado la lucha nacional. Las tareas del proletariado de esos países, tanto en la culminación de sus transformaciones democrático-burguesas como en la ayuda a la revolución socialista de otros Estados, no pueden ser cumplidas sin defender el derecho de las naciones a la autodeterminación. En ellos es singularmente difícil e importante la tarea de fundir la lucha de clase de los obreros de las naciones opresoras y de los obreros de las naciones oprimidas.

(Lenin, Obras Completas. Tomo XXII, pág. 164, Ed. Paris/Moscú)

El centro de gravedad de la educación internacionalista de los obreros de los países opresores tiene que estar necesariamente en la prédica y en la defensa de la libertad de separación de los países oprimidos. De. otra manera no hay internacionalismo. Tenemos el derecho y el deber de tratar de imperialista y de canalla a todos los social-demócratas de una nación que no realice tal propaganda.

(Lenin, Obras Completas, Tomo XXII. pág. 371)

Quien espera la revolución social “pura", no la vera jamás. Será un revolucionario de palabra, que no comprende lo que es la verdadera revolución.

(Lenin, Obras Completas. tomo XXII: pág. 383, Ed. París/Moscú)

La lucha de las naciones oprimidas en Europa, capaz de llegar a insurrecciones y batallas de calle, de quebrantar la férrea disciplina de las tropas y el estado de sitio, esta lucha “exacerbará la crisis revolucionaria en Europa" con una fuerza incomparable mente mayor que una insurrección mucho más desarrollada en una colonia lejana.

(Lenin, Obras Completas, toma XXII, pág. 384, Ed. Paris/Moscú)

El derecho de autodeterminación de las naciones significa exclusivamente el derecho a la independencia en el sentido político, a la libre separación política de la nación opresora. Concretamente esta reivindicación de la democracia política significa la plena libertad de agitación en pro de la separación y de que ésta se decida por medios de un referéndum de la nación que desea separarse.

(Lenin; Obras Completas, tomo XXII, pág. 158, Ed. Paris/Moscú)

(2)    Esta y otras citas están tomadas de un interesante escrito publicado por el PC. de Corea, en Pyongyang, que contiene una declaración de dicho PC. De fecha de 27 de enero de 1964. Este folleto se llama en su edición francesa: “Le vons Haut la Banniére Révolutionnaire de la Libération Nationale." Sus autores destacan en este escrito la gran fuerza revolucionaria que encierran en sí los movimientos de liberación nacional de los pueblos oprimidos nacionalemente. Oponen esta tesis a la ceguera muy sospechosa de los Partidos Comunistas de Europa Occidental, quienes aburguesados y haciendo mofa de los principios marxistas-leninistas, se han dedicado a hacer política burguesa e imperialista, tanto por una vergonzosa capitulación ante las burguesías de “sus" naciones, como por estar embebidos del sentimiento chovinista de gran potencia y en definitiva siendo defensores de un racismo mal camuflado, que les hace creerse superiores a las fuerzas revolucionarias que combaten en América Latina, Asia y África contra el Imperialismo. Convendría añadir que a esta lucha de los pueblos de América Latina. Asia y África se le debiera unir la lucha que por su liberación nacional y por la victoria del socialismo llevan a cabo pueblos como el vasco sometidos a idénticas condiciones de expoliación como los pueblos semi-dependientes y coloniales de esas partes del mundo.

(3)   Miguel Koltsow fue corresponsal extraordinario de la Pravda de Moscú durante la sublevación fascista militar en España. Pero fue al mismo tiempo más que un simple corresponsal de guerra, ya que estuvo estrechamente ligado a la política contemporánea del partido comunista ruso.

Sus reportajes fueron publicados en la Pravda. Las “Editions Ruedo Ibérico" de París han hecho una edición de sus reportajes bajo el título de “Diario de la guerra de España". De esta obra citamos. En su reportaje del 16 de octubre(pág. 140) dice:

Los obreros vascos tienen en mucha estima su nacionalidad y esto ha hecho religiosos a muchos de ellos, pues en su modo de ver las cosas, la iglesia vasca se halla estrechamente vinculada a la cultura nacional, a las peculiaridades éticas, a los usos y costumbres. Los obreros católicos ingresan ahora en el Partido Comunista porque éste rectificando sus antiguos errores, apoya el sentimiento nacional de los vascos contra el españolismo de gran potencia de la altanera nobleza.

