CARTA A LOS MAKOS
1970
ANEXO 3 DOCUMENTOS DE ETA VIª
EN EL AÑO DEL FRENTE NACIONAL, a 19 de Mayo 1970
“(…) No hemos recibido ninguna noticia crítica o comentario al último “comunicado a todos los Makos”, que enviamos en Marzo. Allí os explicábamos nuestros proyectos para la campaña Batasuna a realizar entre Marzo y Agosto de este año del FNV. Ahora mediada la campaña, os escribimos de nuevo para contaros como van las cosas.
Aberri eguna resultó bastante flojo. No hubo nada excepto algo en los montes. Como novedades a señalar:
1) el PC sacó (creemos que por primera vez en su historia) propaganda apoyando el A. E.
2) Nosotros sacamos bastante propaganda (batasun nº 1 y hojas de agitación especializada en cada zona. En Donosti se nos estropeó una de las latas a última hora y solo pudimos sacar 3.000. Pero parece ser que a algún grupo no encuadrado le gustó y se decidió a reproducirlo por su cuenta.
3) E.G.I. aceptó entrar en contactos con nosotros y alguno del P.N.V. (a un nivel personal, individual) pidió conversaciones. En el número siguiente de “Euzkadi obrera” el P.C. sacó una editorial titulada: "Cuidado con las demoras”, claramente dirigido a nosotros, instándonos a acelerar los contactos "por arriba" con P.N.V., E.L.A., etc. …
En Gernika (Batasun eguna) hubo bastante gente. Recogieron 350 carnets (aunque muchos eran gente del pueblo) Los que no pudieron entrar se concentraron en Amorebieta (Unas 2.500 personas, quizá más) Se gritó “Askatasuna” y “Batasuna” y se tiraron unos cuantos Molotov. En total (entre Gernika y Amorebieta) hubo 74 detenidos de los cuales 35 pasaron a comisaría, 4 al cuartelillo de la G.C. quedando el resto en libertad.
Quizás esperábamos que iba a ir más gente, pero también es cierto que desde lo de Erandio (y antes del funeral de Txabi en Bilbao) no había una manifestación así. Para este día lanzamos el batasuna 2 y 3 relacionando en este el batasun eguna (unidad del pueblo) con el 1 de Mayo (unidad de la clase obrera como Vanguardia del pueblo organizado en Frente). Para estos días (B.E. y el 1 de Mayo) hicimos muchas pintadas). También miles de “pegaminas”, una nueva técnica: papeles de ésos con pegamento por una cara, como los de las zapaterías. Se recortan rectángulos de 10 x 5 cm. Y se imprimen slogans con una imprentilla barata; de las que usan los niños. Cada zona tiene la suya. Luego es fácil pegarlas en trenes, escaparates y bancos de jardines, etc… Resulta muy bien. Hicimos 7 u 8 modelos, por ejemplo: “Trabajadores de Euskadi, todos a Gernika, ETA…”. Sin embargo, la novedad fue el lanzamiento por parte de E.G.I. de 120.000 hojas (!) apoyando al B.E. y la idea Frente Nacional. La titularon “Batasuna” como nosotros, y en el encabezamiento pusieron las fotos de Artajo, Etxebarrieta y Azurmendi. Desde entonces Radio Euskadi ha estado diciendo que las hojas fueron financiadas por E.T.A. El contenido del panfleto era una síntesis de lo que nosotros decíamos hace tan sólo 3 años, en Zutik 47. Están donde nosotros estamos en el 67.
A algunos ha extrañado que justamente ahora, cuando parecía que íbamos a dar el salto hacia la izquierda, estrechemos lazos con EGI y busquemos acuerdos con PNV (es decir, con la derecha. Vale la pena detenernos en esto.
Una comisión está preparando una ponencia sobre el problema e las alianzas. Se supone que será un tema muy debatido en el Biltzar y nuestra política de alianzas será la que resulte de tales discusiones. De todas formas, las líneas de que partimos son más o menos las siguientes:
A un nivel de base, de estructura, socioeconómico, la contradicción principal es la que se opone a la oligarquía frente al pueblo (proletariado y sus aliados).
Este enfrentamiento es una manifestación de la lucha de clases.
En Euskadi la lucha de clases toma la forma (encarna en) una lucha de liberación nacional.
— Los sectores populares de la burguesía tienen intereses anti-oligárquicos pero no tienen una política autónoma (como clase). La única política de la burguesía nacional es capaz de seguir por sí misma, es, hoy, una política de contemporización con la oligarquía, una política prooligárquica.
