ZUTIK!  57

Análisis y crítica del trabajo titulado “Notas sobre el problema nacional"


(Elaborado y difundido por los españolistas liquidacioncitas recientemente expulsados de ETA)

 

El escrito va precedido de una breve introducción. Ya en esta, de entrada, muestran la oreja, españolista claro esta, cuando dice respecto a la masa de inmigrantes españoles en Euskadi Sur, que son “miembros de otro pueblo TAN oprimido como el vasco” .

Esto es radicalmente falso, puesto que los españoles —y por tanto también su proletariado— no padecen de opresión NACIONAL, lingüístico-cultural. Sus hijos, todos los niños españoles, reciben su educación en la escuela oficial, en su propia lengua y cultura, en castellano.

Nunca nos cansaremos de repetir que el proletariado español (y francés) no tiene mas que UN problema: su lucha contra la burguesía y el capitalismo, a fin de realizar un cambio total de estructuras socio-económicas e implantar un régimen realmente socialista y revolucionario. Carecen, pues, de problema nacional. Podíamos casi afirmar que se trata para ellos los españoles de una lucha de clases químicamente pura.

Al contrario, nosotros los vascos tenemos DOBLE problema (por reducirlo a los dos fundamentales): 1) Liberación NACIONAL (independencia, reunificación de Sur y Norte, re-euskaldunización) y 2) Liberación económico-social, lucha de clases en el seno de la sociedad vasca y por el establecimiento, asimismo, de un sistema conforme al socialismo revolucionario. En consecuencia, el proletariado vasco (e incluimos en este a todos los inmigrantes extranjeros que en la practica han abrazado nuestra causa de liberación INTEGRAL) sufre una DOBLE opresión, con respecto a, por ejemplo, los proletarios español y francés, que no son victimas mas que de UNA.

En dicha introducción añaden que “podemos observar que una mala comprensión del problema nacional da origen a una lucha fratricida entre los pueblos oprimidos”.

Esto puede prestarse a una errónea
interpretación, ya que generalmente, a
través de la historia, cuando se hace
alusión al vocablo “fratricida”, normalmente se le equipara a la lucha o
guerra civil, es decir, en el seno de
una misma NACIÓN o colectividad humana (etnia). A nadie se le ha ocurrido
calificar de lucha fratricida a la guerra
ruso-japonesa o a la franco-alemana. Porque son guerras internacionales. Esta es,
pues, la utilización corriente de fratricida,
tanto entre marxistas como entre no marxistas. Es su sentido restrictivo. Conforme a lo dicho, nuestro combate con los
estados francés y español no es ni puede ser “fratricida, sino internacional”, Ahora bien, si los autores del escrito que analizamos, han querido dar a la palabra “fratricida” un sentido amplio (todos los hombres somos hermanos), intentando aplicarle el espíritu del internacionalismo proletario, tendríamos que llegar a la conclusión en rigurosa lógica que patriotas vietnamitas del FLN y soldados norteamericanos están llevando a cabo una lucha “fratricida” Ya que un 80 % o más del contingente expedicionario yanqui en el Vietnam esta compuesto por elementos del proletariado norteamericano. Es más, nada menos que el 30 % del total de dicho contingente, esta compuesto por gente de color, también doblemente oprimidos en el seno de los E.E.U.U., lo que agudiza aun mas el problema. Y a ningún auténtico revolucionario del mundo se le pasa por la cabeza recomendar a los patriotas vietnamitas que no disparen contra las tropas invasoras e imperialistas yanquis, a fin de evitar una confrontación y matanza “fratricida” En ese mismo orden de ideas, acaso todos los números de las fuerzas de represión en Euskadi, Guardia Civil, grises, policías, C.R.S., Gendarmerie e incluso los ejércitos francés y español no proceden de la clase oprimida, proletaria de los estados que nos ocupan? ¿Es ello la culpa del pueblo vasco en general y de su proletariado en particular? ¿Tenemos que dejarnos aplastar, torturar y matar a fin de evitar con ellos una lucha “fratricida”? Huelgan comentarios.

La introducción concluye con una serie de preguntas e interrogantes, que por el mero hecho de plantearlas, suscitan sospechas graves sobre el fin y la intencionalidad de sus autores respecto a nuestra cuestión nacional. Helas aquí:

* ¿Es Euskadi una nación ?, . ¿es una nacionalidad?, ¿es una región?” (sic) “¿Le corresponde un estado aparte?

* ¿Le corresponde un estado aparte?.

* ¿Es la opresión nacional.... nuestra opresión (contradicción fundamental)?.

Acabada la introducción, comienza el trabajo propiamente dicho. Empieza por una descripción clásica, bastante superficial y simplista de los diversos estadios por los que ha pasado la humanidad, salvaje, barbarie y civilización. Sobre este último dice, por ejemplo que es el:

“Período en el que el hombre aprende a elaborar productos artificiales, valiéndose de los productos de la naturaleza como materia prima, por medio de la industria propiamente dicha y del arte” Ni siquiera menciona el más importante factor la aparición del lenguaje articulado, primer instrumento social y colectivo y por tanto de trabajo en común, que, en palabras de F. Engeis “permite pasar al hombre del estadio animal al de homo sapiens.”

A continuación nos formula una definición coja, por incorrecta, de “etnia” totalmente racista, ya que dice ser “un grupo relativamente amplío de personas con rasgos biológicos comunes (contextura del cuerpo, color de la piel, del pelo, etc .) “La etnia es una realidad biológica racial” (los subrayados son míos).

La ciencia etnológica moderna —incluida la de los autores marxistas— prueba precisamente que los rasgos funda- mentalmente comunes de tal grupo humano homogéneo son los psíquicos, además y por encima de los biológicos. Y de entre estos componentes etno-psíquicos es justamente la lengua —con su peculiar estructura— y la cultura creada en torno a ella, con mucho, el mas importante. Nada dicen de ello los autores del trabajo. Su “cientifismo” brilla por su ausencia, o mejor dicho y claramente, su mala fe, según varemos mas adelante.

Respecto a la cuestión de la etnia y el puesto privilegiado que en ésta ocupa la lengua, con toda su carga espiritual, me parece oportuno citar ciertos pasajes de la monografía realizada colectivamente por Yulian BROMLEI, miembro correspondiente, director del Instituto de Etnografía Miklujo-Makiaí de la Academia de Ciencias de la URSS, y por Ovsei CHKABATAN, candidato al doctorado en ciencias históricas, colaborador en jefe del mismo instituto de Etnografía.

“Por otra parte es preciso considerar que en diferentes etapas del desarrollo social de la sociedad, los trazos étnicos no se manifiestan de la misma forma. Se sabe que el repliegue socio-económico de las primeras comunidades étnicas, en la fase arcaica, hacia que tas particularidades étnicas penetrasen en todas las esferas de la vida social. En la fase siguiente del desarrollo étnico, en el estadio denominado pueblo, la especificad étnica se expresaba generalmente sobre todo en la lengua y la cultura material, mientras que en otras esferas (en las relaciones sociales, por ejemplo) ella estaba ya me- nos marcada que en el estadio precedente. En el estadio de la nación, donde la vida cotidiana y, en primer lugar, la cultura material y el modo de vida están cada vez mas niveladas, la esfera de expresión de la especificad étnica se retrae (rétrécit) cada vez mas ella  se concretiza (además de la lengua) sobre todo en la cultura espiritual y en la consciencia de la pertenencia étnica.”

“Cuando el etnógrafo pasa al estudio de los pueblos, su atención se inclina antes que todo sobre el análisis de los fenómenos culturales y de la vida cotidiana, pues es aquí en donde la especificad étnica se manifiesta de manera particularmente neta. Es por todos conocido que el curso de los procesos étnicos es mucho mas lento que el de los procesos socio-económicos. En razón de ésta lentitud, la especificad étnica se preserva durante mucho tiempo, incluso en la esfera de la cultura material y del modo de vida hasta en los países industrialmente desarrollados y considerablemente urbanizados. Si se considera que no se hace prácticamente distinción de principio entre el estudio etnográfico de los pueblos v de las naciones, era posible comprender porqué el estudio de las particularidades culturales y de vida corriente de las comunidades étnicas ha pasado a ser la esencia de la gestión o quehacer (démarche) etnográfica referente a la época contemporánea.“ (Extracto de la monografía titulada “Lo general y lo particular en las investigaciones históricas, etnográficas y sociológicas”, publicado en la revista “Ciencias sociales de hoy”. de la Academia de Ciencias de URSS, pág. 75, Enero de 1.970.)


El trabajo nos presenta a continuación una definición de las nacionalidades. Esta es errónea, o mejor dicho, tal definición corresponde precisamente a la de ETNIA. Los autores arrancan, pues, de plataformas falsas, por lo que todo el resto del trabajo viene viciado por estos conceptos y definiciones confusas o falseadas (pág. 1).

Seguidamente escriben:

El comercio empieza a desarrollarse lentamente en los pueblos de los alrededores; posteriormente la producción capitalista (salto-escamoteo de un montón de siglos, nota mía), con la producción en serie y la forma de asalariado, y por fin la industrialización, harán cambiar por completo la contextura estable y tradicional de las nacionalidades ocasionan- do cambios importantes, dando origen a la nación.” (Subrayado por los autores.)

Falso. No da origen a la “nación”, sino al ESTADO, copado y controlado por la casta dominante de una etnia (dominante) en detrimento de otras (dominadas) que, por la misma razón, no ha podido acceder a sus propios estados. Ejemplos: Estado francés (lle-de-France), Estado británico (Inglaterra), Estado es- panol (Castilla), Estado zarista, ahora URSS (Gran Rusia).

En la misma pág. 1 de la misma manera que se confunden los conceptos “etnia” y “nacionalidad a, lo hacen con respecto a las categorías “nación” (elemento natural, por cuanto que es una etnia que toma conciencia de su misma, con voluntad de vivir como colectividad humana diferenciada y concienciada) y “estado” (estructura artificial generalmente compuesto por una nación opresora y que encierra dentro de sus límites “estatales” a una o varias naciones oprimidas y colonizadas, en grado menor o mayor de absorción y, en algunos casos, ya de desaparición total por fusión forzada con la nación imperialista).

