SUMARIO

Introducción

1. Primeros pasos en la lucha por ganarse al ejército
2. El ejército comienza a vacilar
3. Entre tormentas
4. ¡Guerra a la guerra!
5. Febrero del año diecisiete
6. En la nueva etapa de la revolución
7. Las voenkas bolcheviques del año 1917
8. Los soldados necesitan la paz
9. ¡La komiloviada no pasará!
10. En vísperas de Octubre
11. El gran asalto
12. Los soldados de las guarniciones de retaguardia se suman a la revolución
13. La revolución en el frente
14. Del viejo ejército al ejército socialista
Conclusión

       

INTRODUCCION

 

La lucha cada día mayor de la humanidad progresista por la paz y el socialismo da especial trascendencia al estudio de la experiencia histórica del Partido Comunista leninista por la creación del ejército de la revolución proletaria.

En la situación actual de agudizamiento de la lucha ideológica en el ámbito internacional resuenan con nueva fuerza las palabras leninistas acerca de que "...las masas proletarias del mundo entero comprenden cada día con mayor claridad que el bolchevismo ha señalado el único camino seguro para salvarse de los horrores de la guerra y del imperialismo, que el bolchevismo sirve de modelo de táctica para todos"[1].

La experiencia revolucionaria del PCUS es rica y multifacética. Bajo su dirección, el proletariado y el campesinado trabajador de Rusia pasaron a través de las galernas de tres revoluciones y en octubre de 1917 izaron sobre el país la bandera triunfante del socialismo. El inapreciable valor de esta experiencia de preparación y realización de la revolución socialista reside en que fortalece la confianza del proletariado en su victoria sobre la burguesía. La Gran Revolución Socialista de Octubre enriqueció la teoría marxista-leninista, pertrechó al proletariado de todos los países con la perspectiva del victorioso movimiento obrero y dio vuelos a su iniciativa para la acometida contra la burguesía nacional. Las ideas de Octubre se hicieron una poderosa fuerza transformadora de la contemporaneidad.

"En los decenios transcurridos —se dice en las tesis del Comité Central del PCUS Cincuenta años de la Gran Revolución Socialista de Octubre —, la causa de la Revolución de Octubre ha salido airosa de las múltiples pruebas históricas y ha mostrado su fuerza invencible y el alcance imperecedero de las ideas del marxismo-leninismo tanto para nuestro país como para los pueblos de todo el planeta. Vive y se manifiesta en el triunfo del socialismo, en los éxitos de la edificación del comunismo en la URSS, en el desarrollo del sistema socialista mundial, en la magnitud del movimiento obrero y en las victorias del movimiento de liberación nacional".

Los trabajadores recordarán siempre con profunda gratitud a los que en cruenta lucha contra el capitalismo fueron los primeros que en la historia conquistaron y consolidaron el poder de los obreros y de los campesinos, poder verdaderamente democrático del pueblo trabajador.

La fuerza revolucionaria principal fue el proletariado de Rusia que actuando como fuerza hegemónica arrastró en pos a las masas trabajadoras de muchos millones y, en primer lugar, a los campesinos más pobres.

Todo el ingente trabajo del partido para la creación del ejército político de la revolución socialista se realizó bajo la consigna de la dictadura del proletariado y del campesinado pobre. Esto ayudó a superar las vacilaciones del campesino medio, a desenmascarar la política conciliadora de los partidos pequeñoburgueses y a crear un ejército político de la revolución capaz de conquistar el poder estatal e implantar la dictadura del proletariado.

La alianza de la clase obrera y de los campesinos trabajadores fue la condición decisiva para la victoria de la revolución socialista.

En la conquista de las reservas campesinas para el proletariado desempeñó un enorme papel el que en el ejército político de la revolución proletaria se integraran masas de muchos millones de soldados y marineros, que fueron los mejores portadores de la influencia proletaria entre los campesinos.

La revolución socialista en Rusia se hizo durante la guerra mundial. En 1917, el ejército ruso contaba con unos 10 millones de hombres, en lo fundamental, obreros y campesinos. El roce constante con los tempestuosos sucesos políticos del país, las masas de soldados, a su vez, ejercieron un colosal ascendiente en el desarrollo del movimiento revolucionario. Los obreros y campesinos de diferentes provincias, antes separados unos de otros, se juntaban en el ejército y estructuraban sus concepciones políticas. En el servicio militar se fortaleció su alianza, que fue la garantía para el triunfo de la revolución socialista.

En la lucha por ganarse a las masas de soldados para la revolución proletaria, los comunistas se guiaron por la doctrina marxista-leninista de que, a diferencia de todas las revoluciones anteriores, la revolución socialista tenía que demoler la vieja máquina estatal, incluido el antiguo ejército, el instrumento más anquilosado de apoyo al caduco régimen, que mantenía e inculcaba la sumisión servil de los trabajadores al poder del capital.

En el Estado burgués, el ejército es el instrumento del dominio de clase de la burguesía. Sin embargo, durante el desarrollo de la lucha clasista llega inevitablemente un momento en que el ejército, en su mayor parte, se pone al lado del pueblo, enfrentándose al mando y al gobierno.

