CONTENIDO

Prefacio

1: «Otra forma de gobernar»

2: La forja de un rebelde

3: A la escena política

4: El Estado reimaginado

     Visión revolucionaria

     Estilo de liderazgo

     Disciplinar la burocracia

     ¿Un ejército del pueblo?

     Descentralización

5: Movilizar a la nación

     Campañas de comandos

     Una nación para todos

6: Desarrollo para el pueblo

     "Tenemos que depender de nosotros mismos"

     Austeridad de otro tipo

     A los campos

     "Lucha por una Burkina Verde"

     Estado y mercado

7: Una política exterior propi

     Romper con la tradición

     La "Casa Blanca" de Sankara en Harlem

     Diversidad de relaciones

     Desafiar a los líderes africanos

     Ondas en el barrio

8: Las últimas batallas

     Desde fuera y desde dentro

     Entre la coacción y la persuasión

     "Rico en mil matices"

     Combatir la "gangrena de la corrupción"

     La venganza de las élites

     "Es a mí a quien quieren"

9: «¿Es posible olvidarte?»

Bibliografía seleccionada

Índice onomástico

 

Prefacio

Para escribir este breve relato de la vida de Thomas Sankara ha sido necesario tomar una serie de decisiones y tomar decisiones. Dadas las limitaciones de espacio, ¿qué aspectos explorar con cierto detalle y cuáles tocar sólo ligeramente? Aunque Sankara fue un individuo complejo y polifacético, fue sobre todo un actor político. Por ello, nos centraremos en sus opiniones y compromisos políticos, especialmente durante sus cuatro años como presidente.

Conocí a Sankara. Hablé con él directamente en media docena de ocasiones, un par de veces largo y tendido. También pude observarle dando discursos públicos y en otras interacciones mientras cubría los acontecimientos en Burkina Faso como periodista. Esta limitada familiaridad me ha llevado a destacar ciertos aspectos de su personalidad y estilo. También puede introducir algún sesgo subjetivo. No me disculpo por mis simpatías, sino que simplemente deseo alertar al lector de que mis interpretaciones pueden diferir de las de estudiosos menos favorables a la perspectiva revolucionaria de Sankara. Al mismo tiempo, tomo nota de ciertas deficiencias de su mandato que algunos de los que lo idolatran quizá prefieran pasar por alto.

Está claro que Sankara desempeñó un papel destacado, incluso preponderante, en el proceso revolucionario de su país, pero no por ello dejó de ser una empresa colectiva. Hubo muchos otros actores, tanto en la dirección como sobre el terreno. Sus contribuciones no pueden recibir la debida atención en una biografía como ésta, que se centra necesariamente en un individuo. Tampoco es posible evaluar con total certeza el papel y la influencia precisos de Sankara. Es evidente que algunas iniciativas fueron suyas. Sin embargo, sus convicciones le llevaron a trabajar a través de órganos colectivos de liderazgo, lo que hace difícil determinar con precisión cómo sus opiniones y acciones influyeron en los acontecimientos. Los relatos de algunos de sus contemporáneos han contribuido a arrojar algo de luz sobre estas cuestiones. Espero que los estudios futuros arrojen aún más luz.

En mis investigaciones sobre este periodo de la historia de Burkina Faso, estoy en deuda con varias personas. Algunas de las personas a las que entrevisté se citan en la bibliografía. En particular, me gustaría dar las gracias a Paul Sankara por sus observaciones personales sobre su hermano, y a Madnodje Mounoubai por compartir varias anécdotas sobre su tiempo trabajando con Sankara. Otras personas que viven en Burkina Faso o fuera del país también aportaron sus ideas, pero me abstendré de darles las gracias por su nombre.

Entre los eruditos, Bruno Jaffré ha llevado a cabo la investigación más detallada sobre la vida de Sankara, y su Biographie de Thomas Sankara fue inestimable para la redacción de los capítulos 2 y 3 en particular. Le doy las gracias por haber revisado el manuscrito de este libro y por sus útiles observaciones. También aprecio la aguda mirada editorial de Eloise Linger, así como los comentarios y sugerencias de los dos revisores anónimos de la editorial.

Hasta la fecha, la fuente más completa de las propias palabras de Sankara es la colección publicada por Pathfinder Press, Thomas Sankara Speaks: The Burkina Faso Revolution, 1983-87, disponible en inglés y francés. El lector interesado en algo más que los breves pasajes de Sankara utilizados en esta biografía puede dirigirse a esa colección. Agradezco a la editorial el permiso para utilizar sus traducciones al inglés de las citas extraídas de ella. Para las numerosas citas tomadas de otras fuentes, las traducciones del original francés son mías.

 

 

1: "Otra forma de gobernar"

 

Las mujeres habían viajado desde todo Burkina Faso, llenando las gradas y desbordándose por los pasillos del auditorio central de la Casa del Pueblo de Uagadugú. Eran más de tres mil, jóvenes y mayores, algunas con bebés en el regazo, la mayoría vestidas con telas tradicionales multicolores, a menudo con el estampado rojo, blanco y azul oscuro de la Unión de Mujeres de Burkina. Habían acudido a la capital para celebrar su día -el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer- con discursos, lemas, cuentos, canciones y bailes. Animaron y corearon con las líderes del sindicato de mujeres, que hablaban a veces en francés y a veces en mooré, jula o fulfuldé, tres de las lenguas indígenas del país.

Aquel día de 1987 también acudieron a escuchar a su joven y enérgico presidente, Thomas Sankara, que ya había puesto en marcha numerosas medidas para mejorar la posición y las oportunidades de las mujeres. El discurso de Sankara no decepcionó. Ya había planteado antes algunos de los puntos principales: que las mujeres tenían que organizarse, que las costumbres tradicionales tenían que despojarse de sus rasgos opresivos, que había que combatir la desigualdad social y que la revolución sólo triunfaría si las mujeres se convertían en participantes de pleno derecho. Pero esta vez también ancló sus argumentos en una revisión exhaustiva de la opresión de la mujer a lo largo de ocho milenios de evolución social y dio numerosos ejemplos de sus signos en la sociedad burkinesa contemporánea, a veces en poéticos vuelos oratorios. Criticó duramente a los hombres burkineses -incluidos algunos de sus compañeros revolucionarios- que obstaculizaban el progreso de las mujeres de su propia familia. La transformación sería incompleta, dijo, si "el nuevo tipo de mujer debe vivir con el viejo tipo de hombre", provocando muchos aplausos y risas.

La interacción de Sankara con las mujeres aquel día no era inusual. Desde que se convirtió en presidente en agosto de 1983 a la cabeza de una alianza revolucionaria de jóvenes oficiales militares radicales y activistas políticos civiles, había viajado repetidamente por todo el país para exponer las ambiciosas iniciativas y proyectos de su gobierno. En sus giras se reunía con.................................

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