Dejando a un lado la necesidad de distinguir correctamente las nociones de nación y estado (que los autores, por ignorancia o mala fe embarullan continua y sistemáticamente), esta la de examinar toda esta cuestión con visión dialéctica, en constante mutación y evolución. No como algo fijo, estático e inmutable. Por otra parte, el estudio se nos presenta conforme a un esquema típicamente “occidental” (Revolución Francesa de 1.789) y por tanto sin valor (ni aplicación) universal.

Se incurre en contradicción en el apartado en el que se hace referencia a la
aparición de las naciones (o estados), pues la confusión entre ambas nociones continuara hasta el final. Por un lado se afirma:

“Las naciones modernas se desarrollan y consolidan en la época del ascenso del capitalismo.“

Dicho sea de paso nada nos dicen de las naciones “antiguas“. Sigamos. La contradicción surge en el segundo párrafo de la pág. 1, cuando afirman:

“Sin embargo aunque las naciones (estados ?) coinciden en su formación con el ascenso de la burguesía y el capitalismo, ello no quiere decir que la nación sea una realidad burguesa.”

En qué quedamos?

La realidad histórica es otra. Lo que coincide “grosso modo” con el ascenso del capitalismo y la burguesía es la toma de conciencia de las etnias (no todas), con su “lengua, cultura espiritual y la conciencia de pertenencia étnica” de que antes nos han hablado Bromlei y Chkaratan, factor éste subjetivo que se añade a los objetivos (pre-existentes) de la etnia, y que la hacen dar un salto cualitativo hacia ser nación. Esto no ocurre de repente, sino progresiva y dialécticamente. Habrá, pues, momentos de transición, ambiguos por definición, de entre ser etnia a ser nación.

A renglón seguido nos ofrecen diferentes definiciones de nación. Distinguen fundamentalmente dos concepciones la nacionalista y la socialista, presentándolas como antagónicas, cuando en realidad no hay tal. En materia científica no hay sitio para dogmas. Los autores parten de un “axioma” ! nacional, abertzale, nacionalismo, etc., es terminología inaceptable por “reaccionaria”. A este respecto, olvidan como por casualidad la clara distinción que hizo Lenin entre nacionalismo de gran potencia, de nación opresora, chovinista e imperialista, con el nacionalismo de nación oprimida (Obra selecta, tomo III, pág. 889 a 895). En consecuencia es natural que una definición sobre “nación” sea nacionalista, entendida en el sentido positivo y progresista que acabamos de hacer mención.

Por consiguiente, primer error de los autores liquidacioncitas: anteponer el vocablo “nacionalista” (de pueblo oprimido) al de “socialista”, pretendiendo hacerlos incompatibles.

Presentan luego tres (por qué no cinco o siete ?) “diferentes concepciones nacionalistas de nación” 1) Fascista (Primo de Rivera), 2) Racista (que aunque no lo cita coincide con la de Arantzadi), y 3) Del esencialismo lingüístico. Todo este apartado-división en tres tipos que los autores se han sacado de la manga «ex cátedra» y sin el menor argumento, es acientífico (por no decir anticientífico) y subjetivista. No hay derecho que en temas tan serios esos señores se permitan dogmatizar, partiendo además de una ignorancia total de la materia que tocan. Revelan desconocer siquiera nociones de Político, Sociología, Etnología, Lingüística, etc.. Así, por ejemplo, resulta que la definición que ellos califican de racista” (de Arantzadi), con solo añadirle el factor económico (que bien podría darse por sobre entendido), no difiere en nada de la formulada por Stalin, que los autores toman por modelo supremo e inmutable. ¡ Qué fuerza tiene aun la metafísica ! Por qué no tomaron como modelo realmente racista, por ejemplo, a un Rosemberg? Por qué en esta materia no comentan ni mencionan absolutamente nada de Jellinek, Manzini, Renán, Hobbes o, mas moderno, A. Hauriou que dice “Nación es una comunidad humana en la que los individuos se sienten unidos los unos a los otros por lazos que son a la vez, materiales y espirituales (objetivos y subjetivos) y se conciben como diferentes de los individuos que forman las otras comunidades nacionales.”

Veamos ahora como presentan la concepción del esencialismo lingüístico (de paso diré que no sé lo que quieren decir con “esencialismo”) Escriben:

“Para éstos, la lengua propia da una forma singular de conocer y vivir la realidad, una esencia nacional diferente. De ahí que para ellos a la lengua diferente corresponde una nación diferente.” Y añaden “Estas concepciones nacionalistas son una consideración idealista y acientífica de la nación.”

Pues bien, en este tema de la lengua, el desconocimiento e ignorancia de los autores llega al colmo. En primer lugar, la lengua conforme a los últimos y mas modernos avances de la
 lingüística y estructuralismo modernos 
de autores tanto marxistas como no marxistas, la lengua, repito, es científicamente y realmente (no “idealista”) el elemento esencial de una etnia y de una nación (no de un Estado, que puede ser plurinacional y por lo tanto plurilingüe, libremente o por la fuerza). Así, pues, la primera parte de su párrafo, a saber, “la lengua propia da una forma singular de conocer y vivir la realidad”, es decir una peculiar concepción del mundo, es rigurosamente exacto. En cuanto a la segunda parte, diré que si no le “corresponde” ya que a nadie se le puede obligar contra su voluntad al menos tiene derecho a un estado propio, conforme al principio universal del Derecho a la autodeterminación, derecho que según entendía Lenin daba derecho a la separación y secesión y a la creación de un nuevo estado.

Y son los autores los que tienen el tupé de calificar tal actitud de “idealista y acientífica”? Siendo así que el propio lingüista soviético Marc coloca la lengua como elemento sociológico (político, cultural, económico etc..) de la máxima magnitud y como la base misma de la infraestructura.

Viene seguidamente lo que los autores llaman “concepción socialista de nación”. La única definición de nación formulada por un autor socialista que yo conozco es la célebre de Stalin

“Nación es una comunidad humana estable, históricamente constituida, nacida sobre la base de una comunidad de lengua, de territorio, de vida económica y de formación psíquica, que se traduce en una comunidad de cultura.”

Quien haya tenido tiempo, oportunidad o interés de estudiar algo a fondo las diferentes disciplinas que se ocupan de la etnia, nación, etc. .. —Derecho, Sociología, Etnografía, Lingüística, etc. .. —, lo primero que le sorprende es que hay prácticamente tantas definiciones (de nación, por ejemplo), como autores tratan dicha materia. Huelga aclarar que cada tratadista, particularmente los pertenecientes a “grandes naciones“ (“aunque solo sea grande por sus violencias, solo sea grande como lo sea un esbirro” en palabras de Lenin), al formular su propia definición (Manzini, Renán, Primo de Rivera, Rosemberg, Jellinek, etc ..) “barren para casa, llevan el agua a su propio molino”, conforme a los intereses políticos de “su” gran nación, transformada en estado anexionista y avasallador de otras naciones mas pequeñas o mas débiles.

Aclarado este punto de principio, la formulación que hace Stalin sobre la nación —bien que a mi juicio personal sea bastante correcta aunque incompleta—,  no deja de ser, como la de los demás autores, relativa, es decir, que puede encajar en unos casos y en otros no. En realidad y conforme a la dialéctica, no hay y no habrá ¡amas una definición definitiva y acabada de nación. Lo que es cierto, valido o real en un momento histórico respecto a un grupo humano dado, puede no serlo en el siguiente, o en la fase precedente.

Veamos. Los requisitos exigidos por la definición de Stalin son: 1) una comunidad humana estable, 2) históricamente constituida, 3) sobre la base de una comunidad de lengua, 4) de territorio, 5) de vida económica, 6) de formación psíquica, 7) que se traduce en una comunidad cultural.

Los autores del escrito comienzan por
el primero y dicen: “esta comunidad
no es de raza ni de tribu. La mayoría de
las naciones actuales han sido formada
por individuos pertenecientes a diversas
comunidades (primera contradicción con
Stalin, puesto que él habla de UNA) tribales o étnicas. La nación cubana ha sido formada por gallegos, negros de diferentes partes de África, nativos de la isla (mentira histórica, ya que los caribes fueron exterminados físicamente hasta el ultimo por obra y gracia de la misión “civilizadora y evangélica” de la España Imperial), de otras partes de América, etc. . . “ Luego añaden.

“...lo dicho anteriormente no basta y debemos de añadir que una nación no es solo una comunidad determinada de individuos, sino una comunidad estable de individuos. Pero tampoco toda comunidad estable históricamente constituida, es una nación. El Estado americano (supongo que significan los E.E.U.U. de América del Norte), el Estado Inglés, el Estado Chino son comunidades Estables pero no seria propio llamarles naciones.”

Mal ejemplo han escogido los autores al referirse a la “nación” cubana. Puede o no ser una nación. Pero en el caso de serlo qué momento histórico escogemos 1.400? (antes de la invasión y ocupación castellanas), 1.500?, 1.800? Qué es lo que te diferencia, por ejemplo, de Santo Domingo? “comunidad humana históricamente constituida”. Pero cuando? preguntamos nosotros, ¿qué criterio ha de aplicarse? ¿cual es el jurado internacional que determina y dictamina que ya está “históricamente constituida”?

«Estable.» ídem de ídem, que tiempo hace falta para que un conglomerado inicial devenga «estable»? 50, 100, 300, 500 años ¿donde está el límite? ¿quién lo marca y conforme a cual criterio?

Nueva contradicción: por qué Cuba es una nación y no los EEUU el Estado Inglés y el Chino, según afirman mas arriba los españolistas? Nosotros ni lo afirmamos ni lo negamos. Pero sí estamos en derecho de exigir una argumentación lógica y consecuente.