Sic transit gloria mundi ! El PC. español como PC. de un pueblo imperialista... es un partido imperialista, que muy a regañadientes hizo tal corrección de sus pasados errores... Apenas tuvo ocasión de volver a su prístino y connatural chovinismo e imperialismo, que tan pronto como pudo volvió a ser de nuevo un partido de la nación opresora.

(4)   Les tendances séparatistes posent devant la révolution le problème démocratique du droit des nationalités à disposer d'elles-mêmes. Ces tendances, considérées superficiellement, se sont aggravées pendant la dictature. Mais tandis que le séparatisme de la bourgeoisie catalane n'est moyen pour elle de jouer avec le gouvernement madrilène contre le peuple catalan el espagnol, le séparatisme des ouvriers et paysans n'est que l'enveloppe d'une révolte intime, d'ordre social. II faut établir une rigoureuse distinction entre ces deux genres de séparatisme. Cependant, et précisément pour disjoindre de leur bourgeoisie les ouvriers et les paysans qui sont opprimés dans leur sentiment national, l'avant-garde prolétarienne doit prendre, sur cette question du droit des nationalités á disposer d'elles-mêmes, la position la plus hardie, la plus sincère. Les ouvriers défendront intégralement et sans réserves le droit des Catalans et des Basques a vivre en États indépendants, dans le cas où la majorité des nationaux se prononceraient pour une complète séparation.

(Léon Trotzky:”La Révolution Permanente", p. 396.)

Pas un instant on ne doit perdre de vue que l'Espagne tout entière et la Catalogne, comme partie constituante de ce pays, sont gouvernées actuellement non point par des démocrates nationaux catalans, mais par des bourgeois impérialistes espagnols, alliés á des gros propriétaires fonciers, de vieux bureaucrates et des généraux, avec l'appui des socialistes nationaux. Toute cette confrérie est d'avis, d'une part de maintenir les servitudes des colonies espagnoles et, d'autre part, d'assurer le maximum de centralisation bureaucratique de la métropole: c'est-a-dire qu’elle veut l'écrasement par la bourgeoisie espagnole, des Catalans, des Basques et d'autres nationalités. Dans la phase actuelle, étant donné les combinaisons présentes des forces de classe, le nationalisme catalan est un facteur révolutionnaire progressiste, e nationalisme espagnol est un facteur impérialiste réactionnaire. Le communiste espagnol qui ne comprend pus cette distinction, qui affecte de l'ignorer, qui ne la met pan en valeur, au premier plan, qui s'efforce au contraire d'en atténuer l'importante, risque de devenir un agent inconsciente de la bourgeoisie espagnole et d'être á tout jamais perdu pour la cause de la révolution prolétarienne.

(Trotzky; ”La Révolution Permanente", pág. 438)

(5)    Nous autres communistes, depuis des années, nous avons combattu non seulement pour la révolution politique el économique de la Chine, mais aussi pour sa révolution culturelle; tous ces combats ont pour but d'édifier une société nouvelle et un État nouveau pour le peuple chinois. Dans cette société nouvelle en cet État nouvelle, il aura non seulement une politique nouvelle et une économie nouvelle, mais encore une culture nouvelle; c'est-á-dire que nous voulons transformer la Chine politiquement opprimée et économiquement exploitée en une Chine politiquement libre et économiquement prospéré; en outre, nous voulons transformer la Chine ignorante et arriérée sous la domination de l'ancienne culture en une Chine éclairée et avancée sous la domination de la culture nouvelle. En un mot nous voulons bâtir une Chine nouvelle. Édifier une culture nouvelle de la nation chinoise, tel est notre but dans le domaine culturel.

(Mao Tsetoung: ”La Démocratie Nouvelle"; Ed. Pekin 1960, pág. 2/3)

... de même, la culture nouvelle de la nation chinoise que nous voulons édifier est indissolublement liée à la politique nouvelle et à l'économie nouvelle de la nation chinoise.

(Ibidem, pág. 5)

Ce que nous voulons éliminer, ¿est précisément ce vieux système politique colonial, semi-colonial et semi-féodal, cette vieille économie, et la vieille culture qui est a leur service. Ce que nous voulons édifier est tour l'opposé. C'est le nouveau système politique, l'économie nouvelle et la culture nouvelle de la nation chinoise.