— El proletariado sí tiene una política antioligárquica (como respuesta global y autónoma) y es hoy capaz e realizarla. No hace unos años. Es esto tuvo razón Carrillo cuando en los años cuarenta se dedicó a atraer intelectuales, universidad y artistas, sobre todo: intelectuales burgueses que “acompañasen” si quiera fuera simbólicamente, a una clase obrera absolutamente perpleja e indefensa.
— Los sectores burgueses populares (con intereses antioligárquicos) solo participan en la lucha en la medida en que sean arrastrados a ella por la práctica política del proletariado.
— En Euskadi, este arrastramiento, sobre la base de unos intereses, insisto compartidos, se produce sin embargo en razón, fundamentalmente, de la existencia de factores tales como: tradición vasquista, cultura nacional, etc. . . O sea: solidaridad de tipo abertzales. La contradicción nacional como fundamental factor de unidad de varias clases.
— Por todo ello, la disposición de las fuerzas populares toma en Euskadi la forma de Frente Nacional de liberación y el contenido de su lucha es el de la Revolución popular-nacional, o previo paso para la Revolución Socialista (como en Cuba y China)
— El Frente nacional agrupa a distintas clases. El proletariado como, clase es no solo la única capaz de dirigirlo sino también la única clase capaz de crearlo y consolidarlo. La única clase de crear, con su práctica política, una dinámica pro-frente. Los sectores populares de la burguesía nacional son arrastrados por la práctica política de la clase obrera en la medida en que tal política sea justa, es decir, la política históricamente adecuada a las condiciones actuales. Estas nos definen como tarea inmediata la realización de la RE. Popular (y no de la revolución socialista). Por tanto la política del proletariado deberá ser una política de lucha popular. Esta lucha popular (en Euskadi con la forma de lucha de liberación nacional) o es dirigida por la clase obrera o no existe. Y si es dirigida por la clase obrera, el posterior paso a la dictadura del proletariado y revolución socialista es tan inevitable como lo va a se (lo es ya) en Cuba, China, etc.,.. Ser Socialista significa hoy luchar por objetivos populares (o sea: no estrictamente socialistas sino antioligárquicos).
— Al proletariado le interesa el pacto con estos sectores de la burguesía popular. Hacer política es, en último término, alimentar la propia fuerza y disminuir la del enemigo. En este sentido puesto que hay posibilidades (en Euskadi mucho más claras que en el resto de la península y Euskadi sur más que en Euskadi norte) para que la burguesía no monopolista venga de nuestra parte.
— En lo que contribuye a aislar al enemigo y a fortalecer nuestras filas sería criminal y estúpido prescindir de tal posibilidad, Lenin dice: los pactos son inevitables y en la medida en que lo son, no se trata de no hacerlos, sino de ser capaces de mantener la independencia de la política de clase en el seno de tales pactos.
— El proletariado como clase, es la única fuerza social capaz de erigirse en vanguardia de la revolución y del Frente. Para ser la vanguardia en una revolución nacional-popular significa ser los primeros en la defensa del euskera, los más abertzales los primeros en la lucha antimonopolio, etc. y en eso consiste, en las condiciones históricas dadas, el ser socialista (y no vindicaciones que no son de la revolución popular sino de la posterior revolución socialista: socialización de todas las empresas etc.)
— La dirección del proletariado como clase ("Como clase organizada en partido político" dice Marx en el Manifiesto) no solo garantiza el posterior paso al socialismo, sino que es además imprescindible para llevar hasta el final la misma revolución popular (aquí ahora igual a lucha de liberación nacional) sin quedarse en estatutismo o cualquier otra mistificación,
— Ciertamente, en una lucha de liberación nacional el instrumento fundamental es el Frente; pero el nacimiento, desarrollo y consolidación del Frente está en relación directa con el nacimiento, desarrollo y consolidación de su vanguardia, el partido obrero. Y viceversa, El nacimiento etc. del partido obrero está (en una situación de lucha de liberación nacional) en relación directa con el nacimiento, desarrollo, etc., del Frente.
