ÍNDICE
PREFACIO
I HOBBES
Vida y escritos. — El objeto y la naturaleza de la filosofía y su exclusión de la teología. — La división de la filosofía. — El método filosófico. — El nominalismo de Hobbes. — Causalidad y mecanicismo. — Espacio y tiempo. — Cuerpo y accidentes. — Movimiento y cambio. — Movimientos vitales y movimientos animales. — El bien y el mal. — Las pasiones. — La voluntad. — Las virtudes intelectuales. — El individualismo atomista.
II HOBBES
El estado natural de guerra. — Las leyes de la naturaleza. — La formación de un cuerpo social y la teoría del contrato. — Los derechos del soberano. — La libertad de los súbditos. — Reflexiones sobre la teoría política de Hobbes.
III. Los PLATÓNICOS DE CAMBRIDGE
Introducción. — Lord Herbert de Cherbury y su teoría de la religión natural. — Los platónicos de Cambridge. — Richard Cumberland.
IV. LOCKE I
Vida y obras. — La moderación y el sentido común de Locke. — La finalidad del Ensayo. — La crítica de la teoría de las ideas innatas. — El principio empirista.
V. LOCKE II
Ideas simples y complejas. — Modos simples: espacio, duración, infinitud. — Modos complejos. — Cualidades primarias y secundarias. — Sustancia. — Relaciones. — Causalidad. — Identidad en relación con los cuerpos orgánicos e inorgánicos y con el hombre. — Lenguaje. — Ideas universales. — Esencias reales y nominales.
VI. LOCKE III
El conocimiento en general. — Los grados del conocimiento. — El alcance y la realidad de nuestro conocimiento. — El conocimiento de la existencia de Dios. — Conocimiento de otras cosas. — Juicio y probabilidad. — Razón y fe.
VII. LOCKE IV
La teoría ética de Locke. — El estado de naturaleza y la ley moral natural. — El derecho de propiedad privada. — Los orígenes de la sociedad política: el pacto social. — El gobierno civil. — La disolución del gobierno. — Observaciones generales. — La influencia de Locke.
VIII. NEWTON
Robert Boyle. — Sir Isaac Newton.
IX. CUESTIONES RELIGIOSAS
Samuel Clarke. — Los deístas. — El obispo Butler.
X. PROBLEMAS DE ÉTICA
Shaftesbury. — Mandeville. — Hutcheson. — Butler. — Hartley. — Tucker. — Paley. — Observaciones generales.
XI. BERKELEY I.
Vida. — Obras. — El sentido del pensamiento de Berkeley. — La teoría de la visión.
XII. BERKELEY -.II.
Las palabras y sus significados. — Ideas generales y abstractas. — El esse de las cosas sensibles es percipi. — Las cosas sensibles son ideas. — Sustancia material es una expresión sin significado. — La realidad de los entes sensibles. — Berkeley y la teoría representativa de la percepción.
XIII. BERKELEY III.
Espíritus finitos; su existencia, naturaleza y carácter inmortal. — El orden de la Naturaleza. — La interpretación empirista de la física, especialmente en el De motu. — Existencia y naturaleza de Dios. — La relación de los entes sensibles con nosotros y con Dios. — Causalidad. — Berkeley y otros filósofos. — Algunas observaciones acerca de las ideas éticas de Berkeley. — Nota sobre la influencia de Berkeley.
XIV. HUME I.
Vida y obras. — La ciencia de la naturaleza humana. — Impresiones e ideas. — La asociación de ideas. — Sustancia y relaciones. — Ideas generales abstractas. — Relaciones de ideas: las matemáticas. — Cuestiones de hecho. — El análisis de la causalidad. — La naturaleza de la creencia.
XV. HUME II.
Nuestra creencia en la existencia de los cuerpos. — La multiplicidad de los espíritus y el problema de la identidad personal. — La existencia y naturaleza de Dios. — El escepticismo.
XVI.HUME III.