Continúan

“El estado es una forma «política» de organizar una sociedad, que puede estar compuesta por una o muchas naciones, mientras que la nación es una comunidad «humana».  Verdad a medias en la primera parte (estado), e incompleta en la segunda (nación) (pág. 2) . El estado puede ser concebido, conforme a la concepción clásica como estructura o institución política organizada de una sociedad, uni o plurinacional; o bien (o además) conforme al concepto marxista como el aparato opresor de dicha sociedad, manejado por una minoría, a saber, la casta dominante de cada época histórica. En uno y otro caso el Estado es de todos modos una institución JURÍDICAMENTE soberana. La nación (se sobrentiende aquí sin su propio estado) es, por el contrario, una etnia concienciada, jurídicamente no soberana, justamente por estar sometida a una potencia (estado) extranjera.

Acerca del factor «lengua», esencial y
quizás el más importante de todos los
que constituyen la nación, poco o nada
nos dicen los autores. Tampoco nos explican por qué la mayoría de los países
latino-americanos (organizados «jurídicamente» en distintos estados), aun teniendo un origen común, «comunidad humana estable históricamente constituida sobre la base de una comunidad de
 lengua», con territorio común o contiguo, etc., etc.. —por lo menos durante
 siglos: desde 1.500 hasta 1.820 poco mas
 o menos— y cuya lengua continua aun
hoy en día siendo la misma, no son una
misma nación y no forman un solo estado. Digamos, por ejemplo, Uruguay, Argentina y Chile. O varios países centroamericanos. Qué es lo que les separa,
siendo así que los requisitos contenidos
en la definición de Stalin se les puede aplicar virtualmente al 100 %? Ninguna explicación.

Citan a continuación el «territorio» como otro elemento indispensable, conforme a la definición de Stalin. Pero varios casos históricos tenemos que los desmienten, siendo quizás el mas sobresaliente el de la comunidad judía mundial (antes de la creación del estado judío de Israel en 1.948), que ha sobrevivido durante siglos sin el menor territorio «nacional». Los judíos siempre se han considerado a si mismos como una nación, dispersa, eso si, por todo el mundo. El caso actual más patente es quizás Paquistán divido en DOS territorios por un inmenso espacio de mas de 1.000 kms., lo que no le impide formar una nación.

Otro tanto nos ocurre en el terreno económico. Los autores del escrito, cuando ello conviene a sus propósitos, echan mano del requisito estipulado en la definición de Stalin («comunidad de vida económica»), pero lo rechazan implícitamente en caso contrarío. En efecto, dicen: “...si bien se precisa de una economía común para toda la nación, esto no quiere decir que cada nación tenga una economía diferente. Si tal fuera, solo cabria hablar de naciones cuando éstas constituyeran estado independientes. Si bien toda economía nacional posee unos rasgos distintivos, su unidad económica no tiene porqué estar diferenciada. Aun mas: hoy en día cuando el superimperialismo ha creado en buena parte una economía mundial, sobre la base de un mercado mundial, cada vez la diferenciación de las economías nacionales dentro del campo imperialista es menor.» En qué quedamos pues?, ya que por otro lado, como mas tarde veremos, nos sacan a relucir las diferencias entre Euskadi Sur y Norte, al estar colonizados por estados imperialistas distintos, intentando demostrarnos con ello, por un lado, que ya nada tienen en común ambos trozos de Euskadi y, por el otro, que están ya prácticamente integrados en las “naciones” respectivas de España y Francia. Mayor mala fe es imposible. “Como si, a pesar de la línea de demarcación separatista entre el Sur y el Norte de nuestro país impuesta por el imperialismo hispano-francés, no hubiera mayor identidad económica entre el Baztan y Baigorri, que entre las Urdes y el Madrid industrial, pese que no existe ninguna frontera entre los últimos.”

Respecto a las ultimas caracterizas citadas por Stalin (“formación psíquica que se traduce en una comunidad cultural”), poco nos aclaran estos señores. No les interesa, toda vez que son unos de los principales rasgos comunes a vascos de una y otra parte de la línea divisoria.

Stalin no añade nada mas en su definición de nación. Decía yo antes que, aparte de ser ésta relativa (por lo tanto, inaplicable universalmente y en cualquier momento histórico), es incompleta. Ya que Stalin rechaza a dejar de lado un importantísimo factor, este de orden subjetivo o volitivo, es decir, la voluntad de esa comunidad humana de vivir juntos del modo y manera que ellos lo entiendan. Es precisamente de esto de lo que no hablan los ya citados Bromizi y Chiaratan, sin olvidar a Mauriev, aunque éste lo formula de distinto modo. Es ese elemento volutivo cuando aquellos dicen “lengua, cultura espiritual y conciencia de pertenencia étnica” Al relegar este aspecto esencial, no material, Stalin cayó en el materialismo vulgar.

Siguen escribiendo nuestros preciaros  amigos: “En el curso de la historia se ha asistido a revolucionarios cambios lingüísticos sobre la base de una lengua no indígena (caso de Irlanda(“. Otra falsedad histórica. La lucha irlandesa sobre la que escribí una pequeña monografía hace ya 15 años, se realizo, si no en base, si en función del “erse” (lengua nacional irlandesa). Otra cosa es que, tras la independencia de una parte de Irlanda, De Valera y sus acólitos (hasta ese momento patriotas) se hicieron reaccionarios hasta la coronilla incluso en lo “nacional-lingüístico, traicionando así las autenticas aspiraciones de su pueblo.

Por otra parte, el mismo fenómeno se da en nuestro pueblo. Cantidad de patriotas erdeldunes —por obra y gracia precisamente del etnocidio imperialista hispano-francés—, luchan por nuestra liberación integral (incluida la re-euskaldunización), arriesgándolo todo, hasta su vida (Izko; por no citar mas que uno), en función precisamente de las características y especifidad nacio-culturales (incluido naturalmente el euskera) que AUN se preservan en PARTE del territorio nacional.

Continúan: “...la desaparición mas o menos absoluta de otras lenguas (en Asia, África, América e incluso en Europa, «cediendo»  lenguas «débiles» a otras más «poderosas») . «Todos los especialistas modernos en lingüística afirman rotundamente que no existen lenguas débiles ni poderosas. Habría pues que examinar, en qué condiciones y porque causas, se han dado esas “desapariciones”. Si se produjeron: a) Naturalmente, por verdadera muerte dulce, o b) Por etnocidio sistemático, como así es en la mayoría de los casos. Las causas no son pues, lingüísticas, sino políticas. Bien cerca de nosotros se nos presenta un caso flagrante. Literariamente el portugués y el gallego son una y la misma lengua. Pero mientras que la una vive y florece, la otra esta en vías de desaparición. Las causas son evidentemente políticas, aunque de signo contrario. En tanto que una es considerada lengua oficial de un estado, protegida, ensenada a todos los niveles de la enseñanza, fomentada y sobre todo UTILIZADA como vehículo de toda la actividad social, la otra es perseguida y aplastada. Claro que a los autores del trabajo no les “interesa” pararse a examinar el por qué de tales “desapariciones”, incluido el caso particular del euskera. Ellos son “realistas” y aceptan la situación tal como esta sin detenerse, repito, a examinar las causas. Si tal es su “realismo” por qué no aceptan asimismo en lo que consecuencia revolucionaria la existencia del capitalismo? La clave de la respuesta es sencilla: porque son socialista (?) españoles.

Cito:


”No hay razón alguna que justifique pensar que la nación sea el producto acabado y final de la evolución de las comunidades humanas.”

Sea, considerada con perspectiva dialéctica Pero de la misma manera, tampoco hay razón alguna que justifique pensar —como lo creen estos super-teóricos socialistas (?) metafísicos españoles —, que el comunismo sea el producto acabado y final de la evolución de la sociedad humana. A menos que cesemos de creer en las leyes del materialismo dialéctico e histórico.

Otra frase:

“También resulta imprescindible recalcar que todos los factores aludidos (de la definición de Stalin) son condiciones necesarias para la existencia de las naciones.”

De ser esto cierto, somos contadísimas las naciones (auténticas) que existimos en el mundo.

Cito:

“Igualmente debemos de tener en cuenta el hecho de que puedan existir naciones que encierran en su seno territorios con unas peculiaridades nacionales (lengua, cultura, etc...) que sin embargo no constituyen naciones; estas serían nacionalidades“.

Cabe mayor torpeza científica que la de afirmar que “dentro de una nación existen nacionalidades”? Que el lector juzgue por sí mismo.

Luego, tras escribir una serie de frases sin fundamento acerca de la comunidad judía internacional, concluyen categóricamente:

“Esta comunidad no ha sido ni es hoy una nación.”

Afirmación sectaria, por cuanto que esa misma comunidad judía (no los autores, ni yo, ni cualquier otro), es quien debe tajar sobre la cuestión. Es mas: en la Unión Soviética —contrariamente a lo que ocurre en las estados de Europa occidental—, existe ciudadanía (status jurídico) y existe nacionalidad (status nacional), una y otra claramente estipuladas en cada documento de identidad personal. En consecuencia, cada judío de la URSS porta en su carnet ciudadanía soviética, nacionalidad judía, y esto pese a estar diseminados a lo ancho y largo de ese enorme territorio. No reúne, consiguientemente, uno de los requisitos estipuladas por Stalin en su definición de nación. Constituye, pues, un desmentís a tal definición, en la propia URSS, y de paso también a lo afirmado por los autores del trabajo que critico.

Prosiguen:

«Por lo demás el estado de Israel, cuya formación fue un puro invento de las potencias imperialistas...”

La cuestión no permite ser tratada con tanta simpleza, ni los “inventos” son todos maniqueistas. Por otro lado, de aceptar tal tesis al 100 %, tengo que recordar que dentro de esas potencias imperialistas habría que incluir la URSS, que voto la resolución de la ONU en 1948, dando nacimiento al estado de Israel.