— De manera que tenemos que esforzarnos a la vez en potenciar la creación del Frente y la del partido. No se trata de una cuestión de etiquetas, el absurdo, por ejemplo, de que en una Asamblea se transforme, por decreto (o sea, verbalmente) en Partido comunista vasco o cosa similar. Pero tampoco se trata de esperar (sentados) a que "las condiciones objetivas .... y bla, bla, bla. En concreto, tras los últimos 2 o 3 años de radicalización de la lucha abertzale (el despertar al pueblo de que habla el Zutik 50 y el reciente Batasuna 5) las condiciones parecen buenas para ir ya desde ahora a la constitución del germen del F.N, en que se integren varias organizaciones (hasta ahora era el Frente y a la vez decía ser la vanguardia de Frente). Esta etapa, definida en gran parte por una gran ambigüedad ideológica, fue necesaria. Hoy hay que ir a la sustitución de por el Frente, con lo que se iría a la vez” especializando" (digamos) como partido de la clase obrera vasca y vanguardia del Frente. Pero esto no es una cosa repentina ¡zas! se convierte en partido sin un largo proceso. Durante bastante tiempo, mientras el Frente no esté en verdad consolidado tendremos que seguir siendo todo a la vez. Pero, repito, tal consolidación sólo se producirá en la medida en que el Frente tenga una vanguardia real. Es una relación dialéctica. Nosotros tenemos que funcionar como si ya fuésemos la vanguardia en un doble sentido: primer movimiento: hacia la derecha (por decirlo de alguna manera)' Acercamiento con las otras organizaciones vasquistas para constituir el Frente. Se trata de hacerles hueco, de ponerles en postura apta para ser arrastrados en cuanto representan a la burguesía nacional, con intereses antioligárquicos, pero sin una política independiente de la del resto de la burguesía, para ser arrastrados, digo, por la dinámica abertzale del Frente (que es movido a su vez por su vanguardia, el Partido Langille, que si tiene una respuesta política frente a la oligarquía).
— La creación inmediata de este germen de F.N. aun siendo apoyada en acciones comunes de base (ejemplo, la actual campaña batasuna, con manifestaciones, octavillas, funerales ... ) se puede abordar, pensamos, por arriba. Así como la campaña B.A.I del verano-otoño 67 era por abajo (así se concibió y así se realizó porque no había condiciones para más) pensamos que ahora se puede llegar a acuerdos formales con E.G.I., P.N.V., JAGI- JAGI, Grupo de Txillardegi, etc. Según nuestra planificación, para fines de año (por eso "año del F.N.") tendremos que haber constituido una mesa con todas esas fuerzas, excepto quizás con E.L.A., que sólo entrará cuando vea algo muy en marcha muy consolidado. Estamos en con acto con E.G.I. y es fácil (si todo va bien) que pronto poda os sacar un periódico de noticias, no ideológico, que se llamará "Berriak" y en cuyo consejo de redacción entrarán militantes de E.G.I. y E.T.A. a partes iguales. Está también a punto de aparecer en Francia (Maspero) e Inglaterra un libro nuestro titulado: "La represión en Euskadi", que tras mil líos y discusiones hemos decidido firmar B.A.I., explicando en el prólogo el significado de la sigla. Estas cosas crean el hueco. No podemos tomar la postura del jugador de ajedrez que sólo piensa en una jugada, sin fijarse en lo que ha ce el otro, y que por eso mismo acaba perdiendo. No podemos decir que queremos la unión si luego hacemos una política excluyen te o sectaria (como los chinos o los likis), como os decíamos, este acercamiento lo hemos planificado en campaña y vamos cubriendo los pasos poco a poco. La planificación es de Navidades, o sea por adelantado y no a base de ir aceleradamente y a última hora, "aprovechando las oportunidades" (estrategia-suma de tácticas, decíamos antes, copiando a Debray) El que haya prevalecido el criterio de firmar B.A.I. y no I. significa (aparte otras razones, el libro ideológicamente flojo y no convenía que cuando por primera vez nos presentamos en un libro ante la izquierda europea se nos notase demasiado la ignorancia, etc.) significa, digo, tener en cuenta a los demás, no sólo queremos el Batasuna, sino que lo demostramos con los hechos sacando un libro y una revista con la firma B.A.I. y F.N., respectivamente. Eso es hacer hueco a los demás, hacerles mover sus fichas en nuestro tablero (pero sus fichas).
Esto se ve también en nuestra propaganda, en los 5 Batasuna aparecidos hasta ahora, en el Zutik 52 (escrito hace tiempo, pero no publicado, lo sacaremos para cerrar la campaña, en los 4 Gudaldis aparecidos, etc. Como dice una tonada de Euskadi N. "Aire zahar batean, kanton berria": un canto nuevo en un tono viejo. A pesar de que en estas publicaciones se dicen cosas nuevas (más, digamos de “izquierdas” ) el lenguaje, el tono, la línea de la argumentación son muy tradicionales: se hable de organizaciones (y nosotros durante bastantes años) hacen una propaganda para militantes. No en el sentido de que sea difícil entender, etc. sino en cuanto que se empeñan en explicar su teoría, estrategia y táctica. Esas cosas las tienen que saber los militantes, es cosa de sus publicaciones internas. Al pueblo hay que indicarle qué tiene que hacer y por qué. Hay que explicarle para quién se lucha y que la victoria es posible. No se trata, pues, de explicar la filosofía de la revolución, sino de hacerla. Marx dice que la política consiste en realizar la filosofía, que es lo contrario a filosofar. Esta es la política que hemos seguido últimamente con las publicaciones.