Introducción. — Pasiones directas e indirectas. — La simpatía. — La voluntad y la libertad. — Las pasiones y la razón. — Las distinciones morales y el sentido moral. — La benevolencia y la utilidad. — La justicia. — Comentarios generales.
XVII. HUME IV.
La política como ciencia. — El origen de la sociedad. — El origen del gobierno. — La naturaleza y los límites de la sumisión. — Las leyes nacionales. — Comentarios generales.
XVIII. Controversia en torno a Hume
Introducción. — Adam Smith. — Price. — Reid. — Campbell. — Beattie. — Stewart. — Brown. — Observaciones finales.
APÉNDICE. — Breve bibliografía.
Índice onomástico
Índice de materias
PREFACIO
Como ya señalé en el prólogo al cuarto volumen de esta obra, tenía la intención, en un principio, de tratar de la filosofía de los siglos XVII y XVIII, incluido Kant, en un solo volumen. Me ha sido imposible hacerlo así y he dividido la obra en tres libros, constituyendo cada uno un volumen separado. Lo que queda de mi plan original es que hay un capítulo introductorio común y una sola Conclusión y Revisión para los volúmenes IV, V y VI. El primero se ha incluido, por supuesto, al principio del volumen IV, De Descartes a Leibniz. La Conclusión y Revisión, en la que me propongo hablar, no sólo desde un punto de vista histórico, sino también desde otro más filosófico, sobre la naturaleza, importancia y validez de los diferentes estilos de filosofar durante los siglos XVII y XVIII, constituirá el último capítulo del volumen VI, De Wolff a Kant, en el que se incluirá la Ilustración francesa, la Ilustración alemana, el nacimiento de la filosofía de la historia, y el sistema kantiano. El presente volumen, por lo tanto, De Hobbes a Hume, dedicado a la filosofía inglesa desde Hobbes, hasta la filosofía escocesa del sentido común, y que representa la segunda parte de lo que en un principio iba a ser el cuarto volumen, De Descartes a Kant, no incluye ni Introducción ni Conclusión y Revisión. En visía pues de su distribución especial, diferente de la de los tres primeros volúmenes, pensé que sería conveniente repetir aquí la explicación que ya di en el prólogo al volumen IV.
Capítulo primero
HOBBES.— I
1. Vida y escritos. — 2. El objeto y la naturaleza de la filosofía y su exclusión de la teología. —3. La división de la filosofía, —4. El método filosófico. — 5. El nominalismo de Hobbes. — 6. Causalidad y mecanicismo.— 7. Espacio y tiempo. — 8. Cuerpo y accidentes. — 9. Movimiento y cambio.— 10. Movimientos vitales y movimientos animales.— 11. El bien y el mal.— 12. Las pasiones. — 13. La voluntad. — 14. Las virtudes intelectuales. — 15. El individualismo atomista.
1. Thomas Hobbes, autor de uno de los más celebrados tratados políticos de la literatura europea, nació en Westport, cerca de Malmesbury, en el año 1588. Su padre era sacerdote. En 1608, cuando Hobbes salió de Oxford, entró al servicio de la familia Cavendish y pasó dos años (de 1608 a 1610) viajando por Francia e Italia como preceptor del hijo de Lord Cavendish, futuro conde de Devonshire. A su vuelta a Inglaterra, se ocupó en investigaciones literarias, e hizo una traducción de Tucídides al inglés, que se publicó en 1628. Mantenía relación con Francis Bacon (muerto en 1626) y con Lord Herbert de Cherbury, pero todavía no se dedicaba a la filosofía.