Intentan, a continuación, hacer una distinción entre dos tipos de opresión nacional: a) La opresión nacional fruto del imperialismo y b) La opresión nacional dentro de un mismo estado “fruto del chovinismo de la burguesía nacional que esta en el poder.” Tales distinciones, en el fondo, no existen. Es pura cuestión de matiz. Que el imperialismo sea intramuros o extramuros, no altera en absoluto su naturaleza profunda. Y persisten en la confusión entre las nociones de “nacionalidad”, «nación», y «estado». Tampoco tal opresión imperialista tiene que ser, ni es, siempre fruto del chovinismo de la burguesía.» a no ser que convengan en que los habitantes del Kremlin sean también burgueses. Eso es ver las cosas unilateralmente y, en consecuencia, antimarxista. Ya que tal imperialismo tiene diversos colores, y porque se revista de rojo (traicionando en lo mas profundo el verdadero espíritu del internacionalismo), no deja de ser tal. Los chinos le llaman social- imperialismo, de “gran nación” de un estado socialista. Ejemplos tchertches, bashkises (contra lo que ya protesta Lenin en su crítica a Bujarin) kirgizes, tártaros, etc.., no sólo oprimidos en URSS sino también deportados en masa fuera de sus fronteras nacionales. Ahí está, bien reciente, el caso del general Grigorenko, recluido este año en una “clínica” psiquiátrica por haberse movido en favor de los tártaros de Crimea. Añádase a esto: Georgia, Ukrania, Estados Bálticos, la región oriental de Polonia, así como la Besarabia rumana, anexionadas por la fuerza al estado soviético, pese a que Polonia y Rumania fuesen también países socialistas “hermanos”. Y mas reciente aun, Checoslovaquia. Convendría que los autores del escrito aprendiesen un poco de historia y sacaran consecuencias.

Como decía antes, no hacen el menor distingo entre nacionalismo de pueblo oprimido y nacionalismo (imperialismo) de pueblo opresor. El resultado es que meten en un mismo saco a todos los nacionalistas sin distinción, una prueba mas de su mala fe y de social-imperialismo. Un botón de muestra:

“Esto es lo que LOS nacionalistas hacen, hipertrofian el sentimiento nacional y lo convierten en odio hacia otras costumbres extrañas pretendiendo incluso la superioridad de las propias.”

Frases pueriles como esta evocan la fábula del lobo y el cordero bebiendo juntos en la orilla del rio. O la del amo al esclavo, en la que aquél echa en cara a éste su falta de amor y simpatía hacia él. Es como achacarle a un obrero bien explotado por su patrón, su “excesivo” socialismo. Mutandis mutandi, aquella frase podría quedar así: “Esto es lo que los obreros hacen, hipertrofian el sentimiento socialista y lo convierten en odio hacia las practicas del patrón, pretendiendo incluso la superioridad de su condición de proletario” o algo así. Nada nos hablan del odio que el español medio e incluso de gran parte del proletariado español, demuestran hacia el pueblo vasco y su proletariado. Eduquemos, pues, primero al proletariado del pueblo opresor (bueno, que lo hagan ellos, españoles), cese la opresión sobre nuestro pueblo y entonces y solo entonces estarán en derecho de recabar de nosotros una actitud menos recelosa y mas amistosa hacia el pueblo de la nación opresora.

Veamos lo que piensa Lenin al respecto:

“El proletariado de las naciones opresoras no puede limitarse a frases generales y estereotipadas, repetidas por cualquier burgués pacifista, contra las ANEXIONES y en favor de la igualdad de derecho de las naciones “in abstracto”. El proletariado no puede guardar silencio acerca de la cuestión particularmente “desagradable” para la burguesía imperialista, de las FRONTERAS del estado basado en la opresión nacional. El proletariado no puede dejar de luchar contra la retención violenta de las naciones oprimidas dentro de las fronteras de un estado dado, y eso significa luchar por el derecho a la autodeterminación. El proletariado debe reivindicar la libertad de SEPARACIÓN POLÍTICA para las colonias y naciones oprimidas por “su” nación. En caso contrario, el internacionalismo del proletariado se reducirá a un concepto vacío y verbal; resultaran IMPOSIBLES LA CONFIANZA Y LA SOLIDARIDAD DE CLASE ENTRE LOS OBREROS DE LA NACIÓN OPRIMIDA Y DE LA NACIÓN OPRESORA” (Tomo XXII, pág. 160).

Sigue Lenin:

“Por una parte, vemos a los lacayos bastante descarados de la burguesía que  defienden las anexiones, alegando que el imperialismo y la concentración política son progresistas y que niegan el derecho de autodeterminación, calificándolo de utópico, ilusorio, pequeño burgués. (Pág. 165.) La anexión es una VIOLACIÓN DE LA AUTODETERMINACIÓN de las naciones, es la delimitación de las fronteras de un estado en CONTRA de la voluntad de la población (Pág. 353). Ser enemigo de las anexiones significa estar en favor del derecho de autodeterminación, estar CONTRA LA RETENCIÓN VIOLENTA DE CUALQUIER NACIÓN DENTRO DE LAS FRONTERAS DE UN ESTADO dado... es lo mismo que estar en favor de la autodeterminación de las naciones (misma pág.) Las anexiones ABREN UN ABISMO ENTRE EL PROLETARIALO DE LA NACIÓN DOMINANTE Y EL DE LA NACIÓN OPRIMIDA... el proletariado de la nación oprimida se unirá a su burguesía y vera un ENEMIGO EN EL PROLETARIADO DE LA NACIÓN DOMINANTE (Pág. 361). El centro de gravedad de la EDUCACIÓN INTERNACIONALISTA de los obreros de los países OPRESORES tiene que estar necesariamente en la PREDICA Y EN LA DEFENSA DE LA LIBERTAD DE SEPARACIÓN DE LOS PAÍSES OPRIMIDOS. De otra manera NO hay internacionalismo. Tenemos el derecho y el deber de tratar de imperialista y de canalla a todo social-demócrata de una nación OPRESORA que NO REALICE TAL PROPÁGANDA.” (Pág. 373.)

(Ya saben pues los PP.CC. de España y Francia los calificativos que se merecen del pueblo vasco en general y de su proletariado en particular.) Y acabamos con esta ultima cita de Lenin, destinada particularmente a los autores del trabajo que criticamos y que “atrofian casualmente” el mensaje de Lenin referente a la cuestión nacional:

“Las ANTIPATÍAS NACIONALES no desaparecerán tan pronto. El odio —COMPLETAMENTE LEGITIMO— de la nación OPRIMIDA a la nación OPRESORA continuará existiendo durante cierto tiempo. Solo desaparecerá después de la victoria del socialismo y tras la implantación definitiva de relaciones PLENAMENTE DEMOCRÁTICAS ENTRE LAS NACIONES.” (Pág. 380.)

Que quede, pues, claro para esos señores: somos abertzales, patriotas nacionalistas (de pueblo oprimido) y socialistas. Estamos orgullosos de lo uno y de lo otro y no vemos oposición entre ambos planos. Al contrario, no concebimos nuestra lucha mas que como un todo indisoluble. En las circunstancias presentes de nuestra patria tampoco concebimos un autentico abertzale que no sea socialista, no menos que un autentico socialista (en Euskadi) no sea nacionalista, esto último hasta la liberación nacional de Euskal-Herria.

Continua el trabajo:

“...la recta comprensión de ese sentimiento nacional llevara a todo socialista a la comprensión de que su lucha fundamental tendrá que ir encaminada a la destrucción de la oligarquía y del aparato estatal existente.”

Falso. Precisamos: el deber de todo revolucionario vasco es la destrucción de la oligarquía hispano-francesa (nuestros enemigos inmediatos y concretos; cuando tras ellos vengan los marines”, ya nos ocuparemos de ellos también) y de sus aparatos estatales ENCLAVADOS EN NUESTRO TERRITORIO, que no es tarea de poca monta. Pero no el destruir TODOS sus aparatos, incluso los que se hallan en territorio propiamente francés o español. Eso es un cometido reservado a los revolucionarios franceses y españoles. Y les ayudaremos —a nivel TÁCTICO— en todo lo que podamos, conforme al verdadero espíritu de un real internacionalismo. Es que acaso los patriotas argelinos tuvieron que destruir todo el aparato estatal francés, incluido por tanto et enclavado en Francia? Es que el FLN vietnamita tendrá previamente que destruir todo el aparato estatal de los EE.UU., en el propio territorio de Norteamérica, a fin de obtener su liberación? Pero es claro que los liquidacionistas españolistas intentan una vez mas que el pueblo vasco se embarque en una nueva carlistada (que por ser de “izquierda” no dejaría de ser carlistada), sacando las castañas del fuego al pueblo español. La maniobra es clara y nos negamos a tales aventuras.

En la pág. 3 dicen “Mientras no consiga el poder el proletariado...” El proletariado, si, pero el vasco y en Euskadi.

Su noción de “cultura” tampoco es muy elevado que digamos, pues caen en un error grosero que Marx, Engels y Lenin (entre otros) flagelaron una y otra vez. Escriben nuestros “especialistas” en socialismo y otras disciplinas:

“Para el socialista su cultura nacional NO será una cultura que ha sido legada ni del feudalismo ni de sus mayores, y que es patrimonio actualmente de la burguesía.”

Pues bien, sepan esos TODA la cultura universal legada a la humanidad por las generaciones pasa- das, fue elaborada gracias al trabajo y a la aportación de la casta DOMINANTE de cada época histórica. Por qué? Sencillamente porque la explotación que llevaban a cabo les daba dinero y ocio: este último les proporcionó tiempo para CULTIVARSE y consiguientemente CREAR CULTURA. La explotación de varios centenares de esclavos permitió a Platón realizar su obra inmortal. Por lo tanto afirmar que existe una cultura “proletaria” es tan estúpido (por imposible y científicamente falso) como hablar de una cultura de los pingüinos. Lo que realmente tiene que hacer un revolucionario es poner toda esa cultura al alcance del pueblo, hacer que este acceda a la misma y una vez poseedora de ella, interpretarla dialécticamente (materialismo histórico) y transformarla en ARMA al servicio de su propia causa. Esa es la realidad.