En cuanto al segundo movimiento hacia adentro y hacia la izquierda, hacia la creación del Partido de Vanguardia.
No se trata de "l. deviene Partido", sino de un proceso en que se busca la unidad práctica (por la base en este caso) de todo el proletariado de Euskadi ¿De todo él? Este es el problema a discutir. Hay varios trabajos en este sentido de cara a la Asamblea. Esperamos también las aportaciones que alguno de vosotros habéis prometido sobre este tema. Nuestra postura en la Asamblea será más o menos ésta: (adelantamos que, tanto en el interior como en el exterior, hay posturas más a la izquierda y más a la derecha, la de Pravi en particular.)
A nuestro juicio las clases sociales que nos interesa, susceptibles de participar en la revolución vasca son:
— Burguesía antimonopolista abertzale (o abertzalizable, como por ejemplo los campesinos carlistas, etc.)
— Todo el proletariado de Euskadi, sea o no abertzale hoy.
Por de pronto, pues, no nos interesa la pequeña burguesía u otros sectores antimonopolistas no abertzales, pues creemos que sólo en razón da (o fundamentalmente por) el sentimiento, nacional será arrastrada esta burguesía hacia posiciones revolucionarias (excepto en "la tormenta final", en que casi toda la burguesía antioligárquica, abertzale o no vendrá con nosotros.)
Se trata, pues de determinar quienes forman parte del pueblo (en cuanto que el enfrentamiento es: pueblo contra oligarquía en un país privado de su soberanía nacional).
De siempre, el problema ha sido el de los inmigrados. No se trata de un problema de detalle, pues probablemente el 60% de los obreros de Euskadi son de origen no vasco. Prescindiendo de las concepciones racistas, o jurídicas, las respuestas que desde el nacionalismo hemos ido dando en los últimos años son al IV Asamblea: lo que determina la pertenencia al pueblo vasco conciencia nacional. Como la mayoría de los obreros inmigrados no tienen conciencia nacional vasca, no pertenecen al pueblo vasco. Los que critican esa concepción hacen la acusación de subjetivismo, idealismo, etc. No hay que hablar, dicen, de conciencia, que es un término psicológico, sino de intereses nacionales, que es un término social. Los intereses (como la concepción del mundo, como la práctica social, etc.) vienen determinados por la pertenencia a una u otra clase. A su vez se pertenece a una u otra clase según la posición que se ocupe en las relaciones de producción. Los intereses económicos, pues, estarán a la base. Pero eso no significa que las clases se diferencien sólo por sus intereses económicos. Sobre la base de tales intereses, cada clase tiene sus propios intereses culturales, políticos e ideológicos. Por tanto, no habría que hablar conciencia nacional no está por encima ni es independiente de la lucha de clases. En un momento dado. En un momento determinado, unas clases (el pueblo) tienen contradicción de intereses con otras clases (oligarquía). Lo que da unidad a las clases que componen el pueblo no es la conciencia (psicologismo) sino los intereses económicos, culturales, políticos, ideológicos. Tal es un interés de las clases populares la destrucción del monopolismo (que pertenece al campo de los intereses económicos como, por ejemplo, la defensa del euskera (que pertenece al campo de los intereses culturales).
— Concepción antropológico cultural
Está desarrollado en el inédito Z. 49-50 que no se llegó a publicar al perderse la segunda parte; pero la primera (concepto de cultura etc.) se publicó cono charla en algunas zonas. Sirvió de base para la elaboración del Kemen sobre F. Cultural de Octubre 69.
A cada reto del medio el hombre opone una respuesta (contestación) cultural. Así se va humanizando y desarrollando. En un momento, la respuesta es la revolución. Esta respuesta no se da en el vacío sino sobre previo de respuestas ya aceptadas por el grupo (su cultura). El pueblo Vasco, en su lucha por humanizarse ha ido creando una cultura (Sistema de respuestas) que constituyen la base, el "líquido cultural" en el que la nueva respuesta (revolución) se ha de producir. Esta base cultural es transmitida de generación en generación y se manifiesta en la formación psíquica o idiosincrasia, que se encuentra sistematizada y sintetizada en el idioma, el euskera en nuestro caso, expresión de una peculiar concepción del mundo. El vasco que carezca de euskera está enajenado en su más íntima personalidad. Pueblo Vasco es el conjunto de hombres retados por una realidad que impide su desarrollo como colectividad humana específica, como comunidad cultural de base lingüística.