(Ibidem, pág. 6)

Une culture donnée est, sur le plan idéologique, le reflet du système politique et de l'économie d'une société donnée.

(Ibidem, pág. 60)

La révolution culturelle est le reflet, sur le plan idéologique, des révolutions politiques et économiques, et se met à leur service. En Chine, il y a un front uni dans la révolution culturelle comme dans la révolution politique. .

(Ibidem. pág. 67)

(6)  Dans la situation internationale d'aujourd'hui, tout “héros", dans les colonies et semi-colonies, doit se ranger ou bien du côté du front impérialiste, et alors il fait partie des forces de la contre-révolution mondiale, ou bien du côté du front anti-impérialiste, et alors il fait partie des forces de la révolution mondiale. Il doit choisir une de ces deux voies, car il n'en existe pas une troisième.

(Mao Tsetoung: La Démocratie Nouvelle-, Ed. Pekin 1960, pág. 33)

(7)  Este momento es importante. En los procesos sociales la diferencia entre violencia y no violencia no puede medirse por las cantidades de tiros intercambiados; responde a situaciones concretas y fluctuantes. Y hay que saber ver el instante en que las fuerzas populares, conscientes de su debilidad relativa, pero al mismo tiempo de su fuerza estratégica, deben obligar al enemigo a que de los pasos necesarios para que la situación no retroceda. Hay que violentar el equilibrio dictadura oligárquica-presión popular. La dictadura trata constantemente de ejercerse sin el uso aparatoso de la fuerza; el obligar a presentarse sin disfraz, es decir, en su aspecto verdadero de dictadura violenta de las clases reaccionarias, contribuirá a su desenmascaramiento, lo que profundizará la lucha hasta extremos tales que ya no se pueda regresar.

(Ernesto Che Guevara. “Guerra de Guerrillas: un método": Publicado en “Cuba Socialista": 25: septiembre 1963)

(8)    La gran diferencia existente entre el nacionalismo de un pueblo mayoritario, o nacionalismo de gran potencia, frente al nacionalismo de los pueblos oprimidos, es algo de lo que no se cansaba Wladimir I. Lenin de insistir, por más que parezca que partidos como los PC. de España y Francia, jamás leyeron las obras de aquél que ellos llaman su maestro. Citaremos solamente un ejemplo tomado de los últimos escritos de Lenin y que aparece reproducido en el III tomo, pág. 891, de la Edición de “(Euvres Choisies" Ed. Progres de Moscú:

J'ai déjà écrit dans mes ouvrages sur la question nationale qu'il est tour à fait vain de poser dans l'abstrait la question du nationalisme en général. Il faut distinguer entre le nationalisme de la nation qui opprime et celui de la nation opprimée, entre le nationalisme d'une grande nation et celui d'une petite nation.

Par rapport au second nationalisme, nous, les nationaux d'une grande nation, nous nous rendons preque toujours coupables, á travers l'histoire, d'une infinité de violences, et même plus, nous commettons une infinité d'injustices et vexations sans nous en apercevoir. Il n'est que d'évoquer mes souvenirs de la Volga sur la façon dont on traite chez nous les allogènes; le Polonais, le Tatar, l’Ucranien, le Géorgien et les autres allogènes du Caucase ne s'entendent appeler respectivement que par des sobriquets péjoratifs, tels: “Poliatchichka", “Kniaz", “Khokhol", “Kapkazski tchevolvek".

Aussi l'internationalisme du côté de la nation qui opprime ou de la nation dite  “grande" (encore qu'elle ne soit grande que par ses violences, grande simplement comme l'est, par exemple, l'argousins) doit-il consister non seulement dans le respect de l'égalité formelle des nations, mais encore dans une inégalité compensant de la part de la nation qui opprime, de la grande nation, l'inégalité qui se manifesté pratiquement dans la vie. Quiconque n'a pus compris cela n'a pas compris non plus ce qu'est l'attitude vraiment prolétarienne à l'égard de la question nationale: celui-là s’en tient, au fond, au fond, au point e vue petit-bourgeois et, par suite, ne peut que glisser á chaque instant vers les positions de la bourgeoisie.