Prosiguen:

“Como entienden esto (el patriotismo) LOS nacionalistas? Hemos visto que existen diferentes variedades de nacionalismo, unas mas reaccionarias que otras, pero prácticamente todos coinciden en afirmar que el patriotismo esta determinado por el sentimiento nacional hipertrofiado del que hablamos antes.”

Ya hemos citado largamente a Lenin respecto a esto y no vamos a repetirnos. A tenor de los autores habrá que concluir que Lenin es un reaccionario. Sin comentarios. Y en consecuencia, también el patriotismo nacionalista del FLN vietnamita es reaccionario.

Añaden:

“Para el socialista (entendemos que en Euskadi) lo primero y fundamental será el aniquilar al explotador poner al pueblo bajo la dirección de la Clase Obrera y de la ideología del Proletariado (marxismo-leninismo) y desarrollar todas las posibilidades y valores del pueblo real.”

Para un español esto es cierto. Para un vasco no. Como en China y en Vietnam. lo primero que tenemos que hacer es liquidar el imperialismo extranjero, es decir, obtener la liberación NACIONAL (independencia, reunificación, euskaldunización); en segundo lugar, para nosotros SOCIALISTAS revolucionarios, establecer un régimen socialista en nuestro pueblo.

Como ejemplo de estados plurinacionales nos citan la URSS y los EE.UU. Y los estados español y francés no son acaso plurinacionales? Por que ir entonces a escoger ejemplos tan lejanos?

Vuelven a insistir como buenos social-imperialistas españoles que el “estado debe ser destruido... COMO PASO PREVIO PARA LA ANIQUILLACION DE LA OPRESIÓN NACIONAL” Y añaden en la pág. 3 


“Los trabajadores de un MISMO estado (que agrupa a diferentes grupos nacionales), deberán pues, agrupares en una MISMA ORGANIZACIÓN..,” En otras palabras, se oponen furibundamente a un Frente Nacional Vasco y preconizan en su lugar un Frente Obrero ESPAÑOL. Ya me fue explicado suficientemente en la  página anterior . Eso sí, añaden: “Posteriormente y UNA VEZ DESTRUIDO EL APARATO ESTATAL (es decir sacarles nosotros las castañas del fuego), cada nación o nacionalidad elegirá libremente el continuar UNIDOS a las otras naciones o nacionalidades..”

Qué generosos son estos social-imperialistas! Supongo que los vascos le tenemos que estar reconocidos. Por otra parte, ellos mismos ya desde ahora “nos pre-autodeterminamos” al afirmar que “libremente” elegimos continuar unidos. Dicen Marx y Engels en el Manifiesto del Partido Comunista:

“No hay ni que decir que el proletariado de cada país debe terminar ante todo, con su propia burguesía.” A lo que añade Lenin:

“El socialismo NO puede triunfar simultáneamente en TODOS los países. Triunfará primero en uno sólo o en varios países, mientras que los otros permanecerán durante cierto tiempo países aún burgueses o preburgueses” (Obras completas, París-Moscou, tomo 23, pág. 86.)

Al tratar en el siguiente párrafo de la liberación nacional, observamos con que “objetividad” hablan de nosotros, abertzales (puesto que, repito, nos meten a todos en el mismo saco nacionalistas revolucionarios y nacionalistas reaccionarios):

 “Para los nacionalistas... lo importante es la separación, pues todo contacto
con otra nación es pernicioso pues te están contaminando su pureza étnica, su destino, su lengua, etc.…”

Viniéndonos el piropo de un socialimperialista español nada nos extraña tal frase. Repetiremos, no obstante, que para nosotros, nacionalistas vascos (por tanto de pueblo OPRIMIDO SEGÚN LA CONCEPCION DE LENIN) y socialistas revolucionarios, lo importante es la liberación INTEGRAL (nacional y social) del pueblo vasco y de cada uno de sus habitantes con el establecimiento —TRAS LA INDEPENDENCIA— de un régimen realmente democrático socialista y revolucionario. Para la consecución de tales metas, la experiencia histórica (incluida
la de los países sedicentes socialistas con
la URSS a la cabeza, 50 años). Nos
muestra que no tendremos nada que hacer mientras continuemos enganchados
al convoy imperialista de Madrid y
París. No se trata ya de ideologías o
sistemas diferentes, sí no de realismo político. No nos es suficiente el caso de
Checoslovaquia entre tantos otros? Creemos, además, que las condiciones objetivas y subjetivas están maduras en nuestro pueblo para tirar adelante con nuestra revolución. No creo sea el caso, desgraciadamente, para los pueblos español y francés. Este ultimo tuvo una ocasión maravillosa en Mayo-Junio y la desperdicio. En nombre de qué principio del socialismo y del internacionalismo proletario hemos de aguardar los vascos a
que nuestros vecinos estén maduros para
sus propias revoluciones, o simplemente
que les de la real gana de hacerlas ?
”Crear uno, dos, varios Vietnam...” proclamó el Che añadiendo ¡ “Que cada pueblo haga su propia revolución sin aguardar a los demás.” Es lo que intentamos realizar nosotros, y no van a ser un puñado de social-imperialistas de gran nación” los que nos lo van a impedir con sus predicadas anti-socialistas

Nueva animalada cuando declaran:

“Para el socialista («se les olvido añadir español”) lo importante es la aniquilación del capitalismo y de toda opresión (entre ellas la nacional) por medio de la revolución popular (obsérvese que no dicen “socialista” por lo que seria una simple “revolución democrático popular”) bajo la dirección de la clase obrera (“abstracta”, vale decir, española) y con la ideología del proletariado”. Estos ilustres autores ignoran que si existe o poseen una ideología en el sentido marxista, esta es precisamente de la clase dominante, en nuestros días, la de la burguesía. No existe, pues, o al menos no debiera existir una ideología del proletariado, como tampoco una ideología de los pingüinos. En riguroso lenguaje marxista, habría que hablar de conciencia de clase, que es todo lo contrario, es decir, de desalienación con respecto a la ideología burguesa, la única existente. De hecho existe, desgraciadamente, una ideología del materialismo vulgar (la de los autores del trabajo que critico, por ejemplo). El socialismo científico tiende precisamente a erradicar TODO tipo de ideología, es decir, desalienar y concienciar al hombre, liberándolo y dignificándolo.

Hace luego una apología de cómo resuelve el socialismo el “problema nacional”, presentándonos los clichés estereotipados de siempre en “teoría” en “abstracto”, pero sin avanzar el menor ejemplo concreto e histórico. Consiguientemente soluciones teóricas y abstractas, lo que demuestra el subjetivismo e idealismo de que hacen gala los autores. El socialismo científico es esencialmente praxis. Y 50 años de socialismo nos ilustran como se ha “resuelto” el problema nacional.

A fin de montar su propia plataforma (prefabricada de arriba abajo) que les conduzca a “demostrar” la unidad de la NACION ESPAÑOLA, incluyendo naturalmente en esta a Euskadi Sur (como más adelante veremos), afirman que:

“De hecho, entre todos los intereses del proletariado de TODOS los pueblos NO existen contradicciones objetivas”.

Eso es cerrar los ojos voluntariamente a la realidad, tras qué intereses ellos lo sabrán mejor que nadie, aunque no nos es difícil adivinarlos. Por qué entonces la pugna —incluso sangrienta— entre la URSS y China? Por qué la invasión de Checoeslovaquia? Por qué las diferencias serias con Rumanía? etc.

Consecuencia lógica:

“Los trabajadores de un mismo estado (que agrupa a diferentes grupos nacionales) DEBERAN pues agruparse en una misma organización. Y la plataforma queda montada. La cosa es grave. De ser así, el epicentro de nuestra estrategia revolucionaria dejaría de estar en Euskadi para trasladarse fuera de nuestras fronteras, para instalarse —en este caso— en Madrid, convirtiéndose “de ipso” en estrategia  española, y los vascos haríamos una vez más de guiñol. De aceptar nosotros este falso planteamiento, los autores tendrían razón en todo lo que sigue. Aquí está el quid de toda la cuestión. Pensar que una vez destruido el aparato estatal de España y Francia con la eficaz colaboración de los “valientes y leales vascongados” y suponiendo que regímenes socialistas serán establecidos en París y Madrid, vayan a solucionarse todos nuestros problemas, revelaría un idealismo absurdo. La historia, con su practica cotidiana a través de muchos lustros es la mejor maestra. Y es ella quien desmiente tal utopía. Los autores del escrito se limitan a reproducir teóricamente, claro es  el clásico y sobado dogma del materialismo vulgar y mecanicista, a saber, que el socialismo (?) en España —o en Francia— “resolverá” ipso tacto los problemas nacionales. Es lo que se les dijo, hace ya mas de 50 años a Ukrania, Georgia, Estados Bálticos, etc., siguen esperando. Mientras tanto, rusificación a ultranza de todas esas naciones, con establecimiento “dirigido” de masas ingentes de colonos rusos, etnocidio social, cultural, político, etc. . . Hasta su desaparición total.
Si realmente “no existen diferencias o contradicciones objetivas entre los intereses del proletariado de todos los pueblos”, por qué entonces no se unen en un solo estado Polonia, Rumania, Bulgaria, Checoslovaquia, China, etc., etc. ., todos ellos estados socialistas “hermanos”? sencillamente por la cuestión NACIONAL. Pero es esta una verdad amarga que no les interesa ver, menos aun reconocer, a nuestros maestros en socialismo (español).