Esta concepción es (o era, en su día) relativamente original y relativamente brillante por lo que el Kemen de octubre ha tenido críticas muy favorables. Pero se trata de una concepción ideológica. Su traducción a la política puede revestir diversas formas, por ejemplo:
— En el 66 (creo que en la primera edición del informe verde no revisada) se dice que, puesto que estamos oprimidos nacional, social y culturalmente, la vanguardia de la lucha revolucionaria (y vanguardia por tanto del F.N.) había de ser el proletariado abertzale y euskaldun, en cuanto son los que recogen en sí todas las contradicciones, en cuanto son los más oprimidos en todos los aspectos. La vanguardia no es por tanto una clase, sino un sector cualificado de una clase, (sin embargo, en el mismo informe verde —y así quedó aprobado en la primera parte de la V— se define pueblo=el oprimido, es decir todo el que es oprimido en Euskadi por una única realidad opresora).
— Pravi, de conceptos antropológicos-culturales-étnicos deduce la siguiente política respecto a los inmigrantes: "El punto límite de la inserción de los inmigrantes en el pueblo vasco es la adquisición del euskera, y el punto mínimo es la aceptación consciente y formal, ya desde fuera, de la política monolingüística del futuro estado vasco”.
Con el reducto del euskera (nos guste o no, dice Pravi) es hoy el caserío y es en él donde se conserva lo autóctono en forma no envilecido, el partido que dirija el frente nacional será el ELNAS (Euzkal langille nekasarien alderdi socialista) alianza proletariado y campesinado euskeldunes. La argumentación está tomada de Paul y de la guerra campesina China. También de Txillardegi y sus elucubraciones estructuralistas -Althuser dice que el estructuralismo es empleado por la burguesía ilustrada para hacer un antimarxismo tan civilizadlo como reaccionario. En el caso de Txillardegi, eso es cierto. (Otras concepciones también de base antropológica cultural relacionan el aspecto cultural de nuestra opresión con el aspecto estrictamente clasista de toda opresión; Así por ejemplo, partiendo de Adam Schaff Haveman, el Kemen de octubre, la ponencia "lo que es terreno del pensamiento... “etc. Otras son más “templadas" respecto al monolingüismo ("también existe una forma de hablar el erdera por los vascos no euskaldunes que es tan distinta del español hablado en Jaén, como lo puede ser el español hablado en Lérida del catalán hablado en Barcelona") que es lo que decía Txabi en los últimos meses de su vida, después de haber aprendido como era su obligación el euskera pensante etc. De cada una de tales concepciones se deducen distintas políticas y es esto lo que ahora nos interesa. Porque si bien es cierto que el planteamiento cultural puede servirnos (nos está sirviendo) para aclarar determinados aspectos de nuestra teoría revolucionaria, las conclusiones políticas de algunos (Txillardegi, Pravi, Paul, informe verde … ) llegan partiendo de esa base ideológica, pueden ser criticadas desde la política y desde ahora mismo.
Desde hace muchos años (Z. 37-38 etc.) venimos diciendo que los trabajadores inmigrados están interesados objetivamente en la revolución vasca y que nuestra labor en este sentido tiene que ser "la incansable explicación y aclaración… "
Ahora bien, podemos de verdad ganarnos las masas inmigradas si vamos a las minas y a las fábricas hablando de la etnia vasca diciendo, por ejemplo, ¿”que se les considerará pueblo vasco desde el momento en que acepten como propia la política de estricto monolingüismo euskérico”? No se trata aquí de negar la validez científica de conceptos como etnia etc., sino de negar su validez política. Seguramente se puede argumentar y demostrar que la política monolingüistica es justa, que lo vasco reside en el caserío, que la verdadera vanguardia debiera ser el proletariado euskaldun con conciencia nacional, o que el marxismo no recoge satisfactoriamente los elementos étnicos culturales como factores del desarrollo histórico social. Del mismo modo, por ejemplo, que M. Thorez "demostraba" hace 20 años mal interpretando la teoría de la pauperización creciente de Marx y eruditas estadísticas que el obrero francés vivía peor en 1956 que en los tiempos de Marx. Semprún comenta que bastaba salir a la calle para darse cuenta de que tal verdad científica era, políticamente falsa, y que por eso la política del P.C. fue errónea durante tantos años.
Hay "verdades" que por su esterilidad e inoperancia política se convierten en verdades abstractas o sea en lo que Althuser llamaría "mentiras políticas" (sabemos que en varios macos tenéis "la revolución teórica de Marx". Hay que leer también Lenin y la filosofía y "la Filosofía como arma de la Revolución” de Althuser. (En los casos en que haya posibilidades sería interesante organizar cursillos sobre Althuser.) Aunque algunos de sus planteamientos "científicos" fueron correctos (incluso muchos de sus planteamientos), han demostrado no tener —políticamente— razón en nada, estar equivocados en todo en cuanto que han conseguido el difícil record de aislarse del pueblo.