Qu'est-ce qui est important pour le prolétaire ? Il est important, mais aussi essentiel et indispensable, qu'on lui assure dans la lutte de la classe prolétarienne le maximum de confiance de la part des allogènes. Que faut-il pour cela ? Pour cela il ne faut pus seulement d'égalité formelle, il faut aussi compenser d'une façon ou d'une autre, par son comportèrent ou les concessions á l'allogène, la défiance, le soupçon, les griefs qui, au fil de l'histoire, ont été engendres chez lui par le gouvernement de la nation “impérialiste”.

Je pense que pour les bolcheviks, pour les communistes, il n'est guère nécessaire d'expliquer cela plus longuement. Et je crois qu'ici nous avons, en ce qui concerne la nation géorgienne, l'exemple typique du fait qu'une attitude vraiment prolétarienne exige que nous redoublions de prudence, de prévenance et d'accommodement. Le Géorgien qui considère avec dédain ce côté de l'affaire, qui lance dédaigneusement des accusations de social-nationalisme" (alors qu'il est lui-même non seulement un vrai, un authentique “social-national", mais encore un brutal argousin grand-russe), ce Géorgien-là porte en réalité atteinte à la solidarité prolétarienne de clame, car il n'est rien qui en retarde le développement et la consolidation comme l'injustice nationale; il n'est rien qui sois plus sensible aux nationaux , offensés" que le sentiment d'égalité et la violation de cette égalité, fut-ce par négligence ou plaisanterie, par leurs camarades prolétaires. Voila pourquoi, dans le cas considéré, il vaut mieux forcer la note dans le sens de l'esprit d'accommodement et de la douceur à l'égard des minorités nationales que faire l'inverse. Voila pourquoi, dans le cas considéré, l'intérêt fondamental de la solidarité prolétarienne, et donc de la lutte de classe prolétarienne, exige que nous n'observions jamais une attitude purement formelle envers la question nationale, mais que nous tenions toujours compte de la différence obligatoire dans le comportement d'une nation opprimée (ou petite) envers la nation qui opprime (ou grande).

 

 

[1] De una parte, vemos a lacayos bastante descarados de la burguesía, que defienden las anexiones, alegando que el imperialismo y la concentración política son progresivos y que niegan el derecho de autodeterminación, calificándolo de utópico, ilusorio, pequeñoburgués, etc.

(Lenin, Obras completas, Ed. francesa, tomo XXII, pág. 165)

Precisamente el siglo XX ha desarrollado en ellos de un modo singular los movimientos nacionales democrático-burgueses y ha exacerbado la lucha nacional. Las tareas del proletariado de esos países, tanto en la culminación de sus transformaciones democrático-burguesas como en la ayuda a la revolución socialista de otros Estados, no pueden ser cumplidas sin defender el derecho de las naciones a la autodeterminación. En ellos es singularmente difícil e importante la tarea de fundir la lucha de clase de los obreros de las naciones opresoras y de los obreros de las naciones oprimidas.

(Lenin, Obras Completas. Tomo XXII, pág. 164, Ed. Paris/Moscú)

El centro de gravedad de la educación internacionalista de los obreros de los países opresores tiene que estar necesariamente en la prédica y en la defensa de la libertad de separación de los países oprimidos. De. otra manera no hay internacionalismo. Tenemos el derecho y el deber de tratar de imperialista y de canalla a todos los social-demócratas de una nación que no realice tal propaganda.

(Lenin, Obras Completas, Tomo XXII. pág. 371)

Quien espera la revolución social “pura", no la vera jamás. Será un revolucionario de palabra, que no comprende lo que es la verdadera revolución.

(Lenin, Obras Completas. tomo XXII: pág. 383, Ed. París/Moscú)

La lucha de las naciones oprimidas en Europa, capaz de llegar a insurrecciones y batallas de calle, de quebrantar la férrea disciplina de las tropas y el estado de sitio, esta lucha “exacerbará la crisis revolucionaria en Europa" con una fuerza incomparable mente mayor que una insurrección mucho más desarrollada en una colonia lejana.

(Lenin, Obras Completas, toma XXII, pág. 384, Ed. Paris/Moscú)

El derecho de autodeterminación de las naciones significa exclusivamente el derecho a la independencia en el sentido político, a la libre separación política de la nación opresora. Concretamente esta reivindicación de la democracia política significa la plena libertad de agitación en pro de la separación y de que ésta se decida por medios de un referéndum de la nación que desea separarse.