¿Quien haya leído el artículo “que es ETA-Bai?” de José Uribe aparecido en “Komunistak” n° 2, podrá constatar que muchos de sus pasajes y, sobre todo su espíritu y estilo, coinciden estrechamente con el plasmado en el escrito que estamos analizando. De lo que se deduce la estrecha colaboración y unidad de pensamiento (y de acción) entre los liquidacioncitas españolistas expulsados de ETA hace 4 años y los expulsados el 3 de Setiembre de este año (1970). Por ejemplo, la idea de separación de Euskadi Sur del estado español, para llegar luego a una “unión voluntaria”

Falso, de nuevo, lo que afirman en la pág. 12, pues vuelven a crear artificialmente una pretendida oposición entre nacionalismo (de pueblo oprimido) y socialismo. Esto es una actitud completamente anti-dialéctica. Falso y absurdo, igualmente, el declarar que nosotros pretendemos:

“Trasladar la situación real de la época feudal, a nuestros días... olvidando los cambios...”, etc.

Además de una supina ignorancia de la historia, ya que en la Edad Media Euskal-Herria, reino de Navarra o Vasconia, como se prefiera, 6 o 7 veces mas extensa que el territorio que hoy llamamos Euskadi, que no representa actualmente mas que unos 20.500 k m.

Citan seguidamente la fecha del 25 Octubre 1839, perdida total de la independencia de Euskadi Sud (Euskadi Norte la perdió del todo 50 años antes, en nombre de la “Igualdad, Fraternidad y Libertad” de la Revolución francesa) y su consiguiente anexión al estado imperialista español. No creo que 1839 sea precisamente la Edad Media. Y añaden:

“Desde esta fecha queda dividida la antigua Euskal-Herria en dos zonas, y la sur va a correr la MISMA suerte que todos los DEMÁS pueblos peninsulares...”

Verdad a medias, pues hasta 1876 —fin de la segunda guerra carlista— no pagaremos impuestos a España, ni haremos el servicio militar en el ejercito español. Y aun después hay que contar asimismo con los conciertos económicos. Tampoco es verdad su afirmación de que el capitalismo se “consolida” en Euskadi Norte. Ojala hubiera sido cierto, pues otro gallo nos cantaría en la presente hora.

Y llegamos, por fin, a una de las principales conclusiones a que abocan nuestros autores, tras haber elevado su artificioso tinglado:

...creando (el capitalismo) una serie de cambios sociológicos, culturales, lingüísticos, políticos y económicos; de tal forma que para analizar hoy Euskadi tendremos que mirar a la comunidad humana hoy existente entre nosotros viendo que en realidad, hoy no hay una comunidad sociológica, SINO DOS: LA NORTE Y LA SUR. “

Desde bien atrás se les veía venir. Y precisan su objetivo:

“Al hablar de Euskadi, por tanto, nos referimos a una realidad sociológica, a una comunidad humana, que hoy en día vive y convive unas relaciones estables entre sus componentes. Por otra parte, en este pequeño estudio nos limitamos a Euskadi Sur, pues CONSIDERAMOS QUE EUSKADI SUR Y EUSKADI NORTE SON DOS COMUNIDADES HUMANAS DIFERENTES. Pues se entienden en LENGUAS DIFERENTES, tienen procesos económicos y culturales DISTINTOS, la opresión les viene de un estado DIFERENTE, etc., etc. POR TANTO ENTRAN EN DOS PROCESOS HISTÓRICOS DISTINTOS.” (Pág. 13.)

Con esto ya han soltado parte de lo que hasta ahora no se atrevían a confesar. Como la varita mágica, ya han establecido otra plataforma, tan falsa como las anteriores. Sociológica y científicamente no es mas acertado y honesto preguntarse y analizar si lo que les une (a Euskadi Norte y Sur) es mas fuerte (o mas débil) que lo que les separa? O también si los lazos nacionales —de la nación oprimida y dividida— que ligan a ambas partes son o continúan siendo mas fuertes que los que les ata (a la fuerza, no lo olvidemos) a los respectivos estados imperialistas? No es el propio pueblo vasco de ambos lados de la línea de demarcación, impuesta por la fuerza de las armas hispano-francesas, quien a través de su practica cotidiana ha de responder a esta cuestión? En cualquier caso no será un social-imperialismo francés o español quien lo pre-autodetermine.

Lo que ocurre —según todas las apariencias— es que los autores, con todo su patriotismo español y españolista —eso sí, dándoselas de muy “socialistas y proletarios”—, se han impuesto desde el principio un fin: “demostrarnos” que la nación vasca. NO EXISTE, y que una parte es española y la otra francesa. El resto resulta fácil: amañar muy “científicamente” una serie de argumentos (?) —plataformas— conducentes a ese fin, no vacilando en aplicar el método de la cama de Procusto (al que no encaja o cabía en ella, le cortaba los pies o la cabeza, y arreglado).

Lo curioso del caso es que los mismos autores repiten varias veces a través de su escrito que el pueblo vasco sufre una opresión nacional. Más aun, reconocen que la situación de nuestro país es fruto precisamente de esa opresión. Pero —repito— ellos son “realistas” y recogen la realidad actual tal y como esta, y la ACEPTAN (en lo que hace en lo nacional). El capitalismo con toda su se- cuela de injusticias sociales? Ah, eso no: ellos son “socialistas” (españoles).

Lanzada su primera conclusión, como una riada nos vienen todas las demás. Euskadi (a partir de ahora solo hablaran del Sur, pues la del Norte ha sido lanzada por la borda) es una “comunidad humana”, “estable” (bien que, confiesan “todavía no ha llegado a terminar de crearse unos lazos lo suficientemente estables entre los inmigrados y los nacidos aquí”), “históricamente constituida”, etc., todo esto dentro de la NACIÓN ESPAÑOLA. Somos ya españoles. Y añaden:

“Por otra parte, se da una comunidad de lengua: TODO el mundo se entiende entre si en una lengua COMÚN, EL CASTELLANO, lo cual permite que se pueda ir creando unos lazos cada vez mas estables entre los miembros de esta comunidad,”

Sin comentarios. Como anécdota diremos que nuestro Mikel Etxeberria, un año tan solo antes de ocurrirle el episodio de Artecalle y del taxista, no sabia hablar castellano y aun hoy lo hace con gran dificultad.

El socialismo revolucionario —el auténtico, no el de los autores— propugna la erradicación de todo tipo de alienación, no únicamente la económica (materialismo vulgar, economicismo), en orden a conseguir la máxima dignificación del ser humano en todos los terrenos. Insisto en que, si los autores aceptan como hecho consumado un tipo de enajenación (la lingüístico-cultural o nacional por ejemplo, en nuestro caso), en buena lógica debería también aceptar como hecho consumado la alienación y explotación económica del capitalismo sobre el proletariado, situación “estable” (en Euskadi Sur) en por lo menos 150 años, en cualquier caso mas estable y duradera que la perdida de la independencia, y el etnocidio (a veces genocidio) y opresión de todo tipo que ha acarreado hasta nuestros días. Pero es inútil pedir peras al olmo (español).

A partir de la segunda mitad de la pág. 14, se nos regala con toda profusión de detalles una serie de “argumentos”  tendentes a “demostrarnos” que España es una nación (se acabó lo de estado español). En esa “nación” española lector, también los vascos (del Sur) formamos parte. No faltaba mas.

Así, afirman: “Existe una comunidad estable... que ha dado a una relación peculiar (en algunos aspectos sólida) entre LOS DISTINTOS PUEBLOS QUE CONSTITUYEN ESPAÑA” (sic). Entendámonos bien, España a secas, no estado español. Continúan:

“En el caso de España, podemos afirmar que la INTEGRACIÓN que se da entre los pueblos que la CONSTITUYEN no es algo APARENTE, sino FRUTO DE UNA LARGA VIDA EN COMÚN, de sufrir una misma dominación de clase y unas mismas opresiones.»

A los autores del trabajo lo que les preocupa no es mostrar que Euskadi es una nación (seria demasiado peligroso), sino que ESPAÑA ES UNA NACIÓN, de la que Galicia, Cataluña Sur y Euskadi Sur naturalmente constituyen partes integrantes. Así, pues, continúan “probando” dicha tesis: “Acerca de la comunidad de territorio y de vida económica, no es preciso detenerse mucho para ver que dichos rasgos se CUMPLEN en el caso de España !

Pero no se detienen ahí. Los social-imperialistas españoles colman su afán ANEXIONISTA (explícita y rotundamente condenado por Lenin, según hemos podido verificar en las primeras páginas de este análisis-critica) declarando

“Tenemos otros rasgos la comunidad idiomática y cultural (subrayado por ellos). AQUÍ vemos —prosiguen los liquidacionista— que coexisten en ESPANA diversas lenguas con una implantación desigual y una posibilidades de expansión y desarrollo igualmente distintas. Hay en NUESTRO caso UN IDIOMA que es HOY COMÚN A TODOS LOS PUEBLOS DE ESPAÑA, el CASTELLANO, base de comunicación entre los distintos pueblos, ADEMAS de ser la lengua OFICIAL que, NO sólo es OBLIGATORIA para las relaciones con la administración, sino que goza además de los PRIVILEGIOS sobre el Euskera, Gallego y Catalán. Vemos como en la cuestión de la lengua, se pueden apreciar dos efectos contrapuestos por una parte la UNIFICACIÓN LINGÜISTICA supone una FACILIDAD MAYOR Y NECESARIA para la comunicación, ya que ELIMINA NUMEROSOS OBSTÁCULOS Y BARRERAS en las relaciones humanas; en este sentido es algo POSITIVO... “

Qué supone esta situación de las lenguas de las “minorías nacionales”? Supone una DESVENTAJA PARA AQUEL. LAS QUE LA HABLAN SE EXPRESAN EN ELLAS Y QUISIERAN EXPRESARSE LlBREMENTE EN SU PROPIO IDIOMA.

Que el lector vasco juzgue por si
mismo. Hablar mas claro es imposible. El sector Euskaldun de nuestro pueblo ya sabe ahora lo que tiene que hacer: abandonar lo antes posible instrumento “inútil” que es el euskera ya que, además de no ser idioma “oficial ni privilegiado” (con esta aclaración nos han descubierto el mediterráneo] ni tampoco “obligatorio” constituye “numerosos obstáculos y barreras” para la “unificación ligústica española. A mayor abundamiento oh, desgraciados euskaldunes que la habláis, supone una desventaja para vosotros, en cuanto os impide aprovechar las ventajas que supone la “españolidad” al 100 % del privilegio de ser “españoles, dicha suprema. Y viva el internacionalismo proletario, con epicentro en Madrid, claro.