Sobre el problema concreto del monolingüismo, el mismo Txillardegui, ha dado marcha atrás y ahora mantiene la necesidad de defender consignas bilingüistas puesto que desde el monolingüismo español en que nos encontramos, el bilingüismo es justamente lo que se trata de conseguir (Marx en el Manifiesto arremete contra no sé qué grupo alemán de “terribles revolucionarios” que se pasaban el tiempo huyendo de la labor concreta so pretexto de que la libertad por la que entonces luchaban el proletariado alemán no era la “verdadera" libertad, criticando, dice Marx aquello que todavía estaba por conseguir).
En cuanto si a la vanguardia debe ser el proletariado euskeldun y abertzale:
Cuando se dice que el frente ha de ser dirigido por el proletariado o cuando se dice que la revolución de nuestra época la ha de realizar el proletariado siempre, en fin, que decimos que la clase obrera es el agente revolucionario se nuestra época, la clase que ha de transformar la sociedad capitalista -explotadora- explicamos:
- Por ser la más oprimida
- Por ser la clase más numerosa
En Euskadi la clase obrera es la más numerosa (entre el 55% y el 60%). Pero el proletariado abertzale y euskeldun (que insisto no es una clase sino un sector cualificado de una clase) representará entre el 5 y 10% de la población. No sería pues la clase más numerosa. Una vez más, una concepción verdadera de laboratorio, lleva a una conclusión política falsa. La clase mayoritaria, la clase obrera, está interesada objetivamente en la revolución. Y si realmente queremos que primero la historia la la historia de la lucha de clases, segundo si la lucha de clases encarna en Euskadi en la lucha de liberación nacional, está objetivamente interesada en la revolución vasca.
A su vez, la revolución vasca tiene un contenido que no depende del capricho de nadie, sino que viene fijado por unas condiciones reales. Estas condiciones nos llevan a un planteamiento de revolución popular nacional.
— Concepción del Z. 51. Allí se da una definición de P.T.V.
Esta expresión que apareció por primera vez en el Z. 44 está tomada de Mao y equivale al de pueblo, o sea, clase obrera y sus aliados. La definición del Z. 51 es, "El que vende su fuerza de trabajo en Euskadi en situación de dependencia nacional", Esta definición fue inmediatamente criticada por Pravi y su grupito de Bélgica, acusándola, con los argumentos de siempre en él. (Euskadi no es una nación oprimida sino una nación colonizada y explotada por explotada). Nuestra lucha no es contra la oligarquía si no contra España y Francia, monolingüismo, etc.) Acusándola, digo, de Felipista, porque dice Pravi: "según esta definición todos los que son explotados en Euskadi forman parte del P. T.V., prescindiendo o no que haya o no conciencia nacional Tal redundancia decían sólo conduce a confusión. Otra crítica se refiere a la ambigüedad de la expresión “que vende su fuerza de trabajo”, pues si esto está claro en China, (por eso PTCH en lugar del siempre pueblo Chino por que el fundamental aliado de la clase obrera era el campesinado que si vendía su fuerza de trabajo) no resulta tan claro en Euskadi pues pudiera pensarse que se excluye a la burguesía nacional.
— Otra posible definición de pueblo es la siguiente: "El pueblo vasco lo forman quienes llevan (o están objetivamente des tinados a llevar) una práctica política de liberación nacional.
No siempre. No se parte pues de la causa (del reto) sino de la respuesta (la negación de la causa). Esta definición forma parte de un trabajo titulado "Teoría del pueblo a través de la práctica política de ETA", escrito en euskera. Sus 150 págs. están dedicadas a explicar el significado de liberación nacional, práctica política, etc.
De esta definición puede deducirse que todo el proletariado en Euskadi forma parte del pueblo vasco. Pero el camino lógico que nos lleva a aceptar esta definición no es "puesto que el pueblo es tal y tal, todo el proletariado de Euskadi forma par te de él”, si no al revés: Puesto que por razones políticas deducimos que la clase obrera unida como clase y organizada políticamente como partido debe dirigir la revolución vasca si queremos que tal revolución se realice, buscamos una definición de pueblo que le sirva de sostén ideológico.
Esta forma de pensar es una aplicación del principio que si empre hemos defendido: la teoría es el resultado de la práctica. Y del proletariado: se es lo que se hace. Todo es e largo trozo sobre las posibles distintas concepciones de pueblo venía a cuento de qué clases nos interesan de cara a la revolución vasca. Tened en cuenta que todo no es una argumentación, si no una serie de puntos que había que demostrar uno por uno por separado.