(Lenin; Obras Completas, tomo XXII, pág. 158, Ed. Paris/Moscú)

[2] Esta y otras citas están tomadas de un interesante escrito publicado por el PC. de Corea, en Pyongyang, que contiene una declaración de dicho PC. De fecha de 27 de enero de 1964. Este folleto se llama en su edición francesa: “Le vons Haut la Banniére Révolutionnaire de la Libération Nationale." Sus autores destacan en este escrito la gran fuerza revolucionaria que encierran en sí los movimientos de liberación nacional de los pueblos oprimidos nacionalemente. Oponen esta tesis a la ceguera muy sospechosa de los Partidos Comunistas de Europa Occidental, quienes aburguesados y haciendo mofa de los principios marxistas-leninistas, se han dedicado a hacer política burguesa e imperialista, tanto por una vergonzosa capitulación ante las burguesías de “sus" naciones, como por estar embebidos del sentimiento chovinista de gran potencia y en definitiva siendo defensores de un racismo mal camuflado, que les hace creerse superiores a las fuerzas revolucionarias que combaten en América Latina, Asia y África contra el Imperialismo. Convendría añadir que a esta lucha de los pueblos de América Latina. Asia y África se le debiera unir la lucha que por su liberación nacional y por la victoria del socialismo llevan a cabo pueblos como el vasco sometidos a idénticas condiciones de expoliación como los pueblos semi-dependientes y coloniales de esas partes del mundo.

[3] Miguel Koltsow fue corresponsal extraordinario de la Pravda de Moscú durante la sublevación fascista militar en España. Pero fue al mismo tiempo más que un simple corresponsal de guerra, ya que estuvo estrechamente ligado a la política contemporánea del partido comunista ruso.

Sus reportajes fueron publicados en la Pravda . Las “Editions Ruedo Ibérico" de París han hecho una edición de sus reportajes bajo el título de “Diario de la guerra de España". De esta obra citamos. En su reportaje del 16 de octubre(pág. 140) dice:

Los obreros vascos tienen en mucha estima su nacionalidad y esto ha hecho religiosos a muchos de ellos, pues en su modo de ver las cosas, la iglesia vasca se halla estrechamente vinculada a la cultura nacional, a las peculiaridades éticas, a los usos y costumbres. Los obreros católicos ingresan ahora en el Partido Comunista porque éste rectificando sus antiguos errores, apoya el sentimiento nacional de los vascos contra el españolismo de gran potencia de la altanera nobleza.

Sic transit gloria mundi ! El PC. español como PC. de un pueblo imperialista... es un partido imperialista, que muy a regañadientes hizo tal corrección de sus pasados errores... Apenas tuvo ocasión de volver a su prístino y connatural chovinismo e imperialismo, que tan pronto como pudo volvió a ser de nuevo un partido de la nación opresora.

[4] Les tendances séparatistes posent devant la révolution le problème démocratique du droit des nationalités à disposer d'elles-mêmes. Ces tendances, considérées superficiellement, se sont aggravées pendant la dictature. Mais tandis que le séparatisme de la bourgeoisie catalane n'est moyen pour elle de jouer avec le gouvernement madrilène contre le peuple catalan el espagnol, le séparatisme des ouvriers et paysans n'est que l'enveloppe d'une révolte intime, d'ordre social. II faut établir une rigoureuse distinction entre ces deux genres de séparatisme. Cependant, et précisément pour disjoindre de leur bourgeoisie les ouvriers et les paysans qui sont opprimés dans leur sentiment national, l'avant-garde prolétarienne doit prendre, sur cette question du droit des nationalités á disposer d'elles-mêmes, la position la plus hardie, la plus sincère. Les ouvriers défendront intégralement et sans réserves le droit des Catalans et des Basques a vivre en États indépendants, dans le cas où la majorité des nationaux se prononceraient pour une complète séparation.

(Léon Trotzky:”La Révolution Permanente", p. 396.)