Lo dicho mas arriba no les impide a los autores añadir cínicamente lo que sigue:

“Existe una nación, ESPAÑA, cuyo proceso de formación es fruto de la OPRESIÓN y de la IMPOSICIÓN de la oligarquía castellana sobre las burguesías nacionales de Euskadi, Cataluña y Galicia.”

Pero en “realistas” que son, lo aceptan como un hecho consumado e “irreversible”, aunque ello vaya en fragante contradicción con el auténtico espíritu internacionalista del socialismo, del que ellos se proclaman “fieles” seguidores.

Luego escriben en la (pág. 16) que la propia España (es decir, todos “nosotros”). Cito:

“Existe otra vertiente del problema nacional” (se refiere al español) que podemos llamar externa (subrayado por ellos) y es la dominación que se concreta en numerosos aspectos: económico... militar. ...cultural (que) supone una situación de dependencia nacional de España (subrayado por ellos), respecto de la potencia imperialista mas opresora de nuestra época (los EE.UU.) y condiciona todo el proceso de revolución popular, llevando a una coincidencia de intereses anti-imperialistas a los pueblos de toda la nación (española, naturalmente).

Cosa curiosa: llegados a este punto “dependencia nacional de España respecto a los yanquis”, nuestros social imperialistas dejan de ser consecuentes respecto a sus propias tesis, dejan de ser internacionalistas. En efecto, antes nos han dicho y remachado que para Euskadi en situación de “dependencia nacional respecto a España” pueda solucionar su problema nacional, es necesario que previamente se una el proletariado de todos los pueblos de España a fin de destruir todo el aparato estatal español. A continuación afirman que “España esta en situación de dependencia nacional respecto a los EE. UU.” Y aquí es donde una vez mas queda manifiesta su mala fe. Ya que contrariamente a lo que preconizan para “solucionar“ el problema nacional vasco, cuando el turno llega a “su” España. NO preconizan que para la previa liberación de esta (de las garras del imperialismo yanqui) sea NECESARIA LA DESTRUCCIÓN DE TODO EL APARATO ESTATAL en el seno y dentro de los propios EE.UU., tras lo cual, una vez establecido un redimen socialista en Washington, el problema español, que daría resuelto “automáticamente”. Así pues, distintos pesos y distintas medidas, según se trate de Euskadi o de España.

Con lo cual queda desenmascarada la calaña “internacionalista” de nuestros social-imperialistas españoles.

A continuación hacen una exposición sobre el origen y el desarrollo del nacionalismo vasco, en la que van mezclados una serie de realidades y errores históricos. Por ejemplo ninguna distinción hacen, respecto a la primera guerra Carlista, entre caciques carlistas (que efectivamente defienden sus intereses de clase semi-medievales) y el pueblo vasco propiamente dicho que, éste si defiende la INDEPENDENCIA NACIONAL VASCA. Entre otros documentos probándolo, no hay mas que leer las célebres obras de Xaho, relativas a este problema.

Seguidamente, en el sub-título “El nacionalismo y la guerra” (pág. 17), se indignan de que “no hubo una movilización de todo el pueblo, esta solo empezó (por parte nacionalista) en cuanto se consiguió el estatuto”. Naturalmente ! Habrá necesidad de recordar a los liquidacionistas que la república (española) venia boicoteando desde 1.932 el proyecto de estatuto, pese a haber sido plebiscitado y aprobado por el pueblo vasco en un 85 %? Pretenden estos señores que ha cambio de nada, por la cara bonita de los españoles, los vascos nos íbamos a matar una vez mas por ellos y sacarles las castañas del fuego? No añaden (para que?) que inmediatamente después de la formación del Gobierno de Euskadi, el 6 de Octubre de 1936, se formó un ejército vasco de 100.000 hombres, cifra colosal para un pueblo tan pequeño como el nuestro. Bien es verdad que la “diligente” República los armó prácticamente de tiragomas (6 aviones, 6 tanquecitos y algunos fusiles de la guerra de Crimea) y esto, pese a la ayuda masiva —al principio de la guerra— a la república por parte de Stalin. Para nadie es tampoco un secreto que este abigarrado ejercito vasco —a pesar de todas las deficiencias—, con un heroísmo que asombro al mundo entero (leer la prensa internacional de la época, incluida la “Pravda”), alivió considerablemente el frente del Ebro e impidió la toma de Madrid.

Nuestros autores —en buenos chovinistas españoles— se indignan igualmente de que “tas acciones militares (vascas) no estaban coordinadas con las del RESTO DE ESPAÑA”. Pecado de lesa patria. Que tengan la bondad de “excusarnos”. Y continúan: “No se tomaron medidas de seguridad con los contrarrevolucionarios (Goikoetxea se marchó con los planos del cinturón de hierro)”. Cierto: Goikoetxea el traidor tuvo suerte y consiguió escapar. Pero no así sus compinches Wanig, capitán Murga, etc . . que pasaron por consejo de guerra y fueron fusilados. Por qué dicen una parte de la verdad y callan la otra?

En cuanto a que “durante el tiempo que se tuvo el estatuto de autonomía no hubo ningún intento de dar un paso hacia la destrucción de las clases...”, les recordamos a los autores que no se trataba de una REVOLUCIÓN SOCIALISTA, sino de una guerra por la INDEPENDENCIA NACIONAL, con el estatuto como primer paso, dirigido por un gobierno demócrata-cristiano, PROGRESISTA para la época histórica del momento. Un ejemplo por primera vez en la historia de Europa occidental, un gobierno así admitía en su seno a un comunista (Astigarraga). Aunque demócrata-burgués, por el solo hecho de pelear por la independencia nacional y contra el IMPERIALISMO, su actitud en aquel momento era revolucionaria, de la misma manera que la “Revolución” Francesa fue revolucionaría pese ha ser burguesa.

A continuación ellos mismos reconocen:

“La guerra se perdió y la represión consiguientemente fue feroz. La represión se hizo contra el PUEBLO VASCO COMO TAL... cualquier manifestación, aun del tipo mas folklórico, era prohibida. Este acrecimiento del CHOVINISMO ESPAÑOL no podría menos de repercutir sobre el pueblo vasco y así sucedió. Las posiciones nacionalistas (de pueblo oprimido, añadimos nosotros) se vieron reforzadas al NO existir ninguna dirección proletaria por ninguna parte.”

Fue “feroz” porque nuestro combate, entonces, era ABERTZALE. No se nos per- siguió ni asesino por ser SOCIALISTAS sino simplemente por ser VASCOS. Y actualmente la cosa sigue igual. La policía española no nos tortura y mata por ser socialistas, sino antes y por encima de todo porque somos ABERTZALES. No hay mas que comparar las penas impuestas a nuestros militantes, con las impuestas a socialistas y comunistas ESPAÑOLES: Las nuestras suelen ser el doble y hasta el triple de las de estos últimos Con ellos la propia represión se encarga de señalar CUAL es su enemigo más peligroso y, consecuentemente más REVOLUCIONARIO.

Por otra parte, el hecho de que no existiera (hasta que apareció ETA) ninguna “dirección proletaria”, no se debe culpar mas que al chovinismo de “gran nación” de partidos sedicentes proletarios como el PSOE y el P.C.E. Español, que en Euskadi, a través de sus sucursales, han practicado sistemáticamente una política REACCIONARIA frente a nuestro problema nacional. Camino por el que siguen los autores del trabajo que criticamos.

Vuelven a hacer referencia al “esencialismo lingüístico”, afirmando: ... “Los que no hablan euskera están alienados“. Así es, en efecto: culturalmente alienado aunque la culpa no sea de ellos.

En la pág. 18 hacen referencia a posturas políticas a adoptar frente al problema nacional vasco. Dejaremos de lado, por falta de interés, las posturas que ellos denominan “autonomistas” e " independentista revolucionaria” sobre la que pontifican “ex cátedra“, para detenernos en la que califican de “nacionalismo popular”. Esta gente para bautizar y motejar es excelente. Un cartelito en la frente o en la espalda, y fuera. Supongo que es bajo esta última etiqueta en donde nos encasillan a nosotros. Veamos lo que declaran:

" Es una posición oportunista que intenta combinar el marxismo con el nacionalismo (para esa posición, la contradicción nacional seria la principal de todas las contradicciones y marca con su importancia las contradicciones y la lucha de clases)... es quizás la postura mas desorientada pues lo que presenta es un auténtico nacionalismo pero adobado «al gusto» de la clase trabajadora.”

En efecto, en un país sometido al imperialismo como es el nuestro, se dan a la par DOS contradicciones principales: 1) La nacional o contradicción entre país oprimido y país opresor, y 2) La existente entre el capitalismo y el proletariado. Para deshacer o resolver la segunda —la de clase— es imprescindible resolver previamente la primera —la —. Por la sencilla razón que es imposible establecer un régimen socialista en un país ocupado por una potencia imperialista. Consecuentemente, para nosotros —abertzales y socialistas vascos— no existe la menor duda: la contradicción PRINCIPAL HOY en Euskadi es la NACIONAL, por la independencia, la reunificación y la reuskaldunización. Y por eso tendemos con todas nuestras fuerzas hacía la constitución de un Frente Nacional Vasco de Liberación Nacional, sin que esto implique, bien al contrario, hacer dejación de nuestros postulados socialistas.