Desde 1529 a 1631, Hobbes estuvo otra vez en Francia, esta vez como preceptor del hijo de Sir Gervase Clifton, y fue durante esta visita cuando conoció los Elementos de Euclides. Los historiadores señalan que, con todos sus trabajos, Hobbes nunca fue capaz de adquirir el grado de conocimientos matemáticos y. de penetración científica que logró Descartes a una edad mucho más temprana. Pero, si bien nunca llegó a ser un gran matemático, a su descubrimiento de la geometría debe Hobbes su ideal del método científico. Durante su estancia en París, se interesó también por los problemas de la percepción sensible, la relación entre la sensación y el movimiento de los cuerpos, y la naturaleza de las cualidades secundarias.
A su regreso a Inglaterra, Hobbes entró de nuevo al servicio de la familia Cavendish y, de 1634 hasta 1637, se dedicó otra vez a viajar por Europa. Conoció a Galileo en Florencia y Mersenne le introdujo en París en los circuios filosóficos y científicos, donde tomó contacto con la filosofía cartesiana. A invitación de Mersenne, sometió a Descartes las objeciones que había hecho a las Mcditations de este último. Este período fue muy importante en el desarrollo intelectual de Hobbes y para dirigir sus intereses filosóficos. Era ya un hombre maduro cuando empezó a interesarse por la filosofía, y sin embargó" formuló por sí mismo su propio sistema preparando un esquema del mismo en tres partes. Su principal interés científico se dirigía hacia los problemas sociales y políticos y, en 1640, escribió The Elements of Law, Natural and Politic, del cual aparecieron dos partes en 1650, bajo los títulos de Human Nature or the Fundamental Elements of Policy y De corpore político. La obra completa no apareció hasta 1889, en que fue editada y publicada por F. Tönnies.
En 1640, creyendo amenazada su seguridad por sus ideas monárquicas, se refugió en Francia. En 1642 publicó en París su trabajo De cive, tercera parte de su proyectado sistema filosófico, y fue también en París donde escribió su famoso Leviathan or the Matter, Form and Power of a Commomvealth, Ecclesiastical and Civil,[1] que apareció en 1651 en Londres. En 1649 Carlos I fue decapitado, por lo que tal vez podría pensarse que Hobbes debería permanecer en Francia, sobre todo teniendo en cuenta que durante algún tiempo fue profesor de matemáticas del príncipe de Gales, Carlos, que a la sazón vivía exiliado en París. Sin embargo, hizo las paces con la Commonwealth en 1652 y se estableció en la mansión del duque de Devonshire. Algunas de las ideas que exponía en el Leviatán no eran aceptadas en los círculos monárquicos de París y, de todas maneras, se había acabado la guerra civil, que había sido la principal razón para que Hobbes se quedara en el extranjero. Como veremos más adelante, sus convicciones políticas le permitían aceptar cualquier gobierno de facto que controlara de hecho al Estado. Después de la Restauración de 1660, Hobbes gozó del favor de Carlos II, quien le otorgó una pensión.
En 1655 y 1658 Hobbes publicó la primera y segunda sección de su sistema filosófico, el De corpore y el De homine, y después se ocupó ya hasta su muerte de trabajos literarios, traduciendo al inglés toda la obra de Homero y escribiendo un libro sobre el “Parlamento largo”. Se ocupó también de distintas polémicas. Tuvo, por ejemplo, un debate literario con Bramhall, obispo de Derry, sobre el tema de la libertad y la necesidad, en el que apoyó el punto de vista determinista. Sostuvo asimismo una controversia con el matemático Walli, que había publicado una obra titulada Elenchus geometriae hobbinae, en la que se sometía a dura crítica los errores matemáticos de Hobbes. Fue atacado también, especialmente por eclesiásticos, por herético y ateo, pero, habiendo sobrevivido a la Commonwealth y a la Restauración, no le iba a matar una polémica verbal, de modo que vivió hasta el invierno de 1679, en el que murió a la edad de 91 años.[2]
2. Hobbes, al igual que Bacon, insistió en el aspecto práctico de la filosofía. “El fin u objeto de la filosofía es que podamos utilizar en beneficio propio los efectos previamente vistos, o que, por aplicación de unos cuerpos a otros, podamos .......................