Pas un instant on ne doit perdre de vue que l'Espagne tout entière et la Catalogne, comme partie constituante de ce pays, sont gouvernées actuellement non point par des démocrates nationaux catalans, mais par des bourgeois impérialistes espagnols, alliés á des gros propriétaires fonciers, de vieux bureaucrates et des généraux, avec l'appui des socialistes nationaux. Toute cette confrérie est d'avis, d'une part de maintenir les servitudes des colonies espagnoles et, d'autre part, d'assurer le maximum de centralisation bureaucratique de la métropole: c'est-a-dire qu’elle veut l'écrasement par la bourgeoisie espagnole, des Catalans, des Basques et d'autres nationalités. Dans la phase actuelle, étant donné les combinaisons présentes des forces de classe, le nationalisme catalan est un facteur révolutionnaire progressiste, e nationalisme espagnol est un facteur impérialiste réactionnaire. Le communiste espagnol qui ne comprend pus cette distinction, qui affecte de l'ignorer, qui ne la met pan en valeur, au premier plan, qui s'efforce au contraire d'en atténuer l'importante, risque de devenir un agent inconsciente de la bourgeoisie espagnole et d'être á tout jamais perdu pour la cause de la révolution prolétarienne.

(Trotzky; ”La Révolution Permanente", pág. 438)

[5] Nous autres communistes, depuis des années, nous avons combattu non seulement pour la révolution politique el économique de la Chine, mais aussi pour sa révolution culturelle; tous ces combats ont pour but d'édifier une société nouvelle et un État nouveau pour le peuple chinois. Dans cette société nouvelle en cet État nouvelle, il aura non seulement une politique nouvelle et une économie nouvelle, mais encore une culture nouvelle; c'est-á-dire que nous voulons transformer la Chine politiquement opprimée et économiquement exploitée en une Chine politiquement libre et économiquement prospéré; en outre, nous voulons transformer la Chine ignorante et arriérée sous la domination de l'ancienne culture en une Chine éclairée et avancée sous la domination de la culture nouvelle. En un mot nous voulons bâtir une Chine nouvelle. Édifier une culture nouvelle de la nation chinoise, tel est notre but dans le domaine culturel.

(Mao Tsetoung: ”La Démocratie Nouvelle"; Ed. Pekin 1960, pág. 2/3)

... de même, la culture nouvelle de la nation chinoise que nous voulons édifier est indissolublement liée à la politique nouvelle et à l'économie nouvelle de la nation chinoise.

(Ibidem, pág. 5)

Ce que nous voulons éliminer, ¿est précisément ce vieux système politique colonial, semi-colonial et semi-féodal, cette vieille économie, et la vieille culture qui est a leur service. Ce que nous voulons édifier est tour l'opposé. C'est le nouveau système politique, l'économie nouvelle et la culture nouvelle de la nation chinoise.

(Ibidem, pág. 6)

Une culture donnée est, sur le plan idéologique, le reflet du système politique et de l'économie d'une société donnée.

(Ibidem, pág. 60)

La révolution culturelle est le reflet, sur le plan idéologique, des révolutions politiques et économiques, et se met à leur service. En Chine, il y a un front uni dans la révolution culturelle comme dans la révolution politique.

(Ibidem. pág. 67)

[6] Dans la situation internationale d'aujourd'hui, tout “héros", dans les colonies et semi-colonies, doit se ranger ou bien du côté du front impérialiste, et alors il fait partie des forces de la contre-révolution mondiale, ou bien du côté du front anti-impérialiste, et alors il fait partie des forces de la révolution mondiale. Il doit choisir une de ces deux voies, car il n'en existe pas une troisième.

(Mao Tsetoung: .,La Démocratie Nouvelle-, Ed. Pekin 1960, pág. 33)

[7] Este momento es importante. En los procesos sociales la diferencia entre violencia y no violencia no puede medirse por las cantidades de tiros intercambiados; responde a situaciones concretas y fluctuantes. Y hay que saber ver el instante en que las fuerzas populares, conscientes de su debilidad relativa, pero al mismo tiempo de su fuerza estratégica, deben obligar al enemigo a que de los pasos necesarios para que la situación no retroceda. Hay que violentar el equilibrio dictadura oligárquica-presión popular. La dictadura trata constantemente de ejercerse sin el uso aparatoso de la fuerza; el obligar a presentarse sin disfraz, es decir, en su aspecto verdadero de dictadura violenta de las clases reaccionarias, contribuirá a su desenmascaramiento, lo que profundizará la lucha hasta extremos tales que ya no se pueda regresar.