Recordando lo dicho para retomar el hilo nuevamente:
1) la lucha de clases toma en Euskadi la forma de lucha de liberación nacional.
2) organización fundamental: frente
3) pero el frente se crea y se consolida en la medida en que se crea y se consolida el partido de vanguardia (partido langille)
4) luego el frente y partido se desarrollan en una interrelación dialéctica y plantearse el problema frente, es plantearse desde ahora el problema partido.
5) las clases que debemos arrastrar hacia el F. son:
- sectores abertzales (o abertzalizables de la burguesía monopolista)
- proletariado de Euskadi
6) el partido de vanguardia no es una I. que cambia de nombre, sino el partido de todos los trabajadores de Euskadi.
7) su política actual ha de ser a política de vanguardia de la revolución popular nacional, es decir de la revolución históricamente necesaria aquí ahora. Eso se traduce como política abertzale.
8) por ello desde ahora un doble movimiento
- a) Hacia la derecha (por decirlo de alguna manera) para hacer hueco y arrastrar a la burguesía abertzale (representada hoy por EGI, ELA, etc.) hacia posturas Frente.
- b) hacia la izquierda, atrayendo a toda clase obrera vasca hacia una política obrera-abertzale que la faculte como vanguardia del F.
Ejemplo del primer movimiento, puede considerarse la campaña batasuna. Para 7 de Junio (aniversario de Txabi) hemos sacado propaganda titulando: "7 de Junio día de Etxebarrieta, Artajo, Asurmendi", para consolidar el acercamiento con E.G.I. La policía - ha intuido por donde van las cosas y ha sacado varias hojas, firmando E.T.A. insultando al P.N.V., invitando a boicotear el Aberri-Eguna, la manifestación de Bizkargi, etc. En Donosti ha aparecido una hoja firmada "Estudiantes socialistas vascos" en que se dice que la Asamblea de E.T.A. se acaba de celebrar en Bélgica se ha impuesto la línea españolista de Escubi (?) y otras cosas por el estilo (dando nombres, hablando de la línea FO etc. siempre en el sentido de enfrentarnos con E.G.I., P.N.V., etc.) La policía se refina.
En cuanto al segundo movimiento, que como hemos dicho, será fundamentalmente a nivel de plataformas conjuntas de actuación por la base, en comisiones, Batzarres, comité antirrepresión, campaña Amnistía etc., hemos logrado algunos éxitos en Vizcaya pero casi nada en el resto. Hay buenas perspectivas en lruña. Estas plataformas serían por así decirlo, el paso pre vio hacia la entrada en el frente, que hoy milita con los chinos en “Komunistak", en los movimientos izquierdistas etc., vendrán al frente en la medida en que la radicalización de la lucha revolucionaria vasca, convenientemente dirigida por ¿su incipiente? vanguardia (l.=germen de la vanguardia) lleve a tales plataformas a realizar una práctica política directamente inserta en la lucha popular nacional.
Sobre todos estos problemas hay, de cara a la asamblea, otras formas más a la izquierda (por ejemplo: ¿por qué el F. es la organización fundamental de esta etapa de la revolución? ¿No estamos haciendo el juego a los reaccionarios del PNV y comparsa alargando su agonía?) o más a la derecha (Etnia, país colonizado, lucha contra España y Francia). Insistimos que todo esto está por demostrar y que, en este sentido, esperamos vuestras aportaciones, y ahora ya con urgencia, aplazando las otras cosas que tenéis entre manos, naturalmente lo ideal sería que os pudiésemos mandar todas las ponencias y vamos a procurar hacerlo, pero no estéis esperando para poneros a trabajar porque a lo peor no podemos mandarlas, por lo menos no todas. Con el material que tenéis, de todas maneras, poneros ya a trabajar.
De varios casos nos preguntáis qué política debéis seguir en las relaciones con los partidos de oposición españoles. En cada caso concreto veréis qué política es más conveniente seguir. Por nuestra parte os ponemos las líneas generales de vuestra postura en este sentido:
La revolución vasca es un proceso político autónomo, lo cual exige que nuestra independencia estratégica sea mantenida. Ahora bien: nosotros solos no podemos enterrar al fascismo. Otra parte, el afirmar que como somos vascos y no españoles da igual qué hay en Madrid un gobierno u otro es otra verdad abstracta o falsedad política, porque es evidente que no puede resultar indiferente cual es la naturaleza del poder que nos oprime, y debemos participar con los demás pueblos peninsulares en la destrucción del fascismo, En tiempos no demasiado lejanos hemos dicho cosas como "preferimos antes una Euskadi fascista que una Euskadi española, que no es si no ponerle Txapela a la sentencia de Calvo Sotelo, cuando decía que prefería una España roja antes que una España rota o bien hemos dicho (Z. 44) que como la contradicción principal es la nacional, hagamos primero la casa (Euskadi) ya veremos luego de que color la pintamos como si esto fuera un problema secundario, como si la misma construcción de Euskadi fuera independiente del contenido (color) de nuestra lucha, independiente de las clases interesadas en tal construcción. A partir del 66-67 se habla ya en otro tono, reconociendo que ninguna opresión está, por encima o al margen de la lucha de clases y que la opresión nacional. No es sino la forma de opresión que unas clases ejercen en un momento dado sobre otras clases.