Veamos lo que al respecto piensa el “reaccionario” Mao-Tse-Tung:

“ Camaradas, qué es lo acertado? El frente unido o la actitud de puerta cerrada? Cual es la táctica marxista- Leninista? Responderé sin la menor vacilación: es el frente unido... Un niño de tres años tiene muchas ideas acertadas, pero no se le puede confiar los grandes asuntos de estado o del mundo, porque aún no los comprende. El marxismo-Leninismo se opone a la enfermedad infantil que se manifiesta en los rangos de la revolución... Rechazamos resueltamente la actitud de “puerta cerrada”; lo que nosotros queremos es un frente unido nacional revolucionario que propinara un golpe mortal a los imperialistas Japoneses, así como a los colaboradores y traidores.” (Obras escogidas, tomo 1, pág. 182, Edición francesa) continua:

“Puesto que las contradicciones entre China y el Japón se han hecho DOMINANTES, y que las contradicciones INTERNAS se encuentran relegadas a un plano SECUNDARIO Y SUBORDINADO, hay cambios que han intervenido en las relaciones de China con e| exterior y en sus relaciones de CLASES INTERNAS...” (ídem, pág. 295.) “Las contradicciones nacionales que se desarrollan entre China y Japón han SOBREPASADO en importancia política y relegado a un lugar SECUNDARIO Y SUBORDINADO las contradicciones ENTRE CLASES y entre los bloques políticos del país.” (ídem, pág. 297.) “Cuando el imperialismo lanza una guerra de agresión contra un país, las DIVERSAS clases de este país, exceptuando un reducido número de traidores a la nación, pueden unirse temporalmente en una guerra NACIONAL CONTRA EL IMPERIALISMO. La contradicción entre el imperialismo y el país en cuestión SE HACE ENTONCES LA CONTRADICCIÓN PRINCIPAL, y TODAS las contradicciones entre las DIVERSAS CLASES EN EL INTERIOR DEL PAÍS pasan temporalmente a SEGUNDO PLANO y a una POSICIÓN SUBORDINADA.” (ídem, pág. 369-70.)

Al parecer, pues, también Mao andaba “desorientado”. Añaden los autores a nuestro propósito —puesto que es a nosotros a quienes van dirigidos estos ataques:

“Es curioso que estos conciliadores de lo inconciliable (nacionalismo-internacionalismo) para “compensar” el nacionalismo llegan a adoptar posturas “terriblemente izquierdistas”, al menos de palabra, en el seno del movimiento obrero.”

Respondemos que hay que ser verdaderamente obtuso (mas acertado sería decir “español”, pues entonces todo se aclara) para ver una contradicción entre nacionalismo e internacionalismo. Rechazan el primero (aunque sea de pueblo oprimido) y aceptan el segundo. Qué sentido tiene entonces para ellos el vocablo “Inter”-“nacionalismo”? No salta a la vista del más estulto que el termino “internacional” o “internacionalismo” viene dado precisamente en función de los términos de base “nación”, “nacional” y “nacionalismo” que dan origen aquel? Internacionalismo significa etimológicamente y también en la practica, relación “entre” (Ínter) “naciones”, diferentes por definición. Naturalmente que si lo entienden a lo Brechnev y Cia. actualizado en su actuación frente a Checoslovaquia, todo el sentido verdadero del internacionalismo queda vacío de contenido y se va por los suelos. Es la famosa teoría de la soberanía limitada, que les viene como anillo al dedo a estos social-imperialistas españoles

En cuanto a la palabra “patriotismo” (vasco en nuestro caso), de que hacen mofa y desprecian como “reaccionaria”, démonos de nuevo una vuelta por las obras de Mao y veamos lo que piensa al respecto:

“Puede un comunista, que es internacionalista, ser AL MISMO TIEMPO PATRIOTA? Sostenemos que no solamente puede sino que DEBE. El contenido especifico de patriotismo esta determinado por condiciones históricas. Existe el “patriotismo” de los agresores japoneses y el de Hitler, y existe nuestro patriotismo.

Los comunistas deben de rechazar resueltamente el primero... Los comunistas Chinos deben por lo tanto combinar PATRIOTISMO CON INTERNACIONALISMO (por muy “inconciliable que esto les parezca a los social-imperialistas). Nosotros somos al mismo tiempo internacionalistas y patriotas, y nuestro slogan es combatir por defender la MADRE PATRIA !”motherland”) contra los agresores... Pues únicamente luchando en defensa de la madre patria podemos derrotar a los agresores y conseguir la liberación nacional. Y únicamente coronando la liberación nacional será posible para el proletariado y demás clase trabajadora obtener hasta el final su propia emancipación... Así, en las guerras de liberación NACIONAL, patriotismo SUPONE INTERNACIONALISMO” (Selected Works of Mao-Tse-Tung, volumen II, pág. 196. Edición Inglesa)

Podría continuar citando otros textos (Truong-Chin, Partido del trabajo de Corea del Norte, etc . .) confirmando y reafirmando iguales o parecidos propósitos. Pero no quiero cansar al lector, además, me parece ya suficiente.

Continúan los autores con el capitulo “Postura socialista ante los problemas nacionales en “España” y ante el problema nacional vasco en concreto.” Dicen:

“En el caso de la opresión que ejerce el imperialismo americano sobre todos los pueblos de ESPAÑA, la solución esta muy clara. La oligarquía sólo se sostiene por el aparato de represión fascista y por el apoyo que tiene del imperialismo americano... Por tanto... La única manera posible de librarse de la opresión es el combatirlos a todos mediante un FRENTE UNIDO DE LAS CLASES POPULARES DE LOS DISTINTOS PUEBLOS O NACIONALIDADES. -

No hacen sino repetir lo dicho anteriormente y que ya quedo refutado en la pág. 15. Nos entra la tentación de preguntarles: “y por qué no crear” un frente unido de las clases populares de todo el mundo contra U.S.A. Ya que éste, en definitiva, es el que oprime a todo el mundo. A tanto no llega su internacionalismo: su alcance máxime coincide exactamente con los limites geográficos de las fronteras estatales actuales de “su” España.

Cito la frase siguiente:

“La oligarquía (esto termino les gusta mucho, aunque no sé si saben lo que quiere decir) intenta ECHAR UNOS PUEBLOS CONTRA OTROS, dividiendo la solidaridad entre los pueblos ESPAÑOLES, valiéndose del nacionalismo existente.” Afirmación que tampoco sorprende viniendo de un liquidacionista. Diríase que la policía hispana les ha pagado para decirla. Sin comentarios.

El derecho de autodeterminación. Escriben:

“Alguno dirá que esto es quedarse en el aire, puesto que el principio de autodeterminación no dice que relaciones debe de establecer el pueblo vasco con los OTROS PUEBLOS ESPAÑOLES.”

Pero si ya nos han previamente “autodeterminado”. Según ellos “somos españoles”. Los vascos nos autodeterminamos NOSOTROS MISMOS; no esperamos consejos ni consignas de nuestros “hermanos” social-imperialistas españoles. Y estableceremos las relaciones como y con quienes nosotros queramos y, desde luego, sin limitarnos a las nacionalidades de la península ibérica, sino con todos los pueblos del mundo. Nosotros y solo nosotros seremos los amos de nuestra casa.

Aquí concluye mi análisis y critica sobre el trabajo titulado “Notas sobre el problema nacional.”

Es lamentable que en el corto espacio de 3 o 4 años se hayan dado en ETA —organización a la que pertenezco— tan profundas desviaciones, ambas consecutivas y del mismo signo: social imperialismo o chauvinismo español, liquidador de la revolución integral vasca. Y digo que es lamentable porque, dado el resabí españolista que nos han dejado los partidos de izquierda (?), tradicionales españoles (PSOE, PC, etc...), a través de sus sucursales en nuestra tierra, referente a nuestro problema nacional, “existía” y existe por parte de nuestro pueblo, de nuestro proletariado, un natural e instintivo gesto de defensa contra todo lo que les pudiera provenir en nombre del socialismo y del comunismo. El principal mérito de ETA ha sido unir en un solo proceso revolucionario las profundas aspiraciones y reivindicaciones de un pueblo aplastado nacionalmente y explotado económicamente. Y al producirse estas graves desviaciones, habida cuenta que llueve sobre mojado, es de temer que, como lógica reacción a ellas, mas de uno pegue un viraje hacia la derecha. Es el peligro que tenemos que evitar. Lenin se paso prácticamente toda su vida agarrado a la barra del timón re-enderezando continuamente desviaciones de derecha y de izquierda.

Dejando de lado los liquidacionistas de mala fe, por irrecuperables —pues antes que todo son españoles— existe un segundo tipo, creo que creen que no hay remedio posible para nuestro pueblo, si previamente no se arreglan las cosas en España. En esto coinciden con la gente del llamado Gobierno Vasco de Paris, así como con la dirección del PNV. En el fondo es cuestión de FALTA DE CONFIANZA en nuestro pueblo. Nosotros no estamos en contra de alianzas —a nivel TÁCTICO— con fuerzas realmente progresistas tanto de Francia y España como del resto del mundo. Pero de acuerdo a una ESTRATEGIA VASCA que, por definición, tiene su centro en Euskal-Herria y cuyo objetivo y meta final es liberación integral de los pobladores de nuestra patria. Dicen que la caridad empieza por casa. Cuando acabemos con nuestra múltiple opresión, e incluso antes, no tenemos inconveniente alguno en echar una mano a causas revolucionarias de todo el mundo, incluidas la francesa y española. Pero en condiciones de real IGUALDAD, de pueblo a pueblo, de tu a tu, conforme al verdadero espíritu del internacionalismo.

Un último punto, No debemos tener ninguna vergüenza ni reparo en explicarle a nuestro pueblo claramente lo que pasa en nuestras filas. Puesto que afirmamos que luchamos por él, tengamos confianza en él: que nos critique, riña y corrija. Buena falta nos hace. El tiene, en definitiva, la última palabra.

 

Julen K de Madariaga

Octubre de 1.970.

 

Nota. - Era mi intención inicial escribir esta critica en euskera. Lo he hecho en castellano por dos razones: a) Porque debido al etnocidio del imperialismo, un sector de nuestro pueblo no lo hubiera comprendido, y b) A fin de que los social-imperialistas también puedan leerlo