Ya en las postrimerías del siglo pasado, F. Engels señaló que el militarismo lleva implícito el embrión de su propio hundimiento.

"La rivalidad entre los distintos Estados los obliga, de una parte, a invertir cada año más dinero en el ejército, en la Marina, en cañones, etc. y, por consiguiente, a aproximar más y más la catástrofe financiera; de otra parte, esa rivalidad los impele a emplear cada vez más seriamente el servicio militar general obligatorio y con ello, en definitiva, a que todo el pueblo se adiestre en el manejo de las armas, de forma que en un determinado momento el pueblo es capaz de hacer su voluntad, aun a despecho del mando militar. Y este momento llegará en cuanto la masa popular —obreros rurales y urbanos, y también los campesinos— tengasu voluntad propia... y el militarismo desaparecerá en virtud de la dialéctica de su propio desarrollo. Lo que no fue capaz de hacer la democracia burguesa de 1848, precisamente porque era burguesa y no proletaria, es decir, dar a las masas trabajadoras una libertad cuyo contenido armonizara con su posición de clase, lo realizará forzosamente el socialismo. Pero esto equivale a hacer saltar desde dentro al militarismo y con él a todos sus ejércitos permanentes"[2].

Mas para que la tropa burguesa-terrateniente se convierta en una tropa del pueblo y combata contra el poder de la burguesía y los terratenientes se precisa un trabajo revolucionario, consecuente y abnegado dentro del propio ejército. La experiencia histórica confirma persuasivamente la doctrina marxista-leninista de que el militarismo jamás podrá ser vencido y aniquilado sin la lucha revolucionaria victoriosa de una parte del ejército, la más progresista, contra la otra parte. La revolución sólo puede triunfar cuando dispone de una fuerza armada, capaz de superar la resistencia de las clases caducas. Para crear esta fuerza hace falta incorporar a la revolución al contingente mayor posible del ejército y de la Marina de Guerra. De ahí que la lucha por ganarse a las tropas fuera siempre una de las tareas más peliagudas de la revolución proletaria. No es casual que en la teoría marxista-leninista de la revolución socialista ocupen un lugar destacado los problemas de atraer a soldados y marineros al bando del proletariado y del lugar de las fuerzas armadas en la lucha por el socialismo.

V.I. Lenin enseñó incansable al partido y a la clase obrera a mantener una lucha tenaz y resuelta por ganarse al ejército, a las masas de soldados y marineros para la revolución proletaria. "...Si la revolución no gana a las masas y al ejército mismo ni pensar se puede en una lucha seria"[3].

 Haciendo el balance de la primera revolución rusa de los años 1905-1907, V. I. Lenin llegó a la conclusión de que una de las condiciones para el triunfo de la revolución es el activo apoyo a la clase obrera por el campesinado democrático y la parte mejor del ejército. Lenin exhortó al partido y a la clase obrera a que intensificaran el trabajo político en las fuerzas armadas, señalando, además, que para el éxito del movimiento revolucionario no basta la sola descomposición en las tropas. Para esto se precisa que los soldados revolucionarios se unan con los proletarios al objeto de llevar a cabo las acciones ofensivas más resueltas contra el gobierno burgués-terrateniente.

Guiándose por la doctrina leninista de la táctica en la lucha de clases, la Primera Conferencia de organizaciones militares y de combate del partido, reunida en 1906, escribió en su resolución: "...el propio carácter del trabajo en el ejército debe determinarse por las tareas planteadas por el proletariado, como vanguardia del pueblo en lucha". Las organizaciones militares del partido deben garantizar que su labor concuerde plenamente con la actividad de las organizaciones del proletariado en general y las de combate" y supeditar todo su trabajo a las tareas políticas generales del momento, guiándose al hacerlo por las directrices que reciban de las organizaciones proletarias generales. Esta exigencia sirvió de piedra angular para el programa de labor revolucionaria del partido entre soldados y marineros.

El Partido Comunista siempre conceptuó a las fuerzas armadas, ante todo, como un cierto organismo social sujeto, a pesar de su carácter específico, a las leyes generales de la lucha de clases. Los comunistas abordaban a los soldados y marineros como a representantes de unas determinadas clases, vinculadas por miles de hilos con el pueblo y vitalmente interesadas en que se satisficieran las exigencias apremiantes de obreros y campesinos.

A los comunistas les servían de apoyo en el ejército y en la Armada aquellos que procedían de los obreros industriales, que llevaban a las tropas los hábitos de organización proletaria, la experiencia de lucha revolucionaria de la clase obrera, sus tradiciones combativas. No en vano V. I. Lenin remarcaba que los jefes del movimiento de soldados y marineros en los años 1905-1907 "...surgieran de aquellos elementos de la Marina de Guerra y del Ejército que antes habían sido principalmente obreros industriales..."[4]

Era natural que el nuevo auge revolucionario comenzado...................................

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