Si admitimos (basándonos precisamente en la práctica, en una dinámica visible) que la lucha de clase tome hoy en Euskadi la forma de lucha de liberación nacional, esta lucha es nuestra aportación concreta a la tarea común es este sentido, de destrucción de las oligarquías franquistas (pues no existe una oligarquía vasca diferenciada respecto a una oligarquía madrileña o andaluza). No se trata solo de la solidaridad que podemos expresar, diciendo por ejemplo que la lucha del pueblo vietnamita y la nuestra son una misma lucha, la lucha del pueblo vietnamita y la nuestra son una misma lucha, en cuanto que se trata de combatir al imperialismo, enemigo común de todos los pueblos. Se trata de una solidaridad mucho más directa. Para la mayor parte de nuestro pueblo, o sea para Euskadi Sur nuestra lucha aun siendo una única lucha tiene 2 aspectos:
1) -lo que hay que destruir: el franquismo, la oligarquía
2) -lo que hay que construir: el estado socialista vasco
Para llegar a 2 hay que pasar por uno. Pero no es que se trate de dos combates diferentes. Los que impiden nuestro desarrollo como pueblo son precisamente los oligarcas fascistas. Se trata pues de dar un contenido vasco a nuestra lucha antifranquista (o sea, nuestra aportación a la tarea común). No se trata sólo de que si no damos un contenido vasquista a 1) no llegaremos a 2), sino que incluso para que nuestra aportación a la tarea común de destrucción del franquismo sea óptima, debemos recoger la contradicción nacional (cuya fertilidad revolucionaria nos parece hoy evidente). Eso significa que nuestra lucha antifranquista se adjetiva como lucha antifranquista vasquista Esta adjetivación es lo suficientemente determinante cormo para que nuestra lucha deba disponer de autonomía estratégica. O sea, de disposición de las fuerzas. En Euskadi ambos sectores de la pequeña burguesía arrastrados por la lucha de la clase obrera en razón precisamente del sentimiento nacional.
Probablemente, en el resto de la península, eso no pasará excepto en los últimos momentos. Por eso, lo que nosotros aportamos a la tarea común es para decirlo esquemáticamente, el Frente nacional vasco y no únicamente el proletariado vasco.
Pero esta lucha nuestra, a pesar de su especificidad se produce en un marco bien definido: la lucha de todos los pueblos peninsulares contra la oligarquía franquista. De tal forma que, por ejemplo, la lucha de los mineros asturianos tiene influencia en la posibilidad de llegar a tener nuestra soberanía nacional.
Nuestras relaciones actuales con los partidos de izquierda de los demás pueblos peninsulares son muy cordiales, en particular con los de las demás nacionalidades oprimidas. Igualmente, con los partidos franceses, sobre todo con el P.S.U. con el que mantenemos contactos regulares en plan serio (uno de los contactos directamente con su Comité Ejecutivo). Respecto a la polémica entre pro soviéticos o pro chinos nos mantenemos neutra les, llevándonos bien con ambos.
Desde luego no es difícil señalar desde un punto de vista teórico, las contradicciones etc. en que caen Carrillo y el carrillismo. Pero de eso ya se encargan los que no tienen otra cosa que nacer (como los likis y los grupitos de estudiantes izquierdistas) nosotros nos contentamos con tratar de que las masas españolas (sobre las cuales tienen influencia esos partidos) comprendan el verdadero contenido revolucionario de nuestra lucha. Nos parece que este principio es el que os debe de servir de norma en vuestras relaciones con los partidos de izquierda españoles. En algunos makos, precisamente para observar una política de neutralidad en lo que nos concierne directamente las relaciones son muy cordiales y fructíferas con unos y con otros y no vemos porque no puede ser así en todas partes. Hay que hacer un esfuerzo para explicarles nuestra lucha que comprendan que no se pueden dar saltos en el vacío sino queremos vernos como los likis cortados del pueblo.
1970