(Ernesto Che Guevara. “Guerra de Guerrillas: un método": Publicado en “Cuba Socialista": 25: septiembre 1963)

[8] La gran diferencia existente entre el nacionalismo de un pueblo mayoritario, o nacionalismo de gran potencia, frente al nacionalismo de los pueblos oprimidos, es algo de lo que no se cansaba Wladimir I. Lenin de insistir, por más que parezca que partidos como los PC. de España y Francia, jamás leyeron las obras de aquél que ellos llaman su maestro. Citaremos solamente un ejemplo tomado de los últimos escritos de Lenin y que aparece reproducido en el III tomo, pág. 891, de la Edición de “(Euvres Choisies" Ed. Progres de Moscú:

J'ai déjà écrit dans mes ouvrages sur la question nationale qu'il est tour à fait vain de poser dans l'abstrait la question du nationalisme en général. Il faut distinguer entre le nationalisme de la nation qui opprime et celui de la nation opprimée, entre le nationalisme d'une grande nation et celui d'une petite nation.

Par rapport au second nationalisme, nous, les nationaux d'une grande nation, nous nous rendons preque toujours coupables, á travers l'histoire, d'une infinité de violences, et même plus, nous commettons une infinité d'injustices et vexations sans nous en apercevoir. Il n'est que d'évoquer mes souvenirs de la Volga sur la façon dont on traite chez nous les allogènes; le Polonais, le Tatar, l’Ucranien, le Géorgien et les autres allogènes du Caucase ne s'entendent appeler respectivement que par des sobriquets péjoratifs, tels: “Poliatchichka", “Kniaz", “Khokhol", “Kapkazski tchevolvek".

Aussi l'internationalisme du côté de la nation qui opprime ou de la nation dite  “grande" (encore qu'elle ne soit grande que par ses violences, grande simplement comme l'est, par exemple, l'argousins) doit-il consister non seulement dans le respect de l'égalité formelle des nations, mais encore dans une inégalité compensant de la part de la nation qui opprime, de la grande nation, l'inégalité qui se manifesté pratiquement dans la vie. Quiconque n'a pus compris cela n'a pas compris non plus ce qu'est l'attitude vraiment prolétarienne à l'égard de la question nationale: celui-là s’en tient, au fond, au fond, au point e vue petit-bourgeois et, par suite, ne peut que glisser á chaque instant vers les positions de la bourgeoisie.

Qu'est-ce qui est important pour le prolétaire ? Il est important, mais aussi essentiel et indispensable, qu'on lui assure dans la lutte de la classe prolétarienne le maximum de confiance de la part des allogènes. Que faut-il pour cela ? Pour cela il ne faut pus seulement d'égalité formelle, il faut aussi compenser d'une façon ou d'une autre, par son comportèrent ou les concessions á l'allogène, la défiance, le soupçon, les griefs qui, au fil de l'histoire, ont été engendres chez lui par le gouvernement de la nation “impérialiste”.

Je pense que pour les bolcheviks, pour les communistes, il n'est guère nécessaire d'expliquer cela plus longuement. Et je crois qu'ici nous avons, en ce qui concerne la nation géorgienne, l'exemple typique du fait qu'une attitude vraiment prolétarienne exige que nous redoublions de prudence, de prévenance et d'accommodement. Le Géorgien qui considère avec dédain ce côté de l'affaire, qui lance dédaigneusement des accusations de social-nationalisme" (alors qu'il est lui-même non seulement un vrai, un authentique “social-national", mais encore un brutal argousin grand-russe), ce Géorgien-là porte en réalité atteinte à la solidarité prolétarienne de clame, car il n'est rien qui en retarde le développement et la consolidation comme l'injustice nationale; il n'est rien qui sois plus sensible aux nationaux, offensés" que le sentiment d'égalité et la violation de cette égalité, fut-ce par négligence ou plaisanterie, par leurs camarades prolétaires. Voila pourquoi, dans le cas considéré, il vaut mieux forcer la note dans le sens de l'esprit d'accommodement et de la douceur à l'égard des minorités nationales que faire l'inverse. Voila pourquoi, dans le cas considéré, l'intérêt fondamental de la solidarité prolétarienne, et donc de la lutte de classe prolétarienne, exige que nous n'observions jamais une attitude purement formelle envers la question nationale, mais que nous tenions toujours compte de la différence obligatoire dans le comportement d'une nation opprimée (ou petite) envers la nation qui opprime (ou grande).